Iglesia Adventista del Séptimo Día · Zacatecoluca


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Ser Semejante a Jesús


Un triple milagro revela la santidad del sábado, 7 de mayo https://ift.tt/FG5ML0Q Así comieron los hijos de Israel maná cuarenta años, hasta que llegaron a tierra habitada; maná comieron hasta que llegaron a los límites de la tierra de Canaán. Éxodo 16:35. Cada semana, durante su largo peregrinaje por el desierto, los israelitas presenciaron un triple milagro que debía inculcarles la santidad del sábado: cada sexto día caía doble cantidad de maná, nada caía el día séptimo, y la porción necesaria para el sábado se conservaba dulce sin descomponerse, mientras que si se guardaba los otros días, se descomponía. En las circunstancias relacionadas con el envío del maná, tenemos evidencia conclusiva de que el sábado no fue instituido, como muchos alegan, cuando la ley se dio en el Sinaí. Antes de que los israelitas llegaran al Sinaí, comprendían perfectamente que tenían la obligación de guardar el sábado. Al tener que recoger cada viernes doble porción de maná en preparación para el sábado, día en que no caía, la naturaleza sagrada del día de descanso les era recordada de continuo. Y cuando parte del pueblo salió en sábado a recoger maná, el Señor preguntó: “¿Hasta cuando no querréis guardar mis mandamientos y mis leyes?” Éxodo 16:28. “Así comieron los hijos de Israel maná cuarenta años, hasta que llegaron a tierra habitada; maná comieron hasta que llegaron a los límites de la tierra de Canaán”. Durante cuarenta años se les recordó diariamente, mediante esta milagrosa provisión, el infaltable cuidado y el tierno amor de Dios. Conforme a las palabras del salmista, Dios les dio “trigo del cielo. Pan de ángeles comió el hombre” Salmos 78:24, 25 (VM); es decir, alimentos provistos para ellos por los ángeles. Sostenidos por el “trigo del cielo”, recibían diariamente la lección de que, teniendo la promesa de Dios, estaban tan seguros contra la necesidad como si estuvieran rodeados de los ondulados trigales de las fértiles llanuras de Canaán.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 302, 303.

Recibiréis Poder


Padres que se preocupan, 7 de mayo https://ift.tt/2OHXeML No me eches de delante de ti, y no quites de mí tu santo Espíritu. Vúelveme el gozo de tu salvación, y el espíritu noble me sustente. Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos, y los pecadores se convertirán a ti. Salmos 51:11-13. ¡Qué oración fantástica! Cuán evidente es que en el hogar los pecadores no deben ser tratados con indiferencia, porque el Señor les tiene simpatía debido a que pagó por ellos el precio de su propia sangre. Si en el seno del hogar hay alguien que no se ha convertido, debería ser objeto de las mejores atenciones por parte de los que conocen al Señor. Esta obra hay que realizarla con sabiduría para lograr el objetivo. En la medida en que el temor y el amor a Dios motive a los padres para salvar a los suyos, con toda seguridad el Señor bendecirá sus esfuerzos. Jesús está aguardando para concedernos dicha gracia. ¡Oh, que la obra pueda comenzar en el corazón! “Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; no quieres holocausto. Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios”. Salmos 51:16, 17. Entonces, que cada integrante de la familia entienda bien que la obra debe comenzar por el corazón. Por la obra creadora y el poder regenerador del Espíritu Santo, el corazón debe ser subyugado y sentir contrición. ¿Trabajarán con menos celo y amor que antes si ahora los padres conocen la todopoderosa ayuda de este agente divino? La promesa del Señor es: “Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré. Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra”. Ezequiel 36:25-27. Cuando el Espíritu del Señor actúe en el corazón de los padres, sus oraciones y lágrimas llegarán hasta Dios. Como respuesta a sus suplicas sinceras, recibirán gracia y sabiduría celestial que les permitirá obrar en favor de sus hijos no convertidos. Cuando el Espíritu se manifieste en el hogar, el efecto se sentirá en la iglesia. Entonces, los que son misioneros en el seno de la familia también llegarán a ser agentes de Dios en la iglesia y en el mundo. De este modo, las instituciones que Dios estableció estarán dotadas de un molde enteramente diferente.—The Review and Herald, 14 de marzo de 1893.

En los Lugares Celestiales


Una audiencia con el altísimo, 7 de mayo https://ift.tt/IuUBwfY Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes. 1 Tesalonicenses 2:13. La Biblia es la voz de Dios hablándonos tan ciertamente como si pudiéramos oírlo con nuestros oídos. La palabra del Dios viviente no está sólo escrita, sino que es hablada. ¿Recibimos la Biblia como el oráculo de Dios? Si nos damos cuenta de la importancia de esta Palabra, ¡con qué respeto la abriríamos, y con qué fervor escudriñaríamos sus preceptos! La lectura y la contemplación de las Escrituras serían consideradas como una audiencia con el Altísimo. La Palabra de Dios es un mensaje que debemos obedecer, un volumen para consultar a menudo y con cuidado, y con un espíritu deseoso de asimilar las verdades escritas para la admonición de aquellos a quienes han alcanzado los fines de los siglos. No debe ser descuidado en favor de cualquier otro libro. Si no seguimos los caminos de Dios necesitamos convertirnos. Si practicamos su Palabra esto originará una influencia elevadora en nuestra vida mental, moral y física... Cuando abrimos la Biblia comparemos nuestras vidas con sus requerimientos, midiendo nuestro carácter con la gran norma moral de justicia.—Manuscrito 30a, 1896. La vida de Cristo, que da vida al mundo, está en su Palabra. Por su palabra Jesús sanó enfermedades y echó demonios; por su palabra calmó el mar y levantó a los muertos; y la gente daba testimonio de que su palabra era con poder. Él hablaba la palabra de Dios como fue hablada por todos los profetas y maestros del Antiguo Testamento. La Biblia entera es una manifestación de Cristo. Es nuestra fuente de poder... Sí, la Palabra de Dios es el pan de vida. Los que comen y digieren esta Palabra ... se fortalecen en la fuerza de Dios.—The Review and Herald, 11 de junio de 1908.

Cada Día con Dios


Una receta para tener buena salud, 7 de mayo https://ift.tt/36XmZeH Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. 1 Corintios 10:31. El Señor no quiere que sus mensajeros presenten las hermosas verdades de la reforma sanitaria de manera que susciten prejuicios en las mentes del público. Nadie ponga obstáculos en el camino de los que están en las tinieblas de la ignorancia. Presenten los principios de la temperancia en su forma más atractiva. Los que abogan por la reforma sanitaria deben luchar fervorosamente para hacer de ella todo lo que pretenden que es. El asunto del régimen alimentario debiera ser estudiado cuidadosamente. Necesitamos conocimiento y buen criterio, a fin de actuar con sabiduría en este asunto. Las leyes de la naturaleza no deben ser resistidas, sino obedecidas. La salud debería recibir cuidadosa atención. Algunos se abstienen escrupulosamente de consumir alimentos impropios, pero al mismo tiempo dejan de comer los alimentos que proveen los elementos necesarios para el apropiado sustento del cuerpo. Nunca demos un testimonio contrario a la reforma sanitaria al dejar de proporcionar el alimento sano y sabroso que debe tomar el lugar de los artículos alimentarios nocivos que hemos descartado. Mucho tacto y discreción se deben emplear al preparar los alimentos que deben ocupar el lugar de lo que ha sido el régimen alimentario de muchas familias. Esta obra requiere tanto fe como sinceridad de propósito, y esfuerzo mancomunado de parte de todos, no sea que desacreditemos la causa de la reforma sanitaria. Todos somos seres humanos y debemos obtener alimentos sabrosos y saludables. Los que no saben cómo cocinar higiénicamente deberían aprender a reunir buenos ingredientes de manera que pudieran preparar platos apetitosos... Avancemos con inteligencia en el plan de simplificar nuestro régimen alimentario. En la providencia de Dios, cada país produce alimentos que contienen los elementos nutritivos necesarios para la alimentación del organismo. Se pueden hacer con ellos platos saludables y apetitosos. Sin recurrir constantemente a la imaginación, nadie podrá sobresalir jamás en el arte de cocinar en forma saludable. Pero todos aquellos cuyos corazones están abiertos a las impresiones y sugestiones del gran Maestro, crecerán en conocimiento y destreza. Aprenderán muchas cosas, y también serán capaces de enseñar a otros, porque Cristo les dará habilidades y entendimiento.—Carta 177, del 7 de mayo de 1901, dirigida a los hermanos de la Asociación de Iowa.

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Comentarios Elena G.W para la Escuela Sabática https://ift.tt/2IPtG6F En una visión nocturna, Abrahán oyó otra vez la voz divina: “No temas, Abram —fueron las palabras del Príncipe de los príncipes—; yo soy tu escudo, y tu galardón sobremanera grande”. Génesis 15:1. Pero tenía el ánimo tan deprimido por los presentimientos que no pudo esta vez aceptar la promesa con absoluta confianza como lo había hecho antes. Rogó que se le diera una evidencia tangible de que la promesa sería cumplida. ¿Cómo iba a cumplirse la promesa del pacto, mientras se le negaba la dádiva de un hijo? “¿Qué me has de dar —dijo Abrahán—, siendo así que ando sin hijo?… Y he aquí que es mi heredero uno nacido en mi casa”. Vers. 2, 3. Se proponía adoptar a su fiel siervo Eliezer como hijo y heredero. Pero se le aseguró que un hijo propio había de ser su heredero. Entonces Dios lo llevó fuera de su tienda, y le dijo que mirara las innumerables estrellas que brillaban en el firmamento; y mientras lo hacía le fueron dirigidas las siguientes palabras: “Así será tu simiente”. “Y creyó Abraham a Dios, y le fue atribuido a justicia”. Vers. 5; Romanos 4:3 (Historia de los patriarcas y profetas, p. 130). Cuando Abrahán tenía casi cien años, se le repitió la promesa de un hijo, y se le aseguró que el futuro heredero sería hijo de Sara. Pero Abrahán todavía no comprendió la promesa. En seguida pensó en Ismael, aferrado a la creencia de que por medio de él se habían de cumplir los propósitos misericordiosos de Dios. En su afecto por su hijo exclamó: “Ojalá Ismael viva delante de ti”. Nuevamente se le dio la promesa en palabras inequívocas: “Ciertamente Sara tu mujer te parirá un hijo, y llamarás su nombre Isaac; y confirmaré mi pacto con él” (Historia de los patriarcas y profetas, p. 142). Dios confirió un gran honor a Abrahán. Los ángeles del cielo anduvieron y hablaron con él como con un amigo. Cuando los juicios de Dios estaban por caer sobre Sodoma, este hecho no le fue ocultado y él se convirtió en intercesor de los pecadores para con Dios. Su entrevista con los ángeles presenta también un hermoso ejemplo de hospitalidad (Historia de los patriarcas y profetas, p. 132). Las mayores victorias ganadas para la causa de Dios no son resultado de complicadas discusiones, amplias facilidades, extensa influencia o abundancia de recursos; se obtienen en la cámara de audiencia con Dios, cuando con fe ferviente y agonizante los hombres se asen de su brazo poderoso. ¡Cuán fuertes son la verdadera fe y la verdadera oración! Son como dos brazos por los cuales el suplicante humano se asiese del poder del Amor Infinito. La fe consiste en confiar en Dios, en creer que nos ama y sabe lo que es mejor para nuestro bien. Así, en vez de nuestro camino, nos induce a preferir el suyo. En vez de nuestra ignorancia, acepta su sabiduría; en vez de nuestra debilidad, su fuerza; en vez de nuestro pecado, su justicia. Nuestra vida, nosotros mismos, somos ya suyos; la fe reconoce su derecho de posesión, y acepta su bendición (Obreros evangélicos, p. 273).

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¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374