Ir al contenido principal

Vestidos de la justicia de Cristo


Vestidos de la justicia de Cristo, 14 de febrero

Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos pecados son cubiertos. Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado. Romanos 4:7, 8. ELC 53.1
Bien pueden nuestros corazones volverse a nuestro Redentor con la más perfecta confianza cuando pensamos en lo que ha hecho por nosotros siendo aún pecadores. Por la fe podemos descansar en su amor. “Al que a mí viene”, él dice, “no le echo fuera”. Juan 6:37. ELC 53.2
Sería algo terrible estar delante de Dios, vestidos de ropa de pecado, con su ojo que escudriña cada secreto de nuestras vidas. Pero mediante la eficacia del sacrificio de Cristo podemos aparecer delante de Dios puros y sin mancha, habiendo sido expiados y perdonados nuestros pecados. “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”. 1 Juan 1:9. El pecador redimido, ataviado con las vestiduras de la justicia de Cristo, puede estar en la presencia de un Dios que odia el pecado, hecho perfecto por los méritos del Salvador.—The Review and Herald, 5 de mayo de 1910. ELC 53.3
Solamente por la fe en el nombre de Cristo puede ser salvo el pecador... La fe en Cristo no es obra de la naturaleza, sino la obra de Dios en las mentes humanas, realizada en la misma alma por el Espíritu Santo, que revela a Cristo, como Cristo reveló al Padre. La fe es la sustancia de las cosas que se esperan, la evidencia de las cosas que no se ven. Con su poder justificador y santificador, está por encima de lo que los hombres llaman ciencia. Es la ciencia de las realidades eternas. La ciencia humana a menudo es engañosa, pero esta ciencia celestial nunca induce a engaño. Es tan simple que un niño puede entenderla, y sin embargo los hombres más sabios no pueden explicarla. Es inexplicable e inconmensurable, más allá de toda expresión humana.—The Review and Herald, 3 de noviembre de 1904. ELC 53.4

Comentarios

Entradas populares de este blog

Alza tus Ojos

Escoged cada día, 9 de febrero https://ift.tt/WkwH4TG La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples. Salmos 119:130. Cuanto más a menudo se lee el Nuevo Testamento, más instructivo es. Ninguno se cansa de sus palabras hermosas, porque son semejantes a piedras preciosas. Cuanto más profunda sea la investigación que se haga en ellas, tanto más nueva y más espléndida será la luz reflejada por las mismas. Cuanto más estudiemos la Palabra con corazón sencillo y confiado, más comprenderemos la senda por la que debemos andar a fin de alcanzar el Paraíso de Dios. Recibimos vida de Cristo mediante el estudio de su Palabra. “En él estaba la vida”; vida original, no prestada. Es la fuente de vida. Recibimos vida del Salvador, quien la vuelve a tomar. La vida que nos ha sido dada por Dios debiera ser utilizada de la mejor manera, porque como instrumentos humanos estamos formando nuestro propio destino. Necesitamos escoger sabiamente para asociamos con quienes nos capacitarán

LA ADORACIÓN VERDADERA Y LA FALSA ADORACIÓN

Por: Miguel Cabán, pastor jubilado de la Asociación del Oeste de Puerto Rico   La gran mayoría de los lectores de este tratado ha escuchado acerca de la Iglesia Celebración que surgió a fines de los 80. Los defensores de celebración sostienen que hay que alcanzar a los jóvenes de la nueva generación con  música  moderna como Rock, Pop, ect, etc. ¿Saben ustedes como le llaman actualmente a esas iglesias de celebración? Iglesias culturalmente relevantes (New Song Church o iglesias para jóvenes o Turn Point). Ahora cabe preguntar ¿Debemos de usar la música Rock para poder alcanzar a los jóvenes de la nueva generación?    Un autor dice al respecto: “¿Usamos drogas para alcanzar a los viciados para Cristo? ¿Usamos lenguaje obsceno para alcanzar aquellos que blasfeman? ¿Robamos para nosotros identificarnos con los ladrones? ¿Producimos material pornográfico para presentar a Cristo a los pornográficos? ¿Por qué entonces deberíamos usar una música carnal para conseguir llamar la atención del