¡Maranata: El Senor Viene!

Una experiencia profunda y viviente, 30 de marzo https://ift.tt/mXNcG50 ¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron. Hebreos 2:3. Vi que no debemos retrasar la venida del Señor. Dijo el ángel: “Preparaos, preparaos, para lo que va a venir sobre la tierra. Correspondan vuestras obras a vuestra fe”. Vi que el ánimo debe apoyarse en Dios, que debemos ejercer nuestra influencia en favor de Dios y su verdad. No podemos honrar al Señor mientras seamos negligentes e indiferentes. No podemos glorificarle cuando estamos descorazonados. Debemos tener fervor para asegurar nuestra propia salvación, y para salvar a otros. Debemos conceder suma importancia a esto, y considerar secundario todo lo demás. Vi la belleza del cielo. Oí a los ángeles cantar sus himnos arrobadores, tributando alabanza, honra y gloria a Jesús. Pude entonces percibir vagamente el prodigioso amor del Hijo de Dios. El abandonó toda la gloria, toda la honra que se le tributaba en el cielo, y se interesó de tal manera en nuestra salvación que, con paciencia y mansedumbre, soportó toda injuria y escarnio que los hombres quisieron imponerle. Fue herido, azotado y afligido; se lo extendió sobre la cruz del Calvario, y sufrió la muerte más atroz para salvarnos de la muerte; para que pudiésemos ser lavados en su sangre, y resucitar para vivir con él en las mansiones que está preparando, donde disfrutaremos la luz y la gloria del cielo, y oiremos cantar a los ángeles y cantaremos con ellos. Vi que todo el cielo se interesaba en nuestra salvación; y ¿habremos de ser nosotros indiferentes? ¿Seremos negligentes como si fuese asunto de poca monta el que seamos salvos o perdidos? ¿Despreciaremos el sacrificio que fue hecho por nosotros? ... Se nos ha dado un libro para que guíe nuestros pies a través de los peligros de este oscuro mundo hasta el cielo. Sus páginas nos dicen cómo podemos escapar de la ira de Dios, y también nos hablan de los sufrimientos de Cristo por nosotros, y del gran sacrificio que hizo para que pudiéramos ser salvos y disfrutar de la presencia de Dios para siempre. Una forma de piedad no salvará a nadie. Todos deben tener una experiencia profunda y viva. Esto es lo único que los salvará en el tiempo de angustia.61Joyas de los Testimonios 1:24-26.
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A Fin de Conocerle

Cómo gozar del cielo, 30 de marzo https://ift.tt/Ddr9W3h Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia. 2 Pedro 1:4. El designio de Dios al darnos ricas promesas es presentado por el apóstol Pedro, para que, seamos “participantes de la naturaleza divina...” Nuestras apetencias terrenales y mundanales deben ser transformadas a semejanza de las divinas y celestiales. El cielo no sería cielo para usted ni para mí si nuestros gustos, meditaciones y nuestro temperamento no fueran como los de Cristo. Las puras y celestiales mansiones que Cristo ha ido a preparar para sus hijos son tales que solo los redimidos pueden apreciarlas habiendo sido hechos idóneos para ellas por la obra interna de la gracia en su corazón. Podría describirle las bienaventuranzas del cielo, las coronas preparadas para los vencedores, el lino blanco que es la justicia de Cristo, las palmas de victoria y las arpas de oro. Pero solamente esto no haría del cielo un lugar de bendición para ninguno de nosotros. Sin ninguna de esas cosas, si tenemos caracteres puros y santos, estaríamos felices porque tendríamos a Jesús y su amor. La pureza, la inocencia y la conformidad con el carácter de Cristo harán que el cielo sea deseable. Todas las facultades se fortalecerán en forma de un todo armonioso. La bendición perfecta solo puede morar en el corazón donde Cristo reina supremo. Cristo vino a nuestro mundo para morir, el Justo por los injustos... para que pudiera elevar y ennoblecer a hombres y mujeres y estampar sobre ellos su divina imagen.—Carta 4, 1885. No necesitamos retener una sola tendencia pecaminosa... Al participar de la naturaleza divina, las malas tendencias, hereditarias y cultivadas, son eliminadas del carácter y somos convertidos en un poder viviente para el bien.—The Review and Herald, 24 de abril de 1900.
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En los Lugares Celestiales

Alabando a Dios ante el mundo, 30 de marzo https://ift.tt/RF16845 Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. Hebreos 13:15. Necesitamos ofrecer alabanza y acción de gracias a Dios, no solamente en la congregación, sino en la vida del hogar. Las voces de su heredad refieran las obras del Señor. Hablen de su bondad, digan de su poder... Nos sentimos deprimidos, grandemente deprimidos, cuando vemos el mundo y su maldad. El mundo que se llama cristiano está envuelto en las tinieblas que cubren la tierra. Lloramos y nos lamentamos por las abominaciones que se hacen en la tierra. ¿Por qué toda esta maldad no estalla en una decidida violencia contra la justicia y la verdad? Es porque los cuatro ángeles están reteniendo los cuatro vientos, para que no soplen sobre la tierra. Pero las pasiones humanas están llegando al clímax, y el Espíritu del Señor se está retirando de la tierra. Si no fuera porque Dios ha ordenado a los agentes angélicos controlar a los agentes satánicos que están tratando de desatarse y de destruir, no habría esperanza. Pero los vientos han de ser contenidos hasta que los siervos de Dios sean sellados en sus frentes... Entre las tinieblas morales debe brillar la luz en rayos claros y distintos... Pero cada alma tiene que volver su rostro hacia la luz para poder reflejarla. Necesitamos alabar a Dios mucho más de lo que lo hacemos. Debemos mostrar que tenemos motivos de regocijo. “Vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable”. 1 Pedro 2:9. ¿Estamos haciendo esto tan plenamente como debiéramos? ¿Estamos revelando en el hogar ese amor que honrará y glorificará a nuestro Redentor? Por más negras que sean las nubes que envuelven al mundo en este tiempo, más allá está la luz.—Manuscrito 120, 1898.
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Hijos e Hijas de Dios

Pablo, ciego, pudo ver a Cristo, 30 de marzo https://ift.tt/jnGtBYQ Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo. Hechos 9:17. A las puertas de Damasco, la visión del Crucificado cambió todo el curso de su vida [de Pablo]. El perseguidor se convirtió en discípulo, el maestro en alumno. Los días de oscuridad pasados en la soledad, en Damasco, fueron como años para su vida. Su estudio lo constituían las Escrituras del Antiguo Testamento, atesoradas en su memoria, y Cristo era su Maestro. También fue para él una escuela la soledad de la naturaleza. Fue al desierto de Arabia para estudiar las Escrituras y aprender de Dios. Limpió su alma de los prejuicios y las tradiciones que habían amoldado su vida y recibió instrucción de la Fuente de verdad. Su vida ulterior fue inspirada por el principio de la abnegación, el ministerio del amor. “Deudor soy—dijo—a los griegos y también a los bárbaros, a los sabios y también a los ignorantes”... Al par que poseía altas dotes intelectuales, Pablo revelaba en su vida el poder de una sabiduría aún más rara. Sus enseñanzas, ejemplificadas por su vida, revelan principios de la más profunda significación, que eran ignorados por los grandes espíritus de su tiempo. Poseía la más elevada de todas las sabidurías que da una pronta perspicacia y cordial simpatía, que relaciona al hombre con los hombres, y lo capacita para despertar la naturaleza mejor de sus semejantes e inspirarlos a vivir una vida más elevada... “Siendo vilipendiados—dijo—, bendecimos; siendo perseguidos, lo sufrimos; siendo infamados, rogamos”, “como pesarosos, mas siempre gozosos; como pobres, mas enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, y sin embargo poseyendo todas las cosas”.—La Educación, 61-64.
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La Maravillosa Gracia de Dios

Soberanía suprema, 30 de marzo https://ift.tt/CMHuGVb Los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Gálatas 5:24. Se nos ordena que crucifiquemos la carne, con los afectos y las concupiscencias. ¿Cómo lo haremos? ¿Infligiremos dolor al cuerpo? No, pero daremos muerte a la tentación a pecar. Debe expulsarse el pensamiento corrompido. Todo intento debe someterse al cautiverio de Jesucristo... El amor de Dios debe reinar supremo; Cristo debe ocupar un trono indiviso. Nuestros cuerpos deben ser considerados como su posesión adquirida. Los miembros del cuerpo han de llegar a ser los instrumentos de la justicia.—Los Hechos de los Apóstoles, 112. Hay dos reinos en este mundo, el reino de Cristo y el reino de Satanás. Cada uno de nosotros pertenece a uno u otro de esos reinos. En su maravillosa oración en favor de sus discípulos, Cristo dijo: “No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo”. Juan 17:15-18. No es la voluntad de Dios que nos aislemos del mundo. Pero mientras estamos en el mundo debemos santificarnos para Dios. No debemos amoldarnos al mundo. Debemos estar en el mundo como una influencia correctora, como la sal que conserva su sabor. En medio de una generación impía, impura e idólatra, debemos ser puros y santos, poniendo de manifiesto que la gracia de Cristo es poderosa para restaurar en el hombre la semejanza divina. Debemos ejercer una influencia salvadora sobre el mundo... El mundo se ha convertido en un lazareto de pecado, en una masa de corrupción... No debemos practicar sus métodos ni seguir sus costumbres. Debemos resistir continuamente sus principios relajados... Se le otorga al hombre la bendición de la gracia para que el universo celestial y los mundos no caídos puedan ver como no podrían hacerlo de otro modo la perfección del carácter de Cristo.—Counsels on Health, 591-593.
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Nuestra Elevada Vocacion

Resistiendo con éxito, 30 de marzo https://ift.tt/z1rpV9R Someteos pues a Dios; resistid al diablo, y de vosotros huirá. Santiago 4:7. Hay quienes se exponen temerariamente al peligro y a las tentaciones, y se requeriría un milagro de Dios para sacarlos sin daño y sin contaminación. Esos son actos presuntuosos que no agradan a Dios. La tentación que Satanás presentó al Salvador del mundo, de arrojarse desde el pináculo del templo, fué firmemente enfrentada y resistida. El archienemigo citó una promesa de Dios, de seguridad, para que Cristo pudiera hacer eso seguramente, confiando en la promesa. Jesús hizo frente a esa tentación con las Escrituras: “Escrito está, no tentarás al Señor tu Dios”. Mateo 4:7. De la misma manera, Satanás insta a los hombres a ir a lugares a los que Dios no quiere que vayan, presentándoles las Escrituras para justificar sus sugerencias. Las preciosas promesas de Dios, no son dadas para fortalecer al hombre en una conducta presuntuosa, o para hacerlo confiar cuando se lanza innecesariamente al peligro. ... Como hijos de Dios, se nos pide que mantengamos la consecuencia de nuestro carácter cristiano. Debemos ejercer prudencia, precaución y humildad, y andar con cautela junto a aquellos que no las tienen. Pero en ningún caso hemos de abandonar los principios. Nuestra única seguridad consiste en no dar lugar al mal; porque sus sugerencias y propósitos siempre nos dañarán, e impedirán que confiemos en Dios. Satanás se transforma en un ángel de pureza, para poder, mediante sus especiosas tentaciones, introducir sus artificios de tal manera, que no discernamos sus trampas. Cuanto más cedamos, tanto más poderosos serán sus engaños. No es seguro discutir o parlamentar con él. Por cada ventaja que le demos al enemigo, él pedirá más. Nuestra única seguridad consiste en rechazar firmemente la primera insinuación a la presunción. A través de los méritos de Cristo, Dios nos ha dado gracia suficiente para resistir a Satanás, y ser más que vencedores. La resistencia es el éxito. “Resistid al diablo, y de vosotros huirá”. La resistencia debe ser firme y constante. Perdemos todo lo que ganamos si resistimos hoy para ceder mañana.—The Review and Herald, 8 de abril de 1880.
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Recibiréis Poder

Dependencia, 30 de marzo https://ift.tt/Zlm2oT5 No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Filipenses 3:12. En la etapa del primer amor, la vida cristiana se caracteriza por la sencillez y lozanía; pero en la medida en que las oportunidades se multiplican, la experiencia y el conocimiento tendrían que aumentar. Es necesario fortalecerse para asumir responsabilidades, y la madurez debe estar en proporción a los privilegios... A menos que a cada instante dependamos de Jesús, el aumento del conocimiento y de los privilegios pueden fortalecer el yo y la justicia propia. La juventud cristiana estará en peligro de olvidar que habiendo sido el Señor el que comenzó en ellos la buena obra, él mismo es el que debe también concluirla. Es indispensable renunciar a todo mérito personal, y confiar completamente en los de Aquel que es demasiado sabio para equivocarse. Por sí mismo el nombre no puede hacer nada bueno. Jesús dijo: “Separados de mí nada podéis hacer”. Juan 15:5. El creyente debe permanecer en Dios. Todo el cielo se vació en el don de Cristo, y por intermedio de Jesús se promete el Espíritu Santo a los creyentes. El Señor dijo a sus discípulos: “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho”. Juan 14:26. Además del perdón, y el arrepentimiento, Cristo también ofrece al creyente la constante ayuda del Espíritu Santo. En el crecimiento de la semilla, el hombre no puede ver los agentes invisibles que llevan a la planta al desarrollo perfecto habiendo sido primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga. Aunque tierno en la fe, usted puede tener la certeza de que pasó de muerte a vida y, como resultado, aparecerán los frutos del Espíritu. Si crece en fe, en la esperanza y el amor, puede saber que su visión espiritual ha sido aclarada. Si le place reflexionar en el plan de la salvación y en las gloriosas manifestaciones del carácter divino, y si como resultado de reflexionar en el amor Dios su corazón brilla por efecto del agradecimiento y la felicidad, puede estar seguro que ha sido iluminado por los rayos del Espíritu Santo y que los agentes celestiales están educando su carácter y elevándolo a la madurez de la vida cristiana.—The Signs of the Times, 27 de marzo de 1893.
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Reflejemos a Jesús

Sin Jesús nada podemos hacer, 30 de marzo https://ift.tt/EoerMzC Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención. 1 Corintios 1:30. Muchos piensan que es imposible amar al prójimo como a sí mismos; pero ese amor es sólo el fruto genuino del cristianismo. Amar a otros es vestirse del Señor Jesucristo; es caminar y obrar como viendo el mundo invisible. Debemos por ello mirar continuamente a Jesús, el autor y consumador de la fe. La solemne advertencia que se dio al necio hombre rico, debiera ser suficiente para todos los hombres hasta el fin del tiempo. El Señor dio lección tras lección para apartar a todos del egoísmo y establecer estrechos lazos de compañerismo y hermandad entre los hombres. El deseaba que los corazones de los creyentes estuvieran estrechamente entretejidos con fuertes lazos de simpatía para que pudiera haber unidad en El. Juntos han de regocijarse en la esperanza de la gloria de Dios, esperando la vida eterna por la virtud de Jesucristo. Si Cristo mora en el corazón, su amor se difundirá a otros y unirá corazón con corazón. La gracia de Cristo debe ser el único apoyo del cristiano, y cuando lo es, amará a sus hermanos corno Cristo lo ama a él. Entonces podrá decir: “Ven”, y buscará y atraerá a las almas, instándolas a reconciliarse con Dios. Su influencia será más y más decidida, y dedicará su vida a Cristo, quien fue crucificado por él. Donde se ha perfeccionado el amor, se guarda la ley y el yo no encuentra lugar. Los que aman a Dios en forma suprema trabajan, sufren y viven para quien dio su vida por ellos. Podemos guardar la ley sólo apropiándonos de la justicia de Cristo. Cristo dice: “Separados de mí nada podéis hacer”Juan 15:5. Cuando recibimos el don celestial, la justicia de Cristo, encontraremos que se ha provisto para nosotros la gracia de Cristo, y que los recursos humanos son impotentes. Jesús dio el Espíritu Santo en medida abundante para las grandes emergencias, para ayudarnos en nuestras debilidades, para darnos fuerte consolación, para iluminar nuestras mentes, y para purificar y ennoblecer nuestros corazones. Cristo llega a ser para nosotros sabiduría, justificación, santificación y redención. Del principio al fin de la vida del cristiano no se puede dar un paso con éxito sin Cristo. El envió su Espíritu para estar con nosotros constantemente, y si confiamos en Cristo hasta lo sumo, entregándole nuestra voluntad, podremos seguirlo por dondequiera que vaya.—The Review and Herald, 26 de junio de 1894. El Espíritu Santo obrará en todo corazón susceptible a su santa influencia. La justicia de Cristo irá delante de los tales, y la gloria de Jehová será su retaguardia.—Carta 192, 1902.
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Ser Semejante a Jesús

Nuestro servicio debe tener la aprobación del cielo, 30 de marzo https://ift.tt/VRyeXhC Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro? Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas. Lucas 16:12, 13. Hay muchos que profesan ser cristianos y no están unidos con Cristo. Su vida diaria y su espíritu dan testimonio de que Cristo, la esperanza de la gloria, no mora en ellos. No se puede depender de ellos, ni confiar en ellos. Están ansiosos por reducir su servicio al mínimo de esfuerzo y al mismo tiempo obtener el máximo de salario. El nombre “siervo” se aplica a toda persona, pues todos lo somos, y nos convendrá ver a qué molde nos conformamos. ¿Es al de la infidelidad o al de la fidelidad? ¿Están los siervos generalmente dispuestos a hacer todo lo que pueden? ¿No es más bien costumbre prevaleciente deslizarse por el trabajo tan rápida y fácilmente como sea posible y obtener el salario al menos costo posible? El fin no es ser tan cabal como se pueda, sino obtener una remuneración. Los que profesan ser siervos de Cristo no deberían olvidar el precepto del apóstol Pablo: “Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios. Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís”. Colosenses 3:22-24. Los que entran en la obra como “siervos del ojo” hallarán que su trabajo no puede resistir la inspección de los mortales o de los ángeles. Lo esencial para el éxito en el trabajo es el conocimiento de Cristo; pues este conocimiento dará sanos principios de rectitud, e impartirá un espíritu noble, abnegado, como el de nuestro Salvador a quien profesamos servir. La fidelidad, la economía, el cuidado y la prolijidad debieran caracterizar todo nuestro trabajo, ya sea en la cocina, el taller, las oficinas de las casas editoras, el sanatorio, el colegio o dondequiera estemos ubicados en la viña del Señor. “El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto”. Lucas 16:10.—Mensajes para los Jóvenes, 227, 228.
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La Fe por la Cual Vivo

Orando por una experiencia más rica, 30 de marzo https://ift.tt/g2cIDlY Por el camino de tus mandamientos correré cuando ensanchares mi corazón. Salmos 119:32. “El Dios del cielo ha pronunciado una bendición sobre los que guardan sus mandamientos. ¿Permaneceremos como el pueblo peculiar de Dios, o pisotearemos su santa ley y diremos que está abrogada? Con el mismo derecho podríamos decir que Dios se ha anulado a sí mismo.”—The S.D.A. Bible Commentary 1:1104. “Su ley es eco de su propia voz, que dirige a todos la invitación: ‘Sube más arriba. Sé santo, cada vez más santo.’ Cada día podemos adelantar en la perfección del carácter cristiano.”—El Ministerio de Curación, 488. “Así como las estrellas nos hablan de una gran luz en el cielo, con cuya gloria resplandecen, así también los cristianos deben mostrar que hay en el trono del universo un Dios digno de alabanza e imitación. La gracia de su Espíritu, su pureza y santidad, se manifestarán en sus testigos.”—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 529, 530. “Los rayos brillantes de la luz celestial están alumbrando tu sendero, querido joven, y te ruego que saques el mayor provecho de tus oportunidades. Recibe y aprecia cada rayo enviado del cielo, y tu senda aumentará en brillo hasta el día perfecto.”—Mensajes para los Jóvenes, 29. “Necesitamos de continuo nueva revelación de Cristo, una experiencia diaria que armonice con sus enseñanzas. Altos y santos resultados están a nuestro alcance. El propósito de Dios para nosotros es que progresemos siempre en conocimiento y virtud.”—El Ministerio de Curación, 488. “Obtenemos fuerza caminando en la luz, de tal modo que recibamos energía para andar en la senda de los mandamientos de Dios. Podemos obtener aumento de fortaleza a cada paso que demos hacia el cielo.”—Testimonies for the Church 3:436.
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Entrada destacada

¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374