Reflejemos a Jesús

Cuando las dolencias la asedien, confíe en Dios, 24 de septiembre Porque mi fortaleza y mi canción es JAH Jehová, quien ha sido salvación para mí. Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación. Isaías 12:2, 3. https://ift.tt/ylvOA3S Ahora que usted ya no puede mantenerse activa, y cuando las dolencias la asedian, todo lo que Dios requiere de usted es que confíe en El. Encomiende a El su alma como a un fiel Creador. Sus misericordias son seguras y su pacto es eterno. Bienaventurado es el hombre que espera en el Señor su Dios y que guarda la verdad para siempre. Que su mente se posesione de las promesas y que las retenga. Si usted no puede recordar rápidamente la abundante seguridad contenida en las preciosas promesas, escúchelas de los labios de otra persona. Qué plenitud, y qué amor y seguridad se encuentran en las siguientes palabras que proceden de los labios de Dios mismo, que proclaman su amor, su piedad y su interés en los hijos que constituyen su preocupación: “¡Jehová! ¡Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado”. Éxodo 34:6, 7. El Señor siente mucha compasión por los que sufren. ¿Qué pecados son demasiado grandes para que El no los perdone? Es misericordioso: por eso está infinitamente más dispuesto a perdonar que a condenar. Es benévolo y no busca el mal en nosotros; sabe de qué estamos hechos; recuerda que somos tan sólo polvo. En su ilimitada compasión y misericordia perdona todos nuestros yerros; nos ama abundantemente cuando aún somos pecadores; no nos priva de su luz sino que la hace brillar sobre nosotros por amor a Cristo. ¿Confiará usted... siempre en Jesús, que es su justicia? El amor de Dios es derramado abundantemente en su corazón por el Espíritu Santo, el cual le es dado benévolamente. Usted es una con Cristo. El le concederá su gracia para que usted sea paciente y confiada; le dará poder para vencer la impaciencia; confortará su corazón con su propio tierno Espíritu; vivificará su alma debilitada. Nos quedan tan sólo pocos días como peregrinos y extranjeros en este mundo, en busca de una patria mejor, la celestial. Nuestro hogar está en el cielo. Entonces, fortalezca la confianza de su alma en Dios. Deposite sobre El todas su cargas. Oh, cuántas veces su corazón ha sido conmovido por la hermosura del rostro del Salvador, se ha encantado por la belleza de su carácter y se ha subyugado al pensar en sus sufrimientos. Ahora El quiere que usted se apoye en El con todo su peso... “En aquel día dirás: Cantaré a ti, oh Jehová; pues aunque te enojaste contra mí, tu indignación se apartó, y me has consolado. He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré”. Isaías 12:1, 2.—Mensajes Selectos 2:264-266
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La Fe por la Cual Vivo

Cantando al recorrer la senda, 24 de septiembre Bienaventurado el pueblo que sabe aclamarte; andarán, oh Jehová, a la luz de tu rostro. Salmos 89:15. https://ift.tt/ewr0H6d “Así como los israelitas cuando andaban por el desierto alegraron su camino con la música del canto sagrado, Dios invita a sus hijos de hoy a alegrar por el mismo medio su vida de peregrinaje. Pocos medios hay más eficaces para grabar sus palabras en la memoria, que el de repetirlas en el canto. Y un canto tal tiene poder maravilloso. Tiene poder para subyugar naturalezas rudas e incultas; para avivar el pensamiento y despertar simpatía; para promover la armonía de acción. “Es uno de los medios más eficaces para grabar en el corazón la verdad espiritual. Cántense en el hogar cantos dulces y puros, y habrá menos palabras de censura, y más alegría, esperanza, y gozo.”—La Educación, 163. “Jesús ... expresaba su alegría cantando salmos e himnos celestiales. A menudo los moradores de Nazaret oían su voz que se elevaba en alabanza y agradecimiento a Dios. Mantenía su comunión con el cielo en el canto; y cuando sus compañeros se quejaban por el cansancio, eran alegrados por la dulce melodía que brotaba de sus labios.”—El Deseado de Todas las Gentes, 58. “El canto es un arma de que podemos siempre hacer uso contra el desaliento.”—El Ministerio de Curación, 241. “Aprendamos el canto de los ángeles ahora, para que podamos cantarlo cuando nos unamos a sus huestes resplandecientes.”—Historia de los Patriarcas y Profetas, 294. “La voz de agradecimiento, alabanza y regocijo se oye en el cielo. Las voces de los ángeles en los cielos se unen con las voces de los hijos de Dios en la tierra.”—Los Hechos de los Apóstoles, 187.
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El Cristo Triunfante

¿Escogerías a Jesús? 24 de septiembre “Pero vosotros tenéis la costumbre de que os suelte uno en la pascua. ¿Queréis, pues, que os suelte al Rey de los judíos?” Juan 18:39. https://ift.tt/7Zmzd4O A medida que pasa el tiempo el conflicto entre el Príncipe de la luz y el príncipe de la oscuridad no ha disminuido un ápice en su influencia... Con el fin de ayudarnos, Cristo enfrentó las sofisticadas tentaciones de Satanás para darnos un ejemplo y demostrarnos cómo podemos vencer al enemigo en el conflicto. Exhorta a sus seguidores, diciendo: “Confiad, yo he vencido al mundo”. Satanás ha hecho esfuerzos magistrales por perpetuar el pecado. Dispuso que todos los ejércitos del mal libraran una guerra, activa y desesperada, contra Cristo a fin de herir el corazón del Amor infinito. Sedujo al pueblo para que se inclinara ante los ídolos con el fin de alcanzar la supremacía en los reinos terrenales. Pensaba que ser el dios de este mundo era el primer paso que lo conduciría a ganar posesión del trono de Dios en el cielo. Y, en gran medida, tuvo éxito en sus planes. Cuando Jesús estuvo en la tierra, Satanás indujo a la gente para que rechazara al Hijo de Dios y eligiera a Barrabás, que en carácter representaba a Satanás, el dios de este mundo. El Señor Jesucristo vino para luchar con Satanás por haber usurpado los reinos del mundo. El conflicto no ha terminado todavía; y a medida que nos acercamos al fin del tiempo, la batalla crece en intensidad. A medida que se acerca la segunda aparición de nuestro Señor Jesucristo, instrumentos satánicos son impulsados desde abajo. Satanás no sólo aparecerá como un ser humano, sino que personificará a Jesucristo; y el mundo que ha rechazado la verdad lo recibirá como si fuera el Señor de señores y Rey de reyes. Ejercerá su poder e influirá sobre la imaginación humana. Corromperá tanto las mentes como los cuerpos de los hombres, y obrará mediante los hijos de desobediencia, fascinando y hechizando como lo hace una serpiente. ¡Qué espectáculo será el mundo para las inteligencias celestiales! ¡Qué espectáculo contemplará Dios, el Creador del mundo! La forma que tomó Satanás en el Edén cuando indujo a nuestros primeros padres que desobedecieran fue de un carácter como para dejar perpleja y confundida la mente. A medida que nos acerquemos al fin de la historia, procederá de una manera igualmente sutil. Empleará todo su poder engañador sobre los seres humanos para completar la obra de engañar a la familia humana. Tan engañoso será en su obra, que los hombres procederán en la misma forma en que lo hicieron en los días de Cristo. Y cuando se les pregunte: “¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás o a Jesús?”, el clamor casi universal será: “¡A Barrabás! ¡A Barrabás!” Y cuando se les presente la pregunta: “¿Qué, pues, queréis que haga del que llamáis Rey de los judíos?”, el clamor de nuevo será: “¡Crucifícale!”—Manuscrito 39, 1894.
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Dios nos Cuida

La batalla final, 24 de septiembre He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza. Apocalipsis 16:15. https://ift.tt/nhVgFf5 Un terrible conflicto está delante de nosotros. Nos acercamos a la batalla del gran día del Dios todopoderoso. Lo que está bajo control ahora, entonces quedará suelto. El ángel de la misericordia está plegando sus alas, preparándose para retirarse del trono de oro, para dejar el mundo bajo el dominio de Satanás, el rey que éste se ha escogido, asesino y destructor desde el principio. Los principados y potestades de la tierra están en amarga revuelta contra el Dios del cielo. Están llenos de odio contra todos los que sirven a Dios, y pronto, muy pronto, se librará la última gran batalla entre el bien y el mal. La tierra será el campo del combate: el escenario del final conflicto y de la victoria final. Aquí, donde por tanto tiempo Satanás ha dirigido a los hombres contra Dios, la rebelión será extirpada para siempre. Cristo vino a esta tierra en forma humana para poder ser el Capitán de nuestra salvación, de manera que no fuéramos vencidos por el poder de Satanás. Y cuando parecía que el enemigo estaba ganando victorias señaladas contra la justicia, Dios estaba obrando con misericordia y poder para contrarrestar sus designios. Decidido a borrar la imagen de Dios en el hombre, Satanás trabaja con intenso esfuerzo para ocultar al Señor. No obra abiertamente, sino en secreto, mezclando lo humano con lo divino, lo espurio con lo genuino, para tratar de introducir confusión y calamidades. Pero la misericordia divina se manifiesta con poder proporcional para contrarrestar esa obra impía, y para desenmascarar los ocultos propósitos del enemigo. El pueblo de Dios ha de dar un decidido testimonio en favor de la verdad, por medio de la pluma y la voz, para poner en evidencia los propósitos del Señor. Ha de proclamar de lugar en lugar el mensaje de la Palabra de Dios, para que los hombres y mujeres puedan comprender la verdad... Hay una consistencia innegable en la sana doctrina. No es un vapor que se disipa. La luz debe emanar de la Palabra de Dios. El Señor invita a su pueblo para que se acerque a él. Nadie debe interponerse entre él y su pueblo. Cristo está llamando a la puerta del corazón para solicitar entrada. ¿Lo dejarán entrar ustedes?
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Alza tus Ojos

La iglesia de Dios es un templo, 24 de septiembre Vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. 1 Pedro 2:5. https://ift.tt/a6eRpOJ El templo judío fue construído con piedras labradas sacadas de las montañas. Cada una había sido preparada para que encajara en su lugar en el templo, cortada, lustrada y probada antes de traerla a Jerusalén. Y cuando llegaba al terreno, el edificio crecía armoniosamente sin el sonido del hacha o el martillo. Este edificio representa el cuerpo espiritual de Dios, que se compone de material recogido entre todas las naciones, lenguas y pueblos; y de todo nivel: alto y bajo, rico y pobre, culto e indocto. No hay elementos inútiles que modelar con martillo y cincel. Son piedras vivas, extraídas de la cantera del mundo por la verdad; y el gran Arquitecto, el Señor del templo, está ahora labrándolas, lustrándolas y preparándolas para que ocupen sus respectivos lugares en el templo espiritual. Cuando esté terminado, será perfecto en todas sus partes, el objeto de admiración de los ángeles y los hombres, puesto que su constructor y hacedor es Dios. Que nadie piense que no necesita que caiga un golpe sobre él. No existe ninguna persona, ninguna nación que sea perfecta en toda costumbre o pensamiento. Uno debe aprender del otro. De allí que Dios desea que las diferentes nacionalidades se fusionen en discernimiento, sean una en propósito. Entonces la unión que existe en Cristo será ejemplificada. Casi tenía temor de venir a este país, puesto que había escuchado a muchos decir que las distintas nacionalidades de Europa eran singulares, y debían ser alcanzadas en una determinada forma. Pero la sabiduría del Señor se promete a los que sienten su necesidad y la piden. Dejemos que el Señor tome posesión de la mente y la moldeé como la arcilla en las manos del alfarero, y estas desavenencias no existirán. Miren a Jesús, hermanos, imiten su manera de ser y su espíritu, y no tendrán ningún problema para llegar a estas diversas clases. No tenemos seis modelos que seguir, tampoco cinco. Tenemos sólo uno: Cristo Jesús. Si el hermano italiano, el hermano francés y el hermano alemán tratan de ser semejantes a El, afirmarán sus pies sobre el mismo fundamento de verdad; el mismo Espíritu que mora en uno, morará en el otro: Cristo en ellos, la esperanza de gloria. Los exhorto, hermanos y hermanas, a no levantar un muro de separación entre las distintas nacionalidades. Por el contrario, procuren derribarlo dondequiera exista. Debemos esforzarnos por estar todos en la armonía que es en Jesús, trabajando por el único objetivo: la salvación de nuestros semejantes.—Manuscrito 135, del 24 de septiembre de 1885, “Unidad entre diferentes nacionalidades”, sermón predicado en Basilea, Suiza.
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¡Maranata: El Senor Viene!

Tiempo de angustia cual nunca fue, 24 de septiembre Aquellos días serán de tribulación cual nunca ha habido desde el principio de la creación que Dios creó, hasta este tiempo, ni la habrá. Marcos 13:19. https://ift.tt/wsBCzTS El tiempo de angustia cual nunca fue está próximo a caer sobre nosotros; y necesitaremos una experiencia que ahora no tenemos, y que muchos no se preocupan por obtener. A menudo ocurre que la angustia es mayor en la imaginación que en la realidad; pero no será así en la crisis que tenemos por delante. La descripción más vívida no logra dar idea de la magnitud de la prueba. Y ahora, mientras el precioso Salvador está haciendo una obra de expiación por nosotros, debemos procurar ser perfectos en Cristo. La providencia de Dios es la escuela en la que debemos aprender acerca de la mansedumbre y el amor de Jesús. Continuamente el Señor pone ante nosotros, no los caminos plácidos y fáciles que habríamos elegido, sino el verdadero propósito de la vida. Nadie puede descuidar o diferir esta obra sin poner su alma en el más terrible peligro. El apóstol Juan oyó en visión una potente voz en el cielo que exclamaba: “¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! Porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo”. Apocalipsis 12:12. Temibles son las escenas invocadas por esta exclamación de la voz celestial. La ira de Satanás aumenta a medida que su tiempo se acorta, y su obra de engaño y destrucción alcanza su culminación durante el tiempo de angustia. La longanimidad de Dios ha terminado. El mundo ha rechazado su misericordia, ha despreciado su amor y ha pisoteado su ley. Los pecadores han rebasado el límite del tiempo de gracia que les fue concedido, y el Señor les retira su protección, y los deja a merced del líder que han elegido. Satanás ejercerá su poder sobre todos los que se hayan entregado a su dominio, y sumergirá a los habitantes de la tierra en una gran angustia final. Cuando los ángeles de Dios dejen de retener los fieros vientos de las pasiones humanas, se desatarán todos los elementos de contienda. El mundo entero se verá envuelto en una ruina más terrible que la que cayó antiguamente sobre Jerusalén.72SP, 440, 441. [Pero] Satanás, con toda la hueste del mal, no puede destruir al más débil de los santos de Dios.73La Historia de Profetas y Reyes, 376.
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Entrada destacada

¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374