Nuestra Elevada Vocacion


La verdad en el corazón, 26 de enero https://ift.tt/3FXAWl7 Escogí el camino de la verdad; he puesto tus juicios delante de mí. Salmos 119:30. La causa de Dios necesita hombres y mujeres que permanezcan inconmovibles en la plataforma de la verdad, y que sostengan firmemente la bandera de la verdad, de modo que ningún hombre deje de ver en qué lado se encuentra. Su posición ha de ser claramente definida. Sus corazones deben ser puros y santos, libres de fingimiento o engaño.—Carta 44, 1903. La verdad debe encontrar un lugar permanente en el corazón. Entonces, mediante el poder del Espíritu Santo, ejercerá su influencia en todo lo que se diga y se haga. ¿Trataremos de mantener fuera de la vista la verdad? ¡No, no, ni por un momento! Debe considerarse sagrada. Sus principios deben ser consultados en todas vuestras transacciones. Ha de ser un consejero en todas vuestras dificultades, y un guía en todas vuestras relaciones en la vida. ... En público, en privado, donde ningún ojo humano puede ver, donde ningún oído, excepto el de Dios, puede oir, allí la verdad debe controlarnos, dirigiendo nuestros pensamientos, determinando nuestras palabras y nuestras obras.—Carta 5b, 1891, pp. 3. Debéis mostrar ... al mundo que la verdad que profesáis santifica y ennoblece el carácter, y conduce hacia la laboriosidad y la frugalidad, al paso que evita la avaricia, el engaño y toda clase de deshonestidad. Mediante vuestras palabras manifestad paciencia, y cada día podréis predicar un sermón del poder de la verdad, realizando un servicio efectivo para la causa de Dios. Que nadie diga que la verdad que profesáis no os hace diferentes de los mundanos. ... No déis la menor ocasión a que nadie hable mal de vuestra fe, a causa de que no estáis santificados por la verdad.—Carta 30, 1878, pp. 2. Cuando la verdad, como está en Cristo, moldeé nuestros caracteres, será considerada como una verdad auténtica. ... A medida que la contemplemos aumentará en valor, brillando en su propia hermosura natural, vivificando la mente, y subyugando nuestra egoísta aspereza de carácter. Elevará nuestras aspiraciones y nos capacitará para alcanzar la perfecta norma de santidad.—Manuscrito 130, 1897, pp. 9.

La Maravillosa Gracia de Dios


Un yelmo para protección, 26 de enero https://ift.tt/3GZheXA Y tomad el yelmo de la salvación. Efesios 6:17. Dios manda que llenemos la mente con pensamientos grandes y puros. Desea que meditemos en su amor y misericordia, que estudiemos su obra maravillosa en el gran plan de la redención. Entonces podremos comprender la verdad con claridad cada vez mayor, nuestro deseo de pureza de corazón y claridad de pensamiento será más elevado y más santo. El alma que mora en la atmósfera pura de los pensamientos santos, será transformada por la comunión con Dios por medio del estudio de las Escrituras.—Palabras de Vida del Gran Maestro, 43, 44. La mente debe ser educada y disciplinada para amar la pureza. El amor por las cosas espirituales debe ser alentado. Sí, debe ser estimulado, si se quiere crecer en gracia y en el conocimiento de la verdad... Los buenos propósitos son loables, pero no tendrán valor a menos que se lleven resueltamente a cabo. Muchos se perderán aunque esperaron y desearon ser cristianos, pero no hicieron esfuerzos fervientes; por lo tanto, serán pesados en la balanza y hallados faltos. La voluntad debe ejercerse en la debida dirección diciendo: Quiero ser un cristiano consagrado. Quiero conocer la longitud, la anchura, la altura y la profundidad del amor perfecto. Escuchad las palabras de Jesús: “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia porque ellos serán hartos”. Mateo 5:6. Cristo ha hecho amplia provisión para satisfacer el alma que tiene hambre y sed de justicia.—Joyas de los Testimonios 1:241. Debiéramos meditar en las Escrituras, pensando seria y sinceramente en las cosas que atañen a nuestra salvación eterna. La infinita misericordia y amor de Jesús, el sacrificio hecho por nosotros, exigen una seria y solemne reflexión. Debiéramos espaciarnos en el carácter de nuestro querido Redentor e Intercesor. Debiéramos procurar comprender el significado del plan de salvación. Debiéramos meditar en la misión de Aquel que vino para salvar a su pueblo de sus pecados. Nuestra fe y amor se fortalecerán a través de la contemplación de los temas celestiales. Nuestras oraciones serán más y más aceptables a Dios porque estarán más y más mezcladas con fe y amor. Serán más inteligentes y fervorosas.—Nuestra Elevada Vocación, 115.

La Fe por la Cual Vivo


Un sagrado memorial, 26 de enero https://ift.tt/3AwIOZQ Hizo memorables sus maravillas: clemente y misericordioso es Jehová. Salmos 111:4. “Al bendecir el séptimo día en el Edén, Dios estableció un recordativo de su obra creadora. El sábado fue confiado y entregado a Adán, padre y representante de toda la familia humana. Su observancia había de ser un acto de agradecido reconocimiento de parte de todos los que habitasen la tierra, de que Dios era su Creador y su legítimo soberano, de que ellos eran la obra de sus manos y los súbditos de su autoridad. De esa manera la institución del sábado era enteramente conmemorativa, y fue dada para toda la humanidad. No había nada en ella que fuese obscuro o que limitase su observancia a un solo pueblo.”—Historia de los Patriarcas y Profetas, 28, 29. “Todas las cosas fueron creadas por el Hijo de Dios. ‘En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios.... Todas las cosas por él fueron hechas; y sin él nada de lo que es hecho, fue hecho.’ Y puesto que el sábado es un monumento recordativo de la obra de la creación, es una señal del amor y del poder de Cristo. El sábado dirige nuestros pensamientos a la naturaleza, y nos pone en comunión con el Creador. En el canto de las aves, el murmullo de los árboles, la música del mar, podemos oír todavía esa voz que habló con Adán en el Edén al frescor del día. Y mientras contemplamos su poder en la naturaleza, hallamos consuelo, porque la palabra que creó todas las cosas es la que infunde vida al alma.”—El Deseado de Todas las Gentes, 240. “Si el sábado se hubiera santificado siempre, jamás habría podido haber ateos ni idólatras.”—Historia de los Patriarcas y Profetas, 349.

Hijos e Hijas de Dios


Imparte el fruto del espíritu, 26 de enero https://ift.tt/35q2PWC Porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad. Efesios 5:9. ¿Consideraremos que somos capaces de preparar nuestra vida y carácter para entrar por los portales de gloria? No podemos hacerlo. A cada momento dependemos del Espíritu de Dios que obra sobre nosotros y nuestros hijos. Si los padres quieren ver un estado de cosas diferente en su familia, que se consagren plenamente a Dios y el Señor proporcionará caminos y medios mediante los cuales pueda ocurrir una transformación en sus hogares.—Conducción del Niño, 158. Vuestro compasivo Redentor está observando con amor y simpatía, listo para oír vuestras oraciones, y brindaros la ayuda que necesitáis para la obra de vuestra vida. El amor, el gozo, la paz, la longanimidad, la benignidad, la fe y la caridad son los elementos del carácter cristiano. Estas preciosas gracias son los frutos del Espíritu. Son la corona y el escudo del cristiano. Nada puede otorgar un contentamiento y una satisfacción más perfectos.—The Signs of the Times, 29 de noviembre de 1877. A medida que recibáis el Espíritu de Cristo—el espíritu de amor desinteresado y de trabajo por otros—, iréis creciendo y dando frutos. Las gracias del Espíritu madurarán en vuestro carácter. Se aumentará vuestra fe, vuestras convicciones se profundizarán, vuestro amor se perfeccionará. Reflejaréis más y más la semejanza de Cristo en todo lo que es puro, noble y bello... Este fruto nunca puede perecer, sino que producirá una cosecha, según su género, para vida eterna.—Palabras de Vida del Gran Maestro, 51, 52.

Exaltad a Jesús


Vestidos con la justicia de Cristo, 26 de enero https://ift.tt/3qZWM3o Ofreced sacrificios de justicia, y confiad en Jehová. Salmos 4:5. Pablo se daba cuenta de su debilidad y bien podía desconfiar de sus propias fuerzas. Refiriéndose a la ley, exclamó: “El mismo mandamiento que era para vida, a mí me resultó para muerte”. Romanos 7:10. Había confiado en las obras de la ley. Refiriéndose a su propia justicia exterior, dice que “en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible”. Filipenses 3:6. Por eso es que había colocado su confianza en su propia justicia. Pero cuando se miró en el espejo de la ley que fue colocado delante de él, y se vio a sí mismo como Dios lo veía, lleno de faltas, manchado con el pecado, exclamó: “¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?” Romanos 7:24. Pablo contempló al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Escuchó la voz de Cristo diciendo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. Juan 14:6. Entonces decidió valerse de los beneficios de la gracia salvadora, para morir a las transgresiones y el pecado, para ver que su culpa fuera lavada en la sangre de Cristo, para ser vestido con la justicia de Cristo, para ser una rama de la Vid viviente. Caminó con Cristo, y Jesús llegó a ser para él no sólo una parte de la salvación, mientras que sus propias buenas obras constituían la otra, sino el todo en todo, lo primero y lo último y lo mejor en todas las cosas. El poseía la fe que extrae vida de Cristo, que lo capacitó para conformar su vida con la del ejemplo divino. Esta fe no reclama nada para su poseedor apoyándose en su justicia, sino que lo reclama todo en virtud de la justicia de Cristo. En el Evangelio se retrata el carácter de Cristo. Al descender de su trono, peldaño tras peldaño, su divinidad fue velada por la humanidad. Pero en sus milagros, sus doctrinas, sus sufrimientos, su traición, en la burla que soportó, en su juicio, su muerte por crucifixión, su tumba entre los ricos, su resurrección, sus cuarenta días sobre la tierra, su acensión, su triunfo, su sacerdocio, están contenidos los inagotables tesoros de la sabiduría, registrados para nosotros por la inspiración en la Palabra de Dios. Las aguas de vida todavía fluyen en corrientes abundantes de salvación. Los misterios de la redención, la mezcla de lo divino con lo humano en Cristo, su encarnación, sacrificio y mediación, serán suficientes para proveer para siempre a las mentes, los corazones, las lenguas y las plumas con temas para el pensamiento y la expresión. El tiempo no será suficiente para agotar las maravillas de la salvación, porque Cristo será la ciencia y el canto de los redimidos durante las edades eternas. Para siempre continuarán produciéndose nuevas evidencias de la perfección y la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. Y ahora corresponde manifestar una confianza perfecta en su mérito y su gracia; hay que desconfiar de uno mismo y tener una fe viviente en él.—The Signs of the Times, 24 de noviembre de 1890.

En los Lugares Celestiales


En una relación correcta con Dios, 26 de enero https://ift.tt/3u9uTYm Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos con él morada. Juan 14:23. Considerad la relación familiar que Cristo presenta aquí como que existe entre el Padre y sus hijos. Su presencia y cuidado son permanentes. Mientras confiemos en el poder salvador de Cristo, todos los artificios y ardides de la hueste caída no pueden hacer nada para dañarnos. Los ángeles celestiales están constantemente con nosotros, guiando y protegiendo. Dios ha ordenado que tengamos su poder salvador con nosotros para capacitarnos para cumplir toda su voluntad. Aferrémonos de las promesas y acariciémoslas momento tras momento. Creamos que Dios dice exactamente lo que dice.—The Review and Herald, 7 de enero de 1909. Hay una posibilidad de que el creyente en Cristo obtenga una experiencia que será del todo suficiente para colocarlo en correcta relación con Dios. Cada promesa que está en el Libro de Dios nos hace resaltar el ánimo de que podemos ser participantes de la naturaleza divina. Esta es la posibilidad: de descansar en Dios, de creer su Palabra, de efectuar sus obras; y esto podemos hacer cuando nos aferramos de la divinidad de Cristo. Esa posibilidad vale más para nosotros que todas las riquezas del mundo. No hay nada en la tierra que podamos comparar con ella. Al aferrarnos del poder que es así colocado dentro de nuestro alcance, recibimos una esperanza tan poderosa que podemos descansar plenamente sobre las promesas de Dios; y aferrándonos de las posibilidades que hay en Cristo, llegamos a ser los hijos y las hijas de Dios.—The Review and Herald, 14 de enero de 1909. Al cristiano se le presenta la posibilidad de realizar grandes conquistas. Puede estar siempre ascendiendo hacia mayores conquistas. Juan tenía una idea elevada del privilegio de un cristiano. Dice: “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios”... Por los méritos de Jesucristo, el hombre finito se eleva a la compañía con Dios y su querido Hijo.—La Edificación del Carácter y la Formación de la Personalidad, 20.

El Cristo Triunfante


Seres caídos pueden unirse a Dios, 26 de enero https://ift.tt/3KIcasV “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. 2 Corintios 5:17. El hombre cortó su conexión con Dios y su alma quedó paralizada y débil por el veneno mortal del pecado. Pero hubo un momento cuando se proclamó en las cortes celestiales: “¡Se ha encontrado redención! Se ha dado una vida divina como rescate por el hombre. Uno igual al Padre ha llegado a ser el sustituto del ser humano”. Dios dio a su Hijo unigénito a la raza humana para que el hombre pudiera llegar a ser partícipe de la naturaleza divina mediante la aceptación del remedio provisto para el pecado y permitiendo que la gracia de Cristo obre en su vida. El poder de la Divinidad obrando en la humanidad puede colocar al hombre en una relación correcta con Dios. El hombre caído que se aferra del poder divino puesto a su alcance puede llegar a ser uno con Dios. La vida eterna es la bendición que Cristo vino a dar al mundo. “Y a los ángeles que no guardaron su dignidad”, afirmó el Señor, “los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día”. El elemento de maldad que se introdujo en la esfera celeste cuando los primeros ángeles cayeron nunca más será permitido en el cielo. Sin embargo, mientras estemos en la tierra, tendremos que afrontar el mal y luchar con denuedo en su contra. Hay una lucha que se libra en cada alma. Satanás pondrá a su servicio a todos aquellos que elijan hacer su propia voluntad y rehúsen convertirse a las sendas del Señor. Y el conocimiento que han adquirido en las cosas divinas será unido al conocimiento que Satanás emplea para fortalecer su posición en el conflicto. La gracia abunda en Cristo y los que se pongan de parte del Redentor serán nuevas criaturas. En carácter serán uno con Dios. ¡En esto hay amor! Dios implanta las virtudes de su carácter en quienes lo reciben. En virtud de su infinito sacrificio, él eleva a la raza humana de su condición de esclavitud a la voluntad de Satanás y hace de estos hombres y mujeres, hijos e hijas del Rey del cielo... Cristo vino a sufrir en favor de la raza caída, porque Satanás afirmaba con soberbia que nadie podría resistir sus estratagemas y vivir una vida inmaculada. Revestido de la naturaleza humana, el Redentor se sometió a todas las tentaciones que acosan a los seres humanos y en cada una alcanzó la victoria. El mundo tiene ante sí el registro de su vida, por lo que nadie debiera dudar del poder de la gracia de Dios. Cada alma que se afana por alcanzar la perfección del carácter cristiano encontrará en este mundo un campo de batalla en el que lidian el bien y el mal. Y los que confían en Cristo alcanzarán la victoria.—Carta 38, 1907.

Dios nos Cuida


Tratemos bien a nuestros vecinos, 26 de enero https://ift.tt/35ebzyP No te niegues a hacer el bien a quien es debido. Proverbios 3:27. Tan dispuesto y ansioso está el corazón del Salvador a recibirnos como miembros de la familia de Dios, que incluso en las primeras palabras que debemos emplear para acercarnos a Dios, él expresa la seguridad de nuestra relación divina: “Padre nuestro”. Al llamar a Dios nuestro Padre, reconocemos a todos sus hijos como nuestros hermanos. Todos formamos parte del gran tejido de la humanidad; todos somos miembros de una sola familia. En nuestras peticiones hemos de incluir a nuestros prójimos tanto como a nosotros mismos. Nadie ora como es debido si solamente pide bendiciones para sí mismo. Estáis unidos al Señor por los lazos más fuertes, y la manifestación del amor de nuestro Padre debiera despertar el afecto más filial y la gratitud más ardiente. Las leyes de Dios se fundan en una inmutable rectitud, y han sido conformadas para promover la felicidad de los que las obedecen... En la lección de fe que Cristo enseñó en el monte se revelan los principios de la verdadera religión. La religión conduce al hombre a una relación personal con Dios, pero no exclusivamente con él; porque los principios del cielo han de vivirse de manera que puedan ayudar y bendecir a la humanidad. Un verdadero hijo de Dios lo amará con todo su corazón, y amará a su prójimo como a sí mismo. Se interesará en sus semejantes. La verdadera religión es el resultado de la obra de la gracia en el corazón, que hace que la vida fluya en forma de buenas obras, como lo hace una fuente alimentada de corrientes vivas. La religión no consiste meramente de meditación y oración. La luz del cristiano se manifiesta en buenas obras, y así lo reconocen los demás. No habrá de divorciarse la religión de la vida de los negocios. Debe penetrar y santificar sus compromisos y empresas. Si un hombre está verdaderamente conectado con Dios y el cielo, el espíritu que mora en el cielo influirá en todas sus palabras y acciones. Glorificará a Dios en sus obras y conducirá a otros a honrarle.

Conflicto y Valor


¿Dios o los ídolos? 26 de enero https://ift.tt/3KEEBIl Génesis 6:1-8. Los ídolos de ellos son plata y oro, obra de manos de hombres... Semejantes a ellos son los que los hacen, y cualquiera que confía en ellos. Salmos 115:4, 8. En los días de Noé pesaba sobre la tierra una doble maldición, como consecuencia de la transgresión de Adán y del asesinato cometido por Caín. No obstante esta circunstancia, la faz de la naturaleza no había cambiado mucho... El linaje humano aún conservaba mucho de su vigor original. Sólo pocas generaciones habían pasado desde que Adán había tenido acceso al árbol que había de prolongar la vida; y la unidad de la existencia del hombre era todavía el siglo. Si aquellas personas dotadas de longevidad hubieran dedicado al servicio de Dios sus excepcionales facultades para hacer planes y ejecutarlos, habrían hecho del nombre de su Creador un motivo de alabanza en la tierra... Pero dejaron de hacerlo... No deseando conservar a Dios en su memoria, no tardaron en negar su existencia. Adoraban a la naturaleza en lugar de rendir culto al Dios de la naturaleza... Bosques extensos, que conservaban su follaje siempre verde, eran dedicados al culto de dioses falsos... Los hombres eliminaron a Dios de su mente, y adoraron las creaciones de su propia imaginación; y como consecuencia, se degradaron más y más.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 78, 79. No todos los hombres de aquella generación eran idólatras en el sentido estricto de la palabra. Muchos profesaban ser adoradores de Dios. Alegaban que sus ídolos eran imágenes de la Deidad, y que por su medio el pueblo podía formarse una concepción más clara del Ser divino. Esta clase sobresalía en el menosprecio del mensaje de Noé. Al tratar de representar a Dios mediante objetos materiales, cegaron sus mentes en lo que respectaba a la majestad y al poder del Creador; dejaron de comprender la santidad de su carácter, y la naturaleza sagrada e inmutable de sus requerimientos.—Ibid. 82, 83. El hombre no se elevará más allá de sus conceptos acerca de la verdad, la pureza y la santidad. Si el espíritu no sube nunca más arriba que el nivel humano, si no se eleva mediante la fe para comprender la sabiduría y el amor infinitos, el hombre irá hundiéndose cada vez más. Los adoradores de falsos dioses revestían a sus deidades de cualidades y pasiones humanas, y rebajaban así sus normas de carácter a la semejanza de la humanidad pecaminosa. Ibid. 79, 80.

Cada Día con Dios


Pasaporte para el cielo, 26 de enero https://ift.tt/3rbsmvf Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. 2 Corintios 4:17, 18. Me dirijo a usted y a sus hijos. Simpatizo con usted en estos momentos de aflicción. Si estuviera con usted, podría hablarle palabras que lo confortarían. Pero como no lo estoy, solamente puedo escribir unas pocas líneas. Deseo que sepa que no lo he olvidado en su aflicción. No estamos llegando a los peligros de los últimos días; estamos en medio de ellos. Estamos en el ocaso de la historia terrenal y podemos dejar a nuestros muertos sabiendo que estarán ocultos por un corto tiempo hasta que pase la indignación. No necesitamos lamentarnos por ellos como los que no tienen esperanza, porque su vida está escondida con Cristo en Dios. Tenemos toda la razón del mundo para regocijarnos... Las dificultades que tienen que enfrentar los que han aceptado a Cristo y guardan sus mandamientos no proviene de él. “Si alguno quiere venir en pos de mí -dice-, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”. Mateo 16:24. El deber de las almas inteligentes es aferrarse de la verdad y practicar la virtud. Hemos nacido con un desafecto congénito hacia ambas. Es triste comprobar que nuestro propio carácter se opone a las virtudes que son agradables a la vista de Dios, tales como la sumisión, la caridad, la dulzura de espíritu y la paciencia que no se altera frente a la provocación. Díganse, queridos hijos: “Somos débiles, pero Dios es fuerte. Nos ha asignado nuestro deber. El General a quien servimos nos intima a ser vencedores”. Sea una bendición para todos ustedes la aflicción que les ha sobrevenido. Nuestra querida hermana, la madre de ustedes, amaba a Jesús. Su lucha ha terminado. Recuerden que descansa en paz. “Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria”. Colosenses 3:4. Llenen cada corazón la paz y el consuelo del Espíritu Santo. Abran la puerta de sus corazones, para que Jesús pueda entrar como un huésped honrado, y tendrán un Consolador. “Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros”. Juan 15:12. Unanse estrechamente los corazones de los que quedan vivos. Trate cada cual de ser una bendición para el otro, y no un tropiezo... Preparémonos para la venida del Hijo del hombre. Seamos fieles a Dios, y recibiremos la corona de la vida.—Carta 10, del 26 de enero de 1898, dirigida al Hno. Hare.

Alza tus Ojos


Prudentes como serpientes, sencillos como palomas, 26 de enero https://ift.tt/3nZDmd5 He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas. Mateo 10:16. Satanás instiga a los hombres a ejecutar sus propósitos contra Dios. El Señor ha dicho: “En verdad vosotros guardaréis mis días de reposo; porque es señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones”. Éxodo 31:13. Nadie debiera desobedecer este mandamiento con el propósito de escapar de la persecución. Antes bien, consideremos todos las palabras de Cristo: “Cuando os persigan en esta ciudad, huid a la otra”. Mateo 10:23. Si ello puede evitarse, no se coloquen ustedes mismos bajo el poder de hombres a quienes anima el espíritu del anticristo. Si el pago de una fianza puede librar a nuestros hermanos de las manos de estos opresores, que se la pague, antes que sean oprimidos y obligados a trabajar en sábado. Debiera hacerse todo lo que podamos para que aquellos que están dispuestos a sufrir por causa de la verdad sean librados de la opresión y la crueldad. La historia de la persecución religiosa desde la caída de Adán hasta el presente revela mucha crueldad, perfidia e intriga corrupta. Satanás está conduciendo todavía a los hombres para que luchen por el dominio de otras mentes, y todo este esfuerzo está encaminado a contrarrestar el “Así dice el Señor”. Cristo murió como víctima del espíritu de masa creado por el prejuicio religioso de su propia nación. Otros sufrirán en manera semejante, pero no tendrán que soportar el peso de la maldición por la transgresión de la ley de Dios, como lo hizo Cristo en favor de un mundo pecaminoso. El Señor fortalece a todos los que le buscan con todo el corazón. Les da su Santo Espíritu, la manifestación de su presencia y favor. Pero los que abandonan a Dios a fin de salvar sus vidas serán abandonados por El. Al tratar de salvar sus vidas mediante la renuncia a la verdad, perderán la vida eterna. El afecto natural de los familiares y amigos no debiera inducir a ningún alma que percibe la luz a rechazarla, deshonrando así a Dios el Padre y a Jesucristo, su Hijo unigénito. Como muchos lo hicieron en los días de Cristo, quienes escogen la aprobación de los hombres antes que el favor de Dios fabricarán toda clase de excusas para desobedecer. Si se prefiere a la esposa, los hijos, el padre o la madre antes que a Cristo, los resultados de esta elección permanecerán a través de las edades eternas con todo su peso de responsabilidad. Todos los que tengan fe genuina serán examinados y puestos a prueba... Mientras mayor sea la influencia para el bien de un hombre que está bajo el control del Espíritu de Dios, más incitado se sentirá el enemigo a dar rienda suelta a su envidia y celos por medio de la persecución religiosa. Pero todo el Cielo está del lado de Cristo, no del anticristo. Todos los que aman a Dios y están dispuestos a participar de los sufrimientos de Cristo, serán honrados por Dios.—Manuscrito 9, del 26 de enero de 1900, “Nuestro deber bajo la persecución”.

¡Maranata: El Senor Viene!


Una demora presuntuosa y negligente, 26 de enero https://ift.tt/3ABcdC1 He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza. Apocalipsis 16:15. El mal siervo dice en su corazón: “Mi señor se tarda en venir”. No dice que Cristo no vendrá. No se burla de la idea de su segunda venida. Pero en su corazón y por sus acciones y palabras, declara que la venida de su Señor tarda. Destierra del ánimo ajeno la convicción de que el Señor va a venir prestamente. Su influencia induce a los hombre a una demora presuntuosa y negligente... Se asocia con el mundo... Es una asimilación temible. Juntamente con el mundo, queda entrampado. “Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti”. Apocalipsis 3:3. El advenimiento de Cristo sorprenderá a los falsos maestros. Están diciendo: “Paz y seguridad”. Como los sacerdotes y doctores antes de la caída de Jerusalén, esperan que la iglesia disfrute de prosperidad terrenal y gloria. Interpretan las señales de los tiempos como indicios de esto. Pero, ¿qué dice la Palabra inspirada? “Vendrá sobre ellos destrucción repentina”. 1 Tesalonicenses 5:3. El día de Dios vendrá como ladrón sobre todos los que moran en la faz de la tierra, que hacen de este mundo su hogar... El mundo, lleno de orgías, de placeres impíos, está dormido en la seguridad carnal. Los hombres están postergando la venida del Señor. Se burlan de las amonestaciones. Orgullosamente se jactan diciendo: “Todas las cosas permanecen así como desde el principio”. 2 Pedro 3:4. “Será el día de mañana como éste, o mucho más excelente”. Isaías 56:12. Nos hundiremos aun más en el amor a los deleites. Pero Cristo dice: “He aquí, yo vengo como ladrón”. Apocalipsis 16:15. En el mismo tiempo en que el mundo pregunta con desprecio: “¿Dónde está la promesa de su advenimiento?” (2 Pedro 3:4) se están cumpliendo las señales. Mientras claman: “Paz y seguridad”, se acerca la destrucción repentina. Cuando el escarnecedor, el que rechaza la verdad, se ha vuelto presuntuoso; cuando la rutina del trabajo en las diversas formas de ganar dinero se lleva a cabo sin consideración a los principios; cuando los estudiantes procuran ávidamente conocerlo todo menos la Biblia, Cristo viene como ladrón.38El Deseado de Todas las Gentes, 589, 590.

Entrada destacada

¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374