03 de Enero ENTREGO MI CORAZON.-


Dame, hijo mío, tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos. Prov. 23:26
El Señor os dice a cada uno de vosotros: "Dame, hijo mío, tu corazón." El ve vuestra confusión. El sabe que vuestra alma está enferma de pecado, y desea deciros: "Tus pecados te son perdonados." El Gran Médico tiene un remedio para cada dolencia. El entiende tu caso. Sean cuales fueren tus errores, él sabe cómo arreglarlos. ¿No te encomendarás a él? (YI, 13-02-1902)
La bendición de Dios reposará sobre cada alma que se consagre plenamente a él. Cuando busquemos a Dios de todo corazón, lo encontraremos. Dios tiene celo por nosotros, y quiere que hagamos una obra cabal para la eternidad. El volcó todo el Cielo en un don, y no hay razón para dudar de su amor. Contemplemos el Calvario…
Dios te pide que le des tu corazón. Tus facultades, tus talentos, tus afectos, todo debes consagrarle para que pueda obrar en ti el querer y el hacer su voluntad y te haga apto para la vida eterna. (RH, 05-05-1891)
Cuando Cristo mora en el corazón, el alma está tan llena de su amor, del gozo de su comunión, que se une a él; y pensando en él, se olvida de sí misma. El amor de Cristo es el móvil de la acción. Aquellos que sienten el constructivo amor de Dios no preguntan cuánto es lo menos que pueden darle para satisfacer los requerimientos de Dios; no preguntan cuál es la más baja norma aceptada, sino que aspiran a una vida de completa conformidad con la voluntad de su Salvador. Con ardiente deseo entregan todo, y manifiestan un interés proporcionado al valor del objeto que buscan. (CC:46)

Lo que Dios quiere es el espíritu sumiso, susceptible de enseñanza. Lo que otorga a la oración su excelencia es el hecho de que emana de un corazón amante y obediente. (08)

02 de Enero ME CONSAGRO ENTERAMENTE.-


Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro racional culto. (Rom. 12:1)
Dios requiere consagración absoluta a sus preceptos. Debemos cultivar con dedicación nuestras facultades más nobles. Dios nos presta nuestros talentos para que los usemos, no para que los pervirtamos si abusamos de ellos. Debemos mejorarlos por medio del uso, para que se pueda realizar la obra de Dios. (YI, 30-06-1898)
Debemos consagrarnos plenamente al servicio de Dios, tratando de que esa ofrenda sea lo más perfecta posible. A Dios no lo satisfará nada que no sea lo mejor que podamos ofrecer. Los que lo aman de todo corazón desearán consagrarle el mejor servicio de su vida, y constantemente tratarán de poner cada facultad de su ser en armonía con las leyes que los ayudarán a cumplir su voluntad. (PP:318-320)
Es necesaria la consagración personal, cosa que no se puede conseguir a menos que se haya cultivado y atesorado la santidad de corazón. (RH, 02-08-1900)
Sea tu oración: "Tómame ¡oh Señor! como enteramente tuyo. Pongo todos mis planes a tus pies. Úsame hoy en tu servicio. Mora conmigo, y sea toda mi obra hecha en ti". Este es un asunto diario. (CC:73)
La consagración de todas nuestras facultades a Dios simplifica enormemente el problema de la vida. Debilita y acorta millares de batallas contra las pasiones del corazón natural. La religión es como una cadena de oro que liga las almas de jóvenes y ancianos a Cristo. Por medio de ella los que están dispuestos y son obedientes son llevados a salvo a través de la oscuridad y de intrincados senderos hasta la ciudad de Dios…

¡Cuántas veces las cosas profundas de Dios se han desplegado ante nosotros! ¡En qué alta estima deberíamos tener tan preciosos privilegios! Los esplendorosos rayos de la luz celestial fulguran sobre vuestra senda. . . . Recibid y atesorad cada rayo celestial, en vuestra senda irá aumentando la luz hasta que el día sea perfecto. (YI, 02-02-1893) (07)

01 de Enero El Camino de la Justicia es Vida

Mi Vida Hoy

ENERO:                                                       UNA VIDA CONSAGRADA

01 de Enero   El Camino de la Justicia es Vida.-
“En el camino de la justicia está la vida; y la senda de su vereda no es muerte”. Prov. 12:28.
Otro año abre hoy sus páginas en blanco frente a ti. El ángel encargado está listo para escribir. Tu conducta decidirá lo que ha de anotar. En tus manos está resolver que tu vida futura sea buena o mala; y esto determinará si el año que acaba de comenzar será para ti un feliz año nuevo o no. Está a tu alcance lograrlo, para tu beneficio y el de quienes te rodean. (YI, 05-01-1881).
Permite que la paciencia y abnegación, bondad y amor se conviertan en una parte de tu propio ser; luego, todo lo que sea puro, amable y de buen nombre madurará en tu vida. (ST, 04-01-1883).
Los ángeles de Dios aguardan para mostrarte el sendero de la  vida... Resuelve ahora, al comienzo de un nuevo año, que elegirás el camino de justicia, que serás ferviente y sincero, y que tu vida no será un fracaso, Avanza guiado por los ángeles celestiales; sé valiente y emprendedor; haz brillar tu luz. Ojala se puedan aplicar en tu caso las palabras inspiradas: "Os escribo, mancebos, porque sois fuertes y porque habéis vencido al maligno". (YI, 05-01-1881).
Si te has... entregado a Cristo, eres miembro de la familia de Dios, y todo lo que hay en la casa del Padre te pertenece. Todos los tesoros del Señor se abren ante ti, tanto los del mundo actual como los del venidero. El ministerio de los ángeles, el don de su Espíritu, las labores de sus siervos: todo es para ti. El mundo con todo lo que hay en él es tuyo, hasta donde pueda beneficiarte. Aun la enemistad de los impíos resultará una bendición, al disciplinarte para el cielo. Si "sois de Cristo" "todas las cosas son vuestras".  (MB:162) (06)


La naturaleza del espíritu: un misterio, 3 de enero


El Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. Juan 14:17{RP 13.1}
No es esencial para nosotros ser capaces de definir con precisión qué es el Espíritu Santo. Cristo nos dice que el Espíritu es el Consolador, “el Espíritu de verdad el cual procede del Padre”. Se asevera claramente tocante al Espíritu Santo, que en su obra de guiar a los hombres a toda verdad “no hablará por su propia cuenta” Juan 15:2616:13{RP 13.2}
La naturaleza del Espíritu Santo es un misterio. Los hombres no pueden explicarla, porque el Señor no se la ha revelado. Los hombres que albergan opiniones fantásticas pueden reunir pasajes de las Escrituras y darles interpretación humana; pero la aceptación de esos conceptos no fortalecerá a la iglesia. En cuanto a estos misterios, demasiado profundos para el entendimiento humano, el silencio es oro. {RP 13.3}
Se especifica claramente el oficio del Espíritu Santo en las palabras de Cristo: “Cuando él venga, convencerá de pecado, y de justicia, y de juicio”.Juan 16:8. Es el Espíritu Santo el que convence de pecado. Si el pecador responde a la influencia vivificadora del Espíritu, será inducido a arrepentirse y a comprender la importancia de obedecer los requerimientos divinos. {RP 13.4}
Al pecador arrepentido, que tiene hambre y sed de justicia, el Espíritu Santo le revela el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. “Tomará de lo mío, y os lo hará saber”, dijo Cristo. “El os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho” Juan 16:1414:26{RP 13.5}

El Espíritu Santo se otorga como agente regenerador para proporcionarle eficacia a la salvación obrada por la muerte de nuestro Redentor. El Espíritu Santo constantemente está tratando de llamar la atención de los hombres a la gran ofrenda hecha en la cruz del calvario, de exponer al mundo el amor de Dios, y de abrir al alma arrepentida las cosas preciosas de las Escrituras.—Los Hechos de los Apóstoles, 42, 43{RP 13.6}

Cristo se sacrificó por nosotros, 3 de enero


Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos. Hebreos 2:9{RJ 9.1}
El Señor creó al hombre puro y santo. Pero Satanás lo descarrió, pervirtiendo sus principios y corrompiendo su mente, encaminando sus pensamientos por senderos errados. Su propósito era corromper enteramente al mundo. {RJ 9.2}
Cristo vio el terrible peligro del hombre, y determinó salvarlo por medio de su propio sacrificio. Para cumplir su propósito de amor por la raza caída se hizo hueso de nuestros huesos y carne de nuestra carne. “Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre... Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo. Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados”. Hebreos 2:14-18{RJ 9.3}
Por medio de la acción del Espíritu Santo, un nuevo principio de poder mental y espiritual debía alcanzar al hombre, quien, por su asociación con la Divinidad, habría de ser uno con Dios. Cristo, el redentor y restaurador, habría de santificar y purificar la mente del hombre, haciéndola un poder para atraer a otras mentes hacia El. Por medio del poder santificador y elevador de la verdad, es su propósito dar al hombre nobleza y dignidad. Desea que sus hijos revelen su carácter, ejerzan su influencia, para que otras mentes puedan ser atraídas a la armonía con la mente divina... {RJ 9.4}
Por causa de nuestra culpa, Cristo podría haberse alejado de nosotros. Pero en lugar de hacerlo, vino a morar entre nosotros, lleno de la plenitud de la Divinidad, para ser uno con nosotros, para que por medio de su gracia alcanzáramos la perfección. Por una muerte de vergüenza y sufrimiento pagó nuestro rescate. Descendió de las alturas, su divinidad vestida de humanidad, bajando escalón tras escalón hasta las más bajas profundidades de la humillación. Ninguna medida puede sondear la profundidad de su amor... {RJ 9.5}

Me maravilla que los profesos cristianos no puedan captar los recursos divinos, que no puedan ver más claramente la cruz como medio de perdón, como medio de poner el orgulloso y egoísta corazón del hombre en contacto directo con el Espíritu Santo, para que las riquezas de Cristo puedan ser derramadas en su mente, y que el agente humano esté adornado con las gracias del Espíritu, para que Cristo pueda ser recomendado a los que no le conocen.—The Signs of the Times, 24 de septiembre de 1902{RJ 9.6}

Cercados con la misericordia de Dios, 3 de enero


Muchos dolores para el impío; mas el que espera en Jehová, lo cercará misericordia. Salmos 32:10{NEV 11.1}
Con frecuencia pensamos que aquellos que sirven a Dios, tienen muchas más dificultades que el incrédulo, y que la senda que se les ha dado para recorrer es áspera . ... Pero, ¿goza impunemente el pecador de su placer mundano? Oh, no. Hay ocasiones cuando el pecador está terriblemente perturbado. Teme a Dios, pero no lo ama. {NEV 11.2}
¿Están los malos libres de chascos, perplejidades, pérdidas terrenas, pobreza y dificultades? Muchos de ellos sufren una prolongada enfermedad, y sin embargo no tienen a un Ser poderoso en quien confiar; no tienen la gracia fortalecedora de un poder de lo alto para sostenerlos en su debilidad. Confían en su propia fuerza. No tienen consuelo al contemplar el futuro, sino una terrible incertidumbre que los atormenta; y así cierran sus ojos en la muerte, sin encontrar ningún placer al mirar hacia la mañana de la resurrección, porque carecen de una esperanza gozosa que les dé la seguridad de tener parte en la primera resurrección. ... {NEV 11.3}
El cristiano está sujeto a la enfermedad, a los chascos, a la pobreza, a los vituperios y a las dificultades. Sin embargo, en medio de todo esto, ama a Dios, elige hacer su voluntad, y ninguna cosa aprecia tanto como su aprobación. En las pruebas contradictorias y escenas cambiantes de esta vida, él sabe que hay un Ser que conoce todas las cosas; un Ser que escuchará con oídos atentos el clamor de los afligidos y perturbados; un Ser que puede simpatizar con toda tristeza, y mitigar la penetrante angustia de todo corazón. ... {NEV 11.4}
En medio de toda esta aflicción, el cristiano tiene un poderoso consuelo. Y si Dios permite que sufra una enfermedad larga y perturbadora, antes de cerrar los ojos en la muerte, puede soportar todo con gozo. ... Contempla el futuro con satisfacción celestial. Un corto reposo en la tumba, y luego el Dador de la vida romperá los sellos del sepulcro, libertará al cautivo y lo levantará de su lecho de polvo, vestido de inmortalidad, para nunca más sufrir dolor, tristeza o muerte. ¡Oh, cuán admirable es la esperanza del cristiano! Quiero que esta esperanza del cristiano sea la mía. Que también sea la vuestra.—Carta 18, 1859{NEV 11.5}


Cuando Jesús nació, 3 de enero


Cuando Jesús nació en Belén... vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido?Mateo 2:1, 2{MSV 11.2}
El Rey de gloria descendió muchísimo para asumir la humanidad; y los ángeles, que habían sido testigos de su esplendor en las cortes celestiales, cuando era adorado por todas las huestes del cielo, se desilusionaron al descubrir que su divino Comandante ocupaba un puesto que implicaba tan profunda humillación. {MSV 11.3}
Los judíos se habían separado tanto de Dios por causa de sus malas obras, que los ángeles no les podían transmitir las nuevas del advenimiento del niño Redentor. Dios eligió a los sabios de Oriente para que cumplieran su voluntad... {MSV 11.4}
La aparición desusada de una estrella grande y brillante, que nunca habían visto antes, y que aparecía como una señal en los cielos, atrajo su atención. No tuvieron el privilegio de escuchar la proclamación de los ángeles a los pastores. Pero el Espíritu de Dios los impulsó a buscar al Visitante celestial que había venido a este mundo caído. Los sabios enderezaron su rumbo en la dirección en que la estrella parecía conducirlos. Al acercarse a la ciudad de Jerusalén, la estrella se envolvió en tinieblas, y no los guió más. Llegaron a la conclusión de que los judíos no podían ignorar el gran acontecimiento de la llegada del Mesías; de modo que comenzaron a inquirir al respecto en las proximidades de Jerusalén. {MSV 11.5}
Los sabios se sorprendieron al verificar que no había un interés especial con respecto al tema de la venida del Mesías... Cuando abandonaron Jerusalén, ya no abrigaban tanta confianza y esperanza como cuando llegaron. Se maravillaban de que los judíos no tuvieran interés ni manifestaran gozo frente a la perspectiva del gran acontecimiento de la venida del Cristo. {MSV 12.1}
Las iglesias de nuestro tiempo están buscando la grandeza mundana y están tan poco dispuestas a ver la luz de las profecías y a recibir la evidencia de su cumplimiento, que muestran que Cristo muy pronto vendrá, como los judíos con respecto a su primer advenimiento. Esperaban el reino temporal y triunfante del Mesías en Jerusalén. Los profesos cristianos de nuestra época esperan la prosperidad temporal de la iglesia, manifestada en la conversión del mundo, y el gozo del milenio temporal.—The Review and Herald, 24 de diciembre de 1872{MSV 12.2}





En el tiempo señalado por Dios, 3 de enero


Cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo... para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Gálatas 4:4, 5{MGD 11.1}
Fue determinada en el concilio celestial la hora en que Cristo había de venir; y cuando el gran reloj del tiempo marcó aquella hora, Jesús nació en Belén. “Mas venido el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo”. La Providencia había dirigido los movimientos de las naciones, así como el flujo y reflujo de impulsos e influencias de origen humano, a tal punto que el mundo estaba maduro para la llegada del Libertador... {MGD 11.2}
El engaño del pecado había llegado a su culminación. Habían sido puestos en operación todos los medios de depravar las almas de los hombres. El Hijo de Dios, mirando al mundo, contemplaba sufrimiento y miseria. Veía con compasión cómo los hombres habían llegado a ser víctimas de la crueldad satánica. Miraba con piedad a aquellos a quienes se estaba corrompiendo, matando y perdiendo... Se había demostrado ante el universo que, separada de Dios, la humanidad no puede ser elevada. Un nuevo elemento de vida y poder tiene que ser impartido por Aquel que hizo el mundo. {MGD 11.3}
Con intenso interés, los mundos que no habían caído habían mirado para ver a Jehová levantarse y barrer a los habitantes de la tierra... Pero en vez de destruir al mundo, Dios envió a su Hijo para salvarlo... En el mismo momento de la crisis, cuando Satanás parecía estar a punto de triunfar, el Hijo de Dios vino como embajador de la gracia divina. En toda época y en todo momento, el amor de Dios se había manifestado en favor de la especie caída. A pesar de la perversidad de los hombres, hubo siempre indicios de misericordia. Y llegada la plenitud del tiempo, la Divinidad se glorificó derramando sobre el mundo tal efusión de gracia sanadora, que no se interrumpiría hasta que se cumpliese el plan de salvación. {MGD 11.4}
Nadie, excepto Cristo, puede amoldar de nuevo el carácter que ha sido arruinado por el pecado. El vino para expulsar a los demonios que habían dominado la voluntad. Vino para levantarnos del polvo, para rehacer según el modelo divino el carácter que había sido mancillado.—El Deseado de Todas las Gentes, 23-28{MGD 11.5}


Seremos semejantes a él, 3 de enero


Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. 1 Juan 3:2{HHD 11.1}
No debemos conformarnos con la expectativa de que en nosotros se producirá milagrosamente un cambio de carácter cuando Cristo aparezca en las nubes de los cielos con poder y grande gloria. No, mis jóvenes amigos; estamos sujetos a juicio, y se nos concede un tiempo de prueba aquí en esta vida, a fin de que formemos caracteres para la vida futura e inmortal.—The Youth’s Instructor, 24 de agosto de 1893{HHD 11.2}
Que nadie se imagine que el egoísmo, el amor propio y la complacencia propia son compatibles con el espíritu de Cristo. Sobre cada hombre o mujer verdaderamente convertido descansa una responsabilidad que no podemos estimar correctamente. Las máximas y los modales del mundo no deben ser adoptados por los hijos y las hijas del Rey celestial.—Testimonies for the Church 5:410{HHD 11.3}
Al separarnos del mundo, encontraremos dificultades por todos lados. Pero aquí hay consuelo para nosotros: “Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él porque le veremos tal como él es”.—Manuscrito 28, 1886{HHD 11.4}
Debemos manifestar, por medio de nuestras palabras y obras, que comprendemos la gran responsabilidad que descansa sobre nosotros. Nuestra luz debe resplandecer tan claramente que los demás puedan ver que glorificamos al Padre en nuestro diario vivir; que estamos unidos con el cielo y que somos coherederos con Jesucristo.—Testimonies for the Church 4:16{HHD 11.5}


Sus promesas son mías, 3 de enero


Porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por nosotros a gloria de Dios. 2 Corintios 1:20{FV 11.1}
“La preciosa Biblia es un jardín de Dios, y sus promesas son los lirios y las rosas y los claveles.”—The Review and Herald, 19 de marzo de 1889.{FV 11.2}
“Cuánto desearía que todos creyéramos en las promesas de Dios ... No tenemos que buscar en nuestros corazones esperando sentir una emoción de gozo como evidencia de nuestra aceptación ante el cielo, pero debemos tomar las promesas de Dios y decir ‘Son mías.’”—The Signs of the Times, 25 de marzo de 1889{FV 11.3}
“Hay que recibir las Escrituras como palabra que Dios nos dirige, palabra no meramente escrita, sino hablada. Cuando los afligidos acudían a Cristo, él veía no sólo a los que pedían ayuda, sino a todos aquellos que en el curso de los siglos acudirían a él con las mismas necesidades y la misma fe. Al decir al paralítico: ‘Confía, hijo; tus pecados te son perdonados’ (Mateo 9:2), al decir a la mujer de Capernaum: ‘Hija, tu fe te ha salvado: ve en paz’ (Lucas 8:48), se dirigía también a otros afligidos, a otros cargados de pecados que acudirían a pedirle su ayuda. {FV 11.4}

“Y así es con todas las promesas de la Palabra de Dios. En ellas él nos habla a cada uno en particular, y de un modo tan directo como si pudiéramos oír su voz. Por medio de estas promesas Cristo nos comunica su gracia y su poder. Son hojas de aquel árbol que son ‘para la sanidad de las naciones.’ Apocalipsis 22:2. Recibidas, asimiladas, han de ser la fuerza del carácter, la inspiración y el mantenimiento de la vida.”—El Ministerio de Curación, 113, 114{FV 11.5}

Aprendiendo de Dios mediante sus obras, 3 de enero


Bueno es Jehová para con todos, y sus misericordias sobre todas sus obras. Te alaben, oh Jehová, todas tus obras, y tus santos te bendigan. Salmos 145:9, 10{ELC 11.1}
Nos gusta contemplar el carácter y amor de Dios en sus obras creadas. ¡Qué evidencias ha dado a los hijos de los hombres tanto de su poder como de su amor paternal! Ha adornado los cielos y ha hecho grande y bella la tierra. {ELC 11.2}
“¡Oh Jehová, Señor nuestro, cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra! ... Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre para que lo visites?” “Te alaben, oh Jehová, todas tus obras, y tus santos te bendigan”. Salmos 8:1, 3, 4145:10{ELC 11.3}
Si nuestro mundo hubiese sido formado con una superficie perfectamente nivelada, la monotonía habría fatigado la vista y cansado los sentidos. Dios ha adornado nuestro mundo con grandes montañas, colinas, valles y cadenas de montañas. Las desnudas montañas de áspero granito, también las montañas adornadas con vegetación siempre verde y frondas, y los valles con su belleza suavizada hacen del mundo un espejo de encanto. Por doquiera se manifiestan la bondad, la sabiduría y el poder de Dios. En montañas, rocas, colinas y valles veo la acción del poder divino. Nunca puedo estar sola mientras contemplo el gran escenario de la naturaleza. {ELC 11.4}
Las montañas, colinas y valles debieran ser para nosotros como escuelas en las cuales estudiar el carácter de Dios en sus obras creadas. Las obras de Dios que podemos ver en las escenas siempre variadas—en montañas, colinas y valles, en árboles, arbustos y flores, en cada hoja, cada brizna de hierba—debieran enseñarnos una lección de la habilidad y del amor de Dios, y de su poder infinito. {ELC 11.5}
Los que estudian la naturaleza no pueden sentirse solitarios. Aman las horas tranquilas de meditación pues sienten que son colocados en íntima comunión con Dios mientras descubren su poder en sus obras creadas.—Carta 43, 1875{ELC 11.6}


El hijo de Dios tiene vida propia, 3 de enero


Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy. Juan 8:58{EJ 11.1}
“Abraham vuestro padre se gozó de que habría de ver mi día; y lo vio, y se gozó. Entonces le dijeron los judíos: aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham? Jesús les dijo: de cierto, de cierto os digo: antes que Abraham fuese yo soy”. Juan 8:56-58{EJ 11.2}
Aquí Cristo les muestra que, aunque podían calcular que su edad no alcanzaba los cincuenta años, su vida divina no podía ser calculada por cómputos humanos. La existencia de Cristo antes de su encarnación no se puede medir con cifras.—The Signs of the Times, 3 de mayo de 1899{EJ 11.3}
“Antes que Abraham fuese, yo soy”. Cristo es el Hijo de Dios, preexistente y autoexistente. El mensaje que le comunicó a Moisés para ser dado a los hijos de Israel fue: “Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros”. Éxodo 3:14... {EJ 11.4}
El profeta Miqueas escribe acerca de él: “Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad”. Miqueas 5:2{EJ 11.5}
Cristo declaró mediante Salomón: “Jehová me poseía en el principio, ya de antiguo, antes de sus obras... Cuando ponía al mar su estatuto, para que las aguas no traspasasen su mandamiento; cuando establecía los fundamentos de la tierra, con él estaba yo ordenándolo todo, y era su delicia de día en día, teniendo solaz delante de él en todo tiempo”. Proverbios 8:22, 29-30{EJ 11.6}
Al hablar de su preexistencia, Cristo transporta la mente al pasado de las edades sin fin. Nos ofrece la certeza de que nunca hubo un tiempo cuando él no estuviera en compañerismo eterno con Dios. Aquel cuya voz escuchaban los judíos entonces, había estado con Dios como alguien que siempre lo hubiera acompañado. {EJ 11.7}
Las palabras de Cristo fueron habladas con dignidad tranquila y con una seguridad y poder que trajeron convicción a los corazones de los escribas y fariseos. Les impactó el poder del mensaje enviado por el cielo. Dios estaba tocando a la puerta de sus corazones, suplicándoles que le permitieran entrar.—The Signs of the Times, 29 de agosto de 1900{EJ 11.8}
Era igual a Dios, infinito y omnipotente... El es el Hijo eterno, que posee vida eterna.—Manuscrito 101, 1897{EJ 11.9}

En Cristo hay vida original, que no proviene ni deriva de otra. “El que tiene al Hijo, tiene la vida”. 1 Juan 5:12. La divinidad de Cristo es la garantía que el creyente tiene de la vida eterna. “El que cree en mí—dijo Jesús—, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?” Juan 11:25-26... Cristo miraba hacia adelante, a su segunda venida.—El Deseado de Todas las Gentes, 489{EJ 11.10}

Llegamos a ser sus hijos, 3 de enero


Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. Juan 1:12{DNC 11.1}
La filiación divina no es algo que obtenemos por nosotros mismos. Sólo a los que reciben a Cristo como su Salvador se les da la facultad de llegar a ser hijos e hijas de Dios. El pecador no puede librarse del pecado por ningún poder inherente. Para el logro de este resultado, debe buscar un poder superior. Juan exclamó: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”. Sólo Cristo tiene poder de limpiar el corazón. El que busque perdón y aceptación sólo puede decir: “Nada traigo en mi mano; sólo me aferro a la cruz”. Pero la promesa de la filiación se brinda a todos aquellos que “creen en su nombre”. Todo el que venga a Jesús con fe, recibirá perdón. {DNC 11.2}
La religión de Cristo transforma el corazón. Convierte a un hombre mundano en espiritual. Bajo su influencia el egoísta se convierte en abnegado, porque tal es el carácter de Cristo. El hombre deshonesto y maquinador se convierte en recto, y llega a ser una segunda naturaleza para él hacer a los demás lo que le agradaría que le hicieran. El profano pasa de la impureza a la pureza. Adopta hábitos correctos, porque el Evangelio de Cristo ha llegado a ser para él un sabor de vida para vida. {DNC 11.3}
Dios habría de manifestarse en Cristo, “reconciliando consigo al mundo”. El hombre había sido degradado tanto por el pecado que era imposible para él, en sí mismo, entrar en armonía con Aquel cuya naturaleza es pureza y bondad. Pero Cristo, después de redimir al hombre de la condenación de la ley, podía impartir poder divino que se uniría al esfuerzo humano. Así, por el arrepentimiento para con Dios y la fe en Cristo, los hijos caídos de Adán podrían nuevamente convertirse en “hijos de Dios”. {DNC 11.4}
Cuando un alma recibe a Cristo, recibe poder para vivir la vida de Cristo.* {DNC 11.5}


Acercándonos a Dios con reverencia, 3 de enero


Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Lucas 11:2{SSJ 9.1}
Para santificar el nombre del Señor se requiere que las palabras que empleamos al hablar del Ser Supremo sean pronunciadas con reverencia. “Santo y temible es su nombre”. Salmos 111:9. Nunca debemos mencionar con liviandad los títulos ni los apelativos de la Deidad. Por medio de la oración entramos en la sala de audiencia del Altísimo y debemos comparecer ante él con pavor sagrado. Los ángeles velan sus rostros en su presencia. Los querubines y los esplendorosos y santos serafines se acercan a su trono con reverencia solemne. ¡Cuánto más debemos nosotros, seres finitos y pecadores, presentarnos en forma reverente delante del Señor, nuestro Creador! {SSJ 9.2}
Pero santificar el nombre del Señor significa mucho más que esto. Podemos manifestar, como los judíos contemporáneos de Cristo, la mayor reverencia externa hacia Dios y, no obstante, profanar su nombre continuamente. “El nombre de Jehová” es “fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira y grande en misericordia y verdad... que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado”. Éxodo 34:5-7. Se dijo de la iglesia de Cristo: “Se la llamará: Jehová justicia nuestra”. Este nombre se da a todo discípulo de Cristo. Es la herencia del hijo de Dios. La familia se conoce por el nombre del Padre. El profeta Jeremías, en tiempo de tribulación y gran dolor, oró: “Sobre nosotros es invocado tu nombre; no nos desampares”. Jeremías 14:9{SSJ 9.3}
Este nombre es santificado por los ángeles del cielo y por los habitantes de los mundos sin pecado. Cuando oramos “Santificado sea tu nombre”, pedimos que lo sea en este mundo, en nosotros mismos. Dios nos ha reconocido delante de la humanidad y ángeles como sus hijos; pidámosle ayuda para no deshonrar el “buen nombre que fue invocado sobre” nosotros. Santiago 2:7{SSJ 9.4}
Dios nos envía al mundo como sus representantes. En todo acto de la vida, debemos manifestar el nombre de Dios. Esta petición exige que poseamos su carácter. No podemos santificar su nombre ni representarlo ante el mundo, a menos que en nuestra vida y carácter representemos la vida y el carácter de Dios. Esto podrá hacerse únicamente cuando aceptemos la gracia y la justicia de Cristo.—El Discurso Maestro de Jesucristo, 91, 92{SSJ 9.5}


Un lugar en el frente, 3 de enero


Los labios del justo apacientan a muchos. Proverbios 10:21{CV 9.1}
A pesar de la iniquidad que prevalecía, había un número de hombres santos, ennoblecidos y elevados por la comunión con Dios, que vivían en compañerismo con el cielo. Eran hombres de poderoso intelecto, que habían realizado obras admirables. Tenían una santa y gran misión; a saber, desarrollar un carácter justo y enseñar una lección de piedad, no sólo a los hombres de su tiempo, sino también a las generaciones futuras. Sólo algunos de los más destacados se mencionan en las Escrituras; pero a través de todos los tiempos, Dios tuvo testigos fieles y adoradores sinceros.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 71{CV 9.2}
¡Cuán a menudo los que confiaron en la Palabra de Dios, aunque eran en sí mismos completamente impotentes, han resistido el poder del mundo entero! Enoc, de corazón puro y vida santa, puso su fe en el triunfo de la justicia contra una generación corrupta y mofadora; Noé y su casa resistieron a los hombres de su época, hombres de mucha fuerza física y mental y de la más degradada moralidad; los hijos de Israel, que junto al mar Rojo no eran más que una multitud indefensa y aterrorizada de esclavos, resistieron al más poderoso ejército de la más poderosa nación del globo; David, siendo tan sólo un pastorcillo que tenía la promesa del trono dada por Dios, resistió a Saúl, el monarca reinante, dispuesto a no ceder su poder. El mismo hecho se destaca en el caso de Sadrac y sus compañeros en el horno de fuego, y Nabucodonosor en el trono; Daniel entre los leones, y sus enemigos en los puestos elevados del reino; Jesús en la cruz, y los sacerdotes y príncipes judíos forzando al gobernador romano para que hiciese su voluntad; Pablo encadenado y llevado a sufrir la muerte de un criminal, y Nerón, déspota de un imperio mundial. {CV 9.3}

No sólo en la Biblia se encuentran estos ejemplos. Abundan en los anales del progreso humano. Los valdenses y los hugonotes, Wiclef y Hus, Jerónimo y Lutero, Tyndale y Knox, Zinzendorf y Wesley, y multitudes más, han dado testimonio del poder de la Palabra de Dios contra el poder y el proceder humanos que apoyan el mal. Estos constituyen la verdadera nobleza del mundo. Constituyen su realeza. Los jóvenes de hoy día son llamados a ocupar sus lugares. La Educación, 248.* {CV 9.4}

Perfecto en todos tus caminos, 3 de enero

Perfecto en todos tus caminos, 3 de enero
“Perfecto eras en todos tus caminos desde el día en que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad”. Ezequiel 28:15{CT 11.1}
Mientras todos los seres creados reconocieron la lealtad del amor, hubo perfecta armonía en el universo de Dios. Cumplir los designios de su Creador era el gozo de las huestes celestiales. Se deleitaban en reflejar la gloria del Todopoderoso y en alabarle. Y su amor mutuo fue fiel y desinteresado mientras el amor de Dios fue supremo. No había nota discordante que perturbara las armonías celestiales. Pero se produjo un cambio en ese estado de felicidad. Hubo uno que pervirtió la libertad que Dios había otorgado a sus criaturas. El pecado se originó en aquel que, después de Cristo, había sido el más honrado por Dios y que era el más exaltado en poder y en gloria entre los habitantes del cielo. Lucifer, el “hijo de la mañana”, era el principal de los querubines cubridores, santo e inmaculado. Estaba en la presencia del gran Creador, y los incesantes rayos de gloria que envolvían al Dios eterno, caían sobre él... {CT 11.2}
Poco a poco Lucifer llegó a albergar el deseo de ensalzarse... Aunque toda su gloria procedía de Dios, este poderoso ángel llegó a considerarla como perteneciente a sí mismo. Descontento con el puesto que ocupaba, a pesar de ser el ángel que recibía más honores entre las huestes celestiales, se aventuró a codiciar el homenaje que sólo debe darse al Creador. En vez de procurar el ensalzamiento de Dios como supremo en el afecto y la lealtad de todos los seres creados, trató de obtener para sí mismo el servicio y la lealtad de ellos. Y codiciando la gloria con que el Padre infinito había investido a su Hijo, este príncipe de los ángeles aspiraba al poder que sólo pertenecía a Cristo. . {CT 11.3}
El propósito de este príncipe de los ángeles llegó a ser disputar la supremacía del Hijo de Dios, y así poner en tela de juicio la sabiduría y el amor del Creador. A lograr este fin estaba por consagrar las energías de aquella mente maestra, la cual, después de la de Cristo, era la principal entre las huestes de Dios. Pero Aquel que quiso que sus criaturas tuviesen libre albedrío, no dejó a ninguna de ellas inadvertida en cuanto a los sofismas perturbadores con los cuales la rebelión procuraría justificarse. Antes de que la gran controversia principiase, debía presentarse claramente a todos la voluntad de Aquel cuya sabiduría y bondad eran la fuente de todo su regocijo. {CT 11.4}
Ante los habitantes del cielo reunidos, el Rey declaró que ninguno, excepto Cristo, el Hijo unigénito de Dios, podía penetrar en la plenitud de sus designios y que a éste le estaba encomendada la ejecución de los grandes propósitos de su voluntad... Los ángeles reconocieron gozosamente la supremacía de Cristo, y postrándose ante él, le rindieron su amor y adoración. Lucifer se postró con ellos, pero en su corazón se libraba un extraño y feroz conflicto. La verdad, la justicia y la lealtad luchaban contra los celos y la envidia. La influencia de los santos ángeles pareció por algún tiempo arrastrarlo con ellos.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 13-15{CT 11.5}


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Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374