Ser Semejante a Jesús


El arrepentimiento es esencial durante el día de la expiación, 28 de diciembre https://ift.tt/3FMrpOs Ha venido la salvación, el poder y el reino de... Dios, y la autoridad de su Cristo... ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. Apocalipsis 12:10. Dios está apartando a sus hijos de las abominaciones del mundo para que puedan guardar su ley; a causa de esto, la ira del “acusador de nuestros hermanos” no tiene límite. “Porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo”. Apocalipsis 12:10, 12. La verdadera tierra de promisión está delante de nosotros, y Satanás está resuelto a destruir al pueblo de Dios y privarlo de su herencia. Nunca fue más necesario que hoy oír la advertencia: “Velad y orad, para que no entréis en tentación”. Marcos 14:38.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 745. Estamos viviendo ahora en el gran Día de la Expiación. Cuando en el servicio simbólico el sumo sacerdote hacía la propiciación por Israel, todos debían afligir su alma arrepintiéndose de sus pecados y humillándose ante el Señor, si no querían verse separados del pueblo. De la misma manera, todos los que desean que sus nombres sean conservados en el libro de la vida, deben ahora, en los pocos días que les quedan de este tiempo de gracia, afligir su alma ante Dios con verdadero arrepentimiento y dolor por sus pecados. Hay que escudriñar honda y sinceramente el corazón. Hay que deponer el espíritu liviano y frívolo al que se entregan tantos cristianos de profesión. Empeñada lucha espera a todos los que quieran subyugar las malas inclinaciones que tratan de dominarlos. La obra de preparación es una obra individual. No somos salvados en grupos. La pureza la devoción de uno no suplirá la falta de estas cualidades en otro. Si bien todas las naciones deben pasar en juicio ante Dios, sin embargo él examinará el caso de cada individuo de un modo tan detenido y penetrante como si no hubiese otro ser en la tierra. Cada cual tiene que ser probado y encontrado sin mancha, ni arruga, ni cosa semejante. Solemnes son las escenas relacionadas con la obra final de la expiación. Incalculables son los intereses que ésta involucra. El juicio se lleva ahora adelante en el Santuario celestial... Pronto, nadie sabe cuando, les tocará ser juzgados a los vivos... Cuando quede concluida la obra del juicio investigador, quedará también decidida la suerte de todos para vida o para muerte. El tiempo de gracia terminará poco antes de que el Señor aparezca en las nubes del cielo. Al mirar hacia ese tiempo, Cristo declara en el Apocalipsis: “...He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra”. Apocalipsis 22:12.—el Conflicto de los Siglos, 544, 545; Gospel Herald, agosto de 1910.

Reflejemos a Jesús


El testimonio triunfante de Pablo resuena a través de los siglos, 28 de diciembre https://ift.tt/3JrKCr1 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida. 2 Timoteo 4:7, 8. Este hombre de fe [Pablo] tuvo también la visión de la escalera de Jacob, que representaba a Cristo, que ha unido la tierra con el cielo y al hombre finito con el infinito. Su fe se fortaleció al recordar que los patriarcas y profetas habían confiado en Aquel que era su sostén y consuelo, y por quien estaban dando la vida. De esos santos que a través de los siglos dieron testimonio de su fe, recibió la seguridad de que Dios es fiel. A sus compañeros de apostolado, que para predicar el Evangelio de Cristo salieron a enfrentar el fanatismo religioso y las supersticiones paganas, la persecución y el desprecio; a esos hombres que no les dieron valor a sus propias vidas a fin de llevar en alto la gloria de la cruz en medio del oscuro laberinto de la infidelidad; a esos hombres oyó dar testimonio acerca de Jesús como Hijo de Dios y Salvador del mundo. Desde el tormento, la estaca, el calabozo, y desde los escondrijos y cavernas de la tierra, llegaba a sus oídos el clamor de triunfo de los mártires. Escuchó el testimonio de las almas fieles que, aunque desamparadas, afligidas y atormentadas, daban sin temor el solemne testimonio de su fe, diciendo: “Yo sé a quién he creído”. 2 Timoteo 1:12. Todos ellos, al entregar así sus vidas por causa de su fe, declararon al mundo entero que Aquel en quien habían confiado es capaz de salvar hasta lo sumo. Rescatado por el sacrificio de Cristo, lavado de pecado por su sangre y revestido de su justicia, Pablo llevaba en sí mismo el testimonio de que su alma era preciosa a la vista de su Redentor. Su vida estaba oculta con Cristo en Dios, y él estaba convencido de que quien venció la muerte, es poderoso para guardar cuanto se le confíe. Su mente se aferraba de la promesa del Salvador: “Yo le resucitaré en el día postrero”Juan 6:40. Sus pensamientos y esperanzas giraban en torno de la segunda venida de su Señor. Y al caer la espada del verdugo, y al agolparse sobre el mártir las sombras de la muerte, su último pensamiento se proyecta hacia adelante, para unirse con el primero que surgirá en su mente en el instante del gran despertar: salir al encuentro del Autor de la vida, que le dará la bienvenida para que participe del gozo de los bienaventurados... Como el sonido de la trompeta, su voz ha vibrado desde entonces a través de los siglos, fortaleciendo con su propio valor a millares de testigos de Cristo, y despertando en millares de corazones afligidos el eco de su triunfante gozo... “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor... en aquel día”.—Los Hechos de los Apóstoles, 422, 423.

En los Lugares Celestiales


Junto al árbol de la vida, 28 de diciembre https://ift.tt/3mCEG4K Y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación. Apocalipsis 5:9. ¿Esperamos llegar al cielo al fin y unirnos al coro celestial? Como descendimos a la tumba así saldremos, en cuanto concierne al carácter... Ahora es el momento de lavar ... nuestras ropas y emblanquecerlas en la sangre del Cordero... Juan vio el trono de Dios rodeado de una compañía y preguntó: ¿Quiénes son éstos? La respuesta fue: “Son los que ... han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero”. Apocalipsis 7:14. Cristo los lleva a las fuentes de aguas vivas y allí está el árbol de la vida y el precioso Salvador. Se nos presenta aquí una vida que se mide con la vida de Dios. Allí no hay dolor, pena, enfermedad o muerte. Todo es paz, armonía y amor... Ahora es el momento de recibir gracia, fortaleza y poder para combinarlos con nuestros esfuerzos humanos a fin de que podamos formar caracteres para la vida eterna. Cuando hagamos esto descubriremos que los ángeles de Dios nos ministrarán, y seremos herederos de Dios y coherederos de Cristo. Y cuando suene la última trompeta, y los muertos sean llamados de su prisión y transformados en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, se colocarán las coronas de gloria inmortal sobre la cabeza de los merecedores. Las puertas perlinas se abrirán para dejar entrar a las naciones que han guardado la verdad. El conflicto ha terminado. “Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo”. Mateo 25:34. ¿Deseamos esta bendición? Yo sí, y creo que vosotros también. Dios os ayude para librar las batallas de esta vida, ganar diariamente la victoria y al fin estar entre los que arrojarán sus coronas a los pies de Jesús, pulsarán las arpas de oro y llenarán el cielo con la música más dulce.—Manuscrito 84, 1886.

El Cristo Triunfante


Cristo está a tu puerta, ¿lo dejarás entrar? 28 de diciembre https://ift.tt/3FAp0Xj “Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase al autor de la salvación de ellos”. Hebreos 2:10. Hemos de ser uno en Cristo. De este modo manifestamos nuestra fidelidad a Dios, nuestro Redentor y a todos aquellos que nacen en su reino. No debe haber disensión alguna entre el profeso pueblo de Dios, ninguna controversia, ni conflictos entre unos y otros. Las fuerzas de la justicia deben estar unidas en su conflicto contra el mal. Todo el vigor del pueblo de Dios debe estar unido en su lucha contra el mal. La voluntad de cada hijo de Dios ha de armonizar con la voluntad del Señor. Los esfuerzos de Satanás en contra del bien y el terrible odio de sus acólitos contra los fieles de Dios, revelan la necesidad de la unión y de la armonía en medio del ejército de la justicia. Una terrible contienda está ante nosotros. Nos acercamos a la batalla del gran día del Dios todopoderoso. Lo que está bajo control ahora, entonces se soltará. El ángel de la misericordia está plegando sus alas, preparándose para descender del trono de oro, para dejar el mundo bajo el dominio de Satanás, el rey que éste se ha escogido, asesino y destructor desde el mismo principio. Los principados y potestades de la tierra están en amarga revuelta contra el Dios del cielo. Están llenos de odio contra todos los que sirven a Dios, y pronto, muy pronto, se librará la última gran batalla entre el bien y el mal. La tierra será el campo del combate: el escenario del final conflicto y de la victoria final. Aquí, donde por tanto tiempo Satanás ha dirigido a los hombres contra Dios, la rebelión será extirpada para siempre. Cristo vino a esta tierra en forma humana para poder ser el Capitán de nuestra salvación, de manera que no fuéramos vencidos por el poder de Satanás. Y cuando parecía que el enemigo estaba ganando victorias señaladas contra la justicia, Dios estaba obrando con misericordia y poder para contrarrestar sus designios... El pueblo de Dios ha de dar un decidido testimonio en favor de la verdad, por medio de la pluma y la voz... Cuando nos consagramos a Cristo, él habla al corazón y lo llena de su Espíritu. No tenemos tiempo para luchar entre nosotros; no tenemos tiempo para trabajar en suposiciones o para acariciar prejuicios. Es demasiado tarde para esto... pues Cristo está a la puerta. Hay una consistencia innegable en la sana doctrina. No es un vapor que se disipa. La luz debe emanar de la Palabra de Dios. El Señor invita a su pueblo para que se acerque a él. Nadie debe interponerse entre él y su pueblo. Cristo está llamando a la puerta del corazón para solicitar entrada. ¿Lo dejarán entrar?—Carta 153, 1901.

Conflicto y Valor


No necesitamos desesperarnos, 28 de diciembre https://ift.tt/3z4Osle Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; mas los impíos caerán en el mal. Proverbios 24:16. La pluma inspirada, fiel a su tarea, nos habla de los pecados que vencieron a Noé, Lot, Moisés, Abrahán, David y Salomón, y hasta nos cuenta que aun el enérgico espíritu de Elías se abatió bajo la tentación durante su terrible prueba. Están fielmente registradas la desobediencia de Jonás y la idolatría de Israel. La negación de Pedro, la aguda contienda que hubo entre Pablo y Bernabé, las flaquezas de los profetas y los apóstoles, todo queda revelado... Ante nosotros se expone la vida de los creyentes, con todos sus defectos e insensateces, que están destinados a ser una lección para todas las generaciones que los habían de seguir. Si hubiesen sido perfectos, habrían sido sobrehumanos, y nuestra naturaleza pecaminosa nos haría desesperar de llegar jamás a tal punto de excelencia. Pero al ver cómo lucharon y cayeron, cómo cobraron nuevamente ánimo y vencieron por la gracia de Dios, cobramos aliento para avanzar contra los obstáculos que la naturaleza degenerada coloca en nuestro camino. Dios ha sido siempre fiel en castigar el crimen. Envió a sus profetas para amonestar a los culpables, denunciar sus pecados y pronunciar juicio contra ellos... Necesitamos precisamente las lecciones que la Biblia nos da, porque juntamente con la revelación del pecado, está registrada la retribución que sigue. El pesar y la penitencia del culpable, el llanto del alma enferma de pecado, llegan del pasado hasta nosotros, diciéndonos que el hombre necesitaba entonces como ahora la gracia perdonadora de Dios... La historia bíblica sostiene el corazón que desmaya con la esperanza de la misericordia divina. No necesitamos desesperarnos cuando vemos que otros lucharon con desalientos semejantes a los nuestros, cayeron en tentaciones como nosotros, y sin embargo recobraron sus fuerzas y recibieron bendición de Dios. Las palabras de la inspiración consuelan y alientan al alma que yerra. Aunque los patriarcas y los apóstoles estuvieron sujetos a las flaquezas humanas, por la fe obtuvieron buen renombre, pelearon sus batallas con la fuerza del Señor y vencieron gloriosamente. Así también podemos nosotros confiar en la virtud del sacrificio expiatorio y ser vencedores en el nombre de Jesús.—Joyas de los Testimonios 1:439, 440, 443.

Cada Día con Dios


Bajo sus alas, 28 de diciembre https://ift.tt/3HeXS0r Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán. Juan 15:20. No hay mayor evidencia de que Satanás está obrando que cuando los que profesan haber sido santificados para servir a Dios persiguen a sus semejantes porque no creen las mismas doctrinas que ellos sostienen. Estos mismos se lanzarán con furia contra el pueblo de Dios, para declarar que es verdad lo que saben que no lo es. De ese modo pondrán de manifiesto que quien los inspira es el acusador de los hermanos, y asesino de los santos de Dios. Pero si Dios permite que los tiranos nos traten como los sacerdotes trataron a su Hijo, ¿abandonaremos nuestra fe y nos lanzaremos a la perdición? Dios permite que estas cosas nos ocurran, no porque no se preocupe por nosotros, puesto que afirma: “Estimada es a los ojos de Jehová la muerte de sus santos”. Salmos 116:15. Con Satanás a la cabeza para imbuirlos de su espíritu, los hombres pueden afligir al pueblo de Dios, causarle dolor y quitarle su vida temporal; pero no pueden tocar la vida que está escondida con Cristo. No nos pertenecemos. En cuerpo y alma hemos sido comprados mediante el precio que se pagó en la cruz del Calvario, y debemos recordar que estamos en las manos de Aquel que nos creó. No importa qué hagan los hombres impíos inspirados por Satanás, debemos descansar en la seguridad de que estamos bajo la protección de Dios y de que él nos va a fortalecer mediante su Espíritu para que podamos persistir... Pronto llegará el momento cuando el Señor diga: “Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación. Porque he aquí que Jehová sale de su lugar para castigar al morador de la tierra por su maldad contra él; y la tierra descubrirá la sangre derramada sobre ella, y no encubrirá ya más a sus muertos”. Isaías 26:20, 21. Los que aman al Señor no necesitan sorprenderse si los que pretenden ser cristianos se llenan de odio porque no pueden doblegar la conciencia del pueblo de Dios. Dentro de poco comparecerán delante del juez de toda la tierra para dar cuenta del dolor que han causado a los cuerpos y almas de la heredad de Dios.—The Review and Herald, 28 de diciembre de 1897.

Alza tus Ojos


Edúquese para creer, 28 de diciembre https://ift.tt/31806zi Encomienda a Jehová tus obras, y tus pensamientos serán afirmados. Proverbios 16:3. Hermano A, Ud. debe alejar de sí sus temores. Deje las consecuencias con el Señor y siga adelante. Está tratando demasiado arduamente de salvarse a sí mismo, de hacer alguna gran cosa que lo recomiende delante de Dios. Todo lo que El requiere de Ud., querido hermano, es una sumisión completa, con todas las consecuencias de su aceptación de la verdad. Satanás dice: “¿Qué pasará después de todo si al hacerlo te equivocas? ¿Puedes permitirte correr el riesgo?” Jesús lo ama y si Ud. se consagra a El con todo lo que tiene, lo aceptará y llevará sus cargas; su amigo nunca le fallará. Ud. contempla la cruz de Cristo con alarma. El yugo le parece molesto. Es Satanás quien lo hace parecer así. Jesús lo invita: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros... porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”. Mateo 11:28-30. El yugo que teme llevar por miedo de que lo lastime, Jesús lo califica como fácil. La carga que no se atreve a tocar, es liviana. Todo lo que se requiere es que se aferre de El, y cuando lo haga, encontrará que es más un sostén que penosa carga. Esa cruz, que le parece tan incómoda, tan pesada para llevar, lo elevará y será una fuente de fortaleza para Ud.... Debe educarse para creer, para ocupar su posición en la plataforma de la verdad eterna, y dar la bienvenida a las tribulaciones por Cristo. Jesús lo ayudará, los ángeles lo ayudarán a resistir al diablo y él huirá. Acérquese a Dios y él se acercará a Ud... Crea que Jesús lo ama y, en sus esfuerzos por obedecer, si se equivoca no sienta que debe preocuparse al punto de abandonar su confianza en Dios y pensar que es su enemigo. Somos mortales falibles. Si pecamos, “abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo”. 1 Juan 2:1. Ud. no puede limpiarse de las impurezas. Lleve su carga a Jesús; El le ayudará. No siga demorando, con la esperanza de que sus buenas obras serán la expiación por el pecado. Confíe en los méritos de la sangre del Salvador crucificado y resucitado.—Carta 20, del 28 de diciembre de 1867, dirigida a un miembro de iglesia desanimado.

A Fin de Conocerle


El gozo puesto delante de él, 28 de diciembre https://ift.tt/3sEJcn7 El cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Hebreos 12:2. La obra de Cristo en el mundo consistió en buscar y salvar lo que se había perdido. Siempre vio ante él el resultado de su misión, aunque debió recibir primero el bautismo de sangre, aunque el peso de los pecados del mundo gravitó sobre su alma inocente, aunque la sombra de una indecible calamidad siempre se cernió sobre él. Sin embargo, por el gozo propuesto delante de él, soportó la cruz y despreció la vergüenza. Soportó todo esto para salvar al hombre pecador, para elevarlo y ennoblecerlo y darle un lugar con él en su trono.—The Review and Herald, 20 de diciembre de 1892. Cristo es el originador de la verdad divina. Conocía la altura y la profundidad, la longitud, la anchura y la plenitud de la compasión del amor divino, como ningún mortal puede conocerla. Sabía qué gran bendición rehusaban los pecadores cuando rechazaban la luz divina... Los hombres están contaminados con el pecado, y no pueden tener una concepción adecuada del atroz carácter del mal que acarician. Por causa del pecado, la Majestad del cielo fue golpeada, herida de Dios y afligida. Nuestro Sustituto desnudó voluntariamente su alma ante la espada de la justicia, para que nosotros no pereciéramos sino que tuviéramos vida eterna. Cristo dijo: “Yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo”. Juan 10:17, 18. Ningún hombre del mundo y ningún ángel del cielo habría podido pagar la penalidad del pecado. Jesús era el único que podía salvar al hombre rebelde.—Ibid. El gozo puesto delante de Jesús fue el de ver almas redimidas por el sacrificio de su gloria, su honor, sus riquezas y su propia vida. La salvación del hombre era su gozo. Cuando todos los redimidos estén reunidos en el reino de Dios, él verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho.—Testimonios para la Iglesia 2:604.

¡Maranata: El Senor Viene!


El reino de amor de Cristo, 28 de diciembre https://ift.tt/3sEIhTH El reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo. Daniel 7:27. El gobierno del reino de Cristo no se asemeja a ningún gobierno terreno. Es un reflejo de los caracteres de quienes componen el reino... En su corte preside el amor santo, y sus cargos y funciones están adornados por el ejercicio de la caridad. Pide a sus siervos que incorporen compasión y benevolencia, sus propios atributos, en todas sus tareas... Sólo el poder de Cristo puede obrar la transformación en el corazón y la mente a fin de que todos los que quieran puedan participar con él de la nueva vida en el reino de Dios... A fin de servirle rectamente, debemos nacer del Espíritu divino. Esto purificará el corazón y renovará la mente y nos dará una nueva capacidad para conocer y amar a Dios. Nos dará obediencia voluntaria a todos sus requerimientos. Esa es la verdadera adoración. “Tus ojos verán a Jerusalén, morada de quietud, tienda que no será desarmada, ni serán arrancadas sus estacas, ni ninguna de sus cuerdas será rota. Porque ciertamente allí será Jehová para con nosotros fuerte, lugar de ríos, de arroyos muy anchos... Porque Jehová es nuestro juez, Jehová es nuestro legislador, Jehová es nuestro Rey; él mismo nos salvará... No dirá el morador: Estoy enfermo; al pueblo que more en ella le será perdonada la iniquidad”. Isaías 33:20-24. “Os gozaréis y os alegraréis para siempre en las cosas que yo he creado” asegura el Señor; “porque he aquí que yo traigo a Jerusalén alegría, y a su pueblo gozo. Y me alegraré con Jerusalén, y me gozaré con mi pueblo; y nunca más se oirán en ella voz de lloro, ni voz de clamor... Edificarán casas, y morarán en ellas; plantarán viñas, y comerán el fruto de ellas. No edificarán para que otro habite, ni plantarán para que otro coma; porque según los días de los árboles serán los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán la obra de sus manos... No afligirán, ni harán mal en todo mi santo monte, dijo Jehová”. Isaías 65:18-25.79En Lugares Celestiales, 374.

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Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374