La Fe por la Cual Vivo


La Fe por la Cual Vivo
La fusión de dos vidas, 3 de septiembre Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y allegarse a su mujer, y serán una sola carne. Génesis 2:24. https://ift.tt/blWSKxT “En la relación matrimonial se da un paso muy importante: la fusión de dos vidas en una.... Dios ha dispuesto que reine el amor perfecto y la armonía entre las personas que forman el matrimonio. El novio y la novia, en presencia del universo celestial, se comprometen a amarse como Dios ha ordenado que se amen.”—The Adventist Home, 102, 103. “Alrededor de cada familia se extiende un círculo sagrado que no debe romperse. Dentro de este círculo nadie tiene derecho de entrada. Que el marido o la mujer no dejen que un extraño esté al corriente de las confidencias que a ellos solos les importan. Que cada uno de ellos ame al otro antes de exigir que el otro le ame. Cultivad en vosotros mismos las más nobles cualidades, y estad prontos a reconocer las buenas cualidades uno de otro.... “Considérese a Cristo el primero, el último y el mejor en todas las cosas. En la medida en que vuestro amor a Cristo se haga más profundo y más fuerte, se hará también más puro y más fuerte vuestro amor mutuo.”—El Ministerio de Curación, 339. “Si Cristo es realmente admitido en el hogar como la esperanza de gloria, reinarán allí el amor y la unión.... “Un hogar donde reina el espíritu del Señor es la más dulce representación del cielo.”—The Adventist Home, 120, 15. “Sólo donde reina Cristo puede haber cariño profundo, fiel y abnegado.”—El Ministerio de Curación, 336. “Los ángeles de Dios serán huéspedes en tal hogar y su santa vigilancia será un refugio para el matrimonio.”—Testimonies for the Church 5:362.
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Hijos e Hijas de Dios


Hijos e Hijas de Dios
Fieles en lo poco y en lo mucho, 3 de septiembre El que es fiel en lo muy poco, también en lo más esfiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto. Lucas 16:10. https://ift.tt/sOnMAaL Muchos admiran el río profundo y ancho que se encamina majestuosamente hacia el océano. Es digno de admiración, porque realiza la obra que le ha sido señalada. Pero, ¿qué diremos de los millares de riachos que vienen de la montaña y que ayudan a engrosar esa noble corriente? Es verdad que son pequeños y angostos; pero son indispensables, porque sin ellos el río no existiría. Al fertilizar la tierra realizan la obra que les fue asignada. La vegetación que bordea sus riberas traza su paso a través de los campos y las praderas. Así cumplen ellos con el plan divino y contribuyen a la prosperidad del mundo. El poderoso río ha cavado para sí un lecho a través de las colinas eternas; pero en su radio de acción el arroyo es tan necesario como el río... Cada miembro es responsable individualmente por la prosperidad de la iglesia. El mundo está lleno de trabajo que el Maestro espera que realicemos para él. Cada día trae consigo su carga de cuidados y responsabilidad; y con uno solo que descuide el trabajo que se le asignó, los intereses sagrados sufren.—The Review and Herald, 6 de enero de 1885. La atención concienzuda a las cosas que el mundo denomina pequeñas constituye la gran belleza y el éxito de la vida. Los pequeños actos de amor, las pequeñas palabras bondadosas, los pequeños actos de abnegación, el sabio aprovechamiento de las pequeñas oportunidades, la diligente cultura de los pequeños talentos engrandecen a los hombres a la vista de Dios.—The Youth’s Instructor, 21 de abril de 1898. La bondadosa cortesía que, comenzando en nuestra familia, se extiende fuera del círculo del hogar, ayuda a alcanzar la suma de la felicidad de la vida.—Testimonies for the Church 3:539, 540.
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Exaltad a Jesús


Exaltad a Jesús
Salud para el cuerpo y el alma, 3 de septiembre Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma. 3 Juan 2. https://ift.tt/NeHJmDK Hay condiciones que deben observar todos los que quieren conservar la salud. Todos deben aprender cuáles son esas condiciones. Al Señor no le agrada que ignoren sus leyes, naturales o espirituales. Hemos de colaborar con Dios para devolver la salud al cuerpo tanto como al alma. Y debemos enseñar a otros a conservar y recobrar la salud. Para los enfermos, debemos usar los remedios que Dios proveyó en la naturaleza, y debemos señalarles a Aquel que es el único que puede sanar. Nuestra obra consiste en presentar los enfermos y dolientes a Cristo en los brazos de nuestra fe. Debemos enseñarles a creer en el gran Médico. Debemos echar mano de su promesa, y orar por la manifestación de su poder. La misma esencia del Evangelio es la restauración, y el Salvador quiere que invitemos a los enfermos, los imposibilitados y los afligidos a echar mano de su fuerza. El poder del amor estaba en todas las obras de curación de Cristo, y únicamente participando de este amor por la fe podemos ser instrumentos apropiados para su obra. Si dejamos de ponernos en relación divina con Cristo, la corriente de energía vivificante no puede fluir en ricos raudales desde nosotros a la gente. Hubo lugares donde el Salvador mismo no pudo hacer muchos prodigios por causa de la incredulidad.—El Deseado de Todas las Gentes, 764-765. El cuerpo debe ser conservado en una condición saludable a fin de que el alma pueda disfrutar de salud. La condición del cuerpo afecta la condición del alma. El que quiere tener fuerza física y espiritual, debe educar su apetito en la dirección debida. Debe ser cuidadoso de no cargar el alma recargando sus facultades físicas o espirituales. La adhesión fiel a los principios correctos en el comer, en el beber y en el vestir, es un deber que Dios ha colocado sobre los seres humanos. El Señor desea que obedezcamos las leyes de la salud y la vida. El tiene a cada uno de nosostros por responsables de cuidar adecuadamente el cuerpo, a fin de que sea conservado con salud.—El Evangelismo, 193. En sus milagros el Salvador reveló ese poder que obra continuamente en favor del hombre para sustentarlo y sanarlo. Mediante los agentes naturales, Dios obra día tras día, hora tras hora, momento tras momento, para mantenernos con vida, para fortalecernos y restaurarnos... El deseo de Dios para cada ser humano se expresa en las palabras: “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma”... La verdadera religión y las leyes de la salud van mano en mano.—My Life Today, 135.
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En los Lugares Celestiales


En los Lugares Celestiales
Una batalla invisible alrededor de cada alma, 3 de septiembre Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Efesios 6:12. https://ift.tt/x59qPy3 No comprendemos suficientemente el gran conflicto que pone frente a frente los ejércitos invisibles de los ángeles buenos y de los ángeles desleales. Los ángeles buenos y los malos luchan alrededor de cada hombre. No es un conflicto imaginario; no son batallas simuladas aquellas en que estamos empeñados. Tenemos que hacer frente a los adversarios más poderosos y nos incumbe decidir quiénes vencerán.—Testimonies for the Church 7:213. Si los seres humanos conocieran el número de los ángeles malos, sus engaños y actividad, serían mucho menos orgullosos y frívolos. Satanás es el príncipe de los demonios... El instiga todo el mal que existe en nuestro mundo.—The S.D.A. Bible Commentary 6:1119. Si Satanás ve que corre peligro de perder un alma, hace cuánto puede para conservarla. Y cuando la persona llega a darse cuenta del peligro que corre, y con angustia y fervor busca fortaleza en Jesús, Satanás teme perder un cautivo, y llama un refuerzo de sus ángeles para rodear a la pobre alma y formar una muralla de tinieblas en derredor de ella con el propósito de que la luz del cielo no la alcance. Pero si el que está en peligro persevera, y en su impotencia se aferra a los méritos de la sangre de Cristo, nuestro Salvador escucha la ferviente oración de fe, y envía refuerzos de ángeles poderosos en fortaleza para que lo libren. Satanás no puede soportar que se recurra a su poderoso rival, porque teme y tiembla ante su fuerza y majestad. Al sonido de la oración ferviente, toda la hueste de Satanás tiembla.—Testimonies for the Church 1:345, 346.
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El Cristo Triunfante


El Cristo Triunfante
La entrada triunfal fue vista por muchos a quienes Jesús había sanado, 3 de septiembre https://ift.tt/cJr43em “Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y luego hallaréis una asna atada, y un pollino con ella; desatadla y traédmelos. Y si alguien os dijere algo, decid: El Señor los necesita; y luego los enviará”. Mateo 21:2, 3. El tiempo en que se produjo la entrada triunfal de Cristo en Jerusalén era la estación más hermosa del año. El Monte de los Olivos se alfombraba de una tonalidad verde y las arboledas hermosas desplegaban su diverso follaje. Desde las regiones circundantes a Jerusalén, muchas personas habían venido en ocasión de la fiesta con el sincero deseo de ver a Jesús. El milagro espectacular que hizo el Salvador al resucitar a Lázaro de los muertos había ejercido un efecto maravilloso en las mentes y una multitud grande y entusiasta se acercó al lugar donde se encontraba Jesús. La tarde casi había transcurrido cuando Jesús envió a sus discípulos hasta la aldea de Betfagé... Esta era la primera vez en su ministerio que Cristo consentía en cabalgar y los discípulos interpretaron esto como un indicio de que él estaba por afirmar su autoridad y su poder reales ocupando el lugar que le correspondía en el trono de David. Con alegría ejecutaron la orden recibida. Encontraron al pollino como Jesús lo había dicho... “Y trajeron el asna y el pollino, y pusieron sobre ellos sus mantos, y él se sentó encima”. El momento cuando Jesús montó el animal fue enmarcado por una serie de aclamaciones que llenaron el aire de alabanza y triunfo... El Señor no desplegó ninguna señal externa de realeza. No vestía ningún manto gubernamental, ni era seguido por una procesión de hombres armados. Más bien lo acompañaba un grupo de personas muy entusiasmadas. Ellos no podían evitar que se evidenciara el sentimiento gozoso de anticipación que animaba sus corazones... El eco de los cánticos descendía de la montaña y resonaba en el valle: “¡Hosanna al Hijo de David! ¡Hosanna en las alturas! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!”... Los que antes habían sido ciegos... eran quienes abrían la marcha del maravilloso séquito... Uno que había despertado del sueño de la muerte guiaba el animal que montaba. Los que una vez fueron sordos y mudos, ahora, con sus oídos abiertos y sus corazones agradecidos, arrancan las palmas y las arrojan a su paso homenajeando al poderoso Sanador. El leproso, que había escuchado las terribles palabras del sacerdote: “Inmundo”... estaba allí. La viuda y el huérfano también estaban allí testificando de sus obras maravillosas. Los que habían regresado de la muerte estaban allí. Las lenguas, una vez paralizadas por el poder de Satanás, entonaban cánticos con regocijo... El endemoniado está allí, pero en esta ocasión no para pronunciar las palabras que Satanás hubiera puesto en sus labios... Los infantes se inspiran en la escena... En la cima del Monte la procesión se detiene.—Manuscrito 128, 1899.
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Alza tus Ojos


El misterio de la encarnación, 3 de septiembre E indiscutiblemente, grande es el ministerio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria. 1 Timoteo 3:16. https://ift.tt/jDJ7Plo ¿Fue la naturaleza humana del hijo de María transformada en la naturaleza divina del Hijo de Dios? No, ambas naturalezas fueron misteriosamente fusionadas en una sola persona: el Hombre Cristo Jesús. En El moraba toda la plenitud de la Divinidad corporalmente. Cuando Cristo fue crucificado, fue su naturaleza humana la que murió. La Deidad no se debilitó ni murió; eso habría sido imposible. Cristo, el Inmaculado, salvará a cada hijo e hija de Adán que acepte la salvación ofrecida, y que consiente en ser hijo de Dios. El Salvador compró a la raza caída con su propia sangre. Este es un gran misterio, un misterio que no será total y completamente comprendido en su magnitud hasta que la traslación de los redimidos tenga lugar. Entonces el poder, la grandeza y la eficacia del don de Dios para el hombre serán entendidos. Pero el enemigo está decidido a que este don esté envuelto en el misterio que llegue a ser insignificante. Tendremos que enfrentar falsos sentimientos. Nunca, nunca podremos permitirnos poner nuestra confianza en la magnificencia humana, como algunos lo han hecho, mirando al hombre como los ángeles en el cielo lo hicieron con el rebelde Lucifer y finalmente perdieron el sentido de la presencia de Cristo y de Dios. ¿Quién, escudriñando, puede descubrir a Dios en su perfección? Los evangelios presentan el carácter de Cristo como infinitamente perfecto. Desearía poder decir esto de modo tal que el mundo entero pudiera oír el propósito de la misión y obra de Cristo. Lean y escudriñen las Escrituras, en las cuales Jesús aparece como el ideal divino de nuestra fe. Cuando el ser finito, bajo la sutil influencia del tentador, comienza a cuestionar las palabras de Aquel a quien se llama “Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz” (Isaías 9:6), su concepto de sí mismo aumenta y el de Cristo y Dios disminuye... Los hombres más talentosos de la tierra podrían hallar abundante motivo de placer—desde ahora hasta el juicio—por todas las facultades otorgadas por el Señor, en ensalzar el carácter de Cristo. Pero aun así no lograrían presentarlo como El es. Los misterios de la redención, incluyendo el carácter divino-humano de Cristo, su encarnación, su expiación por el pecado, podrían emplear las plumas y las facultades mentales más agudas de los hombres más sabios a partir de ahora hasta que Jesús sea revelado en las nubes del cielo en poder y gran gloria. Sin embargo, aunque esos hombres pusieran toda su capacidad para tratar de ofrecer una representación de Cristo y su obra, la misma estaría lejos de la realidad... El tema de la redención ocupará la mente y la lengua de los redimidos a través de las edades eternas. El reflejo de la gloria de Dios brillará siempre y para siempre del rostro del Salvador.—Carta 280, del 3 de septiembre de 1904, dirigida a los ministros, médicos y maestros.

A Fin de Conocerle


Esperad la dirección de Dios, 3 de septiembre He aquí, como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores, y como los ojos de la sierva a la mano de su señora, así nuestros ojos miran a Jehová nuestro Dios, hasta que tenga misericordia de nosotros. Salmos 123:2. https://ift.tt/h8MYDmu Los hijos de Dios deberían cultivar una aguda sensibilidad para el pecado. ... Una de las invenciones más exitosas de Satanás consiste en inducir a los hombres a cometer pecaditos, en cegar su mente al peligro de transigir en las cosas pequeñas, en hacer pequeñas digresiones de los claros requerimientos de Dios. Muchos que se estremecerían de horror ante la idea de cometer grandes transgresiones, son inducidos a considerar el pecado en las cuestiones pequeñas como de poca importancia. Pero estos pecaditos carcomen la vida de la piedad en el alma. Los pies que entran en una senda que se aparta del camino correcto van hacia el camino ancho que termina en muerte. Dios pide que le demostremos nuestra lealtad prestándole una obediencia indiscutible. Al decidir acerca de una conducta, no deberíamos preguntar únicamente si producirá algún daño, sino también si contraría la voluntad de Dios. Debemos aprender a desconfiar del yo y a confiar enteramente en la dirección y el apoyo de Dios; debemos pedir el conocimiento de su voluntad y fuerza para realizarla. Debemos estar más en comunión con Dios. Nuestra única seguridad consiste en orar en secreto, orar mientras trabajamos, orar mientras caminamos, orar en la noche, tener los pensamientos siempre elevados hacia Dios. ... Así fue como nuestro Ejemplo obtuvo fuerza para recorrer el espinoso camino que lo condujo desde Nazaret hasta el Calvario. Cristo, el Inmaculado, sobre quien se derramó el Espíritu Santo sin medida, reconoció constantemente su dependencia de Dios, y buscó renovada provisión de la Fuente de poder y sabiduría. Cuánto más los seres finitos y falibles deberían sentir esta necesidad de ayuda divina.—The Review and Herald, 8 de noviembre de 1887.

¡Maranata: El Senor Viene!


Prepárate para encontrarte con tu Dios, 3 de septiembre Por tanto, de esta manera te haré a ti, oh Israel; y porque te he de hacer esto, prepárate para venir al encuentro de tu Dios, oh Israel. Amós 4:12. https://ift.tt/14PdrVu Muchos ignoran lo que deben ser a fin de vivir a la vista del Señor durante el tiempo de angustia, cuando no haya sumo sacerdote en el santuario. Los que reciban el sello del Dios vivo y sean protegidos en el tiempo de angustia deben reflejar plenamente la imagen de Jesús.7Primeros Escritos, 71. Sus vestiduras deberán estar sin mácula; sus caracteres, purificados de todo pecado por la sangre de la aspersión. Por la gracia de Dios y sus propios y diligentes esfuerzos deberán ser vencedores en la lucha contra el mal. Mientras se prosigue el juicio investigador en el cielo, mientras que los pecados de los creyentes arrepentidos son quitados del santuario, debe llevarse a cabo una obra especial de purificación, de liberación del pecado, entre el pueblo de Dios en la tierra.8Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 478. Vi que muchos descuidaban la preparación necesaria, esperando que el tiempo del “refrigerio” y la “lluvia tardía” los preparasen para sostenerse en el día del Señor y vivir en su presencia. ¡Oh! ¡Y a cuántos vi sin amparo en el tiempo de angustia! Habían descuidado la preparación necesaria, y por lo tanto no podían recibir el refrigerio indispensable para sobrevivir a la vista de un Dios santo. Quienes se nieguen a ser tallados por los profetas y a purificar sus almas obedeciendo a toda la verdad, quienes presuman estar en condición mucho mejor de lo que están en realidad, llegarán al tiempo en que caigan las plagas y verán que les hubiera sido necesario que los tallasen y encuadrasen para la edificación... Vi que nadie podrá participar del “refrigerio” a menos que haya vencido todas las tentaciones y triunfado del orgullo, el egoísmo, el amor al mundo y toda palabra y obra malas. Por lo tanto, debemos acercarnos más y más al Señor y buscar anhelosamente la preparación necesaria que nos habilite para permanecer firmes en la batalla, en el día del Señor. Recuerden todos que Dios es santo y que únicamente seres santos podrán morar alguna vez en su presencia.9Primeros Escritos, 70, 71.

Sabbath School


Tuesday, September 03 La abominación asoladora Comentarios Elena G.W para las Lecciones de Escuela Sabática https://ift.tt/VcM18Nf Jesús declaró a los discípulos los castigos que iban a caer sobre el apóstata Israel y especialmente los que debería sufrir por haber rechazado y crucificado al Mesías. Iban a producirse señales inequívocas, precursoras del espantoso desenlace. La hora aciaga llegaría presta y repentinamente. Y el Salvador advirtió a sus discípulos: “Por tanto, cuando viereis la abominación del asolamiento, que fue dicha por Daniel profeta, que estará en el Lugar Santo (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea, huyan a los montes”. Mateo 24:15, 16; Lucas 21:20. Tan pronto como los estandartes del ejército romano idólatra fuesen clavados en el suelo sagrado, que se extendía varios estadios más allá de los muros, los creyentes en Cristo debían huir a un lugar seguro. Al ver la señal preventiva, todos los que quisieran escapar debían hacerlo sin tardar. Tanto en tierra de Judea como en la propia ciudad de Jerusalén el aviso de la fuga debía ser aprovechado en el acto. Todo el que se hallase en aquel instante en el tejado de su casa no debía entrar en ella ni para tomar consigo los más valiosos tesoros; los que trabajaran en el campo y en los viñedos no debían perder tiempo en volver por las túnicas que se hubiesen quitado para sobrellevar mejor el calor y la faena del día. Todos debían marcharse sin tardar si no querían verse envueltos en la ruina general (El conflicto de los siglos, p. 25). Los profetas habían llorado la apostasía de Israel y lamentado las terribles desolaciones con que fueron castigadas sus culpas. Jeremías deseaba que sus ojos se volvieran manantiales de lágrimas para llorar día y noche por los muertos de la hija de su pueblo y por el rebaño del Señor que fue llevado cautivo. Jeremías 9:1; 13:17. ¡Cuál no sería entonces la angustia de Aquel cuya mirada profética abarcaba, no unos pocos años, sino muchos siglos! Veía al ángel exterminador blandir su espada sobre la ciudad que por tanto tiempo fuera morada de Jehová. Desde la cumbre del Monte de los Olivos, en el lugar mismo que más tarde iba a ser ocupado por Tito y sus soldados, miró a través del valle los atrios y pórticos sagrados, y con los ojos nublados por las lágrimas, vio en horroroso anticipo los muros de la ciudad circundados por tropas extranjeras; oyó el estrépito de las legiones que marchaban en son de guerra, y los tristes lamentos de las madres y de los niños que lloraban por pan en la ciudad sitiada. Vio el templo santo y hermoso, los palacios y las torres devorados por las llamas, dejando en su lugar tan solo un montón de humeantes ruinas (El conflicto de los siglos, p. 21). Podemos saber que si nuestra vida está oculta con Cristo en Dios, cuando entremos en la prueba a causa de nuestra fe, Jesús estará con nosotros. Cuando se nos lleve delante de los dirigentes y los dignatarios para dar razón de nuestra fe, el Espíritu del Señor iluminará nuestro entendimiento y seremos capaces de dar testimonio para la gloria de Dios. Y si somos llamados a sufrir por Cristo, seremos capaces de ir a la prisión confiando en él como un niñito confía en sus padres. Ahora es el momento de cultivar la fe en Dios (Nuestra elevada vocación, p. 359).

Entrada destacada

¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374