Sus pasajes decían “Ciudad de Nueva York”, pero para 1500 pasajeros que estaban a bordo del Titanic, el pasaje estaba completamente equivocado. Nunca llegarían a destino. Nunca navegarían bajo la Estatua de la Libertad. Nunca verían la línea del horizonte en Manhatann, porque irían a Halifax, Nueva Escocia, Canadá. Y todavía se encuentran allí