Iglesia Adventista del Séptimo Día · Central Zacatecoluca


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Reflejemos a Jesús


Pedro fortaleció a los que soportaban pruebas, 13 de diciembre https://ift.tt/3lZs7Aa Para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo. 1 Pedro 1:7. Los seres humanos, entregados ellos mismos al mal, tienden a tratar duramente a los tentados y a los que yerran. No pueden leer el corazón; no conocen sus conflictos y sus penas. Tienen necesidad de aprender a dar la reprensión que implica amor, el golpe que hiere para curar y la amonestación que transmite esperanza. Durante su ministerio, Pedro veló fielmente por el rebaño encomendado a su cuidado, y así demostró que era digno del cometido y la responsabilidad que el Salvador había puesto sobre él. Siempre exaltó a Jesús de Nazaret como la esperanza de Israel y el Salvador de la humanidad. Impuso a su propia vida la disciplina del obrero maestro. Por todos los medios a su alcance procuró educar a los creyentes para el servicio activo. Su piadoso ejemplo y su incansable actividad inspiraron a muchos jóvenes promisorios a entregarse plenamente a la obra del ministerio. A medida que el tiempo transcurría, crecía la influencia del apóstol como educador y dirigente, y aun cuando nunca abandonó la responsabilidad de trabajar especialmente por los judíos, también dio su testimonio en muchos países y fortaleció la fe de multitudes en el Evangelio. En los últimos años de su ministerio, Pedro fue inspirado a escribir a los creyentes “expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia”. 1 Pedro 1:1. Sus cartas fueron el medio de levantar el ánimo y fortalecer la fe de los que soportaban pruebas y aflicciones, y de estimular a las buenas obras a los que, al pasar por diversas tentaciones, estaban en peligro de perder su confianza en Dios. Estas cartas demuestran haber sido escritas por alguien en quien abundaban tanto los sufrimientos de Cristo como su consolación; alguien cuyo ser entero había sido transformado por la gracia de Dios, y cuya esperanza de vida eterna era segura e inconmovible. En el mismo comienzo de su primera carta el anciano siervo de Dios rindió a su Señor un tributo de alabanza y agradecimiento. “Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo—exclamó—, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible”. cap. 1:3, 4. Con esta esperanza de una herencia segura en la tierra nueva se regocijaban los cristianos primitivos aun en tiempos de dura prueba y aflicción—Los Hechos de los Apóstoles, 425-427.

Nuestra Elevada Vocacion


Se asegura la victoria, 13 de diciembre https://ift.tt/31RLTa0 Al que venciere, yo le daré que se siente conmigo en mi trono; así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. Apocalipsis 3:21. El Testigo Fiel ofrece ánimo para todos los que traten de andar en el camino de la obediencia humilde, a través de la fe en su nombre. El declara: “Al que venciere, yo le daré que se siente conmigo en mi trono; así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono”. Estas son palabras de nuestro Sustituto y Garante. Aquel que es la Cabeza divina de la iglesia, el más poderoso de los conquistadores, señala a sus seguidores su vida, sus afanes, sus abnegaciones, sus luchas y sufrimientos, experimentados por el menosprecio, el rechazo, el ridículo, la burla, los insultos, la mofa, la falsedad hacia la senda del Calvario y el escenario de la crucifixión, a fin de que puedan llenarse de ánimo para avanzar hacia la meta en demanda del premio y la recompensa del vencedor. Se asegura la victoria a través de la fe y de la obediencia. Apliquemos las palabras de Cristo a nuestros propios casos individuales. ¿Somos pobres y ciegos y cuitados y miserables? Entonces busquemos el oro y los vestidos blancos que él nos ofrece. La obra de vencer no está restringida a la edad de los mártires. El conflicto es para nosotros en estos días de sutiles tentaciones a la mundanalidad, la seguridad propia, a la indulgencia del orgullo, a la codicia, a las falsas doctrinas, a la inmoralidad de la vida.—The Review and Herald, 24 de julio de 1888. Podemos vencer. Sí, plena y enteramente. Jesús murió para abrir una senda de escape para nosotros. Para que pudiéramos vencer cada falta, resistir a cada tentación, y finalmente sentarnos con él en su trono.—The Review and Herald, 4 de septiembre de 1883. No tenemos un mensaje de desánimo para la iglesia. Aunque se han dado reproches, advertencias y correcciones, sin embargo la iglesia está como el instrumento de Dios para difundir la luz. El pueblo de Dios que observa los mandamientos ha hecho sonar una advertencia para el mundo. ... La iglesia de Dios es un testigo viviente, un continuo testimonio, para convencer a los hombres si lo aceptan; para condenarlos si lo resisten y rechazan.—Manuscrito 96, 1893. La iglesia debe brillar y brillará “hermosa como la luna, esclarecida como el sol, e imponente como ejércites en orden” (Cantares 6:10).—Carta 130, 1902.

La Maravillosa Gracia de Dios


¡Qué recompensa! 13 de diciembre https://ift.tt/3DROUnR Si permaneciere la obra de alguno... recibirá recompensa. 1 Corintios 3:14. Gloriosa será la recompensa concedida cuando los fieles obreros se reúnan en derredor del trono de Dios y del Cordero. Cuando, en su estado mortal, Juan contempló la gloria de Dios, cayó como muerto; no pudo soportar la visión. Pero cuando los hijos de Dios hayan recibido la inmortalidad, le verán “como él es”. 1 Juan 3:2. Estarán delante del trono, aceptos en el Amado. Todos sus pecados habrán sido borrados, todas sus transgresiones expiadas. Entonces podrán mirar sin velo la gloria del trono de Dios. Habrán participado con Cristo en sus sufrimientos, habrán trabajado con él en el plan de la salvación, y participarán con él del gozo de ver las almas salvadas en el reino de Dios, para alabar allí a Dios durante toda la eternidad... En aquel día los redimidos resplandecerán en la gloria del Padre y del Hijo. Tocando sus arpas de oro, los ángeles darán la bienvenida al Rey y a los trofeos de su victoria... Se elevará un canto de triunfo que llenará todo el cielo. Cristo habrá vencido. Entrará en los atrios celestiales acompañado por sus redimidos, testimonios de que su misión de sufrimiento y sacrificio no fue en vano... Hay mansiones para los peregrinos de la tierra. Hay vestiduras, coronas de gloria y palmas de victoria para los justos. Todo lo que nos dejó perplejos en las providencias de Dios quedará aclarado en el mundo venidero. Las cosas difíciles de entender hallarán entonces su explicación. Los misterios de la gracia nos serán revelados. Donde nuestras mentes finitas discernían solamente confusión y promesas quebrantadas, veremos la más perfecta y hermosa armonía. Sabremos que el amor infinito ordenó los incidentes que nos parecieron más penosos. A medida que comprendamos el tierno cuidado de Aquel que hace que todas las cosas obren conjuntamente para nuestro bien, nos regocijaremos con gozo inefable y rebosante de gloria.—Joyas de los Testimonios 3:432, 433. Os ruego que os preparéis para la venida de Cristo en las nubes de los cielos... Preparaos para el juicio, para que cuando Cristo venga para ser admirado por todos los que creen, podáis estar entre aquellos que le recibirán en paz.—Ibid. 432.

La Fe por la Cual Vivo


La cautividad de Satanás, 13 de diciembre https://ift.tt/3oOnURG Y vi a un ángel descender del cielo, que tenía la llave del abismo, y una grande cadena en su mano. Y prendió al dragón, aquella serpiente antigua, que es el Diablo y Satanás, y le ató por mil años. Apocalipsis 20:1, 2. “A la venida de Cristo los impíos serán borrados de la superficie de la tierra—matados con el espíritu de su boca y destruidos con el resplandor de su gloria. Cristo lleva a su pueblo a la ciudad de Dios, y la tierra es despojada de sus habitantes.... Toda la tierra tiene el aspecto desolado de un desierto. Las ruinas de las ciudades y aldeas destruidas por el terremoto, los árboles desarraigados, las rocas escabrosas arrojadas al mar o arrancadas de la misma tierra, están esparcidas por la superficie de ésta, al paso que grandes cuevas marcan el sitio donde las montañas han sido rasgadas desde sus cimientos.”—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 715, 716. “La tierra va a ser el hogar de Satanás y de sus ángeles malos durante mil años. Aquí estará confinado para vagar de un lado a otro sobre la superficie de la tierra y ver los efectos de su rebelión contra la ley de Dios. Durante mil años podrá recoger el fruto de la maldición que él causó. Limitado a esta tierra no podrá dirigirse a otros planetas para tentar y molestar a los seres no caídos. Durante ese tiempo Satanás sufrirá terriblemente. Desde su caída ha estado ejerciendo constantemente sus tretas malignas. Pero entonces estará privado de su poder y podrá reflexionar sobre el papel que ha desempeñado desde su caída y mirar hacia adelante con temblor y terror, al espantoso futuro cuando sufrirá por todo el mal que ha hecho y será castigado por todos los pecados que ha hecho cometer.”—Early Writings, 290.

Hijos e Hijas de Dios


Será nuestro protector, 13 de diciembre https://ift.tt/3rYPwWb Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; me ocultará en lo reservado de su morada; sobre una roca me pondrá en alto. Salmos 27:5. Hay tal alegría y consuelo para los cristianos fieles y sinceros, que el mundo no puede entenderlo. Para ellos es un misterio. La esperanza del cristiano está repleta de inmortalidad y llena de gloria. Llega hasta más allá del velo, y es como un ancla segura y firme para el alma. Cuando la tormenta de la ira de Dios caiga sobre los impíos, su esperanza no dejará de realizarse, porque estarán escondidos en lo oculto de su tabernáculo.—The Youth’s Instructor, 5-1854. Tiempos difíciles están delante de nosotros; los juicios de Dios están cayendo sobre nuestro mundo. Las naciones de la tierra temblarán. Habrá pruebas y perplejidades por todos lados; los corazones de los hombres desfallecerán de temor. ¿Y qué haremos nosotros en aquel día? A pesar de que la tierra tambalee como un borracho, y sea removida como una choza, si hemos puesto nuestra confianza en Dios, él nos librará. “El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente”. “Porque tú has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación, no te sobrevendrá mal... Pues que a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos”.—The Review and Herald, 15 de marzo de 1887. Cristo ve la terminación del conflicto. La batalla se riñe más y más encarnizadamente. Pronto vendrá con su justicia, y tomará posesión de todas las cosas terrenas. Hay señales de la inminencia de su venida. En aquel día de su venida, Cristo preservará a aquellos que lo han seguido, considerándolo el Camino, la Verdad y la Vida.—Carta 264, 1903.

Exaltad a Jesús


Entonces lo sabremos, 13 de diciembre https://ift.tt/3pRUdhX ¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Romanos 11:33. Satanás tiene el propósito definido de cortar toda clase de comunicación entre Dios y su pueblo, de modo que él pueda llevar a cabo sus tretas engañosas sin que haya una voz que nos advierta de su peligro. Si logra que los hombres desconfíen del mensajero, o que no vean nada de sagrado en el mensaje, sabe que ellos no sentirán ninguna obligación de obedecer las palabras que Dios les envía. Y cuando la luz se desecha como si se tratara de oscuridad, Satanás logra sus propósitos. Nuestro Señor es un Dios celoso; con él no se debe jugar. Aquel que hace todas las cosas de acuerdo con el consejo de su propia voluntad, se ha complacido en colocar a los seres humanos en circunstancias variadas, y de encargarles deberes peculiares tanto a los tiempos en que viven como a las condiciones bajo las cuales les toca actuar. Si valoraran la luz que les ha sido dada, sus facultades serían grandemente aumentadas y ennoblecidas, y ante ellos se abrirían panoramas más amplios de la verdad. Ante sus mentes se revelaría el misterio de las cosas eternas, y especialmente de la gracia maravillosa de Dios como se manifiesta en el plan de la redención; las cosas espirituales se disciernen espiritualmente... Jesús espera ansiosamente el momento de revelar a su pueblo la gloria que lo acompañará en ocasión de su segunda venida, y la ocasión de hacerles contemplar el cuadro de felicidad. Hay maravillas que revelar. Una vida entera de oración e investigación dejará muchas cosas inexploradas y sin explicación. Pero lo que no comprendamos ahora nos será revelado en el más allá. El trabajo de instrucción comenzado aquí continuará durante toda la eternidad. A medida que el Cordero conduzca a las huestes de los redimidos a la fuente de aguas vivas, les impartirá ricos tesoros de conocimiento; les explicará algunos misterios relacionados con los procedimientos de la providencia divina, que nunca antes habían sido comprendidos. Por mucho que nos esforcemos por comprender a Dios, no lo lograremos. El no deja sus planes abiertos ante las mentes curiosas e inquisitivas. Nunca debemos tratar de descorrer con manos presuntuosas las cortinas detrás de las cuales él vela su majestad. El apóstol exclama: “¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!” El hecho de que el escondedero de su poder nos haya sido vedado es una prueba de su misericordia, así como el saber que se encuentra envuelto en pavorosas nubes de misterio y oscuridad; porque descorrer la cortina que esconde a la Presencia Divina es muerte. Ninguna mente mortal puede penetrar el lugar secreto donde mora y realiza su obra el Todopoderoso. No podemos comprender nada más de lo que él ve prudente revelarnos acerca de la forma como nos trata y de los motivos que lo impulsan. El ordena todas las cosas en justicia, y nosotros no debemos mostrarnos insatisfechos y desconfiados, sino que tenemos el deber de inclinarnos en sumisión reverente. El nos revelará tanto como sea para nuestro bien, de acuerdo con sus propósitos; y fuera de eso necesitamos confiar en aquella mano que es omnipotente, y aquel corazón que rebosa de amor.—The Review and Herald, 7 de abril de 1885.

En los Lugares Celestiales


Hijos del rey celestial, 13 de diciembre https://ift.tt/3oLNRkR En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho: voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. Juan 14:2, 3. La invitación es: “Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos ... Y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso”. 2 Corintios 6:17, 18. ¡Oh, qué exaltado privilegio es éste—ser miembros de la familia real, hijos del rey celestial! ¡Que el Salvador del universo, el Rey de reyes, sepa nuestro nombre, y que seamos herederos de Dios de la heredad inmortal, la realidad eterna! Ese es nuestro privilegio; ¿obtendremos el premio? ¿Libraremos las batallas del Señor? ... ¿Seremos triunfadores? He decidido que debo llegar al cielo, y deseo que hagáis lo mismo... Escudriñad la Biblia porque ella os habla de Jesús. Deseo que leáis la Biblia y veáis los incomparables encantos de Jesús. Deseo que quedéis prendados del Hombre del Calvario, a fin de que a cada paso podáis decir al mundo: “Sus caminos son caminos deleitosos, y todas sus veredas paz”. Proverbios 3:17. Debéis representar a Cristo ante el mundo. Debéis mostrar al mundo que tenéis una gran esperanza en la inmortalidad. Debéis beber de las aguas de la salvación. Debéis hacer que los ángeles celestiales estén en vuestra morada. Debéis hacer que Cristo habite allí... ¡Alaba, alma mía, al Señor! Él dice que fue a preparar mansiones para mí. “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis”. Juan 14:1-3.—Manuscrito 80, 1886.

El Cristo Triunfante


Somos soldados del señor, 13 de diciembre https://ift.tt/320BWGM “Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse”. Romanos 8:18. Nadie pensaría en ingresar al ejército en época de guerra abrigando la esperanza de disfrutar de comodidad y complacencia propia. Quienes están en el ejército saben cuáles son las penurias y privaciones a las que se los somete y, mientras la guerra se prolongue, tendrán una comida común y, con frecuencia, raciones escasas largas jornadas de marcha a pie, soportando el calor del sol abrasador, acampando por la noche al aire libre, expuestos a la humedad de la lluvia y el frío de la escarcha, arriesgando la salud y la vida siendo el blanco constante del enemigo. Se compara la vida del cristiano con la de un soldado, y sin sobornos de comodidad y complacencia propia. La idea de que el soldado cristiano puede ser excusado de los conflictos, librarse de pruebas, disfrutar de las comodidades y aún de los lujos de la vida, es una farsa. El conflicto cristiano es una lucha y una marcha, en las que se requiere paciencia. Se deben realizar tareas difíciles. [Este conflicto] a menudo resulta fatal para el cristianismo de aquellos que, con la idea de pasarlo bien, se enrolan como soldados de Cristo en su ejército y experimentan pruebas. Dios no les da el galardón a las personas cuya vida en este mundo ha sido una larga experiencia de placeres y comodidades... Se espera que quienes sirven bajo el estandarte ensangrentado del Príncipe Emanuel realicen una tarea difícil que les requerirá el empleo de todo el poder con que Dios los ha dotado. Tendrán que pasar pruebas dolorosas por la causa de Cristo. Habrán de soportar conflictos que quebrantarán sus almas, pero si se mantienen siendo soldados fieles, dirán con Pablo: “Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria”... Un ejército que no haya aprendido a obedecer las órdenes del capitán bien puede desmoralizarse. Cada soldado debe desempeñarse en armonía con los otros. La unión hace la fuerza. A menos que haya unión, los esfuerzos serán vanos. Aunque los soldados puedan poseer excelentes cualidades, no serán combatientes seguros y dignos de confianza si se desempeñan ajenos al accionar de sus camaradas. En el servicio a Cristo no se puede mantener una actitud independiente... Aquellos que prefieren actuar solos no son buenos soldados; hay alguna irregularidad en el carácter de ellos que debe ser corregida. Es posible que consideren que actúan a conciencia, pero no hacen la obra de Cristo. No pueden ofrecer un servicio eficaz. La labor de ellos tenderá a distanciarse de los otros, cuando la oración de Cristo por sus discípulos era para que fueran uno, así como él es uno con el Padre.—Carta 62, 1886.

Dios nos Cuida


Alivio del sufrimiento físico, 13 de diciembre https://ift.tt/3IL3rFr Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia. Mateo 10:7-8. Tiempos peligrosos nos esperan. Todo el mundo será envuelto en perplejidad y angustia; enfermedades de todas clases se manifestarán en el seno de la familia humana, y la ignorancia que prevalece actualmente acerca de las leyes de la salud producirá gran sufrimiento y la pérdida de muchas vidas que podrían haberse salvado... A medida que la agresión religiosa destruya las libertades de nuestra nación, los que abogan por la libertad de conciencia quedarán en posición desfavorable. Por su propio bien, mientras tienen oportunidad, debieran adquirir conocimientos con respecto a las enfermedades, sus causas, su prevención y su curación. Y los que lo hagan tendrán oportunidad de trabajar en todas partes. Habrá pacientes en abundancia que necesitarán ayuda, no sólo entre los de nuestra fe, sino más aún entre los que no conocen la verdad. La obra médica hecha en relación con la predicación del mensaje del tercer ángel, ha de producir resultados maravillosos. Debe ser una obra santificadora y unificadora, en consonancia con la obra que el gran Jefe de la iglesia encargó a sus primeros discípulos. Al reunir a esos discípulos, Cristo les dio su comisión:... “Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia... He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas”. Mateo 10:7-8, 16. Es bueno que leamos este capítulo a fin de que sus instrucciones nos preparen para nuestras labores. Los primeros discípulos estaban saliendo para cumplir el mandato de Cristo, de acuerdo con su cometido. Su Espíritu les iba a preparar el camino. Debían comprender que con semejante mensaje que dar y semejantes bendiciones que impartir, serían bienvenidos en los hogares de la gente. Dios alcanza los corazones mediante el alivio del sufrimiento físico. Se deja caer una semilla de verdad en la mente, que es regada por Dios. Se necesitará tal vez mucha paciencia antes que esta semilla dé señales de vida, pero finalmente brotará y llevará fruto para vida eterna.

Conflicto y Valor


Hacia la meta, 13 de diciembre https://ift.tt/3s0glJG Pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Filipenses 3:13, 14. Pablo hacía muchas cosas. Era un sabio maestro. Sus muchas cartas están llenas de lecciones instructivas que exponen principios correctos. Trabajaba con sus manos, porque era fabricante de tiendas, y de esta manera ganaba el pan de cada día. Sentía una pesada responsabilidad por las iglesias. Luchaba muy fervientemente para mostrarles [a los miembros] sus errores, a fin de que pudieran corregirlos y no ser engañados y alejados de Dios. Siempre trataba de ayudarles en sus dificultades; y sin embargo declara: “Una cosa hago”... Las responsabilidades de su vida eran muchas, sin embargo siempre mantenía frente a él esa “una cosa”. La sensación constante de la presencia de Dios lo obligaba a mantener su vista mirando siempre a Jesús, el Autor y Consumador de su fe.—Carta 135, 1897, pp. 6, 7. El gran propósito que le constreñía a avanzar ante las penalidades y dificultades, debe inducir a cada obrero cristiano a consagrarse enteramente al servicio de Dios. Se le presentarán atracciones mundanales para desviar su atención del Salvador, pero debe avanzar hacia la meta, mostrando al mundo, a los ángeles y a los hombres que la esperanza de ver el rostro de Dios es digna de todo el esfuerzo y sacrificio que demanda el logro de esta esperanza.—Los Hechos de los Apóstoles, 386. El discípulo más humilde de Cristo puede llegar a ser un habitante del cielo, un heredero de Dios de una herencia incorruptible e inmarcesible. ¡Oh, si cada uno pudiera elegir el don celestial, convirtiéndose en heredero de Dios de esa herencia cuyo título está a salvo de todo destructor, mundo sin fin! ¡No elijáis el mundo, sino la herencia mejor! Apresurad, acelerad vuestro camino hacia la meta para recibir el premio de vuestra elevada vocación en Cristo Jesús.—Fundamentals of Christian Education, 235. Pronto presenciaremos la coronación de nuestro Rey. Aquellos cuya vida quedó escondida con Cristo, aquellos que en esta tierra pelearon la buena batalla de la fe, resplandecerán con la gloria del Redentor en el reino de Dios.—Joyas de los Testimonios 3:434.

Cada Día con Dios


La grandeza de la humildad, 13 de diciembre https://ift.tt/3s2wSgq Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, éste la salvará. Lucas 9:24. Cristo dio a sus discípulos una lección sumamente importante con respecto a cómo debían ser. “En el reino que estableceré -les dijo-, la lucha por la supremacía no tendrá cabida alguna. Todos ustedes son hermanos. Todos mis siervos serán iguales. La única grandeza que se reconocerá será la de la humildad y la devoción en el servicio de los demás. El que se humille será ensalzado, y el que se ensalce será humillado. El que trate de servir a los demás mediante la abnegación y el sacrificio, recibirá los atributos de carácter que lo recomendarán ante mi Padre, y desarrollará sabiduría, verdadera paciencia, tolerancia, bondad y compasión. Esto le dará el primer lugar en el reino de Dios”. El Hijo de Dios se humilló para convertirse en el siervo del Señor. Se sometió a la bajeza y al sacrificio, incluso a la muerte, para dar libertad y vida, y un lugar en su reino a los que creyeran en él. Dio su vida en rescate por muchos. Esto debiera bastar para que se avergonzaran de su conducta todos los que continuamente están tratando de ocupar el primer lugar y luchan siempre por la supremacía. “Si alguno quiere venir en pos de mí -dijo Cristo-, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame”. Lucas 9:23. Esta es la prueba del discipulado. Si los miembros de la iglesia fueran hacedores de la Palabra, como solemnemente se comprometieron hacerlo en ocasión de su bautismo, amarían a sus hermanos y estarían tratando continuamente de fomentar la unidad y la armonía... Los que creen en Cristo y caminan humildemente con él sin luchar por la supremacía, y tratan de ver qué pueden hacer para ayudar, bendecir y fortalecer las almas de los demás, colaboran con los ángeles que sirven a los herederos de la salvación. Jesús les da gracia, sabiduría y justicia, y los convierte en bendición para todos aquellos con quienes se relacionan. Mientras más humildes son en su propia opinión, más bendiciones reciben de Dios, porque éstas no los exaltan. Usan correctamente sus bendiciones, porque las reciben para impartirlas. Los ángeles servidores reciben instrucción procedente del trono de Dios para colaborar con los instrumentos humanos. Reciben la gracia de Cristo para impartirla a los hombres.—Manuscrito 165, del 13 de diciembre de 1898, “La humildad: Prueba de discipulado”.

Alza tus Ojos


El maravilloso amor de Dios, 13 de diciembre https://ift.tt/3IL33Xv Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. Santiago 1:5, 6. Si Ud. llega a ser un alumno en la escuela de Cristo, debe someter su voluntad a la de El, predisponerse para estar bajo su disciplina, y así será apto para andar en sus caminos; y de esta forma, al vivir en una constante comunión con Jesús, Ud. mismo se transformará en un canal de luz para otros. Ud. y yo... necesitamos sentir nuestra total dependencia de Dios, de su gracia y dirección. Dios desea que Ud. simpatice y armonice con sus planes. Someterse a la autoridad de Cristo, una de las calificaciones esenciales de sus discípulos, no es tan sólo oponerse al orgullo que se siente herido cuando uno es advertido o aconsejado, sino que aquellos que lo practican deciden estar en sujeción mutua... Engaños fatales se ciernen sobre las almas. Estas tienen una confianza presuntuosa. Creen que son cristianos simplemente porque aceptaron la verdad. Este error ha aislado de tal forma el corazón que las saetas divinas no tienen acceso a él. Por lo tanto, las verdades profundas, penetrantes, las que claramente presentan el error, son escuchadas sin que surtan efecto, sin que haya una sola intención de aplicarlas a sí mismos. ¡Oh, busquen una preparación del corazón frente al trono de la gracia, pues sólo cuando sean conscientes de su propia incompetencia podrán tener una clara visión del poder y dignidad de Cristo, y así podrán aferrarse a las promesas por fe y disfrutar de una comunión viviente con Dios!... “Porque de tal manera amó Dios al mundo... Juan 3:16. ¡Oh, qué amor! ¡Qué maravilloso amor! ¡Cuán pocos aprecian ese amor! ¡Cuán pocos participan de la naturaleza divina! Habiendo el Señor emprendido la maravillosa obra de la redención, decidió que no abandonaría el plan, que no escatimaría esfuerzos por costosos que fueran. No rehusaría nada, por querido que fuera, que significase ser esencial para consumar su designio de investir al hombre de don sobre don, hasta que hubiese abierto al ser humano todos los recursos del tesoro celestial. La gracia salvadora de Dios, el creciente concepto de su grandeza, su justicia, su misericordia, su amor, no habrían de llenar en vano nuestros corazones. Este conocimiento de Dios que Jesús vino a impartir, ha de considerarse muy seriamente. El amor divino no puede permanecer como nuestra posesión a menos que sea expresado. ¿Será que tendremos que reconocer que nuestra mayor maldición consistió en haber conocido el bendito don de la vida eterna y no haber sido capaces de darlo a conocer a otros? Oh, mi hermano, “escogeos hoy a quién sirváis”.—Carta 48, del 13 de diciembre de 1888, dirigida a David H. Lamson, evangelista y administrador de una asociación.

A Fin de Conocerle


Requisitos para la ciudadanía celestial, 13 de diciembre https://ift.tt/3yoBNJn Bienaventurados los que guardan sus mandamientos, para que su potencia sea en el árbol de la vida y que entren por las puertas en la ciudad. Apocalipsis 22:14. “Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”. Gálatas 6:7. Quiero sembrar para el tiempo y la eternidad. Mi corazón tiene hambre y sed de justicia. Quiero que mi vida se oculte en Cristo Jesús, para que mi siembra produzca la cosecha debida. Pienso seriamente en mi propio yo: cada día, en palabras o acciones, siembro cizaña o trigo. Quiero sembrar para el tiempo y la eternidad. Ya ha transcurrido para mí casi todo el período de vida que se me ha asignado, ¿y cuál será la cosecha? Quiero una confianza serena e inconmovible en el Altísimo. He experimentado su cuidado protector en forma notable cuando he seguido el camino del deber. Quiero descender a la tumba como una mazorca de maíz bien maduro. No quiero quejas en mi corazón; solamente la gratitud debe morar en él. Cada instante es precioso y abunda en consecuencias eternas. Estamos en un mundo de apariencias que se burla y engaña como las manzanas de Sodoma. Oh, ¡cómo considera el Señor la duplicidad de nuestro mundo! Si no lográramos mirar más allá de las nubes y captar los brillantes rayos del Sol de justicia, bien podríamos ser vencidos; pero Jesús vive; el arco de la promesa que rodea el trono como una seguridad constante de que Jesús vive, y porque vive, nosotros también viviremos... La disciplina en la escuela de Cristo hará que la iglesia repose sobre el brazo de su Amado. Los redimidos del Señor llegarán finalmente a Sion con cantos y gozo eterno, con triunfo y victoria. Toda la hueste angélica cantará con regocijo por ellos. ¿Pero cuáles son los requisitos de nuestra ciudadanía? “Bienaventurados los que guardan sus mandamientos, para que su potencia sea en el árbol de la vida, y que entren por las puertas en la ciudad”.—Manuscrito 7a, 1896.

¡Maranata: El Senor Viene!


Las glorias del mundo eterno, 13 de diciembre https://ift.tt/31X7pK6 Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre. Salmos 16:11. La gloria del mundo eterno fue abierta ante mí. Os digo que vale la pena ganar el cielo. La aspiración de vuestra vida debiera ser prepararos para relacionaros con los redimidos, los santos ángeles y Jesús, el Redentor del mundo. Si pudiéramos tener aunque sea una vislumbre de la ciudad celestial, jamás desearíamos vivir nuevamente en la tierra. Hay paisajes muy hermosos en la tierra y yo disfruto de todas estas manifestaciones de amor que observamos en la naturaleza. Las relaciono con el Creador. Pero sé que si amo a Dios y guardo sus mandamientos, en el cielo hay un más excelente y eterno peso de gloria reservado para mí.32The Signs of the Times, 8-4-1889. Esta tierra será purificada con el fuego y será entonces mucho más hermosa. El pasto será de un verde vivo y nunca se marchitará. Allá habrá rosas, lirios y toda clase de flores. Nunca se ajarán ni se agostarán, ni perderán su belleza y fragancia. El león, al que tanto tememos aquí, se acostará con el cordero, todo en la tierra nueva será paz y armonía. Los árboles serán derechos y elevados, y no tendrán ninguna deformidad. Los santos ceñirán coronas de gloria sobre sus cabezas y tendrán arpas de oro en las manos. Tañirán esas arpas de oro, cantarán acerca del amor redentor y elevarán melodías a Dios. Olvidarán las pruebas y los sufrimientos que tuvieron en este mundo, que desaparecerán en medio de las glorias de la tierra nueva.33The Youth’s Instructor, 13-10-1852. Todo lo que hay de bello en nuestro hogar terrenal tendría que hacernos pensar en el río de cristal y los verdes prados, los árboles cimbreantes y las fuentes vivas, la ciudad resplandeciente y los cantores vestidos de blanco de nuestro hogar celestial, mundo de hermosura que ningún artista puede representar en el lienzo, y que ninguna lengua mortal puede describir.34MMa, 180. Represéntese vuestra imaginación la morada de los justos; y recordad que será más gloriosa que cuanto pueda figurarse la más brillante imaginación.35El Camino a Cristo, 86. El lenguaje humano es incapaz de describir la recompensa de los justos. La conocerán sólo los que la vean.36The Story of Redemption, 430, 431.

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Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374