Hijos e Hijas de Dios


La obediencia pronta, 5 de febrero https://ift.tt/HmBsj9X Me apresuré y no me retardé en guardar tus mandamientos. Salmos 119:60. La obediencia a las leyes de Dios desarrolla en el hombre un carácter hermoso que está en armonía con todo lo puro, lo santo, y lo incontaminado. En la vida de tales hombres se revela el Evangelio de Cristo. Al aceptar la misericordia de Cristo y su sanamiento del poder del pecado, el hombre queda en correcta relación con Dios. Su vida, purificada de la vanidad y el egoísmo, se llena del amor del Padre. Su diaria obediencia a la ley del Señor le brinda un carácter que le asegura la vida eterna en el reino de Dios. En su vida terrenal el Salvador nos da ejemplo de la vida santificada que podemos poseer si dedicamos nuestros días a hacer el bien a las almas que necesitan nuestra ayuda. Es nuestro privilegio brindar alegría a los sufrientes, luz a los que están en tinieblas, y vida a los que perecen. El mensaje del Señor nos llega con estas palabras: “¿Por qué permanecéis todo el día ociosos? Trabajad mientras es de día; porque la noche viene cuando nadie puede obrar”. Cada palabra que hablemos, cada acto que realicemos, que propenda a la felicidad de los demás, propenderá a la nuestra también, y hará que nuestra vida sea semejante a la de Cristo. Nuestras diarias tareas debieran ser aceptadas con alegría y realizadas alegremente también. Nuestro deber más importante consiste en revelar mediante nuestras palabras y nuestro comportamiento una vida que manifieste los atributos del cielo. Se nos da la Palabra de vida para que la estudiemos y la practiquemos. Nuestros actos debieran estar en estricta conformidad con las leyes del reino de los cielos. Entonces el cielo podrá aprobar nuestra obra; y los talentos que empleemos en su servicio se multiplicarán para que seamos más útiles todavía.—Manuscrito 49, 1907.

Exaltad a Jesús


El amor de Dios expresado en la creación, exaltad a Jesús como el creador, 5 de febrero https://ift.tt/OhfEX4C Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Colosenses 1:16. “Dios es amor”. 1 Juan 4:16. Su naturaleza y su ley son amor... Cada manifestación del poder creador es una expresión del amor infinito. La soberanía de Dios encierra plenitud de bendiciones para todos los seres creados... La historia del gran conflicto entre el bien y el mal, desde que principió en el cielo hasta el final abatimiento de la rebelión y la total extirpación del pecado, es también una demostración del inmutable amor de Dios. El soberano del universo no estaba solo en su obra benéfica. Tuvo un compañero, un colaborador que podía apreciar sus designios, y que podía compartir su regocijo al brindar felicidad a los seres creados. “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios”. Juan 1:1-2. Cristo, el Verbo, el Unigénito de Dios, era uno solo con el Padre eterno, uno solo en naturaleza, en carácter y en propósitos; era el único ser que podía penetrar en todos los designios y fines de Dios. “Y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz”. Isaías 9:6... El Padre obró por medio de su Hijo en la creación de todos los seres celestiales. “Porque por él fueron creadas todas las cosas,... sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por él y para él”. Colosenses 1:16. Los ángeles son los ministros de Dios, que, irradiando la luz que constantemente dimana de la presencia de él y valiéndose de sus rápidas alas, se apresuran a ejecutar la voluntad de Dios. Pero el Hijo, el Ungido de Dios, “la misma imagen de su sustancia”, “el resplandor de su gloria” y sostenedor de “todas las cosas con la palabra de su potencia”, tiene la supremacía sobre todos ellos. Hebreos 1:3... Siendo la ley del amor el fundamento del gobierno de Dios, la felicidad de todos los seres inteligentes depende de su perfecto acuerdo con los grandes principios de justicia de esa ley. Dios desea de todas sus criaturas el servicio que nace del amor, de la comprensión y del aprecio de su carácter. No halla placer en una obediencia forzada, y otorga a todos libre albedrío para que puedan servirle voluntariamente. Mientras todos los seres creados reconocieron la lealtad del amor, hubo perfecta armonía en el universo de Dios. Cumplir los designios de su Creador era el gozo de las huestes celestiales. Se deleitaban en reflejar la gloria del Todopoderoso y en alabarle. Y su amor mutuo fue fiel y desinteresado mientras el amor de Dios fue supremo. No había nota discordante que perturbara las armonías celestiales.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 11-13.

En los Lugares Celestiales


Cristo, nuestro sacrificio y garantía, 5 de febrero https://ift.tt/AgKRZxJ Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados. 1 Pedro 2:24. Si estuvieras encarcelado por algún crimen que hubieras cometido, habiéndose pronunciado una sentencia de muerte contra ti, y viniere un amigo que te dijera: “Yo tomaré tu lugar y tú quedarás libre”, ¿no se llenaría tu corazón de gratitud por un amor tan abnegado? Cristo ha hecho infinitamente más que eso por nosotros. Estábamos perdidos; pesaba sobre nosotros la sentencia de muerte; y Cristo murió por nosotros y nos dio la libertad. Él dijo: “Llevaré sobre mí la culpa del pecador para que tenga otra oportunidad. Pondré a su alcance el poder que lo capacite para vencer en la lucha contra el mal”.—Manuscrito 11, 1885. Imaginémonos, si es posible, la naturaleza y el grado de los sufrimientos de Cristo. Este sufrimiento en la humanidad debía prevenir el derramamiento de la ira de Dios sobre todos aquellos por los cuales Cristo murió. Sí, para la iglesia este gran sacrificio será eficaz a través de la eternidad. ¿Podemos calcular en cifras la suma de sus transgresiones? Imposible. Entonces, ¿quién podrá aproximarse a una concepción de lo que Cristo soportó cuando tuvo que actuar como garantía por su iglesia, el único que podía padecer el castigo en favor del pecador sin ser consumido debido a su inocencia? ... En el sacrificio del unigénito Hijo de Dios se demuestra la tremenda gloria de la justicia y santidad divinas.—Manuscrito 6, 1897. Al empeñar su propia vida Cristo se hizo responsable por cada hombre y mujer de la tierra. Él está en la presencia de Dios diciendo: “Padre, yo tomo sobre mí la culpa de esa alma. Si ella tuviera que llevarla, eso significaría la muerte para ella. Si se arrepiente será perdonada. Mi sangre la limpiará de todo pecado. Yo di mi vida por los pecados del mundo”.—Manuscrito 127, 1899.

El Cristo Triunfante


La experiencia de Enoc puede ser nuestra, 5 de febrero https://ift.tt/0V6v72i “Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos”. Hebreos 2:11. De Enoc se ha escrito que vivió sesenta y cinco años y engendró un hijo. Luego, caminó con Dios por trescientos años. En el transcurso de estos primeros años, Enoc amó y temió a Dios y guardó sus mandamientos... Pero después del nacimiento de su primer hijo, alcanzó una experiencia superior, estableció una relación más estrecha con Dios. Así comprendió más plenamente cuáles eran sus obligaciones y responsabilidades como hijo de Dios... ¡Qué bendición que hayamos tenido un Enoc!... A pesar de la corrupción que lo rodeaba, caminó con Dios, y su luz refulgió en medio de una era degenerada. Y si Enoc caminó con Dios en medio de la corrupción de esos días, ¿por qué los hombres y mujeres de nuestros días no podrían hacer lo mismo? Muchos de nosotros sabemos algo de esta experiencia. Sabemos que en medio de la tristeza y la congoja nos sentimos débiles, pero también sabemos que Jesús está a nuestro lado, simpatiza con nosotros, y nos ayudará. Podemos mantener comunión con nuestro mejor Amigo, pues está a nuestro lado. No necesitamos ascender a los cielos para traerlo, él ya está aquí dispuesto a asistirnos. Mientras transitamos por las calles con aquellos que no se interesan por Dios, por el cielo o por las cosas celestiales, podemos hablarles de Jesús. Tenemos algo más precioso que ellos donde fijar nuestros ojos: en Jesús. Él está con nosotros en medio de la oscuridad moral que reina en estos días. Podemos contarle las aflicciones de nuestra alma y de la maldad del mundo, y nada de esto nos apartará del camino. Podemos hablar con Jesús. Podemos hablar con Jesús como Enoc habló con Dios, y le contaba al Señor sus pruebas... Enoc desarrolló un carácter recto y en consecuencia fue traspuesto al cielo sin ver la muerte. Cuando el Señor regrese por segunda vez, habrá algunos que serán traspuestos sin ver la muerte y deseamos saber si estaremos en ese grupo. Queremos saber si estaremos por completo del lado del Señor, siendo partícipes de la naturaleza divina, habiendo escapado a la corrupción que impera en el mundo por la concupiscencia, sin trazar nuestro trayecto en el que no tengamos que afrontar pruebas y dificultades, sino estableciendo una relación correcta con Dios y permitiendo que él se responsabilice de las consecuencias. Enoc era una luz que brillaba en el mundo de sus días y ¡cuánto se difundió su luz! La luz que Enoc reflejó del Cielo era amplia y profunda y hubo quienes anduvieron en la luz, fueron benditos en dicha luz, murieron bajo esa luz, y tendrán parte en la primera resurrección.—Manuscrito 83, 1886.

Dios nos Cuida


Iluminará toda la tierra, 5 de febrero https://ift.tt/DcXmlY3 Después de esto vi a otro ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria. Apocalipsis 18:1. Se acerca el fin de todas las cosas. Dios se acerca a cada entendimiento que se abre para recibir las impresiones de su Santo Espíritu. Está enviando mensajeros con la misión de amonestar cada localidad. Dios está poniendo a prueba la devoción de sus iglesias, y su disposición a obedecer las indicaciones del Espíritu. Aumentará el conocimiento. Se verá a los mensajeros del cielo que correrán de aquí para allá, tratando, por todos los medios posibles, de advertir a la gente respecto al juicio venidero, y de presentar las alegres nuevas de salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo. Se exaltará la norma de justicia. El Espíritu de Dios se acercará a los corazones de los hombres, y los que respondan a su influencia se convertirán en luces para el mundo. Por todas partes se los verá ir de un lado al otro para transmitir a los demás la luz que habrán recibido, tal como ocurría después del derramamiento del Espíritu Santo, en el día de Pentecostés. Y al dejar brillar su luz, recibirán cada vez más poder del Espíritu. La tierra se iluminará con la gloria de Dios. Este mensaje culminará con poder y fortaleza que excederán en mucho al clamor de medianoche. Los siervos de Dios, dotados de poder de lo alto, iluminados sus rostros, irradiando santa consagración, saldrán a proclamar el mensaje del cielo. Muchos alababan a Dios. Los enfermos eran sanados y se efectuaban otros milagros. Se advertía un espíritu de oración como lo hubo antes del gran día de Pentecostés. Veíase a centenares y miles de personas visitando las familias y explicándoles la Palabra de Dios. Los corazones eran convencidos por el poder del Espíritu Santo, y se manifestaba un espíritu de sincera conversión. En todas partes las puertas se abrían de par en par para la proclamación de la verdad. El mundo parecía iluminado por la influencia divina.

Conflicto y Valor


Dios desciende para ver, 5 de febrero https://ift.tt/vrX8z6V Génesis 11:1-9. Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra. Génesis 11:4. Durante algún tiempo, los descendientes de Noé continuaron habitando en las montañas donde el arca se había detenido. A medida que se multiplicaron, la apostasía no tardó en causar división entre ellos. Los que deseaban olvidar a su Creador y desechar las restricciones de su ley, tenían por constante molestia las enseñanzas y el ejemplo de sus piadosos compañeros; y después de un tiempo decidieron separarse de los que adoraban a Dios. Para lograr su fin, emigraron a la llanura de Sinar, que estaba a orillas del río Eufrates... Decidieron construir allí una ciudad, y en ella una torre de tan estupenda altura que fuera la maravilla del mundo... Los moradores de la llanura de Sinar no creyeron en el pacto de Dios que prometía no traer otro diluvio sobre la tierra. Muchos de ellos negaban la existencia de Dios, y atribuían el diluvio a la acción de causas naturales. Otros creían en un Ser supremo, que había destruido el mundo antediluviano; y sus corazones, como el de Caín, se rebelaban contra él. Uno de sus fines, al construir la torre, fue el de alcanzar seguridad si ocurría otro diluvio. Creyeron que, construyendo la torre hasta una altura mucho más elevada que la que habían alcanzado las aguas del diluvio, se hallarían fuera de toda posibilidad de peligro. Y al poder ascender a la región de las nubes, esperaban descubrir la causa del diluvio.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 111, 112. Hay constructores de torres en nuestros días. Los incrédulos formulan sus teorías sobre supuestas deducciones de la ciencia, y rechazan la palabra revelada de Dios... En el mundo que profesa ser cristiano, muchos se alejan de las claras enseñanzas de la Sagrada Escritura y construyen un credo fundado en especulaciones humanas y fábulas agradables: y señalan su torre como una manera de subir al cielo... El tiempo de la investigación de Dios ha llegado. El Altísimo descenderá para ver lo que los hijos de los hombres han construído. Su poder soberano se revelará; las obras del orgullo humano serán abatidas.—Ibid. 115, 116.

Cada Día con Dios


Innumerables bendiciones, 5 de febrero https://ift.tt/2AuVRZ7 Aguarda a Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera a Jehová. Salmos 27:14. Tenga buen ánimo, hermana mía. Un poco más, y ya veremos a Jesús. “No se turbe vuestro corazón -le dijo a sus discípulos-; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis”. Juan 14:1-3. Anime su corazón en el Señor. Me regocijo en las brillantes perspectivas del futuro y lo mismo puede hacer usted. Tengamos buen ánimo, y alabemos al Señor por su misericordia hacia los hijos de los hombres. No mire hacia el lado sombrío de las cosas. Tenga fe en Dios. Somos propiedad de Cristo; recordemos que nos ama y que es nuestro ayudador y nuestro Dios. Anoche estuve despierta mucho tiempo. Estaba perturbada y ansiosa, porque sé que muchos pasan por pruebas y tentaciones, y estaba buscando la manera de ayudarles a mirar a Jesús y consolar sus corazones con su amor. Pensaba: “¡Oh, si pudiera asirme de la mano de Cristo y escuchar su voz mientras estoy aquí despierta, orando por mí misma y mucho más por los que están pasando por tentaciones y pruebas!” No pude dormir después de la una. Me sentía muy apenada porque quería escribir hoy, y se me ocurría que no iba a poder hacerlo si no lograba dormir. Pero me levanté a las dos y me vestí, encendí el fuego y antes del desayuno escribí muchas páginas. He escrito muchas páginas después del desayuno también y no he sentido sueño en absoluto. Agradezcamos a Dios por cada favor; tratemos de ser cristianos resplandecientes. Voy a encomendar al cuidado del Señor las almas por las cuales me preocupo, temerosa de que no serán capaces de resistir hasta el fin. Lo que es divinamente verdadero brillará en medio de las tinieblas morales, porque la luz de Cristo lo ilumina. A él debemos constante alabanza y gratitud, porque somos guardados gracias a su poder por medio de la fe. No nos podemos guardar a nosotros mismos. Tenga buen ánimo. El Señor la ama y se compadece de todas sus debilidades. Con seguridad la fortalecerá y bendecirá con tal que confíe en él. El corazón del Dios infinito no se satisfaría con una bendición menor para los que aman a Jesús que la que proporciona a su propio Hijo.—Carta 57, del 5 de febrero de 1905, dirigida a la esposa del pastor A. J. Breed.

Alza tus Ojos


Tiempo de despertar, 5 de febrero https://ift.tt/Xo49TUu No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres. Velad debidamente, y no pequéis. 1 Corintios 15:33, 34. ¡Despierten, hermanos y hermanas, despierten! Proclamen el Evangelio en su sencillez. Escuchen lo que dice la Escritura como si de ello dependieran sus vidas. Es de la mayor importancia que escuchen correctamente, que purifiquen sus corazones del egoísmo, porque está en juego su bienestar eterno. ¿Están buscando la Perla de gran precio? ¿Se están precaviendo contra los engaños de Satanás? ¿O están listos para recibir las sugerencias de los que se han apartado de la fe, y dar oídos a espíritus seductores? La salvación de ustedes depende de su correcta manera de oír, y de recibir con humildad la Palabra injertada. ¿Se reconciliarán con Dios y obedecerán sus mandamientos, a fin de que puedan ser santificados en cuerpo, alma y espíritu? Han sido comprados por precio, por la muerte del unigénito Hijo de Dios. Sus corazones siguen latiendo. De esa pulsación depende su vida. Su latido es independiente de la voluntad de ustedes. Comen y duermen con indiferencia negligente. Pero el cuidado protector de Dios sobre ustedes es incesante. Controla el flujo y reflujo de la corriente vital. ¿Dónde está la gratitud que debiera levantarse de los labios humanos por su cuidado sustentador? ¿Dónde está el reconocimiento por su incesante desvelo?... ¡Despierten, despierten! Abandonen el orgullo y olviden su postura de indiferencia. Para ustedes, el tiempo de prueba ha llegado y deben tomar posiciones con Cristo o contra El. ¿De qué lado están? ¿Con el mundo o con Cristo? ¿Están recibiendo la verdad y preparándose para hablar en sazón a fin de atraer la atención de los descuidados e indiferentes? Dios demanda decididos cambios de actitud. La verdad que poseen es la Palabra del Dios viviente. ¿Qué están haciendo para cumplir con las demandas del Evangelio? ¿Es su mayor deseo conocer la voluntad de Aquel que se dio a sí mismo por ustedes en abnegación y sacrificio, a fin de que puedan llegar a ser hijos e hijas de Dios? ¿Están buscando despertar a las almas para que se interesen en las realidades eternas? Ahora es el momento en que ustedes deben aprender cómo trabajar fervorosa e inteligentemente en favor de la salvación de los que están a punto de perecer. No entren en componendas con los poderes de las tinieblas. Sepan cuáles son las demandas de la ley de Dios y obedézcanlas de corazón. Entonces sus vidas relucirán en medio de las tinieblas espirituales del mundo.—Carta 32, del 5 de febrero de 1907, dirigida a los miembros de iglesia en Melbourne, Australia, y sus alrededores.

A Fin de Conocerle


Ejércitos de niños misioneros, 5 de febrero https://ift.tt/wgnuAB0 Aun el muchacho es conocido por sus hechos, si su conducta fuere limpia y recta. Proverbios 20:11. Dios quiere que los niños y los jóvenes se unan al ejército del Señor... Al igual que los soldados de mayor edad, los niños tienen poderosas tentaciones que afrontar, a diestra y a siniestra. Satanás y sus legiones usarán de toda trampa posible para enredar a los jóvenes. Los niños tienen el privilegio de alistarse en el ejército del Señor, y procurar persuadir a otros de que se unan a sus filas. Los niños deben ser educados y preparados para Jesucristo. Deben ser preparados para resistir a la tentación y pelear la buena batalla de la fe. Dirigid su mente a Jesús tan pronto como puedan comprender vuestras lecciones con palabras sencillas, fáciles de entender. Enseñadles el dominio propio. Enseñadles a comenzar la obra de vencer cuando son jóvenes, y recibirán la preciosa ayuda que Jesús puede dar y dará junto con los esfuerzos de los padres que se unen en oración... Los padres deben mantener en la memoria los preciosos dichos de Cristo. Los niños repetirán las palabras que oigan con frecuencia en los labios de sus padres: en cuanto a Cristo, la fe y la verdad. Los niños pueden hablar preciosas verdades. Ejércitos enteros de niños pueden colocarse bajo la bandera de Cristo como misioneros... Nunca rechacéis el deseo de los niños de hacer algo para Jesús, el Maestro... Mantened su corazón tierno y sensible por vuestras propias palabras y ejemplo.—Manuscrito 55, 1895. Los ángeles de Dios están muy cerca de vuestros pequeñitos... Sean siempre el amor, la ternura, la paciencia y el dominio propio las leyes de vuestro hablar. El amor que triunfa ha de ser como las aguas profundas que siempre fluyen en la conducción de vuestros hijos. Durante toda su vida, Cristo ejecutó actos de amor y ternura para los niños.—The Review and Herald, 17 de mayo de 1898.

Adventech


Comentarios Elena G.W https://ift.tt/IXCkBHe El amante Jesús está listo para bendeciros abundantemente; pero necesitamos obtener experiencia en la fe, en la oración ferviente, y regocijarnos en el amor de Dios… Debemos estudiar las amonestaciones y correcciones que dio a su pueblo en tiempos pasados. No carecemos de luz. Sabemos qué obras debemos evitar, y qué requerimientos nos ha ordenado observar; así que si no procuramos saber y hacer lo correcto, es porque el obrar mal conviene más al corazón carnal que hacer el bien. Siempre habrá algunos sin fe, que esperarán ser llevados adelante por la fe de otros. No tienen conocimiento experimental de la verdad, y por consiguiente no han sentido su poder santificador en su propia alma. Incumbe a todo miembro de la iglesia escudriñar queda y diligentemente su propio corazón, y ver si su vida y carácter están en armonía con la gran norma de justicia divina (Testimonios para la iglesia, t. 5, p. 502). El gran adversario de Dios y enemigo del hombre se mantiene vigilante para encontrar una oportunidad de sorprendemos con la guardia baja. Jesús nos amonesta acerca de nuestro peligro y nos advierte contra el astuto enemigo. Repetidamente coloca delante de nosotros el deber de mantenemos siempre vigilantes y en oración, a fin de no caer en tentación. Crean en Jesús. Confíen en Jesús con una fe viviente y constante, y confíen en él para que los guarde y los salve. Están asidos de Uno que es poderoso para salvarlos, y por tanto tiempo como se sometan para ser conducidos por él, para aprender de él y confiar en él, los guardará sin caída. Y si se encarga de protegerlos, es una defensa segura (Alza tus ojos, p. 17). Cuando estamos preocupados, cuando estamos asediados por la tentación, cuando los sentimientos y los deseos del corazón natural luchan por obtener la victoria, deberíamos ofrecer oraciones fervientes, en todo tiempo, a nuestro Padre celestial en el nombre de Cristo; y esto hará que Jesús venga a nuestro socorro, para que, mediante su nombre poderoso y eficaz, podamos lograr la victoria y alejar a Satanás de nuestro lado. Pero no debemos halagarnos a nosotros mismos pensando en que estamos seguros mientras hacemos solo esfuerzos débiles en nuestro favor… Solamente en Dios tenemos ayuda. No deberíamos halagarnos pensando en que tenemos poder o sabiduría en nosotros mismos, porque nuestro poder es debilidad y nuestro juicio es necedad. Cristo venció al enemigo por nosotros, porque tuvo compasión de nuestra debilidad y sabía que seríamos vencidos y pereceríamos si él no acudía a nuestro socorro. Cubrió su divinidad con la humanidad, y así estuvo en condiciones de alcanzar al hombre con su brazo humano, mientras que con su brazo divino se aferraba al trono del Infinito (A fin de conocerle, pp. 267, 268).

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¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374