Reflejemos a Jesús


Los padres han de enseñar la obediencia, 7 de junio https://ift.tt/KPcuhb7 Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Efesios 6:1. Se les ha de enseñar a los niños que sus capacidades les fueron dadas para honra y gloria de Dios. A este fin deben aprender la lección de la obediencia; porque únicamente mediante vidas de obediencia voluntaria pueden prestar a Dios el servicio que El requiere. Antes que el niño tenga suficiente edad para razonar, ya se le puede enseñar a obedecer. Debe inculcársele el hábito mediante esfuerzos amables y persistentes... Muéstrese a los niños que la verdadera reverencia se revela por la obediencia. Dios no ha ordenado nada que no sea esencial, y no hay otra manera de manifestarle reverencia tan agradable fuera de la obediencia a lo que El dijo. La madre es la reina del hogar, y los niños son sus súbditos. Ella debe gobernar sabiamente su casa, en la dignidad de su maternidad... Digan a sus hijos exactamente lo que requieren de ellos. Luego háganles comprender que deben obedecer a su palabra. De esta manera les estarán enseñando a respetar los mandamientos de Dios, que declaran sencillamente: “Harás” y “No harás”. Pocos padres empiezan bastante temprano a enseñar a sus hijos a obedecer. Generalmente se permite que el niño tome la delantera a sus padres en dos o tres años, al olvidarse de disciplinarlo, pensando que es demasiado joven para aprender a obedecer. Pero durante todo ese tiempo, el yo se está fortaleciendo en el pequeño ser, y cada día la tarea de los padres para obtener el dominio se hace más difícil. Desde una edad muy temprana, los niños pueden comprender lo que se les dice con sencillez y claridad; y manejándolos con bondad y juicio se les puede enseñar a obedecer. Nunca debe permitírseles que manifiesten falta de respeto hacia sus padres. Nunca la terquedad se debe dejar sin reprensión. El futuro bienestar del niño requiere una disciplina bondadosa, amante, pero firme... Los padres sabios no dirán a sus hijos: “Sigue tu propia elección; ve adonde quieras, y haz lo que quieras”, sino: “Escucha la instrucción del Señor”. A fin de que no se eche a perder la belleza de la vida del hogar, deben hacerse y aplicarse reglas sabias en él... Los niños serán, bajo la debida disciplina, más felices, mucho más felices, que si se les permitiese hacer como se lo sugieren sus impulsos irrefrenados. Las verdaderas virtudes de un niño consisten en la modestia y la obediencia, en oídos atentos para escuchar las palabras de dirección, en pies y manos voluntarios para andar y trabajar en la senda del deber... Sobre todas las cosas, los padres deben rodear a sus hijos de una atmósfera de alegría, cortesía y amor. Los ángeles se deleitan en morar en un hogar donde vive el amor y éste se expresa tanto en las miradas y las palabras como en los actos.—Consejos para los Maestros Padres y Alumnos acerca de la Educación Cristiana, 106-109.

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Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374