Ir al contenido principal
Examinaos, 26 de noviembre
Examinaos a vosotros mismos si estáis en fe; probaos a vosotros mismos. ¿No os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros? si ya no sois reprobados. 2 Corintios 13:5.{NEV 338.1}
“Examinaos a vosotros mismos si estáis en fe”. Muchos ... responden de inmediato: “Por supuesto; yo estoy en fe, creo todo punto de la verdad”. Pero, ¿practicáis lo que creéis? ¿Estáis en paz con Dios y con vuestros hermanos? ¿Podéis orar con sinceridad: “Perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores”? ... ¿No hay amargura en vuestros corazones, no hay envidia, celos, no hay malas suposiciones, ... no hay deseos de obtener favores y honores especiales, ni deseos de obtener la supremacía? ...{NEV 338.2}
Hacemos bien en examinarnos a nosotros mismos para ver qué clase de espíritu estamos fomentando. Aprendamos a hablar amable y serenamente, aun en las circunstancias más difíciles. Controlemos no sólo nuestras palabras, sino nuestros pensamientos y nuestra imaginación. Seamos amables y corteses.—The Review and Herald, 29 de abril de 1884.{NEV 338.3}
Muchos son sensibles a su gran deficiencia, y leen, oran y resuelven, y sin embargo no realizan ningún progreso. Parecen ser incapaces de resistir la tentación. La razón es que no profundizan suficientemente. No buscan una cabal conversión del alma, para que las corrientes que salen de ella sean puras, y el comportamiento pueda testificar que Cristo reina adentro.{NEV 338.4}
Todos los defectos de carácter se originan en el corazón. El orgullo, la vanidad, el mal genio y la codicia proceden del corazón carnal que no ha sido renovado por la gracia de Cristo. Si el corazón es refinado, enternecido y ennoblecido, las palabras y la acción darán testimonio de ello. Cuando el alma se ha entregado enteramente a Dios, habrá una firme confianza en sus promesas, y habrá oración ferviente y esfuerzo decidido por controlar las palabras y las acciones.—The Review and Herald, 1 de septiembre de 1885.{NEV 338.5}
Profesamos una fe grande y santa; y nuestros caracteres deben estar de acuerdo con esa fe, y con la gran norma moral de Dios. ...{NEV 338.6}
Examinemos nuestros corazones a la luz de los grandes principios de la ley de Dios como Cristo los definió: “Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de todas tus fuerzas, y de todo tu entendimiento, y a tu prójimo como a ti mismo” (Lucas 10:27).—The Review and Herald, 29 de abril de 1884.{NEV 338.7}
https://egwwritings.org/?ref=es_NEV.338

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA IGLESIA ADVENTISTA NO ES BABILONIA... ¡ES LAODICEA!

Conozco la Iglesia Adventista desde mi niñez (7 años) y sé que es la Iglesia Verdadera. Lo he sabido desde que mis papás encontraron en la Biblia la verdad del sábado y buscaron la iglesia que respetara los mandamientos de Dios y encontraron a la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Desde entonces he tenido la convicción de que la Iglesia Adventista es la Iglesia Verdadera, por cuanto es la única que predica la verdad completa y cumple los dos requisitos que ESTÁN ESCRITOS tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento: ANTIGUO TESTAMENTO: “!!A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido.”(Isaías 8:20) NUEVO TESTAMENTO “ Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.” (Apocalipsis 14:12) “Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesu