En los Lugares Celestiales


Luchando contra la corriente, 13 de septiembre Y alguien le dijo: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y él les dijo: Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán. Lucas 13:23, 24. https://ift.tt/PIngH6r Cuando leemos que muchos procurarán entrar y no podrán, deseamos comprender lo que debemos hacer para tener éxito. Esta es una triste declaración, que haya quienes fracasarán en entrar por la puerta angosta porque buscaron entrar y no se esforzaron... Estamos en un mundo donde el pecado y la iniquidad prevalecen, y necesitamos saber lo que debemos hacer para heredar la vida. A ninguno de nosotros nos conviene perder el gran premio que es presentado ante el vencedor... Una solemne y grande responsabilidad descansa sobre nosotros los que profesamos obedecer los mandamientos de Dios: mostrar al mundo que nos rodea que estamos encaminando nuestros pasos hacia el cielo... Debemos avanzar hacia la meta del premio de nuestra soberana vocación en Cristo Jesús. No podemos permanecer en indiferente resistencia y todavía alcanzar el premio... Hemos de crecer hasta alcanzar toda la estatura de hombres y mujeres en Cristo Jesús, y así estaremos levantando un templo precioso para el Señor. Dice él: “Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo”. 2 Corintios 6:16... Lo que necesitamos es el Espíritu de Dios en nuestras almas. Necesitamos poner nuestros rostros constantemente hacia el cielo. Y cuando vemos en nosotros que el pecado está luchando por el predominio, entonces debemos esforzarnos... El misericordioso Salvador permanece precisamente a vuestro lado para ayudaros. Desea enviar cada ángel de gloria mientras lucháis para vencer el pecado, de modo que Satanás no pueda tener la victoria sobre vosotros... El tierno Redentor conoce exactamente cómo ayudarnos en cada uno de nuestros esfuerzos.—Manuscrito 5, 1886.

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Luchando contra la corriente, 13 de septiembre Y alguien le dijo: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y él les dijo: Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán. Lucas 13:23, 24. https://ift.tt/PIngH6r Cuando leemos que muchos procurarán entrar y no podrán, deseamos comprender lo que debemos hacer para tener éxito. Esta es una triste declaración, que haya quienes fracasarán en entrar por la puerta angosta porque buscaron entrar y no se esforzaron... Estamos en un mundo donde el pecado y la iniquidad prevalecen, y necesitamos saber lo que debemos hacer para heredar la vida. A ninguno de nosotros nos conviene perder el gran premio que es presentado ante el vencedor... Una solemne y grande responsabilidad descansa sobre nosotros los que profesamos obedecer los mandamientos de Dios: mostrar al mundo que nos rodea que estamos encaminando nuestros pasos hacia el cielo... Debemos avanzar hacia la meta del premio de nuestra soberana vocación en Cristo Jesús. No podemos permanecer en indiferente resistencia y todavía alcanzar el premio... Hemos de crecer hasta alcanzar toda la estatura de hombres y mujeres en Cristo Jesús, y así estaremos levantando un templo precioso para el Señor. Dice él: “Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo”. 2 Corintios 6:16... Lo que necesitamos es el Espíritu de Dios en nuestras almas. Necesitamos poner nuestros rostros constantemente hacia el cielo. Y cuando vemos en nosotros que el pecado está luchando por el predominio, entonces debemos esforzarnos... El misericordioso Salvador permanece precisamente a vuestro lado para ayudaros. Desea enviar cada ángel de gloria mientras lucháis para vencer el pecado, de modo que Satanás no pueda tener la victoria sobre vosotros... El tierno Redentor conoce exactamente cómo ayudarnos en cada uno de nuestros esfuerzos.—Manuscrito 5, 1886.
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Cada Día con Dios


Cada Día con Dios
Tengan cuidado con lo que dicen, 13 de septiembre Escrito está... Escrito está también... Porque escrito está. Mateo 4:4, 7, 10. https://ift.tt/Q9sCvfi Algunos que en tiempos pasados fueron honrados por Dios, han caído en las trampas y los engaños del enemigo. Se les advirtió de su peligro, pero como no quisieron escuchar las amonestaciones que se les enviaron, fueron engañados más y más, hasta que finalmente se los halló combatiendo al Señor y a sus obreros. Los que se hallan de pie sobre la roca de la verdad eterna tendrán que enfrentar a veces una oposición tan abierta que se verán en la obligación de tomar decisiones muy firmes. En esas ocasiones cada palabra debiera ser cuidadosamente pesada, no sea que hiramos a las almas que queremos ayudar. Sujetemos nuestra lengua como con una brida, y recordemos que Dios no nos ha encomendado la tarea de juzgar a nuestros hermanos... Obtengamos de la Palabra de Dios todo el consuelo y el ánimo posible y presentémoselos a las almas que luchan con perplejidades y dificultades. Pero nunca lancemos acusaciones injuriosas contra los que están engañados... Al hacer frente al enemigo en el desierto la respuesta de Cristo a sus malvadas insinuaciones fue: “Escrito está”. Cuando Satanás pretendió llegar a ser el dueño de todo el mundo, y le pidió que lo adorara como Dios, Aquel a cuya palabra hubieran acudido en su ayuda legiones de ángeles se limitó a decir: “Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás”. Mateo 4:10. Sólo comprendemos parcialmente la intensidad de este conflicto. Parecía que el Salvador iba a morir en el campo de batalla, pero resistió a su perverso enemigo. Sus palabras tan bien escogidas eran como una aguda espada de dos filos. Satanás fue completamente derrotado. Se dio cuenta de que el Príncipe de la vida no podía ser engañado por ningún sofisma. Estamos ahora en el campo de batalla... Sea la Palabra de Dios el motivo de nuestro estudio... A todos los que creen en él, Cristo les dio la facultad de ser hijos de Dios. Todos los que son considerados miembros de la familia real vivirán para Aquel que es la propiciación de sus pecados. A medida que conocen más y más la verdad, sus pies se afirman más y más sobre el fundamento seguro. Ni la inundación ni la tempestad los pueden sacar de allí.—Carta 289, del 13 de septiembre de 1905, dirigida a mis hermanos en el ministerio.
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A Fin de Conocerle


A Fin de Conocerle
¿Cómo es Dios? 13 de septiembre Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti. Isaías 54:10. https://ift.tt/xfn9P6t No debemos pensar en Dios solamente como juez, y olvidarnos que es nuestro Padre amante. Nada puede causar más daño a nuestra alma, porque toda nuestra vida espiritual quedará moldeada por nuestro concepto del carácter de Dios. Aprovechemos las preciosas oportunidades de familiarizarnos con nuestro Padre celestial, “porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Juan 3:16. ¡Qué amor maravilloso el manifestado por Dios, el Dios infinito, al concedernos el privilegio de acercarnos a él llamándolo Padre! Ningún padre terrenal podría suplicar más vehementemente a su hijo que yerra, que Aquel que nos creó cuando ruega al transgresor. Nunca un interés humano, lleno de amor, ha seguido al impenitente con invitaciones tan tiernas. Ha empeñado su palabra. Las montañas podrían desaparecer y los collados podrían temblar, pero su amor no se apartará de su pueblo, ni se quebrantará el pacto de su paz. Se oye su voz que dice: “Con amor eterno te he amado”. Jeremías 31:3. “Con misericordia eterna tendré compasión de ti”. Isaías 54:8. Cuán asombroso es este amor, que Dios condescienda a quitar toda causa de duda e incertidumbre del temor y la flaqueza humanos, y tome la mano temblorosa que se levanta hacia él con fe; y nos ayude a confiar mediante renovados motivos de seguridad. Nos ha dado un pacto fiel a condición de que obedezcamos, y viene a encontrarnos en nuestra propia manera de entender las cosas. Creemos que una promesa de nuestros semejantes necesita una garantía. Jesús ha contemplado estos temores peculiares, y ha confirmado su promesa.—The Review and Herald, 5 de abril de 1887.
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¡Maranata: El Senor Viene!


¡Maranata: El Senor Viene!
El tiempo de gracia terminará sin advertencia, 13 de septiembre Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba. Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche. 1 Tesalonicenses 5:1, 2. https://ift.tt/X3kyNYQ Los justos y los pecadores estarán viviendo aún sobre la tierra en su estado mortal: los hombres estarán plantando y edificando, comiendo y bebiendo, inconscientes de que arriba, en el santuario celestial, habrá sido pronunciada la decisión final e irrevocable. Antes del diluvio, después que Noé entró en el arca, Dios lo guardó allí, y dejó a los impíos afuera; pero la gente, ignorando que su condena estaba determinada, prosiguió por siete días más en su descuido, en su vida amante de placeres, y se mofaron de las advertencias del juicio inminente. “Así” dice el Salvador, “será la venida del Hijo del Hombre”. La hora decisiva que fijará el destino de cada hombre, el retiro final de la misericordia ofrecida a los culpables, vendrá silenciosa, inadvertidamente, como ladrón en la noche.36The Review and Herald, 9-11-1905. Los hombres se están dejando adormecer en una seguridad fatal y sólo despertarán cuando la ira de Dios se derrame sobre la tierra.37Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 618. Cuando al fin del tiempo, el Señor se encamine hacia la tierra para ejecutar su juicio, las temidas plagas comenzarán a caer. Entonces, los que menospreciaron la Palabra de Dios, los que la estimaron livianamente, errarán de mar a mar, de norte a sur, irán de aquí para allá buscando la Palabra del Señor y no la hallarán... Los ministros de Dios habrán realizado su última obra, ofrecido sus últimas oraciones, derramado su última amarga lágrima en favor de una iglesia rebelde y un pueblo impío.38Manuscrito 1, 1857. La vista de Jesús, al mirar a través de las edades, se fijó en nuestro tiempo cuando dijo: “¡Si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz!” Este es aún tu día, oh iglesia de Dios, a quien él ha hecho la depositaria de su ley. Este día de oportunidad y gracia está llegando a su fin. El sol se está ocultando rápidamente. ¿Podría ocurrir que se esté ocultando y tú no conozcas “lo que es para tu paz”? ¿Habrá de pronunciarse la irrevocable sentencia, “mas ahora está encubierto de tus ojos”? Lucas 19:42.39Carta 58, 1887.
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Entrada destacada

¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374