Alterando los mandamientos


Alterando los mandamientos, 16 de marzo

Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en mudar los tiempos y la ley. Daniel 7:25. FV 83.1
“Satanás no pudo impedir el plan de Salvación. Cristo fue crucificado y resucitó al tercer día. Entonces Satanás dijo a sus ángeles que él sacaría ventajas aun de la crucifixión y resurrección. Estaba conforme con que los que profesaban fe en Jesús creyeran que las leyes ceremoniales y los sacrificios de los judíos habían cesado con la muerte de Cristo, si podía incitarlos a dar un paso más y hacerles creer que la ley de los diez mandamientos también había cesado con la muerte de Cristo.... FV 83.2
“Satanás ... dijo a sus ángeles ... que los diez mandamientos eran demasiado claros, de modo que la mayoría creería que aún estaban en vigencia; por lo tanto, debían tratar de alterar el cuarto mandamiento que exalta al Dios viviente.”—Spiritual Gifts 1:109-111. FV 83.3
“Satanás, obrando por intermedio de los livianos dirigentes de la iglesia, alteró el cuarto mandamiento y trató de poner a un lado el antiguo sábado, el día que Dios ha bendecido y santificado, y en su lugar exaltó el festival observado por los paganos como el ‘venerable día del sol’.... El Señor ha señalado claramente el camino hacia la ciudad de Dios; pero el gran apóstata ha cambiado el cartel indicador de caminos, estableciendo un sábado falso.... El enemigo de todo bien, ha dado vuelta el indicador de camino, de modo que señale la senda de la desobediencia como la senda de la felicidad. Ha insultado al Señor rehusando obedecer un ‘así dice Jehová.’ Ha intentado cambiar los tiempos y la ley.”—The S.D.A. Bible Commentary 4:1171, 1172. FV 83.4

Mansedumbre


Mansedumbre, 16 de marzo

Encaminará a los humildes por el juicio, y enseñará a los mansos su carrera. Salmos 25:9. HHD 84.1
Tendréis que aprender la importante lección de lo que significa ser un hombre a la vista de Dios. Implica ser semejante a Jesús, manso y humilde de corazón, y guardar los intereses del prójimo más sagradamente que los propios... Esto debiera llevarse a cabo en la vida y la conducta diaria, manifestando que no habéis sido remisos ni alumnos negligentes en la escuela de Cristo.—Carta 16, 1886. HHD 84.2
No puede existir el egoísmo en un corazón en el cual mora Cristo; si se lo atesora [el egoísmo], desplazará todo lo demás. Os inducirá a seguir la inclinación en lugar del deber, a hacer del yo el tema de los pensamientos, y a complaceros a vosotros mismos en lugar de tratar de ser una bendición para los demás. Vuestras necesidades, vuestros placeres vendrán antes que nada. La verdadera felicidad se encontrará, no en la complacencia propia, sino al aprender de Cristo... Los que confían en su propia sabiduría y siguen sus propios caminos, irán quejándose a cada paso, porque la carga que les impone el egoísmo les resultará muy pesada... HHD 84.3
Jesús ama a los jóvenes y anhela que posean la paz que él solo puede impartir. Los insta a aprender de su mansedumbre y humildad de corazón. Esta gracia preciosa se ve raramente en los jóvenes de la actualidad aun en aquellos que profesan ser cristianos. Sus propios caminos les parecen rectos. Al aceptar el nombre de Cristo no aceptan su carácter... por lo tanto no saben nada del gozo que se encuentra en servirle.—The Youth’s Instructor, 21 de noviembre de 1883. HHD 84.4

Su compasión


Su compasión, 16 de marzo

Tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía. Marcos 10:16. EJ 83.1
Mientras Jesús desempeñaba su ministerio en las calles de las ciudades, las madres con sus pequeñuelos enfermos o moribundos en brazos, se abrían paso por entre la muchedumbre para ponerse al alcance de la mirada de él. EJ 83.2
Ved a estas madres, pálidas, cansadas, casi desesperadas, y no obstante, resueltas y perseverantes. Con su carga de sufrimientos buscan al Salvador. Cuando la agitada muchedumbre las empuja hacia atrás, Cristo se abre paso poco a poco hasta llegar junto a ellas. Brota la esperanza en sus corazones. Derraman lágrimas de gozo cuando consiguen llamarle la atención y se fijan en los ojos que expresan tanta compasión y tanto amor. EJ 83.3
Dirigiéndose a una de las que formaban el grupo, el Salvador alienta su confianza diciéndole: “¿Qué puedo hacer por ti?” Entre sollozos ella le expone su gran necesidad: “Maestro, que sanes a mi hijo”. Cristo toma al niño, y a su toque desvanece la enfermedad. Huye la mortal palidez; vuelve a fluir por las venas la corriente de vida, y se fortalecen los músculos. La madre oye palabras de consuelo y paz. Luego preséntase otro caso igualmente urgente. De nuevo hace Cristo uso de su poder vivificador, y todos loan y honran al que hace maravillas. EJ 83.4
Hacemos mucho hincapié en la grandeza de la vida de Cristo. Hablamos de las maravillas que realizó, de los milagros que hizo. Pero su cuidado por las cosas que se suelen estimar insignificantes, es prueba aún mayor de su grandeza. EJ 83.5
Acostumbraban los judíos llevar a los niños a algún rabino para que pusiese las manos sobre ellos y los bendijera; pero los discípulos consideraban que la obra del Salvador era demasiado importante para interrumpirla así. Cuando las madres acudían deseosas de que Cristo bendijera a sus pequeñuelos los discípulos las miraban con desagrado. Creían que los niños no iban a obtener provecho de una visita a Jesús, y que a él no le agradaría verlos. Pero el Salvador comprendía el solícito cuidado y la responsabilidad de las madres que procuraban educar a sus hijos conforme a la Palabra de Dios. El había oído los ruegos de ellas y las había atraído a su presencia... EJ 83.6
Cristo es hoy el mismo Salvador compasivo que anduvo entre los hombres. Es hoy tan verdaderamente el auxiliador de las madres como cuando en Judea tomó a los niños en sus brazos. Los niños de nuestros hogares fueron comprados por su sangre tanto como los de antaño... EJ 83.7
Acudan, pues, a Jesús las madres con sus perplejidades. Encontrarán bastante gracia para ayudarles en el cuidado de sus hijos. Abiertas están las puertas para toda madre que quiera depositar su carga a los pies del Salvador. Aquel que dijo: “Dejad los niños venir, y no se lo estorbéis” (Marcos 10:14), sigue invitando a las madres que le traigan a sus pequeñuelos para que los bendiga.—El Ministerio de Curación, 25-27. EJ 83.8

Conforme a la voluntad de Dios


Conforme a la voluntad de Dios, 16 de marzo

Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho. 1 Juan 5:14, 15. ELC 84.1
Cuando oráis por bendiciones temporales, recordad que el Señor puede ver que no es para vuestro bien o para su gloria el daros exactamente lo que pedís. Pero él contestará vuestra oración dándoos exactamente lo que es mejor para vosotros. ELC 84.2
Cuando Pablo oró para que fuese quitada la espina de su carne, el Señor contestó su oración, no quitándole la espina, sino dándole gracia para soportar la prueba. “Bástate mi gracia”, le dijo. Pablo se gozó por esta respuesta a su oración declarando: “Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo”. 2 Corintios 12:9. Cuando los enfermos oran por el restablecimiento de su salud, el Señor no siempre contesta sus oraciones en la forma exacta que ellos quisieran. Pero aunque no sean sanados inmediatamente, él les dará lo que es de mucho mayor valor: la gracia para soportar su enfermedad.—The Signs of the Times, 18 de noviembre de 1903. ELC 84.3
Haced vuestras peticiones a vuestro Hacedor. Nunca es rechazado nadie que acuda a él con corazón contrito. Ninguna oración sincera se pierde. En medio de las antífonas del coro celestial, Dios oye los clamores del más débil de los seres humanos. Derramamos los deseos de nuestro corazón en nuestra cámara secreta, expresamos una oración mientras andamos por el camino, y nuestras palabras llegan al trono del Monarca del universo. Pueden ser inaudibles para todo oído humano, pero no morirán en el silencio, ni serán olvidadas a causa de las actividades y ocupaciones que se efectúan. Nada puede ahogar el deseo del alma. Este se eleva por encima del ruido de la calle, por encima de la confusión de la multitud, y llega a las cortes del cielo. Es a Dios a quien hablamos, y nuestra oración es escuchada. ELC 84.4
Vosotros los que os sentís los más indignos, no temáis encomendar vuestro caso a Dios.—Palabras de Vida del Gran Maestro, 159, 160. 

El fracaso de Abrahán es una advertencia para nosotros


El fracaso de Abrahán es una advertencia para nosotros, 16 de marzo

“Entonces Abraham se levantó muy de mañana, y tomó pan, y un odre de agua, y lo dio a Agar, poniéndolo sobre su hombro, y le entregó el muchacho, y la despidió.” Génesis 21:14. CT 84.1
Abrahán había aceptado sin hacer pregunta alguna la promesa de un hijo, pero no esperó a que Dios cumpliese su palabra en su oportunidad y a su manera. Fue permitida una tardanza, para probar su fe en el poder de Dios, pero fracasó en la prueba. Pensando que era imposible que se le diera un hijo en su vejez, Sara sugirió como plan mediante el cual se cumpliría el propósito divino, que una de sus siervas fuera tomada por Abrahán como esposa secundaria. La poligamia se había difundido tanto que había dejado de considerarse pecado; violaba, sin embargo, la ley de Dios y destruía la santidad y la paz de las relaciones familiares. El casamiento de Abrahán con Agar fue un mal, no sólo para su propia casa, sino también para las generaciones futuras... CT 84.2
Aunque él se había casado con Agar a instancias de Sara... [ahora] Sara deseaba desterrar a su rival; pero Abrahán se negó a permitirlo; pues Agar iba a ser madre de su hijo, que él esperaba tiernamente sería el hijo de la promesa... “Y como Saraí la afligiese, huyóse de su presencia”. CT 84.3
Se fue al desierto, y mientras, solitaria y sin amigos, descansaba al lado de una fuente, un ángel del Señor se le apareció en forma humana... Le mandó: “Vuélvete a tu señora, y ponte sumisa bajo su mano”... Y como recordatorio perpetuo de su misericordia, se le mandó que llamara a su hijo Ismael, o sea: “Dios oirá”. CT 84.4
Cuando Abrahán tenía casi cien años, se le repitió la promesa de un hijo, y se le aseguró que el futuro heredero sería hijo de Sara. Pero Abrahán todavía no comprendió la promesa... CT 84.5
El nacimiento de Isaac, al traer, después de una espera de toda la vida, el cumplimiento de las más caras esperanzas de Abrahán y de Sara, llenó de felicidad su campamento. Pero para Agar representó el fin de sus más caras ambiciones. Ismael, ahora adolescente, había sido considerado por todo el campamento como el heredero de las riquezas de Abrahán, así como de las bendiciones prometidas a sus descendientes. Ahora era repentinamente puesto a un lado: y en su desengaño, madre e hijo odiaron al hijo de Sara. CT 84.6
La alegría general aumentó sus celos, hasta que Ismael osó burlarse abiertamente del heredero de la promesa de Dios. Sara vio en la inclinación turbulenta de Ismael una fuente perpetua de discordia, y le pidió a Abrahán que alejara del campamento a Ismael y a Agar... CT 84.7
La instrucción impartida a Abrahán tocante a la santidad de la relación matrimonial, había de ser una lección para todas las edades.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 141-143. CT 84.8

Dolor con esperanza


Dolor con esperanza, 16 de marzo

Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. 1 Tesalonicenses 4:13. DNC 84.1
A los atribulados quiero decirles: consolaos en la esperanza de la mañana de la resurrección. Las aguas que habéis bebido son tan amargas a vuestro paladar como eran las aguas de Mara para los hijos de Israel cuando viajaban por el desierto, pero Jesús puede endulzarlas con su amor... DNC 84.2
Dios ha provisto un bálsamo para cada herida. Hay bálsamo en Galaad, hay un Médico allá. ¿No estudiaréis como nunca antes las Escrituras? Buscad al Señor pidiéndole sabiduría en cada emergencia. En cada prueba rogad a Jesús que os muestre un camino a través de vuestras dificultades; entonces vuestros ojos serán abiertos para ver el remedio y para aplicar en vuestro caso las promesas sanadoras que se registran en su Palabra. De este modo el enemigo no podrá conduciros al desaliento y la incredulidad; en cambio tendréis fe, esperanza y valor en el Señor. El Espíritu Santo os dará claro discernimiento para ver y apropiaros de cada bendición que obrará como un antídoto para el dolor, como una rama sanadora para cada sorbo amargo que es acercado a vuestros labios. Cada sorbo amargo se mezclará con el amor de Jesús y en vez de lamentaros con amargura comprenderéis que el amor y la gracia de Jesús están de tal manera mezclados con el dolor que éste se ha transformado en gozo santificado, sumiso y glorioso... DNC 84.3
Cuando nuestro hijo mayor Enrique estaba a las puertas de la muerte, dijo: “El lecho de dolor es un lugar precioso cuando contamos con la presencia de Jesús”. Cuando nos vemos obligados a beber de las aguas amargas, apartémonos de lo amargo y contemplemos lo precioso y brillante. Cuando el alma humana está sometida a pruebas, la gracia puede proporcionarle seguridad, y cuando estamos junto al lecho de muerte y vemos cómo el cristiano puede soportar el sufrimiento y pasar por el valle de muerte, reunimos fuerza y valor para trabajar, y no flaqueamos ni nos desanimamos en la tarea de conducir las almas a Jesús.* 

La elección correcta


La elección correcta, 16 de marzo

Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado. Hebreos 11:24, 25. CV 81.1
Moisés recibió en las escuelas de Egipto la más elevada educación civil y militar. Dotado de grandes atractivos personales, de formas y estatura nobles, de mente cultivada y porte principesco, y renombrado como jefe militar, llegó a ser el orgullo de la nación.—La Educación, 58. CV 81.2
De conformidad con las leyes de Egipto, todos los que ocupaban el trono de los Faraones debían llegar a ser miembros de la casta sacerdotal; y Moisés, como presunto heredero, debía ser iniciado en los misterios de la religión nacional... Pero aunque era celoso e incansable estudiante, no pudieron inducirle a la adoración de los dioses. Fue amenazado con la pérdida de la corona, y se le advirtió que sería desheredado por la princesa si insistía en su apego a la fe hebrea. Pero permaneció inconmovible en su determinación de no rendir homenaje a otro Dios que el Hacedor del cielo y de la tierra... CV 81.3
Moisés estaba capacitado para destacarse entre los grandes de la tierra, para brillar en las cortes del reino más glorioso, y para empuñar el centro de su poder. Su grandeza intelectual lo distingue entre los grandes de todas las edades, y no tiene par como historiador, poeta, filósofo, general y legislador. Con el mundo a su alcance, tuvo fuerza moral para rehusar las halagüeñas perspectivas de riqueza, grandeza y fama... CV 81.4
Moisés había sido instruido tocante al galardón final que será dado a los humildes y obedientes siervos de Dios, y en comparación con el cual la ganancia mundanal se hundía en su propia insignificancia. El magnífico palacio de Faraón y el trono del monarca fueron ofrecidos a Moisés para seducirle; pero él sabía que los placeres pecaminosos que hacen a los hombres olvidarse de Dios imperaban en sus cortes señoriales. Vio más allá del esplendoroso palacio, más allá de la corona de un monarca, los altos honores que se otorgarán a los santos del Altísimo en un reino que no tendrá mancha de pecado. Vio por la fe una corona imperecedera que el Rey del cielo colocará en la frente del vencedor. Historia de los Patriarcas y Profetas, 251, 252.* CV 81.5

Seguros gracias a nuestro sustituto


Seguros gracias a nuestro sustituto, 16 de marzo

El cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre. Gálatas 1:4. CDCD 82.1
Al dar su vida por la vida del mundo, Cristo franqueó el abismo abierto por el pecado, para unir esta tierra maldita con el universo celestial. Dios escogió este mundo para que fuera el escenario de sus poderosas obras de gracia. Mientras la sentencia condenatoria pendía sobre él a causa de la rebelión de sus habitantes, mientras nubes de ira se iban acumulando debido a la transgresión de la ley de Dios, se escuchó una voz misteriosa en el cielo que decía: “He aquí, vengo... El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado”. Salmos 40:7, 8. CDCD 82.2
Nuestro sustituto y seguridad vino del cielo para declarar que había traído con él el inmenso e incalculable don de la vida eterna. Se ofrece perdón a todos los que quieran volver a ser leales a la ley de Dios. Pero hay quienes rehusan aceptar un “Así dice Jehová”. No reverencian ni respetan su ley. Promulgan rigurosas leyes humanas que se oponen a un “Así dice Jehová”, y por precepto y ejemplo inducen a pecar tanto a hombres, como a mujeres y niños. Exaltan las leyes humanas por encima de la ley divina. CDCD 82.3
Pero la condenación y la ira de Dios penden sobre los desobedientes. Ya se están juntando las nubes de la justicia de Dios. Por siglos y siglos se han estado acumulando los materiales destructivos, y sin embargo sigue aumentando la apostasía, la rebelión y la deslealtad contra Dios. El pueblo remanente de Dios, los que guardan sus mandamientos, comprenderán las palabras de Daniel: “Muchos serán limpios, y emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero los entendidos comprenderán”. Daniel 12:10. CDCD 82.4
Satanás ha declarado que este mundo es su territorio. Aquí está su trono, y considera suyos a todos los que no quieren guardar los mandamientos de Dios y rechazan un claro “Así dice Jehová”. Están bajo el estandarte del enemigo, porque hay sólo dos bandos en el mundo. Todos están bajo el estandarte de los obedientes o bajo el de los desobedientes. CDCD 82.5
Jesús está enviando ahora su mensaje a un mundo caído. Se complace en tomar elementos aparentemente sin esperanza que han sido instrumentos de Satanás, para someterlos a la influencia de su gracia. Se regocija al librarlos de la ira que caerá sobre los desobedientes.—Manuscrito 41, del 16 de marzo de 1898, “La medida del amor de Dios”. CDCD 82.6

Poder para vencer


Poder para vencer, 16 de marzo

Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres. Tito 2:11. ATO 87.1
Estoy velando y esperando el regreso del Señor. No solamente tengo que esperar, velar y orar sino que también debo trabajar con la mayor diligencia. Todas las acciones de nuestra vida, nuestras transacciones comerciales con nuestros prójimos, deben ser regidas por la ley de Dios, y bajo ninguna circunstancia debemos apartarnos de la verdad y la justicia en nuestro trato con los demás. El Señor no tolerará los pecados de ningún hombre que agravie a su prójimo. Con los rostros vueltos hacia el cielo, elevando nuestras peticiones a Dios, desarrollando un amor desinteresado por nuestros prójimos a causa de nuestro supremo amor a Cristo Jesús, quien los compró con su propia sangre, es como nos elevamos por encima de las tentaciones más gravosas y sutiles. En la humilde dependencia de Dios están nuestra seguridad y poder. “Alma mía, en Dios solamente reposa, porque de él es mi esperanza”. Véase Salmos 62:543:5... ATO 87.2
En todas las circunstancias debemos tratar a aquellos con quienes nos relacionamos, que son de condición humilde, con gran deferencia y respeto, porque tienen muy poco de lo que hace feliz la vida, y porque necesitan ayuda. Las almas son demasiado preciosas como para ser tratadas en forma descuidada. Son la posesión adquirida de Dios. Aquellos a quienes pasamos por alto como inferiores. el Señor los colocará en posiciones elevadas si confían en El. ATO 87.3
La gracia de Dios alcanza a los hombres tales como son, y actúa como agente educador usando todos los principios de los cuales depende una educación multifacética. La influencia constante de la gracia de Dios adiestra al alma de acuerdo con los métodos de Cristo, obrando sobre cada pasión impetuosa, sobre todo rasgo de carácter defectuoso, mediante la influencia modeladora del Espíritu de Cristo, hasta que un nuevo poder motivador llegue a ser impulsado por el Espíritu Santo de Dios, de acuerdo a la semejanza del modelo divino. ATO 87.4
Nunca olvide que los pensamientos se traducen en acciones. Las acciones repetidas forman los hábitos, y los hábitos forman el carácter. Por lo tanto, si se presta atención a las cosas pequeñas no hay razón para temer que las cosas grandes lleguen a mancharse y corromperse. ATO 87.5
La Biblia debe ser la regla de conducta de la vida. Resulta pasmoso a los ojos del universo que los hombres que enseñan la Palabra no siempre practiquen la verdad. Pocos comprenden qué significa ser completos en Cristo Jesús, la voluntad revelada de Dios. Su Palabra no resulta deshonrada cuando se la introduce en la vida práctica para formar hábitos que desarrollarán el carácter... La mansedumbre cristiana abrirá caminos por todas partes y se salvarán almas preciosas para vida eterna. No tenemos ahora tiempo que perder consultando con la carne; debemos aferramos del poder espiritual de Dios y realizar las reformas antes que sea para siempre demasiado tarde.—Carta 85, del 16 de marzo de 1896, dirigida a O. A. Olsen, presidente de la Asociación General.* 

Entrada destacada

¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374