La Fe por la Cual Vivo


El estado del hombre en la muerte, 18 de junio Porque los que viven saben que han de morir: mas los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido. También su amor, y su odio y su envidia, feneció ya; ni tiene ya más parte en el siglo, en todo lo que se hace debajo del sol. Eclesiastés 9:5, 6. https://ift.tt/aMFYzrJ “La teoría de la inmortalidad del alma fue una de aquellas falsas doctrinas que Roma tomara del paganismo para incorporarla en el cristianismo. Martín Lutero la clasificó entre ‘las fábulas monstruosas que forman parte del estercolero romano’ de las decretales. Comentando las palabras de Salomón en el Eclesiastés, de que los muertos nada saben, el reformador dice: ‘... pues los muertos descansan, sin contar ni los días ni los años: pero cuando se despierten les parecerá como si apenas hubiesen dormido un momento.’ “Según la creencia popular, los redimidos en el cielo están al cabo de todo lo que pasa en la tierra, y especialmente de lo que les pasa a los amigos que han dejado tras sí. ¿Pero cómo podría ser fuente de dicha para los muertos el tener conocimiento de las aflicciones y congojas de los vivos, el ver los pecados cometidos por aquellos a quienes aman y verlos sufrir todas las penas, desengaños y angustias de la vida? ¿Cómo los que revolotean alrededor de su amigos en la tierra podrían gozar de la bienaventuranza del cielo? ... ¡Y qué repulsiva la creencia de que apenas exhalado el último suspiro, el alma del impenitente es arrojada a las llamas del infierno! ¡En qué abismos de dolor no deben sumirse los que ven a sus amigos bajar a la tumba sin preparación para entrar en una eternidad de pecado y de dolor! Muchos han sido arrastrados a la locura por este horrible pensamiento que los atormentara.”—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 601.

Hijos e Hijas de Dios


Todo en nombre de Jesús, 18 de junio Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. Colosenses 3:17. https://ift.tt/0Arp9fI El Señor requiere que todo instrumento humano haga lo mejor posible; y los que lo hagan tendrán la mayor satisfacción personal, y brindarán también la mayor satisfacción a los que se interesan en ellos. Los jóvenes deben aprender que necesitan una profunda experiencia en las cosas de Dios. Una obra superficial no los beneficiará. Necesitáis llevar la luz de la Palabra de Dios a vuestro corazón, para que podáis escudriñarlo como con una bujía encendida... Cuando os relacionáis, podéis ser una ayuda y una bendición mutua si os rodeáis de una influencia divina. Pero algunos tienen graves defectos que se están profundizando en ellos, y que si no vencen, ahuyentarán al Espíritu de Dios del corazón... La religión de la Biblia no es una influencia entre otras: es suprema, y satura y dirige toda otra influencia. La religión de la Biblia debe ejercer dominio sobre la vida y sobre la conducta. No debe ser como una pincelada de color aquí y allá sobre la tela, sino que su influjo debe empapar toda la vida, como si la tela hubiera sido introducida íntimamente en el color, hasta que cada hilo de la trama tuviera su tono profundo, firme e indeleble. El Señor os dará entendimiento en todas las verdades prácticas de la Biblia a medida que las pongáis en ejecución en vuestra vida. Los principios de verdad deben ser realizados en vuestra experiencia práctica en los asuntos cotidianos.—The Youth’s Instructor, 30 de mayo de 1895.

Exaltad a Jesús


Mediante las cuerdas de la simpatía humana, 18 de junio Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber. Juan 4:7. https://ift.tt/2dRypHO Nunca [Cristo] despreció a nadie por inútil, sino que procuraba aplicar a toda alma su remedio curativo. Cualesquiera que fueran las personas con quienes se encontrase, siempre sabía darles alguna lección adecuada al tiempo y a las circunstancias. Cada descuido o insulto del hombre para con el hombre le hacía sentir tanto más la necesidad que la humanidad tenía de su simpatía divina y humana. Procuraba infundir esperanza en los más rudos y en los que menos prometían, presentándoles la seguridad de que podían llegar a ser sin tacha y sencillos, poseedores de un carácter que los diera a conocer como hijos de Dios... Aunque judío, Jesús trataba libremente con los samaritanos, y despreciando las costumbres y los prejuicios farisaicos de su nación, aceptaba la hospitalidad de aquel pueblo despreciado. Dormía bajo sus techos, comía a su mesa, compartiendo los manjares preparados y servidos por sus manos, enseñaba en sus calles, y los trataba con la mayor bondad y cortesía. Y al par que se ganaba sus corazones por su humana simpatía, su gracia divina les llevaba la salvación que los judíos rechazaban. Cristo no despreciaba oportunidad alguna para proclamar el Evangelio de salvación. Escuchad las admirables palabras que dirigiera a la samaritana. Estaba sentado junto al pozo de Jacob, cuando vino la mujer a sacar agua. Con sorpresa de ella, Jesús le pidió un favor. “Dame de beber”, le dijo. Deseaba él beber algo refrescante, y al mismo tiempo ofrecerle a ella el agua de vida. Dijo la mujer: “¿Cómo tú, siendo Judío, me pides a mí de beber, que soy mujer Samaritana? porque los Judíos no se tratan con los Samaritanos”. Respondió Jesús: “Si conocieses el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber: tú pedirías de él, y él te daría agua viva”. Juan 4:7-10... ¡Cuán vivo interés manifestó Cristo en esta sola mujer! ¡Cuán fervorosas y elocuentes fueron sus palabras! Al oírlas la mujer dejó el cántaro y se fue a la ciudad para decir a sus amigos: “Venid, ved un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho: ¿si quizás es éste el Cristo?” Leemos que “muchos de los Samaritanos de aquella ciudad creyeron en él”. Vers. 29, 39. ¿Quién puede apreciar la influencia que semejantes palabras ejercieron para la salvación de almas desde entonces hasta hoy? Doquiera hay corazones abiertos para recibir la verdad, Cristo está dispuesto a enseñárselas, revelándoles al Padre y el servicio que agrada a Aquel que lee en los corazones. Con los tales no se vale de parábolas, sino que, como a la mujer junto al pozo, les dice claramente: “Yo soy, que hablo contigo”.—El Ministerio de Curación, 16-18.

En los Lugares Celestiales


¡No toméis represalias! 18 de junio No devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición. 1 Pedro 3:9. https://ift.tt/pZ09LCj Resolved no complacer al enemigo permitiendo que palabras de crítica desfavorable os impulsen al desquite, u os depriman. Haced que los esfuerzos del enemigo fracasen, en lo que os atañe. Entonces el Señor se acercará a vosotros y os dará una rica medida de amor, paz y gozo, tan profunda y plena que aun en medio de la prueba de vuestra fe podréis dar triunfante testimonio de la verdad de la palabra de la promesa. Tendréis un sentimiento de la presencia divina. Los ojos de vuestro entendimiento serán alumbrados y veréis entonces claramente la verdad que a veces habéis visto sólo oscuramente... Llevaréis a todas partes con vosotros en la vida diaria el testimonio de que Cristo está formado en vosotros, la esperanza de gloria. Mirad constantemente a Jesús. Llevadle todos vuestros problemas. Nunca os entenderá mal. Es el refugio de su pueblo. Bajo la sombra de su protección no sufrirán ningún mal. Creed y confiad en él. No os entregará a los ladrones. Id a la fortaleza y aprended que el poder de Cristo para fortalecer y ayudar excede toda comprensión.—The Review and Herald, 5 de enero de 1911. Que la atmósfera que circunda vuestra alma sea dulce y fragante. Si luchareis contra la naturaleza humana egoísta, avanzaréis decididamente en la obra de vencer las tendencias al mal, heredadas y cultivadas. Mediante la paciencia, la tolerancia y la indulgencia lograréis mucho. Recordad que no podéis ser humillados por las palabras necias de algún otro, sino que cuando vosotros habláis neciamente os humilláis a vosotros mismos y perdéis una victoria que podríais haber ganado... La fuerza del cielo está a disposición de los que creen en Dios. El hombre que hace de Dios su confianza está defendido por una muralla infranqueable.—Carta 1, 1904.

El Cristo Triunfante


Demos a Dios el crédito por las ideas que nos da, 18 de junio “Entonces el secreto fue revelado a Daniel en visión de noche, por lo cual bendijo Daniel al Dios del cielo”. Daniel 2:19. https://ift.tt/ovFjAN3 Daniel buscó al Señor cuando salió el decreto de matar a todos los sabios del reino de Babilonia por no poder declarar ni interpretar un sueño que el rey había olvidado. Nabucodonosor requería no sólo la interpretación del sueño, sino el relato del mismo... Los magos estaban aterrados y temblando. Este grupo procuró demostrarle al rey que su petición no era razonable y que la prueba exigida superaba a cualquiera que se hubiese requerido de hombre alguno. Esto enfureció al rey y él actuó como todas las personas que tienen gran poder y están movidas por pasiones incontrolables. Decidió que cada uno de ellos debía ser ejecutado, y como Daniel y sus compañeros estaban entre este grupo de sabios, también compartirían su misma suerte... Daniel acudió delante del monarca y solicitó tiempo a fin de presentar el asunto delante de la Corte suprema del Universo, ante cuya decisión no podría haber apelación alguna. Cuando su petición fue aceptada. Daniel discutió el asunto con sus compañeros que estaban unidos a él en la adoración del verdadero Dios. El asunto fue considerado cuidadosamente y sobre sus rodillas imploraron que Dios les concediera el único poder y la sabiduría que los podría auxiliar ante aquella gran necesidad... Con corazón contrito sometieron el caso al gran Juez de toda la tierra. Y esto era todo lo que podían hacer... Daniel oró y dijo: “A ti, oh Dios de mis padres, te doy gracias y te alabo, porque me has dado sabiduría y fuerza, y ahora me has revelado lo que te pedimos; pues nos has dado a conocer el asunto del rey”... Daniel estaba imbuido del espíritu de Jesucristo y rogó que los sabios de Babilonia no fueran destruidos. Los seguidores de Cristo no poseen los atributos de Satanás, quien se complace en angustiar y afligir a las criaturas de Dios. Tienen el espíritu de su Maestro que dijo: “Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido”... “Entonces Arioc condujo rápidamente a Daniel ante el rey, y le dijo así: He hallado un varón de los deportados de Judá, el cual dará al rey la interpretación”... Entonces, con toda humildad, Daniel reconoció que la sabiduría no moraba en él, sino en el Dios del cielo y que la visión se le había dado a conocer en beneficio de los siervos de Dios y que así el rey podría saber el pensamiento de su corazón.—Carta 90, 1894.

Dios nos Cuida


Dios nos Cuida
Manteniendo vivo el amor, 18 de junio Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas. Colosenses 3:18-19. https://ift.tt/nwjWTvE Cuántos sinsabores y qué marea de ayes e infelicidad se evitaría si los hombres, y también las mujeres, siguieran cultivando la consideración, la atención y las bondadosas palabras de aprecio y las pequeñas cortesías que mantuvo encendido el amor y que ellos consideraban necesarias para conquistar a los compañeros de su elección. Si el marido y la mujer siguieran cultivando esas atenciones que alimentan el amor, serían felices en la compañía mutua y tendrían una influencia santificadora sobre sus familiares. Tendrían en ellos mismos un pequeño mundo de felicidad y no desearían salir de ese mundo a buscar nuevas atracciones y nuevos objetos de amor... Muchas mujeres anhelan palabras de amor y ternura y las atenciones y las cortesías comunes que les deben sus maridos, quienes las han elegido como compañeras de la vida... Son estas pequeñas atenciones y cortesías lo que hacen la suma de la felicidad de la vida... Si conserváramos la ternura del corazón en nuestras familias, si hubiera una noble y generosa deferencia hacia los gustos y las opiniones mutuas, si la esposa buscara oportunidades de expresar su amor en actos de cortesía hacia su esposo, si éste manifestara la misma consideración y bondadosos miramientos hacia la esposa, los hijos participarían del mismo espíritu. La influencia penetraría el hogar, y ¡qué marea de miseria se evitaría en las familias!... Cada pareja que une sus intereses de la vida debería tratar de hacer la vida del otro tan feliz como sea posible. Lo que apreciamos tratamos de conservarlo y de hacerlo más valioso, si podemos. En el contrato matrimonial los hombres y las mujeres han realizado un convenio, una inversión para toda la vida, y por lo tanto deberían hacer todo lo posible por controlar sus expresiones de impaciencia y de mal humor, con más cuidado aún del que ponían antes de su casamiento, porque ahora su destino está unido durante toda la vida como esposo y esposa, y cada uno es valorado en proporción exacta a la cantidad de esfuerzo esmerado que dedica a retener y mantener fresco el amor tan ansiosamente buscado y atesorado antes del matrimonio.
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La sabiduría humana es locura, 18 de junio Oh Jehová, ¿Qué es el hombre, para que en él pienses, o el hijo de hombre, para que lo estimes? Salmos 144:3. https://ift.tt/7S6Wmy5 El Señor tiene un lugar para cada hombre y para cada mujer, sean jóvenes, adultos o ancianos. Cuando los hombres y las mujeres encuentren su lugar, se hará una obra para el Señor que todavía no se ha hecho. Una gran debilidad ha sobrevenido al pueblo de Dios porque... algunos han dejado al Señor Jesús y en sus vidas han puesto a un lado su Espíritu, su amor y su rica gracia. Han elevado sus almas a la vanidad, y han hecho planes basados en la sabiduría humana, suponiendo que el talento humano debía ser su fortaleza. De esta manera atraen sobre sí debilidad y perplejidad. Dependiendo de la humanidad, olvidan que los hombres y las mujeres son finitos, que se equivocan, que son egoístas por naturaleza y que sus planes seguramente están mezclados con escorias. Los seres humanos más talentosos -hombres y mujeres dotados de mentes amplias y comprensión profunda, de elevada cultura y educación, que están en el mundo como gobernantes- son, comparados con Dios, apenas infantes en la comprensión de las cosas eternas. Y debido a que tienen un conocimiento tan limitado de Dios, a que saben tan poco de sus caminos, de su mente y de su carácter, están en peligro de endiosarse a ellos mismos... Los que no son conscientes de la grandeza de Dios y de su omnipotencia, tratarán de presentarse a sí mismos como grandes y sabios, cuando en realidad son sencillamente nada. A la vista de Dios son como niñitos que no pueden caminar solos, y sin embargo se sienten plenamente competente para manejar los más grandes problemas. Suponen que si pueden unir y consolidar sus talentos, ello redundará en un gran éxito. Pero cuanto mayor sea el número de los que así se unen, mayor será el fracaso resultante, a menos que traten de conocer y comprender a Dios. No son los Números obtenidos por medio de estas uniones los que llevan al hombre a estar en armonía con el cielo. Hay muchos, muchísimos que, sin experiencia ni capacidad de razonar, imaginan que son suficientemente sabios como para realizar cualquier cosa que desean hacer. Ante Dios, su sabiduría es locura. Necesitan recordar que son solamente niños en sabiduría, y que antes que puedan conocerse a sí mismos deben aprender de Dios. Dios es nuestro Padre, y enseñará a todo aquel que, comprendiendo que su sabiduría humana es locura, acuda a El. Al aferrarse de su fuerza y tener paz con él, viviendo por su Palabra, Dios unirá su fortaleza con la debilidad de ellos, su conocimiento con su ignorancia, robusteciéndolos en El. Les brindará el cuidado que se adapte a sus necesidades. Los que confían en El como su Maestro no tropezarán ni caerán.—Manuscrito 88, del 18 de junio de 1902, “Una obra mundial”.

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La sabiduría humana es locura, 18 de junio Oh Jehová, ¿Qué es el hombre, para que en él pienses, o el hijo de hombre, para que lo estimes? Salmos 144:3. https://ift.tt/7S6Wmy5 El Señor tiene un lugar para cada hombre y para cada mujer, sean jóvenes, adultos o ancianos. Cuando los hombres y las mujeres encuentren su lugar, se hará una obra para el Señor que todavía no se ha hecho. Una gran debilidad ha sobrevenido al pueblo de Dios porque... algunos han dejado al Señor Jesús y en sus vidas han puesto a un lado su Espíritu, su amor y su rica gracia. Han elevado sus almas a la vanidad, y han hecho planes basados en la sabiduría humana, suponiendo que el talento humano debía ser su fortaleza. De esta manera atraen sobre sí debilidad y perplejidad. Dependiendo de la humanidad, olvidan que los hombres y las mujeres son finitos, que se equivocan, que son egoístas por naturaleza y que sus planes seguramente están mezclados con escorias. Los seres humanos más talentosos -hombres y mujeres dotados de mentes amplias y comprensión profunda, de elevada cultura y educación, que están en el mundo como gobernantes- son, comparados con Dios, apenas infantes en la comprensión de las cosas eternas. Y debido a que tienen un conocimiento tan limitado de Dios, a que saben tan poco de sus caminos, de su mente y de su carácter, están en peligro de endiosarse a ellos mismos... Los que no son conscientes de la grandeza de Dios y de su omnipotencia, tratarán de presentarse a sí mismos como grandes y sabios, cuando en realidad son sencillamente nada. A la vista de Dios son como niñitos que no pueden caminar solos, y sin embargo se sienten plenamente competente para manejar los más grandes problemas. Suponen que si pueden unir y consolidar sus talentos, ello redundará en un gran éxito. Pero cuanto mayor sea el número de los que así se unen, mayor será el fracaso resultante, a menos que traten de conocer y comprender a Dios. No son los Números obtenidos por medio de estas uniones los que llevan al hombre a estar en armonía con el cielo. Hay muchos, muchísimos que, sin experiencia ni capacidad de razonar, imaginan que son suficientemente sabios como para realizar cualquier cosa que desean hacer. Ante Dios, su sabiduría es locura. Necesitan recordar que son solamente niños en sabiduría, y que antes que puedan conocerse a sí mismos deben aprender de Dios. Dios es nuestro Padre, y enseñará a todo aquel que, comprendiendo que su sabiduría humana es locura, acuda a El. Al aferrarse de su fuerza y tener paz con él, viviendo por su Palabra, Dios unirá su fortaleza con la debilidad de ellos, su conocimiento con su ignorancia, robusteciéndolos en El. Les brindará el cuidado que se adapte a sus necesidades. Los que confían en El como su Maestro no tropezarán ni caerán.—Manuscrito 88, del 18 de junio de 1902, “Una obra mundial”.
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A Fin de Conocerle


La santidad, compañera de la humanidad, 18 de junio Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. 1 Pedro 5:5. https://ift.tt/xP7zhSr Cuántos se aferran tenazmente a lo que creen que es dignidad, y que sólo es estima propia. Los tales tratan de honrarse a sí mismos, en vez de esperar con humildad de corazón que Cristo los honre. En la conversación, más tiempo se pasa hablando del yo que exaltando las riquezas de la gracia de Cristo. ... No han aprendido de Aquel que dice: “Soy manso y humilde de corazón”. Mateo 11:29. La verdadera santidad y humildad son inseparables. Mientras más cerca esté el alma de Dios, más completamente se humillará y someterá. Cuando Job oyó la voz del Señor desde el torbellino, exclamó: “Me aborrezco, y me arrepiento en polvo y ceniza”. Job 42:6. Cuando Isaías vio la gloria del Señor, y oyó a los querubines que clamaban: “Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos”, exclamó: “¡Ay de mí! que soy muerto”. Isaías 6:3, 5. Cuando fue visitado por el mensajero celestial, Daniel dijo: “Mi fuerza se cambió en desfallecimiento”. Daniel 10:8. Pablo, después de haber sido arrebatado al tercer cielo y haber oído cosas que no es lícito que diga el hombre, habla de sí como el menor “que el más pequeño de todos los santos”. Efesios 3:8. Fue el amado Juan, que se reclinaba sobre el regazo de Jesús, y contemplaba su gloria, quien cayó como muerto ante el ángel. Mientras más íntima y continuamente contemplemos a nuestro Salvador, menos procuraremos aprobarnos a nosotros mismos.—The Review and Herald, 20 de diciembre de 1881. El que capta un destello del incomparable amor de Cristo, computa todas las otras cosas como pérdida, y considera al Señor como el principal entre diez mil. ... Cuando los serafines y querubines contemplan a Cristo, cubren su rostro con sus alas. No despliegan su perfección y belleza en la presencia de la gloria de su Señor. ¡Cuán impropio es, pues, que los hombres se exalten a sí mismos.—The Review and Herald, 25 de febrero de 1896.

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¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374