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Una constante comunión con Dios

Una constante comunión con Dios, 18 de abril
Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis. Mateo 24:44.{CDCD 115.1}
Creo que estamos en los límites del mundo eterno, y estoy intentando mantenerme en constante comunión con el Señor. Aprecio la vida eterna y nada me separará del amor de Dios. Deseo educar y adiestrar constantemente mi alma para que repose en Jesús, y para que obtenga fuerza espiritual de él. Dios quiere que tengamos un conocimiento experimental de Cristo; entonces seremos fieles testigos de Dios, y daremos testimonio, mediante nuestras palabras y acciones, de la gracia de Cristo...{CDCD 115.2}
Temo muchísimo que numerosos jóvenes relacionados con la obra de Dios no conozcan a mi Salvador. Cuando pienso en la obra que Dios está haciendo por el hombre me lleno de admiración cuando veo que Dios toma a los pobres seres caídos para darles poder moral, de manera que se manifieste en ellos la obra interior de su gracia, para transformar el carácter y lograr que los hombres sean aptos para las mansiones que Dios está preparando para ellos, para comparecer delante de Dios, para ser compañeros con los ángeles y para tener comunión con Dios. ¡Oh, cuánto anhela mi corazón encontrarse entre los que caminarán con Jesucristo en la tierra nueva!...{CDCD 115.3}
La obra de nuestra vida aquí debe consistir en prepararnos para la eternidad. No sabemos cuán pronto puede terminar la obra de nuestra vida, y cuán esencial es que nuestra naturaleza baja y pecaminosa sea vencida, y que recibamos la imagen de Cristo. No tenemos tiempo que perder. Necesitamos prepararnos cada día para la eternidad. Se nos concede tiempo en esta vida para buscar la dádiva de la vida eterna. Dios nos ha concedido un tiempo de prueba, y si vivimos nuestros setenta años, ¡cuán corto es este período para obrar nuestra salvación! Comparemos entonces este lapso con la vida que se equipara con la de Dios. Nuestro corto tiempo de prueba puede terminar en cualquier momento. Entonces, cuán fervientes deberíamos ser a fin de asegurarnos un título indiscutible para un hogar en la tierra nueva...{CDCD 115.4}
Mi inquietud consiste en hacer la obra que el Maestro me ha confiado y que nada me aparte de ella... Debemos tratar de ser uno con Dios. Su interés debe ser el nuestro, como asimismo sus sentimientos y sus designios. Conocemos el amor de Dios por los pecadores y el infinito sacrificio que se ha hecho para salvar a las almas que perecen; entonces, unámonos con Cristo en esta gran obra.—Carta 82, del 18 de abril de 1887, dirigida a Edson y Ema White.{CDCD 115.5}
https://egwwritings.org/?ref=es_CDCD.115

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