repaso de lección escuela sabatica, lección 7


Verdades Eternas


A Fin de Conocerle


Alcanzad la estatura de Cristo, 5 de junio https://ift.tt/3kvoukZ Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. Efesios 4:13. Las tremendas consecuencias de la eternidad demandan de nosotros algo más que una religión imaginaria. Una majestuosa forma de culto y ceremonias de mucha apariencia no constituyen una luz para el mundo; y sin embargo la verdad que es considerada y admirada en la misma forma en que se estiman un bello cuadro y una hermosa flor, y que no entra en el santuario íntimo del alma, es considerada por muchos como todo lo que se requiere en un adorador... Seremos salvados eternamente cuando entremos por las puertas de la ciudad. Entonces podremos regocijarnos de que somos salvados, eternamente salvados. Pero hasta entonces necesitamos prestar oídos a la admonición del apóstol: “Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado”. Hebreos 4:1. Tener un conocimiento de Canaán, cantar los himnos de Canaán, regocijarse en la perspectiva de entrar en Canaán, no llevó a los hijos de Israel hasta las viñas y olivares de la tierra prometida. Tan solo podían hacerla suya en verdad ocupándola, cumpliendo con las condiciones, ejerciendo fe viviente en Dios, aferrándose de sus promesas... Cristo es el autor y consumador de nuestra fe, y cuando nos entregamos en sus manos, creceremos continuamente en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador. Progresaremos hasta que lleguemos a la estatura plena de hombres y mujeres en Cristo. La fe obra por el amor y purifica el alma, eliminando el amor al pecado que conduce a la rebelión contra la ley de Dios y a su transgresión... El carácter se transforma por medio de la obra del Espíritu Santo, y la mente y la voluntad del ser humano se colocan en perfecta conformidad con la voluntad divina, y esto está de acuerdo con la norma divina de justicia.—The Youth’s Instructor, 17 de febrero de 1898.

El Camino a Cristo


Capítulo 7—Cómo lograr una magnifica renovación “Si alguno está en Cristo, es una nueva criatura; las cosas viejas pasaron ya, he aquí que todo se ha hecho nuevo.”

Ser Semejante a Jesús


La sangre de Cristo y su justicia purifica nuestra adoración, 12 de noviembre https://ift.tt/3kva2JM El punto principal... es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos. Hebreos 8:1. Se presenta a Cristo Jesús como que está continuamente de pie ante el altar, ofreciendo momento tras momento el sacrificio por los pecados del mundo. Él es ministro del verdadero tabernáculo que el Señor levantó y no el hombre. Las sombras simbólicas del tabernáculo judío ya no tienen virtud alguna. No se necesita hacer más una expiación simbólica diaria y anual, pero es esencial el sacrificio expiatorio mediante un Mediador debido a que constantemente se cometen pecados. Jesús está oficiando en la presencia de Dios, ofreciendo su sangre derramada, como si hubiera sido un cordero [literal] sacrificado. Jesús presenta la oblación ofrecida por cada culpa y por cada falta del pecador. Cristo, nuestro Mediador, y el Espíritu Santo están constantemente intercediendo en favor de la humanidad; pero el Espíritu no ruega por nosotros como lo hace Cristo, quien presenta su sangre derramada desde la fundación del mundo; el Espíritu actúa sobre nuestro corazón extrayendo oraciones y arrepentimiento, alabanza y agradecimiento. La gratitud que fluye de nuestros labios es el resultado de que el Espíritu hace resonar las cuerdas del alma con santos recuerdos que despiertan la música del corazón. Los servicios religiosos, las oraciones, la alabanza y la contrita confesión del pecado ascienden de los verdaderos creyentes como incienso hacia el Santuario celestial; pero al pasar por los canales corruptos de la humanidad se contaminan tanto, que a menos que se purifiquen con sangre nunca pueden tener valor ante Dios. No ascienden con pureza inmaculada, y a menos que el Intercesor que está a la diestra de Dios presente y purifique todo con su justicia, no son aceptables ante Dios. Todo el incienso que procede de los tabernáculos terrenales debe ser humedecido con las gotas purificadoras de la sangre de Cristo. Él sostiene ante el Padre el incensario de sus propios méritos, en el cual no hay mancha de contaminación terrenal. Él junta en el incensario las oraciones, las alabanzas y las confesiones de su pueblo, y con ellas pone su propia justicia inmaculada. Entonces asciende el incienso delante de Dios completa y enteramente aceptable, perfumado con los méritos de la propiciación de Cristo. Entonces se reciben bondadosas respuestas. Ojalá que todos pudieran comprender que todo lo que hay en la obediencia, la contrición, la alabanza y el agradecimiento debe ser colocado sobre el resplandeciente fuego de la justicia de Cristo. La fragancia de esa justicia asciende como una nube alrededor del propiciatorio.—Comentario Bíblico Adventista 6:1077, 1078.

Reflejemos a Jesús


Gedeón conduce a la victoria a trescientos hombres, 12 de noviembre https://ift.tt/3wDKlvf Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo? Jueces 6:14. Era Gedeón, hijo de Joás, de la tribu de Manasés. La rama a la cual pertenecía esta familia no desempeñaba ningún cargo destacado, pero la casa de Joás se distinguía por su valor y su integridad... A Gedeón llamó, pues, el Señor para libertar a su pueblo... De repente “el ángel de Jehová se le apareció” y le dirigió estas palabras: “Jehová está contigo, varón esforzado y valiente”. Jueces 6:12. “Ah, señor mío—fue su respuesta—, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto?” cap. 6:13. El Mensajero celestial le respondió: “Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo?”.. La hueste que iba al mando de Gedeón no pasaba de treinta y dos mil hombres; pero mientras estaba el inmenso ejército enemigo desplegado delante de él, le dirigió el Señor las siguientes palabras: “El pueblo que está contigo es mucho para que yo entregue a los madianitas en su mano, no sea que se alabe Israel contra mí, diciendo: Mi mano me ha salvado. Ahora, pues, haz pregonar en oídos del pueblo, diciendo: Quien tema y se estremezca, madrugue y devuélvase desde el monte de Galaad”. cap. 7:2, 3. Gedeón obedeció las instrucciones del Señor, y con el corazón oprimido vio marcharse para sus hogares a veintidós mil hombres, o sea más de las dos terceras partes de su ejército. Nuevamente oyó la voz de Dios decirle: “Aún es mucho el pueblo; llévalos a las aguas, y allí te los probaré”. cap. 7:4. Algunos tomaron apresuradamente un poco de agua en la mano, y la sorbieron mientras caminaban; pero casi todos se hincaron, y bebieron a sus anchas de la superficie del arroyo. Aquellos que tomaron el agua en la mano no fueron sino trescientos entre diez mil; no obstante, fueron elegidos, y al resto se le permitió volver a sus hogares. El carácter se prueba a menudo por los medios más sencillos... No sólo poseían valor y dominio de sí mismos los trescientos hombres elegidos, sino que eran también hombres de fe... Dios podía dirigirlos... En medio de la noche, al toque del cuerno de guerra de Gedeón, las tres compañías tocaron sus trompetas; y luego, rompiendo sus cántaros, sacaron a relucir las antorchas encendidas y se precipitaron contra el enemigo lanzando el terrible grito de guerra: “¡Por la espada de Jehová y de Gedeón!” cap. 7:20. No menos de ciento veinte mil de los invasores perecieron... Fue indescriptible el terror que experimentaron las naciones vecinas al saber cuán sencillos habían sido los medios que prevalecieron contra el poderío de un pueblo audaz y belicoso.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 589-595.

Recibiréis Poder


Rechazado con frecuencia, 12 de noviembre https://ift.tt/3F9YHGN Y llamándolos, les intimaron que en ninguna manera hablasen ni enseñasen en el nombre de Jesús. Mas Pedro y Juan respondieron diciéndoles: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído. Hechos 4:18-20. La promesa del Espíritu Santo fue la esperanza más brillante y el consuelo más fuerte que Cristo dejó a sus discípulos cuando ascendió al cielo. Las verdades de la Palabra de Dios habían sido sepultadas bajo los escombros de las malas interpretaciones; las máximas de los hombres, y los dichos de seres finitos habían sido exaltados por sobre la palabra del Dios viviente. Bajo el poder iluminador del Espíritu Santo, los apóstoles separaron la verdad de las teorías falsas, y dieron al pueblo la palabra de vida. Con frecuencia el Espíritu Santo es rechazado porque se presenta de maneras inesperadas. Aunque a los sacerdotes y gobernantes judíos se les había dado incontables evidencias de que los apóstoles hablaban y actuaban bajo la inspiración divina, ellos siguieron resistiendo firmemente el mensaje de verdad. Cristo no había venido en la forma como lo esperaban; y aunque a veces estaban convencidos de que era el Hijo de Dios, ahogaron esa convicción, y llegaron así a estar más ciegos y endurecidos que antes. Crucificaron a Jesús. Sin embargo, Cristo, en su misericordia, les dio evidencias adicionales por intermedio de las obras realizadas por los discípulos. Envió a sus siervos para decirles lo que habían hecho, y aun en la terrible acusación de haber matado al Príncipe de la vida les hizo otro llamado al arrepentimiento. Al sentirse seguros en su propia justicia, los maestros judíos no estaban preparados para admitir que esos hombres, que los habían reprendido por crucificar a Cristo, estaban hablando por indicación del Espíritu Santo... La ira de Dios no sobreviene contra los hombres meramente por causa del pecado que cometieron, sino porque eligieron continuar en una actitud de resistencia y, además, porque repitieron las faltas del pasado, a pesar de la luz y las evidencias que se les dio. Si los dirigentes judíos se hubieran sometido, habrían sido perdonados; pero estaban decididos a no ceder. De la misma manera hoy, el pecador, por una resistencia continuada, se coloca donde no conoce otra actitud que la resistencia. Cada acto de resistencia hace más difícil la entrega.—The Signs of the Times, 27 de setiembre de 1899.

Nuestra Elevada Vocacion


¿Una joya o un guijarro? 12 de noviembre https://ift.tt/3F9rew1 En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, te tomaré, oh Zorobabel, hijo de Sealtiel, siervo mío, dice Jehová, y ponerte he como anillo de sellar: porque yo te escogí, dice Jehová de los ejércitos. Hageo 2:23. Los cristianos son las joyas de Cristo. Deben brillar esplendorosamente para él, y esparcir la luz de su hermosura. Su lustre depende del pulimento que reciban. Pueden elegir ser pulidos o permanecer sin pulir. Pero cada uno que es considerado digno de ocupar un lugar en el templo de Dios debe someterse al proceso de pulimento. Sin el pulimento que el Señor da no pueden reflejar más la luz que un guijarro común. Cristo le dice al hombre: “Eres mío. Te he comprado. Ahora eres apenas una piedra áspera, pero si te colocas en mis manos yo te puliré, y el lustre con el cual brillarás hará honor a mi nombre. Ningún hombre te sacará de mi mano. Te haré mi tesoro peculiar. El día de mi coronación serás una joya en mi corona de regocijo”. El Obrero divino emplea poco tiempo en un material sin valor. El pule únicamente las piedras preciosas a semejanza de las de un palacio, cortando todas las esquinas ásperas. Ese proceso es severo y penoso; hiere el orgullo humano. Cristo corta profundamente en la experiencia que el hombre, en su suficiencia ha considerado completa, y extrae del carácter el ensalzamiento propio. Corta la superficie que sobresale, y colocando la piedra a la rueda de pulir, la presiona para que se desgaste toda aspereza. Luego, levantando la joya ante la luz el Maestro ve en ella un reflejo de sí mismo, y la considera digna de ocupar un lugar en su corona. “En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, te tomaré, ... y ponerte he como anillo de sellar: porque yo te escogí, dice Jehová de los ejércitos”. Bendita sea la experiencia, aunque sea severa, que le da un nuevo valor a la piedra, y la hace brillar con un vivo esplendor.—The Review and Herald, 19 de diciembre de 1907. Dios no dejará que uno de sus obreros sinceros quede solo para luchar contra los grandes males y sea vencido. El preserva como una piedra preciosa a cada uno cuya vida está oculta con Cristo en Dios.—Testimonies for the Church 7:67.

La Maravillosa Gracia de Dios


Suma y sustancia, 12 de noviembre https://ift.tt/31WMbw3 Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. 1 Pedro 5:10. Cuando la verdad es recibida, produce cambios radicales en la vida y en el carácter; porque la religión significa la morada de Cristo en el corazón, y donde él está, el alma prosigue realizando actividad espiritual, creciendo siempre en gracia, avanzando siempre hacia la perfección.—The Review and Herald, 24 de mayo de 1892. No es una verdadera evidencia de que tú seas cristiano el que tus emociones se conmuevan o tu espíritu se conmueva por la verdad; la pregunta es: ¿Estás creciendo en Cristo, tu cabeza viviente? ¿Se manifiesta en tu vida la gracia de Cristo? Dios da su gracia a los hombres para que ellos deseen más de su gracia. La gracia de Dios siempre obra en el corazón humano, y cuando se la recibe la evidencia de su recepción aparecerá en la vida y el carácter del que la recibe, pues se verá la vida espiritual que se desarrolla en lo interior. La gracia de Cristo en el corazón siempre promoverá la vida espiritual y se efectuará un avance espiritual... No vemos crecer las plantas en el suelo, y sin embargo estamos seguros de que crecen, y ¿no hemos de conocer en cuanto a nuestra fortaleza y crecimiento espirituales?—A Fin de Conocerle, 165. (Traducción revisada.) La suma y la sustancia de todo lo que se refiere a la gracia y a la experiencia cristianas están comprendidas en creer en Jesús, conocer a Dios y a su Hijo a quien ha enviado. Pero aquí es donde muchos fallan porque les falta fe en Dios. En lugar de desear ser puestos en comunión con Cristo en su condescendencia y humillación, están procurando siempre la supremacía del yo... ¡Oh, si lo amarais como él os ha amado, no rehuiríais la experiencia de los oscuros capítulos del sufrimiento del Hijo de Dios! ... Cuando contemplamos la humillación de Cristo, observando su abnegación y sacrificio propio, nos llenamos de asombro ante la manifestación del amor divino por el hombre culpable. Cuando tenemos que pasar por pruebas de naturaleza humillante por causa de Cristo, si tenemos la actitud de Cristo las sufriremos con humildad, sin resentirnos por la ofensa y sin resistir al mal.—The Review and Herald, 24 de mayo de 1892.

La Fe por la Cual Vivo


Lobos vestidos de ovejas, 12 de noviembre https://ift.tt/3C7rWrF Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina; antes, teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus concupiscencias. 2 Timoteo 4:3. “Maestros que enseñan falsedades surgirán por doquier para apartaros del camino angosto y de la puerta estrecha. Guardaos de ellos; aunque estén ocultos en los ropajes de ovejas, por dentro son lobos feroces. Da Jesús una prueba por la cual pueden distinguirse los maestros falsos de los verdaderos. ‘Por sus frutos los conoceréis,’ dice; ‘¿Cógense uvas de los espinos, o higos de los abrojos?’ “No nos dice que los probemos por sus suaves palabras ni sus exaltadas profesiones. Se les juzgará por la palabra de Dios. ‘¡A la ley y al testimonio. Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido.’ ... ¿Qué mensaje traen estos maestros? ¿Os hace venerar y temer a Dios? ¿Os hace manifestar vuestro amor hacia él mediante la lealtad a sus mandamientos?”—El Discurso Maestro de Jesucristo, 120. “A esos falsos maestros, aparecidos en la iglesia y considerados por muchos de los hermanos en la fe como verdaderos, el apóstol los compara a ‘fuentes sin agua, y nubes traídas de torbellino de viento; para los cuales está guardada la oscuridad de las tinieblas para siempre.’”—Los Hechos de los Apóstoles, 384. “Toda alma ha de pasar por la prueba decisiva: ¿Obedecerá a Dios antes que a los hombres? La hora crítica está ya inminente. ¿Están asentadas nuestras plantas en la roca de la inmutable Palabra de Dios? ¿Estamos preparados para defender firmemente los mandamientos de Dios y la fe de Jesús?”—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 652.

Hijos e Hijas de Dios


Nuevas alturas de fe, 12 de noviembre https://ift.tt/3F92iVE Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Salmos 42:1. Muchos jóvenes... se abaten por cada nube, y no tienen la facultad de perseverar. No crecen en gracia... Su corazón carnal debe ser transformado. Deben ver belleza en la santidad; entonces la anhelarán como el ciervo brama por las corrientes de las aguas... Si vuestros pasos están dirigidos por el Señor, queridos jóvenes, no debéis esperar que vuestra senda sea siempre de paz exterior y prosperidad. La senda que conduce hacia el día eterno no es la más fácil de recorrer, y algunas veces parecerá oscura y escabrosa. Pero tened la seguridad de que los brazos eternos de Dios os rodean para protegeros del pecado. Desea que ejercitéis una fe diligente en él, y que aprendáis a confiar en él tanto en las sombras como en la luz del sol... En sus esfuerzos por alcanzar el nido, el águila es abatida con frecuencia por las tempestades en los estrechos desfiladeros de las montañas. Las nubes, en masas negras y encolerizadas, se deslizan entre ella y las asoleadas alturas en que ha fijado su nido. Por un instante parece perpleja y zigzaguea aquí y allá, batiendo sus alas poderosas como para dispersar las densas nubes. Despierta los ecos de la montaña con sus gritos salvajes en sus vanos esfuerzos para encontrar un camino para salir de su prisión. Por último se lanza hacia arriba, en medio de la oscuridad, y emite un agudo chillido de triunfo, y un momento después surge en las alturas a la serena luz del sol. La oscuridad y la tempestad quedaron por debajo de ella, y la luz del cielo brilla a su alrededor. Alcanza su hogar amado en la altísima roca, y queda satisfecha. Pasando por en medio de la oscuridad, alcanzó la luz. Le costó esfuerzo lograrlo, pero su recompensa consiste en alcanzar el objeto que anhelaba.—The Youth’s Instructor, 12 de mayo de 1898.

Exaltad a Jesús


Vivimos en el gran día de la expiación, 12 de noviembre https://ift.tt/3n8FCi7 A los diez días de este mes séptimo será el día de expiación; tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras almas, y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová. Levítico 23:27. Estamos viviendo ahora en el gran día de la expiación. Cuando en el servicio simbólico el sumo sacerdote hacía la propiciación por Israel, todos debían afligir sus almas arrepintiéndose de sus pecados y humillándose ante el Señor, si no querían verse separados del pueblo. De la misma manera, todos los que desean que sus nombres sean conservados en el libro de la vida, deben ahora, en los pocos días que les quedan de este tiempo de gracia, afligir sus almas ante Dios con verdadero arrepentimiento y dolor por sus pecados. Hay que escudriñar honda y sinceramente el corazón. Hay que deponer el espíritu liviano y frívolo al que se entregan tantos cristianos de profesión. Empeñada lucha espera a todos aquellos que quieran subyugar las malas inclinaciones que tratan de dominarlos. La obra de preparación es obra individual. No somos salvados en grupos. La pureza y la devoción de uno no suplirá la falta de estas cualidades en otro. Si bien todas las naciones deben pasar en juicio ante Dios, sin embargo él examinará el caso de cada individuo de un modo tan rígido y minucioso como si no hubiese otro en la tierra. Cada cual tiene que ser probado y encontrado sin mancha, ni arruga, ni cosa semejante. Solemnes son las escenas relacionadas con la obra final de la expiación. Incalculables son los intereses que ésta envuelve. El juicio se lleva ahora adelante en el santuario celestial. Esta obra se viene realizando desde hace muchos años. Pronto—nadie sabe cuándo—les tocará ser juzgados a los vivos. En la augusta presencia de Dios nuestras vidas deben ser pasadas en revista. En éste más que en cualquier otro tiempo conviene que toda alma preste atención a la amonestación del Señor: “Velad y orad: porque no sabéis cuándo será el tiempo”. “Y si no velares, vendré a ti como ladrón, y no sabrás en qué hora vendré a ti”. Marcos 13:33; Apocalipsis 3:3. Cuando quede concluida la obra del juicio investigador, quedará también decidida la suerte de todos para vida o para muerte. El tiempo de gracia terminará poco antes de que el Señor aparezca en las nubes del cielo. Al mirar hacia ese tiempo, Cristo declara en Apocalipsis: “¡El que es injusto, sea injusto aún; y el que es sucio, sea sucio aún; y el que es justo, sea justo aún; y el que es santo, sea aún santo! He aquí, yo vengo presto, y mi galardón está conmigo, para dar la recompensa a cada uno según sea su obra”. Apocalipsis 22:11-12.—el Conflicto de los Siglos, 544-545. En el servicio ritual típico el sumo sacerdote, hecha la propiciación por Israel, salía y bendecía a la congregación. Así también Cristo, una vez terminada su obra de mediador, aparecerá “sin pecado... para la salvación” (Hebreos 9:28), para bendecir con el don de la vida eterna a su pueblo que le espera.—Ibid. 539.

En los Lugares Celestiales


Una obra para cada uno, 12 de noviembre https://ift.tt/3qLfNqH ¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y se descarría una de ellas, ¿no deja las noventa y nueve y va por los montes a buscar la que se había descarriado? Mateo 18:12. Las parábolas de la moneda y de la oveja perdidas enseñan lecciones muy preciosas. Se refieren al hombre perdido y al hombre rescatado. Muchos, muchos más serían recuperados si se trabajara por ellos como lo presentan estas parábolas... Miembros de la iglesia, pedid a Dios que os dé la preocupación de abrir las Escrituras a otros y de hacer trabajo misionero por los que necesitan ayuda. Algunos serán rescatados en una forma, y otros en otra, pero la obra siempre debe ser realizada tal como el Señor lo indique... Que las publicaciones que contienen la verdad de la Biblia sean esparcidas como las hojas del otoño. Exaltadlo a él, el Salvador de las almas, levantadlo cada vez más alto ante la gente... Captad el espíritu del gran Artífice maestro. Aprended del Amigo de los pecadores cómo ministrar a las almas enfermas de pecado. Recordad que en las vidas de sus seguidores han de verse la misma devoción, el mismo sometimiento a la obra de Dios ante todo reclamo social, ante todo afecto terreno, que se vieron en la vida de Jesús. Las demandas de Dios siempre se han de considerar supremas.—The Review and Herald, 29 de abril de 1909. Tenéis vecinos. ¿Les daréis el mensaje? Tal vez nunca os impusieron las manos de la ordenación, pero con humildad podéis llevar el mensaje. Podéis testificar que Dios ha ordenado que todos aquellos por quienes Cristo murió tendrán vida eterna si creen en él.—Manuscrito 2, 1905. Que nadie permanezca ocioso porque no puede hacer la misma clase de obra que hacen los siervos de Dios más experimentados... Esta obra puede ser llevada a cabo sólo por la participación activa de toda la iglesia bajo la dirección y con el poder de Dios.—Pacific Union Recorder, 24 de marzo de 1904.

El Cristo Triunfante


Se deben exaltar los principios de la reforma, 12 de noviembre https://ift.tt/30jY5Pu “Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de éstas”. Apocalipsis 1:19. El principio que se nos ha llamado a sostener en este tiempo es el mismo que ha sido mantenido por los adherentes del evangelio en los días de la gran Reforma. Cuando los príncipes se reunieron en ocasión de la Dieta de Spira en 1529, parecía que la esperanza del mundo estaba por ser aplastada. En esta asamblea se presentó el decreto del emperador, restringiendo la libertad religiosa y prohibiendo toda otra diseminación de las doctrinas de la Reforma... Los grandes problemas del mundo dependían de la acción de unos pocos héroes de la fe. Los que habían aceptado las verdades de la Reforma se congregaron y su unánime decisión fue: “Permítasenos objetar el decreto. En asuntos de conciencia, la mayoría no cuenta”. Confeccionaron su protesta y la sometieron a los poderes congregados... En este último conflicto, Dios ha comprometido en nuestras manos el estandarte de la verdad y la libertad religiosa que estos reformadores sostuvieron en alto. Los que fueron bendecidos con el conocimiento de su Palabra son responsables por este gran don. Debemos recibir la Palabra de Dios como autoridad suprema. Debemos aceptar su verdad como algo personal. Y seremos capaces de apreciar estas verdades sólo cuando las investiguemos por nosotros mismos, por medio del estudio personal de la Palabra de Dios... Las iglesias protestantes, habiendo aceptado doctrinas que la Palabra de Dios condena, las enaltecerán e impondrán sobre la conciencia de la gente, así como la autoridad papal presionó sus dogmas sobre los abogados de la verdad en los tiempos de Lutero. Nuevamente, se ha de librar la misma batalla y cada alma será convocada para decidir de qué lado de la controversia ha de estar. Aquellos que no estén dispuestos a ver la verdad y recibirla, porque involucra una cruz, abrirán las puertas a las tentaciones de Satanás. Él los guiará, así como lo hizo con Eva en el Edén, a creer en una mentira. La verdad por la cual podrían haber sido santificados será puesta a un lado para aceptar un engaño agradable presentado por el destructor de las almas. Con frecuencia descubrimos que las verdades más preciosas parecieran estar muy cerca de ciertos errores que son fatales. El descanso que Cristo prometió a quienes deseen aprender de él es visto como cercano a la indiferencia y la quietud del cuerpo y multitudes pasan por alto el hecho de que este descanso se encuentra únicamente llevando el yugo de Cristo y soportando su carga, poseyendo su humildad y mansedumbre.—Manuscrito 100, 1893.

Dios nos Cuida


El templo de Dios, 12 de noviembre https://ift.tt/3D9N0z7 Por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. 2 Corintios 5:15. El hombre es hechura de la mano de Dios, su obra maestra, creado con un propósito elevado y santo; y Dios desea escribir su ley en cada parte del tabernáculo humano. Cada nervio y músculo, cada prenda mental y física, han de guardarse puros. Dios tiene el propósito de que el cuerpo sea un templo para su Espíritu. ¡Cuán solemne es, entonces, la responsabilidad que se confía a cada alma! Si contaminamos nuestros cuerpos, estamos produciendo un daño no solamente a nosotros mismos, sino a muchos otros... Cristo murió para que la imagen moral de Dios pudiera ser restaurada en la humanidad, a fin de que hombres y mujeres pudiesen ser partícipes de la naturaleza divina, habiendo escapado de la corrupción que existe en el mundo por la concupiscencia. No hemos de usar facultad alguna de nuestro ser para la gratificación egoísta; porque todas nuestras facultades pertenecen a él, y han de ser usadas para su gloria... La morada humana, el edificio de Dios, requiere tutela estrecha y vigilante. Con David podemos exclamar: “Porque tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras”. Salmos 139:13-14. La hechura de Dios ha de ser preservada, para que el universo celestial y la raza apóstata puedan ver que somos templos del Dios viviente. La perfección del carácter que Dios requiere es la preparación del ser entero como un templo para que en él more el Espíritu Santo. El Señor reclama el servicio del ser entero. Desea que hombres y mujeres lleguen a ser todo lo que él ha hecho posible que sean. No es suficiente que sean usadas algunas partes de la maquinaria humana. Todas las partes deben ser puestas en acción, o el servicio es deficiente... La vida física ha de ser cuidadosamente educada, cultivada y desarrollada, para que en los hombres y las mujeres la naturaleza divina pueda manifestarse en su plenitud. Dios espera que los hombres usen el intelecto que él les ha dado. Espera que usen para él cada facultad de razonar. Deben dar a la conciencia el lugar de supremacía que le ha sido asignado. Las facultades mentales y físicas, con los afectos, han de ser cultivados de tal manera que puedan alcanzar la más alta eficiencia. Así Cristo es representado ante el mundo.

Conflicto y Valor


Al fin convertido, 12 de noviembre https://ift.tt/3HfnIC6 Juan 21:15-19. Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Juan 21:17. Esta pregunta escudriñadora del corazón era necesaria en el caso de Pedro y es necesaria en nuestro caso. La obra de restauración nunca puede ser completa a menos que se llegue a las raíces del mal. Una y otra vez los brotes han sido cortados, mientras se ha dejado la raíz de la amargura para que crezca y contamine a muchos; pero hay que ir a la misma raíz del mal escondido... Cuando por tercera vez Cristo preguntó a Pedro: “¿Me amas?” la sonda llegó al fondo del alma. Reprendido por su propia conciencia, Pedro cayó sobre la Roca, diciendo: “Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo”. Esta es la obra que está delante de cada alma que ha deshonrado a Dios y entristecido el corazón de Cristo al negar la verdad y la justicia. Si el alma examinada soporta el proceso de prueba sin que el yo despierte a la vida sintiéndose herido y ultrajado bajo la prueba, ese cuchillo agudo revela que el alma está realmente muerta al yo, mas viva para Dios. Algunos aseguran que si un alma tropieza y cae, nunca puede recobrar su posición; pero el caso que estamos considerando contradice esto... Al encomendar a su cuidado las almas por las que había dado su vida, Cristo dio a Pedro la evidencia más fuerte de su confianza en su restauración. Y no sólo se le encargó alimentar a las ovejas, sino a los corderos: una obra más amplia y más delicada que la que hasta entonces se le había asignado.—The S.D.A. Bible Commentary 5:1152. Pedro tenía ahora la humildad suficiente para comprender las palabras de Cristo, y sin dudar más, el discípulo que había sido inquieto, jactancioso, presuntuoso se volvió sumiso y contrito. Siguió de veras a su Señor: el Señor al cual había negado. El pensamiento de que Cristo no lo había negado ni rechazado era para Pedro luz, consuelo y bendición. Sintió que podía elegir ser crucificado, pero debía serlo cabeza abajo. Y aquel que tan estrechamente fue participante de los sufrimientos de Cristo será también participante de su gloria cuando él “se sentará en su trono de gloria”.—Ibid.

Cada Día con Dios


A todo el mundo, 12 de noviembre https://ift.tt/3DbSKIT Y a los hijos de los extranjeros que sigan a Jehová para servirle, y que amen el nombre de Jehová para ser sus siervos... yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración. Isaías 56:6, 7. Hay que llevar las alegres nuevas de la salvación a los que todavía no las han oído. Satanás está decidido a presentar una falsa imagen del pueblo de Dios ante el mundo. Se complace cuando manifiestan defectos en sus vidas, o cuando conservan rasgos objetables de carácter. Emplea estos rasgos en su servicio. Trata de que el pueblo de Dios se mantenga en un constante estado de incertidumbre, mediante falsas teorías y falsas ciencias. Trata de engañarlos como a Adán y Eva. Intentará inducirlos a apartarse de Dios, su verdadero Consejero, para que acepten sus sofismas espiritistas. Mediante esos sofismas, revestidos con un manto de luz, trata de engañar de ser posible a los mismos escogidos. Muchos ceden a sus tentaciones, y el tiempo y la influencia de los siervos de Dios, que se debieran emplear para dar a conocer a los incrédulos la verdad para este tiempo, se usan para recuperar a los profesos creyentes de las redes de Satanás. Así se ponen obstáculos en el camino para que la verdad no pueda avanzar. No es fácil limpiar el camino del Rey mientras los hombres confían en sí mismos y ponen carne por su brazo. A todos los que quieran hacer justicia y juicio, apartando su mano de todo mal, se les hace esta promesa: “Yo les daré lugar en mi casa y dentro de mis muros, y nombre mejor que el de hijos e hijas; nombre perpetuo les daré, que nunca perecerá”. Isaías 56:5. El pueblo de Dios no se debe concentrar en un solo lugar. La palabra del Señor para ellos es: “Te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda”. Isaías 54:3. Tienen que establecerse en todas partes. Tienen que proclamar la verdad para este tiempo en todo lugar. Aquellos en cuyos corazones ha resplandecido la luz, deben recordar que son obreros de Dios, sus testigos. Servirlo y honrarlo debe ser su ciencia. Deben invitar a otros para que guarden sus mandamientos y vivan. La obediencia a la ley de Dios es el asunto que ha de probar al mundo... Hay que proclamar la verdad a todo pueblo, nación y tribu. Ha llegado el tiempo de realizar una obra agresiva en las ciudades, y en todos los territorios descuidados, donde no se ha trabajado.—Carta 263, del 12 de noviembre de 1903, dirigida a los médicos y las enfermeras.

Alza tus Ojos


Los negocios de nuestro padre, 12 de noviembre https://ift.tt/3kw7Mlb Y se difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó. Mateo 4:24. La vida de Cristo fue de constante sacrificio propio. Su obra no estaba limitada a algún lugar o tiempo. Estaba ligada sólo por el amor y la simpatía que Jesús sentía por las almas por las cuales pronto daría su vida. Su compasión no conocía límites. Realizó su obra de sanamiento y enseñanza en tan grande escala, que no había edificio en Palestina lo suficientemente grande para albergar las multitudes que lo rodeaban. En cada ciudad y pueblo por donde pasaba se encontraba su hospital. En las laderas de las colinas de Galilea, en las grandes vías públicas, en la costa del mar, en las sinagogas, en todo lugar donde había corazones prestos a escuchar su mensaje, Cristo sanaba a las personas y les señalaba al Padre Celestial. Al atardecer, luego de la jornada de labor, hablaba con los que durante el día trabajaban por una pitanza para sostener a sus familias. Si sólo comprendiéramos cuán diligentemente trabajó Cristo para sembrar la semilla del Evangelio, no limitaríamos nuestros esfuerzos a la asistencia a los cultos del sábado. Trabajaríamos incansablemente repartiendo el Pan de Vida a las almas moribundas... Captemos el espíritu del gran Maestro. Aprendamos del Amigo de los pecadores cómo ayudar a las almas enfermas de pecado. Su corazón siempre se conmovía con la angustia humana. ¿Por qué somos tan fríos e indiferentes? ¿Por qué nuestros corazones son tan poco impresionables? Cristo se colocó sobre el altar del servicio como un sacrificio vivo. ¿Por qué somos tan reacios a entregarnos a la obra a la cual El consagró su vida? Algo debe hacerse para curar la terrible indiferencia que se ha adueñado de nosotros. Doblemos nuestras cabezas en humillación al ver cuánto menos hicimos de los que podríamos haber hecho para sembrar las semillas de la verdad. Cuando nos convirtamos, cambiarán nuestros deseos de gozar de tranquilidad y elegancia. Cristo conformó sus deseos y anhelos estrictamente a su misión, la misión que llevaba la insignia del cielo. El subordinó todo a la gran tarea que vino a realizar a este mundo en favor de la raza caída. Cuando en su juventud su madre lo encontró en la escuela de los rabinos y le preguntó “hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia”, les contestó: “¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?” Lucas 2:48, 49.—Manuscrito 147, del 12 de noviembre de 1902, “Un llamado a hacer mayores esfuerzos”.

A Fin de Conocerle


Echad los ídolos, 12 de noviembre https://ift.tt/30gUWjs Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás. Mateo 4:10. “No tendrás dioses ajenos delante de mí”. Éxodo 20:3. El primer mandamiento no se transgrede únicamente negando la existencia de Dios o inclinándose delante de ídolos de madera y piedra. Muchos profesos seguidores de Cristo infringen sus principios; pero el Señor del cielo no reconoce como hijos suyos a los que guardan en su corazón cualquier cosa que ocupe el lugar que únicamente Dios debería tener. Muchos se inclinan ante la complacencia del apetito, mientras que otros lo hacen ante el vestido y el amor al mundo, y les conceden el primer lugar en el corazón. Dios nos ha dado muchas cosas en esta vida sobre las que podemos derramar nuestros afectos; pero cuando llevamos hasta el exceso lo que en sí mismo es bueno, nos convertimos en idólatras. ... Cualquier cosa que separe nuestros afectos de Dios, y disminuya nuestro interés en las cosas eternas, es un ídolo. Los que emplean el tiempo precioso que Dios les ha dado—tiempo que ha sido comprado a un precio infinito—en embellecer sus hogares para ostentación, en seguir las modas y las costumbres del mundo, no sólo están privando a sus almas de alimento espiritual, sino que también están dejando de darle a Dios lo que es suyo. El tiempo así gastado en la complacencia de los deseos egoístas podría emplearse en obtener conocimiento de la Palabra de Dios, en cultivar nuestros talentos, para prestar un servicio inteligente a nuestro Creador. ... Dios no compartirá un corazón dividido. Si el mundo absorbe nuestra atención, él no puede reinar supremo. Si esto disminuye nuestra dedicación a Dios, es idolatría ante sus ojos. Dios no excusará al transgresor en este sentido. Cuando nuestro corazón esté afinado para alabar a nuestro Hacedor, no sólo en salmos, himnos y cantos espirituales, sino también en nuestra vida, entonces viviremos en comunión con el Cielo.—The Youth’s Instructor, 31 de diciembre de 1896.

¡Maranata: El Senor Viene!


Lo que ojo no vio, ni oído oyó, 12 de noviembre https://ift.tt/3C45K1T Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. 1 Corintios 2:9. Los que verdaderamente aman a Dios, desearán mejorar los talentos recibidos a fin de que puedan ser una bendición para otros. Y pronto las puertas del cielo se abrirán para admitirlos, y los labios del Rey de gloria pronunciarán la bendición que será para sus oídos como la más hermosa música: “Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo”. Mateo 25:34. Así se les dará la bienvenida a los redimidos a las mansiones que Jesús les está preparando. Allí sus compañeros no serán los viles de la tierra, sino los que por la ayuda divina han formado caracteres perfectos. Toda tendencia pecaminosa, toda imperfección ha sido eliminada por la sangre de Cristo; y se les imparte la excelencia y brillantez de su gloria, que excede por lejos al fulgor del sol en su esplendor meridiano. Y la belleza moral, la perfección de su carácter [de Cristo], resplandece a través de ellos, con una excelencia que sobrepasa ese esplendor exterior. Están sin culpa ante el gran trono blanco, compartiendo la dignidad y los privilegios de los ángeles.27En Lugares Celestiales, 369. “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman”. Teniendo en vista esta gloriosa herencia, “¿qué recompensa dará el hombre por su alma?” Mateo 16:26. Quizás sea pobre; pero posee una riqueza y dignidad que el mundo jámas podrá otorgar.28The Southern Work, 31-3-1908. Morar para siempre en este hogar de los bienaventurados; llevar en el alma, el cuerpo y el espíritu, no los obscuros estigmas del pecado y la maldición, sino la perfecta semejanza de nuestro Creador, y a través de los siglos sin fin progresar en sabiduría, conocimiento y santidad, explorando siempre nuevos campos del pensamiento, hallando siempre nuevos prodigios y nuevas glorias, creciendo siempre en capacidad de conocer, disfrutar y amar, sabiendo que quedan todavía delante de nosotros gozo, amor y sabiduría infinitos, tal es el fin hacia el cual dirige la esperanza el cristiano, el fin para el cual nos prepara la educación cristiana.29Consejos para los Maestros Padres y Alumnos acerca de la Educación Cristiana, 45.

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¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374