Exaltad a Jesús


Los poderes morales serán probados, 14 de septiembre https://ift.tt/zM1lwc7 Sean nuestros hijos como plantas crecidas en su juventud, nuestras hijas como esquinas labradas como las de un palacio. Salmos 144:12. Es común que la disposición y los hábitos de la juventud se manifiesten en la madurez. Podemos doblar un árbol nuevo, haciéndolo adoptar casi cualquier forma que escojamos; si crece conforme a la forma que le hemos dado, será un árbol deforme que proclamará perpetuamente la herida y el abuso que recibió bajo nuestra mano. Si después de años de crecimiento, procuramos enderezarlo, todos nuestros esfuerzos serán en vano. Siempre será un árbol torcido. Así sucede con las mentes de los jóvenes. Deben ser instruidas cuidadosa y tiernamente durante la niñez. Se los puede orientar en la dirección correcta o la equivocada, y en sus vidas futuras proseguirán en la dirección que se les imprimió en su niñez. Los hábitos formados en la niñez crecerán y se fortalecerán a medida que el individuo crezca y se fortalezca, y en general permanecerán en la vida futura. Vivimos en una época en que casi todo es superficial. Hay poca estabilidad y firmeza de carácter, porque la preparación y educación que reciben los niños desde la cuna, es superficial. Se edifican sus caracteres sobre arena movediza. La abnegación y el autocontrol no han sido impresos en ellos. Han recibido indulgencia y atención excesiva hasta el punto de que se los ha incapacitado para la vida práctica. El amor del placer controla sus mentes, y los halagos y la indulgencia los arruina. Es necesario preparar y educar a los niños de modo que no se sorprendan de la llegada de las tentaciones, y puedan disponerse a enfrentar los peligros y las dificultades. Debiera enseñárseles a controlarse a sí mismos y a vencer con nobleza las dificultades; de este modo, si no se lanzan voluntariamente al peligro ni se colocan sin necesidad en el camino de la tentación, si evitan las malas influencias y la sociedad de individuos violentos, y luego se ven inevitablemente obligados a estar en compañía de personas peligrosas, tendrán la fortaleza de carácter necesaria para mantenerse de parte de lo correcto y preservar sus principios, y emergerán intachables, gracias al poder de Dios. Si los jóvenes y señoritas que han recibido una educación correcta hacen de Dios la fuente de su confianza, sus poderes morales podrán soportar las peores pruebas.—Testimonies for the Church 3:143-144. Si se pudiera despertar en los padres un sentido de la temible responsabilidad que recae sobre ellos en la tarea de educar a sus hijos, dedicarían más tiempo a la oración y menos a un innecesario despliegue de ostentación. Meditarían, estudiarían y orarían fervientemente a Dios en busca de sabiduría y ayuda divina para instruir de tal manera a sus hijos, que estos puedan desarrollar caracteres que Dios aprueba. No se sentirían ansiosos de saber cómo educar a sus niños de modo que reciban las alabanzas y el honor del mundo, sino cómo pueden educarlos para formar caracteres hermosos que Dios apruebe.—Ibid. 145.

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Exaltad a Jesús
Los poderes morales serán probados, 14 de septiembre https://ift.tt/zM1lwc7 Sean nuestros hijos como plantas crecidas en su juventud, nuestras hijas como esquinas labradas como las de un palacio. Salmos 144:12. Es común que la disposición y los hábitos de la juventud se manifiesten en la madurez. Podemos doblar un árbol nuevo, haciéndolo adoptar casi cualquier forma que escojamos; si crece conforme a la forma que le hemos dado, será un árbol deforme que proclamará perpetuamente la herida y el abuso que recibió bajo nuestra mano. Si después de años de crecimiento, procuramos enderezarlo, todos nuestros esfuerzos serán en vano. Siempre será un árbol torcido. Así sucede con las mentes de los jóvenes. Deben ser instruidas cuidadosa y tiernamente durante la niñez. Se los puede orientar en la dirección correcta o la equivocada, y en sus vidas futuras proseguirán en la dirección que se les imprimió en su niñez. Los hábitos formados en la niñez crecerán y se fortalecerán a medida que el individuo crezca y se fortalezca, y en general permanecerán en la vida futura. Vivimos en una época en que casi todo es superficial. Hay poca estabilidad y firmeza de carácter, porque la preparación y educación que reciben los niños desde la cuna, es superficial. Se edifican sus caracteres sobre arena movediza. La abnegación y el autocontrol no han sido impresos en ellos. Han recibido indulgencia y atención excesiva hasta el punto de que se los ha incapacitado para la vida práctica. El amor del placer controla sus mentes, y los halagos y la indulgencia los arruina. Es necesario preparar y educar a los niños de modo que no se sorprendan de la llegada de las tentaciones, y puedan disponerse a enfrentar los peligros y las dificultades. Debiera enseñárseles a controlarse a sí mismos y a vencer con nobleza las dificultades; de este modo, si no se lanzan voluntariamente al peligro ni se colocan sin necesidad en el camino de la tentación, si evitan las malas influencias y la sociedad de individuos violentos, y luego se ven inevitablemente obligados a estar en compañía de personas peligrosas, tendrán la fortaleza de carácter necesaria para mantenerse de parte de lo correcto y preservar sus principios, y emergerán intachables, gracias al poder de Dios. Si los jóvenes y señoritas que han recibido una educación correcta hacen de Dios la fuente de su confianza, sus poderes morales podrán soportar las peores pruebas.—Testimonies for the Church 3:143-144. Si se pudiera despertar en los padres un sentido de la temible responsabilidad que recae sobre ellos en la tarea de educar a sus hijos, dedicarían más tiempo a la oración y menos a un innecesario despliegue de ostentación. Meditarían, estudiarían y orarían fervientemente a Dios en busca de sabiduría y ayuda divina para instruir de tal manera a sus hijos, que estos puedan desarrollar caracteres que Dios aprueba. No se sentirían ansiosos de saber cómo educar a sus niños de modo que reciban las alabanzas y el honor del mundo, sino cómo pueden educarlos para formar caracteres hermosos que Dios apruebe.—Ibid. 145.
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Alza tus Ojos


La unidad que Cristo busca, 14 de septiembre https://ift.tt/NUugAfz Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo. Efesios 4:11, 12. Mediante nuestra unidad hemos de constituir una evidencia eficaz e irrefutable de que Cristo vino a este mundo a salvar a los pecadores. Satanás trabaja con todo su ingenio para evitar que los seres humanos den este testimonio. Desea que desarrollen una individualidad no santificada, de modo que no se amen unos a otros. Demasiado a menudo los cristianos profesos ceden al enemigo, y entonces la más insignificante trivialidad ocasiona diferencias entre ellos. Hombres y mujeres que profesan piedad construyen muros de separación entre ellos y sus hermanos obreros, porque no todos piensan del mismo modo o aplican exactamente los mismos métodos. Los que se mantienen apartados, negándose a estar en armonía con el resto, deshonran a Dios ante el mundo. Cristo oró por unidad. Es su voluntad que sus seguidores trabajen juntos, en camaradería cristiana. ¿Ocurrirá así o lo afligiremos por nuestra desunión y falta de armonía? Respondamos a la invitación de Jesús: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y liviana mi carga”. Mateo 11:28-30. Para responder a esta invitación debemos despojarnos de todo engreimiento, todo sentimiento de superioridad, y someternos a la voluntad del Señor. “La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno”. Juan 17:22. Qué maravillosos cambios ocurrirían en nuestro mundo si todos obedeciéramos las palabras de Cristo. El aunó sus intereses con los de la humanidad para que los hombres y las mujeres pudieran recibir su poder a fin de hacer su voluntad. Los que por medio de su gracia son partícipes de la naturaleza divina, reciben las abundantes bendiciones que, según se declaró en los concilios del cielo, serían concedidas a quienes creyeran en Cristo como Salvador personal... Para que podamos llevar el fruto que glorifica a Dios, nuestros corazones deben estar pletóricos del amor de Jesús. Debemos aprender de El, de su mansedumbre y humildad. Entonces no lucharemos por nuestra propia exaltación... Cuando los hombres vean más claramente la integridad del sacrificio de Cristo y su condescendencia, comprenderán mejor qué se entiende por unidad con El.—Carta 205, del 14 de septiembre de 1903, dirigida a “Mis queridos hermanos y hermanas de Australia”.

¡Maranata: El Senor Viene!


¡Maranata: El Senor Viene!
Tiempo de angustia cual nunca fue, 14 de septiembre https://ift.tt/NlrBPqV En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro. Daniel 12:1. Cuando termine el mensaje del tercer ángel la misericordia divina no intercederá más por los habitantes culpables de la tierra. El pueblo de Dios habrá cumplido su obra; habrá recibido la “lluvia tardía”, el “refrigerio de la presencia del Señor”, y estará preparado para la hora de prueba que le espera. Los ángeles se apuran, van y vienen de acá para allá en el cielo. Un ángel que regresa de la tierra anuncia que su obra está terminada; el mundo ha sido sometido a la prueba final, y todos los que han resultado fieles a los preceptos divinos han recibido “el sello del Dios vivo”. Entonces Jesús dejará de interceder en el santuario celestial. Levantará sus manos y con gran voz dirá: “Hecho es”... Cuando él abandone el santuario, las tinieblas envolverán a los habitantes de la tierra. Durante ese tiempo terrible, los justos deben vivir sin intercesor, a la vista del santo Dios. Nada refrena ya a los malos y Satanás domina por completo a los impenitentes empedernidos. La paciencia de Dios ha concluido. El mundo ha rechazado su misericordia, despreciado su amor y pisoteado su ley. Los impíos han dejado concluir su tiempo de gracia; el Espíritu de Dios, al que se opusieron obstinadamente, acabó por apartarse de ellos. Desamparados ya de la gracia divina, están a merced de Satanás, el cual sumirá entonces a los habitantes de la tierra en una gran tribulación final. Cuando los ángeles de Dios dejen ya de contener los vientos violentos de las pasiones humanas, todos los elementos de contienda se desencadenarán. El mundo entero será envuelto en una ruina más espantosa que la que cayó antiguamente sobre Jerusalén.40Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 671, 672. Únicamente los que tengan manos limpias y corazones puros subsistirán en aquel tiempo de prueba... Ahora, mientras los cuatro ángeles están reteniendo los cuatro vientos, es el momento en que debemos asegurar nuestra vocación y elección.41Primeros Escritos, 57, 58.
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Tiempo de angustia cual nunca fue, 14 de septiembre https://ift.tt/NlrBPqV En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro. Daniel 12:1. Cuando termine el mensaje del tercer ángel la misericordia divina no intercederá más por los habitantes culpables de la tierra. El pueblo de Dios habrá cumplido su obra; habrá recibido la “lluvia tardía”, el “refrigerio de la presencia del Señor”, y estará preparado para la hora de prueba que le espera. Los ángeles se apuran, van y vienen de acá para allá en el cielo. Un ángel que regresa de la tierra anuncia que su obra está terminada; el mundo ha sido sometido a la prueba final, y todos los que han resultado fieles a los preceptos divinos han recibido “el sello del Dios vivo”. Entonces Jesús dejará de interceder en el santuario celestial. Levantará sus manos y con gran voz dirá: “Hecho es”... Cuando él abandone el santuario, las tinieblas envolverán a los habitantes de la tierra. Durante ese tiempo terrible, los justos deben vivir sin intercesor, a la vista del santo Dios. Nada refrena ya a los malos y Satanás domina por completo a los impenitentes empedernidos. La paciencia de Dios ha concluido. El mundo ha rechazado su misericordia, despreciado su amor y pisoteado su ley. Los impíos han dejado concluir su tiempo de gracia; el Espíritu de Dios, al que se opusieron obstinadamente, acabó por apartarse de ellos. Desamparados ya de la gracia divina, están a merced de Satanás, el cual sumirá entonces a los habitantes de la tierra en una gran tribulación final. Cuando los ángeles de Dios dejen ya de contener los vientos violentos de las pasiones humanas, todos los elementos de contienda se desencadenarán. El mundo entero será envuelto en una ruina más espantosa que la que cayó antiguamente sobre Jerusalén.40Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 671, 672. Únicamente los que tengan manos limpias y corazones puros subsistirán en aquel tiempo de prueba... Ahora, mientras los cuatro ángeles están reteniendo los cuatro vientos, es el momento en que debemos asegurar nuestra vocación y elección.41Primeros Escritos, 57, 58.

Sabbath School


Comentarios Elena G.W para la Escuela Sabática https://ift.tt/zQM47nA Hasta el fin, habrá un conflicto entre la iglesia de Dios y los que están bajo el dominio de los ángeles malos. Los primeros cristianos estaban llamados a menudo a hacer frente cara a cara a las potestades de las tinieblas. Por medio de sofistería y persecución el enemigo se esforzaba por apartarlos de la verdadera fe. Ahora, cuando el fin de las cosas terrenales se acerca rápidamente, Satanás realiza desesperados esfuerzos por entrampar al mundo. Inventa muchos planes para ocupar las mentes y apartar la atención de las verdades esenciales para la salvación. En todas las ciudades sus agentes están organizando empeñosamente en partidos a aquellos que se oponen a la ley de Dios. El gran engañador está tratando de introducir elementos de confusión y rebelión, y los hombres se están enardeciendo con un celo que no está de acuerdo con su conocimiento… Pero los fieles mensajeros de Dios han de seguir rápidamente adelante con su obra. Vestidos con la armadura celestial, han de avanzar intrépida y victoriosamente, sin cejar en su lucha hasta que toda alma que se halle a su alcance haya recibido el mensaje de verdad para este tiempo (Los hechos de los apóstoles, pp. 178, 179). La relación entre el mundo visible y el invisible, el ministerio de los ángeles de Dios y la influencia o intervención de los espíritus malos, son asuntos claramente revelados en las Sagradas Escrituras y como indisolublemente entretejidos con la historia humana. Nótase en nuestros días una tendencia creciente a no creer en la existencia de los malos espíritus, mientras que por otro lado muchas personas ven espíritus de seres humanos difuntos en los santos ángeles, que son “enviados para” servir a “los que han de heredar la salvación”. Hebreos 1:14 (VM). Pero las Escrituras no solo enseñan la existencia de los ángeles, tanto buenos como malos, sino que contienen pruebas terminantes de que estos no son espíritus desencarnados de hombres que hayan dejado de existir (El conflicto de los siglos, p. 501). El poder y la malignidad de Satanás y de su hueste podrían alarmarnos con razón, si no fuera por el apoyo y salvación que podemos encontrar en el poder superior de nuestro Redentor. Proveemos cuidadosamente nuestras casas con cerrojos y candados para proteger nuestros bienes y nuestras vidas contra los malvados; pero rara vez pensamos en los ángeles malos que tratan continuamente de llegar hasta nosotros, y contra cuyos ataques no contamos en nuestras propias fuerzas con ningún medio eficaz de defensa. Si se les dejara, nos trastornarían la razón, nos desquiciarían y torturarían el cuerpo, destruirán nuestras propiedades y nuestras vidas. Solo se deleitan en el mal y en la destrucción. Terrible es la condición de los que resisten a las exigencias de Dios y ceden a las tentaciones de Satanás hasta que Dios los abandona al poder de los espíritus malignos. Pero los que siguen a Cristo están siempre seguros bajo su protección. Ángeles de gran poder son enviados del cielo para ampararlos. El maligno no puede forzar la guardia con que Dios tiene rodeado a su pueblo (El conflicto de los siglos, pp. 506, 507).

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¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374