09 Las Grandes Apostasías de la Biblia - La rebelión es como brujería con Esteban Bohr


Ser Semejante a Jesús


Las almas arrepentidas odian el pecado y aman la justicia, 9 de diciembre https://ift.tt/3dCLrP3 Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Hechos 2:37, 38. ¿Cómo se justificará una persona con Dios? ¿Cómo se hará justo el pecador? Sólo por intermedio de Cristo podemos ser puestos en armonía con Dios y con la santidad; pero, ¿cómo debemos ir a Cristo? Muchos formulan hoy la misma pregunta que hizo la multitud el día de Pentecostés, cuando, convencida de pecado, exclamó: “¿Qué haremos?” La primera palabra de la contestación del apóstol Pedro fue: “Arrepentíos”. Poco después, en otra ocasión, dijo: “Arrepentíos y convertíos”. Hechos 3:19. El arrepentimiento comprende tristeza por el pecado y abandono del mismo. No renunciamos al pecado a menos que veamos su pecaminosidad. Mientras no lo repudiemos de corazón, no habrá cambio real en nuestra vida. Muchos no entienden la naturaleza verdadera del arrepentimiento. Muchas personas se entristecen por haber pecado, y aun se reforman exteriormente, porque temen que su mala vida les acarree sufrimientos. Pero esto no es arrepentimiento en el sentido bíblico. Lamentan el dolor más bien que el pecado. Tal fue el pesar de Esaú cuando vio que había perdido su primogenitura para siempre. Balaam, aterrorizado por el ángel que estaba en su camino con la espada desenvainada, reconoció su culpa porque temía perder la vida, mas no experimentó un sincero arrepentimiento del pecado; no cambió de propósito ni aborreció el mal. Judas Iscariote, después de traicionar a su Señor, exclamó: “He pecado entregando sangre inocente”. Mateo 27:4. Esta confesión fue arrancada a su alma culpable por un tremendo sentimiento de condenación y una pavorosa expectación de juicio. Las consecuencias que habría de cosechar le llenaban de terror, pero no experimentó profundo quebrantamiento de corazón ni dolor en su alma por haber traicionado al Hijo inmaculado de Dios y negado al Santo de Israel... Todos los mencionados lamentaban los resultados del pecado, pero no experimentaban pesar por el pecado mismo. Pero cuando el corazón cede a la influencia del Espíritu de Dios, la conciencia se vivifica y el pecador discierne algo de la profundidad y santidad de la sagrada ley de Dios, fundamento de su gobierno en los cielos, y en la tierra... [El pecador] ve el amor de Dios, la belleza de la santidad y el gozo de la pureza. Ansía ser purificado y restituido a la comunión del cielo.—El Camino a Cristo, 23, 24 (Ediciones Interamericanas, 1961).

La Fe por la Cual Vivo


El rey aparecerá en persona, 9 de diciembre https://ift.tt/3IAoCKb Vendrá nuestro Dios, y no callará: Fuego consumirá delante de él, y en derredor suyo habrá tempestad grande. Convocará a los cielos de arriba, y a la tierra, para juzgar a su pueblo. Salmos 50:3, 4. “El Rey de reyes desciende en la nube, envuelto en llamas de fuego. El cielo se recoge como un libro que se enrolla, la tierra tiembla ante su presencia, y todo monte y toda isla se mueven de sus lugares.”—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 700. “Jesús marcha al frente como un gran conquistador. Ya no es más el ‘varón de dolores,’ que ha de beber el amargo cáliz de la ignominia y de la maldición; victorioso en el cielo y en la tierra, viene a juzgar a vivos y muertos. ‘Fiel y veraz,’ ‘en la justicia juzga y hace guerra.’ ‘Y los ejércitos que están en el cielo le seguían.’ Con cantos celestiales los santos ángeles, en inmensa e innumerable muchedumbre, le acompañan en el tránsito. El firmamento parece lleno de formas radiantes,—‘millones de millones, y millares de millares.’ Ninguna pluma humana puede describir la escena, ni mente mortal alguna es capaz de concebir su esplendor. ‘Su gloria cubre los cielos, y la tierra se llena de su alabanza. También su resplandor es como la luz.’ A medida que va acercándose la nube viviente, todos los ojos ven al Príncipe de la vida. Ninguna corona de espinas hiere ya sus sagradas sienes, ceñidas ahora por gloriosa diadema. Su rostro brilla más que la luz deslumbradora del sol de mediodía. ‘Y en su vestidura y sobre su muslo tiene este nombre escrito: Rey de reyes, y Señor de señores.’”—Ibid. 699.

Dios nos Cuida


Un carácter que el mundo reconozca, 9 de diciembre https://ift.tt/3yh5tIv Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo. Filipenses 2:15. Es el propósito de Dios manifestar por medio de su pueblo los principios de su reino. A fin de que en su vida y su carácter se revelen estos principios, desea separarlos de las costumbres, los hábitos y las prácticas del mundo... Al contemplar la bondad, la misericordia y el amor de Dios revelados en su iglesia, el mundo ha de tener una representación de su carácter. Cuando la ley de Dios quede así ejemplificada en la vida, el mundo mismo reconocerá la superioridad de los que aman, temen y sirven a Dios, con respecto a cualquier otro pueblo del mundo. Los adventistas del séptimo día, por sobre todos los pueblos, deben ser modelos de piedad, santos en su corazón y su conversación. A ellos han sido confiadas las verdades más solemnes que se hayan dado alguna vez a los mortales. Toda dotación de gracia, poder y eficiencia ha sido provista liberalmente. Ellos esperan el pronto regreso de Cristo en las nubes de los cielos. El que den al mundo la impresión de que su fe no es una fuerza dominante en sus vidas, deshonra grandemente al Señor. Debido al creciente poder de las tentaciones de Satanás, los tiempos en los cuales vivimos están llenos de peligros para los hijos de Dios, y necesitamos aprender constantemente del gran Maestro, a fin de que podamos dar todo paso con seguridad y justicia. Nos esperan escenas maravillosas; y en este tiempo debe manifestarse en la vida del profeso pueblo de Dios un testimonio vivo, a fin de que el mundo pueda ver que en estos tiempos en que el mal reina por todos lados, hay todavía un pueblo que pone a un lado su voluntad, y procura hacer la de Dios, un pueblo en cuyo corazón y vida está escrita la ley divina... Sus pensamientos han de ser puros, sus palabras nobles y elevadoras. La religión de Cristo se ha de entretejer con todo lo que hagan y digan. Han de ser un pueblo santificado, purificado, santo, que comunique la luz a todos aquellos con quienes lleguen a tratar. Es propósito de Dios que, ejemplificando la verdad en sus vidas, sean una alabanza en la tierra. La gracia de Cristo basta para producir esto.

Conflicto y Valor


Marcos y demás, 9 de diciembre https://ift.tt/3DJe6fT Colosenses 4:7-14. No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 1 Juan 2:15. Entre los asistentes de Pablo en Roma, había muchos que habían sido antes sus compañeros y colaboradores. Lucas, “el médico amado”... estaba todavía con él... Demas y Marcos estaban también con él... Desde los primeros años de su profesión de fe, la experiencia cristiana de Marcos se había profundizado. A medida que estudiaba más atentamente la vida y muerte de Cristo, obtenía más claros conceptos de la misión del Salvador, sus afanes y conflictos. Leyendo en las cicatrices de las manos y los pies de Cristo las señales de su servicio por la humanidad, y el extremo a que llega la abnegación para salvar a los extraviados y perdidos, Marcos se constituyó en un seguidor voluntario del Maestro en la senda del sacrificio. Ahora, compartiendo la suerte de Pablo, el preso, comprendía mejor que nunca antes que es una infinita ganancia alcanzar a Cristo, e infinita pérdida ganar el mundo y perder el alma por cuya redención la sangre de Cristo fue derramada. Frente a la severa prueba y adversidad. Marcos continuó firmemente, como sabio y amado ayudador del apóstol. Demas fue fiel por un tiempo, pero luego abandonó la causa de Cristo. Refiriéndose a esto, Pablo escribió: “Demas me ha desamparado, amando este siglo”. 2 Timoteo 4:10. Demas sacrificó toda alta y noble consideración para conseguir la ganancia mundanal. ¡Qué cambio insensato! Poseyendo solamente riqueza u honor mundano, Demas era ciertamente pobre, por mucho que fuera lo que orgullosamente pudiera considerar suyo; mientras tanto Marcos, escogiendo sufrir por la causa de Cristo, poseía riquezas eternas, siendo considerado por el cielo como heredero de Dios y coheredero con su Hijo.—Los Hechos de los Apóstoles, 363, 364. Si permitimos que nuestra mente se espacie más en Cristo y en el mundo celestial, encontraremos un poderoso estímulo y un sostén para luchar las batallas del Señor. El orgullo y el amor del mundo perderán su poder mientras contemplamos las glorias de aquella tierra mejor que tan pronto ha de ser nuestro hogar. Frente a la hermosura de Cristo, todas las atracciones terrenales parecerán de poco valor.—La Edificación del Carácter, 120.

Cada Día con Dios


Cómo ve Dios la grandeza, 9 de diciembre https://ift.tt/3IvyxAV Habló el rey y dijo: ¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad? Daniel 4:30. La fortaleza de las naciones y los individuos no se funda en las oportunidades ni los elementos que parecen hacerlos invencibles; no se la halla tampoco en su pregonada grandeza; lo único que puede hacerlas grandes o fuertes es el poder y el propósito de Dios. Ellas mismas, mediante su actitud hacia su propósito, deciden su propio destino. La historia humana relata los logros del hombre, sus victorias en la guerra, su éxito en su propósito de escalar las alturas de la grandeza mundanal. La historia, tal como Dios la ve, presenta al hombre desde el punto de vista del cielo. En los registros divinos todo su mérito consiste en obedecer los requerimientos de Dios. Se anota su desobediencia con toda fidelidad, como merecedora del castigo que seguramente recibirá... Cientos de años antes que un pueblo haya aparecido sobre el escenario, la pluma profética, bajo la dirección del Espíritu Santo, bosqueja su historia... La voz de Dios, escuchada en las épocas pretéritas, ha resonado siglo tras siglo, a través de generaciones que subieron al escenario y descendieron de él. ¿Hablará Dios, y no se respetará su voz? ¿Qué poder trazó toda esta historia, es a saber, que nación tras nación ocupara su lugar y existiera de acuerdo con la predicción divina, dando testimonio inconscientemente de la verdad acerca de la cual nada sabían?... Dios le ha asignado un lugar a cada hombre en su gran plan. Ya sea mediante la verdad o la mentira, mediante la insensatez o la sabiduría, cada cual está cumpliendo un propósito, cada cual está produciendo ciertos resultados... A los ojos del mundo, los que sirven a Dios pueden parecer débiles. Aparentemente se pueden estar hundiendo bajo las ondas, pero cuando viene la próxima ola se los ve aparecer de nuevo más cerca de la orilla. “Yo les doy vida eterna -dice nuestro Señor-; ... nadie las arrebatará de mi mano”. Juan 10:28. Aunque caigan los reyes y las naciones desaparezcan, las almas que por fe se vinculen con los propósitos divinos, vivirán para siempre. “Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad”. Daniel 12:3.—Manuscrito 36, del 9 de diciembre de 1896, “La obediencia, condición del éxito”.

Alza tus Ojos


El precio de nuestra redención, 9 de diciembre https://ift.tt/3GkVLaW Mas vuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo. Filipenses 3:20. Mientras Cristo ascendía, con sus manos extendidas para bendecir a sus discípulos, una nube de ángeles lo recibió y lo ocultó de su vista. Mientras los discípulos esforzaban la vista para captar el último destello de su Señor que ascendía, dos ángeles de la gozosa multitud se pararon junto a ellos y les dijeron: “Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo”. Hechos 1:11. Los discípulos se llenaron de gran gozo. Vez tras vez repitieron las palabras que Cristo les había dicho en sus últimas lecciones, tal como están registradas en los (capítulos 14, 15, 16 y 17) de Juan; y cada uno de ellos tenía alguna cosa que decir acerca de la instrucción recibida, especialmente con relación a las palabras de Juan se citan los. Versículos 1-3... La promesa de que volvería, y también el pensamiento de que les dejaría su paz, llenaron sus corazones de gozo... Satanás había hecho de los hombres y mujeres sus prisioneros y los reclamaba como sus súbditos. Cuando Cristo vio que no había ser humano capaz de ser el intercesor del hombre, El mismo entró en el fiero conflicto y guerreó contra Satanás. El unigénito Hijo de Dios era el único que podía librar a los que estaban sujetos a Satanás por el pecado de Adán. El Hijo de Dios accedió a que Satanás ensayara todas sus estratagemas contra El. El enemigo había tentado a los ángeles en el cielo y después al primer Adán. Este cayó, y Satanás supuso que tendría éxito en entrampar a Cristo después que El asumiera la humanidad. Toda la hueste contempló esta lucha como la oportunidad de obtener la supremacía sobre Cristo. Habían anhelado tener la ocasión de mostrar su enemistad contra Dios. Cuando los labios del Maestro fueron sellados por la muerte, Satanás y sus ángeles imaginaron que habían obtenido la victoria. Fue el sentimiento de que pesaba sobre El la culpabilidad del mundo entero lo que produjo en Cristo una angustia indecible. En esta lucha mortal el Hijo de Dios podía depender únicamente de su Padre celestial; todo fue por la fe. El mismo era el rescate, el don dado para la liberación de los cautivos. Por su propio brazo había traído salvación a los hijos de los hombres, pero ¡a qué costo para sí mismo!... ¡Qué espectáculo fue este conflicto! Sirvió para mostrar al universo celestial la justicia de Dios.—Manuscrito 125, del 9 de diciembre de 1901, “La invariable Ley de Dios”.

A Fin de Conocerle


¿Por qué se tarda el señor? 9 de diciembre https://ift.tt/3dAjAPO Más, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. 2 Pedro 3:8, 9. Al trabajar desde 1843 y 1844, he estado muy agradecida porque el Señor ha permitido que dure el tiempo para realizar más fielmente la obra misionera que se necesita para amonestar a nuestras ciudades. Nuestro sabio Padre celestial hizo el sacrificio infinito de su Hijo unigénito. Lo dio a nuestro mundo para que, mediante la misericordiosa providencia realizada, el mundo pudiera aceptar la Palabra—la verdad bíblica—y prepararse para el gran acontecimiento de su venida. Aquello que causó tanta aflicción a la iglesia creyente en su chasco por el tiempo de su venida, ha sido una razón de agradecimiento por la tardanza. Ahora los ángeles de Dios preparan el camino para que la verdad alcance a las gentes. Hay miles de ciudades, en todas partes, que deben oír la advertencia. ¿Estamos despiertos? ¿Comprendemos que hay un mundo que debe ser amonestado? Hay que trabajar diligentemente en todas las ciudades. Debemos levantarnos y realizar una gran obra. Muchos más deben oír el último mensaje de amonestación dado a un mundo que perece... Ahora alabo a Dios por su prolongada y misericordiosa paciencia. El mensaje ha sido llevado a muchos países. Es un mensaje mundial... Hemos tenido oportunidad de enviar la luz a muchos miles que se han gozado en la verdad y han sacrificado sus recursos y sus medios para construir los sanatorios y las iglesias en todas partes... Se han establecido escuelas y se abren nuevos campos... Los ángeles esperan a fin de preparar a hombres y mujeres convertidos para que hagan esta obra si quieren consagrar todo su corazón, mente y alma al trabajo. No tenemos tiempo que perder.—Manuscrito 62, 1896.

¡Maranata: El Senor Viene!


Cielos nuevos y Tierra nueva, 9 de diciembre https://ift.tt/3DFZjmq Nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia. 2 Pedro 3:13. Los pies de los malvados nunca profanarán la tierra renovada. Del cielo descenderá fuego de Dios para devorarlos y quemarlos: raíz y rama. Satanás es la raíz y sus hijos las ramas.19Primeros Escritos, 51, 52. El mismo fuego proveniente de Dios que consumió a los impíos purificó toda la tierra. Las desgarradas montañas se derritieron con el ardiente calor; también la atmósfera y todo el rastrojo fueron consumidos. Entonces nuestra heredad apareció delante de nosotros, gloriosa y bella, y heredamos toda la tierra renovada.20Primeros Escritos, 54. “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra han pasado”. Apocalipsis 21:1 (VM). El fuego que consume a los impíos purifica la tierra. Desaparece todo rastro de maldición. Ningún infierno que arda eternamente recordará a los redimidos las terribles consecuencias del pecado.21Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 732. El mar separa a los amigos; establece una barrera entre nosotros y aquellos a quienes amamos. El vasto e insondable océano rompe nuestros vínculos. En la tierra nueva ya no habrá mar, ni habrá allí “galeras con remos”. En lo pasado, muchos que amaban y servían a Dios fueron encadenados a los asientos de las galeras y obligados a cumplir la voluntad de hombres crueles y de corazón duro. El Señor ha contemplado sus sufrimientos con simpatía y compasión. Gracias a Dios, en la tierra nueva no habrá corrientes impetuosas, ni océanos invasores, ni olas inquietas y bulliciosas.22The S.D.A. Bible Commentary 7:988. Todo lo hermoso de nuestra patria terrenal ha de recordarnos el río de cristal y los campos verdes, los árboles ondeantes y las fuentes de aguas vivas, la ciudad resplandeciente y los cantores vestidos de blanco de nuestra patria celestial, el mundo de una belleza que ninguna lengua humana puede describir. “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman”.23Los Hechos de los Apóstoles, 493, 494.

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"Muchos de nosotros somos rudas piedras de la cantera. Pero al inclinarnos sobre la verdad de Dios su influencia nos afecta. Nos eleva y elimina de nosotros toda imperfección y todo pecado, de cualquier naturaleza que sean. De este modo nos preparamos para ver al Rey en su hermosura y finalmente para unirnos con los puros ángeles celestiales en el reino de gloria. Allí se cumplirá esa obra en favor de nosotros, allí nuestros cuerpos y espíritus serán hechos idóneos para la inmortalidad. " https://ift.tt/3oMbWs1.

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¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374