La Maravillosa Gracia de Dios


Sellado por la expiación de Cristo, 25 de mayo https://ift.tt/IsvbWqH En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia. Efesios 1:7. En la cruz, Cristo no sólo mueve a los hombres al arrepentimiento hacia Dios por la transgresión de la ley divina (pues Dios induce primero al arrepentimiento a aquel a quien perdona), sino que Cristo ha satisfecho la Justicia. Se ha ofrecido a sí mismo como expiación. Su sangre que mana abundantemente, su cuerpo quebrantado, satisfacen las demandas de la ley violada y así salva el abismo que ha producido el pecado. Sufrió en la carne para que con su cuerpo magullado y quebrantado pudiera cubrir al pecador indefenso. La victoria que ganó con su muerte en el Calvario destruyó para siempre el poder acusador de Satanás sobre el universo y silenció sus acusaciones de que la abnegación era imposible en Dios y, por lo tanto, no era esencial en la familia humana.—Mensajes Selectos 1:400, 401. Cristo era sin pecado; si así no hubiera sido, su vida en carne humana y su muerte de cruz no hubieran sido de mayor valor, a fin de obtener gracia para el pecador, que la muerte de cualquier otro hombre. A la par que asumió la humanidad era una vida unida con la Divinidad. Podía deponer su vida tanto en calidad de sacerdote como de víctima... Se ofreció sin mancha a Dios. La expiación de Cristo selló para siempre el pacto eterno de la gracia. Era el cumplimiento de todas las condiciones que, por estar quebrantadas, habían inducido a Dios a suspender la libre comunicación de la gracia a la familia humana. Se quebrantó entonces toda barrera que impedía la más libre actuación de la gracia, la misericordia, la paz y el amor hacia el más culpable de los miembros de la raza de Adán.—The S.D.A. Bible Commentary 7:933. En los atrios celestiales, Cristo intercede por su iglesia, intercede por aquellos para quienes pagó el precio de la redención con su sangre. Los siglos de los siglos no podrán menoscabar la eficiencia de su sacrificio expiatorio. Ni la vida ni la muerte, ni lo alto ni lo bajo, pueden separarnos del amor de Dios que es en Cristo Jesús; no porque nosotros nos asimos de él tan firmemente, sino porque él nos sostiene con seguridad.—Los Hechos de los Apóstoles, 441.

La Fe por la Cual Vivo


Llevando nuestra cruz, 25 de mayo https://ift.tt/Nw3cD2q Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz cada día y sígame. Lucas 9:23. “El fundamento del plan de salvación descansa en el sacrificio. Jesús dejó las cortes reales y se hizo pobre para que por su pobreza nosotros fuésemos enriquecidos. Todos los que participan de esta salvación comprada para ellos por el Hijo de Dios a un sacrificio tan infinito, seguirán el ejemplo del verdadero modelo. Cristo fue la principal piedra del ángulo y nosotros debemos edificar sobre este fundamento. Todos deben tener un espíritu de abnegación y sacrificio. La vida terrenal de Cristo fue muy abnegada; estuvo señalada por la humillación y el sacrificio. Y los hombres, participantes de la gran salvación que Jesús vino a traerles ¿rehusarán seguir a su Señor y compartir su abnegación y sacrificio? ... ¿Es el siervo mayor que su Señor? ¿El Redentor del mundo practicará la abnegación y el sacrificio en nuestro favor mientras los miembros del cuerpo de Cristo practican la indulgencia propia? La abnegación es una condición esencial del discipulado.”—Testimonies for the Church 3:387, 388. “La cruz y la abnegación señalan la senda de todo seguidor de Cristo. La cruz borra las inclinaciones naturales y la voluntad natural.”—Ibid. 2:651. “Sigamos al Salvador en su sencillez y abnegación. Levantemos al Hombre del Calvario por nuestras palabras y una vida santa.”—Ibid. 9:166.

En los Lugares Celestiales


Día de delicia y bendición, 25 de mayo https://ift.tt/N35clKa Si retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras, entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Jehová lo ha hablado. Isaías 58:13, 14. El sábado ... es tiempo de Dios, no nuestro; cuando lo violamos estamos robando a Dios... Dios nos ha dado el conjunto de los seis días para hacer nuestro trabajo y se ha reservado únicamente uno. Este debiera ser un día de bendición para nosotros: un día cuando debiéramos poner de lado todos nuestros asuntos seculares y centralizar nuestros pensamientos en Dios y el cielo. Pero mientras damos culto a Dios, no hemos de considerar esto como una tarea penosa. El sábado del Señor ha de ser hecho una bendición para nosotros y para nuestros hijos. Ellos han de considerar el sábado como un día de delicia, un día que ha santificado Dios, y así lo considerarán si son debidamente instruidos... [Los padres] pueden señalar las flores en capullo y los capullos abiertos, los elevados árboles y las bellas briznas de hierba, y enseñar que Dios hizo todas estas cosas en seis días y descansó en el séptimo y lo bendijo. En esa forma, los padres pueden dedicarse con afán a instruir a sus hijos, de modo que cuando ellos contemplen las cosas de la naturaleza, recuerden al gran Creador de todas ellas. Sus pensamientos serán elevados al Dios de la naturaleza, llevados a la creación de nuestro mundo cuando se establecieron los fundamentos del sábado y todos los hijos de Dios clamaron de gozo... No hemos de enseñar a nuestros hijos que no deben ser felices durante el sábado, que es un error salir a dar un paseo al aire libre. Oh, no. Cristo condujo a sus discípulos a la orilla del lago durante el sábado y les enseñó. Sus sermones sabáticos no siempre fueron predicados entre cuatro paredes.—Manuscrito 3, 1879.

Dios nos Cuida


La preciosidad de la oración secreta, 25 de mayo https://ift.tt/GyDdvM5 Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; derramad delante de él vuestro corazón. Salmos 62:8. Un profundo sentido de nuestra necesidad y un gran deseo de recibir las cosas que pedimos deben caracterizar nuestras oraciones, de lo contrario no serán oídas. Pero no debemos cansarnos y dejar de pedir porque nuestras oraciones no reciban una respuesta inmediata. “El reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan”. Mateo 11:12. Aquí se entiende por violencia un santo fervor, como el que manifestó Jacob. No necesitamos procurar ponernos en un estado de intensa excitación, sino que debemos presentar nuestras peticiones calmada pero persistentemente delante del trono de la gracia. Nuestra obra consiste en humillar nuestra alma delante de Dios, en confesar nuestros pecados y en acercarnos con fe a Dios... El propósito de Dios es manifestarse a sí mismo en su providencia y en su gracia. El objeto de nuestras oraciones debe ser la gloria de Dios y no la glorificación de nosotros mismos. Dios nos ha honrado mostrándonos cuánto nos valora. Fuimos comprados por la sangre preciosa del Hijo de Dios. Cuando su heredad siga conscientemente la palabra del Señor, su bendición descansará sobre ella como respuesta a sus oraciones. “Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento. Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo”. Joel 2:12-13. El alma, mediante la oración secreta, debe abrirse a la inspección del ojo de Dios... Cuán preciosa es la oración secreta por medio de la que el alma entra en comunión con Dios. La oración secreta debe ser escuchada únicamente por el oído de Dios. Ningún oído curioso debe recibir la carga de peticiones. Calmada, pero fervientemente, el alma deberá dirigirse a Dios, y dulce y permanente será la influencia que emana de Aquel que ve en secreto, cuyo oído está abierto a la oración que brota del corazón. El que en fe sencilla mantiene comunión con Dios, allegará para sí divinos rayos de luz para fortalecerlo y sostenerlo en el conflicto con Satanás.

Alza tus Ojos


¡Contémplenlo! 25 de mayo https://ift.tt/SujQz2m Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. 1 Juan 3:1. “Por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él”. 1 Juan 3:1. El mundo no comprende los principios que fundamentan nuestra conducta. Debemos estar delante de Dios con una conciencia libre de ofensa. Hay maravillosos privilegios para cada uno de nosotros. Dios nunca coloca delante de nosotros una exigencia sin darnos el poder para cumplirla. Nunca nos pide que demos un paso delante de El. El abre el camino y nosotros debemos marchar detrás. Siguiéndole, no corremos peligro de extraviamos. Esta es la única forma como podemos perfeccionar un carácter cristiano como mayordomos de la gracia de Dios. A nosotros nos han sido confiadas las verdades del Evangelio para este tiempo. Es un tesoro maravilloso, y el Señor desea que nuestros ojos sean iluminados y nuestros corazones reavivados. Desea vigorizamos y fortalecemos por el poder que nos da si somos fieles a El. Desea que cada uno de nosotros perfeccione un carácter de acuerdo a la semejanza divina. El cristiano que no hace esto arroja oprobio sobre Dios. Deshonra a su Salvador. Los que tienen acceso a las palabras registradas en las Escrituras quedarán sin excusa si no las aplican a sí mismos, si no purifican sus corazones de pecado. En el último gran día habremos de ser juzgados por la luz que brilló desde el trono de Dios sobre nuestro sendero... Tener el camino iluminado por la claridad del Evangelio de Cristo, tal como brilla la luz sobre nuestro sendero, implica una imponente responsabilidad. Debemos avanzar paso a paso, con los ojos puestos en nuestro Conductor. El no nos llevará ni un sólo paso fuera del camino correcto. Dios dio a Cristo al mundo para salvamos de la muerte eterna. ¡Contémplenlo, contémplenlo! Continúen en la contemplación hasta que reflejen su imagen. No acepten las palabras de ningún hombre, a menos que puedan ver que está conformado a la imagen divina, porque si lo hacen respaldan su proceder incorrecto; lo apoyan al pedirle su consejo y seguir sus directivas. Lo que necesitamos es la palabra pura de la Santa Biblia. Cristo nos exige conformar nuestras vidas a su vida. Debemos conocer qué significa guardar los mandamientos de Dios en verdad y justicia. El amor que estaba en el corazón de Cristo debe estar en nuestro corazón, para que podamos revelarlo a los que nos rodean.—Manuscrito 66, del 25 de mayo de 1905, “La necesidad de la religión en el hogar”.

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Comentarios Elena G.W https://ift.tt/0GA4p7D [A] medida que el tiempo pasaba, Labán comenzó a envidiar la mayor prosperidad de Jacob, quien prosperó mucho, “y tuvo muchas ovejas, y siervas y siervos, y camellos y asnos”. Génesis 30:25-27, 30, 43. Los hijos de Labán participaban de los celos de su padre, y sus palabras maliciosas llegaron a oídos de Jacob: “Jacob ha tomado todo lo que era de nuestro padre; y de lo que era de nuestro padre ha adquirido toda esta grandeza. Miraba también Jacob el semblante de Labán, y veía que no era para con él como ayer y antes de ayer”. Véase Génesis 31. Jacob habría dejado a su astuto pariente mucho antes, si no hubiese temido el encuentro con Esaú. Ahora comprendió que estaba en peligro frente a los hijos de Labán, quienes, considerando suya la riqueza de Jacob, tratarían tal vez de obtenerla por la fuerza (Historia de los patriarcas y profetas, p. 191). [Jacob estaba angustiado; no sabía qué camino tomar. Llevó su caso al Señor y le suplicó que lo dirigiera. El Altísimo respondió misericordiosamente su angustiada oración. “Vuélvete a la tierra de tus padres, y a tu parentela, que yo estaré contigo. “Envió, pues, y llamó a Raquel y a Lea al campo donde estaban sus ovejas, y les dijo: Veo que el semblante de vuestro padre no es para conmigo como era antes; mas el Dios de mi padre ha estado conmigo. Vosotras sabéis que con todas mis fuerzas he servido a vuestro padre; y vuestro padre me ha engañado y me ha cambiado el salario diez veces; pero Dios no le ha permitido que me hiciese mal”. Jacob les contó el sueño que le había dado Dios, en el cual le dijo que abandonara a Labán y regresara a casa de sus parientes. Raquel y Lea también expresaron su insatisfacción por los procedimientos de su padre. “¿Tenemos acaso parte o heredad en la casa de nuestro padre? ¿No nos tiene ya como por extrañas, pues que nos vendió, y aun se ha comido del todo nuestro precio? Porque toda la riqueza que Dios ha quitado a nuestro padre, nuestra es y de nuestros hijos; ahora, pues, haz todo lo que Dios te ha dicho” (La historia de la redención, pp. 92, 93). Desde que pecaron nuestros primeros padres, no ha habido comunicación directa entre Dios y el hombre. El Padre puso el mundo en manos de Cristo para que por su obra mediadora redimiera al hombre y vindicara la autoridad y santidad de la ley divina. Toda comunicación entre el cielo y la raza caída se ha hecho por medio de Cristo. Fue el Hijo de Dios quien dio a nuestros primeros padres la promesa de la redención. Fue él quien se reveló a los patriarcas. Adán, Noé, Abrahán, Isaac, Jacob, y Moisés comprendieron el evangelio. Buscaron la salvación por medio del Substituto y Garante del ser humano. Estos santos varones de antaño comulgaron con el Salvador que iba a venir al mundo en carne humana; y algunos de ellos hablaron cara a cara con Cristo y con ángeles celestiales (Historia de los patriarcas y profetas, p. 381, 382).

Entrada destacada

¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374