Ser Semejante a Jesús


Obediencia mediante la gracia, 9 de febrero https://ift.tt/CFPLvip Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios. Efesios 2:8. Dios quiere que alcancemos al ideal de perfección hecho posible para nosotros por el don de Cristo. Nos invita a que escojamos el lado de la justicia, a ponernos en relación con los agentes celestiales, a adoptar principios que restaurarán en nosotros la imagen divina. En su Palabra escrita y en el gran libro de la naturaleza ha revelado los principios de la vida. Es tarea nuestra conocer estos principios y por medio de la obediencia cooperar con Dios en restaurar la salud del cuerpo tanto como la del alma. Los seres humanos necesitan aprender que sólo cuando reciben la gracia de Cristo pueden poseer en su plenitud las bendiciones de la obediencia. Esta es la que capacita a los hombres y a las mujeres para obedecer las leyes de Dios y para libertarse de la esclavitud de los malos hábitos. Es el único poder que puede hacerlos firmes en el buen camino y permanecer en él. Cuando se recibe el evangelio en toda su pureza y con todo su poder, es un remedio para las enfermedades originadas por el pecado. Sale el Sol de justicia, “trayendo en sus rayos salud”. Malaquías 4:2 (NVI). Todo lo que el mundo proporciona no puede sanar el corazón quebrantado, ni dar la paz al espíritu, ni disipar las inquietudes, ni desterrar la enfermedad. La fama, el genio y el talento son impotentes para alegrar el corazón entristecido o restaurar la vida malgastada. La vida de Dios en el alma es la única esperanza de la humanidad. El amor que Cristo infunde en todo nuestro ser es un poder vivificante. Da salud a cada una de las partes vitales: el cerebro, el corazón y los nervios... Implanta en el alma un gozo que nada en la tierra puede destruir: el gozo que hay en el Espíritu Santo, un gozo que da salud y vida... Aunque el pecado ha venido reforzando durante siglos su asidero sobre la familia humana, aun cuando por medio de la mentira y el artificio Satanás ha echado la negra sombra de su interpretación sobre la Palabra de Dios, y ha inducido a los hombres y a las mujeres a dudar de la bondad divina, a pesar de todo esto, el amor y la misericordia del Padre no han dejado de manar hacia la tierra en caudalosos ríos. Si los seres humanos abriesen hacia el cielo las ventanas del alma, para apreciar los dones divinos, un raudal de virtud curativa la inundaría.—El Ministerio de Curación, 77-79.

Exaltad a Jesús


Los cielos declaran la gloria de Dios, exaltad a Jesús como el creador, 9 de febrero https://ift.tt/n5ZyFCh Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Salmos 19:1. El Creador había dado suficiente evidencia acerca de su poder ilimitado, de su capacidad para establecer reinos y para destruirlos. El sostiene el mundo con la palabra de su poder. El hizo la noche y ordenó las estrellas resplandecientes en el firmamento. Las llama a todas por su nombre. Los cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento muestra la obra de sus manos, indicando a los seres humanos que este pequeño mundo no es sino un punto en la creación de Dios... Los habitantes de los mundos no caídos observan con pena y reproche el orgullo humano y la autoimportancia de los hombres. Los ricos y los encumbrados del mundo no son los únicos que glorifican su yo. Muchas personas que profesan honrar a Dios hablan acerca de su propia sabiduría y poder. Actúan como si Dios estuviera sujeto a ellos, como si él no pudiera realizar su obra sin su ayuda. Que los tales observen los cielos estrellados, y con admiración y reverencia estudien las obras maravillosas de Dios. Que piensen en la sabiduría de que él da evidencia al mantener al vasto universo en un orden perfecto, y en la poca razón que tiene el ser humano de jactarse por sus propias realizaciones. Todo lo que el hombre posee—la vida, los medios de subsistencia, la felicidad y demás bendiciones innumerables que recibe día tras día—proviene del Padre celestial. El hombre es un deudor por todo lo que reclama orgullosamente como suyo. Dios concede sus preciosos dones para que sean usados en su servicio. A él le pertenece cada partícula de la gloria del éxito humano. Su sabiduría multifacética se revela en las obras humanas, y a él le pertenece la alabanza.—The Youth’s Instructor, 4 de abril de 1905. Y antes de mucho las puertas del cielo se abrirán para recibir a los hijos de Dios, y de los labios del Rey de gloria resonará en sus oídos, como la música más dulce, la invitación: “¡Venid, benditos de mi Padre, poseed el reino destinado para vosotros desde la fundación del mundo!” Mateo 24:34. Entonces los redimidos recibirán con gozo la bienvenida al hogar que el Señor Jesús les está preparando. Allí su compañía no será la de los viles de la tierra, ni la de los mentirosos, idólatras, impuros e incrédulos, sino la de los que hayan vencido a Satanás y por la gracia divina hayan adquirido un carácter perfecto. Toda tendencia pecaminosa, toda imperfección que los aflige aquí, habrá sido quitada por la sangre de Cristo, y se les comunicará la excelencia y brillantez de su gloria, que excede con mucho a la del sol.—El Camino a Cristo, 125-126.

En los Lugares Celestiales


Un huésped de honor, 9 de febrero https://ift.tt/iSMJen8 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Apocalipsis 3:20. Todos los que quieran abrir sus corazones para recibirlo, tendrán a Jesús como un distinguido huésped.—The Review and Herald, 24 de noviembre de 1885. Jesús es el modelo perfecto. En vez de tratar de agradarnos a nosotros mismos y de salirnos con la nuestra, tratemos de reflejar su imagen. Él era amable y cortés, tierno y compasivo. ¿Somos como él en estas cosas? ¿Tratamos de que nuestras vidas sean fragantes en buenas obras? ... No es suficiente que profesemos meramente nuestra fe; se requiere algo más que un asentimiento nominal. Debe haber un conocimiento real, una experiencia genuina en los principios de la verdad como es en Jesús. El Espíritu Santo debe obrar desde adentro llevando estos principios a la luz potente de la plena conciencia para que podamos conocer su poder y hacerlos una realidad viviente... Los obstáculos, provocaciones y penurias que enfrentemos resultarán no en una maldición sino en las mayores bendiciones de nuestras vidas, porque los caracteres más grandes se forman entre las pruebas y las dificultades. Pero deben ser recibidas como lecciones prácticas en la escuela de Cristo. Cada tentación resistida, cada prueba valientemente soportada nos da una nueva experiencia, y nos hace avanzar en la obra de edificar el carácter. Tenemos un conocimiento mejor de las maquinaciones de Satanás, y de nuestra capacidad para derrotarlo mediante la gracia divina. Jesús era la luz del mundo... Es nuestro privilegio andar en la luz de su presencia y entretejer en los caracteres que estamos formando los dorados hilos del gozo, la gratitud, la tolerancia y el amor. Así mostraremos el poder de la gracia divina y reflejaremos la luz del Cielo entre todos los roces y los contratiempos que enfrentamos cada día.—Ibid; The Review and Herald, 24 de noviembre de 1885.

El Cristo Triunfante


Unir la piedad personal con la labor evangelizadora, 9 de febrero https://ift.tt/6zs9ICX “Conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna”. Judas 21. Somos la familia de Dios, somos sus hijos y él nos ha de instruir en relación a lo que habrá de acontecer en el futuro. Se requiere una actitud vigilante y una búsqueda ferviente como preparación para los solemnes eventos que pronto se desencadenarán. Los hombres y mujeres perfectos en Cristo no debieran invertir todo su tiempo de espera en la meditación y la contemplación. En tanto nos consagramos en quietud a la meditación y oración, cuando nos alejamos de la excitación y el bullicio para establecer comunión con Dios y determinar cuál es su voluntad para nosotros, no debemos olvidar que tenemos que comunicar un mensaje de advertencia al mundo. Enoc caminó con Dios y llevó un mensaje de advertencia a los habitantes del mundo antiguo. Sus palabras y acciones, su ejemplo de piedad, fueron un testimonio constante en favor de la verdad. En una época que no favorecía el desarrollo de un carácter puro y santo, como la nuestra, él vivió una vida de obediencia. Tan llena estaba la tierra de impurezas que el Señor la lavó con un Diluvio. Fue como si el mundo se hubiese vuelto al revés a fin de vaciarlo de toda corrupción. Enoc era santo porque caminó con Dios como el Señor quería. En su experiencia el mundo tuvo una representación de cómo serán aquellos que han de ser arrebatados en las nubes para encontrar al Señor en el aire en ocasión de su venida. Así como fue la experiencia de Enoc ha de ser la nuestra. La piedad personal debe marchar unida con las más enérgicas advertencias y llamamientos. Hemos de señalar lo que está ocurriendo y lo que pronto vendrá. Se nos ha instruido a ser, en lo que requiere diligencia, “no perezosos, fervientes en espíritu, sirviendo al Señor”. Hemos de ser fervientes en nuestros esfuerzos por preparar el camino ante el Rey: en preparar un pueblo para la venida del Señor. En nuestro servicio al Señor debiera manifestarse un espíritu ferviente. Las lámparas del alma deben mantenerse llenas y encendidas. El servicio que rendimos a Dios requiere la integridad de la mente, del alma y de las fuerzas. Hemos de consagrarnos a Dios sin reservas, a fin de ofrecer una imagen celestial y no terrenal. Debe manifestarse un avivamiento de la sensibilidad, para que la mente pueda despertar plenamente a la labor que se debe realizar en todas las clases sociales, altas y bajas, ricas y pobres, educadas e ignorantes. Debemos revelar una ternura semejante a la del gran Pastor quien carga a los corderos en sus brazos y guarda su rebaño de todo mal y lo conduce por sendas seguras. Los seguidores de Cristo debieran manifestar ternura y simpatía y un intenso deseo de impartir las verdades que serán de vida eterna para todo aquel que las reciba.—Carta 97, 1902; Manuscript Releases 12:213, 214.

Conflicto y Valor


Dios protege a los suyos, 9 de febrero Génesis 12:10-20. https://ift.tt/Hh3N5DR No consintió que nadie los agraviase, y por causa de ellos castigó a los reyes. No toquéis, dijo, a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas. Salmos 105:14, 15. Es mediante pruebas estrictas y reveladoras como Dios disciplina a sus siervos. El ve que algunos tienen aptitudes que pueden usarse en el progreso de su obra, y los somete a pruebas. En su providencia, los coloca en situaciones que prueban su carácter, y revelan defectos y debilidades que estaban ocultos para ellos mismos. Les da la oportunidad de corregir estos defectos, y de prepararse para su servicio. Les muestra sus propias debilidades, y les enseña a depender de él; pues él es su única ayuda y salvaguardia. Así se alcanza su propósito. Son educados, adiestrados, disciplinados y preparados para cumplir el gran propósito para el cual recibieron sus capacidades... Durante su estada en Egipto, Abrahán dio evidencias de que no estaba libre de la imperfección y la debilidad humanas. Al ocultar el hecho de que Sara era su esposa, reveló desconfianza en el amparo divino, una falta de esa fe y ese valor elevadísimos tan noble y frecuentemente manifestados en su vida... Razonó que no mentía al presentar a Sara como su hermana; pues ella era hija de su padre, aunque no de su madre. Pero este ocultamiento de la verdadera relación que existía entre ellos era un engaño. Ningún desvío de la estricta integridad puede merecer la aprobación de Dios. A causa de la falta de fe de Abrahán, Sara se vio en gran peligro. El rey de Egipto, habiendo oído hablar de su belleza, la hizo llevar a su palacio, pensando hacerla su esposa. Pero el Señor, en su gran misericordia, protegió a Sara, enviando plagas sobre la familia real... La amonestación dada a Faraón resultó ser una protección para Abrahán en sus relaciones futuras con los pueblos paganos; pues el asunto no pudo conservarse en secreto. Era evidente que el Dios a quien Abrahán adoraba protegía a su siervo, y que cualquier daño que se le hiciese sería vengado. Es asunto peligroso dañar a uno de los hijos del Rey del cielo. Historia de los Patriarcas y Profetas, 122-124.

Cada Día con Dios


La nueva vida, 9 de febrero https://ift.tt/t5skufT Otra parábola les dijo: El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer, y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado. Mateo 13:33. Cuando se pone levadura en la masa, penetra por todas partes hasta que se produce un cambio total. Lo mismo ocurre con la acción del Espíritu Santo sobre el corazón. La verdad recibida y creída introduce en la vida nuevas pautas y nuevos principios de acción. Se establece una nueva norma de carácter: La vida de Cristo. Los que reciben la verdad de ese modo dependen de Cristo, y reciben más y más fortaleza, y cada vez más luz. Cada día expulsan del corazón la vanidad, el egoísmo y la justicia propia. Al recibir el Espíritu de Cristo, la luz resplandece sobre ellos con fulgores claros y definidos. Tienen un solemne sentido de las realidades eternas. La mente y el corazón se renuevan por completo. Tal como la levadura introducida en la masa la leuda completamente, la levadura de la verdad, al penetrar en el corazón, impregna todas las facultades del alma, el cuerpo y el espíritu... La transformación del corazón implica un cambio completo de la totalidad del ser. “El que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios” declaró Cristo. Juan 3:3. Esta transformación del corazón es invisible; porque es una obra interior; no obstante, se puede ver, porque actúa desde el interior. ¿Ha estado obrando la levadura de la verdad en su corazón? ¿Ha impregnado todo el corazón y todos los afectos mediante su poder santificador?... Nuestra primera tarea tiene que ver con nuestro propio corazón. Debemos practicar los principios verdaderos que conducen a la reforma. El corazón se debe convertir y santificar; en caso contrario, no tendremos relación con Cristo. Mientras nuestro corazón esté dividido, jamás estaremos preparados para servir en esta vida o en la futura. Como seres inteligentes, necesitamos sentarnos a pensar si realmente estamos buscando el reino de Dios y su justicia. Lo mejor que podemos hacer es meditar seria y sinceramente en si estamos dispuestos a hacer el esfuerzo necesario para obtener la esperanza y lograr el cielo que aguarda al cristiano. Si por la gracia de Cristo llegamos a la conclusión de que realmente lo queremos, la siguiente pregunta será: ¿Qué debo abandonar en mi vida para que no me sea una piedra de tropiezo?—Manuscrito 14, del 9 de febrero de 1898, “Como la levadura”.

Alza tus Ojos


Escoged cada día, 9 de febrero https://ift.tt/WkwH4TG La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples. Salmos 119:130. Cuanto más a menudo se lee el Nuevo Testamento, más instructivo es. Ninguno se cansa de sus palabras hermosas, porque son semejantes a piedras preciosas. Cuanto más profunda sea la investigación que se haga en ellas, tanto más nueva y más espléndida será la luz reflejada por las mismas. Cuanto más estudiemos la Palabra con corazón sencillo y confiado, más comprenderemos la senda por la que debemos andar a fin de alcanzar el Paraíso de Dios. Recibimos vida de Cristo mediante el estudio de su Palabra. “En él estaba la vida”; vida original, no prestada. Es la fuente de vida. Recibimos vida del Salvador, quien la vuelve a tomar. La vida que nos ha sido dada por Dios debiera ser utilizada de la mejor manera, porque como instrumentos humanos estamos formando nuestro propio destino. Necesitamos escoger sabiamente para asociamos con quienes nos capacitarán mejor, en cuerpo, alma y espíritu, para alcanzar el país futuro, el celestial. Al elegir compañeros no debiéramos colocamos bajo influencias que pudieran ser de algún modo desfavorables en la formación de los principios puros y correctos, porque necesitamos toda la ayuda que podamos obtener a fin de que en nuestras asociaciones podamos desarrollar caracteres de acuerdo con la semejanza de Cristo. Cristo dice: “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono”. Apocalipsis 3:21. Hay tentaciones que debemos enfrentar. Si cedemos a ellas estaremos del lado perdedor, y al experimentar la derrota vez tras vez, llega a ser un hábito hacer lo erróneo en lugar de hacer lo correcto. De esta manera revelamos que hemos escogido desarrollar los principios y atributos de Satanás más bien que los principios y atributos de Jesucristo... Un cristiano no escogerá como objeto de sus afectos a quien, con su conducta, menosprecie a Jesucristo crucificando diariamente al Hijo de Dios y exponiéndolo al vituperio. Con sus acciones y conversación los tales revelan que no tienen respeto por quien dio su vida por la vida de la humanidad y soportó la pobreza y la tentación, fue abnegado y se sacrificó por ellos. Durante toda su vida terrenal fue menospreciado y se lo comprendió mal, aun entre los miembros de su propia familia. Satanás estaba constantemente sugiriendo a sus hermanos, los hijos de José, críticas acerca de quien parecía tan distinto a ellos. Rehusó cada invitación al mal, porque no se lo podía persuadir a que aceptara hacer lo malo o a desviarse en lo más mínimo del “escrito está”. Parecía tener la Escritura atesorada en el corazón y la mente. Rara vez reprendió la conducta de sus hermanos, pero siempre tuvo una palabra de Dios para decirles: “Escrito está”.—Manuscrito 2, del 9 de febrero de 1896, sin título. PreviousNext Interface Language

A Fin de Conocerle


Un atributo que podemos compartir, 9 de febrero https://ift.tt/KcPtYGV Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso. Lucas 6:36. La misericordia es un atributo que el agente humano puede compartir con Dios, cooperando así con él. La misericordia es bondadosa y compasiva. La misericordia y el amor de Dios purifican el alma y embellecen el corazón, limpiando la vida de egoísmo... El amor de Dios por la hueste angelical es una parte de sí mismo, directa y positiva en su divinidad. El amor de Dios por la raza humana es una forma peculiar: un amor nacido de la misericordia, pues el ser humano es completamente inmerecedor... La misericordia implica la imperfección de aquel sobre quien se la confiere. La misericordia comenzó su existencia activa debido a la imperfección del hombre. El pecado no es objeto del amor de Dios, sino de su odio. Sin embargo, se compadece del pecador porque el culpable lleva la imagen del Creador y ha recibido de él las facultades que hacen posible que llegue a ser un hijo de Dios, no por sus propios méritos sino por los méritos imputados de Jesucristo, por el gran sacrificio que el Salvador ha hecho en su favor... En la iglesia militante, los hijos de los hombres siempre necesitarán ser restaurados de los resultados del pecado... Todos dependemos el uno del otro. Casi invariablemente un hombre que es superior a otro en algo, le es inferior en otros respectos... El que coopera con Dios mostrando misericordia, se coloca en una posición donde Dios le extenderá su misericordia... El amor y misericordia de Dios siempre se extienden a los pecadores. Los que han pecado contra Dios, ¿rehusarán perdonar y aceptar a un pecador arrepentido?... Dios nos amó cuando todavía éramos pecadores.—Carta 202, 1901.

¡Maranata: El Senor Viene!


¿Hay ídolos aquí? 9 de febrero https://ift.tt/yzYNtec Hijitos, guardaos de los ídolos. 1 Juan 5:21. Cada verdadero hijo de Dios será aventado como trigo, y en el proceso del aventamiento debe sacrificarse cada placer acariciado que aparte la mente de Dios. Muchas familias tienen sus estantes, anaqueles y mesas llenos de ornamentos y retratos... De este modo los pensamientos que deberían dirigirse hacia Dios y los intereses celestiales, son atraídos hacia cosas comunes. ¿No es ésto una especie de idolatría? El dinero que se ha gastado en esta forma, ¿no debería haberse empleado para bendecir a la humanidad, para aliviar a los que sufren, para vestir a los desnudos y alimentar a los hambrientos? ¿No debería haberse puesto en la tesorería del Señor para promover su causa y edificar su reino en la tierra? Este asunto reviste una gran importancia, y os es presentado a fin de salvaros del pecado de la idolatría. Vuestras almas recibirán bendiciones si obedecéis la Palabra pronunciada por el Santo de Israel: “No tendrás dioses ajenos delante de mí”. Éxodo 20:3. Muchas personas están creando para sí preocupaciones y ansiedades innecesarias al dedicar tiempo y consideración a los adornos superfluos que llenan sus casas. Se requiere el poder de Dios para apartarlas de su devoción, porque esto constituye en todo sentido una idolatría. Aquel que escudriña los corazones desea rescatar a su pueblo de toda clase de idolatría. Que la Plabra de Dios, el Libro bendito de vida, ocupe las mesas que ahora están llenas de adornos inútiles. Gastad vuestro dinero en adquirir libros que sirvan para esclarecer la mente en lo que atañe a la verdad presente... Apoderaos de la Palabra de Dios como el tesoro de amor y sabiduría infinita; éste es el Libro guía que muestra el camino hacia el cielo... ¡Cómo quisiera que investigaseis las Escrituras con una actitud de oración en vuestros corazones, y con un espíritu de entrega a Dios! ¡Ojalá escudriñaseis vuestros corazones como si contaseis con la ayuda de una vela encendida, para descubrir y romper hasta los hilos más finos que os unen a los hábitos mundanales que apartan de Dios la mente! Rogad a Dios que os muestre cada práctica que aleje de él vuestros pensamientos y afectos.13Mensajes Selectos 2:366, 367.

Adventech


Comentarios Elena G.W sabbath-school.adventech.io/es/2022-01/07/05-wednesday-cosas-mejores/ En esta carta a los corintios, Pablo se esforzó por mostrarles el poder de Cristo para guardarlos del mal. Sabía que si cumplieran con las condiciones expuestas serían revestidos de la fuerza del Poderoso. Como medio para ayudarles a librarse de la esclavitud del pecado y perfeccionar la santidad con el temor del Señor, Pablo les presentó con vehemencia los requerimientos de Aquel a quien habían dedicado sus vidas cuando se convirtieron. “Sois de Cristo” (V.M.), declaró. “No sois vuestros… Comprados sois por precio: glorificad pues a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios” (Los hechos de los apóstoles, p. 247). Cada momento está cargado de consecuencias eternas. Hemos de ser soldados de emergencia, listos para entrar en acción al instante de recibir el aviso. La oportunidad que se nos ofrece hoy de hablar a algún alma necesitada de la Palabra de vida, puede no volver jamás. Puede ser que Dios diga a esa persona: “Esta noche vuelven a pedir tu alma”, (Lucas 12:20) y a causa de nuestra negligencia no se halle lista. En el gran día del juicio, ¿cómo rendiremos cuenta de ello a Dios? La vida es demasiado solemne para que sea absorbida en asuntos temporales o terrenos, en un tráfago de cuidados y ansiedades por las cosas que no son sino un átomo en comparación con las de interés eterno. Sin embargo, Dios nos ha llamado a servirle en los asuntos temporales de la vida. La diligencia en esta obra es una parte de la verdadera religión tanto como lo es la devoción. La Biblia no sanciona la ociosidad. Esta es la mayor maldición que aflige a nuestro mundo. Cada hombre y mujer verdaderamente convertido será un obrero diligente (Palabras de vida del gran Maestro, p. 278). Cultive la disposición a creer que los demás son mejores que usted. Sea menos autosuficiente, confíe menos en sí mismo; alimente la paciencia, el autocontrol y el amor fraterno. Esté presto para ayudar al extraviado y tenga misericordia y compasión por los débiles. No es preciso que abandone sus negocios para glorificar al Señor; día tras día, en cada acto y cada palabra, honre a Aquel a quien sirve, de ese modo será una influencia regeneradora para aquellos que están en contacto con usted. Sea cortés, tenga un corazón tierno, perdone a los demás. Que su yo se hunda en el amor de Jesús; así podrá honrar al Redentor y hacer la obra que él le ha asignado. Poco conoce las tribulaciones de las pobres almas que han caído en las cadenas de las tinieblas y carecen de resolución y fuerza moral. Esfuércese por comprender la debilidad de los demás. Ayude a los necesitados, crucifique su yo y permita que Jesús tome posesión de su alma para que pueda desarrollar los principios de la verdad en su vida diaria. Solo entonces será una bendición como nunca fue para la iglesia y aquellos con los que esté en contacto (Testimonios para la iglesia, t. 4, p. 135).

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Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374