El Cristo Triunfante


El Cristo Triunfante
No se puede ocultar ningún pecado de la vista de Dios, 11 de mayo “Y el que fuere sorprendido en el anatema, será quemado, él y todo lo que tiene, por cuanto ha quebrantado el pacto de Jehová, y ha cometido maldad en Israel”. Josué 7:15. https://ift.tt/MSmOF0T El Señor no especificó quién era la parte culpable, pero dio instrucciones con respecto a cómo debía procederse. Dijo: “Os acercaréis, pues, mañana por vuestras tribus; y la tribu que Jehová tomare, se acercará por sus familia; y la familia que Jehová tomare, se acercará por sus casas; y la casa que Jehová tomare, se acercará por los varones”... Así, tamizando el asunto desde el fondo, el Señor revela el hecho de que está al tanto de las cosas deshonestas escondidas, aunque las personas crean que están escondidas. En todo el proceso, Acán manifestó una clara decisión de no reconocer su pecado; pero ahora el Señor habría de arrojar su pecado sobre él. Si Josué hubiera denunciado el pecado de Acán, muchos habrían simpatizado con el culpable cuando éste hubiera dicho ser inocente y, de este modo, con su criterio humano, lo habrían considerado un maltratado. Cuando algunas personas son reprobadas por su pecado hay muchos que, ignorando a Dios, actúan de este modo. Por esta razón, Josué se dirigió a Acán y dijo: “Hijo mío, da gloria a Jehová el Dios de Israel, y dale alabanza, y declárame ahora lo que has hecho; no me lo encubras”. El Señor le había indicado a Josué lo que Acán había hecho, pero como había quienes se guiaban por la conmiseración, excusando con frecuencia al transgresor, Dios tenía ahora el propósito de darle a Israel una lección que sería de beneficio aún en nuestros días. Por lo tanto, Josué apeló al joven para que confesara lo que había hecho... Si se hubiese determinado algún castigo sobre Acán antes que con sus labios hubiera confesado su agravio, el pueblo, naturalmente proclive a la rebelión, habría acusado a Josué de actuar rudamente con ese hombre y lo habría denunciado como carente de misericordia al ejecutar semejante castigo... Acán confesó, y dijo: “Verdaderamente, yo he pecado contra Jehová el Dios de Israel, y así y así he hecho. Pues vi entre los despojos un manto babilónico muy bueno, y doscientos siclos de plata, y un lingote de oro de peso de cincuenta siclos, lo cual codicié y tomé; y he aquí que está escondido bajo tierra en medio de mi tienda, y el dinero debajo de ellos”... “Y todos los israelitas los apedrearon, y los quemaron después de apedrearlos”.—Carta 13, 1893.
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Dios nos Cuida


Dios nos Cuida
Permaneciendo en Cristo, 11 de mayo Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Juan 15:4. https://ift.tt/wHcaACU “Permaneced en mí” son palabras de gran significado. Permanecer en Cristo significa una fe viviente, ferviente, refrigerante que obra por el amor y purifica el alma. Significa una recepción constante del espíritu de Cristo, una vida de entrega sin reservas a su servicio. Donde exista esta unión, aparecerán las buenas obras. La vida de la vid se manifestará en fragantes frutos en las ramas. La continua provisión de la gracia de Cristo os bendecirá y os convertirá en una bendición, hasta que podáis decir con Pablo: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí”. Gálatas 2:20. La sagrada unión con Cristo unirá a los hermanos con los más afectuosos vínculos del compañerismo cristiano. Sus corazones serán tocados con la compasión divina mutua... La frialdad, la discordia, la contienda, están completamente fuera de lugar entre los discípulos de Cristo. Han aceptado la fe única. Se han unido para servir a un Señor, para soportar la misma contienda, para esforzarse en procura del mismo objetivo, y para triunfar en la misma causa. Han sido comprados con la misma sangre preciosa, y han salido para predicar el mismo mensaje de salvación. Los que continuamente están recibiendo fuerza de Cristo, poseerán su espíritu. No serán descuidados ni en palabras ni en conducta. Descansará sobre su alma una permanente comprensión de lo que ha costado su salvación en el sacrificio del amado Hijo de Dios. Como una fresca y vívida representación, se presentarán ante su mente las escenas del Calvario, y se someterá su corazón y se enternecerá por esta maravillosa manifestación del amor de Cristo en ellos. Considerarán a otros como comprados por su sangre preciosa, y los que están unidos con Cristo les parecerán nobles y elevados y sagrados, debido a esa relación. La muerte de Cristo en el Calvario deberá conducirnos a apreciar a las almas tal como él. Su amor ha magnificado el valor de cada hombre, mujer y niño.
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Conflicto y Valor


Conflicto y Valor
Ella mantuvo su promesa, 11 de mayo 1 Samuel 1:1-18. https://ift.tt/UHefPJd Yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida. 1 Samuel 1:11. Elcana, un levita del monte de Efraín, era hombre rico y de mucha influencia, que amaba y temía al Señor. Su esposa, Ana, era una mujer de piedad fervorosa. De carácter amable y modesto, se distinguía por una seriedad profunda y una fe muy grande. A esta piadosa pareja le había sido negada la bendición tan vehementemente deseada por todo hebreo. Su hogar no conocía la alegría de las voces infantiles; y el deseo de perpetuar su nombre había llevado al marido a contraer un segundo matrimonio, como hicieron muchos otros. Pero este paso, inspirado por la falta de fe en Dios, no significó felicidad. Se agregaron hijos e hijas a la casa; pero se había mancillado el gozo y la belleza de la institución sagrada de Dios, y se había quebrantado la paz de la familia. Penina, la nueva esposa, era celosa e intolerante, y se conducía con mucho orgullo e insolencia. Para Ana, toda esperanza parecía estar destruida, y la vida le parecía una carga pesada; no obstante, soportaba la prueba con mansedumbre y sin queja alguna... Confió a Dios la carga que ella no podía compartir con ningún amigo terrenal. Fervorosamente pidió que él le quitase su oprobio, y que le otorgase el precioso regalo de un hijo para criarlo y educarlo para él. Hizo un solemne voto, a saber, que si le concedía lo que pedía, dedicaría su hijo a Dios desde su nacimiento. ... Le fue otorgado a Ana lo que había pedido; recibió el regalo por el cual había suplicado con tanto fervor. Cuando miró al niño, lo llamó Samuel, “demandado de Dios”.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 614-616. Tan pronto como el niño tuvo suficiente edad para ser separado de su madre, cumplió ella su voto. Amaba a su pequeñuelo con toda la devoción de que es capaz un corazón de madre; día tras día, mientras observaba su crecimiento, y escuchaba su parloteo infantil, aumentaba cada vez más su afecto hacia él; era su único hijo, el don especial del Cielo; pero lo había recibido como un tesoro consagrado a Dios, y no quería privar al Dador de lo que le pertenecía. La fe fortaleció el corazón de la madre, y no cedió a las exigencias del afecto natural. The S.D.A. Bible Commentary 2:1008.
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Alza tus Ojos


Sigan al gran ejemplo, 11 de mayo Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Juan 14:6. https://ift.tt/2gUw7oK Al describir su misión terrenal, Jesús declaró: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor”. Lucas 4:18, 19. ¿Somos tan semejantes a Cristo como para que podamos representar su obra y seguir su ejemplo? Su obra dio testimonio de su misión, mostrando que era de origen divino. En cada uno de sus actos y de sus palabras se revelaba la más tierna compasión, amor y misericordia. Los más pobres y los más humildes no sentían temor de acercarse a El. Siempre notaba la presencia de los niñitos y éstos se sentían atraídos hacia El. Las palabras de nuestro Salvador son claras y definidas. No suprimió una sola palabra de verdad, pero la expresó con fervor convincente. Y mientras hablaba, los abatidos se le acercaban y eran henchidos de esperanza y valor. Era el Príncipe del cielo. Nunca dijo una palabra que pudiera ocasionar una pena innecesaria a un alma temblorosa y sensible. Contemplando con tristeza a los que lo rechazaban y despreciaban sus palabras, dijo: “No queréis venir a mí para que tengáis vida”. Juan 5:40. Cristo es el Camino, la Verdad y la Vida. Su vida sobre esta tierra fue una vida de abnegación. Consoló y animó a todos los que se le acercaron en busca de alivio, porque todos eran preciosos a su vista. Siempre se condujo con dignidad divina, y sin embargo se inclinó con tierna consideración hacia cada miembro de la familia del Señor. Vino a colocarse a la cabeza de la humanidad, para dar el poder de llegar a ser hijos e hijas de Dios a todos los que creen en El. Tal es el ejemplo que nosotros debemos seguir. Si lo hiciéramos, el enemigo no recibiría tanta atención y honor como recibe ahora de parte de los que profesan ser seguidores de Cristo, pero que en realidad están siguiendo los engaños satánicos. Dios envió a su Hijo para que aquellos que creen en El no perezcan sino tengan vida eterna. Sus seguidores deben mostrar la honestidad, la justicia e integridad más estrictas en cada una de sus transacciones. Permitan que comience una sincera obra en ustedes, mediante una reconversión y una transformación del carácter.—Manuscrito 53, del 11 de mayo de 1905, “Hasta setenta veces siete”.

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Sigan al gran ejemplo, 11 de mayo Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Juan 14:6. https://ift.tt/2gUw7oK Al describir su misión terrenal, Jesús declaró: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor”. Lucas 4:18, 19. ¿Somos tan semejantes a Cristo como para que podamos representar su obra y seguir su ejemplo? Su obra dio testimonio de su misión, mostrando que era de origen divino. En cada uno de sus actos y de sus palabras se revelaba la más tierna compasión, amor y misericordia. Los más pobres y los más humildes no sentían temor de acercarse a El. Siempre notaba la presencia de los niñitos y éstos se sentían atraídos hacia El. Las palabras de nuestro Salvador son claras y definidas. No suprimió una sola palabra de verdad, pero la expresó con fervor convincente. Y mientras hablaba, los abatidos se le acercaban y eran henchidos de esperanza y valor. Era el Príncipe del cielo. Nunca dijo una palabra que pudiera ocasionar una pena innecesaria a un alma temblorosa y sensible. Contemplando con tristeza a los que lo rechazaban y despreciaban sus palabras, dijo: “No queréis venir a mí para que tengáis vida”. Juan 5:40. Cristo es el Camino, la Verdad y la Vida. Su vida sobre esta tierra fue una vida de abnegación. Consoló y animó a todos los que se le acercaron en busca de alivio, porque todos eran preciosos a su vista. Siempre se condujo con dignidad divina, y sin embargo se inclinó con tierna consideración hacia cada miembro de la familia del Señor. Vino a colocarse a la cabeza de la humanidad, para dar el poder de llegar a ser hijos e hijas de Dios a todos los que creen en El. Tal es el ejemplo que nosotros debemos seguir. Si lo hiciéramos, el enemigo no recibiría tanta atención y honor como recibe ahora de parte de los que profesan ser seguidores de Cristo, pero que en realidad están siguiendo los engaños satánicos. Dios envió a su Hijo para que aquellos que creen en El no perezcan sino tengan vida eterna. Sus seguidores deben mostrar la honestidad, la justicia e integridad más estrictas en cada una de sus transacciones. Permitan que comience una sincera obra en ustedes, mediante una reconversión y una transformación del carácter.—Manuscrito 53, del 11 de mayo de 1905, “Hasta setenta veces siete”.
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A Fin de Conocerle


A Fin de Conocerle
La influencia de nuestras palabras, 11 de mayo Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. Colosenses 3:17. https://ift.tt/QSTYlgw Los hombres están grandemente bajo la influencia de sus propias palabras. Ud. no comprende cuánto le afectan sus palabras. Se acostumbra a hablar de cierta manera, y sus pensamientos y acciones siguen a sus palabras. Uno se acostumbra a asegurar ciertas cosas de sí mismo, y al final las cree. Nuestros pensamientos producen nuestras palabras y nuestras palabras tienen una reacción sobre nuestros pensamientos. Si un hombre forma el hábito de usar palabras sagradas reverentemente, adquirirá la costumbre de hablar con cuidado, sabiendo que hay un Testigo de cada palabra que pronuncia. Cuando los sentimientos se excitan y el habla se exagera, el modo de hablar siempre es extremo. Actúa y reacciona sobre nosotros mismos. La Palabra declara: “Por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado”. Mateo 12:37. Si nuestras palabras actúan sobre nosotros, actúan más poderosamente sobre otros. Hay un gran daño que hacen las palabras pronunciadas. Sólo Dios mide y conoce el resultado del modo de hablar descuidado y exagerado. Hay mucha blasfemia efectuada en espíritu, y a veces en palabras, que es el producto inconsciente de los pensamientos íntimos. Ud. está reproduciendo su propio carácter en otros. Ud. puede expresar muchas cosas que crearán en la mente de otros una corriente de pensamiento que los guiará por falsas sendas. Dios le conceda la gracia de que venza a sus sentimientos desesperados y llegue a pensar con cordura. Ud. puede vencer sus dudas, y por medio del arrepentimiento y la fe en Jesucristo podrá escapar de la trampa del cazador. Puede pasar a la luz del sol de la fe, pero quizá nunca comprenda ... que esas palabras están haciendo una obra maligna en el terreno del corazón de otros, envenenándolo. Allí hay una cosecha que alguien debe recoger.—Carta 124, 1893.
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¡Maranata: El Senor Viene!


¡Maranata: El Senor Viene!
La juventud y las drogas, 11 de mayo Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará Dios. Eclesiastés 11:9. https://ift.tt/gRcG61C Satanás fue el primer rebelde del universo, y desde su expulsión del cielo, siempre ha estado procurando que cada miembro de la familia humana apostate de Dios, así como él lo hizo. Trazó sus planes para arruinar al hombre, y mediante la indebida complacencia del apetito, lo indujo a transgredir los mandamientos de Dios. Tentó a Adán y a Eva para que comieran del fruto prohibido y así consiguió su caída y expulsión del Edén. Cuántos dicen: “Si yo hubiera estado en el lugar de Adán, nunca habría fallado en una prueba tan simple”. Pero tú, que te jactas así, tienes una gran oportunidad de mostrar tu fortaleza de propósito, tu fidelidad a los principios en la prueba... ¿No ve Dios pecado en tu vida?... Por doquiera Satanás procura atraer a los jóvenes al camino de la perdición, y si puede colocar una vez los pies de ellos en el camino, los apresura en su curso descendente guiándolos de un libertinaje a otro, hasta que sus víctimas pierden la sensibilidad de la conciencia y no tienen más temor de Dios delante de sus ojos. Cada vez tienen menos dominio propio. Se entregan al vino y al alcohol, al tabaco y al opio, y var de un grado de disipación a otro. Son esclavos del apetito. Aprenden a despreciar consejos que una vez respetaron. Se revisten de fanfarronería y se jactan de ser libres, cuando son esclavos de la corrupción. Por libertad quieren decir que son esclavos del egoísmo, del apetito depravado y del libertinaje... Satanás está determinado a que los seres humanos sean sus súbditos, pero Cristo ha pagado un precio infinito para que el hombre pueda ser redimido del enemigo y para que la imagen moral de Dios sea restaurada en la raza caída... Mediante Cristo, los hombres caídos pueden hallar acceso al Padre, pueden tener gracia que los capacite para ser vencedores por los méritos de un Salvador crucificado y resucitado.15La Temperancia, 242, 243.
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Origen del día de las madres


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¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374