Adventech


Comentarios Elena G.W https://ift.tt/3KAjzdD Dios dio a los hombres el recordativo de su poder creador, a fin de que lo vieran en las obras de sus manos. El sábado nos invita a contemplar la gloria del Creador en sus obras creadas. Y a causa de que Jesús quería que lo hiciéramos, relacionó sus preciosas lecciones con la hermosura de las cosas naturales. En el santo día de descanso, más especialmente que en todos los demás días, debemos estudiar los mensajes que Dios nos ha escrito en la naturaleza. Debemos estudiar las parábolas del Salvador allí donde las pronunciara, en los prados y arboledas, bajo el cielo abierto, entre la hierba y las flores. Cuando nos acercamos íntimamente al corazón de la naturaleza, Cristo hace que su presencia sea real para nosotros, y habla a nuestros corazones de su paz y amor (Palabras de vida del gran Maestro, pp. 14, 15). El sábado fue santificado en ocasión de la creación. Tal cual fue ordenado para el hombre, tuvo su origen cuando “las estrellas todas del alba alababan, y se regocijaban todos los hijos de Dios”. La paz reinaba sobre el mundo entero, porque la tierra estaba en armonía con el cielo. “Vió Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera;” y reposó en el gozo de su obra terminada. Génesis 1:31. Por haber reposado en sábado, “bendijo Dios el día séptimo y santificólo”, es decir, que lo puso aparte para un uso santo. Lo dio a Adán como día de descanso. Era un monumento recordativo de la obra de la creación, y así una señal del poder de Dios y de su amor. Las Escrituras dicen: “Hizo memorables sus maravillas”. “Las cosas invisibles de él, su eterna potencia y divinidad, se echan de ver desde la creación del mundo, siendo entendidas por las cosas que son hechas”. Génesis 2:3; Salmo 111:4; Romanos 1:20… A todos los que reciban el sábado como señal del poder creador y redentor de Cristo, les resultará una delicia. Viendo a Cristo en él, se deleitan en él. El sábado les indica las obras de la creación como evidencia de su gran poder redentor (El Deseado de todas las gentes, pp. 248, 255). [En] el reino de Dios, [los redimidos discernirán] constantemente nuevas profundidades en el plan de salvación. Todos los santos redimidos verán y apreciarán como nunca antes el amor del Padre y del Hijo, y las lenguas inmortales entonarán cantos de alabanza. Él nos ama, y dio su vida por nosotros. Cantaremos a las riquezas del amor redentor con nuestros cuerpos glorificados, con nuestras facultades acrecentadas, con nuestros corazones puros y con nuestros labios incontaminados. En el cielo no habrá dolientes; no habrá escépticos que convencer de la realidad de las cosas eternas; no habrá prejuicios para desarraigar, sino que todo estará sometido a ese amor que sobrepuja todo entendimiento. Hay un reposo para el pueblo de Dios, gracias al Señor, donde Jesús conducirá a los redimidos a los verdes prados, junto a las aguas vivas que alegran la ciudad de Dios. Entonces será respondida la oración de Jesús a su Padre: “Aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo”. Juan 17:24 (Maranata, pp. 328, 329).

Ser Semejante a Jesús


Mirar a Jesús en oración, 22 de enero https://ift.tt/3nLJi99 Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado. Juan 3:14. Por todo el campamento de Israel había dolientes y moribundos que habían sido picados por el aguijón mortal de las serpientes. Pero Jesucristo habló desde la columna de nube y dio instrucciones por medio de las cuales el pueblo podía ser sanado. Se hizo la promesa de que cualquiera que mirase a la serpiente de bronce, viviría; y se cumplió la promesa en los que la miraban. Pero si alguno decía: “¿Qué bien me hará mirar? Moriré ciertamente bajo el aguijón mortal de la serpiente”; si continuaban hablando de su herida mortal y declaraban que su caso era desesperado y no llevaban a cabo ese sencillo acto de obediencia, morirían. Pero cada uno que la miraba, vivía... Ahora nuestra atención se dirige al gran Médico: “He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”. Juan 1:29. Igualmente, mientras miremos nuestros pecados y hablemos de ellos, y deploremos nuestra miserable condición, permanecerán nuestras heridas y podridas llagas. Nuestra alma encuentra esperanza y paz cuando quitamos la vista de nosotros mismos y la fijamos sobre el Salvador levantado. El Señor nos habla por su Palabra y nos ordena: “Miren y vivan”. “El que recibe su testimonio, éste atestigua que Dios es veraz. Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por medida. El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano. El que cree en el Hijo, tiene vida eterna”. Juan 3:33-36. Hay razones por las que deberíamos animarnos a esperar la salvación de nuestra alma. En Jesucristo se hizo toda la provisión para nuestra salvación. No importa cuáles hayan sido nuestros pecados y defectos, hay un manantial abierto en la casa de David para la purificación del pecado y la inmundicia. Zacarías 13:1. “Venid luego, dirá Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la gana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana”. Isaías 1:18. Esta es la palabra del Señor. ¿La aceptaremos? ¿Creeremos en él?—The Signs of the Times, 2 de abril de 1894.

Reflejemos a Jesús


Cristo es la verdad, 22 de enero https://ift.tt/3FTvXlm Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Juan 14:6. Cristo es la verdad. Sus palabras son verdad, y tienen un significado más profundo del que aparentan tener en la superficie. Todos los dichos de Cristo tienen un significado que sobrepuja su modesta apariencia. Las mentes avivadas por el Espíritu Santo discernirán el valor de esos dichos. Hallarán las preciosas gemas de verdad, aun cuando sean tesoros escondidos. Las teorías y especulaciones humanas nunca conducirán a una comprensión de la Palabra de Dios. Aquellos que suponen que entienden de filosofía piensan que sus explicaciones son necesarias para abrir los tesoros del conocimiento e impedir que las herejías se introduzcan en la iglesia. Pero son estas explicaciones las que han introducido falsas teorías y herejías. Los hombres han hecho esfuerzos desesperados por explicar lo que ellos pensaban que eran textos intrincados; pero demasiado a menudo sus esfuerzos no han hecho sino oscurecer aquello que trataban de explicar. Los sacerdotes y los fariseos pensaban estar haciendo grandes cosas como maestros, colocando sus propias interpretaciones por sobre la Palabra de Dios; pero Cristo dijo de ellos: “Ignoráis las Escrituras, y el poder de Dios”Marcos 12:24. Los declaró culpables de enseñar “como doctrinas mandamientos de hombres”Marcos 7:7. Aunque ellos eran los maestros de los oráculos divinos, aunque se suponía que entendían la Palabra, no eran hacedores de la misma. Satanás había cegado sus ojos, de tal manera que no viesen su verdadera importancia. Esta es la obra que muchos hacen en nuestra época. Muchas iglesias son culpables de este pecado. Hay peligro, gran peligro de que los presuntos sabios de nuestra época repitan lo que hicieron los maestros judíos. Interpretan falsamente los oráculos divinos, y las almas quedan sumidas en la perplejidad y las tinieblas a causa de su errónea concepción de la verdad. Las Escrituras no necesitan ser leídas a la luz empañada de la tradición o la especulación humana. El explicar las Escrituras por la especulación o la imaginación del hombre es como tratar de alumbrar el sol con una antorcha. La santa Palabra de Dios no necesita de la débil luz de la antorcha de la tierra para que sus glorias sean visibles. Es luz en sí misma: la gloria de Dios revelada; y fuera de ella toda otra luz es empañada.—Palabras de Vida del Gran Maestro, 81, 82. Es la verdad... la que todos necesitamos, la verdad que obra por amor y purifica el alma.—Alza tus Ojos, 291.

Recibiréis Poder


El espíritu nos visita, 22 de enero https://ift.tt/3AwWxA0 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa. Efesios 1:13. Mediante la profunda acción del Espíritu de Dios me fue mostrado el ministerio de visitación del Espíritu Santo. Me alertó acerca de los peligros a que se verán expuestos los creyentes. Habrán de encarar los más fieros asaltos del enemigo, quien los presionará con tentaciones destinadas a neutralizar la obra del Espíritu de Dios. Su propósito es impedir que las importantes verdades presentadas por el Espíritu Santo purifiquen y santifiquen a los que recibieron la luz celestial, y para que Cristo no pueda ser glorificado en ellos. La oportunidad de contar con una mayor luz celestial, pero ésta no es apreciada como sagrada y ni se le permite actuar, producirá oscuridad espiritual. Además, si el creyente no valora las impresiones hechas por el Espíritu de Dios, desaparecerá de la mente el terreno santo que ocupaba. Los que estén dispuestos a realizar avances en su conocimiento espiritual, deben permanecer junto a la fuente de Dios para beber una y otra vez del pozo de la salvación que les ha sido abierto gratuitamente. Nunca deben abandonar este manantial que refresca, para que su corazón, pletórico de gratitud y amor, sea un exponente de la bondad y de la compasión de Dios. Continuamente deben beber del líquido vital... “Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis”. Juan 6:36. En el caso de muchos, esto se ha cumplido literalmente. A pesar de que el Señor les ha dado a conocer la verdad, les ha mostrado su carácter misericordioso y los ha iluminado, se vuelven incrédulos y no les importa todas esas manifestaciones de compasión y amor. Percibieron la profunda obra del Espíritu de Dios; sin embargo, cuando fueron objetos de las tentaciones insidiosas de Satanás, que generalmente ataca después de un período de reavivamiento, no resistieron la prueba hasta la muerte. Por no compartir la luz que recibieron, pudiendo haber estado en terreno ventajoso, fueron aplastados por el enemigo. Deberían haber obrado y procedido en armonía con las sagradas revelaciones del Espíritu Santo, pero, al no hacerlo, sufrieron gran pérdida.—The Review and Herald, 30 de enero de 1894.

Nuestra Elevada Vocacion


Nunca ausentes de la mente de Dios, 22 de enero https://ift.tt/3G5GmuJ Echando toda vuestra solicitud en él, porque él tiene cuidado de vosotros. 1 Pedro 5:7. Cristo nos pide que contemplemos las obras de sus manos para ampliar nuestra visión de la bondad de Dios. El nos dice: “Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni allegan en alfolíes; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros mucho mejores que ellas?”. Mateo 6:26. Aunque los hombres y las mujeres han pecado lastimosamente, no han sido olvidados. La mano que sostiene el mundo, sostiene y fortalece al más débil de sus hijos. El gran Artista Maestro, cuya habilidad está infinitamente por encima de la habilidad de cualquier ser humano, que le da al lirio del campo sus delicados y hermosos tonos, cuida al pequeño gorrión. Ninguno cae a tierra sin que él lo advierta. Si a la flor se le da una belleza que sobrepasa la gloria de Salomón, ¿cuál puede ser la medida de la estima en que Dios coloca a su herencia adquirida? Cristo nos señala el cuidado que tiene con las cosas que mueren en un día para mostrarnos cuánto amor debe tener Dios por los seres creados a su propia imagen. ... El abre delante de nosotros el volumen de la providencia y nos pide que contemplemos los nombres escritos en él. En este volumen cada ser humano tiene una página, en la cual están escritos los acontecimientos de la historia de su vida. Y estos nombres nunca están ausentes, ni por un momento, de la mente de Dios. Realmente es admirable el amor y el cuidado que Dios tiene por los seres que ha creado. ... Para salvar a las almas de los seres humanos que perecían, él presentó un don de tanta magnitud que nunca pudiera decirse que Dios habría podido realizar una donación mayor para la familia humana. Su don desafía todo cálculo. Dios hizo todo esto para que el hombre se impregnara con el amor y la benevolencia divinos. Así les aseguraría a los pecadores que los pecados de la mayor magnitud pueden ser perdonados, si el transgresor busca el perdón, y se entrega a sí mismo en cuerpo, en alma y en espíritu, para ser transformado por la gracia de Dios, y cambiado a su semejanza. Dios ha derramado todo el tesoro del cielo en bien del hombre, y en cambio espera y pide todos nuestros afectos.—Carta 79, 1900, pp. 8-11.

La Maravillosa Gracia de Dios


El cinturón de la verdad, 22 de enero https://ift.tt/3tQRt8j Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad. Efesios 6:14. Fuera de la verdad no hay absolutamente ninguna salvaguardia contra el mal. Ningún hombre en cuyo corazón no more la verdad puede permanecer firme en favor de la justicia. Sólo hay un poder capaz de hacernos y mantenernos inconmovibles: el poder de Dios que se nos imparte mediante la gracia de Cristo.—In Heavenly Places, 179. Y en la iglesia son muchos los que se figuran comprender lo que creen, y no se percatarán de su propia debilidad mientras no se levante una controversia. Cuando estén separados de los que sostienen la misma fe, y estén obligados a destacarse solos para explicar su creencia, se sorprenderán al ver cuán confusas son sus ideas de lo que habían aceptado como verdad... El Señor invita a todos los que creen su Palabra a que despierten. Ha llegado una luz preciosa, apropiada para este tiempo. Es la verdad bíblica, que muestra los peligros que están por sobrecogernos. Esta luz debe inducirnos a un estudio diligente de las Escrituras, y a un examen muy crítico de las creencias que sostenemos... Los creyentes no han de confiar en suposiciones e ideas mal definidas de lo que constituye la verdad. Su fe debe estar firmemente basada en la Palabra de Dios, de manera que cuando llegue el tiempo de prueba, y sean llevados ante concilios para responder por su fe, puedan dar razón de la esperanza que hay en ellos, con mansedumbre y temor... Las enseñanzas erróneas de la teología popular han hecho miles y miles de escépticos e incrédulos. Hay errores e inconsecuencias que muchos denuncian como enseñanza de la Biblia, que son realmente interpretaciones falsas de la Escritura. . . En vez de criticar la Biblia, tratemos, por nuestros preceptos y ejemplo, de presentar al mundo sus verdades sagradas y vivificadoras, a fin de que podamos anunciar “las virtudes de aquel que os ha llamado de las tinieblas a la luz admirable”. 1 Pedro 2:9.—Joyas de los Testimonios 2:312-316. La verdad permanece firmemente establecida en la Roca eterna: un fundamento que la tormenta no puede conmover... No arriéis el estandarte de la verdad.—Testimonies for the Church 8:162.

La Fe por la Cual Vivo


Dios mantiene la naturaleza, 22 de enero https://ift.tt/341lKpL Y él es antes de todas las cosas, y por él todas las cosas subsisten. Colosenses 1:17. “En lo que respecta a esta tierra, las Escrituras declaran que la obra de la creación ha sido terminada. ‘Las obras fueron acabadas desde la fundación del mundo.’ Pero el poder de Dios está aún en acción para sostener los objetos de su creación.... Cada respiración, cada latido del corazón es una evidencia del cuidado de Aquel en quien vivimos, nos movemos, y somos.”—La Educación, 126, 127. “La producción abundante de la tierra y el movimiento que efectúa año tras año alrededor del sol, no se deben a su energía inherente. Una mano invisible guía a los planetas en el recorrido de sus órbitas celestes.”—Ibid. 95. “Muchos enseñan que la materia posee poderes vitales ... y que las operaciones de la naturaleza se llevan a cabo en conformidad con leyes fijas en las cuales Dios mismo no puede intervenir. Esta es una ciencia falsa y no está respaldada por la Palabra de Dios. La naturaleza es la sierva de su Creador. Dios no anula sus leyes ni tampoco obra contrariándolas: las usa continuamente como sus instrumentos.”—Historia de los Patriarcas y Profetas, 106. “Existe en la naturaleza la acción del Padre y del Hijo. Cristo dice: ‘mi Padre hasta ahora obra y yo obro’”. Juan 5:17.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 107. “La mano que sostiene los mundos en el espacio, la mano que mantiene en su disposición ordenada y actividad incansable todas las cosas en el universo de Dios, es la mano que fue clavada a la cruz por nosotros.”—La Educación, 128.

Hijos e Hijas de Dios


Guiados por el espíritu, 22 de enero https://ift.tt/3tMHuAN Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Romanos 8:14. El Espíritu Santo es una persona, porque da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios. Cuando se recibe este testimonio, trae consigo su propia evidencia. En tales momentos creemos y estamos seguros de que somos hijos de Dios.—El Evangelismo, 616. El Señor tiene plenitud de gracia para derramarla sobre los que recibirán los dones celestiales. El Espíritu Santo pondrá las capacidades confiadas por Dios al servicio de Cristo, y modelará al instrumento humano de acuerdo con el Modelo divino, en la proporción en que éste desee fervientemente esa transformación.—The Youth’s Instructor, 5 de julio de 1894. Los que consientan en ser guiados por el Espíritu de Dios, serán iluminados y santificados. Discernirán lo odioso del pecado y la belleza de la santidad. Considerarán un gran honor ser llamados hijos de Dios, debido a que saben que son totalmente llamados indignos de relacionarse con Cristo, el Hijo unigénito del Padre. Cristo tomó sobre sí nuestra naturaleza, para poder relacionarnos con él mismo. Sufrió en la carne... para poder llevar muchos hijos e hijas a Dios.—The Youth’s Instructor, 8 de diciembre de 1892. Es el Espíritu el que hace resplandecer en las mentes entenebrecidas los brillantes rayos del Sol de justicia; el que hace arder el corazón de los hombres dentro de sí mismos con la recién despertada comprensión de las verdades de la eternidad; el que presenta a la mente la gran norma de justicia, y convence de pecado; el que inspira fe en el Unico que puede salvar del pecado.—Obreros Evangélicos, 303, 304.

Exaltad a Jesús


Representa al padre, 22 de enero https://ift.tt/3uxuwVI Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste. Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos. Juan 17:25-26. Cristo vino al mundo para representar al Padre delante de los hombres; porque Satanás lo había presentado ante el mundo en una luz falsa. Puesto que Dios es un Dios de justicia, de terrible majestad, que tiene poder para destruir al ser humano como para preservarlo, Satanás indujo a la gente a considerarlo con temor, y a verlo como si fuera un tirano. Antes de la creación del hombre, Jesús había estado con el Padre desde las edades eternas, y vino al mundo para revelar al Padre, declarando: “Dios es amor”. Jesús representó a Dios como un Padre bondadoso que tiene cuidado de los súbditos de su reino. Declaró que ni siquiera un gorrión cae al suelo sin que el Padre lo note, y que ante su vista los seres humanos son de mucho más valor que todos los gorriones; que los mismos cabellos de sus cabezas están contados. Tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo, el Señor está representado no sólo como un Dios justo sino también como un Padre de amor infinito. El salmista declara: “Jehová es el que hace justicia y derecho a todos los que padecen violencia... Misericordioso y clemente es Jehová; lento para la ira, y grande en misericordia... No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le temen. Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones... Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, y su justicia sobre los hijos de los hijos”. Salmos 103:6, 8, 10-12, 17... Satanás disfrazó el carácter del Padre con sus propios atributos, pero Cristo lo representó con su verdadero carácter de benevolencia y amor. La forma como Cristo lo representó ante el mundo fue como si se le concediera un nuevo don al ser humano... El hijo de Dios declaró en términos inequívocos que el mundo se encontraba destituido del conocimiento de Dios; pero este conocimiento era del más elevado valor, y constituía su propio regalo particular, el inestimable tesoro que él trajo a este mundo. Al ejercer su prerrogativa soberana les impartió a sus discípulos el conocimiento del carácter divino, con el fin de que ellos se lo comunicaran al mundo... Toda persona que cree los mensajes de Dios debe exaltar a Jesús, dirigir a los hombres hacia Cristo y decir: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”. Juan 1:29... El alma imbuida con el amor de Cristo es una con él; tiene comunión con Cristo, Cristo se forma en su interior, la esperanza de gloria, y el cristiano avanza para representar al Padre y al Hijo delante del mundo.—The Signs of the Times, 27 de junio de 1892.

En los Lugares Celestiales


En las manos del alfarero, 22 de enero https://ift.tt/3KsKRCK Ahora pues, Jehová, tú eres nuestro padre; nosotros barro, y tú el que nos formaste; así que obra de tus manos somos todos nosotros. Isaías 64:8. En su Palabra, Dios se compara a sí mismo con un alfarero y a su pueblo con barro. La obra de él es la de modelarnos y formarnos a su semejanza. La lección que debemos aprender es una lección de sumisión. No ha de resaltar el yo. Si se da la debida atención a la instrucción divina, si el yo se somete a la voluntad divina, la mano del Alfarero producirá un vaso simétrico.—The S.D.A. Bible Commentary 4:1154. La excelencia de una genuina relación con Cristo proviene de la obediencia a las palabras: “Tomad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí ...” El obrero que ha experimentado esto tiene un intenso anhelo de conocer la plenitud del amor que sobrepuja todo conocimiento. Constantemente aumenta su capacidad para disfrutar del amor de Dios. Aprendiendo diariamente en la escuela de Cristo, tiene una capacidad que constantemente aumenta para captar el significado de las sublimes verdades que son tan abarcantes como la eternidad... Comprende que él es un material con el cual está obrando Dios y que debe ser pasivo en las manos del Maestro... Si busca al Señor con humildad y confianza, cada prueba resultará para su bien. A veces le parecerá que fracasa, pero su supuesto fracaso para alcanzar el lugar donde esperaba estar puede ser el camino de Dios para hacerle avanzar. Piensa que ha fracasado, pero su supuesto fracaso significa un mejor conocimiento de sí mismo y una confianza más firme en Dios... Quizá cometa errores, pero aprende a no repetir esos errores... El Señor desea que seamos mansos, humildes y contritos, y que sin embargo estemos llenos con la seguridad que proviene de un conocimiento de la voluntad de Dios. “No nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio... Quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia”.—Manuscrito 121, 1902.

El Cristo Triunfante


Dios advirtió a Satanás, 22 de enero https://ift.tt/3fMn5Un “Y pondré enemistad entre ti y la mujer”. Génesis 3:15. Hay una contienda entre las fuerzas del bien y las del mal, entre los ángeles leales y los infieles. Cristo y Satanás no concuerdan y jamás podrán hacerlo. En cada época la verdadera iglesia de Dios ha librado una lucha contra las agencias del mal. Y esta pugna, entre los ángeles malignos y las personas malvadas, por un lado, contra los ángeles del cielo y los verdaderos creyentes, por el otro; ha de continuar hasta el fin del conflicto. Esta violenta batalla incrementará su fiereza a medida que se acerque el fin. A los que se han unido a los agentes satánicos, el Señor los ha designado como hijos de las tinieblas. No existe, ni podrá existir, enemistad natural entre los ángeles caídos y los seres humanos caídos. Ambos son malvados. Por causa de la apostasía ambos abrigan malos sentimientos. Los ángeles malvados y los impíos se han asociado en una confederación desesperada en contra del bien. Satanás sabía que si podía inducir a la raza humana a unirse con él y su rebelión, como lo había hecho con los ángeles, conformaría una poderosa fuerza con la cual podría llevar adelante su rebelión. En medio de las huestes del mal reina la irritación y las rencillas, sin embargo, todos están firmemente aliados en la lucha contra el cielo. El objetivo común es menospreciar a Dios, y su gran número los induce a abrigar la esperanza de que serán capaces de destronar al Dios Omnipotente. Cuando Adán y Eva fueron puestos en el jardín del Edén, eran inocentes y puros y estaban en perfecta armonía con el Creador. En la naturaleza de sus corazones no había la menor sombra de enemistad. Pero cuando cayeron en transgresión perdieron su pureza. Llegaron a ser malvados porque se colocaron del lado del enemigo caído e hicieron lo que Dios específicamente les ordenó que no hicieran. Y si Dios no hubiera intervenido la raza humana caída habría establecido una firme alianza con Satanás en abierta enemistad con el cielo. Pero cuando el Señor dijo: “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar”, Satanás supo que aunque había tenido éxito al hacer pecar a los seres humanos, aunque los había conducido a creer en su mentira y cuestionar a Dios, aunque había logrado depravar la naturaleza humana, algún arreglo se había hecho por el cual los seres que habían caído alcanzarían una posición ventajosa y su naturaleza recuperaría la piedad. Comprendió que sus propias acciones al tentarlos se volverían contra él y que sería colocado en una posición desde la cual jamás llegaría a ser un vencedor. Al decir, “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya”, Dios se comprometió a implantar en los seres humanos un nuevo principio, el odio por el pecado, el engaño, la vanidad y por todo aquello que lleve el sello de las estratagemas de Satanás.—Manuscrito 72, 1904.

Dios nos Cuida


Para caminar por su senda, 22 de enero https://ift.tt/3GUMQxC El camino de Jehová es fortaleza al perfecto; pero es destrucción a los que hacen maldad. Proverbios 10:29. Si desde el principio hubiéramos caminado de acuerdo con el consejo de Dios, miles más se hubieran convertido a la verdad presente. Pero muchos han avanzado por senderos tortuosos. Hermanos míos, que vuestra senda sea recta, no sea que el cojo se aparte de su camino. Que nadie siga una senda torcida que haya hecho otro antes, porque de ese modo no sólo os desviaréis vosotros, sino que haréis más fácil caminar por esa senda torcida a algún otro prójimo. Decidíos que en lo que os concierne, caminaréis en la senda de la obediencia. Aseguraos de que estáis bajo el amplio escudo del Omnipotente. Comprended que las características de Jehová deben revelarse en vuestra vida, y que debe realizarse en vosotros una obra que modelará vuestro carácter de acuerdo con la semejanza divina. Someteos a la dirección del que es Cabeza sobre todos... Estamos haciendo nuestro trabajo para el juicio. Seamos aprendices de Cristo. Necesitamos su dirección en todo momento. A cada paso debemos preguntar: “¿Es esta la voluntad del Señor?” y no, “¿Es esta la voluntad de mi superior?” Sólo debemos preocuparnos por si estamos caminando en el camino del Señor. Dios honrará y elevará a todo corazón leal, a toda alma ferviente que está tratando de caminar ante él en la perfección de la gracia de Cristo. Nunca abandonará a un alma humilde y temblorosa. ¿Creeremos que obrará en nuestro corazón? ¿Creeremos que si se lo permitimos, nos hará puros y santos, y mediante su rica gracia nos habilitará para ser obreros juntamente con él? ¿Podremos apreciar, con percepción aguda y santificada, la fortaleza de sus promesas, y podremos apropiarnos de ellas, no porque somos dignos, sino porque mediante una fe viviente pedimos la justicia de Cristo? No hay nada tan grande y poderoso como el amor de Dios por sus hijos.

Conflicto y Valor


Y camino con Dios, 22 de enero https://ift.tt/3qQlbYW Génesis 5:21-24. Vivió Enoc sesenta y cinco años, y engendró a Matusalén. Y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos años. Génesis 5:21-22. Las Escrituras dicen que Enoc tuvo un hijo a los sesenta y cinco años... En la primera parte de su vida, Enoc había amado y temido a Dios y guardado sus mandamientos... Pero después del nacimiento de su primer hijo, Enoc alcanzó una experiencia más elevada, fue atraído a más íntima relación con Dios. Comprendió más cabalmente sus propias obligaciones y responsabilidades como hijo de Dios. Cuando conoció el amor de su hijo hacia él, y la sencilla confianza del niño en su protección; cuando sintió la profunda y anhelante ternura de su corazón hacia su primogénito, aprendió la preciosa lección del maravilloso amor de Dios hacia el hombre manifestado en la dádiva de su Hijo, y la confianza que los hijos de Dios podían tener en el Padre celestial. El infinito e inescrutable amor de Dios, manifestado mediante Cristo, se convirtió en el tema de su meditación de día y de noche; y con todo el fervor de su alma trató de manifestar este amor a la gente entre la cual vivía. El andar de Enoc con Dios no era en arrobamiento o en visión, sino en el cumplimiento de los deberes de su vida diaria. No se aisló de la gente convirtiéndose en ermitaño, pues tenía una obra que hacer para Dios en el mundo. En el seno de la familia y en sus relaciones con los hombres, ora como esposo o padre, ora como amigo o ciudadano, fue firme y constante siervo de Dios... Y este santo andar continuó durante trescientos años. Muchos cristianos serían más fervientes y devotos si supiesen que tienen sólo poco tiempo que vivir, o que la venida de Cristo está por suceder. Pero en el caso de Enoc su fe se fortalecía y su amor se hacía más ardiente a medida que pasaban los siglos.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 71, 72. [Enoc] era uno con Dios en propósito. Si somos uno en propósito con Dios, nuestra voluntad se identificará con la suya y seguiremos todo camino por el cual nos conduzca el Señor. Como el hijo amante pone su mano en la de su padre y camina junto a él con perfecta confianza, esté el día oscuro o radiante, así los hijos e hijas de Dios caminarán con Jesús a través del gozo o del dolor. The Review and Herald, 3 de diciembre de 1889.

Cada Día con Dios


Observa el modelo, 22 de enero https://ift.tt/3450CPO Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino. Salmos 119:105. Al obrero de Dios no se lo deja sin un modelo que imitar. Se le ha dado un ejemplo que, si lo sigue, hará de él un espectáculo para el mundo, los ángeles y los hombres. Se le pide que glorifique a Dios mediante la realización de propósitos desinteresados. El Señor comprende la naturaleza humana, y le muestra las leyes del reino celestial, que debe honrar y obedecer. Pone la Biblia en sus manos, el Libro guía que le mostrará la verdad, y le dirá lo que debe hacer para heredar la vida eterna. Este Libro desvía la atención de los intereses temporales a las realidades espirituales. Le dice al hombre que, a pesar de haber caído y pecado, puede llegar a ser príncipe y rey en las cortes celestiales, heredero de Dios y coheredero de Cristo. Dios sabe cuán fuerte es la inclinación del hombre a acumular tesoros en la tierra. Por eso, por los caminos y senderos del mundo se escucha su voz que dice: “Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?”. Marcos 8:36. “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla, ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”. Mateo 6:19-21. Los mensajeros de Dios han sido comisionados para realizar exactamente la misma obra que Cristo hizo en esta tierra. Deben dedicarse a realizar todas las diversas formas de ministerio que él llevó a cabo. Con fervor y sinceridad deben hablar a los hombres acerca de las inescrutables riquezas y de los inmortales tesoros del cielo. Tienen que estar llenos del Espíritu Santo. Deben repetir el ofrecimiento celestial de paz y perdón. Han de señalar hacia los portales de la ciudad de Dios, y decir: “Bienaventurados los que lavan sus ropas [guardan sus mandamientos], para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad”. Apocalipsis 22:14. Dios espera que cada uno trabaje para él de acuerdo con sus diversas capacidades. Las actividades del hombre no han de ser reprimidas, sino santificadas y correctamente dirigidas.—Manuscrito 27, del 22 de enero de 1907, “El Sanatorio de Nueva Inglaterra”.

Cada Día con Dios


Observa el modelo, 22 de enero https://ift.tt/3450CPO Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino. Salmos 119:105. Al obrero de Dios no se lo deja sin un modelo que imitar. Se le ha dado un ejemplo que, si lo sigue, hará de él un espectáculo para el mundo, los ángeles y los hombres. Se le pide que glorifique a Dios mediante la realización de propósitos desinteresados. El Señor comprende la naturaleza humana, y le muestra las leyes del reino celestial, que debe honrar y obedecer. Pone la Biblia en sus manos, el Libro guía que le mostrará la verdad, y le dirá lo que debe hacer para heredar la vida eterna. Este Libro desvía la atención de los intereses temporales a las realidades espirituales. Le dice al hombre que, a pesar de haber caído y pecado, puede llegar a ser príncipe y rey en las cortes celestiales, heredero de Dios y coheredero de Cristo. Dios sabe cuán fuerte es la inclinación del hombre a acumular tesoros en la tierra. Por eso, por los caminos y senderos del mundo se escucha su voz que dice: “Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?”. Marcos 8:36. “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla, ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”. Mateo 6:19-21. Los mensajeros de Dios han sido comisionados para realizar exactamente la misma obra que Cristo hizo en esta tierra. Deben dedicarse a realizar todas las diversas formas de ministerio que él llevó a cabo. Con fervor y sinceridad deben hablar a los hombres acerca de las inescrutables riquezas y de los inmortales tesoros del cielo. Tienen que estar llenos del Espíritu Santo. Deben repetir el ofrecimiento celestial de paz y perdón. Han de señalar hacia los portales de la ciudad de Dios, y decir: “Bienaventurados los que lavan sus ropas [guardan sus mandamientos], para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad”. Apocalipsis 22:14. Dios espera que cada uno trabaje para él de acuerdo con sus diversas capacidades. Las actividades del hombre no han de ser reprimidas, sino santificadas y correctamente dirigidas.—Manuscrito 27, del 22 de enero de 1907, “El Sanatorio de Nueva Inglaterra”.

Alza tus Ojos


Soy un hijo de Dios, 22 de enero https://ift.tt/33WPJiL Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. Romanos 8:17. La influencia de la gracia ha de suavizar el corazón, refinar y purificar los sentimientos, otorgando delicadeza y un sentido de decoro de origen celestial. Un cristiano no puede exaltarse a sí mismo, porque no es propio de la semejanza con Cristo. El Redentor del mundo, el sustituto y garantía del pecador, dice: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Mateo 11:28. Recordemos continuamente que el manso y humilde Jesús tuvo el espíritu y la ambición de un conquistador. Los vastos dominios sobre los cuales los potentados terrenales ejercen señorío no constituyen un escenario adecuado para el ejercicio de su gracia, la expresión de su amor y la manifestación de su gloria. Quien ama al Señor Jesucristo en verdad y con sinceridad, amará a aquellos por los cuales Cristo murió para salvarlos y aprovechará toda oportunidad de servir a Cristo en la persona de sus discípulos. Debemos considerarnos hijos e hijas de Dios, obreros juntamente con Jesucristo, que vivimos con un propósito noble. Somos representantes de Cristo en carácter y debemos servirle con afectos indivisos. No solamente revelaremos que amamos a Dios, sino que, en armonía con su carácter santo, viviremos vidas puras y perfectas. Debemos vivir la perfección puesto que al contemplar a Jesús vemos en El la encamación de la perfección; y el gran Centro sobre el cual converge nuestra esperanza de vida y felicidad eterna nos conducirá a la unidad y a la armonía... La vida que ahora vivimos debemos vivirla por la fe en Jesucristo. Si somos seguidores de Cristo nuestras vidas no consistirán en fragmentarias y superficiales acciones espasmódicas de acuerdo con las circunstancias y el ambiente; acciones intermitentes, que revelan que los sentimientos son el amo, indulgencia al dar rienda suelta a pequeñas irritaciones, una envidiosa búsqueda de faltas, celos y vanidad egoísta. Estas cosas nos colocan a todos en discrepancia con la armoniosa vida de Jesucristo, y no podremos llegar a ser vencedores si retenemos estos defectos... Cuando se vea expuesto a las diversas circunstancias de la vida, y se hablen palabras que están calculadas para zaherir y lastimar el alma, dígase a sí mismo: “Soy un hijo de Dios, un heredero con Cristo, un colaborador de Dios. No debo tener, por lo tanto, una mente vulgar que se ofende fácilmente, no debo pensar siempre en mí, porque esto producirá un carácter falto de armonía. Es indigno de mi noble vocación. Mi Padre celestial me ha encomendado una obra, por lo tanto seré digno de su confianza”.—Carta 78, del 22 de enero de 1893, dirigida a E. J. Waggoner, un ministro destacado.

A Fin de Conocerle


Un niño en el templo, 22 de enero https://ift.tt/3IuG95S ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar? Lucas 2:49. Cuando Cristo tenía doce años, fue con sus padres a Jerusalén para asistir a la fiesta de la Pascua, y a su regreso se perdió entre la multitud. Después de que José y María lo buscaron durante tres días, lo encontraron en el atrio del templo, “sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles. Y todos los que le oían, se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas”. Vers. 46, 47.—The Youth’s Instructor, 8 de septiembre de 1898. Sus padres escucharon asombrados cuando oyeron sus preguntas inquisitivas... Aunque asumía la actitud de quien aprende, Cristo impartía luz en cada palabra que pronunciaba. Interpretaba las Escrituras para la mente entenebrecida de los rabinos y les daba clara luz acerca del Cordero de Dios que quita los pecados del mundo. Las agudas y claras preguntas del niño traían un torrente de luz para su entendimiento entenebrecido. La verdad brillaba como el claro resplandor de una luz en un lugar oscuro mientras recibía e impartía el conocimiento del plan de salvación. Se dice claramente que Cristo crecía en conocimiento. ¡Qué lección hay para todos los jóvenes en este incidente de la vida de Cristo! Si escudriñan diligentemente la Palabra de Dios, y mediante el Espíritu Santo reciben dirección divina, podrán impartir luz a otros... María, la madre de Jesús... le preguntó: “Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia”. Luz divina brilló a través de la humanidad de Jesús, cuando levantó su diestra y dijo: “¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?”. Vers. 48-50... A la edad de doce años, el Espíritu Santo moraba en Jesús y él sentía algo de la carga de la misión para la cuál había venido al mundo.—The Signs of the Times, 30 de julio de 1896.

A Fin de Conocerle


Un niño en el templo, 22 de enero https://ift.tt/3IuG95S ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar? Lucas 2:49. Cuando Cristo tenía doce años, fue con sus padres a Jerusalén para asistir a la fiesta de la Pascua, y a su regreso se perdió entre la multitud. Después de que José y María lo buscaron durante tres días, lo encontraron en el atrio del templo, “sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles. Y todos los que le oían, se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas”. Vers. 46, 47.—The Youth’s Instructor, 8 de septiembre de 1898. Sus padres escucharon asombrados cuando oyeron sus preguntas inquisitivas... Aunque asumía la actitud de quien aprende, Cristo impartía luz en cada palabra que pronunciaba. Interpretaba las Escrituras para la mente entenebrecida de los rabinos y les daba clara luz acerca del Cordero de Dios que quita los pecados del mundo. Las agudas y claras preguntas del niño traían un torrente de luz para su entendimiento entenebrecido. La verdad brillaba como el claro resplandor de una luz en un lugar oscuro mientras recibía e impartía el conocimiento del plan de salvación. Se dice claramente que Cristo crecía en conocimiento. ¡Qué lección hay para todos los jóvenes en este incidente de la vida de Cristo! Si escudriñan diligentemente la Palabra de Dios, y mediante el Espíritu Santo reciben dirección divina, podrán impartir luz a otros... María, la madre de Jesús... le preguntó: “Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia”. Luz divina brilló a través de la humanidad de Jesús, cuando levantó su diestra y dijo: “¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?”. Vers. 48-50... A la edad de doce años, el Espíritu Santo moraba en Jesús y él sentía algo de la carga de la misión para la cuál había venido al mundo.—The Signs of the Times, 30 de julio de 1896.

¡Maranata: El Senor Viene!


Estudiemos Daniel y el Apocalipsis, 22 de enero https://ift.tt/3nOBX99 Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca. Apocalipsis 1:3. Ha de proclamarse un mensaje que despierte a las iglesias. Ha de hacerse todo esfuerzo para dar la luz, no sólo a nuestro pueblo, sino al mundo. Se me ha instruido en el sentido de que las profecías de Daniel y el Apocalipsis deben imprimirse en libros pequeños, con las explicaciones necesarias, y deben enviarse al mundo entero. Nuestros mismos hermanos necesitan que se les presente la luz con más claridad.31Testimonios para los Ministros, 117. Los que comen la carne y beben la sangre del Hijo de Dios sacarán de los libros de Daniel y el Apocalipsis la verdad inspirada por el Espíritu Santo. Pondrán en marcha fuerzas que no puedan ser reprimidas. Los labios de los niños se abrirán para proclamar los misterios que han estado ocultos... Muchas de las profecías están por cumplirse en rápida sucesión. Todo elemento de poder está por ser puesto en acción. La historia pasada se repetirá; viejos conflictos resurgirán a una nueva vida, y el peligro asediará a los hijos de Dios por doquiera. La violencia está tomando posesión de la familia humana. Está saturando todas las cosas que hay sobre la tierra... Estudiad el Apocalipsis en relación con Daniel, porque la historia se repetirá... Nosotros, con todas nuestras ventajas religiosas, debiéramos saber hoy mucho más de lo que sabemos. Los ángeles anhelan contemplar la verdades que son reveladas a aquellos que, con corazón contrito, investigan la Palabra de Dios y oran para obtener mayores longitudes y anchuras y profundidades y alturas del conocimiento que sólo el Señor puede dar. Al acercarnos al fin de la historia de este mundo, las profecías que se relacionan con los últimos días exigen especialmente nuestro estudio. El último libro del Nuevo Testamento está lleno de verdades que necesitamos entender. Satanás ha cegado las mentes de muchos de manera que aceptan con gozo cualquier excusa para no hacer del libro del Apocalipsis su tema de estudio. Pero Cristo, por medio de su siervo Juan, ha declarado aquí lo que será en los últimos días; y él dice: “Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas”.32Testimonios para los Ministros, 116, 117.

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02 David Gates - Cerca del fin del Mundo


Entrada destacada

¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374