Ser Semejante a Jesús


Dios ha enviado advertencias, pero pocos son los que escuchan, 3 de julio https://ift.tt/wbWIYVd Acontecerá en aquel tiempo que yo escudriñaré a Jerusalén con linterna, y castigaré a los hombres que reposan tranquilos como el vino asentado, los cuales dicen en su corazón: Jehová ni hará bien ni hará mal. Sofonías 1:12. Nos estamos acercando al fin del tiempo. Me ha sido mostrado que los juicios retributivos de Dios ya están sobre la tierra. El Señor nos ha advertido de los acontecimientos que están por suceder. Resplandece la luz de su Palabra, y sin embargo las tinieblas cubren la tierra y densa oscuridad los pueblos. “Que cuando dirán paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción de repente... y no escaparán”. 1 Tesalonicenses 5:3. Es nuestro deber inquirir la causa de estas terribles tinieblas para que podamos evitar la conducta por la cual los seres humanos han atraído sobre sí mismos tan grande engaño. Dios ha dado al mundo una oportunidad de aprender y obedecer su voluntad. Les ha dado, en su Palabra, la luz de la verdad; les ha enviado advertencias, consejos y amonestaciones; pero pocos quieren obedecer su voz. Al igual que la nación judía, la mayoría, aun de los cristianos profesos, se enorgullece de sus magníficas ventajas pero no agradece a Dios por esas grandes bendiciones. En su misericordia infinita, Dios ha enviado al mundo un último mensaje de amonestación, anunciando que Cristo está a la puerta, y llamando la atención a la quebrantada ley de Dios. Pero así como los antediluvianos rechazaron con desprecio la amonestación de Noé, así también los amadores de placeres de hoy rechazarán el mensaje de los fieles siervos de Dios. El mundo prosigue en su giro constante, absorto como nunca en los negocios y placeres, mientras la ira de Dios está por caer sobre los transgresores de su ley. Nuestro compasivo Redentor, previendo los peligros que rodearían a sus discípulos en este tiempo, les dio una amonestación especial: “Tengan cuidado, no sea que se les endurezca el corazón por el vicio, la embriaguez y las preocupaciones de esta vida. De otra manera aquel día caerá de improviso sobre ustedes, pues vendrá como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra. Estén siempre vigilantes, y oren para que puedan escapar de todo lo que está por suceder, y presentarse delante del Hijo del hombre”. Lucas 21:34-36 (NVI).—Testimonies for the Church 5:99, 100.

Reflejemos a Jesús


Dios es glorificado en la vida humana, 3 de julio https://ift.tt/ACmiGEU Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios. 1 Corintios 3:9. El Salvador se deleita al ver que sus seguidores colaboran con Dios, recibiendo generosamente todos los medios de llevar fruto, y dando generosamente, como sus obreros. Cristo glorificó a su Padre por el fruto que llevó, y la vida de sus verdaderos seguidores producirá el mismo resultado. Al recibir e impartir, sus seguidores producirán mucho fruto. “Hasta ahora—dijo Cristo a sus discípulos—, nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido”Juan 16:24. El Dios de la providencia aún camina junto a nosotros, aunque sus pisadas no se ven, aunque sus obras directas y positivas no se reconocen ni entienden. El mundo en su sabiduría humana no conoce a Dios. El Señor decidió que por medio del ser humano su gloria, no la gloria de los hombres, sería manifestada. Es su luz la que brilla a través de sus instrumentos. La providencia y la revelación obran en armonía divina, revelando a Dios como el primero, el último y el mejor en todo. Cristo está atrayendo pecadores a sí mismo con las cuerdas del amor, buscando unirlos a El, a fin de que puedan ser colaboradores de Dios, no con orgullo y autosuficiencia, sino con humildad y mansedumbre. Cuando los pecadores son convertidos, Dios es glorificado ante los principados y poderes del cielo y de la tierra. Estos conversos son un espectáculo al mundo, a los ángeles y a los hombres. “Vosotros sois mis testigos” (Isaías 43:10), dice Dios. “Al mirar hacia mí habrán de ser transformados en carácter. Revelarán esta transformación por la manifestación de paciencia y amor como los de Cristo”. Al impartir a otros el amor y la bondad que Dios ha derramado tan abundantemente sobre nosotros, hemos de permitir que nuestra luz resplandezca. Debemos utilizar todo don de Dios de la mejor manera posible, haciéndolo productor de bien. A Dios no podemos darle nada que ya no sea suyo, pero podemos ayudar a quienes están sufriendo a nuestro alrededor. Podemos proveerles para las necesidades de esta vida, y al mismo tiempo hablarles del maravilloso amor de Dios. Cristo ha identificado sus intereses con los de su pueblo. Ha declarado claramente que podemos ministrarle por medio del servicio a los que sufren. El Salvador considera que las palabras de ánimo y estímulo, pronunciadas cuando el alma está enferma y el pulso del valor está bajo, son pronunciadas a El mismo. Hemos de estar en el mundo como una influencia correctiva, como sal que retiene su sabor. En medio de una generación impía, impura e idólatra, hemos de ser puros y santos, mostrando que la gracia de Cristo tiene poder para restaurar en el hombre la semejanza divina. Hemos de ejercer una influencia salvadora sobre quienes están en el mundo.—The Bible Echo, 11 de junio de 1900.

Recibiréis Poder


Cómo llegar a ser agentes de salvación, 3 de julio https://ift.tt/0H5WZRA Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. 2 Corintios 4:6. Los cristianos en verdad son los representantes de Jesucristo; no deben ser hipócritas. El mundo, ¿formará sus opiniones acerca de Dios mediante la conducta de los que sólo toman el nombre de Cristo pero no hacen sus obras? Quienes los observan, ¿señalarán a los que pretenden ser cristianos, pero que no son creyentes de corazón, que traicionan las sagradas creencias y practican las obras del enemigo, diciendo: “Oh, éstos son cristianos, y engañan y mienten, y no son confiables”? Estos no son los que representan realmente a Dios. Pero Dios no dejará que el mundo sea engañado. El Señor tiene un pueblo especial sobre la tierra, y no se avergüenza de llamarlos hermanos, porque realizan la obra de Dios. Manifiestan que lo aman porque guardan sus mandamientos. Llevan la imagen divina. Son un espectáculo para el mundo, para los ángeles y para los hombres. Al cooperar con las inteligencias celestiales, el Señor es honrado y glorificado por los que hacen la mayor parte de las obras buenas. La verdadera piedad de corazón se manifiesta a través de las buenas palabras y obras; los hombres las ven y son guiados por ellas a glorificar a Dios. El cristiano verdadero abunda en buenas obras; lleva mucho fruto. Alimenta a los hambrientos, viste a los desnudos, visita a los enfermos y ministra a los afligidos. Los cristianos se interesan sinceramente en los niños que los rodean, quienes, mediante las sutiles tentaciones del enemigo, están listos para perecer... A nuestro alrededor hay jóvenes con quienes los miembros de la iglesia tienen una deuda; porque Cristo murió por ellos sobre la cruz del Calvario para comprarles el don de la salvación. Son preciosos a la vista de Dios, y es por eso que les desea su felicidad eterna. La obra salvadora de Cristo sólo estará completa cuando los miembros de la iglesia hagan su parte al levantarse y brillar porque ha llegado su luz, y la gloria del Señor se ha manifestado sobre ellos. Cristo pide la cooperación voluntaria de parte de sus instrumentos para llevar a cabo la salvación de las personas en forma consecuente y con todo fervor.—The Review and Herald, 29 de enero de 1895.

Nuestra Elevada Vocacion


Agentes para aliviar el dolor, 3 de julio https://ift.tt/63StClQ Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de éstos mis hermanos pequeñitos, a mí lo hicisteis. Mateo 25:40. ¿Y si los profesos seguidores de Jesús contemplaran sus costosos atavíos y vieran las palabras escritas sobre ellos por el dedo de Dios: “Viste al desnudo”? ¿Y si vieran inscripto en las costosas decoraciones de sus hogares, los cuadros, y los muebles: “Entra en tu casa a los pobres desechados”? En el comedor, donde la mesa está servida con abundante alimento, el dedo de Dios ha escrito: “¿No es que partas tu pan con el hambriento?”. ... Que todos, viejos y jóvenes, comprendan que no es una cosa de poca importancia ser los mayordomos de Dios. ... Los necesitados y los oprimidos quedan en necesidad, mientras el dinero del Señor es desperdiciado egoístamente en extravagancia y lujo. ¡Oh, si todos recordaran que Dios no hace acepción de personas! Es una gran cosa ser un mayordomo fiel y verdadero, ante un Dios imparcial y justo. ... La ley de Dios hace responsable a cada hombre por el uso que ha hecho de cada peso que llegó a sus manos; porque el Señor ha hecho a los hombres sus agentes para aliviar las miserias del mundo. Si el hombre acumula y guarda o emplea egoístamente los bienes que su Señor le ha confiado, será la ruina de su propia alma, porque se honra, se exalta, y se glorifica a sí mismo. ... Hay algunos en el mundo que, aunque aparentemente son los elegidos de Dios, siempre dejan de prestar ayuda al necesitado. Jesús ve esto; Jesús lo advierte; no lo pasará por alto. Jesús declaró que vino a predicar el Evangelio a los pobres. El ha derramado sus bienes para que el amor y la benevolencia vivieran y crecieran constantemente vigorizadas en los corazones de su pueblo. ... La asignación de las recompensas se basará en la manifestación de nuestra benevolencia práctica: “Por cuanto lo hicisteis a uno de éstos mis hermanos pequeñitos, a mí lo hicisteis”. Cristo se coloca en el lugar de los pobres, e identifica su interés con el de ellos. ... Pide a cada discípulo que emplee con gozosa libertad los dones que se les han confiado, como si estuvieran derramando los mismos sobre su Redentor.—Manuscrito 11, 1898.

La Maravillosa Gracia de Dios


El poder del espíritu, 3 de julio https://ift.tt/4S72A3D He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto. Lucas 24:49. La presencia visible de Cristo estaba por serles quitada a los discípulos, pero iban a recibir una nueva dotación de poder. Iba a serles dado el Espíritu Santo en su plenitud, el cual los sellaría para su obra.—Los Hechos de los Apóstoles, 25. En obediencia a la orden de Cristo, aguardaron en Jerusalén la promesa del Padre, el derramamiento del Espíritu. No aguardaron ociosos. El relato dice que estaban “de continuo en el templo, alabando y bendiciendo a Dios”. También se reunieron para presentar sus pedidos al Padre en el nombre de Jesús... Extendían más y más la mano de la fe, con el poderoso argumento: “Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, quien además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros”. Romanos 8:34... Los discípulos oraron con intenso fervor pidiendo capacidad para encontrarse con los hombres, y en su trato diario hablar palabras que pudieran guiar a los pecadores a Cristo. Poniendo aparte toda diferencia, todo deseo de supremacía, se unieron en estrecho compañerismo cristiano. Se acercaron más y más a Dios... Estos días de preparación fueron días de profundo escudriñamiento del corazón. Los discípulos sentían su necesidad espiritual, y clamaban al Señor por la santa unción que los había de hacer idóneos para la obra de salvar almas. No pedían una bendición simplemente para sí. Estaban abrumados por la preocupación de salvar almas. Comprendían que el Evangelio había de proclamarse al mundo, y demandaban el poder que Cristo había prometido. Durante la era patriarcal, la influencia del Espíritu Santo se había revelado a menudo en forma señalada, pero nunca en su plenitud. Ahora, en obediencia a la palabra del Salvador, los discípulos ofrecieron sus súplicas por este don, y en el cielo Cristo añadió su intercesión. Reclamó el don del Espíritu, para poderlo derramar sobre su pueblo.—Ibid. 29-31.

La Fe por la Cual Vivo


Limpiados del pecado, 3 de julio https://ift.tt/quBbv64 Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; que siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos. Isaías 6:5. “Isaías había denunciado el pecado de otros; pero ahora se veía a sí mismo expuesto a la misma condenación que había denunciado en ellos. Se había sentido satisfecho con una fría y hueca ceremonia en su culto a Dios. No se había dado cuenta de esto hasta que tuvo la visión del Señor. ¡Cuán insignificante aparecía ahora su sabiduría y sus talentos al ver la santidad y majestad del santuario! ... Cómo se vio a sí mismo está expresado en el lenguaje del apóstol Pablo: ‘¡Miserable hombre de mí! ¿quién me librará del cuerpo de esta muerte?’ Romanos 7:24... “‘Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas: Y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado.’ Isaías 6:6, 7. “La visión que recibió Isaías representa la condición del pueblo de Dios en los últimos días.... Cuando, por medio de la fe, miran dentro del lugar santísimo y ven la obra de Cristo en el santuario celestial, comprenden que son un pueblo de labios inmundos: un pueblo cuyos labios a menudo hablan vanidad y cuyos talentos no han sido santificados y empleados enteramente para la gloria de Dios. Bien pueden desesperarse al ver el contraste entre su propia debilidad e indignidad y la pureza y hermosura del glorioso carácter de Cristo. Pero si, como Isaías ... humillan sus almas delante de Dios, habrá esperanza para ellos.”—The S.D.A. Bible Commentary 4:1138, 1139.

Hijos e Hijas de Dios


Para confiar en él, 3 de julio https://ift.tt/jt19wIO El temor del hombre pondrá lazo; mas el que confía en Jehová será exaltado. Proverbios 29:25. El Señor desea que tengáis valor. Animaos... Satanás trabaja por todas partes a fin de destruir la fe y sumir a la gente en la infelicidad.—Carta 29, 1904. Todas las bendiciones se derraman sobre aquellos que mantienen una unión vital con Jesucristo. Jesús no nos llama junto a sí sencillamente para refrigerarnos con su gracia y presencia por unas pocas horas, y para apartarnos después de su luz a fin de que caminemos lejos de él en tristeza y desánimo. No, no. Nos dice que debemos morar con él y él con nosotros. Doquiera debe hacerse su obra, él está presente con su ternura, su amor y su compasión. Ha preparado para ti y para mí una morada en sí mismo. El es nuestro refugio. Nuestra experiencia debiera ampliarse y profundizarse. Jesús ha abierto toda la divina plenitud de su amor inexpresable... Acercaos a Dios. Animaos, tened fe y esperanza. Mi hermano y mi hermana en el Señor, tened buen ánimo. ¡Oh, cuán poco sabemos lo que nos espera! Debiéramos entregarnos enteramente a Jesús, pertenecerle del todo, y entonces decirle: “No se haga mi voluntad, sino la tuya”... Tenéis el tierno amor y la compasión de vuestro Salvador. Miradlo siempre. Confiad en él continuamente y no dudéis de su amor. Conoce todas nuestras debilidades y lo que necesitamos. Nos dará gracia suficiente para cada día. Mirad sólo a Jesús continuamente y tened buen ánimo.—Carta 1, 1894. En la fe genuina hay una alegía, un principio firme que ni el tiempo ni el uso pueden debilitar.—The Youth’s Instructor, 21 de abril de 1898.

Exaltad a Jesús


El libertador: un humilde pastor, 3 de julio https://ift.tt/g7Q9rqB Lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es. Éxodo 3:4-5. La época de la liberación de Israel había llegado. Pero el propósito de Dios había de cumplirse de tal manera que mostrara la insignificancia del orgullo humano. El libertador había de ir adelante como humilde pastor con sólo un cayado en la mano; pero Dios haría de ese cayado el símbolo de su poder. Un día mientras apacentaba sus rebaños cerca de Horeb, “monte de Dios”, Moisés vio arder una zarza... Una voz procedente de las llamas le llamó por su nombre. Con labios trémulos contestó: “Heme aquí”. Se le amonestó a no acercarse irreverentemente... La humildad y la reverencia deben caracterizar el comportamiento de todos los que se allegan a la presencia de Dios. En el nombre de Jesús podemos acercarnos a él con confianza, pero no debemos hacerlo con la osadía de la presunción, como si el Señor estuviese al mismo nivel que nosotros. Algunos se dirigen al Dios grande, todopoderoso y santo, que habita en luz inaccesible, como si se dirigieran a un igual o un inferior. Hay quienes se comportan en la casa de Dios como no se atreverían a hacerlo en la sala de audiencias de un soberano terrenal. Los tales debieran recordar que están ante la vista de Aquel a quien los serafines adoran, y ante quien los ángeles cubren su rostro. A Dios se le debe reverenciar grandemente; todo el que verdaderamente reconozca su presencia se inclinará humildemente ante él... Mientras Moisés esperaba ante Dios con reverente temor, las palabras continuaron: “...Ven por tanto ahora, y enviarte he a Faraón, para que saques a mi pueblo, los hijos de Israel, de Egipto”. Sorprendido y asustado por este mandato, Moisés retrocedió... Moisés veía ante sí dificultades que le parecían insalvables. ¿Qué prueba podría dar a su pueblo de que realmente iba como enviado de Dios?... Entonces Dios le dio una evidencia que apelara a sus propios sentidos. Le dijo que arrojara su vara al suelo. Al hacerlo, “convirtióse en una serpiente y Moisés huía de ella”. Dios le ordenó que la tomara, y en su mano “tornóse vara”... El Señor aseguró a Moisés que su propio pueblo, así como también Faraón, se convencerían de que Uno más poderoso que el rey de Egipto se manifestaba entre ellos... Dios bendijo su pronta obediencia, y llegó a ser elocuente, confiado, sereno y apto para la mayor obra jamás dada a hombre alguno. Este es un ejemplo de lo que Dios hace para fortalecer el carácter de los que confían en él, y sin reserva alguna cumplen sus mandatos.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 256-260.

En los Lugares Celestiales


Un templo para Dios, 3 de julio https://ift.tt/SPUlVJh ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? 1 Corintios 3:16. Desde siglos eternos fue el propósito de Dios que cada ser creado, desde el resplandeciente y santo serafín hasta el hombre, fuera un templo donde morara el Creador. Debido al pecado, la humanidad dejó de ser un templo para Dios... Dios tenía el propósito de que el templo de Jerusalén fuera un recordativo continuo del alto destino abierto a cada alma. Pero los judíos no habían entendido el significado del edificio que contemplaban con tanto orgullo... Los atrios del templo de Jerusalén, llenos del tumulto de un tráfico profano, representaban con demasiada veracidad al templo del corazón, contaminado por la presencia de la pasión sensual y los pensamientos no santificados. Al limpiar el templo de los compradores y vendedores mundanos, Jesús anunció su misión de limpiar el corazón de la contaminación del pecado: deseos mundanos, pasiones egoístas, malos hábitos que corrompen el alma... Solamente Cristo puede limpiar el templo del alma ... Su presencia limpiará y santificará el alma para que pueda ser un santo templo para el Señor, “para morada de Dios en el Espíritu”. Efesios 2:22. Mediante esta hermosa e imponente figura, la Palabra de Dios muestra la importancia que Dios le da a nuestro organismo físico y la responsabilidad que hay en nosotros de preservarlo en las mejores condiciones. Nuestros cuerpos son la posesión adquirida de Cristo y no estamos libres de hacer con ellos lo que nos plazca. El hombre ha hecho eso. Ha tratado a su cuerpo como si sus leyes no previeran castigos. Mediante el apetito pervertido sus órganos y facultades se han debilitado, enfermado, lisiado... Hemos de responder a Dios por nuestros hábitos y prácticas. Por lo tanto no debiéramos preguntarnos: “¿Qué dirá el mundo?”, sino: “Pretendiendo ser cristiano, ¿cómo trataré yo la habitación que Dios me ha dado?” The Review and Herald, 31 de diciembre de 1908.

El Cristo Triunfante


Ninguna tentación pudo inducir al salvador a pecar, 3 de julio https://ift.tt/t81sGlA “Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; cetro de equidad es el cetro de tu reino”. Hebreos 1:8. En el desierto Cristo soportó pruebas que los seres humanos no pueden comprender. Allí Cristo se enfrentó cara a cara con el poder sutil de Satanás, el ángel caído. El enemigo perseguía el mismo propósito con el Salvador que con Adán y Eva en Edén. Comenzó cuestionando la soberanía de Cristo. Si eres el Hijo de Dios, le dijo, dame evidencias de que lo eres... Bien sabía Satanás quién era Cristo, pues cuando el Salvador visitó Gadara, los malos espíritus que afligían a aquellos endemoniados, exclamaron: “¿Qué tienes con nosotros, Jesús hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?” A medida que Cristo pasaba por la prueba del segundo Adán, la belleza de su carácter resplandecía a través de su representación humana. Satanás podía entrever a través de su humanidad la gloria y la pureza del santo Ser con quien estuvo asociado en los atrios celestiales. Al contemplar a Cristo, vino a su memoria una semblanza de lo que él había sido entonces. En aquel tiempo gozaba de belleza y santidad. La exaltación propia lo condujo a colocarse por encima de Cristo. Pero fracasó. ¿Podría ahora ejecutar su plan sobre la debilitada humanidad de Cristo? Sabía que si podía inducir a Cristo a ceder en forma mínima en la lealtad que manifestaba a su Padre, llegaría a someter a todo el mundo bajo su poder y podría gobernar como sólo él en su naturaleza espiritual cambiada, podría hacerlo. Pero Satanás estaba tratando de vencer al Señor del cielo y todos los esfuerzos del tentador eran inútiles. Cuando Satanás comprendió que no lograría la victoria, se despertó en él un odio maligno... Entonces Satanás llevó a Cristo hasta el pináculo del templo y lo incitó a arrojarse... De este modo, intentó que cometiera un pecado de presunción. Le recordó el ministerio de los ángeles. Pero ninguna tentación lograría que el Salvador aceptara el desafío del enemigo... El adversario parecía tener el poder de llevar a Cristo donde le placiera, pues luego lo condujo hasta lo alto de un monte y allí desplegó ante él la gloria de todos los reinos del mundo... Entonces la divinidad fulguró a través de la humanidad y los ángeles caídos contemplaron al Jesús glorificado, decir: “Vete, Satanás...” Como Comandante de las huestes celestiales, Cristo estaba acostumbrado a ser objeto de la asistencia angélica. Y en cualquier instante de su vida terrenal pudo solicitar al Padre la presencia de doce legiones de emisarios celestiales. Pero ninguna lisonja ni ninguna tentación lo habrían de conducir a reclamar sus prerrogativas divinas, ni lo apartarían de la senda que Dios le había trazado.—Carta 7, 1900.

Dios nos Cuida


Una puerta abierta, 3 de julio https://ift.tt/hiumk5X Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios. Hebreos 11:5. Cuando aprendamos a andar por fe y no por sentimientos, recibiremos ayuda de Dios precisamente cuando la necesitemos, y su paz entrará a nuestro corazón. Tal fue la vida sencilla de obediencia y confianza que Enoc vivió. Si aprendemos esta lección de sencilla confianza, será nuestro el testimonio que él recibió: que agradó a Dios. Debéis agradar a Dios en todos los aspectos de la formación de vuestro carácter. Podéis hacerlo, pues Enoc agradó al Señor aunque vivía en una época degenerada. Y en nuestros días también hay Enocs. Durante trescientos años Enoc había estado buscando la pureza de corazón, a fin de estar en armonía con el cielo. Durante tres siglos había andado con Dios. Día tras día había anhelado una unión más íntima; la comunión se había vuelto más y más cercana, hasta que Dios lo tomó a sí mismo. El había estado en los umbrales del mundo eterno, había mediado tan sólo un paso entre él y la tierra de los bienaventurados; y ahora se abrieron los portales; el andar con Dios, practicado por tanto tiempo en la tierra, continuó, y él pasó por las puertas de la santa ciudad: el primer hombre en entrar allí. Teniendo la Palabra de Dios en la mano, todo ser humano, cualquiera sea su suerte en la vida, puede gozar del compañerismo que escoja. Por medio de sus páginas puede tener comunión con lo mejor y más noble de la especie humana, y escuchar la voz del Eterno que habla con los hombres... Puede morar en esta tierra en la atmósfera del cielo, e impartir a los afligidos y tentados de la tierra pensamientos de esperanza y anhelos de santidad... como aquel que antaño anduvo con Dios, acercándose cada vez más al umbral del mundo eterno, hasta que los portales se abran y pueda entrar. No se sentirá como un extraño. Lo saludarán las voces de los santos que, invisibles, eran sus compañeros en la tierra, voces que él aprendió a distinguir y amar aquí. El que por medio de la Palabra de Dios ha vivido en compañerismo con el cielo, se sentirá como en su casa en medio de la compañía celestial.

Conflicto y Valor


Sabiduría a quien la pide, 3 de julio https://ift.tt/RN9eGYE 1 Reyes 3:6-14. Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Santiago 1:5. El Dios a quien servimos no hace acepción de personas. El que dio a Salomón el espíritu de sabio discernimiento está dispuesto a impartir la misma bendición a sus hijos hoy... Cuando el que lleva responsabilidad desee sabiduría más que riqueza, poder o fama, no quedará chasqueado. El tal aprenderá del gran Maestro no sólo lo que debe hacer, sino también el modo de hacerlo para recibir la aprobación divina. Mientras permanezca consagrado, el hombre a quien Dios dotó de discernimiento y capacidad no manifestará avidez por los cargos elevados ni procurará gobernar o dominar. Es necesario que haya hombres que lleven responsabilidad; pero en vez de contender por la supremacía, el verdadero conductor pedirá en oración un corazón comprensivo, para discernir entre el bien y el mal. La senda de los hombres que han sido puestos como dirigentes no es fácil; pero ellos han de ver en cada dificultad una invitación a orar. Nunca dejarán de consultar a la gran Fuente de toda sabiduría. Fortalecidos e iluminados por el Artífice maestro, se verán capacitados para resistir firmemente las influencias profanas y para discernir entre lo correcto y lo erróneo, entre el bien y el mal. Aprobarán lo que Dios aprueba y lucharán ardorosamente contra la introducción de principios erróneos en su causa. Dios le dio a Salomón la sabiduría que él deseaba más que las riquezas, los honores o la larga vida. Le concedió lo que había pedido: una mente despierta, un corazón grande y un espíritu tierno.—La Historia de Profetas y Reyes, 21, 22. Nuestras peticiones a Dios no debieran proceder de corazones llenos de aspiraciones egoístas. Dios nos exhorta a elegir los dones que redundarán para la gloria de él. Quiere que elijamos lo celestial en lugar de lo terrenal. Abre de par en par ante nosotros las posibilidades y ventajas de un trato con el Cielo. Alienta nuestras metas más altas, da seguridad a nuestros más selectos tesoros. Aunque le sean arrebatadas las posesiones mundanales, el creyente se regocija en su tesoro celestial, cuyas riquezas no pueden perderse en ningún desastre terreno. The S.D.A. Bible Commentary 2:1026.

Cada Día con Dios


No hay lugar para el orgullo, 3 de julio https://ift.tt/N74c5PQ Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo. 1 Pedro 5:5, 6. El Señor ha dado abundante evidencia de la veracidad de sus promesas y amenazas. Su pueblo puede confiar en su Palabra. ¿Seguirán entonces, frente a la luz y la evidencia, una conducta de su propia elección, independiente de los medios establecidos por Dios? Incluso los hombres buenos necesitan protección, no sea que se envanezcan de tal manera con las bendiciones que Dios les ha dado, que el aplauso y la alabanza de los mundanos sea para ellos un estímulo para ostentar su gran sabiduría y sus adquisiciones. El Señor ve; el Señor sabe. Ciertamente humillará todas esas aspiraciones, porque aborrece el orgullo, el egoísmo y la codicia. Mientras más prospere la obra, menos correcto será que los hombres se exalten a sí mismos como si fueran ellos los que merecen alabanza. Nuestra confianza debe estar puesta en Dios. Le ha confiado a los hombres habilidades y talentos, para que puedan desempeñar una parte importante en su obra. Cuídense de exaltarse a sí mismos... Ya llegará el momento de favorecer a Sion. Dios ha provisto hombres y medios para que se haga su obra. No dejará a su pueblo librado a la vergüenza, sino que terminará su obra. Esta avanzará tal como él lo ha ordenado. Nuestro pacto con Cristo une la majestad de un rey omnipotente con la bondad y la ternura de un pastor de ovejas. Por favor, lea el (capítulo 42) de Isaías. Dios desea que los hombres comprendan qué espera de ellos. Juzgará a todo hombre que se interponga entre sus semejantes y Dios, para conducirlos por sendas que no han sido trazadas para los redimidos. “Hace conocer todo esto desde tiempos antiguos”. Hechos 15:18. Ha ordenado que sus obras se presenten ante el mundo con perfiles nítidos, santos y sagrados. El reino de Dios no es visibie, sino que se manifiesta mediante la suave inspiración de su Palabra y la obra de su Espíritu en el alma. En muchos lugares del mundo su obra habría progresado mucho más si el hombre no se hubiera interpuesto entre el pueblo y Dios, para hacer una obra que el Señor no ha señalado.—Carta 93, del 3 de julio de 1900, dirigida al pastor G. A. Irwin, presidente en ese entonces de la Asociación General.

Alza tus Ojos


La luz del mundo, 3 de julio https://ift.tt/FNJoa6V Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él. 1 Juan 1:5. Antes de la caída de Adán, ni una sola nube gravitaba sobre la mente de nuestros primeros padres para oscurecer su percepción clara del excelso carácter de Dios. Estaban perfectamente de acuerdo con la voluntad del Señor. Una preciosa luz, la luz de Dios, los rodeaba. La naturaleza era su libro de texto. El Señor los instruyó en relación con el mundo natural y dejó con ellos ese libro abierto para que contemplaran la belleza en cada objeto en el cual posaran sus ojos. Dios visitaba a la santa pareja y le enseñaba por medio de las obras de sus manos. Las bellezas de la naturaleza constituyen una expresión del amor de Dios hacia las inteligencias humanas. En el jardín del Edén la existencia del Eterno quedó demostrada en los elementos de la naturaleza que rodeaban a nuestros primeros padres. Cada árbol plantado en el jardín les hablaba, diciendo que las cosas invisibles de Dios eran claramente visibles, siendo entendidas por las cosas que fueron hechas, aun su eterno poder y divinidad. Pero, aunque se puede discernir a Dios en la naturaleza, ello no proporciona ningún argumento sólido en favor del conocimiento perfecto de Dios revelado en ésta a Adán y a su posteridad después de la caída. La naturaleza podía transmitir sus enseñanzas al hombre en su inocencia; pero el pecado y la transgresión acarrearon plagas a la naturaleza e interfirieron entre ésta y la naturaleza de Dios. Si el hombre nunca hubiera desobedecido a su Creador, si hubiera permanecido en su estado de perfecta rectitud, podría haber comprendido y conocido al Señor. Pero cuando desobedeció, dio prueba de que creía las palabras de un apóstata antes que las del Señor... Adán y Eva escucharon la voz del tentador, y pecaron contra Dios. La luz, vestidura de la inocencia celestial, se apartó de estas almas afligidas y engañadas, y al perder el ropaje de la inocencia ellos mismos atrajeron hacia sí el oscuro manto de la ignorancia de Dios. La luz clara y perfecta que los había circundado hasta ese momento iluminaba todo aquello a lo que ellos se acercaban; pero desprovistos de la luz celestial, la descendencia de Adán ya no pudo descubrir el carácter de Dios en sus obras creadas. Sin embargo, después de la caída, la naturaleza no fue el único maestro del hombre. Con el fin de que el mundo no permaneciera en tinieblas, en una noche espiritual eterna, el Dios de la naturaleza necesitaba encontrarse con el hombre en Jesucristo. El Hijo de Dios vino al mundo como una revelación del Padre. El era “aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre”. La lección más difícil y humillante que el hombre tiene que aprender, si es guardado por el poder de Dios, es su propia ineficacia al depender de la sabiduría humana, y el fracaso seguro de sus propios esfuerzos por leer correctamente en la naturaleza.—Manuscrito 86, del 3 de julio de 1898, “Comentarios de la Semana de Oración”.

Cada Día con Dios


"Mientras más prospere la obra, menos correcto será que los hombres se exalten a sí mismos como si fueran ellos los que merecen alabanza. Nuestra confianza debe estar puesta en Dios. Le ha confiado a los hombres habilidades y talentos, para que puedan desempeñar una parte importante en su obra. Cuídense de exaltarse a sí mismos... "

A Fin de Conocerle


Frente a la luz, 3 de julio https://ift.tt/BmK2Q9b Mira pues, no suceda que la luz que en ti hay, sea tinieblas. Así que, si todo tu cuerpo está lleno de luz, no teniendo parte alguna de tinieblas, será todo luminoso, como cuando una lámpara te alumbra con su resplandor. Lucas 11:35, 36. En el momento en que el ojo se aleja de Jesús, se ve la oscuridad, se palpa la oscuridad, porque únicamente Jesús es luz, vida, paz y seguridad eternas. “Si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo está lleno de luz”. Mateo 6:22, 23. ¿Qué significa tener un ojo bueno? Es tener disposición para contemplar a Cristo, porque mediante la contemplación somos transformados de gloria en gloria, de carácter en carácter. Mientras miremos a Cristo, brillarán sobre nosotros los brillantes rayos del Sol de Justicia e inundarán las cámaras de la mente y el corazón, y llenarán de luz el templo del alma. Cuando la Luz del mundo brilla sobre nosotros, la difundimos a nuestro alrededor “como cuando una lámpara te alumbra con su resplandor”. Lucas 11:36. El alma que confía en Dios, encomienda a Cristo todo lo que la perturba, todo lo que la molesta, todo lo que la torna ansiosa. La luz de Cristo brilla en el alma con toda bondad y paz, porque en él mora toda la plenitud de la divinidad corporalmente. Los que contemplen a Cristo nunca rogarán que se cumpla su propia voluntad, o que sus antiguos hábitos y costumbres permanezcan incólumes. Mientras contemplan a Jesús, su imagen queda esculpida en el corazón y el alma, y en todas sus prácticas reflejan su ejemplo ante el mundo. Diariamente, las manos, los pies, la lengua, siguen los dictados de la naturaleza espiritual, y la fe torna su senda cada vez más brillante hasta que está iluminada como el mediodía. Cualquier cosa que nos impida alcanzar la semejanza a Cristo está obrando para nuestra perdición eterna. ... No permitáis que ninguno de esos defectos de carácter se encuentre en vuestro edificio. Edificad sobre la Roca, Cristo Jesús.—The Youth’s Instructor, 14 de septiembre de 1893.

¡Maranata: El Senor Viene!


La corrupción de la verdad, 3 de julio https://ift.tt/yQXP70S Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. Mateo 24:23. Antes que ocurran los acontecimientos finales de la obra de la apostasía, habrá una gran confusión en lo que concierne a la fe. No habrá conceptos claros y definidos con respecto al misterio de la Divinidad. Una verdad tras otra se irá corrompiendo.6The Signs of the Times, 28-5-1894. Después que la verdad haya sido proclamada por testimonio a todas las naciones, comenzará a actuar todo medio concebible de maldad, y las mentes serán confundidas por muchas voces que clamarán: “¡He aquí el Cristo! ¡Helo allí! ¡Esta es la verdad! Yo tengo el mensaje de Dios; él me ha enviado con gran luz”. Entonces se removerán los hitos y se tratará de derribar las columnas de nuestra fe. Se hará un esfuerzo más decidido para exaltar el falso día de reposo y despreciar a Dios mismo al reemplazar el día que él bendijo y santificó. Se pondrá en vigencia la observancia de este falso día de reposo mediante una ley opresiva.7The S.D.A. Bible Commentary 7:985. En el futuro surgirán engaños de toda clase, y necesitaremos tierra firme para nuestros pies. Necesitamos sólidas columnas para el edificio. Ni un alfiler ha de quitarse de lo que el Señor ha establecido. El enemigo introducirá falsas teorías, como la doctrina de que no existe santuario. Este es uno de los puntos en que algunos se apartarán de la fe.8EE, 167. Habrá sueños falsos y visiones espurias, que tendrán una parte de verdad, pero que alejarán de la fe original. El Señor ha dado una regla para detectarlos: “¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido”.9Mensajes Selectos 2:112. A medida que nos acerquemos al tiempo del fin, el error estará tan mezclado con la verdad que sólo los que cuenten con la dirección del Espíritu Santo podrán distinguir al uno de la otra. Debemos hacer todo esfuerzo que sea necesario para mantenernos en el camino del Señor. En ningún caso debemos apartarnos de su conducción para depositar nuestra confianza en el hombre. Los ángeles del Señor tienen orden de vigilar estrictamente a los que confían en el Señor, y ellos han de ser nuestro especial auxilio en todo tiempo de necesidad. Cada día debemos ir al Señor en plena certidumbre de fe y acudir a él en procura de sabiduría... Los que sean guiados por la Palabra de Dios discernirán con seguridad entre el error y la verdad, entre el pecado y la justicia.10The S.D.A. Bible Commentary 7:907.

Sabbath School


Comentarios Elena G.W https://ift.tt/qNwQD2O Aunque puedan ser muy evidentes para los demás, no siempre podemos ver los malos rasgos de nuestro carácter. Sin embargo, el tiempo y las circunstancias, con toda seguridad, sacarán a la luz el oro o descubrirán el vil metal de nuestro carácter. Los hombres no nos conocen hasta que el crisol de Dios nos pone a prueba. Cada pensamiento bajo, cada mala acción, revela algún defecto del carácter. Los rasgos ásperos deben ser desbastados por el bisel y el martillo del gran taller de Dios, y la gracia de Dios debe pulirnos antes de que podamos ocupar un lugar en el glorioso templo (Testimonios para la iglesia, t. 4, pp. 532, 533). Hoy muchos piensan que cuando comienzan su vida cristiana se encontrarán libres de toda necesidad y de toda dificultad. Pero todo aquel que toma su cruz y sigue a Cristo tiene un Refidim en su camino. La vida no está hecha de verdes prados ni de aguas de reposo. El desaliento nos alcanza; llegan las privaciones; se producen incidentes que nos ponen en dificultad. A medida que avanzamos en el sendero angosto haciendo, según creemos, lo mejor, encontramos pruebas dolorosas que nos asedian… Acusados por la conciencia, razonamos que si hubiéramos caminado con Dios nunca hubiésemos sufrido de este modo… Desde antaño el Señor condujo a su pueblo a Refidim, y puede escoger conducirnos a nosotros allí con el propósito de probar nuestra fidelidad y lealtad hacia él. En su misericordia, Dios no siempre nos coloca en los lugares más fáciles; pues si lo hiciera, por nuestra autosuficiencia olvidaríamos que el Señor es nuestro ayudador en tiempo de necesidad. Desea manifestarse en medio de nuestras emergencias y revelarnos la abundante ayuda que hay a nuestra disposición, independientemente de lo que nos rodea; y él permite los desengaños y las pruebas para que percibamos nuestra impotencia y aprendamos a pedir ayuda al Señor, como un niño que cuando está hambriento y sediento se dirige a su padre terrenal (Signs of the Times, 10 de septiembre 1896; parcialmente en Cristo triunfante, p. 114). Hay espinas en toda senda. Todos los que siguen la dirección del Señor deben esperar sinsabores, aflicciones y privaciones. Pero un espíritu de verdadero heroísmo les ayudará a vencer todo esto. Muchos magnifican enormemente las dificultades aparentes y luego empiezan a compadecerse de sí mismos y dar lugar al desaliento. Los tales… necesitan disciplinarse en el esfuerzo y vencer todos estos sentimientos infantiles… Cada uno debiera tener un blanco, un objetivo en la vida… Los propósitos meritorios deben mantenerse constantemente en vista y cada pensamiento y acción tender a su realización (La fe por la cual vivo, p. 318).

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¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374