¡Maranata: El Senor Viene!


"La expulsión del pecado es obra del alma misma. Por cierto, no tenemos poder para librarnos a nosotros mismos del dominio de Satanás; pero cuando deseamos ser libertados del pecado, y en nuestra gran necesidad clamamos por un poder exterior y superior a nosotros, las facultades del alma quedan dotadas de la fuerza divina del Espíritu Santo y obedecen los dictados de la voluntad, en cumplimiento de la voluntad de Dios.52El Deseado de Todas las Gentes, 431, 432."

Ser Semejante a Jesús


Usar bien el talento del habla, 24 de marzo https://ift.tt/DMAZjes Eres el más hermoso de los hijos de los hombres; la gracia se derramó en tus labios; por tanto, Dios te ha bendecido para siempre. Salmos 45:2. Mediante un esfuerzo diligente todos pueden adquirir la habilidad de leer inteligiblemente y hablar en un tono de voz fuerte, claro, sonoro, de un modo distinto e impresionante. Haciendo esto podemos aumentar grandemente nuestra eficiencia como obreros de Cristo. Todo cristiano está llamado a dar a conocer a otros las inescrutables riquezas de Cristo; por lo tanto, debiera procurar la perfección en el habla. Debiera presentar la Palabra de Dios de un modo que la recomiende a sus oyentes. Dios no desea que sus intermediarios sean incultos. No es su voluntad que los seres humanos rebajen o degraden la corriente celestial que fluye por medio de él al mundo. Debiéramos mirar a Jesús, el Modelo perfecto; debiéramos orar por la ayuda del Espíritu Santo, y con su fuerza tratar de educar todo órgano para hacer una obra perfecta. Esto es especialmente cierto con respecto a quienes son llamados al ministerio público. Todo ministro y todo maestro deben recordar que están dando a la gente un mensaje que encierra intereses eternos. La verdad que prediquen los juzgará en el gran día del ajuste final de cuentas. Y en el caso de algunas almas, el modo en que se presente el mensaje determinará su recepción o rechazamiento. Entonces, háblese la palabra de tal manera que despierte el entendimiento e impresione el corazón. Lenta, distinta y solemnemente debiera hablarse la palabra, y con todo el fervor que su importancia requiere. La debida cultura y el uso de la facultad del habla es parte de todo ramo de servicio cristiano; entra en la vida familiar y en toda nuestra relación mutua. Hemos de acostumbrarnos a hablar en tonos agradables, a usar un lenguaje puro y correcto, y palabras bondadosas y corteses. Las palabras dulces, amables, son como el rocío y la suave lluvia para el alma. La Escritura dice de Cristo que la gracia fue derramada en sus labios, para que pudiera “hablar en sazón palabra al cansado”. Salmos 45:2; Isaías 50:4. —Palabras de Vida del Gran Maestro, 270, 271.

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Podemos ser santificados por la fe y la obediencia, 24 de marzo https://ift.tt/F1tqgoy En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos. Juan 15:8. Muchos se apartan de una vida tal como la que vivió nuestro Salvador. Sienten que requiere un sacrificio demasiado grande imitar el Modelo, llevar frutos en buenas obras, y luego soportar pacientemente las podas de Dios para que lleven más frutos. Cuando el cristiano se considera a sí mismo sólo como un humilde instrumento en las manos de Cristo, y trata de realizar con fidelidad todos los deberes, descansando en la ayuda que Dios ha prometido, entonces llevará el yugo de Cristo y lo encontrará liviano; llevará cargas por Cristo, y las hallará ligeras. Alzará su vista con valor y confianza y dirá: “Yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día”. 2 Timoteo 1:12. Si hacemos frente a obstáculos en nuestra senda, y los vencemos fielmente; si hallamos oposición y vituperio, y en el nombre de Cristo obtenemos la victoria; si llevamos responsabilidades y cumplimos nuestros deberes con el espíritu de nuestro Maestro, entonces, por cierto, obtenemos un precioso conocimiento de su fidelidad y poder. No dependemos más de la experiencia de otros, porque tenemos el testimonio de nosotros mismos. A semejanza de los samaritanos de antaño, podemos decir: “Nosotros mismos hemos oído, y sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo, el Cristo”Juan 4:42. Cuanto más contemplemos el carácter de Cristo, y cuanto más experimentemos su poder salvador, más agudamente nos daremos cuenta de nuestra propia debilidad e imperfección, y más fervientemente consideraremos a Cristo como nuestra fortaleza y nuestro Redentor... Por fe en Cristo, y por la obediencia de la ley de Dios, podemos ser santificados, y así obtener la preparación para asociarnos con los santos ángeles y con los redimidos de albos mantos en el reino de gloria. No es solamente el privilegio sino también el deber de todo cristiano mantener una íntima unión con Cristo, y tener una rica experiencia en las cosas de Dios. Entonces su vida será fructífera en buenas obras... Cuando leemos acerca de la vida de hombres que han sido eminentes por su piedad, a menudo consideramos su experiencia y sus conquistas como muy fuera de nuestro alcance. Pero éste no es el caso. Cristo murió por todos; y se nos asegura en su Palabra que El está más dispuesto a dar su Espíritu Santo a los que se lo piden que los padres terrenales a dar buenas dádivas a sus hijos. Los profetas y apóstoles no perfeccionaron caracteres cristianos por milagro. Ellos utilizaron los medios que Dios había colocado a su alcance; y todos los que desean aplicar el mismo esfuerzo obtendrán los mismos resultados.—La edificación del carácter, 83.

La Fe por la Cual Vivo


Gracia abundante por medio de la obediencia, 24 de marzo https://ift.tt/blS9vU6 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia. Romanos 6:14. “La sofistería de Satanás consiste en hacer creer que la muerte de Cristo trajo la gracia que reemplazó a la ley. La muerte de Cristo no cambia o anula o debilita en el menor grado la ley de los diez mandamientos. Esa preciosa gracia ofrecida al hombre por medio de la sangre de Cristo, establece la ley de Dios. Desde la caída del hombre, el gobierno moral de Dios y su gracia son inseparables. Van de la mano a través de todas las dispensaciones. ‘La misericordia y la verdad se encontraron: la justicia y la paz se besaron.’”—The Review and Herald, 11 de marzo de 1881. “Así como el sacrificio en beneficio nuestro fue completo, así también nuestra restauración de la corrupción del pecado debe ser completa. La ley de Dios no disculpará ningún acto de perversidad; ninguna injusticia escapará su condenación. El sistema moral del Evangelio no reconoce otro ideal que el de la perfección del carácter divino. La vida de Cristo fue el perfecto cumplimiento de todo precepto de la ley. Él dijo: ‘He guardado los mandamientos de mi Padre.’ Juan 15:10. Su vida es para nosotros ejemplo de obediencia y servicio. Dios sólo puede renovar el corazón. ‘Porque Dios es el que en vosotros obra así el querer como el hacer, por su buena voluntad.’ Pero nosotros tenemos que ocuparnos en nuestra salvación”. Filipenses 2:13, 12.—El Ministerio de Curación, 357, 358. “La obediencia a los estatutos y leyes divinas, significa la vida y prosperidad de su pueblo.”—The S.D.A. Bible Commentary 1:1120. “Para los obedientes hijos de Dios, los mandamientos son una delicia.”—The S.D.A. Bible Commentary 3:1152.

Hijos e Hijas de Dios


Perdón, 24 de marzo https://ift.tt/W8hi2mS Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Colosenses 3:13. La religión de Jesucristo significa poder; significa avanzar en dirección ascendente hacia una norma más santa y elevada. El cristiano cuyo corazón ha sido conmovido por la belleza del carácter del Salvador, debe poner en práctica lo que aprende en la escuela de Cristo. Debemos ser alumnos aptos en la escuela de Cristo, y aprender de buena voluntad lo que él nos enseña día tras día.—The Youth’s Instructor, 13 de septiembre de 1894. Nunca podremos alcanzar la perfección de carácter si no oímos la voz de Dios ni obedecemos su consejo. Esta instrucción no se aplica sencillamente a los que han tenido pruebas que podrían disgustar a sus hermanos, sino que se aplica a los que han sido heridos, a los que han sufrido perjuicios financieros, reproches y críticas, incomprensiones y prejuicios. Los tales no deben permitir que el odio entre en el corazón, ni permitir que surjan los sentimientos negativos cuando consideran a los que los han perjudicado... Como Cristo, perdonaremos a nuestros enemigos, y buscaremos la oportunidad de manifestarles a los que nos han perjudicado que amamos sus almas, y que si podemos, les haremos bien... Si los que nos han perjudicado perseveran en su mala conducta... debemos hacer esfuerzos para reconciliarnos con nuestros hermanos, de acuerdo con el plan bíblico, y tal como Cristo mismo nos ha enseñado. Si nuestros hermanos no quieren reconciliarse, no hablemos entonces de ellos, ni perjudiquemos su influencia, sino dejémoslos en las manos de un Dios justo, que juzga a todos los hombres justamente.—The Youth’s Instructor, 13 de enero de 1898.

Exaltad a Jesús


Nuestro hermano mayor nos concede reposo, 24 de marzo https://ift.tt/E9SXi1Z Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Mateo 11:29. Jesús miraba a los acongojados y de corazón quebrantado, a aquellos cuyas esperanzas habían sido defraudadas, y que procuraban satisfacer los anhelos del alma con goces terrenales, y los invitaba a todos a buscar y encontrar descanso en él. Con toda ternura decía a los cansados: “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”. Mateo 11:29. Con estas palabras, Cristo se dirigía a todo ser humano. Sabiéndolo o sin saberlo todos están trabajados y cargados. Todos gimen bajo el peso de cargas que sólo Cristo puede quitar. La carga más pesada que llevamos es la del pecado. Si tuviéramos que llevarla solos nos aplastaría. Pero el que no cometió pecado se ha hecho nuestro sustituto. “Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros”. Isaías 53:6. El llevó el peso de nuestra culpa. También quitará la carga de nuestros hombros cansados. Nos dará descanso. Llevará por nosotros la carga de nuestros cuidados y penas. Nos invita a echar sobre él todos nuestros afanes; pues nos lleva en su corazón. El Hermano Mayor de nuestra familia humana está junto al trono eterno. Mira a toda alma que vuelve su rostro hacia él como al Salvador. Sabe por experiencia lo que es la flaqueza humana, lo que son nuestras necesidades, y en qué consiste la fuerza de nuestras tentaciones, porque fue “tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”. Hebreos 4:15. Está velando sobre ti, tembloroso hijo de Dios. ¿Estás tentado? Te librará. ¿Eres débil? Te fortalecerá. ¿Eres ignorante? Te iluminará. ¿Estás herido? Te curará. Jehová “cuenta el número de las estrellas”; y, no obstante, es también el que “sana a los quebrantados de corazón, y liga sus heridas”. Salmos 147:4-3. Cualesquiera que sean tus angustias y pruebas, expónlas al Señor. Tu espíritu encontrará sostén para sufrirlo todo. Se te despejará el camino para que puedas librarte de todo enredo y aprieto. Cuanto más débil y desamparado te sientas, más fuerte serás con su ayuda. Cuanto más pesadas sean tus cargas, más dulce y benéfico será tu descanso al echarlas sobre Aquel que se ofrece a llevarlas por ti. Las circunstancias pueden separar a los amigos; las aguas intranquilas del dilatado mar pueden agitarse entre nosotros y ellos. Pero ninguna circunstancia ni distancia alguna puede separarnos del Salvador. Doquiera estemos, él está siempre a nuestra diestra, para sostenernos y alentarnos. Más grande que el amor de una madre por su hijo es el amor de Cristo por sus rescatados. Es nuestro privilegio descansar en su amor y decir: “En él confiaré; pues dio su vida por mí”. El amor humano puede cambiar; el de Cristo no conoce mudanza. Cuando clamamos a él por ayuda su mano se extiende para salvarnos.—El Ministerio de Curación, 47-48.

En los Lugares Celestiales


Oración en el hogar, 24 de marzo https://ift.tt/UhA58ej Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos. Efesios 6:18. Si hubo un tiempo cuando cada hogar debería ser una casa de oración, es ahora. La incredulidad y el escepticismo están cundiendo. La iniquidad abunda, y en consecuencia, el amor de muchos se enfría... Y sin embargo en este tiempo de terrible peligro, algunos que se dicen cristianos no tienen altar de familia. No honran a Dios en el hogar, ni enseñan a sus hijos a amarlo y temerlo... La idea de que la oración no es esencial es uno de los métodos más eficaces de Satanás para arruinar las almas. La oración es dirigir la mente a Dios, la Fuente de sabiduría, la Fuente de fortaleza, paz, y felicidad. La oración incluye el reconocimiento de las perfecciones divinas, la gratitud por las mercedes recibidas, la confesión penitente de los pecados, y la súplica ferviente de la bendición de Dios, tanto para nosotros como para los demás. Jesús oró al Padre con clamores fuertes y lágrimas. Pablo exhorta a los creyentes a “orar sin cesar”. 1 Tesalonicenses 5:17. “Sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”. Filipenses 4:6... Dios tiene derecho a exigir nuestra devoción; su autoridad es sagrada e incuestionable. Tenemos la obligación de orar porque él lo requiere; y al obedecer a sus órdenes recibiremos una benigna y preciosa recompensa... Padres y madres, por lo menos de mañana y de tarde levantad vuestros corazones a Dios en humilde súplica por vosotros y por vuestros hijos. Vuestros amados están expuestos a tentaciones y pruebas... La victoria puede ganarse solamente mediante un propósito resuelto y firme, el cuidado constante y la ayuda continua de Dios.—The Signs of the Times, 7 de agosto de 1884.

El Cristo Triunfante


El amor hacia Dios nos conduce a la seguridad en él, 24 de marzo https://ift.tt/a5kc41u “Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado”. Salmos 27:3. Usted debería estar dispuesto a que todos sepan que no se pertenece, sino que es de Aquel que lo compró a un precio infinito, y que usted no sólo está comprometido, sino decidido a glorificarle en su cuerpo y en su espíritu, los cuales son de Dios. Un amor de tal magnitud debe, no sólo impulsarlo a confesar a Cristo con los labios, sino también con la vida, y a dar fruto para la gloria de Dios. Transitamos por terreno del enemigo. Hay enemigos a cada paso dispuestos a impedir nuestro avance. Odian a Dios, a sus seguidores y a quienes llevan su nombre. Pero los que son nuestros enemigos también son enemigos del Señor y, aunque son fuertes y astutos, el Capitán de nuestra salvación que nos dirige, los puede derrotar. Así como el sol disipa las nubes que se interponen en su camino, así también el Sol de Justicia remueve los obstáculos que bloquean nuestro paso. Nuestras almas pueden solazarse al contemplar las cosas invisibles que alegran y animan nuestro peregrinaje. Bien podemos decir: “Tu presencia es nuestro refugio, nuestro tesoro, nuestra gloria, nuestro gozo...” ¿Oramos para que Cristo vaya donde vamos y more donde moramos? Si podemos vivir sin Cristo en este mundo, él vivirá sin nosotros en el mundo venidero. Pero, si nos aferramos a él con fe y decimos como Jacob: “No te dejaré”; si suplicamos, “No me eches de tu presencia, ni quites de mí tu Santo Espíritu”; él nos promete: “No te desampararé, ni te dejaré”. No podemos vivir olvidando descuidadamente la gran salvación que se nos ha ofrecido gratuitamente. El hecho de conocer lo que Dios espera de nosotros como nuestro Padre nos guardará de ofenderlo. Y esto nos conducirá a que tratemos de agradarle. Como hijos suyos hemos de andar en la luz, dignos del Dios que nos ha llamado a su gloria y a su reino inmortal. Hemos leído el relato de un noble príncipe quien siempre llevaba el retrato de su padre cerca de su corazón y en ocasiones importantes, cuando corría peligro de olvidarlo, lo sacaba y mirándolo, decía: “No permitas que haga nada indigno de un padre tan honorable”. Como cristianos, Dios tiene derechos sobre nosotros que no deberíamos perder de vista ni por un momento... El pueblo de Dios es considerado una corona, una diadema. Satanás apetece el tesoro del Señor, pero Dios lo ha asegurado para que Satanás no pueda obtenerlo... Estaremos seguros, perfectamente seguros de toda sutileza del enemigo, siempre que tengamos una confianza inamovible en Dios.—Carta 8, 1873.

Dios nos Cuida


¿Quiénes recibirán el sello de Dios? 24 de marzo https://ift.tt/eWbEpQ8 Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar, diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios. Apocalipsis 7:2-3. El sello del Dios viviente será colocado únicamente sobre los que tengan un carácter semejante a Cristo. Así como la cera toma la impresión del sello, así el alma debe recibir la impresión del Espíritu de Dios y retener la imagen de Cristo. El sello de la ley de Dios se halla en el cuarto mandamiento. Es el único de los diez que presenta el nombre y el título del Legislador. Lo declara Creador de los cielos y la tierra y de ese modo demuestra su derecho a la reverencia y la adoración. Fuera de este mandamiento no hay nada en el Decálogo que revele por autoridad de quién se da la ley. Los israelitas colocaron una señal de sangre en los dinteles de sus puertas para demostrar que eran la propiedad de Dios. Del mismo modo los hijos de Dios llevarán el signo que Dios ha señalado. Se pondrán en armonía con la santa ley de Dios. Se coloca una marca sobre cada uno del pueblo de Dios tan ciertamente como se colocó una marca sobre las puertas de los hebreos para librar al pueblo de la destrucción general. Dios declara: “Y diles también mis sábados, que fuesen por señal entre mí y ellos”. Ezequiel 20:12 (RVA). Tan pronto como el pueblo de Dios sea sellado en sus frentes—no es un sello o marca que puede verse, sino un asentamiento en la verdad, intelectual y espiritualmente, de modo que no pueden ser movidos—, tan pronto como el pueblo de Dios sea sellado y preparado para el zarandeo, éste vendrá. De hecho, ya ha comenzado; los juicios de Dios ya están sobre la tierra,... para que sepamos lo que se avecina.

Conflicto y Valor


Endurecimiento del corazón, 24 de marzo Éxodo 7-11. https://ift.tt/NyJ1hWD Pero Jehová endureció el corazón de Faraón, y éste no dejó ir a los hijos de Israel. Éxodo 10:20. ¿Cómo endurece el Señor los corazones de los hombres? De la misma manera en que fue endurecido el corazón de Faraón. Dios envió a este rey un mensaje de advertencia y misericordia, pero él se negó a reconocer al Dios del cielo y no quiso obedecer sus mandamientos. Preguntó: “¿Quién es Jehová, para que yo oiga su voz?” El Señor le dio evidencia de su poder realizando señales y milagros delante de él. El gran Yo Soy familiarizó a Faraón con sus obras maravillosas, mostrándole que era el gobernante de cielo y tierra, pero el rey eligió desafiar al Dios del cielo. No consintió en humillar su empecinado corazón ni aun delante del Rey de reyes, para poder recibir la luz; estaba determinado a seguir su propio camino, llevando hasta lo último su rebelión. Eligió hacer su propia voluntad, y puso a un lado el mandato de Dios, y la misma evidencia de que Jehová estaba sobre todos los dioses de las naciones, sobre todos los sabios y magos, sólo sirvió para cegar su mente y endurecer su corazón. Si Faraón hubiera aceptado la evidencia del poder de Dios dada en la primera plaga, se hubiera ahorrado todos los juicios que siguieron. Pero su marcada tozudez pedía aún mayores demostraciones del poder de Dios, y las plagas cayeron una tras otra hasta que finalmente fue llamado a mirar el rostro sin vida de su propio primogénito y de los de su raza, mientras que los hijos de Israel, a quienes él tenía como esclavos, no sufrieron daño de las plagas, ni fueron tocados por el ángel destructor. Dios mostró sobre quiénes descansaba su favor, quiénes constituían su pueblo.—Carta 31, 1891. Cada evidencia adicional del poder de Dios que el monarca egipcio resistía, lo conducía a desafiar a Dios con más fuerza y persistencia... Este caso es una ilustración clara del pecado contra el Espíritu Santo. “Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”. Gradualmente el Señor retiró su Espíritu. Al quitar su poder refrendador, el rey quedó a merced del peor de los tiranos: el yo. The S.D.A. Bible Commentary 1:1100.

A Fin de Conocerle


Guía y amigo, 24 de marzo https://ift.tt/osDlOwA Acuérdate de los tiempos antiguos, considera los años de muchas generaciones; pregunta a tu padre, y él te declarará. Deuteronomio 32:7. La vida es como un viaje. Hay tormentas y luz del sol, pero recordemos que nos estamos acercando al puerto deseado. Pronto estaremos más allá de las tormentas y tempestades. Nuestro deber actual es prestar atención a la voz que dice: “Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón”. Mateo 11:29. Debemos aceptar diariamente esa invitación. El pasado está en el libro donde se anotan todas las cosas. No podemos borrar el registro, pero podemos aprender muchas cosas, si así lo queremos. El pasado debiera enseñarnos sus lecciones. Al convertir al pasado en nuestro guía, también podemos hacerlo nuestro amigo. Al traer a la mente lo que en el pasado nos ha sido desagradable, que nos enseñe a no repetirlo. No se registre nada en el futuro que nos cause remordimiento después... Cada día que vivimos estamos haciendo nuestra historia. Hoy es nuestro, ayer está más allá de nuestra posibilidad de enmendarlo o controlarlo. No apenemos, pues, hoy, al Espíritu de Dios, pues mañana no podremos hacer volver este día; será ayer para nosotros... Jesús tiene abundante ayuda y gracia para todos los que las aprecien. El Señor es nuestro ayudador; con él está el perdón. Solo él puede borrar los pecados del pasado. Puede fortalecer la mente. Si consideramos al pasado no más ya como a nuestro enemigo, sino como a un amigo para que nos amoneste haciéndonos retirar del terreno donde no debemos acercarnos, demostrará ser un amigo verdadero... ¿Nos aferraremos del bien y lo apreciaremos, y rehusaremos el mal? ¿Caminaremos humildemente con Dios?... Tenemos solo un pequeño período en el cual obrar. No debemos educarnos para inquietarnos. Mantened los ojos hacia arriba, fijos en el blanco de nuestra elevada vocación en Cristo Jesús.—Carta 66, 1898.

Entrada destacada

¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374