Cada Día con Dios


La hermosa túnica, 9 de enero https://ift.tt/KV6Z5li Despierta, despierta, vístete de poder, oh Sion; vístete tu ropa hermosa, oh Jerusalén, ciudad santa. Isaías 52:1. Durante la noche pasé por una experiencia similar a la que había tenido en Salamanca, Nueva York, dos años atrás. Cuando desperté después de dormir un poco, me pareció que estaba rodeada de luz y que la habitación estaba llena de ángeles celestiales. El Espíritu de Dios descendió sobre mí, y mi corazón rebozaba. ¡Oh, cuánto amor ardía en mi corazón! Exclamé en alta voz: “Señor Jesús, te amo; tú sabes que te amo. Mi Padre celestial, te alabo con todo mi corazón. ‘De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna’. Juan 3:16. ‘Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto’. Proverbios 4:18. Jesús, mi Redentor, representante del Padre, en ti confío”. Mi paz era como un río. Me pareció que estaba muy junto a Dios, en dulce comunión con él tanto durante mis horas de vigilia como de sueño. Qué grandes y santos privilegios me parecía poseer en el amor de Jesús, en su vida y bajo su protección... ¡Oh, por qué no se levanta la iglesia de Cristo, y se viste de su hermosa túnica! ¿Por qué no resplandece? La razón más importante que explica esa debilidad en la cristiandad es que los que pretenden creer la verdad conocen tan poco a Cristo, y tienen tan poco aprecio por lo que él puede ser para ellos y por lo que ellos pueden ser para él. Tenemos las más solemnes y estupendas verdades que jamás se hayan confiado a los mortales. Si nuestras palabras, nuestros pensamientos y nuestras acciones fueran más puros y elevados, de acuerdo con la santa fe que profesamos, veríamos nuestras responsabilidades desde un punto de vista muy diferente. ¡Cuán solemnes y sagradas nos parecerían! Tendríamos un profundo sentido de nuestras obligaciones, y sería nuestra meta constante perfeccionar la santidad en el temor de Dios. Las cosas terrenales y temporales estarían subordinadas a las celestiales y eternas... Estoy tan agradecida por el privilegio de relacionarme con Dios de alguna manera. Me siento sumamente honrada. Todo lo que pido al Señor en su gran misericordia, amor y bondad es que me dé fuerza para usarla en su servicio.—Carta 20a, del 9 de enero de 1893, dirigida al capitán C. Eldridge.

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Dios está atento para escuchar, 9 de enero https://ift.tt/mb9McY5 Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados. Isaías 57:15. Cuando un hombre tome en sus propias manos las riendas para conducir e impulsar la obra de Dios, recibirá su paga, porque aquélla se verá afectada por terribles equivocaciones. La razón se anubla, aun frente a la grandeza de la luz, a menos que el instrumento se coloque bajo el yugo de Cristo. Satanás inventará cada día algún plan, cuando piense que puede brindar una mano de ayuda para sembrar sus malezas entre el trigo. El vicio no ha de ser mezclado con la virtud, y debe proclamarse en tono inconfundible, ahora mismo, mientras se está realizando la obra misionera: “Salid de en medio de ellos y apartaos dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré”. 2 Corintios 6:7. Dios está obrando ahora en favor de su pueblo, pero cuántos hay que no distinguen la obra de Dios de una obra extraña. Descorriendo el velo que oculta la gloria de Dios, se lo ve en su lugar, sublime, santo y elevado, no en un estado de soledad sino rodeado por diez mil veces diez mil y miles de miles de seres santos y felices, todos aguardando llevar un mensaje, cumplir sus órdenes. El cielo entero se halla en comunicación activa con cada parte del universo a través de una variedad de canales; y el Santo está atento, inclinándose desde su trono para escuchar cada sonido que se pronuncia, observando los movimientos de cada influencia terrenal. Allí se ve al Ser más elevado condescendiendo con el más humilde, aprobando o condenando cada acción que se realiza. Está interesado en los oprimidos y envía mensajeros para ocuparse de la obra relacionada con el Evangelio en beneficio de los seres que han corrompido su mente y sus pensamientos, a fin de conectarlos con la verdad y la justicia. A menos que lleguen a ser rectos, contaminarán a otros. Hay una obra que debe ser hecha en nuestro mundo, pero si el camino del Señor no se sigue con precisión a fin de colocarlos en la senda de la vida mediante la conversión, hay razón para sentirse preocupados de que Satanás se interponga para dominar a los pecadores a quienes nuestras instituciones tratan de ayudar. Satanás está empeñado en la perdición de las almas por las cuales Cristo murió. En nuestro celo por hacer la obra del Señor, debemos aseguramos de que no estamos caminando delante de Cristo, en lugar de hacerlo detrás de El.—Carta 171, del 9 de enero de 1900, dirigida a Edson y Emma White.
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Dios está atento para escuchar, 9 de enero https://ift.tt/mb9McY5 Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados. Isaías 57:15. Cuando un hombre tome en sus propias manos las riendas para conducir e impulsar la obra de Dios, recibirá su paga, porque aquélla se verá afectada por terribles equivocaciones. La razón se anubla, aun frente a la grandeza de la luz, a menos que el instrumento se coloque bajo el yugo de Cristo. Satanás inventará cada día algún plan, cuando piense que puede brindar una mano de ayuda para sembrar sus malezas entre el trigo. El vicio no ha de ser mezclado con la virtud, y debe proclamarse en tono inconfundible, ahora mismo, mientras se está realizando la obra misionera: “Salid de en medio de ellos y apartaos dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré”. 2 Corintios 6:7. Dios está obrando ahora en favor de su pueblo, pero cuántos hay que no distinguen la obra de Dios de una obra extraña. Descorriendo el velo que oculta la gloria de Dios, se lo ve en su lugar, sublime, santo y elevado, no en un estado de soledad sino rodeado por diez mil veces diez mil y miles de miles de seres santos y felices, todos aguardando llevar un mensaje, cumplir sus órdenes. El cielo entero se halla en comunicación activa con cada parte del universo a través de una variedad de canales; y el Santo está atento, inclinándose desde su trono para escuchar cada sonido que se pronuncia, observando los movimientos de cada influencia terrenal. Allí se ve al Ser más elevado condescendiendo con el más humilde, aprobando o condenando cada acción que se realiza. Está interesado en los oprimidos y envía mensajeros para ocuparse de la obra relacionada con el Evangelio en beneficio de los seres que han corrompido su mente y sus pensamientos, a fin de conectarlos con la verdad y la justicia. A menos que lleguen a ser rectos, contaminarán a otros. Hay una obra que debe ser hecha en nuestro mundo, pero si el camino del Señor no se sigue con precisión a fin de colocarlos en la senda de la vida mediante la conversión, hay razón para sentirse preocupados de que Satanás se interponga para dominar a los pecadores a quienes nuestras instituciones tratan de ayudar. Satanás está empeñado en la perdición de las almas por las cuales Cristo murió. En nuestro celo por hacer la obra del Señor, debemos aseguramos de que no estamos caminando delante de Cristo, en lugar de hacerlo detrás de El.—Carta 171, del 9 de enero de 1900, dirigida a Edson y Emma White.

A Fin de Conocerle


El misterio del pecado, 9 de enero https://ift.tt/PfzF5L6 Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios... Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. Ezequiel 28:14, 15. Es imposible explicar el origen del pecado y dar razón de su existencia... Nada se enseña con mayor claridad en las Sagradas Escrituras que el hecho de que Dios no fue en nada responsable de la introducción del pecado... El pecado es un intruso, y no hay razón que pueda explicar su presencia. Es algo misterioso e inexplicable; excusarlo equivaldría a defenderlo. Si se pudiera encontrar alguna excusa en su favor o señalar la causa de su existencia, dejaría de ser pecado... Es la manifestación exterior de un principio en pugna con la gran ley de amor que es el fundamento del gobierno divino.—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 546, 547. El pecado tuvo su origen en el egoísmo. Lucifer, el querubín protector, deseó ser el primero en el cielo. Trató de dominar a los seres celestiales, apartándolos de su Creador, y granjearse su homenaje... Así engañó a los ángeles. Así sedujo a los hombres... Así consiguió que se uniesen con él en su rebelión contra Dios, y la noche de la desgracia se asentó sobre el mundo.—El Deseado de Todas las Gentes, 13. El pecado apareció en un universo perfecto... La razón de su principio o desarrollo nunca fue explicada, y no puede serlo, aun en el último gran día cuando el juez se sentará y se abrirán los libros... En aquel día será evidente para todos que no hay, ni nunca hubo, ninguna causa para el pecado. En la condenación final de Satanás y de sus ángeles y de todos los hombres que finalmente se hayan identificado con él como transgresores de la ley de Dios, toda boca quedará callada. Quedará muda la hueste de la rebelión, desde el primer gran rebelde hasta el último transgresor, cuando se le pregunte por qué ha quebrantado la ley de Dios.—The Signs of the Times, 28 de abril de 1890.

A Fin de Conocerle


A Fin de Conocerle
El misterio del pecado, 9 de enero https://ift.tt/PfzF5L6 Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios... Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. Ezequiel 28:14, 15. Es imposible explicar el origen del pecado y dar razón de su existencia... Nada se enseña con mayor claridad en las Sagradas Escrituras que el hecho de que Dios no fue en nada responsable de la introducción del pecado... El pecado es un intruso, y no hay razón que pueda explicar su presencia. Es algo misterioso e inexplicable; excusarlo equivaldría a defenderlo. Si se pudiera encontrar alguna excusa en su favor o señalar la causa de su existencia, dejaría de ser pecado... Es la manifestación exterior de un principio en pugna con la gran ley de amor que es el fundamento del gobierno divino.—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 546, 547. El pecado tuvo su origen en el egoísmo. Lucifer, el querubín protector, deseó ser el primero en el cielo. Trató de dominar a los seres celestiales, apartándolos de su Creador, y granjearse su homenaje... Así engañó a los ángeles. Así sedujo a los hombres... Así consiguió que se uniesen con él en su rebelión contra Dios, y la noche de la desgracia se asentó sobre el mundo.—El Deseado de Todas las Gentes, 13. El pecado apareció en un universo perfecto... La razón de su principio o desarrollo nunca fue explicada, y no puede serlo, aun en el último gran día cuando el juez se sentará y se abrirán los libros... En aquel día será evidente para todos que no hay, ni nunca hubo, ninguna causa para el pecado. En la condenación final de Satanás y de sus ángeles y de todos los hombres que finalmente se hayan identificado con él como transgresores de la ley de Dios, toda boca quedará callada. Quedará muda la hueste de la rebelión, desde el primer gran rebelde hasta el último transgresor, cuando se le pregunte por qué ha quebrantado la ley de Dios.—The Signs of the Times, 28 de abril de 1890.
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¡Maranata: El Senor Viene!


Hombres humildes proclaman el mensaje, 9 de enero https://ift.tt/897Btqj Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones. 2 Pedro 1:19. Este mensaje (Apocalipsis 14:6, 7) es declarado parte del “evangelio eterno”. La predicación del Evangelio no ha sido encargada a los ángeles, sino a los hombres. En la dirección de esta obra se han empleado ángeles santos y ellos tienen a su cargo los grandes movimientos para la salvación de los hombres; pero la proclamación misma del Evangelio es llevada a cabo por los siervos de Cristo en la tierra. Hombres fieles, obedientes a los impulsos del Espíritu de Dios y a las enseñanzas de su Palabra, iban a pregonar al mundo esta amonestación. Eran los que habían estado atentos a la firme... “palabra profética”, la “antorcha que alumbra en lugar oscuro hasta que el día esclarezca, y el lucero de la mañana salga”. 2 Pedro 1:19. Habían estado buscando el conocimiento de Dios más que todos los tesoros escondidos, estimándolo más que “la ganancia de plata”, y “su rédito” más “que el oro puro”. Proverbios 3:14 (VM). Y el Señor les reveló los grandes asuntos del reino. “El secreto de Jehová es para los que le temen; y a ellos hará conocer su alianza”. Salmos 25:14. Los que llegaron a comprender esta verdad y se dedicaron a proclamarla no fueron los teólogos eruditos. Si éstos hubiesen sido centinelas fieles y hubieran escudriñado las Santas Escrituras con diligencia y oración, habrían sabido qué hora era de la noche; las profecías les habrían revelado los acontecimientos que estaban por realizarse. Pero tal no fue su actitud, y fueron hombres más humildes los que proclamaron el mensaje. Jesús había dicho: “Andad entre tanto que tenéis luz, para que no os sorprendan las tinieblas”. Juan 12:35. Los que se apartan de la luz que Dios les ha dado, o no la procuran cuando está a su alcance, son dejados en las tinieblas. Pero el Salvador dice también: “El que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”. Juan 8:12. Cualquiera que con rectitud de corazón trate de hacer la voluntad de Dios siguiendo atentamente la luz que ya le ha sido dada, recibirá aún más luz; a esa alma le será enviada alguna estrella de celestial resplandor para guiarla a la plenitud de la verdad.10Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 357, 358.

Sabbath School


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Comentarios Elena G.W para la Escuela Sabática https://ift.tt/lnq2u0P Se me reveló que el poder de Satanás se ejerce especialmente sobre los hijos de Dios. Muchos me fueron presentados en condición de duda y desesperación. Las enfermedades del cuerpo afectan la mente. Un enemigo astuto y poderoso acompaña nuestros pasos, y dedica su fuerza y habilidad a tratar de apartarnos del camino recto. Y demasiado a menudo sucede que los hijos de Dios no están en guardia y por lo tanto ignoran sus designios. Satanás obra por los medios que mejor le permiten ocultarse, y a menudo alcanza su objeto_(Testimonios para la iglesia_, t. 1, p. 274). Debemos apreciar y cultivar la fe acerca de la cual testificaron los profetas y los apóstoles, la fe que echa mano de las promesas de Dios y aguarda la liberación que ha de venir en el tiempo y de la manera que él señaló. La segura palabra profética tendrá su cumplimiento final en el glorioso advenimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, como Rey de reyes y Señor de señores. El tiempo de espera puede parecer largo; el alma puede estar oprimida por circunstancias desalentadoras; pueden caer al lado del camino muchos de aquellos en quienes se puso confianza; pero con el profeta que procuró alentar a Judá en un tiempo de apostasía sin parangón, declaremos con confianza: “Jehová está en su santo templo: calle delante de él toda la tierra”. Habacuc 2:20. Recordemos siempre el mensaje animador: “Aunque la visión tardará aún por tiempo, mas al fin hablará, y no mentirá: aunque se tardare, espéralo, que sin duda vendrá; no tardará… Mas el justo en su fe vivirá”. Vers. 3, 4 (_Profetas y reyes,_p. 286). La genuina conversión … nos enseñará a afirmar nuestra confianza en Aquel que es nuestra única esperanza. Por la conversión uniremos nuestra debilidad con la fortaleza de Dios, nuestra ignorancia con su sabiduría, nuestra indignidad con sus méritos, nuestra pobreza con sus ilimitadas riquezas, nuestro desamparo con su constante poder. Debemos investigar la Palabra de Dios, haciéndola una parte de nosotros mismos. Un espíritu de humildad, el espíritu de Cristo, nos ayudará a conocer a Aquel que nos ha llamado a la gloria y la virtud. Si entretejemos la verdad dentro del diario vivir, como debiéramos, avanzaríamos cada vez más alto, obteniendo una comprensión cada vez más clara de la revelación de Dios. Debiéramos ensalzarlo en cantos de alabanza. Por medio del salmista, Cristo declaró: “En medio de la congregación te alabaré”. Salmo 22:22. Su voz fue la nota tónica del universo. Su poder ilimitado, su inescrutable entendimiento, su admirable sacrificio por la raza humana nos ayuda a comprender el amor de Dios. Necesitamos individualmente tener a Cristo morando en el alma. Necesitamos abrir nuestras mentes y corazones a la morada del Espíritu de verdad. Necesitamos apreciar nuestros privilegios como poseedores de la verdad sagrada y elevadora. ¡Piensa en lo que esto significa para nosotros, herederos de Dios y coherederos con Cristo! (In Heavenly Places, p. 248; parcialmente en _En los lugares celestiales,_p. 250).
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¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374