La Fe por la Cual Vivo


La Fe por la Cual Vivo
Una prueba de lealtad, 20 de octubre https://ift.tt/f7J8Ude Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis, si las hiciereis. Juan 13:17. “Este rito del lavamiento de los pies fue convertido en un servicio religioso.... Se lo transformó en algo para probar y verificar la lealtad de los hijos de Dios. Cuando el Israel moderno observa la ceremonia sacramental, ésta debería preceder a la participación en los emblemas de la muerte del Señor. “Esta ordenanza fue dada para beneficio de los discípulos de Cristo. Y Cristo quiso decir todo lo que dijo, cuando sus labios pronunciaron las palabras: ‘Ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.... Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis, si las hiciereis.’ El se propuso con esto probar el verdadero estado del corazón y de la mente de los que participaron en ella.”—Evangelismo, 205. “Cristo dio a entender a sus discípulos que el lavamiento de los pies no los limpiaba de sus pecados sino que la limpieza de sus corazones se evidenciaba por medio de este servicio de humildad. Si el corazón estaba limpio, este acto era todo lo que se necesitaba para revelarlo.”—The S.D.A. Bible Commentary 5:1138. “Cuando los creyentes se congregan para celebrar los ritos, están presentes mensajeros invisibles para los ojos humanos.... Los ángeles celestiales están también presentes ... en toda ocasión tal.... Cristo, por el Espíritu Santo, está allí para poner el sello a su propio rito. Está allí para convencer y enternecer el corazón. Ni una mirada, ni un pensamiento de constricción escapa a su atención.... Todos los que vienen con su fe fija en él serán grandemente bendecidos.”—El Deseado de Todas las Gentes, 596, 597.
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Hijos e Hijas de Dios


Ocultos en Cristo, 20 de octubre https://ift.tt/0cwGDjH Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Colosenses 3:3. Una gran responsabilidad reposa sobre los que han sido bautizados en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Esfuércense por comprender el significado de las palabras: “Habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios”. En la nueva vida a que han entrado, se los señala para que representen la vida de Cristo. Cuando se hayan revestido del nuevo hombre, “el cual por el conocimiento es renovado conforme a la imagen del que lo crió”, “vestíos pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de tolerancia; sufriéndoos los unos a los otros, y perdonándoos los unos a los otros si alguno tuviere queja del otro: de la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas vestíos de caridad, la cual es el vínculo de la perfección. Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la cual asimismo sois llamados en un cuerpo; y sed agradecidos”. La vieja vida pecaminosa ha muerto; la nueva vida tomó su lugar con Cristo por el símbolo del bautismo. Practiquen las virtudes del carácter del Salvador. Que su palabra more en vosotros en toda sabiduría, “enseñándoos y exhortándoos los unos a los otros con salmos e himnos y canciones espirituales, con gracia cantando en vuestros corazones al Señor. Y todo lo que hacéis, sea de palabra, o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por él”... Los pecados que se practicaban antes de la conversión deben abandonarse con el viejo hombre. Con el nuevo, Cristo Jesús, debemos vestirnos de “benignidad, de humildad, de mansedumbre, de tolerancia”.—Carta 32, 1907.

Exaltad a Jesús


Se presenta algo mejor, 20 de octubre https://ift.tt/dLDvPGn Confesó, y no negó, sino confesó: Yo no soy el Cristo. Juan 1:20. El verdadero ministerio consiste en llegar a todas las gentes, cualquiera que sea su situación o condición, y ayudarlas de toda forma posible. Mediante tal esfuerzo podéis conquistar los corazones y obtener acceso a las almas que perecen. En todo vuestro trabajo, recordad que estáis unidos con Cristo y que sois parte del gran plan de la redención. El amor de Cristo debe fluir por vuestra conducta como un río de salud y vida. Mientras procuráis atraer a otros al círculo del amor de Cristo, la pureza de vuestro lenguaje, el desprendimiento de vuestro servicio, y vuestro comportamiento gozoso han de atestiguar acerca del poder de su gracia. Dad al mundo una representación de Cristo tan pura y justa, que los hombres puedan contemplarle en su hermosura. Poca utilidad tiene el intento de reformar a los demás atacando de frente lo que consideremos malos hábitos suyos. Tal proceder resulta a menudo más perjudicial que benéfico. En su conversación con la samaritana, en vez de desacreditar el pozo de Jacob, Cristo presentó algo mejor. “Si conocieses el don de Dios—dijo—, y quién es el que te dice: Dame de beber: tú pedirías de él, y él te daría agua viva”. Juan 4:10. Dirigió la plática al tesoro que tenía para regalar y ofreció a la mujer algo mejor de lo que ella poseía: el agua de vida, el gozo y la esperanza del Evangelio. Esto ilustra la manera en que nos toca trabajar. Debemos ofrecer a los hombres algo mejor de lo que tienen, es decir la paz de Cristo, que sobrepuja todo entendimiento. Debemos hablarles de la santa ley de Dios, trasunto fiel de su carácter y expresión de lo que él desea que lleguen a ser. Mostradles cuán infinitamente superior a los goces y placeres pasajeros del mundo es la imperecedera gloria del cielo. Habladles de la libertad y descanso que se encuentran en el Salvador. Afirmó: “El que bebiere del agua que yo le daré, para siempre no tendrá sed”. Levantad en alto a Jesús y clamad: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”. Juan 1:29. El solo puede satisfacer el ardiente deseo del corazón y dar paz al alma. De todos los habitantes del mundo, los reformadores deben ser los más abnegados, bondadosos y corteses. En su vida debe manifestarse la verdadera bondad de las acciones desinteresadas.—El Ministerio de Curación, 113-114. Tócales a los discípulos de Cristo revelar el espíritu que reina en los cielos... En colaboración con Cristo, los obreros más humildes pueden pulsar cuerdas cuyas vibraciones se percibirán hasta en los confines de la tierra y harán oír sus melodías por los siglos de la eternidad.—Ibid. 116.

En los Lugares Celestiales


Cristiano por medio de la abnegación, 20 de octubre https://ift.tt/REvOX7w Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Mateo 16:24. El sermón más difícil de predicar y más duro de practicar es la abnegación. El pecador codicioso, egoísta, cierra la puerta al bien que puede ser realizado pero que no se hace a causa de los chelines y las libras, invertidos en propósitos egoístas. Quizá no tengamos jamás la oportunidad de realizar grandes cosas; tal vez nunca se nos pida realizar un sacrificio sublime. Pero la más grande victoria que podamos ganar es la de seguir a Jesús... Cada día que Cristo vivió en nuestro mundo fue para él un día de abnegación. Para poder seguirlo en el áspero sendero de la negación propia debemos comenzar a renunciar al yo en los primeros años de nuestra vida, y esta negación debe ser llevada dentro de los sucesos y acciones de cada día de nuestra vida... La sagacidad del mundo estriba en adquirir fortuna y ganancias en cualquier forma que puedan ser obtenidas. Una acumulación de este tesoro del mundo es la ambición de las personas mundanas. La aspiración y el objetivo de los seguidores de nuestro Señor Jesucristo es llegar a ser cristianos por medio de la abnegación y el sacrificio propio. Ellos mantienen sus ojos en las riquezas eternas que pueden obtener por el renunciamiento de tesoros terrenales a cambio de tesoros celestiales. He aquí las condiciones: El que quiera ser mi discípulo, que lo abandone todo y que me siga. Manteniendo a Cristo en vista, seguir por donde él marque el camino... “Más bienaventurado es dar que recibir”. Hechos 20:35... La abnegación traerá a la tesorería de Dios los medios necesarios para el adelanto de su obra. De ese modo podemos actuar en sociedad con Cristo.—Carta 52, 1897.

El Cristo Triunfante


El Cristo Triunfante
Cuando el Espíritu Santo viene como consolador, 20 de octubre https://ift.tt/B2LoNkg “Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí”. Juan 15:26. No es justo que dediquemos tiempo, cerebro, hueso y músculo a colectar las cosas de la tierra y dejar fuera las de la eternidad; más bien debiéramos reunir gavillas para el granero del Señor... Dios desea que nos expandamos para crecer, como la simiente que se planta en el suelo, primero el brote, luego la espiga. y después el grano lleno en la espiga... Hay quienes se han preguntado, ¿qué debo hacer para recibir el Espíritu Santo? Pídele a Dios que examine tu alma como bajo la luz de un candil. No hagas nada por satisfacción egoísta... Supongamos que los profesos seguidores de Cristo son sus representantes en la tierra. ¿acaso no verían esto los mundanos y tomarían conocimiento de lo que habrían aprendido de Jesús? ¿No sería esto un poder? Queremos la religión de Cristo. Pero ella debe manifestar los frutos del amor, el gozo y la paz. El deseo del Maestro no es proporcionar un suministro escaso, sino llevar fruto en abundancia. (Juan 15:17-21) Se refiere a la oposición entre Cristo y el mundo y la consecuente persecución sobre Cristo y sus seguidores... Queremos conocer a Cristo quien sabe bien lo que es la vida eterna. En Juan 15 él se refiere a pruebas y conflictos. Se pregunta si podrá soportar el conflicto: luego señala a las realidades eternas y nos muestra que se han enviado miles de ángeles para ministrar en favor de quienes son herederos de la salvación. Aunque nos muestra los ejércitos que se han formado en su contra, también nos dice que no debemos desanimarnos, pues el Capitán de las huestes del cielo está con nosotros así como estuvo con el pueblo de Dios en los tiempos de Josué... Lo que deseamos saber es cómo pelear la batalla. La victoria no está en el ministro ni en el laico, sino en el Capitán de las huestes que libran la batalla por nosotros... No tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra autoridades, contra los gobernantes de las tinieblas en las regiones celestes, y el Señor es con nosotros. No debemos considerar que la capacidad de hombres o mujeres traerá el éxito. Las personas pueden haber alcanzado todo lo que un ser humano pueda llegar a saber y, con todo, estar solos; porque sin Cristo no son nada. ¿Caminar humildemente delante del Señor? ¿Has acariciado algún pecado interior o tienes algún resentimiento contra alguien? ¿Estás buscando a Dios de todo corazón? Podemos separarnos de todo, menos del Espíritu de Dios. Deseamos la inspiración de la cruz, que nos hará caer indefensos, y el Señor nos levantará.—Manuscrito 27, 1891.
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Dios nos Cuida


Dios nos Cuida
Comamos las hojas del árbol de la vida, 20 de octubre https://ift.tt/jLBR6wo En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones. Apocalipsis 22:2. ¿Debemos esperar hasta que seamos trasladados para comer de las hojas del árbol de la vida? El que recibe en su corazón las palabras de Cristo sabe qué significa comer de las hojas del árbol de vida... La sabiduría que proviene de Dios es el pan de vida. Son las hojas del árbol de la vida las que se usan para la sanidad de las naciones. La corriente de vida espiritual estremece el alma cuando las palabras de Cristo se creen y se ponen en práctica. Así es como somos hechos uno con Cristo. La experiencia débil y enfermiza se vuelve fuerte. Significa la vida eterna para nosotros, si mantenemos nuestra confianza firme desde el comienzo hasta el final. Toda verdad ha de recibirse como la vida de Jesús. Ella nos purifica de toda impureza y prepara el alma para la presencia de Jesús. Cristo, la esperanza de gloria, se forma en el interior... Es fundamental que los que aseguran guardar los mandamientos de Dios posean un conocimiento inteligente de las Escrituras. De ese modo aprendemos a negar el yo y a ser estrictamente honestos con Dios al usar sus beneficios. A fin de que pudiéramos comprender la voluntad divina, Dios nos dio la Biblia. No podemos obedecer sus mandamientos antes que sepamos que existen. Los padres no tienen excusa si fracasan en obtener una comprensión clara de la voluntad de Dios para poder obedecer las leyes del reino. Sólo así pueden guiar a sus hijos al cielo. Mis hermanos y hermanas, es deber de ustedes conocer los requerimientos de Dios. ¿Cómo pueden educar a sus hijos en las cosas de Dios, a menos que sepan primeramente qué está bien y qué está mal, a menos que se den cuenta de que la obediencia significa vida eterna y la desobediencia muerte eterna? Comprender la voluntad de Dios debe ser la tarea de nuestra vida. Solamente al hacer esto podremos instruir a nuestros hijos correctamente. Cada palabra y acción de ustedes ha de estar de acuerdo con la voluntad del Señor, independientemente de las opiniones y prácticas de quienes rehúsan obedecer a Dios.
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Alza tus Ojos


Alza tus Ojos
Promesa de poder para vencer, 20 de octubre https://ift.tt/lRownmZ Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. Juan 17:3. Entre las cosas que pueden estar a nuestro alcance no hay nada que se compare con la Palabra de Dios como instructora. Si mantenemos una estrecha relación con Dios, si le entregamos lo que es suyo -nuestra mente, nuestro corazón y todo lo que tenemos-, realmente encontraremos la paz y la felicidad que no se pueden obtener en ninguna otra parte. ¿De qué sirve vivir en este mundo dependiendo de la aprobación y las diversiones que podemos encontrar aquí? ¿Nos brindan felicidad? No; sólo nos ocasionan desasosiego y descontento, y al mismo tiempo estamos perdiendo el tesoro más precioso, las bendiciones más abundantes que Dios puede darnos. Necesitamos comprender mucho más el valor de nuestras almas. Necesitamos saber qué debemos hacer para realizar las obras de Dios: “Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado”. Juan 6:29. El puede ser para nosotros todo lo que deseamos. Jesús proclamó en el último gran día de la fiesta: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba” (Juan 7:37), y nuevamente lo oímos decir: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”. Mateo 11:28-30. ¿Han intentado ustedes hacer eso alguna vez? Muchos lo han hecho, y ellos saben que las palabras de Cristo son ciertas y verdaderas, y cuando los problemas vinieron como inundación, ellos acudieron a Jesús y fueron consolados y fortalecidos. Cristo ha prometido que, si nos unimos a El, hallaremos paz, consuelo y esperanza, y sabremos por experiencia que sus palabras son una realidad. El desea que todos se salven. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él”. Juan 3:16, 17... Jesucristo sabía que la humanidad no tenía poder en sí misma para resistir la tentación del enemigo de las almas, y por consiguiente vistió su divinidad de humanidad, dejó su trono real y alto mando y vino a este mundo marchito y desfigurado por la maldición, y se humilló a sí mismo, con el fin de dejarnos ejemplo... No descendió a este mundo para asistir a las carreras de caballos, ni para ir al teatro, sino que vino manso y humilde, y nos invita a que aprendamos de El, el Rey de Gloria. Al hacerlo obtendremos el poder moral que nos quiere conceder, por el cual abandonó las cortes celestiales.—Manuscrito 16, del 20 de octubre de 1895, sin título; aparentemente es un sermón predicado en el congreso anual de Armadale, Australia.
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A Fin de Conocerle


La ley de Dios en el corazón, 20 de octubre https://ift.tt/WxGN3Ma Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice el Señor: pondré mis leyes en la mente de ellos, y sobre su corazón las escribiré; y seré a ellos por Dios y ellos me serán a mí por pueblo. Hebreos 8:10. Las bendiciones del nuevo pacto se basan únicamente en la misericordia manifestada en el perdón de la injusticia y el pecado. El Señor especifica: “Porque seré propicio a sus injusticias, y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades”. Hebreos 8:12. Todos los que se humillan de corazón, confesando sus pecados, hallarán misericordia, gracia y seguridad. ¿Ha dejado Dios de ser justo al manifestar misericordia con los pecadores? ¿Ha deshonrado su santa ley, y pasará, por lo tanto, por encima de ella? Dios es fiel. No cambia. Las condiciones de la salvación siguen siendo las mismas. La vida, la vida eterna, es para todos los que obedecen la ley de Dios. La perfecta obediencia, manifestada en pensamiento, palabra y obra, es ahora tan esencial como cuando el intérprete de la ley dijo: “Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna?” Jesús le contestó: “¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees? ... haz esto y vivirás”. Lucas 10:25-28. Bajo el nuevo pacto, las condiciones por las que se puede obtener la vida eterna son las mismas que bajo el antiguo: una obediencia perfecta. Bajo el antiguo pacto, había muchas ofensas de carácter insolente y atrevido para las que no había un sacrificio especificado por la ley. En el nuevo y mejor pacto, Cristo ha satisfecho la ley en lugar de los transgresores de la ley, si ellos quieren recibirlo por fe como un Salvador personal. ... Misericordia y perdón son las recompensas de todos los que acuden a Cristo confiando en sus méritos para que les quite los pecados. En el mejor pacto, somos limpiados del pecado por la sangre de Cristo. ... El pecador es incapaz de expiar un solo pecado. El poder está en el don gratuito de Cristo, una promesa apreciada únicamente por los que se percatan de sus pecados y los olvidan poniendo su alma desvalida sobre Cristo.—Carta 276, 1904.

A Fin de Conocerle


A Fin de Conocerle
La ley de Dios en el corazón, 20 de octubre https://ift.tt/WxGN3Ma Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice el Señor: pondré mis leyes en la mente de ellos, y sobre su corazón las escribiré; y seré a ellos por Dios y ellos me serán a mí por pueblo. Hebreos 8:10. Las bendiciones del nuevo pacto se basan únicamente en la misericordia manifestada en el perdón de la injusticia y el pecado. El Señor especifica: “Porque seré propicio a sus injusticias, y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades”. Hebreos 8:12. Todos los que se humillan de corazón, confesando sus pecados, hallarán misericordia, gracia y seguridad. ¿Ha dejado Dios de ser justo al manifestar misericordia con los pecadores? ¿Ha deshonrado su santa ley, y pasará, por lo tanto, por encima de ella? Dios es fiel. No cambia. Las condiciones de la salvación siguen siendo las mismas. La vida, la vida eterna, es para todos los que obedecen la ley de Dios. La perfecta obediencia, manifestada en pensamiento, palabra y obra, es ahora tan esencial como cuando el intérprete de la ley dijo: “Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna?” Jesús le contestó: “¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees? ... haz esto y vivirás”. Lucas 10:25-28. Bajo el nuevo pacto, las condiciones por las que se puede obtener la vida eterna son las mismas que bajo el antiguo: una obediencia perfecta. Bajo el antiguo pacto, había muchas ofensas de carácter insolente y atrevido para las que no había un sacrificio especificado por la ley. En el nuevo y mejor pacto, Cristo ha satisfecho la ley en lugar de los transgresores de la ley, si ellos quieren recibirlo por fe como un Salvador personal. ... Misericordia y perdón son las recompensas de todos los que acuden a Cristo confiando en sus méritos para que les quite los pecados. En el mejor pacto, somos limpiados del pecado por la sangre de Cristo. ... El pecador es incapaz de expiar un solo pecado. El poder está en el don gratuito de Cristo, una promesa apreciada únicamente por los que se percatan de sus pecados y los olvidan poniendo su alma desvalida sobre Cristo.—Carta 276, 1904.
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El Discurso Maestro de Jesucristo


Comentarios Elena G.W Cada día con Dios, 21 de julio, “Así alumbre vuestra luz”, p. 209; https://ift.tt/0edBJTf El discurso maestro de Jesucristo, “No nos dejes caer en tentación,” pp. 99-101. https://ift.tt/qGPwIkd

¡Maranata: El Senor Viene!


Misterios de la resurrección, 20 de octubre https://ift.tt/AMeRYdp Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios; al cual veré por mí mismo, y mis ojos lo verán, y no otro, aunque mi corazón desfallece dentro de mí. Job 19:25-27. Nuestra identidad personal es preservada en la resurrección, si bien no saldrán de la tumba las mismas partículas de materia. La obra asombrosa de Dios es misterio para el hombre. El espíritu, el carácter del hombre, retorna a Dios donde se lo preserva. En la resurrección cada hombre tendrá su propio carácter. A su debido tiempo Dios llamará a los muertos, dándoles otra vez el aliento de vida, y ordenará a los huesos secos que vivan. Surgirá la misma forma, pero libre de enfermedad y todo defecto. Volverá a vivir llevando sus mismos rasgos individuales, de tal manera que los amigos se reconocerán. No hay ley de Dios en la naturaleza que indique que el Señor va a volver a reunir las mismas partículas de materia que compusieron el cuerpo antes de la muerte. Dios dará a los justos muertos un cuerpo conforme a su beneplácito. Pablo ilustra este hecho con la semilla sembrada en el campo. La semilla plantada muere, pero allí surge una nueva semilla. La sustancia natural del grano que muere nunca más vuelve a surgir como antes, pero Dios le da el cuerpo que él quiere. El cuerpo humano se compondrá entonces del material más escogido, por cuanto es una nueva creación, un nuevo nacimiento. Se siembra un cuerpo natural, resucita un cuerpo espiritual.55The S.D.A. Bible Commentary 6:1093. [El creyente] puede morir, como Cristo murió, pero la vida del Salvador está en él. Su vida está escondida con Cristo en Dios. “Yo he venido para que tengan vida” dijo Jesús, “y para que la tengan en abundancia”. Juan 10:10. El desarrolla el gran proceso mediante el cual los creyentes son hechos uno con él en la vida presente, para que sean uno con él a través de la eternidad... En el día final los resucitará como partes de sí mismo... Cristo llegó a ser uno con nosotros a fin de que nosotros lleguemos a ser uno con él en divinidad.56The Review and Herald, 18-6-1901.

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Misterios de la resurrección, 20 de octubre https://ift.tt/AMeRYdp Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios; al cual veré por mí mismo, y mis ojos lo verán, y no otro, aunque mi corazón desfallece dentro de mí. Job 19:25-27. Nuestra identidad personal es preservada en la resurrección, si bien no saldrán de la tumba las mismas partículas de materia. La obra asombrosa de Dios es misterio para el hombre. El espíritu, el carácter del hombre, retorna a Dios donde se lo preserva. En la resurrección cada hombre tendrá su propio carácter. A su debido tiempo Dios llamará a los muertos, dándoles otra vez el aliento de vida, y ordenará a los huesos secos que vivan. Surgirá la misma forma, pero libre de enfermedad y todo defecto. Volverá a vivir llevando sus mismos rasgos individuales, de tal manera que los amigos se reconocerán. No hay ley de Dios en la naturaleza que indique que el Señor va a volver a reunir las mismas partículas de materia que compusieron el cuerpo antes de la muerte. Dios dará a los justos muertos un cuerpo conforme a su beneplácito. Pablo ilustra este hecho con la semilla sembrada en el campo. La semilla plantada muere, pero allí surge una nueva semilla. La sustancia natural del grano que muere nunca más vuelve a surgir como antes, pero Dios le da el cuerpo que él quiere. El cuerpo humano se compondrá entonces del material más escogido, por cuanto es una nueva creación, un nuevo nacimiento. Se siembra un cuerpo natural, resucita un cuerpo espiritual.55The S.D.A. Bible Commentary 6:1093. [El creyente] puede morir, como Cristo murió, pero la vida del Salvador está en él. Su vida está escondida con Cristo en Dios. “Yo he venido para que tengan vida” dijo Jesús, “y para que la tengan en abundancia”. Juan 10:10. El desarrolla el gran proceso mediante el cual los creyentes son hechos uno con él en la vida presente, para que sean uno con él a través de la eternidad... En el día final los resucitará como partes de sí mismo... Cristo llegó a ser uno con nosotros a fin de que nosotros lleguemos a ser uno con él en divinidad.56The Review and Herald, 18-6-1901.
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¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374