Reavivados por su Palabra - 22/04/2014 - Isaías 57

No guiados por los sentimientos

No guiados por los sentimientos, 22 de abril
Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino. Salmos 119:105.{RP 123.1}
La santificación no es un vuelo feliz de los sentimientos. Tampoco es la obra de un instante, sino de toda una vida. Si alguien pretende que el Señor lo santificó, la prueba de esta aserción deberá estar en los frutos que esa experiencia produce: humildad, paciencia, resignación, veracidad y amor. Si la bendición que recibieron los que dicen que son santos los lleva a confiar en una determinada emoción y afirman que no es necesario investigar las Escrituras para conocer la verdad revelada de Dios, entonces la supuesta bendición es una impostura, porque lleva al que tiene este espíritu a darle valor a sus propias fantasías y ambiciones no santificadas, y a cerrar los oídos a la voz de Dios que está en su Palabra.{RP 123.2}
Los que dicen haber recibido manifestaciones especiales del Espíritu y piensan que sus pecados han sido perdonados, ¿por qué llegan a la conclusión de que pueden dejar la Biblia de lado y de allí en adelante comenzar a caminar solos? Cuando preguntamos a los que pretenden haber sido objeto de una santificación instantánea si están escudriñando las Escrituras como Jesús dice que lo hagan, para certificar si existe alguna verdad adicional que necesitan aceptar, ellos responden: “Podemos dejar la Biblia de lado, porque Dios nos la comunica directamente mediante una manifestación especial de su revelación”.{RP 123.3}
Hay centenares que están siendo engañados por privilegiar las emociones en lugar de la Palabra de Dios. No construyen sobre el único y seguro fundamento que es la Palabra de Dios. Una religión que está destinada a criaturas inteligentes producirá en el corazón evidencias genuinas y observables en el carácter. La gracia de Cristo se manifestará en la conducta diaria. A los que dicen haber sido santificados podemos preguntarles: ¿En qué aspectos de su vida aparecen los frutos del Espíritu? ¿Tiene la humildad y mansedumbre de Cristo? ¿Revela este hecho que está aprendiendo diariamente en la escuela de Cristo, moldeando su vida de acuerdo con la vida libre de egoísmo de Jesús?{RP 123.4}
El mejor argumento que el creyente puede presentar con respecto a su relación con Dios, es la fidelidad en la observancia de los mandamientos. La mayor prueba de nuestra fe en Cristo es reemplazar la dependencia del yo por la confianza en él, y la única prueba para demostrar nuestra permanencia en Cristo consiste en reflejar su imagen... En la medida en que lo hagamos daremos evidencias de que hemos sido santificados por la verdad, porque la verdad estará ejemplificada en nuestra vida diaria.—The Signs of the Times, 28 de febrero de 1895.{RP 123.5}
https://egwwritings.org/?ref=es_RP.123

El Espíritu Santo ilumina la palabra

El Espíritu Santo ilumina la palabra, 22 de abril
Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así. Hechos 17:11.{SSJ 119.1}
Cristo declaró: “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí”. Juan 5:39. Los que cavan debajo de la superficie encuentran las gemas de la verdad que están ocultas. El Espíritu Santo acompaña al investigador fervoroso. Su inspiración fulgura sobre la Palabra, estampa la verdad sobre la mente y le da una importancia renovada y actual. El investigador se siente invadido por una sensación de paz y de gozo que nunca había experimentado. Comprende como nunca antes el inmenso valor de la verdad. Una nueva luz celestial brilla sobre la Palabra y la ilumina como si cada letra estuviera matizada con oro. Dios mismo ha hablado a la mente y el corazón, y ha hecho que la Palabra sea espíritu y vida.{SSJ 119.2}
Cada verdadero investigador de la Palabra eleva a Dios su corazón e implora la ayuda del Espíritu. Y pronto descubre aquello que lo lleva por encima de todas las declaraciones ficticias de quien se considera maestro, cuyas teorías débiles y vacilantes no están respaldadas por la Palabra del Dios viviente. Estas teorías fueron inventadas por quienes no habían aprendido la gran lección: que el Espíritu de Dios y la vida están en su Palabra. Si hubieran recibido de corazón los principios eternos contenidos en la Palabra de Dios, verían cuán insustanciales e inexpresivos son todos los esfuerzos realizados por obtener algo nuevo con el fin de crear sensación. Necesitan aprender los primeros rudimentos de la Palabra de Dios; después de eso podrán poseer la palabra de vida para el pueblo, que pronto distinguirá la paja del trigo, porque así lo prometió Jesús a los discípulos...—Mensajes Selectos 2:44, 45.{SSJ 119.3}
“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”. Juan 14:27. Estas palabras no son comprendidas ni la mitad por parte de personas, familias o miembros de iglesia a quienes, y por medio de quienes, como su familia, Dios quiere representar la verdad pura y no adulterada, la cual, si se recibe y se digiere adecuadamente, produce vida eterna.—Manuscript Releases, 132.{SSJ 119.4}
https://egwwritings.org/?ref=es_SSJ.119

La fe es un escudo para toda alma

La fe es un escudo para toda alma, 22 de abril
Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Efesios 6:16.{RJ 118.1}
La fe significa confiar en Dios, creer que nos ama y sabe mejor qué es lo que nos conviene. Por eso nos induce a escoger su camino en lugar del nuestro. En vez de nuestra ignorancia, acepta su sabiduría; en vez de nuestra debilidad, su fuerza; en vez de nuestra pecaminosidad, su justicia. Nuestra vida, nosotros mismos, ya somos suyos; la fe reconoce su derecho de propiedad, y acepta su bendición. La verdad, la justicia y la pureza han sido señaladas como los secretos del éxito en la vida. Es la fe la que nos pone en posesión de estos principios.{RJ 118.2}
Todo buen impulso o aspiración es un don de Dios; la fe recibe de Dios la única vida que puede producir desarrollo y eficiencia verdaderos.{RJ 118.3}
Se debería explicar claramente cómo se puede ejercer fe. Toda promesa de Dios tiene ciertas condiciones. Si estamos dispuestos a hacer su voluntad, toda su fuerza nos pertenece. Cualquier don que nos prometa se encuentra en la promesa misma. “La semilla es la palabra de Dios”Lucas 8:11. Tan ciertamente como se encuentra la semilla del roble en la bellota, se encuentra el don de Dios en su promesa. Si recibimos la promesa, recibimos el don.{RJ 118.4}
La fe que nos capacita para recibir los dones de Dios es en sí misma un don del cual se imparte una porción a cada ser humano. Aumenta a medida que se la usa para asimilar la Palabra de Dios. A fin de fortalecer la fe debemos ponerla a menudo en contacto con la Palabra.{RJ 118.5}
Al estudiar la Biblia, el estudiante debería ser inducido a ver el poder de la Palabra de Dios. En ocasión de la creación, “él dijo, y fue hecho; él mandó, y existió”. Salmos 33:9.{RJ 118.6}
Considerada en su aspecto humano, la vida es para todos un sendero desconocido. Es un camino por el cual, en lo que a nuestras más íntimas experiencias se refiere, andamos solos. Ningún otro ser humano puede penetrar plenamente en nuestra vida íntima. Al emprender el niño ese viaje en el cual tarde o temprano deberá escoger su curso y decidir las consecuencias de la vida para la eternidad, ¡cuán ferviente debería ser el esfuerzo hecho para dirigir su fe al Guía y Ayudador infalible!{RJ 118.7}
Como escudo contra la tentación e inspiración para ser puros y sinceros, ninguna influencia puede igualar a la de la sensación de la presencia de Dios. “Todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta”. “Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio” Hebreos 4:13Habacuc 1:13. Este pensamiento fue el escudo de José en medio de la corrupción de Egipto. Su respuesta a los atractivos de la tentación fue firme: “¿Cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?” Génesis 39:9. La fe, si se la cultiva, será un escudo para toda alma.—La Educación, 253-255.{RJ 118.8}
https://egwwritings.org/?ref=es_RJ.118

Salvados por la gracia de Dios

Salvados por la gracia de Dios, 22 de abril
Porque por gracia sois salvos por la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios: no por obras, para que nadie se gloríe.Efesios 2:8, 9.{NEV 120.1}
El favor divino, la gracia de Dios derramada sobre nosotros mediante Jesucristo, es demasiado precioso para cambiarlo por cualquier obra supuestamente meritoria del hombre finito y sujeto a error. El hombre no tiene nada en sí mismo. El talento más exaltado no se origina en el hombre, sino que es el don de su Creador, y no puede comprar nada de Dios. El oro y la plata no pueden comprar el favor de Dios; porque la riqueza del mundo es un talento que Dios ha confiado. Nadie piense que costosas ofrendas hechas a empresas de bien lo elevarán ante la vista de Dios, o adquirirán por él el favor del cielo, o le procurarán un lugar en las mansiones que Cristo ha ido a preparar para aquellos que le aman. La preciosa sangre de Cristo es plenamente eficaz. ...{NEV 120.2}
La resurrección de Cristo de entre los muertos fué el sello que puso el Padre a la misión de Cristo. Fué una expresión pública de su completa satisfacción por la obra expiatoria. Aceptó el sacrificio de Cristo hecho por nosotros. Fué todo lo que Dios requirió, perfecto y completo. Ningún ser humano mediante ninguna obra suya podría completar la obra de Cristo. Mientras pendía de la cruz, Jesús exclamó: “Consumado es”, y entonces el cielo se conmovió con expresiones de gloria y gozo, y el desconcierto se apoderó de la confederación del mal. Después de este grito triunfal, el Redentor del mundo inclinó su cabeza y murió, ... pero, mediante su muerte se convirtió en vencedor, y abrió las puertas de la gloria eterna para que todos los que crean en él, no perezcan, sino que tengan vida eterna.{NEV 120.3}
La única esperanza del pecador descansa plenamente sobre Cristo. ... Nuestra aceptación por Dios es segura únicamente mediante su Hijo amado, y las buenas obras no son más que el resultado de la obra de su amor que perdona el pecado. No son un crédito para nosotros, y no se nos reconoce ninguna cosa por nuestras buenas obras, por las cuales podamos reclamar alguna parte para la salvación de nuestras almas. La salvación es el libre don hecho al creyente, que le es dado únicamente por intermedio de Cristo. El alma afligida puede encontrar paz mediante la fe en Cristo. ... No puede presentar sus buenas obras como un recurso para la salvación de su alma.—The Review and Herald, 29 de enero de 1895, pp. 65.{NEV 120.4}
https://egwwritings.org/?ref=es_NEV.120

La virtud de la abnegación

La virtud de la abnegación, 22 de abril
Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. Gálatas 2:20.{MSV 123.3}
Mediante la fe Pablo se apropió de la gracia de Cristo, y esta gracia suplió las necesidades de su alma. Por la fe recibió el don celestial, y lo impartió a las almas anhelosas de luz. Esta es la experiencia que necesitamos... Orad por esta fe; luchad por ella. Creed que Dios os la dará.{MSV 123.4}
Hay una gran obra que hacer en nuestro mundo. No es una quimera: Ante nosotros hay realidades vivientes. Por todas partes se ven las manifestaciones del poder de Satanás. Cooperemos con el que obra para restaurar y elevar, y no olvidemos que el que trabaja para Cristo debe obtener su fuerza de la Fuente de toda fortaleza... Los cristianos necesitan pensamiento poderoso, firmeza de voluntad y conocimiento que proviene del estudio de la Palabra de Dios. No pueden darse el lujo de llenar la mente de asuntos baladíes... {MSV 123.5}
Aprended del que dijo: “Soy manso y humilde de corazón”. Mateo 11:29. Al aprender de él, hallaréis descanso. Día tras día obtendréis experiencia en las cosas de Dios; día tras día comprenderéis la grandeza de su salvación y cuán gloriosa es la unión con él. Constantemente aprenderéis mejor a vivir como Cristo, y constantemente creceréis más a semejanza del Salvador.{MSV 124.1}
Si estamos dispuestos a morir al yo y a ampliar nuestra idea de lo que Cristo puede ser para nosotros y de lo que nosotros podemos ser para él, si nos unimos mutuamente en los lazos del compañerismo cristiano, Dios obrará con gran poder por medio de nosotros. Entonces seremos santificados por la verdad. Seremos realmente escogidos por Dios y estaremos dirigidos por su Espíritu. Cada día de vida será precioso porque veremos en él una oportunidad de usar los dones que se nos han concedido para beneficio de los demás.—The Review and Herald, 30 de mayo de 1907.{MSV 124.2}
Debemos olvidarnos de nosotros mismos en el amante servicio en favor de los demás... Puede ser que no recordemos algunos actos de bondad que hayamos hecho; quizá se hayan borrado de nuestra memoria. Pero la eternidad revelará en todo su esplendor cada acto realizado por la salvación de las almas, cada palabra pronunciada para animar a los hijos de Dios.—En Lugares Celestiales, 232.{MSV 124.3}
https://egwwritings.org/?ref=es_MSV.123

Para santificarnos

Para santificarnos, 22 de abril
Santos seréis, porque santo soy yo Jehová vuestro Dios. Levítico 19:2.{MGD 120.1}
La santidad no es arrobamiento: es una entrega completa de la voluntad a Dios; es vivir de toda palabra que sale de la boca de Dios; es hacer la voluntad de nuestro Padre celestial; es confiar en Dios en las pruebas y en la oscuridad tanto como en la luz; es caminar por fe y no por vista; confiar en Dios sin vacilación y descansar en su amor.—Los Hechos de los Apóstoles, 42.{MGD 120.2}
Nuestro corazón es malo y no lo podemos cambiar... La educación, la cultura, el ejercicio de la voluntad, el esfuerzo humano, todos tienen su propia esfera, pero para esto no tienen ningún poder. Pueden producir una corrección externa de la conducta, pero no pueden cambiar el corazón; no pueden purificar las fuentes de la vida. Debe haber un poder que obre en el interior, una vida nueva de lo alto, antes de que el hombre pueda convertirse del pecado a la santidad.—El Camino a Cristo, 16, 17.{MGD 120.3}
Nadie recibe la santidad como derecho de primogenitura o como obsequio de parte de algún otro ser humano. La santidad es el don de Dios por medio de Cristo. Los que reciben al Salvador llegan a ser hijos de Dios. Son sus hijos espirituales, nacidos de nuevo, renovados en justicia y verdadera santidad. Sus mentes son cambiadas. Con visión más clara contemplan las realidades eternas. Son adoptados en la familia de Dios, y llegan a adquirir su semejanza, transformados por su Espíritu de gloria en gloria. Después de albergar un amor supremo por sí mismos, llegan a albergar un amor supremo por Dios y por Cristo... Aceptar a Cristo como Salvador personal y seguir su ejemplo de abnegación, he aquí el secreto de la santidad.—The S.D.A. Bible Commentary 6:1117.{MGD 120.4}
Olvidando las cosas que están atrás avancemos por el camino que lleva al cielo. No descuidemos ninguna oportunidad que, aprovechada, nos haga más útiles en el servicio de Dios. Entonces correrá por nuestra vida la santidad, como hilos de oro, y los ángeles, al contemplar nuestra consagración, repetirán la promesa: “Haré más precioso que el oro fino al varón, y más que el oro de Ofir al hombre”. Isaías 13:12.—Mensajes para los Jóvenes, 106.{MGD 120.5}
https://egwwritings.org/?ref=es_MGD.120

Suple toda necesidad

Suple toda necesidad, 22 de abril
Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 2 Corintios 12:9.{HHD 121.1}
Si os habéis entregado a Dios, para hacer su obra—dice Jesús—, no os preocupéis por el día de mañana. Aquel a quien servís percibe el fin desde el principio. Lo que sucederá mañana, aunque esté oculto a vuestros ojos, es claro para el ojo del Omnipotente.{HHD 121.2}
Cuando nosotros mismos nos encargamos de manejar las cosas que nos conciernen, confiándo en nuestra propia sabiduría para salir airosos, asumimos una carga que él no nos ha dado, y tratamos de llevarla sin su ayuda. Nos imponemos la responsabilidad que pertenece a Dios y así nos colocamos en su lugar. Con razón podemos entonces sentir ansiedad y esperar peligros y pérdidas, que seguramente nos sobrevendrán. Cuando creamos realmente que Dios nos ama y quiere ayudarnos, dejaremos de acongojarnos por el futuro. Confiaremos en Dios así como un niño confía en un padre amante. Entonces desaparecerán todos nuestros tormentos y dificultades; porque nuestra voluntad quedará absorbida por la voluntad de Dios.{HHD 121.3}
Cristo no nos ha prometido ayuda para llevar hoy las cargas de mañana. Ha dicho: “Bástate mi gracia”; pero su gracia se da diariamente, así como el maná en el desierto, para la necesidad cotidiana. Como los millares de Israel en su peregrinación, podemos hallar el pan celestial para la necesidad del día.—El discurso maestro de Jesucristo, 85.{HHD 121.4}
Cuantos procuren trabajar en armonía con el plan divino de educación recibirán su gracia auxiliadora, su continua presencia, su poder que los guardará.—El Ministerio de Curación, 316.{HHD 121.5}
https://egwwritings.org/?ref=es_HHD.121

Abundante misericordia

Abundante misericordia, 22 de abril
En ti confiarán los que conocen tu nombre, por cuanto tú, oh Jehová, no desamparaste a los que te buscaron. Salmos 9:10.{ELC 121.1}
Un alma a la cual Dios haya desamparado nunca se sentiría como Ud. * se ha sentido y nunca amaría la verdad y la salvación como Ud. la ha amado. Oh, si el Espíritu de Dios dejara de luchar con un alma ésta es dejada en un estado de indiferencia, y siempre pensará que todo va bastante bien... Ud. no debe complacer en lo más mínimo al enemigo dudando y abandonando su confianza. Dijo el ángel: “Dios no abandona a su pueblo, aunque se aparte de él. No se vuelve airado hacia ellos por cualquier pequeñez. Si han pecado, tienen un abogado para con el Padre a Jesucristo el Justo”.{ELC 121.2}
Este Abogado intercede por los pecadores y el Padre acepta su oración. El no desoye el pedido de su Hijo amado. El que tanto lo amó que dio su propia vida por Ud., no se apartará de Ud. ni lo abandonará a menos que Ud., decidida y deliberadamente lo abandone a él para servir al mundo y a Satanás. Jesús desea que Ud. vaya a él tal como es, sin esperanza y desamparado, y se aferre de su sobreabundante misericordia, y crea que él lo recibirá tal como Ud. es.{ELC 121.3}
Ud. está espaciándose en el lado oscuro. Debe cambiar de manera de pensar, y en vez de pensar todo el tiempo en la ira de Dios, piense en su abundante misericordia, su disposición para salvar a los pobres pecadores, y crea que él lo salva. Ud. debe, en el nombre de Dios, romper este hechizo. Ud. debe clamar: “Yo quiero creer, ¡yo creo!” Jesús tiene su nombre sobre su pectoral e intercede por Ud. ante su Padre, y si sus ojos se abrieran vería ángeles celestiales ministrándole a Ud., volando a su alrededor y rechazando a los malos ángeles para que no puedan destruirlo... Tenga ánimo. Mire hacia arriba, crea y verá la salvación de Dios.—Carta 17, 1862.{ELC 121.4}
https://egwwritings.org/?ref=es_ELC.121

El pan de vida para el hambriento

El pan de vida para el hambriento, 22 de abril
El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. Juan 6:56.{EJ 120.1}
El Señor ha hecho todas las provisiones necesarias para que el Salvador crucificado pueda ser revelado a los pecadores. Aunque están muertos en transgresiones y pecados, su atención se debe despertar mediante la predicación de Cristo y de éste crucificado...{EJ 120.2}
El valor infinito del sacrificio requerido para nuestra redención revela el hecho de que el pecado es un tremendo mal. Dios podría haber borrado esta terrible mancha de su creación eliminando al pecador de sobre la faz de la tierra. Pero “de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Juan 3:16. ¿Por qué no están todos los que dicen amar a Dios tratando de iluminar a sus vecinos y conocidos, para que no sigan descuidando esta salvación tan grande?...{EJ 120.3}
¡Cristo es capaz, Cristo está dispuesto, Cristo anhela salvar a todos los que acuden a él! Hablen a las almas que están en peligro e indúzcanlas a contemplar a Jesús en la cruz, muriendo con el fin de hacer posible la salvación de ellas. Háblenle al pecador con su propio corazón rebosando del amor tierno y compasivo de Cristo. Que en esto haya un profundo empeño; pero que ninguna nota áspera ni dura proceda de los labios de la persona que está tratando de ganar al alma para que mire y viva. Consagre primero su propia alma a Dios. Que su corazón sea quebrantado al contemplar a nuestro Intercesor en el cielo. Entonces, suavizado y subyugado, se puede dirigir a los pecadores arrepentidos como alguien que ha experimentado el poder del amor redentor. Ore por esas almas, trayéndolas por fe al pie de la cruz; lleve sus mentes hacia arriba junto con la suya, y al mirar fije el ojo de la fe en Jesús, el portador de los pecados. Logre que quiten la vista de su pobre yo pecador y la fijen en el Salvador, y la victoria habrá sido ganada. Ahora pueden observar personalmente al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Ven el Camino, la Verdad, y la Vida. El Sol de justicia arroja sus rayos brillantes sobre el corazón. La fuerte corriente del amor redentor se derrama sobre el alma sedienta y seca, y el pecador es salvado para Jesucristo.{EJ 120.4}
Cristo crucificado: hable acerca de él, ore con él, cante de él, y quebrantará los corazones y los ganará. En esto consiste el poder y la sabiduría de Dios para ganar almas para Cristo... El corazón compasivo de Dios revelado en los corazones de sus obreros será reconocido por las personas en cuyo favor se trabaja. Las almas tienen sed del agua de vida. No seamos cisternas rotas. Si usted revela el amor que Cristo les tiene, podrá conducir a Jesús a los que tienen hambre y sed, y él les dará el pan de vida y el agua de la salvación.—Testimonies for the Church 6:66-67.{EJ 120.5}
https://egwwritings.org/?ref=es_EJ.120

El templo sagrado del cuerpo

El templo sagrado del cuerpo, 22 de abril
¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. 1 Corintios 6:19-20.{DNC 121.1}
Esa perfección de carácter que el Señor requiere es la preparación de todo el ser como un templo para la morada del Espíritu Santo. Dios no aceptará nada menos que el servicio de todo el organismo humano. No basta poner en acción algunas partes de la maquinaria viviente. Todas las partes deben trabajar en armonía perfecta, o el servicio será deficiente. Así es como el hombre es calificado para cooperar con Dios representando a Cristo ante el mundo. Así Dios desea preparar a un pueblo que esté delante de él puro y santo, para poder introducirlo en la sociedad de los ángeles celestiales.{DNC 121.2}
Se nos ha confiado el mensaje más solemne dado alguna vez al mundo, y el objeto que debe mantenerse clara y distintamente ante nuestras mentes es la gloria de Dios. Cuidemos de no hacer nada que debilite nuestra salud física, mental o espiritual, porque Dios no acepta un sacrificio manchado, enfermo y corrompido. Debemos ejercer cuidado en el comer, en el beber y en el trabajar, para no rebajar nuestra eficiencia...{DNC 121.3}
Es nuestro deber adiestrar y disciplinar el cuerpo a fin de rendir al Maestro el servicio más elevado posible. No debemos dejarnos controlar por las inclinaciones. No debemos dejarnos dominar por el apetito, ni consentir en el uso de aquello que no es para nuestro bien, simplemente porque halaga el gusto; tampoco hemos de procurar vivir según un plan de inanición, con la idea de que así nos haremos espirituales, y de que Dios será glorificado. Debemos emplear la inteligencia que Dios nos ha dado a fin de perfeccionar nuestro cuerpo, alma y espíritu para que podamos tener un carácter simétrico, tanto como una mente equilibrada, y hacer una obra perfecta para el Maestro.{DNC 121.4}
El sagrado templo de nuestro cuerpo debe mantenerse puro y sin contaminación, para que el Espíritu Santo de Dios more en él.*{DNC 121.5}
https://egwwritings.org/?ref=es_DNC.121

Entrada destacada

¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374