El Cristo Triunfante


Los constructores de Babel aún existen, 4 de marzo https://ift.tt/YRi2W8e “Jehová hace nulo el consejo de las naciones, y frustra las maquinaciones de los pueblos. El consejo de Jehová permanecerá para siempre; los pensamientos de su corazón por todas las generaciones”. Salmos 33:10, 11. Los planes de los constructores de la torre de Babel terminaron en vergüenza y derrota. El monumento de su orgullo sirvió para conmemorar su locura. Pero los hombres siguen hoy el mismo sendero, confiando en ellos mismos y rechazando la ley de Dios. Es el principio que Satanás trató de practicar en el cielo, el mismo que siguió Caín al presentar su ofrenda. Hay constructores de torres en nuestros días. Los incrédulos formulan sus teorías sobre supuestas deducciones de la ciencia, y rechazan la palabra revelada de Dios. Pretenden juzgar el gobierno moral de Dios; desprecian su ley y se jactan de la suficiencia de la razón humana. Y, “porque no se ejecuta luego sentencia sobre la mala obra, el corazón de los hijos de los hombres está en ellos lleno para hacer mal”. En el mundo que profesa ser cristiano, muchos se alejan de las claras enseñanzas de la Sagrada Escritura y construyen un credo fundado en especulaciones humanas y fábulas agradables; y señalan su torre como una manera de subir al cielo. Los hombres penden admirados de los labios elocuentes, que enseñan que el transgresor no morirá, que la salvación se puede obtener sin obedecer a la ley de Dios. Si los que profesan ser discípulos de Cristo aceptaran las normas de Dios, se unirían entre ellos; pero mientras se ensalce la sabiduría humana sobre la santa Palabra, habrá divisiones y disensiones. La confusión existente entre los credos y sectas contrarias se representa adecuadamente por el término “Babilonia”, que la profecía aplica a las iglesias mundanas de los últimos días. Muchos procuran hacerse un cielo adquiriendo riquezas y poder. “Hablan con maldad de hacer violencia; hablan con altanería”, pisotean los derechos humanos, y desprecian la autoridad divina. Podrán los orgullosos ejercer momentáneamente gran poder y tener éxito en todas sus empresas; pero al fin sólo encontrarán desilusión y miseria. El tiempo de la investigación de Dios ha llegado. El Altísimo descenderá para ver lo que los hijos de los hombres han construído. Su poder soberano se revelará; las obras del orgullo humano serán abatidas. “Desde los cielos miró Jehová; vio a todos los hijos de los hombres: desde la morada de su asiento miró sobre todos los moradores de la tierra”. “Jehová hace nulo el consejo de las gentes, y frustra las maquinaciones de los pueblos. El consejo de Jehová permanecerá para siempre; los pensamientos de su corazón por todas las generaciones”.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 115-116.

En los Lugares Celestiales


Manteniéndose en la luz del cielo, 4 de marzo https://ift.tt/Vlu6Lxg Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. 2 Corintios 4:6. Se han tomado medidas para que la comunicación entre el Cielo y nuestras almas sea libre y abierta. El hombre finito puede ponerse donde los rayos de luz y gloria del trono de Dios le sean concedidos abundantemente. La luz del conocimiento de la gloria de Dios que resplandece en el rostro de Jesucristo puede resplandecer sobre él. Él puede colocarse donde pueda decirse de él: “Vosotros sois la luz del mundo”. Si no fuera por la comunicación entre el cielo y la tierra, no habría luz en el mundo. Como Sodoma y Gomorra, todos los hombres perecerían bajo el justo juicio de Dios. Pero el mundo no ha sido dejado en las tinieblas. La longánime misericordia de Dios todavía se extiende a los hijos de los hombres y él desea que los rayos de luz que emanan del trono de Dios sean reflejados por los hijos de luz... Es nuestro privilegio estar con la luz del Cielo sobre nosotros. Así fue como Enoc caminó con Dios. No era más fácil para Enoc vivir una vida justa de lo que lo es para nosotros en nuestros días. El mundo de su tiempo no era más favorable para el crecimiento en gracia y santidad de lo que lo es ahora. Mediante la oración y la comunión con Dios Enoc pudo escapar de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia. Estamos viviendo en los peligros de los últimos días, y debemos recibir nuestra fuerza de la misma Fuente. Debemos caminar con Dios. Se nos pide una separación del mundo, porque no podemos quedar libres de su contaminación a menos que sigamos el ejemplo del fiel Enoc... Los que profesan la religión de Cristo deberían comprender la responsabilidad que pesa sobre ellos. Deberían darse cuenta que esto es una obra individual.—The Review and Herald, 9 de enero de 1900.

La Maravillosa Gracia de Dios


En el lugar santísimo, 4 de marzo https://ift.tt/rqP0ESO Jehová está en su santo templo; calle delante de él toda la tierra. Habacuc 2:20. Vi un trono, y sobre él se sentaban el Padre y el Hijo. Me fijé en el rostro de Jesús y admiré su hermosa persona. No pude contemplar la persona del Padre, pues le cubría una nube de gloriosa luz. Pregunté a Jesús si su Padre tenía forma como él. Dijo que la tenía, pero que yo no podía contemplarla, porque, dijo: “Si llegases a contemplar la gloria de su persona, dejarías de existir”... Vi al Padre levantarse del trono, y en un carro de llamas entró en el lugar santísimo, al interior del velo, y se sentó... Después de eso, un carro de nubes, cuyas ruedas eran como llamas de fuego, llegó rodeado de ángeles, adonde estaba Jesús. El entró en el carro y fue llevado al lugar santísimo, donde el Padre estaba sentado. Allí contemplé a Jesús, el gran Sumo Sacerdote, de pie delante del Padre.—Primeros Escritos, 54, 55. Dos hermosos querubines estaban de pie en cada extremo del arca con las alas desplegadas sobre ella, y tocándose una a otra por encima de la cabeza de Jesús, de pie ante el propiciatorio. Estaban los querubines cara a cara, pero mirando hacia el arca, en representación de toda la hueste angélica que contemplaba con interés la ley de Dios. Entre los querubines había un incensario de oro, y cuando las oraciones de los santos, ofrecidas con fe, subían a Jesús y él las presentaba a su Padre, una nube fragante subía del incienso a manera de humo de bellísimos colores. Encima del sitio donde estaba Jesús ante el arca, había una brillantísima gloria que no pude mirar. Parecía el trono de Dios.—Ibid. 251, 252. Nuestro crucificado Señor implora por nosotros en presencia del Padre ante el trono de la gracia. Podemos invocar su sacrificio expiatorio para nuestro perdón, justificación y santificación. El Cordero inmolado es nuestra única esperanza. Nuestra fe lo contempla, se aferra de él como del único que puede salvar hasta lo sumo, y la fragancia de la ofrenda omnisuficiente es aceptada por el Padre. La gloria de Cristo está implícita en nuestro buen éxito. Tiene un interés común por toda la humanidad. Es nuestro simpatizante Salvador.—The S.D.A. Bible Commentary 7:948.

Nuestra Elevada Vocacion


“Y en la ciencia templanza”, 4 de marzo https://ift.tt/8qCbxmo Y en la ciencia templanza, y en la templanza paciencia; y en la paciencia temor de Dios. 2 Pedro 1:6. Al conocimiento se le debe añadir temperancia. “¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, mas uno lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Y todo aquel que lucha, de todo se abstiene: y ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible; mas nosotros, incorruptible. Así que, yo de esta manera corro, no como cosa incierta; de esta manera peleo, no como quien hiere el aire: antes hiero mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre”. 1 Corintios 9:24-27. Los atletas cumplen gozosamente las condiciones necesarias para ser entrenados, para lograr el máximo de su fortaleza física. No complacen el apetito, sino que se someten a constantes restricciones, y se abstienen de los alimentos que los debilitarían o disminuirían la plena capacidad de cualquiera de sus órganos. Sin embargo ellos pelean “como quien hiere el aire”, mientras los cristianos están en una prueba real. Los competidores de los juegos buscan meramente laureles que perecen. Los cristianos tienen delante de ellos una gloriosa corona de inmortalidad, e incorruptible. Y en esta carrera celestial hay lugar para que todos ganen el premio. Nadie fracasará si corre bien, si obra en conformidad con la luz que brilla sobre él, ejerciendo sus capacidades que, según el mejor conocimiento que tiene, ha mantenido en condiciones saludables ... Cualquier hábito o práctica que debilite los nervios o las facultades del cerebro o la fuerza física, descalifica para el ejercicio de la gracia que viene después de la temperancia: la paciencia. ... Un hombre que es intemperante, que usa estimulantes—cerveza, vino, bebidas fuertes, té y café, opio, tabaco o cualquiera de esas sustancias que son perniciosas para la salud—no puede ser un hombre paciente. De manera que la temperancia es un peldaño de la escalera, sobre el cual deberemos afirmar nuestros pies antes de añadir la gracia de la paciencia. En el alimento, en el vestido, en el trabajo, en las horas de descanso, en el ejercicio sano, debemos ser regulados por el conocimiento que es nuestro deber obtener, para que podamos, a través del esfuerzo ferviente, colocarnos en la debida relación con la vida y la salud.—Manuscrito 13, 1884, pp. 4-6.

Reflejemos a Jesús


La sangre de Cristo fue derramada para perdonar nuestros pecados, 4 de marzo https://ift.tt/0gwO6sJ Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús. Romanos 3:23, 24. Necesitamos a Jesús cada momento. Permitir que su amor se escape de nuestros corazones significa mucho. Por esto El mismo dice: “Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor”. Apocalipsis 2:4. La religión de muchos es como un témpano, heladamente fría. Los corazones de no pocos están todavía sin ablandarse, sin someterse. No pueden afectar a los corazones de los demás porque sus propios corazones no están cargados con el bendito amor que fluye del corazón de Cristo... La religión genuina se basa en una creencia en las Escrituras. Ha de creerse la Palabra de Dios sin albergar dudas. Ninguna parte de ella ha de ser eliminada o modificada para ajustarse a ciertas teorías. Los hombres no han de exaltar la sabiduría humana al enjuiciar la Palabra de Dios. La Biblia fue escrita por hombres santos de la antigüedad inspirados por el Espíritu Santo; y este Libro contiene todo lo que sabemos con seguridad acerca de Dios y de Cristo, y todo lo que podemos esperar saber, a menos que como Pablo, seamos transportados al tercer cielo... Esta revelación no corrompió la humildad del apóstol. La vida del cristiano es regulada por la Palabra de Dios tal como está escrita. Todas las verdades del Antiguo y del Nuevo Testamentos forman un todo completo. Hemos de acariciar, creer y obedecer estas verdades. Para el verdadero discípulo, la fe en Dios es un principio vivo y activo; “porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación”. Romanos 10:10. Por la fe el hombre cree que recibe la justicia de Cristo. La fe, en sí misma, es un acto de la mente. Jesús mismo es el autor y consumador de nuestra fe. El dio su vida por nosotros, y su sangre habla en nuestro favor cosas mejores que las que habló la sangre de Abel, que clamaba a Dios contra Caín, el homicida. La sangre de Cristo fue derramada para perdonar nuestros pecados. Muchos cometen el error de tratar de definir con precisión las sutiles distinciones entre justificación y santificación. A menudo introducen en estas definiciones sus propias ideas y especulaciones. ¿Por qué tratar de ser más minuciosos que la Inspiración en el tema vital de la justificación por la fe?—Manuscrito 21, de 1891. Los que están unidos a Cristo mediante el ejercicio diario, a cada hora, de la fe que obra por amor y purifica el alma, reciben el perdón de sus pecados, y son santificados para vida eterna.—Manuscrito 12a, de 1901.

Ser Semejante a Jesús


Trabajar fielmente, usando sabiamente el tiempo, 4 de marzo https://ift.tt/BoJRGND Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar. Juan 9:4. Cristo les ha dado a todos los seres humanos su obra, y debemos reconocer la sabiduría de su plan para nosotros mediante una cordial cooperación con él. La verdadera felicidad sólo se encuentra en una vida de servicio. El que vive una vida inútil y egoísta, es desgraciado. Está insatisfecho consigo mismo y con todos los demás. Obreros fieles, consagrados, usarán gustosamente sus dones más elevados en el servicio más humilde. Se dan cuenta de que el verdadero servicio significa ver y ejecutar los deberes que el Señor señala. Hay muchos que no están satisfechos con la obra que el Señor les ha dado. No están satisfechos con servirlo alegremente en el lugar que les ha señalado, y realizar sin quejarse la obra que ha puesto en sus manos. Es correcto que no estemos conformes con la forma en que cumplimos nuestros deberes, pero no debiéramos estar insatisfechos con el deber mismo sencillamente porque nos gustaría más bien hacer alguna otra cosa. En su providencia Dios pone ante los seres humanos un servicio que es como una medicina para su mente enferma. De esa forma trata de dirigirlos para que pongan a un lado las preferencias egoístas, las cuales, si se albergan, los descalificarían para la obra que tiene para ellos. Si aceptan y realizan este servicio, su mente será sanada. Pero si rehúsan hacerlo, tendrán conflictos con ellos mismos y con otros. El Señor disciplina a sus obreros para que puedan estar preparados para ocupar los lugares señalados para ellos. Desea amoldar su mente de acuerdo con su voluntad. Para este propósito los hace pasar por pruebas y tribulaciones. Coloca a algunos en lugares donde una disciplina relajada y el exceso de tolerancia no llegarán a ser una trampa para ellos, donde se les enseñará a apreciar el valor del tiempo y a hacer el mejor uso de él.—Manuscript Releases, 422, 423.

EGW Writings®: The Complete Published Books of Ellen G. White


Comentarios Elena G.W para la Escuela Sabática La maravillosa gracia de Dios, 26 de mayo, “Cristo, el mediador”, p. 154; https://ift.tt/DrhvgGB Mensajes selectos, “Cristo, nuestro sumo sacerdote”, t. 1, pp. 305-307 https://ift.tt/1Je4T8F

¡Maranata: El Senor Viene!


"Los jóvenes debieran estudiar la Palabra de Dios y dedicarse a la meditación y la oración, y descubrirán que no pueden emplear de mejor manera sus momentos libres. "

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Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374