Dios protege a los suyos, 9 de febrero
Génesis
12:10-20.
No consintió que nadie los agraviase, y por causa de ellos castigó a los
reyes. No toquéis, dijo, a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas. Salmos 105:14, 15. {CV 46.1}
Es mediante pruebas estrictas y reveladoras como Dios disciplina a sus
siervos. El ve que algunos tienen aptitudes que pueden usarse en el progreso de
su obra, y los somete a pruebas. En su providencia, los coloca en situaciones
que prueban su carácter, y revelan defectos y debilidades que estaban ocultos
para ellos mismos. Les da la oportunidad de corregir estos defectos, y de
prepararse para su servicio. Les muestra sus propias debilidades, y les enseña
a depender de él; pues él es su única ayuda y salvaguardia. Así se alcanza su
propósito. Son educados, adiestrados, disciplinados y preparados para cumplir
el gran propósito para el cual recibieron sus capacidades... {CV 46.2}
Durante su estada en Egipto, Abrahán dio evidencias de que no estaba
libre de la imperfección y la debilidad humanas. Al ocultar el hecho de que
Sara era su esposa, reveló desconfianza en el amparo divino, una falta de esa
fe y ese valor elevadísimos tan noble y frecuentemente manifestados en su
vida... Razonó que no mentía al presentar a Sara como su hermana; pues ella era
hija de su padre, aunque no de su madre. Pero este ocultamiento de la verdadera
relación que existía entre ellos era un engaño. Ningún desvío de la estricta
integridad puede merecer la aprobación de Dios. A causa de la falta de fe de
Abrahán, Sara se vio en gran peligro. El rey de Egipto, habiendo oído hablar de
su belleza, la hizo llevar a su palacio, pensando hacerla su esposa. Pero el
Señor, en su gran misericordia, protegió a Sara, enviando plagas sobre la
familia real... {CV
46.3}
La amonestación dada a Faraón resultó ser una protección para Abrahán en
sus relaciones futuras con los pueblos paganos; pues el asunto no pudo
conservarse en secreto. Era evidente que el Dios a quien Abrahán adoraba
protegía a su siervo, y que cualquier daño que se le hiciese sería vengado. Es
asunto peligroso dañar a uno de los hijos del Rey del cielo. Historia de los Patriarcas y Profetas,
122-124.* {CV 46.4}
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