El Cristo Triunfante


Valiosas lecciones de la experiencia de Jacob, 23 de marzo https://ift.tt/IY71Kn6 “Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices”. Génesis 32:26. Hablarles a las almas tentadas de su culpabilidad de ninguna manera las inspira a ser mejores... Levantad ante ellas las posibilidades que tienen por delante. Mostradles las alturas que pueden alcanzar. Ayudadlas a confiar en la misericordia del Señor y en su poder perdonador. Jesús espera hoy que se aferren de su mano para darles el poder de vivir una vida noble y virtuosa. Con frecuencia el Señor conduce a las personas a una crisis para mostrarles sus flaquezas e indicarles cuál es la Fuente de la fortaleza. Si oran y velan en oración, si luchan con denuedo, sus puntos débiles llegarán a ser sus puntos fuertes. La experiencia de Jacob tiene muchas lecciones valiosas para nosotros. Dios le enseñó a Jacob que con sus propias fuerzas jamás alcanzaría la victoria, que debía luchar con Dios para alcanzar la fuerza que viene de arriba. Toda esa noche Jacob luchó con el Ángel. Finalmente, el vigoroso luchador quedó debilitado por un toque en su muslo. Ahora estaba incapacitado y padeciendo un agudo dolor, pero no se soltó de Cristo. En actitud penitente y contrita, se aferró del Ángel... y solicitó su bendición. Quería tener la certeza de que su pecado había sido perdonado. Su determinación se fortaleció y su fe fue más ferviente y perseverante, hasta el mismo fin. El Ángel trató de soltarse, y le dijo: “Déjame, porque raya el alba”, pero Jacob replicó: “No te dejaré, si no me bendices”. Si esta hubiera sido una manifestación de confianza presuntuosa o jactanciosa, Jacob habría sido destruido de inmediato; pero la suya era la certeza de uno que confiesa su indignidad y que sin embargo, confía en la fidelidad de un Dios que mantiene su pacto... Mediante la humillación, el arrepentimiento y la entrega incondicional, este pecador y errante mortal prevaleció ante la Majestad del cielo. Él se había asido temblorosamente de las promesas de Dios y el corazón de amor infinito no pudo apartarse de la súplica del pecador. Como evidencia de que Jacob había sido perdonado, su nombre se cambió de uno en que se recordaba su pecado, a otro que conmemoraba su victoria. “No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido”. ¿Recibiremos fuerzas de Dios y lograremos victoria tras victoria o intentaremos operar por nuestras propias fuerzas, para ser derrotados en nuestros vanos esfuerzos? Por nuestra entrega incondicional a Dios, procuremos obtener el poder que cada uno necesita para triunfar en nuestra lucha contra el mal.—Manuscrito 2, 1903.

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Valiosas lecciones de la experiencia de Jacob, 23 de marzo https://ift.tt/IY71Kn6 “Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices”. Génesis 32:26. Hablarles a las almas tentadas de su culpabilidad de ninguna manera las inspira a ser mejores... Levantad ante ellas las posibilidades que tienen por delante. Mostradles las alturas que pueden alcanzar. Ayudadlas a confiar en la misericordia del Señor y en su poder perdonador. Jesús espera hoy que se aferren de su mano para darles el poder de vivir una vida noble y virtuosa. Con frecuencia el Señor conduce a las personas a una crisis para mostrarles sus flaquezas e indicarles cuál es la Fuente de la fortaleza. Si oran y velan en oración, si luchan con denuedo, sus puntos débiles llegarán a ser sus puntos fuertes. La experiencia de Jacob tiene muchas lecciones valiosas para nosotros. Dios le enseñó a Jacob que con sus propias fuerzas jamás alcanzaría la victoria, que debía luchar con Dios para alcanzar la fuerza que viene de arriba. Toda esa noche Jacob luchó con el Ángel. Finalmente, el vigoroso luchador quedó debilitado por un toque en su muslo. Ahora estaba incapacitado y padeciendo un agudo dolor, pero no se soltó de Cristo. En actitud penitente y contrita, se aferró del Ángel... y solicitó su bendición. Quería tener la certeza de que su pecado había sido perdonado. Su determinación se fortaleció y su fe fue más ferviente y perseverante, hasta el mismo fin. El Ángel trató de soltarse, y le dijo: “Déjame, porque raya el alba”, pero Jacob replicó: “No te dejaré, si no me bendices”. Si esta hubiera sido una manifestación de confianza presuntuosa o jactanciosa, Jacob habría sido destruido de inmediato; pero la suya era la certeza de uno que confiesa su indignidad y que sin embargo, confía en la fidelidad de un Dios que mantiene su pacto... Mediante la humillación, el arrepentimiento y la entrega incondicional, este pecador y errante mortal prevaleció ante la Majestad del cielo. Él se había asido temblorosamente de las promesas de Dios y el corazón de amor infinito no pudo apartarse de la súplica del pecador. Como evidencia de que Jacob había sido perdonado, su nombre se cambió de uno en que se recordaba su pecado, a otro que conmemoraba su victoria. “No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido”. ¿Recibiremos fuerzas de Dios y lograremos victoria tras victoria o intentaremos operar por nuestras propias fuerzas, para ser derrotados en nuestros vanos esfuerzos? Por nuestra entrega incondicional a Dios, procuremos obtener el poder que cada uno necesita para triunfar en nuestra lucha contra el mal.—Manuscrito 2, 1903.
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Alza tus Ojos


Dios, el revelador de los secretos, 23 de marzo https://ift.tt/DwShaVu Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley. Deuteronomio 29:29. En tiempo pasado el Señor Dios del cielo reveló sus secretos a sus profetas, y lo sigue haciendo todavía. El presente y el futuro son igualmente claros para El, y muestra a sus siervos la historia futura de lo que habrá de ser. El Omnisciente miró a través de las edades y predijo mediante sus profetas el levantamiento y la caída de reinos, centenares de años antes de que ocurrieran los eventos preanunciados. El eco de la voz de Dios se deja escuchar a través de las edades, diciéndole al hombre lo que ha de ocurrir. Reyes y príncipes ocupan sus lugares en el tiempo designado. Ellos piensan que están llevando adelante sus propios propósitos, pero en realidad están cumpliendo la palabra que Dios dio por medio de sus profetas. Desempeñan su parte en el desarrollo de los grandes propósitos de Dios. Se suceden los eventos, y así se cumple la palabra que Dios ha hablado. Los incrédulos e impíos no disciernen las señales de los tiempos. En su ignorancia pueden rehusarse a aceptar el Registro inspirado. Pero cuando los cristianos profesos hablan despectivamente de las formas y medios empleados por el gran YO SOY para hacer conocer sus caminos y propósitos, se manifiestan ignorantes tanto de las Escrituras como del poder de Dios. El Creador conoce exactamente con qué elementos tiene que tratar en la naturaleza humana. Sabe qué medios debe emplear para obtener el fin deseado. El cristiano que acepta la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, observará la historia bíblica en su verdadera orientación. El pasado -la historia de la dispensación judaica desde el principio hasta el fin -, en vez de ser calificado despectiva y burlonamente como la “edad oscura”, revelará luz y más luz a medida que se lo estudie. La palabra del hombre fracasa, y quien se aferre de las aserciones del hombre como su fuente de dependencia, bien puede temblar, porque algún día llegará a ser como un barco que naufragó. Pero la Palabra de Dios es infalible y subsiste para siempre. Cristo declara: “Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido”. Mateo 5:18. La Palabra de Dios permanecerá a través de las interminables edades de la eternidad. Dios vive y reina. Su gloria no se confina a templos hechos de manos. No ha cerrado el cielo a su pueblo. Tanto en la era judaica como en ésta, Dios revela sus secretos a sus siervos los profetas.—Manuscrito 39, del 23 de marzo de 1899, “Lealtad o deslealtad”.

¡Maranata: El Senor Viene!


¡Maranata: El Senor Viene!
En guardia frente a las tretas de Satanás, 23 de marzo https://ift.tt/maXjNiZ Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe. 1 Pedro 5:8, 9. Cada alma esté alerta. El adversario os sigue los pasos. Vigilad, observando diligentemente, no sea que una trampa maestra, cuidadosamente oculta, os sorprenda desprevenidos. Presten atención los descuidados e indiferentes, no sea que el día de Dios los sorprenda como ladrón en la noche. Muchos se apartarán de la senda de la humildad y, despojándose del yugo de Cristo, avanzarán por senderos extraños. Enceguecidos y confundidos, dejarán la senda estrecha que conduce a la ciudad de Dios... El que venza, debe velar; porque, mediante los lazos del mundo, el error y la superstición, Satanás trata de apartar a los seguidores de Cristo. No basta que evitemos los peligros evidentes y las decisiones peligrosas e inconsecuentes. Debemos mantenernos al lado de Cristo, caminando en su sendero de abnegación y sacrificio. Estamos en el país del enemigo. El que fue arrojado del cielo ha descendido con gran poder. Mediante todo artificio y estratagema concebible, está tratando de cautivar almas. A menos que estemos constantemente en guardia, seremos presa fácil para sus innumerables engaños.46Testimonies for the Church 8:99, 100. Todo está actualmente revestido de una solemnidad que cada creyente en la verdad para este tiempo debiera percibir. Debieran obrar teniendo en vista el día de Dios. Los juicios de Dios ya están por caer sobre este mundo, y necesitamos prepararnos para ese gran día. Nuestro tiempo es precioso. Disponemos de pocos, muy pocos días de prueba, en los cuales podemos prepararnos para la vida futura e inmortal. No tenemos tiempo para dedicarlo a movimientos sin sentido. Debiéramos temer contentarnos con sólo rozar la superficie de la Palabra de Dios.47Testimonies for the Church 6:407. Si todo vuestro interés reside en la verdad y en la obra de preparación que debe ser hecha en este tiempo, seréis santificados por medio de la verdad y recibiréis idoneidad para participar de la inmortalidad... La obra cabal de preparación debe proseguir con todos los que profesan la verdad, hasta que estemos frente al trono de Dios sin falta, ni mancha, ni arruga, ni cosa semejante.48Testimonies for the Church 2:111.
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Pr. David Gates TEMA 4


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Entrada destacada

¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374