Ser Semejante a Jesús


Alcanzar la norma más elevada de dignidad personal, 5 de abril https://ift.tt/1cRlgOs Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Jeremías 9:23. Dios es la fuente de toda sabiduría. Él es infinitamente sabio, justo y bueno. Aparte de Cristo, la gente más sabia no puede comprenderle. Pueden profesar ser sabios; pueden gloriarse por sus adquisiciones; pero el simple conocimiento intelectual, aparte de las grandes verdades que se concentran en Cristo, es como nada... Si los hombres y las mujeres pudiesen ver por un momento más allá del alcance de la visión finita, si pudiesen discernir una vislumbre de lo eterno, toda boca dejaría de jactarse. Los seres humanos que viven en este pequeño átomo del universo son finitos; Dios tiene mundos innumerables que obedecen sus leyes y son conducidos para gloria suya. Cuando en sus investigaciones científicas los seres humanos han ido hasta donde se lo permiten sus facultades mentales, queda todavía más allá un infinito que no pueden comprender. Antes que los humanos puedan ser verdaderamente sabios, deben comprender que dependen de Dios, y deben estar henchidos de su sabiduría. Dios es la fuente tanto del poder intelectual como del espiritual. Las personas célebres, que han llegado a lo que el mundo considera como admirables alturas de la ciencia, no pueden compararse con el amado Juan o el apóstol Pablo. La más alta norma de virilidad se alcanza cuando se combina el poder intelectual con el espiritual. A los que hacen esto, Dios los aceptará como colaboradores consigo en la preparación de las mentes. Grande conocimiento es el conocerse a sí mismo. Los maestros que se estimen debidamente permitirán que Dios amolde y discipline su mente. Y reconocerán la fuente de su poder. Porque, “¿qué tienes que no hayas recibido?” 1 Corintios 4:7. El conocimiento propio lleva a la humildad y a confiar en Dios; pero no reemplaza a los esfuerzos para el mejoramiento de uno mismo. El que comprende sus propias deficiencias no escatimará empeño para alcanzar la más alta norma de la excelencia física, mental y moral.—Consejos para los Maestros Padres y Alumnos acerca de la Educación Cristiana, 64, 65 (edición de 1991).

Recibiréis Poder


Desarrollo del discernimiento espiritual, 5 de abril https://ift.tt/WdKRSlC Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. 1 Corintios 2:14. Las joyas de la verdad que habían permanecido esparcidas sobre el campo de la revelación, desgraciadamente fueron sepultadas por los dichos y mandamientos de las tradiciones humanas, a tal punto que la sabiduría celestial quedó prácticamente olvidada. Satanás ha tenido éxito en hacer creer que los hombres han conseguido grandes logros. El Señor Dios, Creador de todo, dio el evangelio al mundo a un costo infinito. Por este intermedio, el gozo y el manantial refrescante del alivio que imparte consuelo permanente, fue abierto para todos los que acuden a la fuente de la vida. Todavía hay filones de la verdad que están para ser descubiertos, sólo que los asuntos espirituales deben discernirse espiritualmente. Las mentes entenebrecidas con el mal no pueden apreciar el valor de la verdad que está en Jesús. Cuando el hombre acaricia la iniquidad, no siente la necesidad de realizar diligentes esfuerzos con oración y reflexión para poder entender lo que necesita saber, a fin de no perder el cielo. Por tanto tiempo ha permanecido bajo las sombras del enemigo, que su concepción de la verdad se asemeja a la observación de un objeto visto a través de un vidrio ahumado e imperfecto. Por eso lo ve todo obscuro y pervertido. La visión espiritual es falible y no confiable para los que tratan de ver en medio de la penumbra por haber dado las espaldas a la luz. Sin embargo, los que creen en Jesús, deben avanzar constantemente en pos de la luz. Tienen que orar diariamente para recibir la luz que mana del Espíritu Santo, para que ella brille sobre las páginas del Libro sagrado, a fin de que puedan comprender las cosas que pertenecen al Espíritu divino. Necesitamos confiar sin reservas en la Palabra de Dios. De otra manera estaremos perdidos. Las palabras de los hombres, por importantes que parezcan, no tienen el poder de hacernos perfectos ni habilitarnos para toda buena obra. “Que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad”. 2 Tesalonicenses 2:13. Este texto revela los dos agentes que se unen para salvar al hombre: La influencia divina y la poderosa fe viviente que poseen los que siguen a Cristo. Mediante la santificación por el Espíritu y el creer en la verdad, llegaremos a ser colaboradores de Dios.—The Review and Herald, 1 de diciembre de 1891.

Nuestra Elevada Vocacion


Aprendiendo en la escuela de Cristo, 5 de abril https://ift.tt/EJgN6wL ¿Quién es el hombre que teme a Jehová? El le enseñará el camino que ha de escoger. Salmos 25:12. Jesús ha abierto una escuela para la educación y la enseñanza de sus elegidos, y ellos siempre deben aprender a practicar las lecciones que él les da, a fin de conocerlo plenamente. Aquellos que piensan que son suficientemente buenos, y no trabajan con diligencia en demanda de la perfección del carácter cristiano, pondrán ídolos en sus corazones, y proseguirán practicando hábitos pecaminosos, hasta que el pecado ya no les parezca pecaminoso. ... Jesús se ofrece a cada alma enferma de pecado, a cada alma que se esfuerza por vencer. El Espíritu Santo está intercediendo por cada luchador sincero, y Cristo hará que sus palabras sean espíritu y vida, poder de Dios para salvación a aquellos que creen. Pero seguramente fracasaréis si permitís que el diablo controle vuestra mente y guíe vuestra imaginación. ... Dios no puede ser burlado; no aceptará un corazón dividido. El exige un servicio completo y de todo corazón. Ha pagado el dinero del rescate de su propia vida, por cada hijo e hija de Adán. ... Cristo tiene derechos sobre cada alma, pero muchos eligen una vida de pecado. Algunos no quieren acudir a Jesús para que les conceda vida. Algunos dicen: “Yo voy, Señor”, a su invitación; pero no van; no realizan una entrega completa, para morar únicamente en Jesús, que es vida, paz y gozo indecible, y gloria plena. ... ¿No seréis sabios, y decidiréis hacer una obra diligente para la eternidad? Buscad de todo corazón la gracia de Cristo, con vuestro poder, mente y fuerza. ... Dios os ha dado el derecho de aferraros a él mediante la oración de fe. La oración creyente es la esencia de la religión pura, el secreto del poder para cada cristiano. ... Tomaos tiempo para orar, para investigar las Escrituras, para poner el yo bajo la disciplina de Cristo. Vivid en contacto con el Cristo viviente, y tan pronto como hagáis esto, él os sostendrá, y os sostendrá firmemente con su mano poderosa que nunca os dejará abandonados.—Carta 38, 1893, pp. 8, 9.

Hijos e Hijas de Dios


Brinda cosas buenas, 5 de abril https://ift.tt/syJ6PUR El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas. Mateo 12:35. La verdadera santificación une a los creyentes en Cristo, y a los unos con los otros, con vínculos de tierna simpatía. Esta unión permite que fluyan continuamente al corazón ricas corrientes de amor semejante al de Cristo, que surgen de nuevo en beneficio mutuo. Las cualidades esenciales que todos debieran poseer son las que señalaron la plenitud del carácter de Cristo: su amor, su paciencia, su abnegación y su bondad. Estos atributos se obtienen al realizar actos bondadosos con corazón bondadoso... Los cristianos aman a los que los rodean como a almas preciosas por las cuales Cristo murió. No existe cosa tal como un cristiano carente de amor, porque “Dios es amor”, y “en esto sabemos que nosotros le hemos conocido, si guardamos sus mandamientos”... “Este es mi mandamiento: que os améis los unos a los otros, como yo os he amado”. Este es el fruto que debemos devolver a Dios.—Manuscrito 133, 1899. El Señor nos ayudará a cada uno cuando más necesitemos ayuda en la gran obra de vencer el yo. Que la ley de bondad esté en vuestros labios y el aceite de la gracia en vuestro corazón. Esto producirá resultados maravillosos. Seréis tiernos, simpáticos y corteses. Necesitáis todas estas gracias. Debéis recibir el Espíritu Santo e incorporarlo en vuestro carácter; entonces será como un fuego santo que dará incienso que se elevará hasta Dios, no de labios que condenen, sino como un sanador de las almas de los hombres. Vuestro rostro expresará la imagen divina.—Carta 84, 1899.

Dios nos Cuida


El amor con Cristo, 5 de abril https://ift.tt/0mXqisg Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos. Hebreos 7:26. El carácter de Cristo tuvo una excelencia sin parangón, conteniendo todo lo que fuera puro, verdadero, amable y deseable. En ninguna parte encontramos que haya visitado una reunión de placer o un salón de baile, y sin embargo era el ejemplo perfecto de una conducta amable y cortés. Cristo no era ningún novicio; se distinguía por las elevadas facultades intelectuales que poseía, aun desde el comienzo de su vida. Su juventud no fue desperdiciada en la indolencia, y tampoco fue desperdiciada en placeres sensuales, indulgencia propia, o malgastada en cosas sin provecho. Ninguna de sus horas de la niñez a la virilidad fue malgastada, ninguna fue malversada... Jesús no tenía pecado, y no temía las consecuencias del pecado. Con esta excepción, su condición era como la vuestra. Vosotros no tenéis una dificultad, que no haya gravitado con el mismo peso sobre él, no tenéis una tristeza que su corazón no haya experimentado. Sus sentimientos podían ser heridos, por el descuido y la indiferencia de sus amigos profesos, tan fácilmente como los vuestros. ¿Es espinoso vuestro camino? El de Cristo lo fue diez veces más. ¿Estáis angustiados? También él lo estuvo. ¡Con cuánta propiedad Cristo puede ser nuestro ejemplo!... El registro inspirado dice de él: “Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres”. Lucas 2:52. A medida que aumentaba en años, también crecía en conocimiento. Vivía temperantemente. Sus horas preciosas no fueron malgastadas en placeres disipadores. Tenía un cuerpo verdaderamente saludable y verdaderos poderes mentales. Las facultades físicas y mentales podían expandirse y desarrollarse como las vuestras, o como las de cualquier otro joven. Su estudio era la Palabra de Dios, como debiera ser el vuestro. Tomad a Jesús como vuestra norma, imitad su vida. Enamoraos de su carácter. Andad como Cristo anduvo. Vuestras facultades intelectuales recibirán un refuerzo, vuestros pensamientos se ampliarán cuando pongáis vuestras facultades en vigoroso contacto con las cosas eternas, que son intrínsecamente grandiosas.

Conflicto y Valor


Demasiado bebidos, 5 de abril https://ift.tt/3q7UiYF Levítico 10:1-11. El vino es escarnecedor, la sidra alborotadora, y cualquiera que por ellos yerra, no es sabio. Proverbios 20:1. Nunca hubieran cometido Nadab y Abiú su fatal pecado, si antes no se hubiesen intoxicado parcialmente bebiendo mucho vino. Sabían que era menester hacer la preparación más cuidadosa y solemne antes de presentarse en el santuario donde se manifestaba la presencia divina; pero debido a su intemperancia se habían descalificado para ejercer su santo oficio. Su mente se confundió y se embotaron sus percepciones morales, de tal manera que no pudieron discernir la diferencia que había entre lo sagrado y lo común. A Aarón y a sus hijos sobrevivientes, se les dio la amonestación: “... no beberéis vino ni sidra... para poder discernir entre lo santo y lo profano, y entre lo inmundo y lo limpio”... El consumo de bebidas alcohólicas tiene el efecto de debilitar el cuerpo, confundir la mente y degradar las facultades morales. Impide a los hombres comprender la santidad de las cosas sagradas y el rigor de los mandamientos de Dios. Todos los que ocupaban puestos de responsabilidad sagrada debían ser hombres estrictamente temperantes, para que tuviesen lucidez para diferenciar entre lo bueno y lo malo, firmeza de principios y sabiduría para administrar justicia y manifestar misericordia. La misma obligación descansa sobre cada discípulo de Cristo... A la iglesia de Cristo de todas las edades se le dirige esta solemne y terrible advertencia: “Si alguno violare el templo de Dios, Dios destruirá al tal: porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es”. 1 Corintios 3:17.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 376, 377. El caso de los hijos de Aarón ha sido registrado para beneficio del pueblo de Dios, y debería enseñar a los que especialmente se están preparando para la segunda venida de Cristo, que la complacencia de un apetito depravado destruye la sensibilidad del alma, y afecta tanto a los poderes de raciocinio que Dios ha dado al hombre, que las cosas espirituales y santas pierden su carácter sagrado. La desobediencia parece placentera en vez de excesivamente pecaminosa. La Temperancia, 132.

Cada Día con Dios


El fiador celestial, 5 de abril https://ift.tt/VI3y1Ug Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Mateo 7:7. ¡Oh, si cada cual conociera por experiencia propia cuánto del descanso prometido por el cielo puede lograr el alma ahora mismo mediante la oración sincera! Si alguien no ha aprendido esta lección, es mejor que no trate de aprender ninguna de las otras lecciones de la vida hasta que aprenda ésta en la escuela de Cristo. Como cristianos necesitamos una experiencia nueva y viva cada día. Necesitamos aprender a confiar en Jesús, a creer en él y a hacer de él nuestro confidente en todo. Jacob, que era un hombre con defectos y debilidades, llegó a ser un príncipe de Dios por medio de la fe y la oración. El Señor es omnipotente. El hombre es finito. Al conversar con Dios le podemos confiar las cosas más secretas del alma, porque él lo sabe todo, pero no al hombre... No se descuide ni se separe de la Fuente de su fortaleza. Vigile sus pensamientos y palabras, y en todas las cosas que quiera hacer, trate de glorificar a Dios. Mientras más nos acerquemos al pie de la cruz, más claramente veremos el incomparable encanto de Jesús y el amor sin igual que él ha manifestado por el hombre caído... No permita que las presiones del trabajo lo separen de Dios, porque si alguna vez necesita consejo, buen juicio e ideas claras, eso ocurre cuando tiene mucho trabajo entre manos. Entonces necesita usted dedicar tiempo a la oración, para tener más fe y una confianza inquebrantable en el consejo del Médico jefe. Pídale que le ayude. Cuando sus tareas lleguen a un punto crítico, ore más. ¡Oh, qué tema para considerar es el hecho de que el hombre, depravado y perdido en su condición natural, puede ser renovado y salvado por la misericordiosa ayuda que Cristo le da por medio del Evangelio! El amor de Jesús en el alma expulsará al enemigo que está tratando de tomar posesión del hombre. Cada prueba soportada con paciencia, cada bendición recibida con gratitud, cada tentación fielmente resistida, hará de usted un hombre fuerte en Jesucristo... Aférrese del poder de lo alto. Aun Jesús, cuando se preparaba para hacer frente a una gran prueba, acudía a la soledad de las montañas y pasaba la noche orando a su Padre.—Carta 11, del 5 de abril de 1886, al Dr. Gibbs, médico del Sanatorio de Santa Elena.

Alza tus Ojos


Cosas que no conoces, 5 de abril https://ift.tt/GcHqlLO Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. Jeremías 33:3. No siempre nos damos cuenta de que la santificación, que tan fervorosamente deseamos y por la cual oramos tan fervientemente, se produce mediante la verdad, y por la providencia de Dios, como menos lo esperamos. Cuando buscamos gozo, he aquí tristeza. Cuando esperamos paz, frecuentemente tenemos desconfianza y duda debido a que nos encontrarnos sumergidos en tribulaciones que no podemos evitar. En estas pruebas estamos recibiendo las respuestas a nuestras oraciones. A fin de ser purificados, el fuego de la aflicción debe encenderse sobre nosotros, y nuestra voluntad debe ser puesta en conformidad con la voluntad de Dios. Para ser semejantes a la imagen de nuestro Salvador, debemos pasar por un penosísimo proceso de refinamiento. Los mismos que consideramos como los seres más queridos sobre la tierra pueden causarnos las mayores tristezas y aflicción. Pueden contemplarnos bajo una luz equivocada. Pueden pensar que estamos en el error y que nos estamos engañando y rebajando debido a que seguimos los dictados de una conciencia iluminada, en la búsqueda de la verdad y de los tesoros escondidos... Las oraciones en las que pedimos semejanza a la imagen de Cristo pueden no ser contestadas exactamente como quisiéramos. Puede ocurrir que seamos examinados y probados, porque Dios puede ver que lo mejor es colocarnos bajo una disciplina que es esencial para nosotros antes que seamos súbditos idóneos de las bendiciones que anhelamos. No debiéramos desanimarnos ni dar lugar a la duda ni pensar que nuestras oraciones no han sido advertidas. Debemos descansar más seguramente sobre Cristo y dejar nuestro caso con Dios para que El responda nuestras oraciones en la forma que crea más conveniente. Dios no ha prometido otorgar sus bendiciones a través de los medios que nosotros establecemos. Dios es demasiado sabio para equivocarse y demasiado solícito por nuestro bien como para permitirnos elegir por nosotros mismos. Los planes de Dios son siempre los mejores aunque no siempre podamos discernirlos. La perfección del carácter puede obtenerse solamente mediante trabajo, conflicto y abnegación... Cuán inestimablemente preciosos son los dones de Dios -las gracias de su Espíritu - y cómo debiéramos desechar la idea de huir del proceso de examen y prueba, no importa cuán penoso o humillante nos resulte ¡Qué fácil sería el camino al cielo si no fuera por la abnegación o la cruz! ¡Cómo correrían los mundanos por ese camino y cómo lo transitarían en innumerable cantidad los hipócritas! Gracias a Dios por la cruz, por la abnegación. La ignominia y la vergüenza que nuestro Salvador soportó por nosotros no es de ningún modo demasiado humillante para los que son salvados por su sangre. A no dudarlo, el cielo resultará muy barato.—Carta 9, del 5 de abril de 1873, dirigida a la hermana Billet, de San Francisco, California.

A Fin de Conocerle


Un plan para todos los tiempos, 5 de abril https://ift.tt/UAZigoD Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo que ellos. Hechos 15:11. La verdad de Dios es la misma en todos los siglos, aunque presentada en forma diferente, de acuerdo con las necesidades de su pueblo en los diversos períodos. En la dispensación del Antiguo Testamento, toda obra importante estaba íntimamente relacionada con el santuario. El gran YO SOY moraba en el lugar santísimo... Allí, sobre el propiciatorio, velado por las sombras de las alas de los querubines, moraba la shekinah de su gloria, la muestra perpetua de su presencia; mientras que el pectoral del sumo sacerdote, engarzado con piedras preciosas, desde el recinto sagrado del santuario hacía conocer el solemne mensaje de Jehová al pueblo... Los sacrificios simbólicos y las ofrendas de esa dispensación representaban a Cristo que había de convertirse en la perfecta ofrenda para el pecador. Además de esos símbolos místicos y sombras simbólicas que señalaban al Salvador venidero, había un Salvador presente para los israelitas. Él era quien revestido de una columna de nube de día y una columna de fuego por la noche, los guió en sus viajes; y él fue el que dirigió palabras a Moisés que debían ser repetidas al pueblo... El que era igual con el padre en la creación del hombre, fue el Comandante y el Dador de la ley, y guió a su pueblo de la antigüedad.—The Review and Herald, 2 de marzo de 1886. Muchos consideran a los días de Israel como un tiempo de oscuridad, cuando los hombres estaban sin Cristo, sin arrepentimiento y sin fe. Muchos sostienen la doctrina errónea de que la religión de los hijos de Israel consistía en formas y ceremonias en las cuales no tenía parte la fe en Cristo. Pero los de esa era se salvaban por Cristo tan ciertamente como son salvados los de hoy por él... Los sacrificios y símbolos eran una sombra de Cristo y habían de durar hasta que viniera la realidad.—The Youth’s Instructor, 18 de julio de 1901.

En los Lugares Celestiales


Trabajando con los ángeles, 5 de abril https://ift.tt/uQKrURF ¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación? Hebreos 1:14. Una parte del ministerio de los ángeles es visitar nuestro mundo y supervisar la obra del Señor que está en las manos de sus administradores. En todo tiempo de necesidad ellos ministran a aquellos que, como colaboradores de Dios, están luchando para llevar adelante su obra en la tierra... Las huestes angélicas se regocijan siempre que cualquier rama de la obra de Dios prospera. Los ángeles están interesados en el bienestar espiritual de todos los que están tratando de restaurar la imagen moral de Dios en el hombre; y la familia humana debe conectarse con la familia celestial para curar las heridas y llagas que ha hecho el pecado. Los agentes angélicos, aunque invisibles, están cooperando con los agentes humanos visibles formando una sociedad de socorro con los hombres. Los mismos ángeles que, cuando Satanás buscaba la supremacía, lucharon la batalla en los atrios celestiales y triunfaron al lado de Dios, los mismos ángeles que exultaron de gozo por la creación del mundo, y por la creación de nuestros primeros padres que habitarían la tierra, los ángeles que testificaron de la caída del hombre y de su expulsión del hogar edénico,—estos mismos mensajeros celestiales tienen el mayor interés en trabajar en unión con la raza caída y redimida para la salvación de los seres humanos que están pereciendo en sus pecados. Los agentes humanos son las manos de los agentes celestiales; porque los ángeles celestiales emplean manos humanas en el ministerio visible... Al unirnos con estos poderes que son omnipotentes, somos beneficiados con su educación y experiencia superiores. Así, al llegar a ser partícipes de la naturaleza divina y al separar el egoísmo de nuestras vidas, se nos conceden talentos especiales para ayudarnos mutuamente. Esta es la manera celestial de distribuir el poder salvador.—The Review and Herald, 19 de marzo de 1901.

¡Maranata: El Senor Viene!


Un mundo necesitado, 5 de abril https://ift.tt/yShLKqi Esperamos luz, y he aquí tinieblas; resplandores, y andamos en oscuridad. Isaías 59:9. Muchos leen las Escrituras sin comprender su verdadero sentido. En todo el mundo hay hombres y mujeres que miran fijamente al cielo. Oraciones, lágrimas e interrogaciones brotan de las almas anhelosas de luz en súplica de gracia y de la recepción del Espíritu Santo. Muchos están en el umbral del reino esperando únicamente ser incorporados en él.16Los Hechos de los Apóstoles, 89. En todas partes hay corazones que claman por algo que no poseen. Suspiran por una fuerza que les dé dominio sobre el pecado, una fuerza que los libre de la esclavitud del mal, una fuerza que les dé salud, vida y paz. Muchos que en otro tiempo conocieron el poder de la Palabra de Dios, han vivido en lugares donde no se reconoce a Dios y ansían la presencia divina. El mundo necesita hoy lo que necesitaba mil novecientos años atrás, esto es, una revelación de Cristo. Se requiere una gran obra de reforma y sólo mediante la gracia de Cristo podrá realizarse esa obra de restauración física, mental y espiritual. Sólo el método de Cristo será el que dará éxito para llegar a la gente. El Salvador trataba con los hombres como quien deseaba hacerles bien. Les mostraba simpatía, atendía sus necesidades y se ganaba su confianza. Entonces les decía: “Seguidme”. Es necesario acercarse a la gente por medio del esfuerzo personal... Hay que aliviar a los pobres, atender a los enfermos, consolar a los afligidos y dolientes, instruir a los ignorantes y aconsejar a los inexpertos. Hemos de llorar con los que lloran y regocijarnos con los que se regocijan. Acompañada del poder de persuasión, del poder de la oración, del poder del amor de Dios, esta obra no será ni puede ser infructuosa.17El Ministerio de Curación, 102. Los seres celestiales aguardan para cooperar con los agentes humanos, a fin de revelar al mundo lo que pueden llegar a ser los humanos, y lo que, mediante la unión con lo divino, puede llevarse a cabo para la salvación de las almas que están a punto de perecer. No tiene límite la utilidad de quien, poniendo el yo a un lado, da lugar a la obra del Espíritu Santo en su corazón y lleva una vida dedicada por completo a Dios.18El Ministerio de Curación, 116.

Adventech


Comentarios Elena G.W para la Escuela Sabática https://ift.tt/ZTqzKIS La ropa blanca de la inocencia era llevada por nuestros primeros padres cuando fueron colocados por Dios en el santo Edén. Ellos vivían en perfecta conformidad con la voluntad de Dios. Toda la fuerza de sus afectos era dada a su Padre celestial. Una hermosa y suave luz, la luz de Dios, envolvía a la santa pareja. Este manto de luz era un símbolo de sus vestiduras espirituales de celestial inocencia. Si hubieran permanecido fieles a Dios, habría continuado envolviéndolos. Pero cuando entró el pecado, rompieron su relación con Dios, y la luz que los había circuido se apartó. Desnudos y avergonzados, procuraron suplir la falta de los mantos celestiales cosiendo hojas de higuera para cubrirse. Esto es lo que los transgresores de la ley de Dios han hecho desde el día en que Adán y Eva desobedecieron. Han cosido hojas de higuera para cubrir la desnudez causada por la transgresión. Han usado los mantos de su propia invención; mediante sus propias obras han tratado de cubrir sus pecados y hacerse aceptables a Dios. Pero esto no pueden lograrlo jamás. El hombre no puede idear nada que pueda ocupar el lugar de su perdido manto de inocencia. Ningún manto hecho de hojas de higuera, ningún vestido común a la usanza mundana, podrán emplear aquellos que se sienten con Cristo y los ángeles en la cena de las bodas del Cordero. Únicamente el manto que Cristo mismo ha provisto puede hacernos dignos de aparecer ante la presencia de Dios. Cristo colocará este manto, esta ropa de su propia justicia sobre cada alma arrepentida y creyente (Palabras de vida del gran Maestro, pp. 252, 253). Los mejores esfuerzos que pueda hacer el hombre con su propio poder son ineficaces para responder ante la ley santa y justa que ha transgredido, pero mediante la fe en Cristo puede demandar la justicia del Hijo de Dios como plenamente suficiente. Cristo satisfizo las demandas de la ley en su naturaleza humana. Llevó la maldición de la ley por el pecador, hizo expiación para él a fin de que cualquiera que cree en él, no se pierda sino tenga vida eterna. La fe genuina se apropia de la justicia de Cristo y el pecador es hecho vencedor con Cristo, pues se lo hace participante de la naturaleza divina, y así se combinan la divinidad y la humanidad (Mensajes selectos, t. 1, p. 426). [A]penas Adán y Eva incurrieron en pecado, empezaron a recriminarse mutuamente. Esta será la actitud inevitable de la naturaleza humana, siempre que no sea gobernada por la gracia de Cristo. Cuando los hombres alientan ese espíritu acusador no se contentan con señalar lo que suponen es un defecto de su hermano. Si no logran por medios moderados inducirlo a hacer lo que ellos consideran necesario, recurrirán a la fuerza. En cuanto les sea posible, obligarán a los hombres a conformarse a su concepto de lo justo. Esto es lo que hicieron los judíos en los tiempos de Cristo y lo que ha hecho la iglesia cada vez que se apartó de la gracia de Cristo. Al verse desprovista del poder del amor, buscó el brazo fuerte del estado para imponer sus dogmas y ejecutar sus decretos. En esto estriba el secreto de todas las leyes religiosas que se hayan dictado y de toda persecución, desde los tiempos de Abel hasta nuestros días (El discurso maestro de Jesucristo, pp. 107, 108).

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Comentarios Elena G.W para la Escuela Sabática https://ift.tt/ZTqzKIS La ropa blanca de la inocencia era llevada por nuestros primeros padres cuando fueron colocados por Dios en el santo Edén. Ellos vivían en perfecta conformidad con la voluntad de Dios. Toda la fuerza de sus afectos era dada a su Padre celestial. Una hermosa y suave luz, la luz de Dios, envolvía a la santa pareja. Este manto de luz era un símbolo de sus vestiduras espirituales de celestial inocencia. Si hubieran permanecido fieles a Dios, habría continuado envolviéndolos. Pero cuando entró el pecado, rompieron su relación con Dios, y la luz que los había circuido se apartó. Desnudos y avergonzados, procuraron suplir la falta de los mantos celestiales cosiendo hojas de higuera para cubrirse. Esto es lo que los transgresores de la ley de Dios han hecho desde el día en que Adán y Eva desobedecieron. Han cosido hojas de higuera para cubrir la desnudez causada por la transgresión. Han usado los mantos de su propia invención; mediante sus propias obras han tratado de cubrir sus pecados y hacerse aceptables a Dios. Pero esto no pueden lograrlo jamás. El hombre no puede idear nada que pueda ocupar el lugar de su perdido manto de inocencia. Ningún manto hecho de hojas de higuera, ningún vestido común a la usanza mundana, podrán emplear aquellos que se sienten con Cristo y los ángeles en la cena de las bodas del Cordero. Únicamente el manto que Cristo mismo ha provisto puede hacernos dignos de aparecer ante la presencia de Dios. Cristo colocará este manto, esta ropa de su propia justicia sobre cada alma arrepentida y creyente (Palabras de vida del gran Maestro, pp. 252, 253). Los mejores esfuerzos que pueda hacer el hombre con su propio poder son ineficaces para responder ante la ley santa y justa que ha transgredido, pero mediante la fe en Cristo puede demandar la justicia del Hijo de Dios como plenamente suficiente. Cristo satisfizo las demandas de la ley en su naturaleza humana. Llevó la maldición de la ley por el pecador, hizo expiación para él a fin de que cualquiera que cree en él, no se pierda sino tenga vida eterna. La fe genuina se apropia de la justicia de Cristo y el pecador es hecho vencedor con Cristo, pues se lo hace participante de la naturaleza divina, y así se combinan la divinidad y la humanidad (Mensajes selectos, t. 1, p. 426). [A]penas Adán y Eva incurrieron en pecado, empezaron a recriminarse mutuamente. Esta será la actitud inevitable de la naturaleza humana, siempre que no sea gobernada por la gracia de Cristo. Cuando los hombres alientan ese espíritu acusador no se contentan con señalar lo que suponen es un defecto de su hermano. Si no logran por medios moderados inducirlo a hacer lo que ellos consideran necesario, recurrirán a la fuerza. En cuanto les sea posible, obligarán a los hombres a conformarse a su concepto de lo justo. Esto es lo que hicieron los judíos en los tiempos de Cristo y lo que ha hecho la iglesia cada vez que se apartó de la gracia de Cristo. Al verse desprovista del poder del amor, buscó el brazo fuerte del estado para imponer sus dogmas y ejecutar sus decretos. En esto estriba el secreto de todas las leyes religiosas que se hayan dictado y de toda persecución, desde los tiempos de Abel hasta nuestros días (El discurso maestro de Jesucristo, pp. 107, 108).

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¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374