Nuestra Elevada Vocacion


Nuestra Elevada Vocacion
Los harapos de la justicia propia, 9 de diciembre Porque tú dices: Yo soy rico, y estoy enriquecido, y no tengo necesidad de ninguna cosa; y no conoces que tú eres un cuitado y miserable y pobre y ciego y desnudo. Apocalipsis 3:17. https://ift.tt/4IXum2b Con cuánta llaneza se muestra en este texto la posición de aquellos que piensan que poseen toda la verdad, que se enorgullecen de su conocimiento de la Palabra de Dios, mientras su poder santificador no se manifesta en sus vidas. En sus corazones falta el fervor del amor de Dios.—The Review and Herald, 23 de julio de 1889. Muchos son laodicenses que viven en un engaño espiritual de sí mismos. Se visten a sí mismos con el ropaje de la justicia propia y se imaginan ser ricos y estar enriquecidos y no necesitar nada, cuando necesitan aprender diariamente de Jesús, de su humildad y mansedumbre.—Carta 66, 1894. ¿Qué es lo que constituye la miseria y la desnudez de aquellos que se sienten ricos y enriquecidos? Es la falta de la justicia de Cristo. Considerando su justicia propia, se los presenta como vestidos de harapos sucios, y aun en esta condición se halagan pensando que están vestidos con la justicia de Cristo. ... Quizá estén exclamado: “El templo del Señor, el templo del Señor somos”, al paso que sus corazones están llenos de comercio impío y de injusto trueque. Los atrios del templo del alma pueden ser la guarida de la envidia, del orgullo, de la pasión, de las malas sospechas, del odio y del vacío formalismo. Cristo contempla apenado a su pueblo profeso, que se siente rico y enriquecido en el conocimiento de la verdad, y que sin embargo está destituido de la verdad en la vida y en el carácter.—The Review and Herald, 7 de agosto de 1894. Jesús dice: “Yo, tu Redentor, conozco tus obras. Me son familiares los motivos que te impulsan a declarar pomposamente cuál es tu condición espiritual: ‘Yo soy rico, y estoy enriquecido, y no tengo necesidad de ninguna cosa’. Y ‘no conoces que tú eres un cuitado y miserable y pobre y ciego y desnudo’”. ... ¡Qué posición desagradable para encontrarse en ella! Andan en su propia luz. Pero, a pesar de su ignorancia voluntaria, el Señor no los deja solos sin advertirlos y aconsejarlos.—Manuscrito 138, 1902.
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El Cristo Triunfante


El Cristo Triunfante
Nuestra obra debe ser la proclamación del triple mensaje angélico, 9 de diciembre “Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado”. Isaías 58:1. https://ift.tt/1MsjPXG Estamos en el umbral de acontecimientos grandes y solemnes. Las profecías se están cumpliendo. El gran conflicto final será breve, pero terrible. Antiguas controversias renacerán. Surgirán nuevas controversias. Deben transmitirse al mundo las últimas advertencias. Hay un poder especial en la presentación de la verdad en el tiempo presente, pero, ¿por cuánto tiempo ha de continuar? Sólo un poco más. Si alguna vez hubo una crisis, es ahora. Debe hacerse un esfuerzo decidido para presentar el mensaje en forma clara al mundo. El tercer ángel ha de salir con poder. Nadie debiera ignorar o menoscabar esta obra. Se ha de proclamar la verdad al mundo para que vean la luz. Esta es nuestra obra. La luz contenida en el mensaje del tercer ángel es la luz verdadera. La marca de la bestia es exactamente lo que se ha proclamado. Aún no se entiende todo lo relacionado con este asunto y no será plenamente comprendido hasta que se abra el rollo, por lo que se debe realizar una labor solemne en el mundo. La orden del Señor a su siervo es: “Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado”. No habrá cambios en las características de nuestra obra. Ha de ser tan clara y distinta como la ha hecho la profecía. No debemos entrar en ningún tipo de asociación con el mundo, suponiendo que así obtendremos mayores ventajas. Todo lo que se haga en esta dirección y que impida el avance de la obra en los sectores que Dios ha señalado, le desagrada al Señor. Ninguna línea de nuestra fe que ha hecho de nosotros lo que somos debiera debilitarse. Tenemos los antiguos hitos de la verdad, la experiencia y el deber. Y ante la vista de todo el mundo, debemos defender con firmeza nuestros principios. Es esencial que se levanten obreros que abran los oráculos de Dios ante toda nación, tribu, lengua y pueblo. Personas de todos los niveles y capacidades, con diversidad de dones, han de ponerse en pie vestidas con toda la armadura de Dios cooperando armoniosamente para alcanzar un fin común. Han de estar unidas en la obra de proclamar la verdad a todas las naciones y pueblos. Cada obrero debe cumplir la labor que se le ha asignado. Hay un vasto campo de acción y al trazar los planes y proyectos, todos deben considerar el objetivo. Todo debe moverse de acuerdo al plan divino. Todo el cuerpo se ha de unir para que cada miembro pueda promover los designios de Aquel que dio su vida por la vida del mundo.—Manuscrito 3, 1899.
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Conflicto y Valor


Conflicto y Valor
Marcos y demás, 9 de diciembre Colosenses 4:7-14. https://ift.tt/naJU5lj No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 1 Juan 2:15. Entre los asistentes de Pablo en Roma, había muchos que habían sido antes sus compañeros y colaboradores. Lucas, “el médico amado”... estaba todavía con él... Demas y Marcos estaban también con él... Desde los primeros años de su profesión de fe, la experiencia cristiana de Marcos se había profundizado. A medida que estudiaba más atentamente la vida y muerte de Cristo, obtenía más claros conceptos de la misión del Salvador, sus afanes y conflictos. Leyendo en las cicatrices de las manos y los pies de Cristo las señales de su servicio por la humanidad, y el extremo a que llega la abnegación para salvar a los extraviados y perdidos, Marcos se constituyó en un seguidor voluntario del Maestro en la senda del sacrificio. Ahora, compartiendo la suerte de Pablo, el preso, comprendía mejor que nunca antes que es una infinita ganancia alcanzar a Cristo, e infinita pérdida ganar el mundo y perder el alma por cuya redención la sangre de Cristo fue derramada. Frente a la severa prueba y adversidad. Marcos continuó firmemente, como sabio y amado ayudador del apóstol. Demas fue fiel por un tiempo, pero luego abandonó la causa de Cristo. Refiriéndose a esto, Pablo escribió: “Demas me ha desamparado, amando este siglo”. 2 Timoteo 4:10. Demas sacrificó toda alta y noble consideración para conseguir la ganancia mundanal. ¡Qué cambio insensato! Poseyendo solamente riqueza u honor mundano, Demas era ciertamente pobre, por mucho que fuera lo que orgullosamente pudiera considerar suyo; mientras tanto Marcos, escogiendo sufrir por la causa de Cristo, poseía riquezas eternas, siendo considerado por el cielo como heredero de Dios y coheredero con su Hijo.—Los Hechos de los Apóstoles, 363, 364. Si permitimos que nuestra mente se espacie más en Cristo y en el mundo celestial, encontraremos un poderoso estímulo y un sostén para luchar las batallas del Señor. El orgullo y el amor del mundo perderán su poder mientras contemplamos las glorias de aquella tierra mejor que tan pronto ha de ser nuestro hogar. Frente a la hermosura de Cristo, todas las atracciones terrenales parecerán de poco valor.—La Edificación del Carácter, 120.
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Alza tus Ojos


Alza tus Ojos
El precio de nuestra redención, 9 de diciembre Mas vuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo. Filipenses 3:20. https://ift.tt/K5fihrG Mientras Cristo ascendía, con sus manos extendidas para bendecir a sus discípulos, una nube de ángeles lo recibió y lo ocultó de su vista. Mientras los discípulos esforzaban la vista para captar el último destello de su Señor que ascendía, dos ángeles de la gozosa multitud se pararon junto a ellos y les dijeron: “Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo”. Hechos 1:11. Los discípulos se llenaron de gran gozo. Vez tras vez repitieron las palabras que Cristo les había dicho en sus últimas lecciones, tal como están registradas en los (capítulos 14, 15, 16 y 17) de Juan; y cada uno de ellos tenía alguna cosa que decir acerca de la instrucción recibida, especialmente con relación a las palabras de Juan se citan los. Versículos 1-3... La promesa de que volvería, y también el pensamiento de que les dejaría su paz, llenaron sus corazones de gozo... Satanás había hecho de los hombres y mujeres sus prisioneros y los reclamaba como sus súbditos. Cuando Cristo vio que no había ser humano capaz de ser el intercesor del hombre, El mismo entró en el fiero conflicto y guerreó contra Satanás. El unigénito Hijo de Dios era el único que podía librar a los que estaban sujetos a Satanás por el pecado de Adán. El Hijo de Dios accedió a que Satanás ensayara todas sus estratagemas contra El. El enemigo había tentado a los ángeles en el cielo y después al primer Adán. Este cayó, y Satanás supuso que tendría éxito en entrampar a Cristo después que El asumiera la humanidad. Toda la hueste contempló esta lucha como la oportunidad de obtener la supremacía sobre Cristo. Habían anhelado tener la ocasión de mostrar su enemistad contra Dios. Cuando los labios del Maestro fueron sellados por la muerte, Satanás y sus ángeles imaginaron que habían obtenido la victoria. Fue el sentimiento de que pesaba sobre El la culpabilidad del mundo entero lo que produjo en Cristo una angustia indecible. En esta lucha mortal el Hijo de Dios podía depender únicamente de su Padre celestial; todo fue por la fe. El mismo era el rescate, el don dado para la liberación de los cautivos. Por su propio brazo había traído salvación a los hijos de los hombres, pero ¡a qué costo para sí mismo!... ¡Qué espectáculo fue este conflicto! Sirvió para mostrar al universo celestial la justicia de Dios.—Manuscrito 125, del 9 de diciembre de 1901, “La invariable Ley de Dios”.
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¡Maranata: El Senor Viene!


¡Maranata: El Senor Viene!
Cielos nuevos y Tierra nueva, 9 de diciembre Nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia. 2 Pedro 3:13. https://ift.tt/9hlHc68 Los pies de los malvados nunca profanarán la tierra renovada. Del cielo descenderá fuego de Dios para devorarlos y quemarlos: raíz y rama. Satanás es la raíz y sus hijos las ramas.19Primeros Escritos, 51, 52. El mismo fuego proveniente de Dios que consumió a los impíos purificó toda la tierra. Las desgarradas montañas se derritieron con el ardiente calor; también la atmósfera y todo el rastrojo fueron consumidos. Entonces nuestra heredad apareció delante de nosotros, gloriosa y bella, y heredamos toda la tierra renovada.20Primeros Escritos, 54. “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra han pasado”. Apocalipsis 21:1 (VM). El fuego que consume a los impíos purifica la tierra. Desaparece todo rastro de maldición. Ningún infierno que arda eternamente recordará a los redimidos las terribles consecuencias del pecado.21Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 732. El mar separa a los amigos; establece una barrera entre nosotros y aquellos a quienes amamos. El vasto e insondable océano rompe nuestros vínculos. En la tierra nueva ya no habrá mar, ni habrá allí “galeras con remos”. En lo pasado, muchos que amaban y servían a Dios fueron encadenados a los asientos de las galeras y obligados a cumplir la voluntad de hombres crueles y de corazón duro. El Señor ha contemplado sus sufrimientos con simpatía y compasión. Gracias a Dios, en la tierra nueva no habrá corrientes impetuosas, ni océanos invasores, ni olas inquietas y bulliciosas.22The S.D.A. Bible Commentary 7:988. Todo lo hermoso de nuestra patria terrenal ha de recordarnos el río de cristal y los campos verdes, los árboles ondeantes y las fuentes de aguas vivas, la ciudad resplandeciente y los cantores vestidos de blanco de nuestra patria celestial, el mundo de una belleza que ninguna lengua humana puede describir. “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman”.23Los Hechos de los Apóstoles, 493, 494.
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Sabbath School


Sabbath School
Monday, December 09 Jesús y el Padre Comentarios Elena G.W https://ift.tt/39iLEV0 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza. Génesis 1:26. La vida de Cristo se debe revelar en la humanidad. El ser humano constituyó la corona de la obra creadora de Dios, hecho a la misma imagen divina y diseñado para ser un complemento de Dios; pero Satanás se ha esforzado por borrar la imagen de Dios en el hombre y por imprimirle la suya propia. El ser humano es muy querido para Dios, porque fue formado a su propia imagen. Este hecho debería impresionar sobre nosotros la importancia de enseñar por precepto y ejemplo lo que significa el pecado de la degradación del cuerpo que fue formado para representar a Dios ante el mundo (Exaltad a Jesús, p. 42). [E]n vez de destruir al mundo, Dios envió a su Hijo para salvarlo. Aunque en todo rincón de la provincia enajenada se notaba corrupción y desafío, se proveyó un modo de rescatarla. En el mismo momento de la crisis, cuando Satanás parecía estar a punto de triunfar, el Hijo de Dios vino como embajador de la gracia divina. En toda época y en todo momento, el amor de Dios se había manifestado en favor de la especie caída. A pesar de la perversidad de los hombres, hubo siempre indicios de misericordia. Y llegada la plenitud del tiempo, la Divinidad se glorificó derramando sobre el mundo tal efusión de gracia sanadora, que no se interrumpiría hasta que se cumpliese el plan de salvación. Satanás se estaba regocijando de que había logrado degradar la imagen de Dios en la humanidad. Entonces vino Jesús a restaurar en el hombre la imagen de su Hacedor. Nadie, excepto Cristo, puede amoldar de nuevo el carácter que ha sido arruinado por el pecado. Él vino para expulsar a los demonios que habían dominado la voluntad. Vino para levantarnos del polvo, para rehacer según el modelo divino el carácter que había sido mancillado, para hermosearlo con su propia gloria (El Deseado de todas las gentes, p. 28). El paralítico halló en Cristo curación, tanto para el alma como para el cuerpo. La curación espiritual fue seguida por la restauración física, Esta lección no debe ser pasada por alto. Hay hoy día miles que están sufriendo de enfermedad física y que, como el paralítico, están anhelando el mensaje: “Tus pecados te son perdonados”. La carga de pecado, con su intranquilidad y deseos no satisfechos es el fundamento de sus enfermedades. No pueden hallar alivio hasta que vengan al Médico del alma. La paz que él solo puede dar, impartiría vigor a la mente y salud al cuerpo. Jesús vino para “deshacer las obras del diablo”. “En él estaba la vida”, y él dice: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. Él es un “espíritu vivificante”. 1 Juan 3:8; Juan 1:4; 10:10; 1 Corintios 15:45. Y tiene todavía el mismo poder vivificante que, mientras estaba en la tierra, sanaba a los enfermos y perdonaba al pecador. Él “perdona todas tus iniquidades”, él “sana todas tus dolencias”. Salmo 103:3 (El Deseado de todas las gentes, p. 270).
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¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374