Reflejemos a Jesús


El pecador arrepentido es aceptado en Cristo, 2 de marzo https://ift.tt/DiVt8be Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios. Hebreos 9:24. Cristo es nuestro sacrificio, nuestro sustituto, nuestra garantía, nuestro intercesor divino; El fue hecho por nosotros justificación, santificación y redención. “Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios”. La intercesión de Cristo en nuestro favor presenta sus méritos divinos al ofrecerse a sí mismo al Padre como nuestro sustituto y garante; pues ascendió a lo alto para expiar nuestras transgresiones... “En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados”. 1 Juan 4:10. “Por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos”. Hebreos 7:25. De estos pasajes resulta claro que no es la voluntad de Dios que usted desconfíe y torture su alma con el temor de que Dios no lo aceptará por ser pecador e indigno... Presente su caso ante El, invocando los méritos de la sangre vertida en la cruz del Calvario en su favor. Satanás lo acusará de ser un gran pecador, y usted tendrá que admitir que lo es, pero puede decir: “Sé que soy un pecador, y por eso necesito un Salvador. Jesús vino al mundo a salvar pecadores. ‘La sangre de Jesucristo nos limpia de todo pecado’... No tengo méritos o bondad con que reclamar la salvación, pero presento delante de Dios la sangre plenamente expiatoria del inmaculado Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Ese es mi único argumento. El nombre de Jesús me da acceso al Padre. Sus oídos y su corazón están atentos a mi más débil súplica, y El satisface mis necesidades más profundas”... La justicia de Cristo hace que el pecador penitente sea aceptable ante Dios y obra su justificación. No importa cuán pecadora haya sido su vida, si cree en Jesús como su Salvador personal, se halla delante de Dios vestido con el manto inmaculado de la justicia imputada de Cristo. El pecador que estaba hace tan poco tiempo muerto en transgresiones y pecado revive por la fe en Cristo. Por fe ve que Jesús es su Salvador, que vive para siempre y que puede salvar hasta lo sumo a todos los que se acercan a Dios por medio de El. En la expiación hecha por El el pecador ve tal anchura, longitud, profundidad y altura de capacidad—ve una salvación tan completa, comprada a un precio tan infinito—, que su alma se llena de alabanza y gratitud.—The Signs of the Times, 4 de julio de 1892.

La Maravillosa Gracia de Dios


Cristo en su trono es sacerdote, 2 de marzo Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Hebreos 4:14. https://ift.tt/VG2fTu7 En el templo celestial, la morada de Dios, su trono está asentado en juicio y en justicia. En el lugar santísimo está su ley, la gran regla de justicia por la cual es probada toda la humanidad. El arca, que contiene las tablas de la ley, está cubierta con el propiciatorio, ante el cual Cristo ofrece su sangre a favor del pecador. Así se representa la unión de la justicia y de la misericordia en el plan de la redención humana... Como sacerdote, Cristo está sentado ahora con el Padre en su trono. En el trono, en compañía del Dios eterno que existe por sí mismo, está Aquel que “ha llevado nuestros padecimientos, y con nuestros dolores... se cargó” (Isaías 53:4), quien fue “tentado en todo punto, así como nosotros, mas sin pecado”. Hebreos 4:15... “Si alguno pecare, abogado tenemos para con el Padre, a saber, a Jesucristo el Justo”. 1 Juan 2:1 (VM). Su intercesión es la de un cuerpo traspasado y quebrantado y de una vida inmaculada. Las manos heridas, el costado abierto, los pies desgarrados, abogan en favor del hombre caído, cuya redención fue comprada a tan infinito precio.—El Conflicto de los Siglos, 467-469. La intercesión de Cristo por el hombre en el santuario celestial es tan esencial para el plan de la salvación como lo fue su muerte en la cruz... De los defectos de carácter se vale Satanás para intentar dominar toda la mente, y sabe muy bien que si se conservan estos defectos, lo logrará. De ahí que trate constantemente de engañar a los discípulos de Cristo con su fatal sofisma de que les es imposible vencer. Pero Jesús aboga en su favor con sus manos heridas, su cuerpo quebrantado, y declara a todos los que quieran seguirle: “Bástate mi gracia”. 2 Corintios 12:9... Nadie considere, pues, sus defectos como incurables. Dios concederá fe y gracia para vencerlos.—Ibid. 543, 544.

La Fe por la Cual Vivo


La ambición acarrea dolor, 2 de marzo La bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella. Proverbios 10:22. https://ift.tt/K8pXasY “Antes de su rebelión era Lucifer en el cielo un excelso y alto ángel inmediato en categoría al amado Hijo de Dios. Su aspecto, lo mismo que el de los demás ángeles, era benigno y denotaba felicidad. Su frente, alta y espaciosa, indicaba poderosa inteligencia. Su figura era perfecta, y su porte noble y majestuoso. De su semblante irradiaba una luz especial, que resplandecía a su alrededor con mayor esplendor y hermosura que en torno de los demás ángeles. Sin embargo, Cristo, el amado Hijo de Dios, tenía la preeminencia sobre todas las huestes angélicas. Era uno con el Padre antes de que fuesen creados los ángeles.... “Lucifer sentía envidia y celos de Jesucristo. Sin embargo, cuando todos los ángeles se inclinaban ante Jesús reconociendo su supremacía, autoridad superior y gobierno justiciero, también se inclinaba Lucifer con ellos; pero su corazón estaba lleno de envidia y odio.”—Testimonios Selectos 2:14. “En el cielo, Lucifer deseó ser el primero en poder y autoridad; quiso ser Dios, tener el dominio del cielo; y con ese fin ganó a muchos ángeles para su bando. Cuando esta hueste rebelde fue echada de los atrios de Dios, la obra de la rebelión y del egoísmo continuó en la tierra. Tentando a nuestros primeros padres para que se entregasen a la complacencia propia y la ambición, Satanás consiguió su caída; y desde entonces hasta el momento presente, la satisfacción de las ambiciones humanas y de las esperanzas y deseos egoístas, han reportado ruina a la humanidad.”—Consejos para los Maestros Padres y Alumnos acerca de la Educación Cristiana, 29. “El que procura glorificarse a sí mismo, se encontrará destituido de la gracia de Dios.”—La Historia de Profetas y Reyes, 43.

Dios nos Cuida


Preparación para el día santo, 2 de marzo Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Éxodo 20:8. https://ift.tt/1VFTMDE Al mismo comienzo del cuarto mandamiento el Señor dijo: “Acuérdate”. El sabía que en medio de la multitud de cuidados y perplejidades el hombre se vería tentado a excusarse de satisfacer todo lo requerido por la ley, o se olvidaría de su importancia sagrada. Por lo tanto dijo: “Acuérdate del día de reposo para santificarlo”. Cuando el sábado es así recordado, no se permitirá que lo temporal usurpe lo que pertenece a lo espiritual. Ningún deber que pertenece a los seis días hábiles será dejado para el sábado. Durante la semana nuestras energías no serán agotadas de tal manera en el trabajo temporal que, en el día en que el Señor descansó y fue refrigerado, estemos demasiado cansados para dedicarnos a su servicio... Termínense el viernes los preparativos para el sábado. Cuidad de que toda la ropa esté lista y que se haya cocinado todo lo que debe cocinarse... El sábado no ha de destinarse a reparar ropas, a cocinar alimentos, a los placeres o a ningún otro empleo mundanal. Antes de que se ponga el sol debe ponerse a un lado todo trabajo secular y todos los periódicos de ese carácter deben ser puestos fuera de la vista. Padres, expliquen su trabajo y su propósito a sus hijos, y permitan que ellos compartan en su preparación para guardar el sábado conforme al mandamiento. Hay otra obra que debe recibir atención en el día de la preparación. En este día todas las diferencias entre los hermanos, sean en la familia o en la iglesia, deberán dejarse a un lado. Expulsemos del alma toda amargura, furia o malicia. En un espíritu de humildad, “confesad vuestras faltas los unos a los otros y orad los unos por los otros”. Antes de la puesta del sol congréguense los miembros de la familia para leer la Palabra de Dios y para cantar y orar. Debemos cuidar celosamente las extremidades del sábado. Recordemos que cada momento es tiempo santo y consagrado.

Conflicto y Valor


Un asunto de vida o muerte, 2 de marzo Génesis 32. https://ift.tt/hw38Ftr Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices. Génesis 32:26. En la crisis suprema de su vida, se apartó para orar. Le dominaba un solo propósito: buscar la transformación de su carácter.—El Discurso Maestro de Jesucristo, 117. Era una región solitaria y montañosa, madriguera de fieras y escondite de salteadores y asesinos. Jacob, solo e indefenso, se inclinó a tierra profundamente acongojado... Con vehementes exclamaciones y lágrimas oró delante de Dios. De pronto sintió una mano fuerte sobre él. Creyó que un enemigo atentaba contra su vida, y trató de librarse de las manos de su agresor. En las tinieblas los dos lucharon por predominar. No se pronunció una sola palabra., pero Jacob desplegó todas sus energías y ni un momento cejó en sus esfuerzos. Mientras así luchaba por su vida, el sentimiento de su culpa pesaba sobre su alma; sus pecados surgieron ante él, para alejarlo de Dios. Pero en su terrible aflicción recordaba las promesas del Señor, y su corazón exhalaba súplicas de misericordia. La lucha duró hasta poco antes del amanecer, cuando el desconocido tocó el muslo de Jacob, dejándolo incapacitado en el acto. Entonces reconoció el patriarca el carácter de su adversario. Comprendió que había luchado con un mensajero celestial, y por eso sus esfuerzos casi sobrehumanos no habían obtenido la victoria. Era Cristo, “el Ángel del pacto”, el que se había revelado a Jacob. El patriarca estaba imposibilitado y sufría el dolor más agudo, pero no aflojó su asidero... El Ángel trató de librarse de él y le exhortó: “Déjame, que raya el alba”; pero Jacob contestó: “No te dejaré si no me bendices”. Si ésta hubiese sido una confianza jactanciosa y presumida, Jacob habría sido aniquilado en el acto; pero tenía la seguridad del que confiesa su propia indignidad, y sin embargo confía en la fidelidad del Dios que cumple su pacto.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 196, 197. Por medio de la entrega del yo y la fe imperturbable, Jacob ganó aquello por lo cual había luchado en vano con sus propias fuerzas. El Discurso Maestro de Jesucristo, 117, 118.

Cada Día con Dios


Provocaos al amor, 2 de marzo https://ift.tt/VnrhQd2 Yo dije: Atenderé a mis caminos, para no pecar con mi lengua; guardaré mi boca con freno, en tanto que el impío esté delante de mí. Salmos 39:1. Hijos míos: Velen en oración, y sean cada vez más cuidadosos con respecto a sus palabras y su conducta. “Velad y orad para que no entréis en tentación”. Es poco prudente concederle al enemigo la más mínima ventaja. Hijo mío: Sé caballeroso, y tu influencia sobre tus colaboradores será mayor. Nunca hables imprudentemente. El respeto propio debe impedirte caer en el enojo. Si nos respetamos a nosotros mismos al llevar el yugo de Cristo, decuplicaremos nuestra influencia. La naturaleza humana seguirá siendo la misma, pero puede ser elevada y ennoblecida mediante su unión con la naturaleza divina. Al participar de la naturaleza divina los hombres y mujeres escapan a la corrupción que está en el mundo debido a la concupiscencia. La verdad debe ser practicada para que sea un poder en el mundo. Cuando la verdad mora en el corazón, la experiencia diaria es una revelación del poder dominante de la gracia de Cristo. Nunca mantengan la verdad en el atrio exterior. El Espíritu Santo debe estamparla en el alma... Reverencien a Dios y a su posición adquirida. Cuiden sus modales, porque son representantes de Cristo. Controlen diligentemente sus palabras y trabajen con fervor para que los pecadores se convenzan y se conviertan. Mantengan el corazón en comunión con Dios por medio de la oración. Cuando se les dirijan palabras duras, que no se ajusten a la verdad, no pierdan el dominio propio. Recuerden que “la blanda respuesta quita la ira” (Proverbios 15:1), que el que se domina a sí mismo es mayor que el que toma una ciudad. El verdadero cristiano es caballero. Los que están llenos de amor propio piensan que tienen el privilegio de decir algunas cosas que mejor sería no mencionar. Menos palabras y acciones más amables les ayudarían a ejercer una influencia mejor. Dios afirma: “Porque por tus palabras serás condenado”. Mateo 12:37. Todas nuestras palabras y acciones, buenas y malas, son examinadas por Dios. ¡Qué solemne pensamiento! La Palabra de Dios nos pide que no nos provoquemos a ira los unos a los otros. Pero hay una provocación que se justifica. Pablo escribe:... “Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras”. Hebreos 10:24.—Carta 38, del 2 de marzo de 1903, dirigida a Edson y Ema White.

Alza tus Ojos


Mezclar la fe con el oir, 2 de marzo https://ift.tt/FqwyQjc Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no le aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron. Hebreos 4:2. La vida es un legado sagrado... Cristo nos ha dado este tiempo presente para prepararnos para el hogar celestial. La decisión que el Juez de todos tome en cada caso, estará exactamente de acuerdo con la vida que el instrumento humano haya vivido durante el tiempo de prueba que se le concendió. Necesitamos comprender la necesidad de ejercer una fe que sea aceptable a Dios: la fe que obra por el amor y purifica el alma. Sin fe es imposible escuchar la Palabra en forma tal que sea de provecho, aun cuando se la presente de la manera más impresionante... A menos que mezclemos la fe con el oír la Palabra, a menos que recibamos las verdades que escuchamos como un mensaje proveniente del Cielo para ser cuidadosamente estudiado, para ser ingerido por el alma y asimilado en la vida espiritual, perderemos las impresiones que hizo el Espíritu de Dios. No comprendemos por experiencia lo que significa hallar descanso por la aceptación de la divina seguridad de la Palabra. No se puede exagerar la importancia del estudio de la Palabra. Sus promesas son grandes y llenas de riqueza. En ningún caso debiéramos dejar de asegurarnos el tesoro celestial. Cristo es nuestra única seguridad. No podemos confiar en el razonamiento humano. El mundo está lleno de hombres y mujeres que abrazan teorías engañosas, es peligroso escucharlos... La religión de Jesucristo obra una reforma en la vida y el carácter. El verdadero cristiano busca constantemente la gracia que cambia los rasgos objetables del carácter natural. En vez de hablar palabras cortantes y dictatoriales, habla las palabras de ánimo que Cristo hablaría si estuviera en su lugar. Muestra benevolencia hacia todos, y no solamente a los pocos que alaban y exaltan su sabiduría. La pureza y santidad que se revelaron en la vida de Cristo irradian de la vida del verdadero cristiano. Los cristianos han de ser portadores de luz en el mundo, que brillen en medio de las tinieblas del pecado y el crimen. En el reino de este mundo deben enfrentar constantemente los principados y poderes que eligen a Satanás como su jefe. Son hijos de Dios los que reciben a Cristo y siguen su ejemplo al llevar la cruz y negarse a sí mismos. “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dió potestad de ser hechos hijos de Dios”. Juan 1:12. Ellos son los vencedores en la batalla de la vida, porque se han revestido del nuevo hombre “el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno”. Colosenses 3:10.—Manuscrito 30, del 2 de marzo de 1902, “La semejanza a Cristo en el trato comercial”.

A Fin de Conocerle


“Herido por nuestras rebeliones”, 2 de marzo https://ift.tt/EYrgI3D Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Isaías 53:4, 5. El sincero cristiano puede ciertamente apenarse al ver la desolación que ha efectuado el pecado; pero solo en un sentido limitado puede comprender el ser humano la tristeza de Cristo al contemplar el pecado tal como existe... Desde la luz de su excelsa pureza, el Redentor del mundo pudo ver que los males que sufre la familia humana fueron provocados por las transgresiones de la ley de Dios. Pudo rastrear hasta su origen todo motivo de sufrimiento. Leyó la triste y terrible historia del último fin de los pecadores no arrepentidos. Sabía que solo él podía rescatarlos del abismo en que habían caído. Solo él podía colocar sus pies en el sendero correcto. Solo su perfección podía suplir la imperfección de ellos. Solo él podía cubrir su desnudez con su propio manto de justicia inmaculada. Cristo quería salvar a todos. No podía soportar que se perdiera uno solo. ¡Oh, si la familia humana tan solo pudiera ver los resultados del pecado en la transgresión, violencia y crimen que existen en el mundo! ¡Si pudiera ver la transformación de los hombres de la imagen de Dios a la semejanza de Satanás!... Al venir al mundo en forma humana, al convertirse en súbdito a la ley, al revelar al hombre que él llevó sus enfermedades, sus dolores, su culpabilidad, Cristo no se convirtió en pecador... No se encontró en él una sola mancha de pecado... Estuvo delante del mundo como el inmaculado Cordero de Dios. Cuando lo rodeaba la humanidad doliente, él, que estaba en la salud de la perfecta virilidad, fue como uno afligido con ellos. Esto era esencial para que pudiera expresar su perfecto amor por la humanidad.—Manuscrito 18, 1898.

¡Maranata: El Senor Viene!


Remedio para la enfermedad del pecado, 2 de marzo https://ift.tt/gQ3L0rN Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente. Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite. Isaías 1:5, 6. Hay un remedio para el alma enferma de pecado. Ese remedio está en Jesús. ¡Precioso Salvador! Su gracia basta para los más débiles; y los más fuertes deben recibir también su gracia o perecer. Vi cómo se puede obtener esta gracia. Id a vuestra cámara, y allí a solas, suplicad a Dios: “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. Salmos 51:10. Tened fervor y sinceridad... Como Jacob, luchad en oración. Agonizad. En el huerto Jesús sudó grandes gotas de sangre; pero habéis de hacer un esfuerzo... No permita Dios que yo deje de amonestaros. Jóvenes amigos, buscad al Señor de todo corazón. Acudid a él con celo, y cuando sintáis sinceramente que sin la ayuda de Dios habríais de perecer, cuando le anheléis a él como el ciervo anhela las corrientes de agua, entonces el Señor os fortalecerá prestamente. Entonces vuestra paz sobrepujará todo entendimiento. Si esperáis la salvación, debéis orar. Tomad tiempo para ello. No os apresuréis ni seáis negligentes en vuestras oraciones. Rogad a Dios que obre en vosotros una reforma cabal, para que los frutos de su Espíritu moren en vosotros y permanezcáis como luminarias en el mundo. No seáis un estorbo ni una maldición. ¿Os dice Satanás que no podéis disfrutar de la salvación, plena y gratuitamente? No le creáis. Vi que es privilegio de todo cristiano gozar de las profundas emociones del Espíritu de Dios. Una paz dulce y celestial invadirá la mente y os deleitaréis en meditar en Dios y en el cielo. Os regocijarán las gloriosas promesas de su Palabra... Si los que profesan ser cristianos aman más a Jesús que al mundo, se deleitarán al hablar de él como de su mejor amigo, en quien concentran los más caros afectos. El acudió en su auxilio cuando ellos se sintieron perdidos y a punto de perecer. Cuando estaban cansados y agobiados por el pecado, se volvieron hacia él. El quitó su carga de la culpabilidad del pecado... y desvió toda la corriente de sus afectos. Aborrecen ahora las cosas que una vez amaron, y aman las cosas que aborrecían.4Joyas de los Testimonios 1:51-53.

Entrada destacada

¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374