Exaltad a Jesús


Exaltad a Jesús
La ley para la felicidad del hombre, 6 de mayo Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; el precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos. Salmos 19:8. https://ift.tt/YGgERUK En el principio Dios dio su ley a la humanidad como medio de alcanzar felicidad y vida eterna. La única esperanza de Satanás para estorbar el propósito de Dios consiste en inducir a hombres y mujeres a desobedecer esta ley; y ha hecho un esfuerzo constante para torcer sus enseñanzas y reducir su importancia. Su golpe magistral fue la tentativa de cambiar la ley misma, de manera que pudiera inducir a los hombres a violar sus preceptos mientras profesaban obedecerlos. Un autor ha comparado la tentativa de cambiar la ley de Dios con una antigua práctica malvada de hacer apuntar en una dirección errónea una señal colocada en una importante encrucijada de caminos. A menudo, un acto tal ocasionaba mucha perplejidad y grandes aprietos. Dios erigió una señal indicadora para los que viajan en este mundo. Un brazo de esta señal apuntaba hacia la obediencia voluntaria al Creador como camino que llevaba a la felicidad y la vida, mientras que el otro brazo indicaba la desobediencia como sendero que lleva a la desgracia y a la muerte. El camino a la felicidad estaba tan claramente definido como solían estarlo los caminos que llevaban a la ciudad de refugio en tiempos de los judíos. Pero en mala hora para la familia humana, el gran enemigo de todo el bien puso las señales en sentidos contrarios, y multitudes han errado el camino. Mediante Moisés el Señor instruyó así a los israelitas: “Con todo eso vosotros guardaréis mis sábados: porque es señal entre mí y vosotros por vuestras edades, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico. Así que guardaréis el sábado, porque santo es a vosotros: el que lo profanare, de cierto morirá; porque cualquiera que hiciere obra alguna... el día del sábado, morirá ciertamente. Guardarán, pues, el sábado los hijos de Israel: celebrándolo por sus edades por pacto perpetuo: señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó, y reposó”. Éxodo 31:13-17. En estas palabras el Señor definió claramente la obediencia como camino que llevaba a la ciudad de Dios; pero el hombre de pecado cambió la dirección de la señal, y la puso en un sentido erróneo. Estableció un falso día de reposo, e hizo creer a hombres y mujeres que descansando en él obedecían la orden del Creador. Dios declaró que el séptimo día es el día de reposo del Señor. Cuando “fueron acabados los cielos y la tierra”, exaltó este día como un monumento de su obra creadora. Descansando en el séptimo día “de toda su obra que había hecho,... bendijo Dios al día séptimo, y santificólo”. Génesis 2:1-3.—La Historia de Profetas y Reyes, 133-134.
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La ley para la felicidad del hombre, 6 de mayo Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; el precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos. Salmos 19:8. https://ift.tt/YGgERUK En el principio Dios dio su ley a la humanidad como medio de alcanzar felicidad y vida eterna. La única esperanza de Satanás para estorbar el propósito de Dios consiste en inducir a hombres y mujeres a desobedecer esta ley; y ha hecho un esfuerzo constante para torcer sus enseñanzas y reducir su importancia. Su golpe magistral fue la tentativa de cambiar la ley misma, de manera que pudiera inducir a los hombres a violar sus preceptos mientras profesaban obedecerlos. Un autor ha comparado la tentativa de cambiar la ley de Dios con una antigua práctica malvada de hacer apuntar en una dirección errónea una señal colocada en una importante encrucijada de caminos. A menudo, un acto tal ocasionaba mucha perplejidad y grandes aprietos. Dios erigió una señal indicadora para los que viajan en este mundo. Un brazo de esta señal apuntaba hacia la obediencia voluntaria al Creador como camino que llevaba a la felicidad y la vida, mientras que el otro brazo indicaba la desobediencia como sendero que lleva a la desgracia y a la muerte. El camino a la felicidad estaba tan claramente definido como solían estarlo los caminos que llevaban a la ciudad de refugio en tiempos de los judíos. Pero en mala hora para la familia humana, el gran enemigo de todo el bien puso las señales en sentidos contrarios, y multitudes han errado el camino. Mediante Moisés el Señor instruyó así a los israelitas: “Con todo eso vosotros guardaréis mis sábados: porque es señal entre mí y vosotros por vuestras edades, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico. Así que guardaréis el sábado, porque santo es a vosotros: el que lo profanare, de cierto morirá; porque cualquiera que hiciere obra alguna... el día del sábado, morirá ciertamente. Guardarán, pues, el sábado los hijos de Israel: celebrándolo por sus edades por pacto perpetuo: señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó, y reposó”. Éxodo 31:13-17. En estas palabras el Señor definió claramente la obediencia como camino que llevaba a la ciudad de Dios; pero el hombre de pecado cambió la dirección de la señal, y la puso en un sentido erróneo. Estableció un falso día de reposo, e hizo creer a hombres y mujeres que descansando en él obedecían la orden del Creador. Dios declaró que el séptimo día es el día de reposo del Señor. Cuando “fueron acabados los cielos y la tierra”, exaltó este día como un monumento de su obra creadora. Descansando en el séptimo día “de toda su obra que había hecho,... bendijo Dios al día séptimo, y santificólo”. Génesis 2:1-3.—La Historia de Profetas y Reyes, 133-134.

El Cristo Triunfante


El Cristo Triunfante
Podemos seguir al señor con confianza, 6 de mayo “Y Josué, yendo hacia él, le dijo: ¿Eres de los nuestros, o de nuestros enemigos? Él respondió: No; mas como príncipe del ejército de Jehová he venido ahora”. Josué 5:13, 14. https://ift.tt/sanzNi3 Después de la muerte de Moisés el gobierno pasó a manos de Josué. Como siervo de Dios, debía realizar una tarea especial. Desempeñó su oficio con gran honor y responsabilidad y las instrucciones impartidas a Moisés le fueron transferidas de un modo singular. “Ahora pues”, dijo el Señor, “levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel. Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie...” Cuando Josué contempló la ciudad de Jericó y consideró sus fortificaciones, elevó en su intimidad una oración a Dios, pues todo aquello parecía ir en su contra. Entonces, “alzó sus ojos y vio a un varón que estaba delante de él, el cual tenía una espada desenvainada en su mano”. En esta ocasión, no era una visión. Era Cristo en persona con su gloria oculta tras el vestido de la humanidad... Si los ojos de Josué hubieran sido abiertos habría contemplado la presencia de las huestes celestiales dispuestas a derribar los muros de Jericó y poner a la ciudad en las manos del pueblo de Dios. Ahora, con toda confianza, Josué podía seguir las instrucciones y dejar su carga, grande y compleja, en las manos del Eterno... El Señor favoreció al pueblo escogido con prosperidad... Dios declaró que éste sería un pueblo santo, apartado para él, y prometió que si ellos guardaban el pacto establecido con el Cielo, él proveería lo que necesitaran para su felicidad. Muy claras y definidas habían sido las instrucciones que Cristo había dado a Moisés al establecer los términos de la prosperidad que habrían de gozar y de la protección contra toda enfermedad . “Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra. No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos; sino por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová con mano poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Faraón rey de Egipto...” Esta misma seguridad se extiende hoy al pueblo de Dios en su peregrinar hacia la Canaán celestial, donde una abundante heredad ha sido dispuesta para todos los que aman a Dios y guardan sus mandamientos. “Guarda, por tanto, los mandamientos, estatutos y decretos que te mando hoy que cumplas”.—Manuscrito 134, 1899.
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Cada Día con Dios


Cada Día con Dios
Los fundamentos de la salvación, 6 de mayo Porque en otro tiempo érais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz. Efesios 5:8. https://ift.tt/sEeSyZD El que mandó que la luz resplandeciera en medio de las tinieblas, arroja luz sobre la mente de todos los que quieran considerarlo como corresponde, amándolo supremamente, y manifestando una fe y una confianza inquebrantables en él. Su luz alumbra las cámaras de la mente y el templo del alma. El corazón se llena con la luz del conocimiento de la gloria que brilla en el rostro de Jesucristo. Y con esa luz viene el discernimiento espiritual... Al ceder voluntariamente a la evidencia de la verdad, y al caminar en la luz que alumbra nuestra senda, recibimos aún más luz. Mediante el poder de la manifestación de la gloria divina, progresa constantemente nuestra comprensión espiritual... El conocimiento de la verdad que tenía Cristo era directo, positivo, sin sombras. Mientras más conozca el hombre a Jesucristo, más cuidadoso será para tratar con respeto, cortesía y corrección a sus semejantes. Ha aprendido de Cristo y sigue su ejemplo en palabra y acción. Por fe está unido con Cristo. “Nosotros somos colaboradores de Dios”. 1 Corintios 3:9. Cristo oró para que se manifestara unidad entre sus seguidores. Esta unidad es la evidencia que debe convencer al mundo de que Dios envió a su Hijo para salvar a los pecadores. Servimos a Cristo al manifestar un amor mutuo verdadero, puro y santo. Los que han sido elegidos para relacionarse con las instituciones del Señor, deben ser hombres consagrados, abnegados, con espíritu de sacrificio, que vivan no para complacerse a sí mismos, sino al Maestro. Estos son los hombres que honrarán las instituciones del Señor. Un conocimiento de Dios y de Cristo es positivamente esencial para la salvación. Perdemos mucho cada día si no aprendemos más de la mansedumbre y la humildad de Cristo. Los que aprenden de Cristo obtienen la educación más elevada. Por medio de la fe y la dependencia de la gracia salvadora de Cristo, crecen en conocimiento y sabiduría. Aman y alaban al Señor... Los que lleguen a ser salvos deben preocuparse en esta vida de que cada día reciban la gracia de Dios, no para atesorarla con egoísmo, sino para impartirla a fin de que sea bendición para los que se relacionan con ellos, para ayudarlos a educarse en las cosas espirituales.—Carta 191, del 6 de mayo de 1901, dirigida a W. L. Hoover.
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Los fundamentos de la salvación, 6 de mayo Porque en otro tiempo érais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz. Efesios 5:8. https://ift.tt/sEeSyZD El que mandó que la luz resplandeciera en medio de las tinieblas, arroja luz sobre la mente de todos los que quieran considerarlo como corresponde, amándolo supremamente, y manifestando una fe y una confianza inquebrantables en él. Su luz alumbra las cámaras de la mente y el templo del alma. El corazón se llena con la luz del conocimiento de la gloria que brilla en el rostro de Jesucristo. Y con esa luz viene el discernimiento espiritual... Al ceder voluntariamente a la evidencia de la verdad, y al caminar en la luz que alumbra nuestra senda, recibimos aún más luz. Mediante el poder de la manifestación de la gloria divina, progresa constantemente nuestra comprensión espiritual... El conocimiento de la verdad que tenía Cristo era directo, positivo, sin sombras. Mientras más conozca el hombre a Jesucristo, más cuidadoso será para tratar con respeto, cortesía y corrección a sus semejantes. Ha aprendido de Cristo y sigue su ejemplo en palabra y acción. Por fe está unido con Cristo. “Nosotros somos colaboradores de Dios”. 1 Corintios 3:9. Cristo oró para que se manifestara unidad entre sus seguidores. Esta unidad es la evidencia que debe convencer al mundo de que Dios envió a su Hijo para salvar a los pecadores. Servimos a Cristo al manifestar un amor mutuo verdadero, puro y santo. Los que han sido elegidos para relacionarse con las instituciones del Señor, deben ser hombres consagrados, abnegados, con espíritu de sacrificio, que vivan no para complacerse a sí mismos, sino al Maestro. Estos son los hombres que honrarán las instituciones del Señor. Un conocimiento de Dios y de Cristo es positivamente esencial para la salvación. Perdemos mucho cada día si no aprendemos más de la mansedumbre y la humildad de Cristo. Los que aprenden de Cristo obtienen la educación más elevada. Por medio de la fe y la dependencia de la gracia salvadora de Cristo, crecen en conocimiento y sabiduría. Aman y alaban al Señor... Los que lleguen a ser salvos deben preocuparse en esta vida de que cada día reciban la gracia de Dios, no para atesorarla con egoísmo, sino para impartirla a fin de que sea bendición para los que se relacionan con ellos, para ayudarlos a educarse en las cosas espirituales.—Carta 191, del 6 de mayo de 1901, dirigida a W. L. Hoover.

A Fin de Conocerle


Permaneciendo en Cristo, 6 de mayo Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Juan 15:4. https://ift.tt/ifAtxzR “Permaneced en mí”, son palabras de gran significado. Permanecer en Cristo significa una fe viviente, ferviente, refrigerante que obre por el amor y purifique el alma. Significa una recepción constante del espíritu de Cristo, una vida de entrega sin reservas a su servicio. Donde exista esta unión, aparecerán las buenas obras. La vida de la vid se manifestará en fragantes frutos en las ramas. La continua provisión de la gracia de Cristo os bendecirá y os convertirá en una bendición, hasta que podáis decir con Pablo: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí”. Gálatas 2:20. La sagrada unión con Cristo unirá a los hermanos con los más afectuosos vínculos del compañerismo cristiano. Sus corazones serán tocados con la compasión divina mutua. ... La frialdad, la discordia, la contienda, están completamente fuera de lugar entre los discípulos de Cristo. Han aceptado la fe única. Se han unido para servir a un Señor, para soportar la misma contienda, para esforzarse en procura del mismo objetivo, y para triunfar en la misma causa. Han sido comprados con la misma sangre preciosa, y han salido para predicar el mismo mensaje de salvación; y cuán en desacuerdo con estos hechos están la desunión y la contención entre los hermanos. Los que continuamente están recibiendo fuerza de Cristo, poseerán su espíritu. No serán descuidados ni en palabras ni en conducta. Descansará sobre su alma una permanente comprensión de lo que ha costado su salvación en el sacrificio del amado Hijo de Dios. Como una fresca y vivida representación, se presentarán ante su mente las escenas del Calvario, y se someterá su corazón y se enternecerá por esta maravillosa manifestación del amor de Cristo en ellos. Considerarán a otros como comprados por su sangre preciosa, y los que están unidos con Cristo les parecerán nobles y elevados y sagrados, debido a esa relación.—The Signs of the Times, 23 de marzo de 1888.

A Fin de Conocerle


A Fin de Conocerle
Permaneciendo en Cristo, 6 de mayo Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Juan 15:4. https://ift.tt/ifAtxzR “Permaneced en mí”, son palabras de gran significado. Permanecer en Cristo significa una fe viviente, ferviente, refrigerante que obre por el amor y purifique el alma. Significa una recepción constante del espíritu de Cristo, una vida de entrega sin reservas a su servicio. Donde exista esta unión, aparecerán las buenas obras. La vida de la vid se manifestará en fragantes frutos en las ramas. La continua provisión de la gracia de Cristo os bendecirá y os convertirá en una bendición, hasta que podáis decir con Pablo: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí”. Gálatas 2:20. La sagrada unión con Cristo unirá a los hermanos con los más afectuosos vínculos del compañerismo cristiano. Sus corazones serán tocados con la compasión divina mutua. ... La frialdad, la discordia, la contienda, están completamente fuera de lugar entre los discípulos de Cristo. Han aceptado la fe única. Se han unido para servir a un Señor, para soportar la misma contienda, para esforzarse en procura del mismo objetivo, y para triunfar en la misma causa. Han sido comprados con la misma sangre preciosa, y han salido para predicar el mismo mensaje de salvación; y cuán en desacuerdo con estos hechos están la desunión y la contención entre los hermanos. Los que continuamente están recibiendo fuerza de Cristo, poseerán su espíritu. No serán descuidados ni en palabras ni en conducta. Descansará sobre su alma una permanente comprensión de lo que ha costado su salvación en el sacrificio del amado Hijo de Dios. Como una fresca y vivida representación, se presentarán ante su mente las escenas del Calvario, y se someterá su corazón y se enternecerá por esta maravillosa manifestación del amor de Cristo en ellos. Considerarán a otros como comprados por su sangre preciosa, y los que están unidos con Cristo les parecerán nobles y elevados y sagrados, debido a esa relación.—The Signs of the Times, 23 de marzo de 1888.
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¡Maranata: El Senor Viene!


Los peligros de la falsa ciencia, 6 de mayo Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia. 1 Timoteo 6:20. https://ift.tt/YxIMjLp En Nueva Hampshire había quienes estaban empeñados activamente en diseminar ideas falsas concernientes a Dios. Se me dio luz según la cual esos hombres estaban anulando el efecto de la verdad por medio de sus ideas, algunas de las cuales llevaban al amor libre. Se me mostró que esos hombres estaban seduciendo a las almas al presentarles teorías especulativas concernientes a Dios... Entre otros conceptos, sostenían que los que una vez fueron santificados ya no podían pecar, y presentaban eso como alimento evangélico. Sus teorías falsas con su contenido y su influencia engañosos, estaban haciendo mucho daño tanto a ellos mismos como a otros. Estaban logrando ejercer una influencia espiritualista sobre los que no podían discernir el mal en esas teorías hermosamente estructuradas. Grandes males se han producido ya. La doctrina según la cual todos eran santos condujo a la creencia de que los afectos de los santificados nunca implicaban el peligro de descarriar a nadie. El resultado de esta creencia fue la puesta en práctica de los malos deseos de corazones que, aunque supuestamente santificados, estaban muy lejos de la pureza de pensamiento y acción. Este es sólo uno de los casos en que se me pidió que reprochara a los que estaban presentando la doctrina de un dios impersonal difundido a través de la naturaleza, y la doctrina de la carne santificada. En el futuro la verdad será falsificada por los preceptos de los hombres. Se presentarán teorías engañosas como si fueran correctas. La falsa ciencia es uno de los instrumentos que Satanás utilizó en los atrios celestiales, y actualmente sigue usándola... Ruego a los que trabajan para Dios que no acepten lo falso como genuino. Tenemos toda la Biblia llena de las verdades más preciosas. No necesitamos suposiciones ni falso entusiasmo. En el incensario de oro de la verdad, tal como aparece en las enseñanzas de Cristo, tenemos lo que convencerá y convertirá a las almas. Presentad con la sencillez de Cristo las verdades que él vino a proclamar a este mundo, y el poder de vuestro mensaje se hará sentir. No presentéis teorías ni hipótesis que no tienen fundamento en la Biblia.7EE, 435, 436.

¡Maranata: El Senor Viene!


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Los peligros de la falsa ciencia, 6 de mayo Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia. 1 Timoteo 6:20. https://ift.tt/YxIMjLp En Nueva Hampshire había quienes estaban empeñados activamente en diseminar ideas falsas concernientes a Dios. Se me dio luz según la cual esos hombres estaban anulando el efecto de la verdad por medio de sus ideas, algunas de las cuales llevaban al amor libre. Se me mostró que esos hombres estaban seduciendo a las almas al presentarles teorías especulativas concernientes a Dios... Entre otros conceptos, sostenían que los que una vez fueron santificados ya no podían pecar, y presentaban eso como alimento evangélico. Sus teorías falsas con su contenido y su influencia engañosos, estaban haciendo mucho daño tanto a ellos mismos como a otros. Estaban logrando ejercer una influencia espiritualista sobre los que no podían discernir el mal en esas teorías hermosamente estructuradas. Grandes males se han producido ya. La doctrina según la cual todos eran santos condujo a la creencia de que los afectos de los santificados nunca implicaban el peligro de descarriar a nadie. El resultado de esta creencia fue la puesta en práctica de los malos deseos de corazones que, aunque supuestamente santificados, estaban muy lejos de la pureza de pensamiento y acción. Este es sólo uno de los casos en que se me pidió que reprochara a los que estaban presentando la doctrina de un dios impersonal difundido a través de la naturaleza, y la doctrina de la carne santificada. En el futuro la verdad será falsificada por los preceptos de los hombres. Se presentarán teorías engañosas como si fueran correctas. La falsa ciencia es uno de los instrumentos que Satanás utilizó en los atrios celestiales, y actualmente sigue usándola... Ruego a los que trabajan para Dios que no acepten lo falso como genuino. Tenemos toda la Biblia llena de las verdades más preciosas. No necesitamos suposiciones ni falso entusiasmo. En el incensario de oro de la verdad, tal como aparece en las enseñanzas de Cristo, tenemos lo que convencerá y convertirá a las almas. Presentad con la sencillez de Cristo las verdades que él vino a proclamar a este mundo, y el poder de vuestro mensaje se hará sentir. No presentéis teorías ni hipótesis que no tienen fundamento en la Biblia.7EE, 435, 436.
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Sabbath School


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Comentarios Elena G.W para las Lecciones de Escuela Sabática https://ift.tt/r49nmpT @seguidores La historia de las naciones nos habla a nosotros hoy. Dios asignó a cada nación e individuo un lugar en su gran plan. Hoy los hombres y las naciones son probados por la plomada que está en la mano de Aquel que no comete error. Por su propia elección, cada uno decide su destino, y Dios lo rige todo para cumplir sus propósitos. Al unir un eslabón con otro en la cadena de los acontecimientos, desde la eternidad pasada a la eternidad futura, las profecías que el gran YO SOY dio en su Palabra nos dicen dónde estamos hoy en la procesión de los siglos y lo que puede esperarse en el tiempo futuro. Todo lo que la profecía predijo como habiendo de acontecer hasta el momento actual, se lee cumplido en las páginas de la historia, y podemos tener la seguridad de que todo lo que falta por cumplir se realizará en su orden… La Biblia, y tan solo la Biblia, presenta una visión correcta de estas cosas. En ella se revelan las grandes escenas finales de la historia de nuestro mundo, acontecimientos que ya se anuncian, y cuya aproximación hace temblar la tierra y desfallecer de temor los corazones de los hombres (Profetas y reyes, pp. 393, 394). Hay que estudiar diligentemente las profecías de Daniel y Juan. Viven actualmente algunas personas que, mediante el estudio de las profecías de Daniel y Juan, recibieron gran luz de Dios al pasar por lugares donde profecías especiales estaban en proceso de cumplimiento en el orden correspondiente. Proclamaron el mensaje del tiempo a la gente. La verdad brilló nítidamente como el sol en el mediodía. Se expusieron ante la gente los acontecimientos históricos que mostraban el cumplimiento directo de la profecía, y se vio que las profecías constituían una delineación simbólica de los acontecimientos que conducen al final de la historia terrena. Las escenas relacionadas con la obra del hombre de pecado constituyen las últimas características claramente reveladas en la historia de este planeta. El pueblo tiene ahora un mensaje especial para predicar al mundo: el mensaje del tercer ángel (Mensajes selectos, t. 2, p. 116). La substitución de los mandamientos de Dios por los preceptos de los hombres no ha cesado… Los hombres se aferran a sus tradiciones, reverencian sus costumbres y alimentan odio contra aquellos que tratan de mostrarles su error. En esta época, cuando se nos pide que llamemos la atención a los mandamientos de Dios y la fe de Jesús, vemos la misma enemistad que se manifestó en los días de Cristo… Todos aquellos que aceptan la autoridad humana, las costumbres de la iglesia, o las tradiciones de los padres, presten atención a la amonestación que encierran las palabras de Cristo: “En vano me honran, enseñando doctrinas y mandamientos de hombres” (El Deseado de todas las gentes, pp. 363, 364).Comentarios Elena G.W La historia de las naciones nos habla a nosotros hoy. Dios asignó a cada nación e individuo un lugar en su gran plan. Hoy los hombres y las naciones son probados por la plomada que está en la mano de Aquel que no comete error. Por su propia elección, cada uno decide su destino, y Dios lo rige todo para cumplir sus propósitos. Al unir un eslabón con otro en la cadena de los acontecimientos, desde la eternidad pasada a la eternidad futura, las profecías que el gran YO SOY dio en su Palabra nos dicen dónde estamos hoy en la procesión de los siglos y lo que puede esperarse en el tiempo futuro. Todo lo que la profecía predijo como habiendo de acontecer hasta el momento actual, se lee cumplido en las páginas de la historia, y podemos tener la seguridad de que todo lo que falta por cumplir se realizará en su orden… La Biblia, y tan solo la Biblia, presenta una visión correcta de estas cosas. En ella se revelan las grandes escenas finales de la historia de nuestro mundo, acontecimientos que ya se anuncian, y cuya aproximación hace temblar la tierra y desfallecer de temor los corazones de los hombres (Profetas y reyes, pp. 393, 394). Hay que estudiar diligentemente las profecías de Daniel y Juan. Viven actualmente algunas personas que, mediante el estudio de las profecías de Daniel y Juan, recibieron gran luz de Dios al pasar por lugares donde profecías especiales estaban en proceso de cumplimiento en el orden correspondiente. Proclamaron el mensaje del tiempo a la gente. La verdad brilló nítidamente como el sol en el mediodía. Se expusieron ante la gente los acontecimientos históricos que mostraban el cumplimiento directo de la profecía, y se vio que las profecías constituían una delineación simbólica de los acontecimientos que conducen al final de la historia terrena. Las escenas relacionadas con la obra del hombre de pecado constituyen las últimas características claramente reveladas en la historia de este planeta. El pueblo tiene ahora un mensaje especial para predicar al mundo: el mensaje del tercer ángel (Mensajes selectos, t. 2, p. 116). La substitución de los mandamientos de Dios por los preceptos de los hombres no ha cesado… Los hombres se aferran a sus tradiciones, reverencian sus costumbres y alimentan odio contra aquellos que tratan de mostrarles su error. En esta época, cuando se nos pide que llamemos la atención a los mandamientos de Dios y la fe de Jesús, vemos la misma enemistad que se manifestó en los días de Cristo… Todos aquellos que aceptan la autoridad humana, las costumbres de la iglesia, o las tradiciones de los padres, presten atención a la amonestación que encierran las palabras de Cristo: “En vano me honran, enseñando doctrinas y mandamientos de hombres” (El Deseado de todas las gentes, pp. 363, 364).
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Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374