Al observar el mundo, me resulta claro, como un diáfano día de verano, el porqué la gente es cautiva de sus diversiones, como un pájaro en su jaula: ES PORQUE NO CONOCEN OTRA COSA!.
Han aprendido a depender de asuntos como la programación de televisión, películas en los cines, música que excita artificialmente, placeres mundanos, y cuanta artimaña satanás les ha puesto por delante para sentir que llenan su existencia. Pero mientras más hacen eso, más se alejan de la fuente sin igual de dicha inmortal: NUESTRO CREADOR.
Otros, buscando a Dios, han caído en la trampa diseñada por satán para los tales, la "sinagoga de satanás", donde el enemigo de las almas les prodiga un aliento que simula el poder de Dios, usando la FALSA ADORACIÓN los ha cautivado, haciéndoles creer que tienen el Santo Espíritu cuando es totalmente lo opuesto: una influencia impía. El llamado para ellos es "Salid de en medio de ella, pueblo mío", salid de babilonia!.
Tal y como estaba profetizado esta influencia impía está llegando a algunos en las filas de Enmanuel, los que, desviando su mirada del Invisible Todopoderoso, ante un evidente vacío espiritual, están imitando la FALSA ADORACIÓN, creyendo así poder alcanzar el gozo, la paz y el Amor que Dios da a los que le siguen. Cómo es evidente esto? pues lo es desde el momento que en su vida comparten las diversiones del mundo (tv, cine, música mundana, y demás placeres). También se ponen en evidencia cuando rechazan cualquier reprensión del Espíritu de Dios al igual que los que participan de la sinagoga de satanás, demandan que se les predique una sola cosa: el amor de Dios, no su ley, como si fuera posible separar ambas cosas, olvidando que la ley es la voluntad del Amoroso Dios, comportándose como si, al ser Dios todo amor, no importara seguir en el pecado. Para éstos el llamado no es a salir de babilonia, sino a desterrar babilonia del interior de su corazón.
Busquemos a Dios cada día que Él promete ser hallado:
"Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano." Isaías 55:6
Todo se resume en una sentencia:
"Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado." Juan 17:3
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