Orar por el pan cotidiano, 4 de enero


El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Mateo 6:11{SSJ 10.1}

Como hijos, recibiremos día tras día lo que necesitamos para el presente. Diariamente debemos pedir: “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy”. No nos desalentemos si no tenemos bastante para mañana. Su promesa es segura: “Habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad”. Dice David: “Joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan”. Salmos 37:3, 25... {SSJ 10.2}
El que alivió los cuidados y las ansiedades de su madre viuda y la ayudó a sostener la familia de Nazaret, simpatiza con toda madre en su lucha por proveer alimento a sus hijos. Quien se compadeció de las multitudes porque “estaban desamparadas y dispersas” (Mateo 9:36), sigue teniendo compasión de los pobres que sufren. Les extiende la mano para bendecirlos, y en la misma plegaria que dio a sus discípulos nos enseña a acordarnos de los pobres... {SSJ 10.3}
La oración por el pan cotidiano incluye no solamente el alimento para sostener el cuerpo, sino también el pan espiritual que nutrirá el alma para vida eterna. Jesús nos propone: “Trabajad no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece” Juan 6:27. Nos dice Jesús: “Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre”. Juan 6:51. Nuestro Salvador es el pan de vida; cuando miramos su amor y lo recibimos en el alma, comemos el pan que desciende del cielo. {SSJ 10.4}
Recibimos a Cristo por su Palabra, y se nos da el Espíritu Santo para abrir la Palabra de Dios a nuestro entendimiento y hacer penetrar sus verdades en nuestro corazón. Hemos de orar día tras día para que, mientras leemos su Palabra, Dios nos envíe su Espíritu con el fin de revelarnos la verdad que fortalecerá nuestra alma para las necesidades del día. {SSJ 10.5}

Al enseñarnos a pedir cada día lo que necesitamos, tanto las bendiciones temporales como las espirituales, Dios desea alcanzar un propósito para beneficio nuestro. Quiere que sintamos cuánto dependemos de su cuidado constante, porque procura atraernos a una comunión íntima con él. En esta comunión con Cristo, mediante la oración y el estudio de las verdades grandes y preciosas de su Palabra, seremos alimentados como almas con hambre; como almas sedientas seremos refrescados en la fuente de la vida.—El Discurso Maestro de Jesucristo, 95, 96{SSJ 10.6}

El espíritu: un testigo, 4 de enero


El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Romanos 8:16{RP 14.1}

Si el Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios, ¿cuáles serán los resultados? El creyente someterá todo su ser a la voluntad divina. Entonces, en su maravillosa condescendencia, la Majestad de los cielos establece una santa relación familiar con los que lo buscan de todo corazón. Como consecuencia, mediante una abundante manifestación de la gracia de Dios, el hijo del Altísimo—el creyente—, es llevado a mantener con su Padre una dependencia semejante a la de los niños con los suyos. Consagre a Dios todo su ser—cuerpo y espíritu—con entera confianza en su poder y en su voluntad de bendecirlo, no importa cuán desvalido e indigno sea usted. “Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”. Juan 1:12{RP 14.2}
No caiga en la actividad impaciente, sino sea celoso en la fe, con un sólo propósito definido: atraer creyentes a Cristo, el Redentor crucificado. Esta obra no se realiza como resultado de un sermón lógico que logra convencer al intelecto. El corazón necesita ser persuadido y ablandado por la ternura. La voluntad tiene que ser sometida al arbitrio de Dios, y todas las aspiraciones deben tener una orientación celestial. Aliméntese de la Palabra del Dios viviente. El efecto debe verse en la vida práctica. Ella debe apoderarse de los comandos de todo el ser... {RP 14.3}

Cuando confiemos plenamente en Cristo, nos daremos a nosotros mismos en ofrenda a Dios. Nuestra dependencia estará centrada en la virtud y en la intercesión de Cristo como nuestra única esperanza. No hay confusión, ni sospecha, puesto que por la fe vemos a Jesús, el enviado de Dios, cuya misión es lograr la reconciliación con los pecadores. Si deseamos creer solamente en Cristo, él está comprometido con un pacto solemne de mediar en favor de los que, por su intermedio, se acercan al Padre, con el propósito de garantizar su salvación. Este privilegio está garantizado si nos acercamos confiadamente el trono de la gracia para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.—Manuscript Releases, 276, 277.{RP 14.4}

Cristo nos da el agua viva, 4 de enero


En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Juan 7:37, 38{RJ 10.1}

El sacerdote había cumplido esa mañana la ceremonia que conmemoraba la acción de golpear la roca en el desierto. Esa roca era un símbolo de Aquel que por su muerte haría fluir raudales de salvación a todos los sedientos. Las palabras de Cristo eran el agua de vida. Allí en presencia de la congregada muchedumbre se puso aparte para ser herido, a fin de que el agua de la vida pudiese fluir al mundo. Al herir a Cristo, Satanás pensaba destruir al Príncipe de la vida; pero de la roca herida fluía agua viva. Mientras Jesús hablaba al pueblo, los corazones se conmovían con una extraña reverencia y muchos estaban dispuestos a exclamar, como la mujer de Samaria: “Dame esa agua, para que no tenga yo sed”. Juan 4:15{RJ 10.2}
Jesús conocía las necesidades del alma. La pompa, las riquezas y los honores no pueden satisfacer el corazón. “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba”. Los ricos, los pobres, los encumbrados y los humildes son igualmente bienvenidos. El promete aliviar el ánimo cargado, consolar a los tristes, dar esperanza a los abatidos. Muchos de los que oyeron a Jesús lloraban esperanzas frustradas; muchos alimentaban un agravio secreto; muchos estaban tratando de satisfacer su inquieto anhelo con las cosas del mundo y la alabanza de los hombres; pero cuando habían ganado todo encontraban que habían trabajado tan sólo para llegar a una cisterna rota en la cual no podían aplacar su sed. Allí estaban en medio del resplandor de la gozosa escena, descontentos y tristes. Este clamor repentino: “Si alguno tiene sed”, los arrancó de su pesarosa meditación, y mientras escuchaban las palabras que siguieron, su mente se reanimó con una nueva esperanza. El Espíritu Santo presentó delante de ellos el símbolo hasta que vieron en El el inestimable don de la salvación. {RJ 10.3}
El clamor que Cristo dirige al alma sedienta sigue repercutiendo, y llega a nosotros con más fuerza que a aquellos que lo oyeron en el templo en aquel último día de la fiesta. El manantial está abierto para todos. A los cansados y exhaustos se ofrece la refrigerante bebida de la vida eterna. Jesús sigue clamando: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba”. “Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente”. “Mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna”. Apocalipsis 22:17Juan 4:14.—El Deseado de Todas las Gentes, 417, 418{RJ 10.4}


Bendiciones alentadoras, 4 de enero


¡Cuán grande es tu bien, que has guardado para los que te temen, que has obrado para los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres! Salmos 31:19{NEV 12.1}

Dios derrama sus bendiciones a lo largo de todo nuestro camino, para alegrar nuestro viaje e inducir a nuestros corazones a amarlo y alabarlo; y él desea que extraigamos agua de la fuente de la salvación para refrescar nuestros corazones. Podemos cantar los cánticos de Sión, podemos regocijar nuestros corazones, y podemos alegrar los corazones de otros; la esperanza debe fortalecerse, y la oscuridad debe tornarse en luz. Dios no nos ha dejado en un mundo tenebroso—como peregrinos y extranjeros que buscan un país mejor, el país celestial—sin darnos preciosas promesas para aliviar toda carga. Los bordes de nuestro sendero están sembrados con hermosas flores de promesa. Florecen a todo nuestro alrededor, esparciendo por el ambiente rica fragancia.—Carta 27, 1886{NEV 12.2}
Cuántas bendiciones perdemos porque pasamos por alto las bendiciones que recibimos diariamente, mientras nos lamentamos por aquello que no tenemos. Olvidamos y desestimamos las mercedes corrientes que abundan en nuestro camino. Podemos aprender lecciones de las cosas humildes que Dios ha puesto en la naturaleza. La flor que medra en la oscuridad y en los lugares humildes, responde a todos los rayos de luz que puede obtener, y extiende sus hojas. El pájaro enjaulado canta en su prisión en el cuarto sin sol, como si estuviera en una morada asoleada. Dios sabe si nosotros haremos un uso sabio de sus bendiciones; nunca nos las dará para que abusemos de ellas. Dios ama el corazón agradecido, que confía implícitamente en sus palabras de promesa, obteniendo consuelo, esperanza y paz de ellas; y él nos revelará todavía mayores profundidades de su amor.—The Review and Herald, 12 de abril de 1887{NEV 12.3}
Si alabáramos el santo nombre de Dios como debiéramos hacerlo, la llama del amor se encendería en muchos corazones. ... La alabanza de Dios debiera estar continuamente en nuestros corazones y nuestros labios. Esta es la mejor manera de resistir a la tentación de seguir una conducta ociosa y frívola.—Carta 42, 1900{NEV 12.4}
El Señor quiera que elevemos nuestra vida y seamos agradecidos a él porque hay un cielo, y porque Jesús está preparando mansiones para nosotros. ... Alabemos a Dios, de quien proceden todas las bendiciones. Apropiémonos mediante una fe viva de las ricas promesas de Dios, y seamos agradecidos desde la mañana hasta la noche.—The Review and Herald, 12 de abril de 1887{NEV 12.5}


La esperanza de la segunda venida, 4 de enero


El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús. Apocalipsis 22:20{MSV 12.3}

La venida del Señor ha sido en todo tiempo la esperanza de sus verdaderos discípulos. La promesa que hizo el Salvador al despedirse en el Monte de los Olivos, de que volvería, iluminó el porvenir de sus discípulos al llenar sus corazones de una alegría y una esperanza que las penas no podían apagar ni las pruebas disminuir. Entre los sufrimientos y las persecuciones, “la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo” era la “esperanza bienaventurada”. Cuando los cristianos de Tesalónica, agobiados por el dolor, enterraban a sus amados que habían esperado vivir hasta ser testigos de la venida del Señor, Pablo, su maestro, les recordaba la resurrección, que había de verificarse cuando viniese el Señor. Entonces los que hubiesen muerto en Cristo resucitarían, y juntamente con los vivos serían arrebatados para recibir a Cristo en el aire. “Y así—dijo—estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras”. 1 Tesalonicenses 4:16-18... {MSV 12.4}
Desde la cárcel, la hoguera y el patíbulo, donde los santos y los mártires dieron testimonio de la verdad, llega hasta nosotros a través de los siglos la expresión de su fe y esperanza. Estando “seguros de la resurrección personal de Cristo, y, por consiguiente, de la suya propia, a la venida de Aquel—como dice uno de estos cristianos—, ellos despreciaban la muerte y la superaban” (Daniel T. Taylor,The Reign of Christ on Earth or the Voice of the Church in all Ages, pp. 33). Estaban dispuestos a bajar a la tumba, a fin de que pudiesen “resucitar libertados”. Esperaban al “Señor que debía venir del cielo entre las nubes con la gloria de su Padre”, “trayendo para los justos el reino eterno”. Los valdenses acariciaban la misma fe. Wiclef aguardaba la aparición del Redentor como la esperanza de la iglesia.—Ibíd. 54, 129-134{MSV 13.1}
En la isla peñascosa de Patmos, el discípulo amado oyó la promesa: “Ciertamente vengo en breve”. Y su anhelante respuesta expresa la oración que la iglesia exhaló durante toda su peregrinación: ¡“Ven, Señor Jesús”! Apocalipsis 22:20Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 347, 348{MSV 13.2}


El mensaje del primer advenimiento, 4 de enero


Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio. Marcos 1:14, 15{MGD 12.1}

Mientras Jesús viajaba por Galilea, enseñando y sanando, acudían a él multitudes de las ciudades y los pueblos. Muchos venían aun de Judea y de las provincias adyacentes. Con frecuencia se veía obligado a ocultarse de la gente. El entusiasmo era tan grande que le era necesario tomar precauciones, no fuese que las autoridades romanas se alarmasen por temor a una insurrección. Nunca antes había vivido el mundo momentos tales. El cielo había descendido a los hombres... {MGD 12.2}
El mensaje evangélico, tal como lo daba el Salvador mismo, se basaba en las profecías. El “tiempo” que él declaraba cumplido, era el período dado a conocer a Daniel por el ángel Gabriel... “Sepas pues y entiendas, que desde la salida de la palabra para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas” (Daniel 9:25), sesenta y nueve semanas, es decir, cuatrocientos ochenta y tres años. La orden de restaurar y edificar a Jerusalén, completada por el decreto de Artajerjes Longímano (véase Esdras 6:147:1, 9), entró a regir en el otoño del año 457 ant. de C. Desde ese tiempo, cuatrocientos ochenta y tres años llegan hasta el otoño del año 27 de J. C. Según la profecía, este período había de llegar hasta el Mesías, el Ungido. En el año 27 de nuestra era, Jesús, en ocasión de su bautismo, recibió la unción del Espíritu Santo, y poco después empezó su ministerio. Entonces fue proclamado el mensaje: “El tiempo es cumplido”... {MGD 12.3}

El tiempo de la venida de Cristo, su ungimiento por el Espíritu Santo, su muerte y la proclamación del Evangelio a los gentiles, habían sido indicados en forma definida... El Salvador había hablado por medio de todos los profetas. “El espíritu de Cristo que estaba en ellos” “prenunciaba las aflicciones que habían de venir a Cristo, y las glorias después de ellas”. 1 Pedro 1:11... Así como el mensaje del primer advenimiento de Cristo anunciaba el reino de su gracia, el mensaje de su segundo advenimiento anuncia el reino de su gloria.—El Deseado de Todas las Gentes, 199-201.{MGD 12.4}

Seamos puros como Cristo, 4 de enero


Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro. 1 Juan 3:3. Cristo elevará y refinará la mente del hombre, purificándola de toda escoria, a fin de que pueda apreciar el amor incomparable.—General Conference Bulletin, 99, 100 (1899){HHD 12.1}

Por medio del arrepentimiento, la fe y las buenas obras, él puede perfeccionar un carácter justo, y postular, por los méritos de Cristo, los privilegios de los hijos de Dios. Los principios de la verdad divina, recibidos y atesorados en el corazón, nos elevarán a alturas de excelencia moral que no nos hubiera sido posible pensar que alcanzaríamos... “Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro”.—Testimonies for the Church 4:294{HHD 12.2}
La santidad de corazón y la pureza de vida eran los grandes temas de las enseñanzas de Cristo. En su sermón del monte, después de especificar lo que se debe hacer a fin de ser benditos, y lo que no se debe hacer, dice: “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”. La perfección, la santidad, nada menos que eso, les otorgará el éxito en la aplicación de los principios que les ha dado. Sin la santidad, el corazón humano es egoísta, pecaminoso y vicioso. La santidad hará que su poseedor sea fructífero y que abunde en buenas obras. Nunca se cansará del bien hacer, ni tratará de escalar posiciones en este mundo sino que tratará de ser elevado por la Majestad del cielo cuando exalte a sus santificados en su trono... La santidad de corazón producirá actos rectos.—The Review and Herald, 7 de septiembre de 1896{HHD 12.3}


Un libro de texto para toda la humanidad, 4 de enero


Porque la profecía no fue en los tiempos pasados traída por voluntad humana, sino los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu Santo. 2 Pedro 1:21{FV 12.1}

“Dios encomendó la preparación de su Palabra inspirada a hombres finitos. Esta Palabra ordenada en libros, el Nuevo y el Antiguo Testamento, es el guía para los habitantes de un mundo caído, y por el estudio y obediencia de sus enseñanzas ni una sola alma perderá su camino al cielo.” {FV 12.2}
“La Biblia nos muestra a Dios autor de ella; y sin embargo fue escrita por manos humanas, y la diversidad de estilo de sus diferentes libros muestra la individualidad de cada uno de sus escritores. Las verdades reveladas son todas inspiradas en palabras humanas. Y es que el Ser supremo e infinito ha iluminado con su Espíritu la inteligencia y el corazón de sus siervos. Les ha dado sueños y visiones, les ha mostrado símbolos y figuras; y aquellos a quienes la verdad fuera así revelada, han revestido el pensamiento divino con palabras humanas.”—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 8{FV 12.3}
“... La Biblia, perfecta como es en su sencillez, no corresponde a las grandes ideas de Dios; porque las ideas infinitas no pueden ser expresadas perfectamente por medio del instrumento finito del pensamiento ...” {FV 12.4}
“Dios se había propuesto hacer de la Biblia un libro de instrucción para toda la humanidad, en la niñez, en la juventud y en la edad adulta y que fuese estudiada en todo tiempo. El dio su palabra a los hombres como una revelación de él mismo ... Es el medio de comunicación entre Dios y el hombre.”—Ibid. 78{FV 12.5}


Amor inconmensurable, 4 de enero


Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.Jeremías 31:3{ELC 12.1}

Los que no conocen a Dios no pueden hallarlo mediante su sabiduría ni ciencia. Cristo no trata de demostrar el gran misterio, sino que revela un amor inconmensurable. No hace del poder y grandeza de Dios el tema principal de sus discursos. Con mayor frecuencia habla de él como Padre nuestro... Desea que nuestra mente, debilitada por el pecado, sea animada para captar la idea de que Dios es amor. Desea inspirarnos con confianza... {ELC 12.2}
El padre del hijo pródigo es el modelo que Cristo elige como una representación de Dios. Ese padre anhela ver y recibir una vez más al hijo que lo ha abandonado. Lo espera y vela por él, ansiando verlo, esperando que venga. Cuando ve que se acerca un extraño, pobre y vestido con harapos, sale a recibirlo, por si fuera su hijo. Y lo alimenta y viste como si fuera realmente su hijo. Más tarde recibe su recompensa, pues su hijo viene a casa, en sus labios la confesión suplicante: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo”. Y el padre dice a los siervos: “Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta”. {ELC 12.3}
No hay reprimendas ni se hacen cuentas con el pródigo por su mal proceder. El hijo siente que el pasado está perdonado y olvidado, raído para siempre. Y así Dios dice al pecador: “Yo deshice como una nube tus rebeliones, y como niebla tus pecados”. Isaías 44:22. “Perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado”. Jeremías 31:34... {ELC 12.4}
El cielo espera y anhela el regreso de los pródigos que se han alejado del redil para vagar. Muchos de los que se han descarriado pueden ser rescatados por el servicio amante de los hijos de Dios... {ELC 12.5}

Pensemos en el Padre que se somete a sí mismo al dolor, que no perdona a su propio Hijo, sino que lo entrega gratuitamente por todos nosotros... ¡Ojalá tuviéramos una mejor comprensión de su amor!—Manuscrito 76, 1903{ELC 12.6}

En igualdad con el padre, 4 de enero


Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse. Filipenses 2:5-6{EJ 12.1}

En el cielo, antes de su rebelión, Lucifer era un ángel honrado y excelso, cuyo honor seguía al del amado Hijo de Dios. Su semblante, así como el de los demás ángeles, era apacible y denotaba felicidad. Su frente alta y espaciosa indicaba su poderosa inteligencia. Su forma era perfecta; su porte noble y majestuoso. Una luz especial resplandecía sobre su rostro y brillaba a su alrededor con más fulgor y hermosura que en los demás ángeles. Sin embargo, Cristo, el amado Hijo de Dios, tenía la preeminencia sobre todas las huestes angélicas. Era uno con el Padre antes que los ángeles fueran creados. Lucifer tuvo envidia de él y gradualmente asumió la autoridad que le correspondía sólo a Cristo. {EJ 12.2}
El gran Creador convocó a las huestes celestiales para conferir honra especial a su Hijo en presencia de todos los ángeles. Este estaba sentado en el trono con el Padre, con la multitud celestial de santos ángeles reunida a su alrededor. Entonces el Padre hizo saber que había ordenado que Cristo, su Hijo, fuera igual a él; de modo que doquiera estuviese su Hijo, estaría él mismo también. La palabra del Hijo debería obedecerse tan prontamente como la del Padre. Este había sido investido de la autoridad de comandar las huestes angélicas. Debía obrar especialmente en unión con él en el proyecto de creación de la tierra y de todo ser viviente que habría de existir en ella. Ejecutaría su voluntad. No haría nada por sí mismo. La voluntad del Padre se cumpliría en él. {EJ 12.3}
Lucifer estaba envidioso y tenía celos de Jesucristo. No obstante, cuando todos los ángeles se inclinaron ante él para reconocer su supremacía, gran autoridad y derecho de gobernar, se inclinó con ellos, pero su corazón estaba lleno de envidia y odio... {EJ 12.4}

Los ángeles leales trataron de reconciliar con la voluntad de su Creador a ese poderoso ángel rebelde. Justificaron el acto de Dios al honrar a Cristo, y con poderosos argumentos trataron de convencer a Lucifer de que no tenía entonces menos honra que la que había tenido antes que el Padre proclamara el honor que había conferido a su Hijo. Le mostraron claramente que Cristo era el Hijo de Dios, que existía con él antes que los ángeles fueran creados, y que siempre había estado a la diestra del Padre, sin que su tierna y amorosa autoridad hubiese sido puesta en tela de juicio hasta ese momento; y que no había dado orden alguna que no fuera ejecutada con gozo por la hueste angélica. Argumentaron que el hecho de que Cristo recibiera honores especiales de parte del Padre en presencia de los ángeles no disminuía la honra que Lucifer había recibido hasta entonces. Los ángeles lloraron. Ansiosamente intentaron convencerlo de que renunciara a su propósito malvado para someterse a su Creador, pues todo había sido hasta entonces paz y armonía... Lucifer no quiso escucharlos.—La Historia de la Redención, 13-16{EJ 12.5}

Cerca de los que lo invocan, 4 de enero


Cercano está Jehová a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de veras. Salmos 145:18{DNC 12.1}

Dios se complace cuando mantenemos el rostro orientado hacia el Sol de justicia... Cuando estamos en dificultades y oprimidos por la ansiedad, el Señor está cerca de nosotros, y nos insta a que depositemos toda nuestra solicitud en él, porque él cuida de nosotros... {DNC 12.2}
Se acerca a todos sus hijos en su aflicción. Es su refugio en tiempo de peligro. Les ofrece su gozo y consuelo cuando están dolientes. ¿Nos apartaremos del Redentor, la fuente de agua viva, para cavarnos cisternas rotas que no pueden detener agua? Cuando se aproxime el peligro, ¿buscaremos la ayuda de los que son tan débiles como nosotros, o acudiremos al que es poderoso para salvar? Sus brazos están abiertos ampliamente y formula esta invitación llena de gracia: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar”... {DNC 12.3}
No es la manifestación de su gracia, terrible majestad y poder incomparable lo que nos dejará sin excusa si le rehusamos nuestro amor y nuestra obediencia. Es el amor, la compasión, la paciencia, la longanimidad que ha manifestado, lo que testificará en contra de aquellos que no han ofrecido el servicio voluntario de sus vidas. Los que se convierten a Dios con corazón, alma y mente, encontrarán en él apacible seguridad... {DNC 12.4}
El conoce justamente lo que necesitamos, justamente lo que podemos soportar, y nos dará gracia para soportar toda prueba que sobrevenga. Mi oración constante es que nos acerquemos más a Dios. {DNC 12.5}

Se ha hecho toda provisión para satisfacer las necesidades de nuestra naturaleza espiritual y moral... Luz e inmortalidad son traídas por medio del Señor Jesucristo. Jesús ha dicho que ha puesto delante de nosotros una puerta abierta, y nadie puede cerrarla. La puerta abierta está delante de nosotros, y por la gracia de Cristo, rayos de luz misericordiosa dimanan desde los portones entreabiertos.* {DNC 12.6}

¿Qué fruto? 4 de enero


Los que aran iniquidad y siembran injuria, la siegan. Job 4:8{CV 10.1}

Como agente educativo, ninguna parte de la Biblia es de mayor valor que sus biografías. Estas biografías difieren de todas las demás en que son absolutamente fieles a la realidad. Es imposible que una mente finita intérprete exactamente, en todas las cosas, las operaciones de otra. Solamente Aquel que lee el corazón, que discierne la fuente secreta de los motivos y de las acciones, puede delinear con absoluta fidelidad el carácter, o dar una fiel descripción de una vida humana. Sólo en la Palabra de Dios se encuentra una descripción tal. {CV 10.2}
No hay verdad tan claramente enseñada por la Biblia como la de que lo que hacemos, es resultado de lo que somos. En gran parte, los incidentes de la vida son el fruto de nuestros propios pensamientos y acciones. “La maldición no viene sin causa”. Proverbios 26:2{CV 10.3}
“Decid al justo que le irá bien... ¡ Ay del malo! pues mal le irá; porque la recompensa de lo que han hecho sus manos le será dada”. Isaías 3:10, 11{CV 10.4}
“¡ Escucha, oh tierra! He aquí que voy a traer el mal sobre este pueblo, es a saber el fruto de sus mismos pensamientos”. Jeremías 6:19{CV 10.5}
Es terrible esta verdad y debería ser profundamente inculcada. Toda acción reacciona sobre el que la ejecuta. Nunca un ser humano puede dejar de reconocer, en los males que aquejan su vida, el fruto de su propia siembra. Sin embargo, no estamos sin esperanza. {CV 10.6}
Jacob recurrió al fraude para obtener el derecho de la primogenitura que ya le correspondía según la promesa de Dios, y la cosecha que recogió fue el odio de su hermano. Durante los veinte años de destierro fue defraudado... {CV 10.7}
Pero Dios dice: “... Yo he visto sus caminos, y le sanaré”. Isaías 57:18{CV 10.8}
Jacob no fue abrumado por su pena. Se había arrepentido, había tratado de expiar el mal hecho a su hermano. Y cuando se vio amenazado de muerte a causa de la ira de Esaú, buscó ayuda en Dios... “Lloró y le hizo suplicación”. Oseas 12:4. “Y le bendijo allí”. Génesis 32:29... Había quebrantado el poder del mal de su propia naturaleza: había sido transformado su carácter... {CV 10.9}
Dios no anula sus leyes. No obra contrariamente a ellas. No deshace la obra del pecado, pero la transforma. Por medio de su gracia, la maldición se convierte en bendición. La Educación, 141-143.* {CV 10.10}


Un trágico cambio, 4 de enero


“Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él”. Juan 8:44{CT 12.1}

Al referirse a Satanás, Cristo dijo: “No ha permanecido en la verdad”. Hubo un momento cuando Satanás mantuvo una relación con Dios, Jesucristo y los santos ángeles. Se lo enalteció en los cielos e irradiaba la luz y la gloria que provenían del Padre y el Hijo, pero llegó a ser desleal y perdió su santidad y su posición como querubín protector. Llegó a oponerse a Dios, apostató y se lo excluyó del cielo. Estableció su imperio y plantó el estandarte de su rebelión contra la ley de Jehová. Invitó a las fuerzas del mal a agruparse en torno a su bandera con el fin de establecer una desesperada confederación maligna para luchar contra el Dios del cielo. Luchó con perseverancia y determinación para perpetuar su rebelión y hacer que los miembros de la familia humana se apartasen de la verdad de la Biblia y se pusieran bajo su estandarte. {CT 12.2}
Tan pronto como el Señor, por medio de Jesucristo, creó nuestro mundo y colocó a Adán y Eva en el Jardín del Edén, Satanás proclamó su propósito de transformar a su semejanza a los padres de la humanidad y enrolarlos en las filas de su rebelión. El enemigo estaba decidido a borrar la imagen de Dios de toda descendencia humana e implantar la suya propia en lugar de la divina. Y con el fin de lograr sus propósitos adoptó métodos de engaño. Se lo llamó el padre de mentira, acusador de Dios y de quienes son leales a él y asesino desde el principio. Utilizó todo medio disponible con el fin de lograr que Adán y Eva cooperaran con él en la apostasía y logró introducir la rebelión en nuestro mundo. {CT 12.3}

Toda la vasta y compleja maquinaria de las agencias del mal se ha puesto en acción en estos últimos días. Generación tras generación, época tras época, Satanás ha reunido a los instrumentos humanos por medio de quienes ejecuta sus propósitos diabólicos con el fin de imponer sus planes y estratagemas en la tierra. La putrefacta fuente de maldad ha fluido continuamente a través de la sociedad humana. Al ser incapaz de destronar al Altísimo, Satanás ha atribuido a Dios sus propias características y ha reclamado para sí los atributos divinos. Es un engañador y por medio de su agudeza sinuosa, de sus prácticas tramposas, ha orientado hacia él todo el honor y la honra que los seres humanos deben brindarle a Dios y ha interpuesto su trono satánico entre los adoradores humanos y el divino Padre.—Manuscrito 39, 1894{CT 12.4}

04 de Enero PEDID CON FE.- MI VIDA HOY


Pero pida en fe, no dudando nada: porque el que duda es semejante a la onda, de la mar, que es mo-vida del viento, y echada de una parte a otra. (Sant. 1:6)
Tenemos el privilegio y deber de recibir luz del cielo para poder advertir las trampas de Satanás, y obtener fuerza para resistir a su poder. Se han tomado medidas para que podamos relacionarnos íntima-mente con Cristo y gozar de la protección constante de los ángeles de Dios. Nuestra fe debe llegar de-trás del velo, adonde Jesús entro por amor a nosotros. Debemos asirnos con más firmeza de las indefec-tibles promesas divinas. Debemos tener una fe que no pueda ser negada, que se asga de lo invisible, fir-me e inconmoviblemente. Una fe tal atraerá las bendiciones del Cielo sobre nuestra alma. La luz de la gloria de Dios que brilla en el rostro de Cristo puede resplandecer sobre nosotros y luego reflejarse sobre todo lo que nos rodea, de modo que se pueda decir que verdaderamente somos la luz del mundo. Sola-mente esta relación del alma con Cristo, y nada más, puede impartir luz al mundo. Si no fuera por esta relación, la tierra quedaría sumida en densas tinieblas. . . . Cuanto más profunda sea a lobreguez circun-dante, tanto más fulgurante debe brillar la luz de la fe y el ejemplo cristianos. (TM:419)
El hecho de que prevalece la incredulidad, y la iniquidad aumenta en derredor, no debe reducir nuestra fe ni hacer vacilar nuestro valor… Si buscáramos a Dios de todo corazón, si trabajáramos con igual fervor y decisión, y creyéramos con esa misma fe inquebrantable, la luz del cielo resplandecería sobre nosotros, tal como brilló sobre el piadoso Enoc. (RH, 23-10-1888)
¡Ah, ojala me fuera dado hacer comprender a todos la importancia de ejercer fe momento tras momento y hora tras hora! Tenemos que vivir la vida de fe; porque "sin fe es imposible agradar a Dios
“Nuestra fuerza espiritual depende de nuestra fe. (HS:130-131) (09)

Cultivemos el suelo, 4 de enero


Porque como la tierra produce su renuevo, y como el huerto hace brotar su semilla, así Jehová el Señor hará brotar justicia y alabanza delante de todas las naciones. Isaías 61:11{CDCD 10.1}

Los oráculos vivientes de Dios, un “Escrito está”, son las hojas del árbol de la vida, del cual el ser humano ha de alimentarse para obtener la vida espiritual. Cuando comemos las palabras del Señor Jesucristo, nos dan vida eterna. “Las palabras que yo os he hablado -dijo él-, son espíritu y son vida”. Juan 6:63. La corriente vital y restauradora de Cristo cura las heridas causadas por el pecado. {CDCD 10.2}
“¡Oh, qué amigo nos es Cristo!
El sintió nuestra aflicción
y nos manda que llevemos
todo a Dios en oración”. 
{CDCD 10.3}
No importa qué conducta sigan los demás, nosotros, individualmente, tenemos que obrar nuestra propia salvación con temor y temblor. ¿Por qué? Porque es Dios quien obra en nosotros tanto el querer como el hacer según su buena voluntad. Sí, para glorificar su propio nombre, obra en los corazones y las mentes de los seres humanos, a quienes considera valiosos, si le permiten actuar. {CDCD 10.4}
Cuando el hombre cayó, Dios comenzó a desbaratar los planes de Satanás. Dios obra en los seres humanos. “Vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios”. 1 Corintios 3:9. En el principio el Señor ordenó a Adán que cultivara la tierra. Esta tarea resultó mucho más difícil debido a la transgresión de la ley de Dios. Al pecar, el hombre obró contra su propio bien presente y eterno. La tierra fue maldita porque debido a la desobediencia humana Satanás tuvo la oportunidad de sembrar en el corazón la semilla del mal. La tierra, que al principio producía sólo lo bueno, comenzó a producir cizaña, y su desarrollo produjo una lucha continua. {CDCD 10.5}

El cultivo de la tierra es una escuela en la cual el hombre puede aprender lecciones espirituales. Al cultivarla ve, como en un espejo, la obra de Dios en el alma humana. El cultivo divino produce perfección. Si al relacionarnos con Dios la obra progresa, el instrumento humano, por medio de Cristo, logrará cada día victorias y honores en medio de la lucha. Vencerá debido a la gracia, y se pondrá en terreno ventajoso.—Carta 5, del 4 de enero de 1900, dirigida al Hno. Colcord. {CDCD 10.6}

No es suficiente un conocimiento superficial, 4 de enero


A quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria. Colosenses 1:27{AFC 12.2}

Hay muchos misterios en la Palabra de Dios que no comprendemos, y muchos nos contentamos deteniendo nuestra investigación cuando tan solo hemos comenzado a recibir algo de conocimiento concerniente a Cristo. Cuando comienzan a desplegarse un poco ante la mente los propósitos divinos y comenzamos a obtener un leve conocimiento del carácter de Dios, quedamos satisfechos y pensamos que hemos recibido aproximadamente toda la luz que hay para nosotros en la Palabra de Dios. Pero la verdad de Dios es infinita... Jesús fue bien claro cuando dijo a sus discípulos “escudriñad las Escrituras”. Juan 5:39. Escudriñar significa comparar texto con texto y cosas espirituales con cosas espirituales. No debiéramos satisfacernos con un conocimiento superficial.—The Review and Herald, 4 de junio de 1889{AFC 12.3}
No comprendemos ni la mitad de lo que Dios está dispuesto a hacer por su pueblo... Nuestras peticiones, mezcladas con fe y contrición, debieran ascender a Dios en procura de un entendimiento de los misterios que Dios quiere hacer conocer a sus santos...{AFC 12.4}
La pluma de un ángel no podría describir toda la gloria del plan revelado de la salvación. La Biblia dice cómo llevó Cristo nuestros pecados y cargó con nuestros dolores. Aquí se revela cómo se unieron la misericordia y la verdad en la cruz del Calvario, cómo se besaron la justicia y la paz, cómo puede ser impartida al hombre caído la justicia de Cristo. Allí se desplegaron infinita sabiduría, infinita justicia, infinita misericordia e infinito amor.—Ibid{AFC 12.5}

El espíritu de Dios descansará sobre el diligente escudriñador de la verdad. El que desee la verdad en su corazón, que anhele la obra de su poder en la vida y el carácter, ciertamente la tendrá.—Ibid{AFC 13.1}

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Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374