La alegría es buena medicina, 12 de febrero
El corazón alegre es una buena medicina. Proverbios 17:22 (VM). {DNC 51.1}
La relación que existe entre la mente y el cuerpo es muy íntima. Cuando
la primera está afectada, el otro simpatiza con ella. La condición de la mente
influye en la salud mucho más de lo que generalmente se cree. Muchas de las
enfermedades que padecen los hombres son resultado de la depresión mental.
Penas, ansiedad, descontento, remordimiento, sentimiento de culpabilidad,
desconfianza, todo esto menoscaba las fuerzas vitales, y lleva al decaimiento y
a la muerte. {DNC
51.2}
La enfermedad es muchas veces originada y reagravada por la imaginación.
Muchos hay que llevan vida de inválidos cuando podrían estar bien si pensaran
que lo están... {DNC
51.3}
El valor, la esperanza, la fe, la simpatía, el amor: todas estas cosas
fomentan la salud y alargan la vida. Un espíritu satisfecho y alegre es como
salud para el cuerpo y fuerza para el alma. {DNC 51.4}
El agradecimiento, la alegría, la benevolencia, la confianza en el amor
y en el cuidado de Dios, son otras tantas incomparables salvaguardias de la
salud. {DNC
51.5}
Se debería mostrar el poder de la voluntad, y la importancia del dominio
propio, tanto en la conservación como en la recuperación de la salud, el efecto
depresivo y hasta ruinoso de la ira, el descontento, el egoísmo, o la impureza,
y, por otra parte, el maravilloso poder vivificador que se encuentra en la
alegría, la abnegación, y la gratitud. {DNC 51.6}
Hay en la Escritura una verdad fisiológica que necesitamos considerar:
“El corazón alegre es una buena medicina”. {DNC 51.7}
Los verdaderos principios del cristianismo abren ante todos nosotros una
fuente de inestimable felicidad. {DNC 51.8}
Deberíamos cultivar un estado de ánimo alegre, optimista y apacible;
porque nuestra salud depende de ello.* {DNC 51.9}
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