La Fe por la Cual Vivo


Para esta hora, 1 de noviembre https://ift.tt/N4GTZg7 Porque si absolutamente callares en este tiempo, respiro y liberación tendrán los judíos de otra parte; mas tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora te han hecho llegar al reino? Ester 4:14. “Cualquiera que se dé cuenta del carácter repulsivo del pecado, que con el poder de lo alto resista a la tentación, despertará seguramente la ira de Satanás y de sus súbditos.”—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 561. “El mismo espíritu que en siglos pasados indujo a los hombres a perseguir la iglesia verdadera, los inducirá en el futuro a seguir una conducta similar para con aquellos que se mantienen leales a Dios. Aun ahora se están haciendo preparativos para ese último gran conflicto. “El decreto que se promulgará finalmente contra el pueblo remanente de Dios será muy semejante al que promulgó Asuero contra los judíos.... “Satanás despertará indignación contra la minoría que se niega a aceptar las costumbres y tradiciones populares.... Gobernantes, ministros y miembros de la iglesia, llenos de un espíritu perseguidor, conspirarán contra ellos. De viva voz y por la pluma, mediante jactancia, amenazas y el ridículo, procurarán destruir su fe.... No pudiendo presentar un ‘Así dicen las Escrituras’ contra los que defienden el día de reposo bíblico, recurrirán a decretos opresivos para suplir la falta. A fin de obtener popularidad y apoyo, los legisladores cederán a la demanda por leyes dominicales.”—La Historia de Profetas y Reyes, 444.

Hijos e Hijas de Dios


El desarrollo de las facultades, 1 de noviembre https://ift.tt/3VN8Zl4 Porque Jehová da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. Proverbios 2:6. Necesitáis buscar constantemente la más alta cultura de la mente y el alma, de modo que podáis afrontar la educación de vuestros hijos con espíritu reposado y corazón amante; para que los embebáis con aspiraciones puras, y cultivéis en ellos el amor por las cosas honestas, puras y santas... Procurad aumentar constantemente vuestras facultades, a fin de que hagáis en vuestro hogar una obra cabal y perfecta por precepto y ejemplo.—The Review and Herald, 15 de septiembre de 1891. No debe seguir sus propias inclinaciones [consejo a una madre]. Debe tener mucho cuidado en establecer el ejemplo correcto en todas las cosas. No se quede inactiva. Despierte sus energías adormecidas... Lleve a cabo los deberes esenciales. Estudie la manera de realizar con vivacidad los deberes de la vida doméstica que son sencillos, no interesantes, sino muy necesarios.—Conducción del Niño, 70. Los padres aún no comprenden el asombroso poder de la cultura cristiana. Hay minas de verdad que deben trabajarse pero que han sido extrañamente descuidadas. Esta negligencia no recibe la aprobación de Dios. Padres, Dios os llama a que consideréis esta cuestión con ojos ungidos. Sólo habéis raspado la superficie. Reasumid la obra que habéis descuidado durante tanto tiempo, que Dios colaborará con vosotros. Realizad vuestra obra de todo corazón, y Dios os ayudará a mejorar. Comenzad llevando el Evangelio a la vida del hogar.—Conducción del Niño, 68, 69.

Hijos e Hijas de Dios


Hijos e Hijas de Dios
El desarrollo de las facultades, 1 de noviembre https://ift.tt/3VN8Zl4 Porque Jehová da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. Proverbios 2:6. Necesitáis buscar constantemente la más alta cultura de la mente y el alma, de modo que podáis afrontar la educación de vuestros hijos con espíritu reposado y corazón amante; para que los embebáis con aspiraciones puras, y cultivéis en ellos el amor por las cosas honestas, puras y santas... Procurad aumentar constantemente vuestras facultades, a fin de que hagáis en vuestro hogar una obra cabal y perfecta por precepto y ejemplo.—The Review and Herald, 15 de septiembre de 1891. No debe seguir sus propias inclinaciones [consejo a una madre]. Debe tener mucho cuidado en establecer el ejemplo correcto en todas las cosas. No se quede inactiva. Despierte sus energías adormecidas... Lleve a cabo los deberes esenciales. Estudie la manera de realizar con vivacidad los deberes de la vida doméstica que son sencillos, no interesantes, sino muy necesarios.—Conducción del Niño, 70. Los padres aún no comprenden el asombroso poder de la cultura cristiana. Hay minas de verdad que deben trabajarse pero que han sido extrañamente descuidadas. Esta negligencia no recibe la aprobación de Dios. Padres, Dios os llama a que consideréis esta cuestión con ojos ungidos. Sólo habéis raspado la superficie. Reasumid la obra que habéis descuidado durante tanto tiempo, que Dios colaborará con vosotros. Realizad vuestra obra de todo corazón, y Dios os ayudará a mejorar. Comenzad llevando el Evangelio a la vida del hogar.—Conducción del Niño, 68, 69.
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Exaltad a Jesús


Exaltad a Jesús
Jesús, nuestro abogado, 1 de noviembre https://ift.tt/fiZ4cgj Si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. 1 Juan 2:1. Jesús es nuestro Abogado, nuestro Sumo Sacerdote, nuestro Intercesor. Nuestra posición es como la de los israelitas durante el día de la expiación. Cuando el sumo sacerdote entraba en el lugar santísimo, que representaba el lugar donde nuestro Sumo Sacerdote intercede en la actualidad, y rociaba la sangre expiatoria sobre el asiento de la misericordia, afuera no se ofrecía ningún sacrificio propiciatorio. Mientras el sacerdote intercedía delante de Dios, cada corazón debía inclinarse contrito y suplicar el perdón de sus transgresiones. En la muerte de Cristo, el Cordero inmolado por los pecados del mundo, el símbolo se encontró con la realidad. Nuestro gran Sumo Sacerdote fue constituido en el único sacrificio de valor para nuestra salvación. Al ofrecerse sobre la cruz, se realizó una expiación perfecta por los pecados de los seres humanos. Actualmente nos encontramos en el atrio exterior, aguardando la bendita esperanza de la aparición gloriosa de nuestro Salvador y Señor Jesucristo. Afuera no se ha de ofrecer sacrificio alguno, porque el gran Sumo Sacerdote está llevando a cabo su obra en el lugar santísimo. Durante su intercesión como abogado nuestro, Cristo no necesita ninguna virtud humana ni mediación de nadie. El es el único portador del pecado, la única ofrenda por el pecado. La oración y la confesión deben dirigirse sólo a él, quien entró una vez para siempre en el lugar santísimo. Salvará hasta lo sumo a todos los que acuden a él con fe. El vive constantemente para interceder por nosotros... El intelecto más poderoso que se haya creado es incapaz de comprender a Dios; la lengua más elocuente es incapaz de describirlo... Los seres humanos tienen un solo Abogado, un Intercesor capaz de perdonar sus transgresiones. ¿No rebosarán nuestros corazones de gratitud hacia Aquel que dio a Jesús para que fuera la propiciación por nuestros pecados? Mediten profundamente acerca del amor que el Padre ha manifestado en nuestro favor, el amor que ha expresado por nosotros. Ese amor no lo podemos medir, porque para él no hay medida. ¿Acaso se puede medir lo infinito? Lo único que podemos hacer es apuntar hacia el Calvario, al Cordero inmolado desde la fundación del mundo... Ningún otro ser humano tiene lugar entre el pecador y Cristo... El mismo Cristo es nuestro Abogado. Todo lo que el Padre es para su Hijo lo es también para aquellos a quienes su Hijo representa en su humanidad. En cada aspecto de su obra, Cristo actuó como un representante de su Padre. Vivió como sustituto y garante nuestro. Trabajó como espera que trabajen sus seguidores: sin ningún egoísmo y apreciando el valor de cada ser humano por quien él sufrió y murió.—The Signs of the Times, 28 de junio de 1899.
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Exaltad a Jesús


Jesús, nuestro abogado, 1 de noviembre https://ift.tt/fiZ4cgj Si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. 1 Juan 2:1. Jesús es nuestro Abogado, nuestro Sumo Sacerdote, nuestro Intercesor. Nuestra posición es como la de los israelitas durante el día de la expiación. Cuando el sumo sacerdote entraba en el lugar santísimo, que representaba el lugar donde nuestro Sumo Sacerdote intercede en la actualidad, y rociaba la sangre expiatoria sobre el asiento de la misericordia, afuera no se ofrecía ningún sacrificio propiciatorio. Mientras el sacerdote intercedía delante de Dios, cada corazón debía inclinarse contrito y suplicar el perdón de sus transgresiones. En la muerte de Cristo, el Cordero inmolado por los pecados del mundo, el símbolo se encontró con la realidad. Nuestro gran Sumo Sacerdote fue constituido en el único sacrificio de valor para nuestra salvación. Al ofrecerse sobre la cruz, se realizó una expiación perfecta por los pecados de los seres humanos. Actualmente nos encontramos en el atrio exterior, aguardando la bendita esperanza de la aparición gloriosa de nuestro Salvador y Señor Jesucristo. Afuera no se ha de ofrecer sacrificio alguno, porque el gran Sumo Sacerdote está llevando a cabo su obra en el lugar santísimo. Durante su intercesión como abogado nuestro, Cristo no necesita ninguna virtud humana ni mediación de nadie. El es el único portador del pecado, la única ofrenda por el pecado. La oración y la confesión deben dirigirse sólo a él, quien entró una vez para siempre en el lugar santísimo. Salvará hasta lo sumo a todos los que acuden a él con fe. El vive constantemente para interceder por nosotros... El intelecto más poderoso que se haya creado es incapaz de comprender a Dios; la lengua más elocuente es incapaz de describirlo... Los seres humanos tienen un solo Abogado, un Intercesor capaz de perdonar sus transgresiones. ¿No rebosarán nuestros corazones de gratitud hacia Aquel que dio a Jesús para que fuera la propiciación por nuestros pecados? Mediten profundamente acerca del amor que el Padre ha manifestado en nuestro favor, el amor que ha expresado por nosotros. Ese amor no lo podemos medir, porque para él no hay medida. ¿Acaso se puede medir lo infinito? Lo único que podemos hacer es apuntar hacia el Calvario, al Cordero inmolado desde la fundación del mundo... Ningún otro ser humano tiene lugar entre el pecador y Cristo... El mismo Cristo es nuestro Abogado. Todo lo que el Padre es para su Hijo lo es también para aquellos a quienes su Hijo representa en su humanidad. En cada aspecto de su obra, Cristo actuó como un representante de su Padre. Vivió como sustituto y garante nuestro. Trabajó como espera que trabajen sus seguidores: sin ningún egoísmo y apreciando el valor de cada ser humano por quien él sufrió y murió.—The Signs of the Times, 28 de junio de 1899.

En los Lugares Celestiales


En los Lugares Celestiales
Nuestra misión en el mundo, 1 de noviembre https://ift.tt/uErkOj3 Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. Juan 17:18. La separación del mundo, en obediencia a la orden divina, ¿nos inhabilitará para la obra que el Señor nos ha dejado? ¿Nos impedirá hacer el bien a los que nos rodean? No. Cuanto más firme sea nuestro asidero en el cielo, tanto mayor será nuestro poder para ser útiles. Debemos estudiar el Modelo, para que el espíritu que habitó en Cristo pueda morar en nosotros. Al Salvador no se lo halló entre los eminentes y honorables del mundo. No empleó su tiempo entre los que buscaban su propia comodidad y deleite. Trabajó para ayudar a los que necesitaban ayuda, para salvar a los perdidos y a los que perecían, para levantar a los caídos, para romper el yugo de opresión de los que estaban en cautiverio, para sanar a los afligidos y hablar palabras de simpatía y consolación a los angustiados y tristes. Se nos pide que sigamos este ejemplo. Cuanto más participemos del espíritu de Cristo, tanto más buscaremos hacer por nuestros semejantes. Bendeciremos al necesitado y confortaremos al afligido. Llenos de amor por las almas que perecen, nos deleitaremos en seguir las pisadas de la Majestad de los cielos.—The Review and Herald, 2 de enero de 1900. ¡Cuán grande es la responsabilidad depositada sobre los discípulos de Cristo! ¡Cuán imperativo el deber de reflejar la luz del Cielo sobre un mundo envuelto en tinieblas! Cuanto más cerrada sea la oscuridad circundante, tanto más potente debiera ser la luz de la fe y el ejemplo cristianos.—The Review and Herald, 23 de octubre de 1888.
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En los Lugares Celestiales


Nuestra misión en el mundo, 1 de noviembre https://ift.tt/uErkOj3 Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. Juan 17:18. La separación del mundo, en obediencia a la orden divina, ¿nos inhabilitará para la obra que el Señor nos ha dejado? ¿Nos impedirá hacer el bien a los que nos rodean? No. Cuanto más firme sea nuestro asidero en el cielo, tanto mayor será nuestro poder para ser útiles. Debemos estudiar el Modelo, para que el espíritu que habitó en Cristo pueda morar en nosotros. Al Salvador no se lo halló entre los eminentes y honorables del mundo. No empleó su tiempo entre los que buscaban su propia comodidad y deleite. Trabajó para ayudar a los que necesitaban ayuda, para salvar a los perdidos y a los que perecían, para levantar a los caídos, para romper el yugo de opresión de los que estaban en cautiverio, para sanar a los afligidos y hablar palabras de simpatía y consolación a los angustiados y tristes. Se nos pide que sigamos este ejemplo. Cuanto más participemos del espíritu de Cristo, tanto más buscaremos hacer por nuestros semejantes. Bendeciremos al necesitado y confortaremos al afligido. Llenos de amor por las almas que perecen, nos deleitaremos en seguir las pisadas de la Majestad de los cielos.—The Review and Herald, 2 de enero de 1900. ¡Cuán grande es la responsabilidad depositada sobre los discípulos de Cristo! ¡Cuán imperativo el deber de reflejar la luz del Cielo sobre un mundo envuelto en tinieblas! Cuanto más cerrada sea la oscuridad circundante, tanto más potente debiera ser la luz de la fe y el ejemplo cristianos.—The Review and Herald, 23 de octubre de 1888.

El Cristo Triunfante


El Apocalipsis de Jesucristo: el mensaje de Dios para su pueblo, 1 de noviembre https://ift.tt/4uPEzNd “No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte y yo te daré la corona de la vida”. Apocalipsis 2:10. Juan había estado estrechamente relacionado con el Salvador durante su ministerio. Él había escuchado sus maravillosas enseñanzas, visto sus notables obras y su testimonio fue dado claramente. Habló de todo corazón y movido por el amor a Cristo que inundaba su alma, y ningún poder sería capaz de contener sus palabras... Al igual que su Maestro. Juan soportó con paciencia cada intento de darle muerte. Cuando sus enemigos lo lanzaron en un caldero de aceite hirviente, creyeron que no volverían a escuchar nada de él. Pero no bien se habían pronunciado las palabras de origen satánico: “Así perecen todos los que creen en ese engañador, Jesús de Nazaret”, Juan declaró: “Mi Maestro soportó con paciencia todo lo que Satanás y sus ángeles pudieron idear para humillarlo y torturarlo. Dio su vida para salvar al mundo. Murió para que podamos tener vida. Me honra que se me permita sufrir por su causa. Sólo soy un hombre débil y pecador, pero Cristo era santo, limpio, inmaculado y apartado de los pecadores. El no pecó, ni pronunció palabra ociosa con su boca”. Las palabras de Juan, mientras sufría a manos de sus enemigos, tuvieron su influencia y fue sacado del caldero por los mismos que lo arrojaron en él. Poco después. Juan fue enviado a la isla de Patmos donde, separado de sus compañeros en la fe, sus enemigos suponían que moriría debido a las penalidades y el abandono; pero aun allí Juan ganó amigos y conversos. Pensaban que por fin habían puesto al fiel testigo donde ya no podría molestar más a Israel o a los impíos gobernantes del mundo. Pero todo el universo celestial observó el conflicto con el anciano discípulo y su separación de sus compañeros en la fe. Dios. Cristo y la hueste celestial fueron compañeros de Juan en la isla de Patmos. De ellos recibió instrucciones que impartió a aquellos que con él estaban separados del mundo. Allí escribió las revelaciones y visiones que recibió de Dios para narrar las cosas que ocurrirían en el período final de la historia de esta tierra. Cuando su voz ya no testificara más de la verdad, cuando no pudiese atestiguar más en favor de Aquel que amaba y servía, los mensajes que se le dieron en aquella costa rocosa y árida se esparcirían como una lámpara que alumbra. Toda nación, tribu, lengua y pueblo llegaría a conocer el seguro propósito del Señor, no sólo con respecto a la nación judía, sino a cada nación de la tierra.—Manuscrito 150, 1899.

Dios nos Cuida


Dios nos Cuida
La ilimitada compasión de Cristo, 1 de noviembre https://ift.tt/ryaNRkO Para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias. Mateo 8:17. Nuestro Señor Jesucristo vino a este mundo para ministrar incansablemente a la necesidad del hombre. “Tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias”, a fin de poder ministrar a toda necesidad de la humanidad. Vino para quitar la carga de enfermedad, miseria y pecado. Era su misión traer completa restauración a los hombres; vino para darles salud, paz y perfección de carácter. Diversas eran las circunstancias y necesidades de aquellos que solicitaban su ayuda, y ninguno de los que acudían a él se iba sin haber recibido ayuda. De él fluía un raudal de poder sanador, y los hombres eran sanados en cuerpo, mente y alma. La obra del Salvador no se limitaba a lugar o tiempo alguno. Su compasión no conocía límites. Verificaba su obra de curación y enseñanza en tan grande escala que no había en toda Palestina edificio bastante amplio para contener las multitudes que acudían a él. En las verdes laderas de las colinas de Galilea, en los caminos, a orillas del mar, en las sinagogas, y en todo lugar donde se le podía llevar enfermos, encontraba su hospital. En toda ciudad, todo pueblo, toda aldea donde pasara, imponía las manos a los afligidos, y los sanaba. Dondequiera que hubiese corazones listos para recibir su mensaje, él los consolaba con la seguridad del amor de su Padre celestial... Jesús llevaba el peso aterrador de la responsabilidad por la salvación de los hombres. El sabía que a menos que hubiese un cambio radical en los principios y propósitos de la especie humana, todo se perdería. Tal era la carga de su alma, y nadie podía apreciar el peso que descansaba sobre él. En la niñez, en la juventud y en la edad viril, anduvo solo... Día tras día hacía frente a pruebas y tentaciones; día tras día se hallaba en contacto con el mal, y presenciaba su poder sobre aquellos a quienes él trataba de bendecir y salvar. Sin embargo, no desmayaba ni se desalentaba... Siempre se mostró paciente y gozoso, y los afligidos lo saludaban como un mensajero de vida y paz. Veía las necesidades de hombres y mujeres, de niños y jóvenes, y a todos daba la invitación: “Venid a mí”... Mientras pasaba por los pueblos y las ciudades, era como una corriente vital que difundía vida y gozo.
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Dios nos Cuida


La ilimitada compasión de Cristo, 1 de noviembre https://ift.tt/ryaNRkO Para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias. Mateo 8:17. Nuestro Señor Jesucristo vino a este mundo para ministrar incansablemente a la necesidad del hombre. “Tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias”, a fin de poder ministrar a toda necesidad de la humanidad. Vino para quitar la carga de enfermedad, miseria y pecado. Era su misión traer completa restauración a los hombres; vino para darles salud, paz y perfección de carácter. Diversas eran las circunstancias y necesidades de aquellos que solicitaban su ayuda, y ninguno de los que acudían a él se iba sin haber recibido ayuda. De él fluía un raudal de poder sanador, y los hombres eran sanados en cuerpo, mente y alma. La obra del Salvador no se limitaba a lugar o tiempo alguno. Su compasión no conocía límites. Verificaba su obra de curación y enseñanza en tan grande escala que no había en toda Palestina edificio bastante amplio para contener las multitudes que acudían a él. En las verdes laderas de las colinas de Galilea, en los caminos, a orillas del mar, en las sinagogas, y en todo lugar donde se le podía llevar enfermos, encontraba su hospital. En toda ciudad, todo pueblo, toda aldea donde pasara, imponía las manos a los afligidos, y los sanaba. Dondequiera que hubiese corazones listos para recibir su mensaje, él los consolaba con la seguridad del amor de su Padre celestial... Jesús llevaba el peso aterrador de la responsabilidad por la salvación de los hombres. El sabía que a menos que hubiese un cambio radical en los principios y propósitos de la especie humana, todo se perdería. Tal era la carga de su alma, y nadie podía apreciar el peso que descansaba sobre él. En la niñez, en la juventud y en la edad viril, anduvo solo... Día tras día hacía frente a pruebas y tentaciones; día tras día se hallaba en contacto con el mal, y presenciaba su poder sobre aquellos a quienes él trataba de bendecir y salvar. Sin embargo, no desmayaba ni se desalentaba... Siempre se mostró paciente y gozoso, y los afligidos lo saludaban como un mensajero de vida y paz. Veía las necesidades de hombres y mujeres, de niños y jóvenes, y a todos daba la invitación: “Venid a mí”... Mientras pasaba por los pueblos y las ciudades, era como una corriente vital que difundía vida y gozo.

01 LA VIDA ES UNA PERSONA. INIMAGINABLE. PR SAMUEL BRAGA


01 LA VIDA ES UNA PERSONA. INIMAGINABLE. PR SAMUEL BRAGA


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Conflicto y Valor


Conflicto y Valor
Pedro habla en alta voz, 1 de noviembre Mateo 16:13-20. https://ift.tt/rJ74HWx Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Mateo 16:15, 16. Desde el principio, Pedro había creído que Jesús era el Mesías. Muchos otros que habían sido convencidos por la predicación de Juan el Bautista y que habían aceptado a Cristo, empezaron a dudar en cuanto a la misión de Juan cuando fue encarcelado y ejecutado; y ahora dudaban que Jesús fuese el Mesías a quien habían esperado tanto tiempo... Pero Pedro y sus compañeros no se desviaron de su fidelidad. El curso vacilante de aquellos que ayer le alababan y hoy le condenaban no destruyó la fe del verdadero seguidor del Salvador... Pedro había expresado la fe de los doce. Sin embargo, los discípulos distaban mucho de comprender la misión de Cristo. La oposición y las mentiras de los sacerdotes y gobernantes, aun cuando no podían apartarlos de Cristo, les causaban gran perplejidad... De vez en cuando resplandecían sobre ellos los preciosos rayos de luz de Jesús; mas con frecuencia eran como hombres que andaban a tientas en medio de las sombras. Pero en ese día, antes que fuesen puestos frente a frente con la gran prueba de su fe, el Espíritu Santo descansó sobre ellos con poder. Por un corto tiempo sus ojos fueron apartados de “las cosas que se ven”, para contemplar “las que no se ven”. Bajo el disfraz de la humanidad, discernieron la gloria del Hijo de Dios... La verdad que Pedro había confesado es el fundamento de la fe del creyente. Es lo que Cristo mismo ha declarado ser vida eterna. Pero la posesión de este conocimiento no era motivo de engreimiento. No era por ninguna sabiduría o bondad propia de Pedro por lo que le había sido revelada esa verdad. Nunca puede la humanidad de por sí alcanzar un conocimiento de lo divino. “Es más alto que los cielos: ¿qué harás? Es más profundo que el infierno: ¿cómo lo conocerás?” Únicamente el espíritu de adopción puede revelarnos las cosas profundas de Dios, que “ojo no vio, ni oído oyó, y que jamás entraron en pensamiento humano”. “Pero a nosotros nos las ha revelado Dios por medio de su Espíritu; porque el Espíritu escudriña todas las cosas, y aun las cosas profundas de Dios”. El Deseado de Todas las Gentes, 379, 380.
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Conflicto y Valor


Pedro habla en alta voz, 1 de noviembre Mateo 16:13-20. https://ift.tt/rJ74HWx Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Mateo 16:15, 16. Desde el principio, Pedro había creído que Jesús era el Mesías. Muchos otros que habían sido convencidos por la predicación de Juan el Bautista y que habían aceptado a Cristo, empezaron a dudar en cuanto a la misión de Juan cuando fue encarcelado y ejecutado; y ahora dudaban que Jesús fuese el Mesías a quien habían esperado tanto tiempo... Pero Pedro y sus compañeros no se desviaron de su fidelidad. El curso vacilante de aquellos que ayer le alababan y hoy le condenaban no destruyó la fe del verdadero seguidor del Salvador... Pedro había expresado la fe de los doce. Sin embargo, los discípulos distaban mucho de comprender la misión de Cristo. La oposición y las mentiras de los sacerdotes y gobernantes, aun cuando no podían apartarlos de Cristo, les causaban gran perplejidad... De vez en cuando resplandecían sobre ellos los preciosos rayos de luz de Jesús; mas con frecuencia eran como hombres que andaban a tientas en medio de las sombras. Pero en ese día, antes que fuesen puestos frente a frente con la gran prueba de su fe, el Espíritu Santo descansó sobre ellos con poder. Por un corto tiempo sus ojos fueron apartados de “las cosas que se ven”, para contemplar “las que no se ven”. Bajo el disfraz de la humanidad, discernieron la gloria del Hijo de Dios... La verdad que Pedro había confesado es el fundamento de la fe del creyente. Es lo que Cristo mismo ha declarado ser vida eterna. Pero la posesión de este conocimiento no era motivo de engreimiento. No era por ninguna sabiduría o bondad propia de Pedro por lo que le había sido revelada esa verdad. Nunca puede la humanidad de por sí alcanzar un conocimiento de lo divino. “Es más alto que los cielos: ¿qué harás? Es más profundo que el infierno: ¿cómo lo conocerás?” Únicamente el espíritu de adopción puede revelarnos las cosas profundas de Dios, que “ojo no vio, ni oído oyó, y que jamás entraron en pensamiento humano”. “Pero a nosotros nos las ha revelado Dios por medio de su Espíritu; porque el Espíritu escudriña todas las cosas, y aun las cosas profundas de Dios”. El Deseado de Todas las Gentes, 379, 380.

Cada Día con Dios


Cada Día con Dios
Conozcamos por nosotros mismos, 1 de noviembre https://ift.tt/xw9rBiY Con todo eso, aun de los gobernantes, muchos creyeron en él; pero a causa de los fariseos no lo confesaban, para no ser expulsados de la sinagoga. Porque amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios. Juan 12:42, 43. Todavía mucha luz debe emanar de la ley de Dios y del Evangelio de justicia. Cuando se comprenda el verdadero carácter de este mensaje y se lo proclame con el poder del Espíritu, iluminará la tierra con su gloria. El gran asunto acerca del cual todos tendrán que tomar una decisión debe ser presentado a todas las naciones, todas las lenguas y todos los pueblos. La obra, mediante la cual se pondrá fin a la proclamación del mensaje del tercer ángel, estará acompañada de un poder que llevará los rayos del sol de justicia por todos los caminos y senderos de la vida, y muchos se decidirán a hacer de Dios su supremo Gobernante, y aceptarán su ley como la norma de su gobierno. Muchos de los que pretenden creer en la verdad cambiarán de opinión en los momentos de peligro, y se pondrán de parte de los transgresores de la ley de Dios para evitar la persecución. Habrá una profunda humillación de corazón delante de Dios por parte de los que quieran permanecer fieles y leales hasta el fin. Pero Satanás trabajará de tal manera sobre los elementos no consagrados de la mente humana, que muchos no aceptarán la verdad tal como Dios lo indica... Existe definidamente el peligro de que muchos que profesan creer la verdad se hallen en una situación parecida a la de los judíos. Aceptan las ideas de los hombres con quienes se relacionan, no por haber adoptado concienzudamente sus doctrinas como verdad mediante el escudriñamiento de las Escrituras. Les suplico que pongan su confianza en Dios; no idolatren a nadie; no dependan de nadie. No permitan que el amor a un hombre los induzca a ubicarlo en puestos de responsabilidad que él no está en condiciones de desempeñar para gloria de Dios, porque el hombre es finito y sujeto a error, y sujeto además a ser manejado por sus propias opiniones y sentimientos. La estima y la justicia propias se están manifestando entre nosotros, y muchos caerán por causa de la incredulidad y la injusticia, debido a que la gracia de Cristo no gobierna el corazón. Siempre debemos estar escudriñando la verdad como si fuera un tesoro escondido...—Manuscrito 15, del 1 de noviembre de 1878, “Una invitación a estudiar la Palabra en forma más profunda”.
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Cada Día con Dios


Conozcamos por nosotros mismos, 1 de noviembre https://ift.tt/xw9rBiY Con todo eso, aun de los gobernantes, muchos creyeron en él; pero a causa de los fariseos no lo confesaban, para no ser expulsados de la sinagoga. Porque amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios. Juan 12:42, 43. Todavía mucha luz debe emanar de la ley de Dios y del Evangelio de justicia. Cuando se comprenda el verdadero carácter de este mensaje y se lo proclame con el poder del Espíritu, iluminará la tierra con su gloria. El gran asunto acerca del cual todos tendrán que tomar una decisión debe ser presentado a todas las naciones, todas las lenguas y todos los pueblos. La obra, mediante la cual se pondrá fin a la proclamación del mensaje del tercer ángel, estará acompañada de un poder que llevará los rayos del sol de justicia por todos los caminos y senderos de la vida, y muchos se decidirán a hacer de Dios su supremo Gobernante, y aceptarán su ley como la norma de su gobierno. Muchos de los que pretenden creer en la verdad cambiarán de opinión en los momentos de peligro, y se pondrán de parte de los transgresores de la ley de Dios para evitar la persecución. Habrá una profunda humillación de corazón delante de Dios por parte de los que quieran permanecer fieles y leales hasta el fin. Pero Satanás trabajará de tal manera sobre los elementos no consagrados de la mente humana, que muchos no aceptarán la verdad tal como Dios lo indica... Existe definidamente el peligro de que muchos que profesan creer la verdad se hallen en una situación parecida a la de los judíos. Aceptan las ideas de los hombres con quienes se relacionan, no por haber adoptado concienzudamente sus doctrinas como verdad mediante el escudriñamiento de las Escrituras. Les suplico que pongan su confianza en Dios; no idolatren a nadie; no dependan de nadie. No permitan que el amor a un hombre los induzca a ubicarlo en puestos de responsabilidad que él no está en condiciones de desempeñar para gloria de Dios, porque el hombre es finito y sujeto a error, y sujeto además a ser manejado por sus propias opiniones y sentimientos. La estima y la justicia propias se están manifestando entre nosotros, y muchos caerán por causa de la incredulidad y la injusticia, debido a que la gracia de Cristo no gobierna el corazón. Siempre debemos estar escudriñando la verdad como si fuera un tesoro escondido...—Manuscrito 15, del 1 de noviembre de 1878, “Una invitación a estudiar la Palabra en forma más profunda”.

Alza tus Ojos


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Aceptemos el plan del salvador, 1 de noviembre https://ift.tt/Z3hVqLj Gustad, y ved que es bueno Jehová; dichoso el hombre que confia en él. Salmos 34:8. [Cristo] era el príncipe del cielo, pero hizo un sacrificio infinito al venir a un mundo estropeado por la maldición que el adversario caído trajo sobre él. Se ase de la raza caída. Jesús nos invita: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”. Mateo 11:28-30. El ofrecimiento y todas las ventajas son nuestros, si aceptamos las condiciones... Las buenas nuevas de la gracia salvadora deben ser llevadas a todo lugar; la advertencia debe ser dada al mundo, pero se debe practicar la economía si nos movemos en el espíritu con el cual Cristo nos dio ejemplo en su vida de servicio... El Evangelio está asociado a la luz y la vida. Si no hubiera luz solar toda la vegetación perecería, y la vida humana no podría existir. Toda la vida animal moriría. Deberíamos considerar que no debe haber extravagancias en ningún sentido... Estamos preparándonos para la futura vida inmortal en el reino de los cielos. Esperamos hacer nuestra obra a la luz y con el poder del grande y todopoderoso Sanador. Todos deben practicar el sacrificio propio. Cada uno debe aprender de Cristo. “Aprended de mí -dice-, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”. Mateo 11:29... Nuestra obra debe ser estudiada cuidadosamente, y debe estar de acuerdo con el plan de nuestro Salvador. El podría usar ejércitos de ángeles para mostrar su carácter verdadero, soberano, pero dejó todo esto de lado, y vino a nuestro mundo vestido de humanidad, para sufrir con ella todas las tentaciones que el hombre debe enfrentar. El fue tentado en todos los aspectos en que los seres humanos son tentados, para estar en condiciones de revelar que es posible que nosotros seamos vencedores victoriosos, uno con Cristo como El es uno con el Padre. “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”. Juan 1:11, 12. Dios llama a los adventistas del séptimo día a revelar al mundo que nos estamos preparando para las mansiones que Cristo ha ido a preparar para quienes purifiquen sus almas obedeciendo la verdad tal como es en Jesús. Que cada alma que acuda a Cristo se niegue a sí misma, tome su cruz, y le siga.—Carta 309, del 1 de noviembre de 1905, dirigida al pastor J. A. Burden y esposa.
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A Fin de Conocerle


A Fin de Conocerle
Apartaos de los placeres del mundo, 1 de noviembre https://ift.tt/sh945Vc No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 1 Juan 2:15. El verdadero cristiano no tendrá deseos de entrar en ningún lugar de diversión ni participar de diversión alguna sobre los que no pueda pedir la bendición de Dios. No irá al teatro, [ni] a los salones de billar. ... No se unirá con los alegres bailarines ni participará en ningún otro placer seductor que borre a Cristo de su mente. A los que abogan por estas diversiones les contestamos que no podemos participar de ellas en el nombre de Jesús de Nazaret. ... Id con vuestra imaginación al Getsemaní, y contemplad la angustia que Cristo soportó por nosotros. Ved al Redentor del mundo luchando con agonía sobrehumana, con los pecados de todo el mundo sobre él. Escuchad su oración llevada por la brisa: “Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”. Había llegado la hora de las tinieblas. Cristo había entrado en las sombras de su cruz. Debía beber solo la amarga copa. De todos los hijos del mundo que había bendecido y consolado, no había uno solo que lo consolara en esta terrible hora. Lo traicionaron y entregaron en manos de la turba asesina. Desfallecido y cansado, lo arrastraron de un tribunal a otro. ... El que no conoció la mancha del pecado derramó su vida como malhechor en el Calvario. Esta historia debería conmover profundamente a cada alma. El Hijo de Dios se hizo varón de dolores, experimentado en quebranto, a fin de salvarnos. ... Mantened constantemente en vosotros una vislumbre del sacrificio infinito realizado por nuestra redención, y el salón de baile perderá su atractivo. Cristo no sólo murió como sacrificio por nosotros, sino que también vive como ejemplo para nosotros. En su naturaleza humana aparece íntegro, perfecto, inmaculado. Ser cristiano es ser como Cristo. Todo nuestro ser, cuerpo, alma y espíritu, debe ser purificado, ennoblecido y santificado hasta que reflejemos a Cristo.—The Review and Herald, 28 de febrero de 1882.
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Apartaos de los placeres del mundo, 1 de noviembre https://ift.tt/sh945Vc No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 1 Juan 2:15. El verdadero cristiano no tendrá deseos de entrar en ningún lugar de diversión ni participar de diversión alguna sobre los que no pueda pedir la bendición de Dios. No irá al teatro, [ni] a los salones de billar. ... No se unirá con los alegres bailarines ni participará en ningún otro placer seductor que borre a Cristo de su mente. A los que abogan por estas diversiones les contestamos que no podemos participar de ellas en el nombre de Jesús de Nazaret. ... Id con vuestra imaginación al Getsemaní, y contemplad la angustia que Cristo soportó por nosotros. Ved al Redentor del mundo luchando con agonía sobrehumana, con los pecados de todo el mundo sobre él. Escuchad su oración llevada por la brisa: “Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”. Había llegado la hora de las tinieblas. Cristo había entrado en las sombras de su cruz. Debía beber solo la amarga copa. De todos los hijos del mundo que había bendecido y consolado, no había uno solo que lo consolara en esta terrible hora. Lo traicionaron y entregaron en manos de la turba asesina. Desfallecido y cansado, lo arrastraron de un tribunal a otro. ... El que no conoció la mancha del pecado derramó su vida como malhechor en el Calvario. Esta historia debería conmover profundamente a cada alma. El Hijo de Dios se hizo varón de dolores, experimentado en quebranto, a fin de salvarnos. ... Mantened constantemente en vosotros una vislumbre del sacrificio infinito realizado por nuestra redención, y el salón de baile perderá su atractivo. Cristo no sólo murió como sacrificio por nosotros, sino que también vive como ejemplo para nosotros. En su naturaleza humana aparece íntegro, perfecto, inmaculado. Ser cristiano es ser como Cristo. Todo nuestro ser, cuerpo, alma y espíritu, debe ser purificado, ennoblecido y santificado hasta que reflejemos a Cristo.—The Review and Herald, 28 de febrero de 1882.

Sabbath School


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Comentarios Elena G.W https://ift.tt/umXqLzh Cuando Jonás conoció el propósito que Dios tenía de perdonar a la ciudad, que, a pesar de su maldad había sido inducida a arrepentirse en saco y ceniza, debiera haber sido el primero en regocijarse por la asombrosa gracia de Dios; pero en vez de hacerlo permitió que su mente se espaciase en la posibilidad de que se le considerase falso profeta. Celoso de su reputación, perdió de vista el valor infinitamente mayor de las almas de aquella miserable ciudad. Pero al notar la compasión manifestada por Dios hacia los arrepentidos ninivitas “Jonás se apesadumbró en extremo, y enojóse.” Preguntó al Señor: “¿No es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Por eso me precaví huyendo a Tarsis: porque sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo a enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal.” Jonás 4:1, 2. Una vez más cedió a su inclinación a dudar, y una vez más fue abrumado por el desaliento. Perdiendo de vista los intereses ajenos, y dominado por el sentimiento de que era preferible morir antes que ver sobrevivir la ciudad, exclamó, en su desconformidad: “Ahora pues, oh Jehová, ruégote que me mates; porque mejor me es la muerte que la vida” (Profetas y reyes, p. 202, 203). Esto constituye una lección para los mensajeros que Dios envía hoy, cuando las ciudades de las naciones necesitan tan ciertamente conocer los atributos y propósitos del verdadero Dios, como los ninivitas de antaño. Los embajadores de Cristo han de señalar a los hombres el mundo más noble, que se ha perdido mayormente de vista. Según la enseñanza de las Sagradas Escrituras, la única ciudad que subsistirá es aquella cuyo artífice y constructor es Dios. Con el ojo de la fe, el hombre puede contemplar el umbral del cielo, inundado por la gloria del Dios viviente. Mediante sus siervos el Señor Jesús invita a los hombres a luchar con ambición santificada para obtener la herencia inmortal. Les insta a hacerse tesoros junto al trono de Dios (Profetas y reyes, pp. 204, 205). En la dádiva de su Hijo para nuestra redención, Dios demostró cuánto valor atribuye a toda alma humana, y a nadie autoriza para hablar desdeñosamente de su semejante. Veremos defectos y debilidades en los que nos rodean, pero Dios reclama cada alma como su propiedad, por derecho de creación, y dos veces suya por haberla comprado con la sangre preciosa de Cristo. Todos fueron creados a su imagen, y debemos tratar aun a los más degradados con respeto y ternura. Dios nos hará responsables hasta de una sola palabra despectiva hacia un alma por la cual Cristo dio su vida… El que vive como vocero de Dios no debe decir palabras que aun la Majestad de los cielos se negó a usar cuando contendía con Satanás. Debemos dejar a Dios la obra de juzgar y condenar (El discurso maestro de Jesucristo, p. 52).
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Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374