"Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar." Habacuc 2:14 "Entonces el dragón...se fue a hacer guerra contra...los que guardan los mandamientos de Dios y tienen...el espíritu de la profecía." Apoc. 12:17; 19:10
Ser Semejante a Jesús

Para alimentar el alma, tener comunión constante con Jesús, 24 de noviembre https://ift.tt/3cJzvLe Dios, Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida donde no hay aguas. Salmos 63:1. No hay agente humano que pueda proporcionar lo que satisfaga el hambre y la sed del alma. Pero dice Jesús: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo”. “Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás” Apocalipsis 3:20; Juan 6:35. Así como necesitamos alimentos para sostener nuestras fuerzas físicas, también necesitamos a Cristo, el pan del cielo, para mantener la vida espiritual y para obtener energía con que hacer las obras de Dios. Y de la misma manera como el cuerpo recibe constantemente el alimento que sostiene la vida y el vigor, así el alma debe comunicarse sin cesar con Cristo, sometiéndose a él y dependiendo enteramente de él. Al modo como el viajero fatigado que, hallando en el desierto la buscada fuente, apaga su sed abrasadora, el cristiano buscará y obtendrá el agua pura de la vida, cuyo manantial es Cristo. Al percibir la perfección del carácter de nuestro Salvador, desearemos transformarnos y renovarnos completamente a semejanza de su pureza. Cuanto más sepamos de Dios, tanto más alto será nuestro ideal del carácter, y tanto más ansiaremos reflejar su imagen. Un elemento divino se une con lo humano cuando el alma busca a Dios y el corazón anheloso puede decir: “Alma mía, en Dios solamente reposa; porque de él es mi esperanza”. Salmos 62:5. Si en nuestra alma sentimos necesidad, si tenemos hambre y sed de justicia, ello es una indicación de que Cristo influyó en nuestro corazón para que le pidamos que haga, por intermedio del Espíritu Santo, lo que nos es imposible a nosotros... Las palabras de Dios son las fuentes de la vida. Mientras buscamos esas fuentes vivas, el Espíritu Santo nos pondrá en comunión con Cristo. Verdades ya conocidas se presentarán a nuestra mente con nuevo aspecto; ciertos pasajes de las Escrituras revestirán nuevo significado, como iluminados por un relámpago; comprenderemos la relación entre otras verdades y la obra de redención, y sabremos que Cristo nos está guiando, que un Instructor divino está a nuestro lado.—El Discurso Maestro de Jesucristo, 21, 22.
Reflejemos a Jesús

Aunque sufrían, Pablo y Silas cantaban en la cárcel, 24 de noviembre https://ift.tt/2Zkgiwv Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron. Hechos 16:25, 26. Cuando los mensajeros de la cruz salieron a enseñar, una mujer poseída de un espíritu pitónico los siguió gritando: “Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación. Y esto lo hacía por muchos días”. Hechos 16:17, 18. Bajo la inspiración del Espíritu Santo, Pablo ordenó al mal espíritu que abandonase a la mujer... Restaurada a su sano juicio, la mujer escogió seguir a Cristo. Entonces sus amos se alarmaron por su negocio. Vieron que toda esperanza de recibir dinero mediante sus adivinaciones había terminado, y que su fuente de ingresos pronto desaparecería completamente... Al impulso de un entusiasmo frenético, la multitud se levantó contra los discípulos. La actitud del populacho prevaleció, y fue sancionada por las autoridades, que sacando a tirones la túnica exterior de los apóstoles, ordenaron que se los azotara. “Después de haberles azotado mucho, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad”. cap. 16:23. Con asombro, los otros presos oyeron las oraciones y los cantos que salían de la celda interior. Estaban acostumbrados a oír clamores y gemidos, maldiciones y juramentos, que rompían el silencio de la noche... Pero mientras los hombres eran crueles y vengativos, o desempeñaban, con negligencia criminal, las solemnes responsabilidades que se les había confiado, Dios no se había olvidado de ser misericordioso con sus siervos. Todo el cielo estaba interesado en los hombres que estaban sufriendo por amor a Cristo, y los ángeles fueron enviados a visitar la cárcel. A su paso, la tierra tembló. Las puertas de la cárcel, aseguradas con fuertes cerrojos, se abrieron de par en par; las cadenas y los grillos cayeron de las manos y los pies de los presos, y una luz brillante inundó la prisión... El carcelero se sumió en un sueño del cual se despertó por causa del terremoto y de las paredes de la cárcel que se sacudían. Al levantarse precipitadamente y con alarma, vio con espanto que todas las puertas de la cárcel estaban abiertas, y lo sobrecogió el repentino temor de que los presos se hubiesen escapado... Tomó su espada y estaba por matarse, cuando oyó las alentadoras palabras de Pablo: “No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí”. cap. 16:28. Todos los hombres estaban en su sitio, contenidos por el poder de Dios ejercido por uno de los presos... El carcelero dejó caer su espada y... sacándolos al patio, les preguntó: “Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?” cap. 16:30.—Los Hechos de los Apóstoles, 174-178.
Recibiréis Poder

Destruye el prejuicio y el racismo, 24 de noviembre https://ift.tt/3nLt00u Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Gálatas 3:27, 28. Dios no conoce ninguna distinción por causa de la nacionalidad, la raza o la casta. Es el Hacedor de toda la humanidad. Todos los hombres son una familia por la creación, y todos son uno por la redención. Cristo vino para demoler todo muro de separación, para abrir todo departamento del templo para que cada persona pudiese tener libre acceso a Dios... La religión de la Biblia no reconoce casta ni color. Ignora el rango, la riqueza y el honor mundanal. Dios estima a los hombres en su calidad de hombres. El carácter es el que decide el valor de los hombres a la vista de Dios. Y nosotros debemos reconocer el Espíritu de Cristo en cualquier persona en quien se revele. Cristo trataba de enseñar a sus discípulos la verdad de que en el reino de Dios no hay fronteras nacionales, ni casta ni aristocracia; que ellos debían ir a todas las naciones, llevándoles el mensaje del amor del Salvador. Las paredes divisorias del sectarismo, las castas y las razas se desplomarán cuando el verdadero espíritu misionero entre en los corazones de los hombres. El prejuicio es eliminado por el amor de Dios. Se han erigido paredes de separación entre los blancos y los negros. Estas paredes de prejuicios se desplomarán como las murallas de Jericó, cuando los cristianos obedezcan la Palabra de Dios, que ordena amor supremo al Hacedor y amor imparcial al prójimo. Cuando el Espíritu Santo sea derramado, los seres humanos triunfarán sobre el prejuicio al buscar la salvación de los perdidos. Dios controlará las mentes. Los corazones humanos amarán tal como Cristo amó. Y muchos considerarán a la gente de color en forma muy diferente de lo que la consideran ahora. Para amar tal como Cristo ama, elevemos la mente hacia una atmósfera pura, celestial y abnegada.—Mensajes Selectos 2:549-551.
Nuestra Elevada Vocacion

Tiempo de ser ciego y sordo, 24 de noviembre https://ift.tt/3oWzJnL ¿Quién ciego, sino mi siervo? ¿quién sordo, como mi mensajero que envié? ¿quién ciego como el perfecto, y ciego como el siervo de Jehová, que ve muchas cosas y no advierte, que abre los oídos y no oye? Isaías 42:19, 20. ¿Qué clase de ceguera es ésta? Es una ceguera que no permitirá que nuestros ojos contemplen el mal. No permitirá que nuestra vista se pose en la iniquidad. No se aferrará a las cosas visibles perdiendo a la eternidad de su radio de acción. ... Queremos ver bien, queremos ver como Dios ve; porque Satanás está constantemente procurando convertir las cosas que contemplan nuestros ojos para que podamos ver a través de su medio. ... El siervo del Dios vivo ve con algún propósito. Los ojos y los oídos están santificados, y aquellos que cierran sus ojos y sus oídos al mal serán transformados. Pero si escuchan a aquellos que procuran guiar sus pensamientos lejos de Dios y de sus intereses eternos, entonces todos los sentidos se pervierten por lo que sus ojos contemplan. Jesús dijo: “Si tu ojo fuere sincero, todo tu cuerpo será luminoso: mas si tu ojo fuere malo, todo tu cuerpo será tenebroso”. Mateo 6:22, 23. Los resultados serán muy diferentes según sea lo que le demos a nuestras mentes y almas para alimentarse. Podemos dejar que nuestras mentes se espacien en la ficción y la fantasía, y ¿qué hará esto por nosotros? Arruinará nuestro cuerpo y nuestra alma. ... Queremos tener ese poder que nos capacita para cerrar los ojos a las escenas que no son elevadoras, que no ennoblecen, que no nos purificarán y refinarán; y para mantener nuestros oídos cerrados a todo lo que está prohibido en la Palabra de Dios. El nos prohibe imaginarnos el mal, hablar el mal, y aun pensar el mal. ... Veo en Jesús todo lo que es hermoso, todo lo que es santo, todo lo que es elevador y puro. Entonces, ¿por qué he de querer abrir mis ojos para ver todo lo que es desagradable? Por la contemplación somos transformados. Contemplemos a Jesús y consideremos la hermosura de su carácter, y contemplándolo seremos transformados a su semejanza.—Manuscrito 17, 1894.
La Maravillosa Gracia de Dios

A Dios sea la gloria, 24 de noviembre https://ift.tt/3l58QwI Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros. 2 Corintios 4:7. Todas las buenas cualidades que poseen los hombres son dones de Dios; realizan sus buenas acciones por la gracia de Dios manifestada en Cristo. Como lo deben todo a Dios, la gloria de cuanto son y hacen le pertenece sólo a él; ellos no son sino instrumentos en sus manos. Además, según todas las lecciones de la historia bíblica, es peligroso alabar o ensalzar a los hombres; pues si uno llega a perder de vista su total dependencia de Dios, y a confiar en su propia fortaleza, caerá seguramente. El hombre lucha con enemigos que son más fuertes que él... Es imposible que nosotros, con nuestra propia fortaleza, sostengamos el conflicto; y todo lo que aleje nuestra mente de Dios, todo lo que induzca al ensalzamiento o a la dependencia de sí, prepara seguramente nuestra caída. El tenor de la Biblia está destinado a inculcarnos desconfianza en el poder humano y a fomentar nuestra confianza en el poder divino.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 775. Nuestro Padre celestial no ha enviado ángeles del cielo a predicar la salvación a los hombres. Ha abierto para nosotros las preciosas verdades de su Palabra y ha implantado la verdad en nuestros corazones para que podamos darla a los que están en tinieblas. Si en verdad hemos probado los preciosos dones de Dios en sus promesas, impartiremos este conocimiento a otros... Hemos de trabajar individualmente como si una gran responsabilidad descansara sobre nosotros. Hemos de manifestar energía incansable, tacto y fervor en esta obra, y llevar la carga, conscientes del peligro en que están nuestros vecinos y amigos. Debemos obrar como Cristo obró. Debemos presentar la verdad tal cual es en Jesús, para que la sangre de las almas no sea hallada en nuestras vestiduras. Y, al mismo tiempo, hemos de sentir plena dependencia de Dios y confianza en él, pues sabemos que no podemos hacer nada sin su gracia y su poder ayudador. Un Pablo puede plantar y un Apolos regar, pero sólo Dios puede dar el crecimiento.—En Lugares Celestiales, 333.
La Fe por la Cual Vivo

Derramamiento de la lluvia tardía, 24 de noviembre https://ift.tt/3nKyyIM Pedid a Jehová lluvia en la sazón tardía: Jehová hará relámpagos, y os dará lluvia abundante, y hierba en el campo a cada uno. Zacarías 10:1. “En el Oriente la lluvia temprana cae en la época de la siembra. Es necesaria para que germine la semilla. Bajo su influencia fertilizadora brota la tierna plantita. La lluvia tardía que cae cerca del fin de la estación, madura el grano y lo prepara para la siega. El Señor emplea este fenómeno de la naturaleza para representar la obra del Espíritu Santo.... “Aunque apreciamos las bendiciones de la lluvia temprana, no debemos perder de vista el hecho de que sin la lluvia tardía que llene las espigas y madure el grano, la cementera no estaría lista para la cosecha y sería vana la tarea de la siembra. La gracia divina es necesaria al comienzo, es necesaria en cada paso del crecimiento y sólo la gracia divina puede completar la obra.... “No permanezcáis satisfechos pensando que en la época correspondiente caerá la lluvia. Pedidla.... Necesitamos buscar el favor de Dios de todo corazón para que la lluvia de la gracia descienda sobre nosotros. Debemos aprovechar cada oportunidad que se nos presente de colocarnos en el canal de las bendiciones. Cristo dijo: ‘Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy en medio de ellos.’ Mateo 18:20. ... En cada reunión a la que asistamos nuestras oraciones deben ascender pidiendo que en ese mismo momento Dios imparta calor y rocío a nuestras almas. Mientras le pidamos el Espíritu Santo, éste obrará en nosotros mansedumbre, humildad y una consciente dependencia de Dios a fin de recibir la plenitud de la lluvia tardía.”—Testimonios para los Ministros, 506-509.
Hijos e Hijas de Dios

Semejante al alba, 24 de noviembre https://ift.tt/3r4N7sE Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida. Oseas 6:3. El fin de todas las cosas está cerca. No deberíamos permitir que lo que ya hemos hecho sea el punto final de nuestra obra. El Capitán de nuestra salvación dice: “Avanzad. La noche viene cuando nadie puede obrar”. Debemos aumentar constantemente en utilidad. Nuestra vida debe estar siempre bajo el poder de Cristo. Nuestras lámparas deben permanecer encendidas. La oración es uno de los medios dispuestos por el cielo para el éxito. Los llamamientos, las peticiones y las entrevistas entre hombre y hombre, mueven a los seres humanos, y hacen su parte en la dirección de los asuntos de las naciones. Pero la oración mueve al cielo. El poder que sólo llega en respuesta a la oración le dará a los hombres la sabiduría del cielo, y los capacitará para obrar en el vínculo del Espíritu, unidos por los lazos de la paz. La oración, la fe y la confianza en Dios proporcionan un poder divino que le da a los cálculos humanos su verdadero valor: nada. Dios ha dado revelaciones divinas a los seres humanos en todas las edades, para que así pudieran cumplir su propósito de desarrollar gradualmente las doctrinas de la gracia ante la inteligencia. Su forma de impartir la verdad resulta ilustrada por las palabras: “Como el alba está dispuesta su salida”. El que se sitúe a sí mismo donde Dios pueda alumbrarlo, avanza, por decirlo así, de la oscuridad parcial del amanecer, hasta el total esplendor del mediodía... Del mismo modo que el sol progresa en su viaje de gracia y amor, como los dorados rayos del día inundan el escenario del cielo y embellecen bosques y montañas, despertando al mundo al dispersar las tinieblas de la noche, así los seguidores de Cristo deberán proseguir en su misión de amor.—(Australasian) Union Conference Record, 1-11-1904.
Exaltad a Jesús

La norma del carácter en el juicio, 24 de noviembre https://ift.tt/3xn3LVI Todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados; porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados. Romanos 2:12-13. Los que habían aceptado la luz referente a la mediación de Cristo y a la perpetuidad de la ley de Dios, encontraron que éstas eran las verdades presentadas en el capítulo 14 del Apocalipsis. Los mensajes de este capítulo constituyen una triple amonestación, que debe servir para preparar a los habitantes de la tierra para la segunda venida del Señor. La declaración: “Ha llegado la hora de su juicio”, indica la obra final de la actuación de Cristo para la salvación de los hombres. Proclama una verdad que debe seguir siendo proclamada hasta el fin de la intercesión del Salvador y su regreso a la tierra para llevar a su pueblo consigo. La obra del juicio que empezó en 1844 debe proseguirse hasta que sean falladas las causas de todos los hombres, tanto las de los vivos como las de los muertos; de aquí que deba extenderse hasta el fin del tiempo de gracia concedido a la humanidad. Y para que los hombres estén debidamente preparados para subsistir en el juicio, el mensaje les manda: “Temed a Dios, y dadle gloria”, “y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas”. El resultado de la aceptación de estos mensajes está indicado en las palabras: “Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús”. Para subsistir ante el juicio el hombre tiene que guardar la ley de Dios. Esta ley será la piedra de toque en el juicio. El apóstol Pablo declara: “Cuantos han pecado bajo la ley, por la ley serán juzgados;... en el día en que juzgará Dios las obras más ocultas de los hombres... por medio de Jesucristo”. Y dice que “los que cumplen la ley serán justificados”. Romanos 2:12-16. La fe es esencial para guardar la ley de Dios; pues “sin fe es imposible agradarle”. Y “todo lo que no es de fe, es pecado”. Hebreos 11:6; Romanos 14:23. El primer ángel exhorta a los hombres a que teman al Señor y le den honra y a que le adoren como Creador del cielo y de la tierra. Para poder hacerlo, deben obedecer su ley. El sabio dice: “Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es la suma del deber humano”. Eclesiastés 12:13. Sin obediencia a sus mandamientos, ninguna adoración puede agradar a Dios. “Este es el amor de Dios, que guardemos sus mandamientos”. “El que aparte sus oídos para no escuchar la ley, verá que su oración misma es cosa abominable”. 1 Juan 5:3; Proverbios 28:9.—el Conflicto de los Siglos, 488-489. Para cada uno de nosotros la pregunta de más profundo interés debería ser: ¿Cumplo yo con los requerimientos de la ley de Dios?... Únicamente mediante el examen más minucioso del yo a la luz de la Palabra de Dios podemos descubrir nuestras desviaciones de su santa norma del bien... En [Cristo] podemos encontrar el perdón de nuestros fracasos pasados, y en su fuerza podemos crecer hasta llegar a ser hombres y mujeres perfectos en Jesucristo.—The Youth’s Instructor, 10 de junio de 1897.
En los Lugares Celestiales

La conmoción profunda del espíritu, 24 de noviembre https://ift.tt/3nKBk0G Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. Juan 14:16, 17. El pueblo de Dios parece incapaz de comprender y apropiarse de esta promesa. Parece pensar que sobre el alma sedienta han de caer únicamente los más exiguos aguaceros de la gracia... No ha sentido la necesidad de alcanzar los excelsos privilegios provistos a un costo infinito... No es por alguna restricción de parte de Dios por que las riquezas de su gracia no fluyen hacia los hombres... Si todos estuvieran dispuestos a recibirlo, todos serían henchidos con el Espíritu. Al mantenernos conformes con pequeñas bendiciones, nos incapacitamos para la recepción del Espíritu en su ilimitada plenitud. Nos satisfacemos demasiado fácilmente con una onda en la superficie, cuando es nuestro privilegio esperar la conmoción profunda del Espíritu de Dios. Esperando poco, recibimos poco. Todos debieran comprender la necesidad de la obra del Espíritu Santo. A menos que este Espíritu sea aceptado y albergado como el representante de Cristo, cuya obra consiste en renovar y santificar el ser entero, las verdades trascendentales que les han sido confiadas a los seres humanos perderán su poder sobre la mente. No es suficiente que poseamos un conocimiento de la verdad. Hemos de caminar y obrar en amor, conformando nuestra voluntad a la voluntad de Dios. De los que hacen esto el Señor dice: “Pondré mis leyes en la mente de ellos, y sobre su corazón las escribiré”. Hebreos 8:10... Así se renueva la relación divina entre el hombre y Dios. “Y seré a ellos por Dios”, dice, “y ellos me serán a mí por pueblo”.—The Review and Herald, 10 de junio de 1902.
El Cristo Triunfante

Ahora el libro de Daniel está abierto para estudiarlo, 24 de noviembre https://ift.tt/3cM7iTM “Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará”. Daniel 12:4. Se necesita un estudio mucho más profundo de la Palabra de Dios; especialmente los libros de Daniel y el Apocalipsis debieran recibir atención como nunca antes en nuestra obra. Bien podremos tener menos que decir sobre algunos temas referentes al papado, pero debemos llamar la atención a lo que los profetas y los apóstoles escribieron bajo la inspiración del Espíritu de Dios. Leed el libro de Daniel. Recordad punto por punto la historia de los reinos que allí se presenta. Contemplad a los estadistas, los concilios, los ejércitos poderosos, y ved cómo Dios obró para abatir el orgullo humano y humilló hasta el polvo la gloria humana. Sólo Dios es presentado como grande. En la visión del profeta se lo ve derribando a un poderoso gobernante y colocando a otro. Se lo revela como el Monarca del universo que está por establecer su reino eterno: el Anciano de días, el Dios viviente, la Fuente de toda sabiduría, el Gobernante del presente, el Revelador del futuro. Leed y comprended cuán pobre, cuán frágil, cuán efímero, cuán falible, cuán culpable es el hombre que eleva su alma a la vanidad... La luz que Daniel recibió directamente de Dios le fue dada especialmente para estos últimos días. Las visiones que tuvo a orillas del Ulai y del Hidekel, los grandes ríos de Sinar, ahora están en el proceso de su cumplimiento, y pronto habrán sucedido todos los acontecimientos predichos. Considerad las circunstancias de la nación judía cuando las profecías de Daniel fueron dadas. Los israelitas vivían cautivos, el templo había sido destruido, los oficios religiosos del templo se habían suspendido. La religión hebrea se había centrado en las ceremonias del sistema sacrificial. Habían hecho de las formas exteriores algo muy importante, en tanto que habían perdido el espíritu de la adoración genuina... El Señor permitió que fueran llevados cautivos, que se suspendieran los servicios del templo, a fin de que las ceremonias exteriores no llegaran a ser la suma total de su religión... La gloria exterior fue quitada, para que la espiritual se pudiera revelar... Cuando en lo antiguo Dios daba luz a su pueblo, no obraba exclusivamente por una sola categoría de individuos. Daniel era príncipe de Judá. Isaías era también de estirpe real. David y Amós eran pastores de ganado; Zacarías era un cautivo vuelto de Babilonia; Eliseo era labrador. El Señor suscitaba como representantes suyos a profetas y príncipes, nobles y plebeyos, y les enseñaba las verdades que debían transmitir al mundo.—Carta 57, 1896.
El Cristo Triunfante

Ahora el libro de Daniel está abierto para estudiarlo, 24 de noviembre https://ift.tt/3cM7iTM “Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará”. Daniel 12:4. Se necesita un estudio mucho más profundo de la Palabra de Dios; especialmente los libros de Daniel y el Apocalipsis debieran recibir atención como nunca antes en nuestra obra. Bien podremos tener menos que decir sobre algunos temas referentes al papado, pero debemos llamar la atención a lo que los profetas y los apóstoles escribieron bajo la inspiración del Espíritu de Dios. Leed el libro de Daniel. Recordad punto por punto la historia de los reinos que allí se presenta. Contemplad a los estadistas, los concilios, los ejércitos poderosos, y ved cómo Dios obró para abatir el orgullo humano y humilló hasta el polvo la gloria humana. Sólo Dios es presentado como grande. En la visión del profeta se lo ve derribando a un poderoso gobernante y colocando a otro. Se lo revela como el Monarca del universo que está por establecer su reino eterno: el Anciano de días, el Dios viviente, la Fuente de toda sabiduría, el Gobernante del presente, el Revelador del futuro. Leed y comprended cuán pobre, cuán frágil, cuán efímero, cuán falible, cuán culpable es el hombre que eleva su alma a la vanidad... La luz que Daniel recibió directamente de Dios le fue dada especialmente para estos últimos días. Las visiones que tuvo a orillas del Ulai y del Hidekel, los grandes ríos de Sinar, ahora están en el proceso de su cumplimiento, y pronto habrán sucedido todos los acontecimientos predichos. Considerad las circunstancias de la nación judía cuando las profecías de Daniel fueron dadas. Los israelitas vivían cautivos, el templo había sido destruido, los oficios religiosos del templo se habían suspendido. La religión hebrea se había centrado en las ceremonias del sistema sacrificial. Habían hecho de las formas exteriores algo muy importante, en tanto que habían perdido el espíritu de la adoración genuina... El Señor permitió que fueran llevados cautivos, que se suspendieran los servicios del templo, a fin de que las ceremonias exteriores no llegaran a ser la suma total de su religión... La gloria exterior fue quitada, para que la espiritual se pudiera revelar... Cuando en lo antiguo Dios daba luz a su pueblo, no obraba exclusivamente por una sola categoría de individuos. Daniel era príncipe de Judá. Isaías era también de estirpe real. David y Amós eran pastores de ganado; Zacarías era un cautivo vuelto de Babilonia; Eliseo era labrador. El Señor suscitaba como representantes suyos a profetas y príncipes, nobles y plebeyos, y les enseñaba las verdades que debían transmitir al mundo.—Carta 57, 1896.
Dios nos Cuida

Hemos de reflejar el amor de Cristo, 24 de noviembre https://ift.tt/3ra1LyO Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. Juan 20:21. Deberíamos procurar fervientemente conocer y apreciar la verdad, para poder presentarla a otros así como es en Jesús. Necesitamos tener una correcta valoración de nuestras propias almas; entonces no seríamos tan descuidados en relación con nuestro curso de acción como lo somos actualmente... Es al mirar a Jesús y contemplar su encanto, teniendo nuestros ojos constantemente fijos en él, como somos transformados a su imagen. El dará gracia a todos los que guardan su camino, y hacen su voluntad, y caminan en la verdad... Ruego a los que tienen sus nombres registrados en el libro de la iglesia como miembros dignos, que sean verdaderamente dignos mediante la virtud de Cristo. Se promete la misericordia y la verdad y el amor de Dios al alma humilde y contrita... Todo el cielo se llena de asombro al ver que, cuando ese amor tan amplio, tan profundo, tan rico y pleno, se presenta a los hombres que han conocido la gracia de nuestro Señor Jesucristo, ellos son tan indiferentes, tan fríos e impasibles... Los infinitos tesoros de la verdad se han ido acumulando de siglo en siglo. Ninguna ilustración podría impresionarnos adecuadamente con la extensión y la riqueza de estos vastos recursos... Estas gemas de verdad han de ser recogidas por el pueblo remanente de Dios, para ser dadas al mundo; pero la suficiencia propia y la dureza de corazón desechan el tesoro bendito. “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Juan 3:16. Tal amor no puede ser medido, ni puede ser expresado. Juan insta al mundo a mirar “cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios”. 1 Juan 3:1. Es un amor que sobrepuja todo entendimiento. En la plenitud del sacrificio, nada se rehusó. Jesús se dio a sí mismo. Dios desea que sus hijos se amen los unos a los otros como Cristo nos amó. Han de educar y adiestrar el alma para ese amor. Han de reflejar ese amor en su propio carácter, para proyectarlo sobre el mundo. Cada uno debería considerar ésta su tarea. La plenitud de Cristo ha de ser presentada al mundo por quienes han llegado a ser partícipes de su gracia. Han de hacer por Cristo lo que Cristo hizo por el Padre: representar su carácter.
Conflicto y Valor

No importa la nacionalidad, 24 de noviembre https://ift.tt/3oPWKJ2 Hechos 10. Tus oraciones y tus limosnas han subido para memoria delante de Dios. Envía, pues, ahora hombres a Jope, y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro. Este posa en casa de cierto Simón curtidor, que tiene su casa junto al mar; él te dirá lo que es necesario que hagas. Hechos 10:4-6. El carácter explícito de estas indicaciones, en las que se nombraba hasta la ocupación del hombre en cuya casa posaba Pedro, demuestra que el Cielo conoce la historia y los quehaceres de los hombres en toda circunstancia de la vida. Dios está familiarizado con la experiencia y el trabajo del más humilde obrero tanto como con los del rey en su trono.—Los Hechos de los Apóstoles, 109. Mi corazón se enternece mucho al ver el interés manifestado por el Señor en Cornelio. Este era hombre de alta posición, oficial del ejército romano, pero seguía estrictamente toda la luz que había recibido. El Señor le mandó un mensaje especial del cielo, y en otro mensaje indicó a Pedro que le visitara y le diese luz.—Joyas de los Testimonios 2:387. Cornelio obedeció gustosamente la orden recibida en visión... Así fue comunicado el Evangelio a los que habían sido extraños, haciéndolos conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios. La conversión de Cornelio y su familia no fue sino las primicias de una mies que se había de cosechar. Comenzando con esta familia, se llevó a cabo una extensa obra de gracia en esa ciudad pagana. Hoy día Dios está buscando almas tanto entre los encumbrados como entre los humildes. Hay muchos hombres como Cornelio a quienes el Señor desea vincular con su obra en el mundo. Sus simpatías están con el pueblo del Señor, pero los vínculos que los atan al mundo los retienen firmemente. Decidirse por Cristo exige valor moral de su parte. Debieran hacerse esfuerzos especiales por esas almas cuyas responsabilidades y asociaciones les hacen correr tan gran peligro.—Los Hechos de los Apóstoles, 110, 113. De la historia de Cornelio aprendemos que Dios guiará a todo aquel que está dispuesto a ser guiado. Guió a Cornelio. Sondeó el corazón de su siervo cuando éste oraba. Lo preparó para recibir la luz de su verdad; y decidió iluminar la mente de Cornelio por intermedio de uno que ya había recibido la luz de lo alto. En Lugares Celestiales, 324.
Cada Día con Dios

Honestidad en los negocios, 24 de noviembre https://ift.tt/3xjmxNo En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor. Romanos 12:11. Los siervos de Dios están más o menos obligados a mantener relación con los mundanos mediante sus transacciones comerciales, pero debieran comprar y vender con la idea que el ojo de Dios está sobre ellos. No deben usar balanzas ni pesas falsas, porque tales cosas son abominación a Jehová. En toda transacción comercial el cristiano debe ser exactamente lo que quiere que sus hermanos crean que es. Su conducta está modelada por principios fundamentales. No práctica artimañas porque no tiene nada que ocultar ni que cubrir. Podrá ser criticado y probado, pero su integridad inquebrantable resplandecerá como oro puro. Es una bendición para todos los que se relacionan con él, porque su palabra es digna de confianza. Es una persona que no se aprovecha de su prójimo, es amigo y benefactor de todos, y sus semejantes confían en sus consejos... El hombre verdaderamente honesto nunca aprovechará la debilidad o la incompetencia de los demás para alcanzar sus propios propósitos. Acepta un precio razonable por lo que vende. Si los artículos que vende son defectuosos, lo comunica francamente a su hermano o a su vecino, aunque al hacerlo perjudique sus propios intereses económicos. En todos los detalles de la vida hay que practicar los más estrictos principios de honestidad. No son los principios que gobiernan el mundo, porque Satanás, disimulador, mentiroso y opresor, es su amo, y sus súbditos lo siguen y llevan a cabo sus propósitos. Pero los cristianos sirven a otro Maestro, y sus acciones deben estar de acuerdo con la voluntad de Dios, al margen de toda ganancia egoísta. El apartarse de la perfecta honestidad en los negocios puede parecer a algunos cosa de poca monta, pero nuestro Salvador no lo considera así. Sus palabras acerca de esto son explícitas: “El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel”. Lucas 16:10... En el mundo cristiano de hoy se práctica el fraude en escala alarmante. El pueblo de Dios, que guarda sus mandamientos, debiera mostrar que está por encima de todas estas cosas. Los procedimientos deshonestos que mancillan el trato del hombre con sus semejantes, nunca debieran ser puestos en práctica por los que profesan creer en la verdad presente.—Carta 3, del 24 de noviembre de 1878, dirigida al Hno. O, colportor que se dedicaba a transacciones dudosas.
Alza tus Ojos

Cómo testificar de su fe, 24 de noviembre https://ift.tt/3cGkUQF Enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente. Tito 2:12. No se vuelvan descuidados con sus palabras por estar entre incrédulos, porque ellos los observan. Si están sentados a la mesa, coman moderadamente, y sólo alimentos que no confundan la mente. Manténganse alejados de toda intemperancia. Sean lecciones objetivas que ilustren los principios correctos. Si les ofrecen té, mencionen con palabras sencillas el efecto perjudicial que tiene sobre el organismo. Digan además, que no usan bebidas embriagantes de ninguna clase porque desean conservar su mente en tal condición que Dios pueda impresionarla con las sagradas verdades de su Palabra, y que ustedes no pueden permitirse debilitar ninguno de sus poderes físicos y mentales, o serán incapaces de discernir las cosas espirituales. Así podrán sembrar las semillas de la verdad, y dirigirse hacia el tema de mantener el alma, cuerpo y espíritu en una condición tal, que puedan entender las realidades eternas. Estudien la instrucción dada a Nadab y Abiú, los hijos de Aarón. Ellos “ofrecieron delante de Jehová fuego extraño, que él nunca les mandó”. Tomando fuego común, lo pusieron en sus incensarios, “y salió fuego de delante de Jehová y los quemó... Entonces dijo Moisés a Aarón: Esto es lo que habló Jehová, diciendo: En los que a mí se acercan me santificaré, y en presencia de todo el pueblo seré glorificado”. Levítico 10:1-3. El Señor desea que sean ganadores de almas. No traten de revelar su inteligencia como teólogos, ni aun de la verdad bíblica, porque al hacer esto hablarán palabras que para muchos serán tan poco comprensibles como el griego... Conéctense firmemente con Cristo, y presenten la verdad tal como es en El. Trabajen como Pablo trabajó. Dondequiera que estaba, ya fuera ante ceñudos fariseos o autoridades romanas, pobres o ricos, sabios o ignorantes, el lisiado en Listra o los pecadores convictos en una mazmorra macedónica, alzaba a Cristo como Aquel que odia el pecado y ama al pecador, Aquel que llevó nuestros pecados a fin de tener total poder y autoridad para impartirnos su justicia. Los corazones no pueden dejar de ser tocados por la historia de la expiación. Los que comprenden la necesidad de mantener el corazón bajo el control del Espíritu Santo podrán sembrar la semilla que brotará para vida eterna.—Manuscrito 23, del 24 de noviembre de 1890, “Diario”.
Alza tus Ojos

Cómo testificar de su fe, 24 de noviembre https://ift.tt/3cGkUQF Enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente. Tito 2:12. No se vuelvan descuidados con sus palabras por estar entre incrédulos, porque ellos los observan. Si están sentados a la mesa, coman moderadamente, y sólo alimentos que no confundan la mente. Manténganse alejados de toda intemperancia. Sean lecciones objetivas que ilustren los principios correctos. Si les ofrecen té, mencionen con palabras sencillas el efecto perjudicial que tiene sobre el organismo. Digan además, que no usan bebidas embriagantes de ninguna clase porque desean conservar su mente en tal condición que Dios pueda impresionarla con las sagradas verdades de su Palabra, y que ustedes no pueden permitirse debilitar ninguno de sus poderes físicos y mentales, o serán incapaces de discernir las cosas espirituales. Así podrán sembrar las semillas de la verdad, y dirigirse hacia el tema de mantener el alma, cuerpo y espíritu en una condición tal, que puedan entender las realidades eternas. Estudien la instrucción dada a Nadab y Abiú, los hijos de Aarón. Ellos “ofrecieron delante de Jehová fuego extraño, que él nunca les mandó”. Tomando fuego común, lo pusieron en sus incensarios, “y salió fuego de delante de Jehová y los quemó... Entonces dijo Moisés a Aarón: Esto es lo que habló Jehová, diciendo: En los que a mí se acercan me santificaré, y en presencia de todo el pueblo seré glorificado”. Levítico 10:1-3. El Señor desea que sean ganadores de almas. No traten de revelar su inteligencia como teólogos, ni aun de la verdad bíblica, porque al hacer esto hablarán palabras que para muchos serán tan poco comprensibles como el griego... Conéctense firmemente con Cristo, y presenten la verdad tal como es en El. Trabajen como Pablo trabajó. Dondequiera que estaba, ya fuera ante ceñudos fariseos o autoridades romanas, pobres o ricos, sabios o ignorantes, el lisiado en Listra o los pecadores convictos en una mazmorra macedónica, alzaba a Cristo como Aquel que odia el pecado y ama al pecador, Aquel que llevó nuestros pecados a fin de tener total poder y autoridad para impartirnos su justicia. Los corazones no pueden dejar de ser tocados por la historia de la expiación. Los que comprenden la necesidad de mantener el corazón bajo el control del Espíritu Santo podrán sembrar la semilla que brotará para vida eterna.—Manuscrito 23, del 24 de noviembre de 1890, “Diario”.
A Fin de Conocerle

“Sobrellevad los unos las cargas de los otros”, 24 de noviembre https://ift.tt/3HPtkn1 Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? Santiago 2:15, 16. Todo descuido de los necesitados y afligidos es un descuido del deber hacia Cristo en la persona de sus santos. Cuando Dios repase el caso de cada uno, no se formulará la pregunta: ¿Qué creían? sino: ¿Qué han hecho? ¿Han sido obradores de la palabra? ¿Han vivido para sí mismos? ¿O bien realizaron obras de benevolencia, de bondad y amor, prefiriendo a los otros antes que a sí mismos, y negándose a sí mismos para ayudar a los demás? Si las anotaciones muestran que ésta ha sido su vida, que sus caracteres están señalados por la ternura, la abnegación y la benevolencia, recibirán esta bendición de Cristo: “Bien hecho”. “Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo”. Mateo 25:23, 34... Nuestra fortaleza y bendición espirituales estarán en proporción con el trabajo hecho con amor y con las buenas obras realizadas. El apóstol ordena: “Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo”. Gálatas 6:2. El cumplimiento de los mandamientos de Dios requiere de nosotros buenas obras, abnegación, sacrificio y dedicación al bienestar de los demás; pero esto no significa que solamente nuestras buenas obras nos salvarán, sino que ciertamente no podremos salvarnos sin buenas obras. Después de hacer todo lo que somos capaces de hacer, debemos decir: Únicamente hemos cumplido nuestro deber, y en el mejor de los casos somos siervos inútiles, indignos del favor más pequeño de Dios. Cristo debe ser nuestra justicia, y la corona de nuestro gozo... La simpatía y el tierno interés por otros proporcionarán a nuestra alma bendiciones que no hemos experimentado, y nos pondrán en estrecha relación con nuestro Redentor.—The Review and Herald, 13 de julio de 1886.
¡Maranata: El Senor Viene!

Cristo regresa nuevamente a la Tierra, 24 de noviembre https://ift.tt/3FMDqD8 También profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares, para hacer juicio contra todos. Judas 14, 15. Al fin de los mil años, Cristo regresa otra vez a la tierra. Lo acompaña la hueste de los redimidos, y lo sigue una comitiva de ángeles. Al descender en majestad aterradora, manda a los muertos impíos que resuciten para recibir su condenación. Se levanta ese gran ejército, innumerable como la arena del mar. ¡Qué contraste entre ellos y los que resucitaron en la primera resurrección! Los justos estaban revestidos de juventud y belleza inmortales. Los impíos llevan las huellas de la enfermedad y de la muerte. Todas las miradas de esa inmensa multitud se vuelven para contemplar la gloria del Hijo de Dios. A su voz las huestes de los impíos exclaman: “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!” No es amor a Jesús lo que les inspira esta exclamación, sino que el poder de la verdad arranca esas palabras de sus labios. Los impíos salen de sus tumbas tales como a ellas bajaron, con la misma enemistad hacia Cristo y el mismo espíritu de rebelión. No disponen de un nuevo tiempo de gracia para remediar los defectos de su vida pasada, pues de nada les serviría. Toda una vida de pecado no ablandó sus corazones. De serles concedido un segundo tiempo de gracia, lo emplearían como el primero, eludiendo las exigencias de Dios e incitándose a la rebelión contra él. Cristo baja sobre el monte de los Olivos, de donde ascendió después de su resurrección, y donde los ángeles repitieron la promesa de su regreso. El profeta dice: “Vendrá Jehová mi Dios, y con él todos los santos”. “Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente: y el monte de los Olivos se partirá por en medio... haciendo un valle muy grande”. “Y Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre”. Zacarías 14:5, 4, 9. La Nueva Jerusalén, que desciende del cielo en su deslumbrante esplendor, se asienta en el lugar purificado y preparado para recibirla, y Cristo, su pueblo y los ángeles, entran en la santa ciudad.52Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 720, 721.
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¡Maranata: El Senor Viene!
Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...
Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2¶=175.533“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374
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Conozco la Iglesia Adventista desde mi niñez (7 años) y sé que es la Iglesia Verdadera. Lo he sabido desde que mis papás encontraron en la ...