En los Lugares Celestiales


En los Lugares Celestiales
Cristo accesible mediante su espíritu, 26 de noviembre https://ift.tt/DY5kHM1 Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuere, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. Juan 16:7. Cristo dijo: “Os conviene que yo me vaya”. Nadie podría entonces tener ventaja alguna debido a su situación o su contacto personal con Cristo. Espiritualmente, el Salvador sería accesible a todos y en este sentido estaría más cerca de nosotros que si no hubiese ascendido a lo alto. Ahora todos serían igualmente favorecidos al contemplarlo a él y reflejar su carácter. El ojo de la fe lo ve a él siempre presente, en toda su bondad, gracia, paciencia, cortesía y amor, atributos espirituales y divinos. Y a medida que lo contemplamos, somos transformados a su semejanza.—The Review and Herald, 5 de diciembre de 1912. Para cualquiera de nosotros es imposible que obremos este cambio por nuestro propio poder o nuestros esfuerzos. El Espíritu Santo, el Consolador, el que Jesús dijo que enviaría al mundo, es el que transforma nuestro carácter a la imagen de Cristo; y cuando esto se realiza reflejamos, como un espejo, la gloria del Señor. Es decir, que el carácter de quien así contempla a Cristo es tan semejante al de él, que quien lo observe ve el carácter de Cristo brillando como en un espejo. Sin que lo notemos, somos cambiados día tras día de nuestros caminos y voluntad, a los caminos y voluntad de Cristo, en la hermosura de su carácter. Así crecemos en Cristo e inconscientemente reflejamos su imagen... Enoc tuvo al Señor siempre ante sí y la Palabra inspirada dice que “caminó con Dios”. Hizo de Cristo su compañero permanente. Estaba en el mundo y realizó sus tareas en el mundo; pero estuvo siempre bajo la influencia de Jesús. Reflejó el carácter de Cristo, manifestando las mismas cualidades en la bondad, la misericordia, la tierna compasión, la simpatía, la paciencia, la humildad, la mansedumbre y el amor.—Ibid.
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En los Lugares Celestiales


Cristo accesible mediante su espíritu, 26 de noviembre https://ift.tt/DY5kHM1 Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuere, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. Juan 16:7. Cristo dijo: “Os conviene que yo me vaya”. Nadie podría entonces tener ventaja alguna debido a su situación o su contacto personal con Cristo. Espiritualmente, el Salvador sería accesible a todos y en este sentido estaría más cerca de nosotros que si no hubiese ascendido a lo alto. Ahora todos serían igualmente favorecidos al contemplarlo a él y reflejar su carácter. El ojo de la fe lo ve a él siempre presente, en toda su bondad, gracia, paciencia, cortesía y amor, atributos espirituales y divinos. Y a medida que lo contemplamos, somos transformados a su semejanza.—The Review and Herald, 5 de diciembre de 1912. Para cualquiera de nosotros es imposible que obremos este cambio por nuestro propio poder o nuestros esfuerzos. El Espíritu Santo, el Consolador, el que Jesús dijo que enviaría al mundo, es el que transforma nuestro carácter a la imagen de Cristo; y cuando esto se realiza reflejamos, como un espejo, la gloria del Señor. Es decir, que el carácter de quien así contempla a Cristo es tan semejante al de él, que quien lo observe ve el carácter de Cristo brillando como en un espejo. Sin que lo notemos, somos cambiados día tras día de nuestros caminos y voluntad, a los caminos y voluntad de Cristo, en la hermosura de su carácter. Así crecemos en Cristo e inconscientemente reflejamos su imagen... Enoc tuvo al Señor siempre ante sí y la Palabra inspirada dice que “caminó con Dios”. Hizo de Cristo su compañero permanente. Estaba en el mundo y realizó sus tareas en el mundo; pero estuvo siempre bajo la influencia de Jesús. Reflejó el carácter de Cristo, manifestando las mismas cualidades en la bondad, la misericordia, la tierna compasión, la simpatía, la paciencia, la humildad, la mansedumbre y el amor.—Ibid.

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Cristo accesible mediante su espíritu, 26 de noviembre https://ift.tt/DY5kHM1 Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuere, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. Juan 16:7. Cristo dijo: “Os conviene que yo me vaya”. Nadie podría entonces tener ventaja alguna debido a su situación o su contacto personal con Cristo. Espiritualmente, el Salvador sería accesible a todos y en este sentido estaría más cerca de nosotros que si no hubiese ascendido a lo alto. Ahora todos serían igualmente favorecidos al contemplarlo a él y reflejar su carácter. El ojo de la fe lo ve a él siempre presente, en toda su bondad, gracia, paciencia, cortesía y amor, atributos espirituales y divinos. Y a medida que lo contemplamos, somos transformados a su semejanza.—The Review and Herald, 5 de diciembre de 1912. Para cualquiera de nosotros es imposible que obremos este cambio por nuestro propio poder o nuestros esfuerzos. El Espíritu Santo, el Consolador, el que Jesús dijo que enviaría al mundo, es el que transforma nuestro carácter a la imagen de Cristo; y cuando esto se realiza reflejamos, como un espejo, la gloria del Señor. Es decir, que el carácter de quien así contempla a Cristo es tan semejante al de él, que quien lo observe ve el carácter de Cristo brillando como en un espejo. Sin que lo notemos, somos cambiados día tras día de nuestros caminos y voluntad, a los caminos y voluntad de Cristo, en la hermosura de su carácter. Así crecemos en Cristo e inconscientemente reflejamos su imagen... Enoc tuvo al Señor siempre ante sí y la Palabra inspirada dice que “caminó con Dios”. Hizo de Cristo su compañero permanente. Estaba en el mundo y realizó sus tareas en el mundo; pero estuvo siempre bajo la influencia de Jesús. Reflejó el carácter de Cristo, manifestando las mismas cualidades en la bondad, la misericordia, la tierna compasión, la simpatía, la paciencia, la humildad, la mansedumbre y el amor.—Ibid.

El Cristo Triunfante


El testimonio de Guillermo Miller, 26 de noviembre https://ift.tt/mKQXokO “Que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos”. 2 Corintios 4:8, 9. Guillermo Miller había perturbado el reino de Satanás y el archienemigo no sólo intentó neutralizar el efecto de ese mensaje sino destruir al mensajero. Cuando el Padre Miller hizo una aplicación práctica de la verdad de las Escrituras en los corazones de los oyentes, la ira de los profesos cristianos se encendió contra él, así como el de los judíos contra Cristo y los apóstoles. Los miembros de la Iglesia avivaron a las clases sociales más bajas y en varias ocasiones los enemigos hicieron planes de quitarle la vida cuando él abandonaba el lugar de las reuniones. Pero había santos ángeles en medio del gentío y uno de éstos, en forma de hombre, tomó del brazo a este siervo de Dios y lo condujo a salvo en medio de la turba. Su obra aún no había terminado y Satanás y sus emisarios tuvieron que reconocer que sus propósitos se habían frustrado. Si comparamos sus propias expectativas con respecto al efecto de su prédica con la forma como había sido recibida por el mundo religioso, Guillermo Miller dijo: “Es verdad, aunque no una sorpresa, que cuanto más nos relacionamos con la condición y la corrupción de la época actual... he encontrado una gran oposición desde el púlpito y de la prensa religiosa; y he sido un instrumento, a través de la predicación de la doctrina adventista, para manifestar que no pocos de nuestros docentes de teología no son otra cosa que infieles disfrazados... Ciertamente, vivimos tiempos singulares. Esperaba, por supuesto, que la doctrina de la pronta venida de Cristo habría de encontrar oposición entre los infieles, blasfemos, bebedores, jugadores y otros semejantes, pero no esperaba que los ministros del evangelio y los profesores de religión se hubieran de unir con personajes como los descritos anteriormente, en tiendas y lugares públicos, para ridiculizar la solemne doctrina de la segunda venida de Cristo...” Ahora, como en el tiempo de nuestro Salvador, las personas construyen sepulcros y exaltan a los profetas muertos, en tanto que persiguen a los mensajes vivientes del Altísimo. Guillermo Miller fue despreciado y odiado por los impíos y los incrédulos, pero su influencia y su labor fue una bendición para el mundo. Bajo su predicación, se convirtieron miles de pecadores y multitudes fueron guiadas al estudio de las Escrituras donde encontraron una gloria y una belleza que antes desconocían.—Spiritual Gifts 4:120, 121.

Dios nos Cuida


Jesús nos muestra cómo vivir, 26 de noviembre https://ift.tt/nQU9ym8 Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en él para vida eterna. 1 Timoteo 1:16. El Hijo unigénito del Dios infinito ha dejado, por sus palabras y por su ejemplo práctico, un modelo que hemos de copiar. Mediante sus palabras, Jesús nos ha educado para obedecer a Dios, y por su mismo ejemplo nos mostró cómo hacerlo. Esta es la obra que él quiere que cada hombre haga: obedecer inteligentemente a Dios, y por precepto y ejemplo enseñar a otros lo que deben hacer para ser hijos obedientes de Dios. Jesús contribuyó para que todo el mundo tenga un conocimiento inteligente de su misión. Vino a nuestro mundo a representar el carácter del Padre, y a medida que estudiamos la vida, las palabras y las obras de Cristo, somos auxiliados de toda forma en la educación de la obediencia a Dios; y a medida que reproducimos su ejemplo, nos transformamos en epístolas vivientes conocidas y leídas por todos. Somos agentes vivos que representan el carácter de Jesucristo ante el mundo. Cristo no sólo dio reglas explícitas para mostrarnos cómo podemos llegar a ser hijos obedientes, sino que también nos demostró en su vida y en su carácter cómo hacer las cosas que son justas y aceptables para Dios; por tanto, no hay excusa para que no hagamos lo que es agradable a sus ojos... El gran Maestro vino a este mundo para ponerse al frente de la humanidad, para así elevarla y santificarla por su obediencia santa a todo requisito divino, demostrando que es posible obedecer todos los mandamientos de Dios. Demostró que es posible la obediencia de toda la vida. Por eso dio al mundo, como el Padre nos lo dio a él, hombres elegidos y representativos, para que ejemplificaran en sus vidas la vida de Jesucristo. En él se hallaba el ideal perfecto. Cristo vino al mundo para revelar este ideal como el único y verdadero blanco de nuestros esfuerzos; para mostrar lo que todo ser humano debiera ser, lo que llegarían a ser, por medio de la morada de la Divinidad en la humanidad, todos los que lo recibieran. Vino a mostrar de qué manera deben ser educados los hombres como conviene a hijos de Dios; cómo deben practicar en la tierra los principios, y vivir la vida del cielo.

Dios nos Cuida


Dios nos Cuida
Jesús nos muestra cómo vivir, 26 de noviembre https://ift.tt/nQU9ym8 Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en él para vida eterna. 1 Timoteo 1:16. El Hijo unigénito del Dios infinito ha dejado, por sus palabras y por su ejemplo práctico, un modelo que hemos de copiar. Mediante sus palabras, Jesús nos ha educado para obedecer a Dios, y por su mismo ejemplo nos mostró cómo hacerlo. Esta es la obra que él quiere que cada hombre haga: obedecer inteligentemente a Dios, y por precepto y ejemplo enseñar a otros lo que deben hacer para ser hijos obedientes de Dios. Jesús contribuyó para que todo el mundo tenga un conocimiento inteligente de su misión. Vino a nuestro mundo a representar el carácter del Padre, y a medida que estudiamos la vida, las palabras y las obras de Cristo, somos auxiliados de toda forma en la educación de la obediencia a Dios; y a medida que reproducimos su ejemplo, nos transformamos en epístolas vivientes conocidas y leídas por todos. Somos agentes vivos que representan el carácter de Jesucristo ante el mundo. Cristo no sólo dio reglas explícitas para mostrarnos cómo podemos llegar a ser hijos obedientes, sino que también nos demostró en su vida y en su carácter cómo hacer las cosas que son justas y aceptables para Dios; por tanto, no hay excusa para que no hagamos lo que es agradable a sus ojos... El gran Maestro vino a este mundo para ponerse al frente de la humanidad, para así elevarla y santificarla por su obediencia santa a todo requisito divino, demostrando que es posible obedecer todos los mandamientos de Dios. Demostró que es posible la obediencia de toda la vida. Por eso dio al mundo, como el Padre nos lo dio a él, hombres elegidos y representativos, para que ejemplificaran en sus vidas la vida de Jesucristo. En él se hallaba el ideal perfecto. Cristo vino al mundo para revelar este ideal como el único y verdadero blanco de nuestros esfuerzos; para mostrar lo que todo ser humano debiera ser, lo que llegarían a ser, por medio de la morada de la Divinidad en la humanidad, todos los que lo recibieran. Vino a mostrar de qué manera deben ser educados los hombres como conviene a hijos de Dios; cómo deben practicar en la tierra los principios, y vivir la vida del cielo.
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Cada Día con Dios


Cada Día con Dios
La escuela de aquí y la del más allá, 26 de noviembre https://ift.tt/djgVYLG Crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio. Hebreos 6:6. Cada cual debe atender la invitación: “Venid a mí... y yo os haré descansar”. Mateo 11:28... El Señor Jesús ha pagado su inscripción. Todo lo que tiene que hacer es aprender de él. La cortesía cristiana que se estila en la escuela superior debe ser puesta en práctica en esta escuela inferior, tanto por los ancianos como por los jóvenes. Todos los que aprenden en la escuela de Cristo están siendo enseñados por agentes celestiales, y nunca deben olvidar que son un espectáculo para el mundo, los ángeles y los hombres. Tienen que representar a Cristo. Deben ayudarse mutuamente para ser dignos de admisión en la escuela superior. Tienen que ayudarse a ser puros y nobles, y a tener una idea correcta de lo que significa ser hijos de Dios. Tienen que pronunciar palabras de ánimo. Tienen que levantar las manos cansadas y fortalecer las rodillas vacilantes. En todo corazón deben inscribirse estas palabras como por medio de un diamante: “A nada temo, salvo no saber en qué consiste mi deber, o dejar de hacerlo”. Vivimos en una época cuando debiéramos buscar al Señor fervorosamente... Los seres humanos podemos crucificar de nuevo al Señor de muchas maneras, y someterlo a oprobio. El culto de los negocios mundanos confunde de tal modo la mente que Satanás se introduce subrepticiamente y logra penetrar en ella en forma insidiosa. Dispone de muchas teorías para desviar a los que están predispuestos. Los conceptos erróneos acerca de Dios que sostiene el mundo son escepticismo disfrazado, y le preparan el camino al ateísmo. Muchos a menudo hieren el corazón de Cristo mediante sus palabras apresuradas y sus acciones egoístas. De ese modo Satanás trabaja sin descanso para inducirlos a la deslealtad. Cuando logra dominar las mentes, causa en ellas impresiones duraderas. Y las realidades eternas se desvanecen. El dominio propio, las palabras de amor y ternura, honran al Salvador. Los que pronuncian palabras bondadosas y amables, palabras pacificadoras, serán ricamente recompensados. Somos los ministros designados por Cristo, y debemos permitir que su Espíritu resplandezca mediante la mansedumbre y la humildad que hemos aprendido de él.—Carta 257, del 26 de noviembre de 1903, dirigida al Dr. J. H. Kellog.
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Conflicto y Valor


Ángeles protectores, 26 de noviembre Hechos 12:1-19. https://ift.tt/Q8L6RfG Entonces Pedro, volviendo en sí, dijo: Ahora entiendo verdaderamente que el Señor ha enviado su ángel, y me ha librado de la mano de Herodes. Hechos 12:11. Fue señalado el día de la ejecución de Pedro, pero las oraciones de los creyentes siguieron ascendiendo al cielo; y mientras que todas sus energías y simpatías se expresaban en fervientes pedidos de ayuda los ángeles de Dios velaban sobre el encarcelado apóstol... Herodes había tomado esta vez dobles precauciones. Para evitar toda posibilidad de que se lo libertase, se había puesto a Pedro bajo la custodia de dieciséis soldados que, en diversas guardias, cuidaban de él día y noche. En su celda, había sido colocado entre dos soldados, y estaba ligado por dos cadenas, aseguradas a la muñeca de ambos soldados. No podía moverse sin que ellos lo supieran. Manteniendo las puertas cerradas con toda seguridad y delante de ellas una fuerte guardia, se había eliminado toda oportunidad de escapar por medios humanos. Pero la situación extrema del hombre es la oportunidad de Dios... Herodes estaba alzando la mano contra el Omnipotente, y había de resultar totalmente derrotado... Un poderoso ángel es enviado del cielo para rescatar a Pedro... Los principados y las potestades de los cielos están contemplando la guerra que, en circunstancias aparentemente desalentadoras, están riñendo los siervos de Dios. Se verifican nuevas conquistas, se ganan nuevos honores a medida que los cristianos, congregándose en derredor del estandarte de su Redentor, salen a pelear la buena batalla de la fe. Todos los ángeles celestiales están al servicio de los humildes y creyentes hijos de Dios; y cuando el ejército de obreros canta aquí en la tierra sus himnos de alabanza, el coro celestial se une a él para tributar loor a Dios y a su Hijo... Cada verdadero hijo de Dios cuenta con la cooperación de los seres celestiales. Ejércitos invisibles de luz y poder acompañan a los mansos y humildes que creen y aceptan las promesas de Dios; hay a la diestra de Dios querubes y serafines, y ángeles poderosos en fortaleza, “son todos espíritus administradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de salud”. Los Hechos de los Apóstoles, 117, 118, 124, 125.

Cada Día con Dios


La escuela de aquí y la del más allá, 26 de noviembre https://ift.tt/djgVYLG Crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio. Hebreos 6:6. Cada cual debe atender la invitación: “Venid a mí... y yo os haré descansar”. Mateo 11:28... El Señor Jesús ha pagado su inscripción. Todo lo que tiene que hacer es aprender de él. La cortesía cristiana que se estila en la escuela superior debe ser puesta en práctica en esta escuela inferior, tanto por los ancianos como por los jóvenes. Todos los que aprenden en la escuela de Cristo están siendo enseñados por agentes celestiales, y nunca deben olvidar que son un espectáculo para el mundo, los ángeles y los hombres. Tienen que representar a Cristo. Deben ayudarse mutuamente para ser dignos de admisión en la escuela superior. Tienen que ayudarse a ser puros y nobles, y a tener una idea correcta de lo que significa ser hijos de Dios. Tienen que pronunciar palabras de ánimo. Tienen que levantar las manos cansadas y fortalecer las rodillas vacilantes. En todo corazón deben inscribirse estas palabras como por medio de un diamante: “A nada temo, salvo no saber en qué consiste mi deber, o dejar de hacerlo”. Vivimos en una época cuando debiéramos buscar al Señor fervorosamente... Los seres humanos podemos crucificar de nuevo al Señor de muchas maneras, y someterlo a oprobio. El culto de los negocios mundanos confunde de tal modo la mente que Satanás se introduce subrepticiamente y logra penetrar en ella en forma insidiosa. Dispone de muchas teorías para desviar a los que están predispuestos. Los conceptos erróneos acerca de Dios que sostiene el mundo son escepticismo disfrazado, y le preparan el camino al ateísmo. Muchos a menudo hieren el corazón de Cristo mediante sus palabras apresuradas y sus acciones egoístas. De ese modo Satanás trabaja sin descanso para inducirlos a la deslealtad. Cuando logra dominar las mentes, causa en ellas impresiones duraderas. Y las realidades eternas se desvanecen. El dominio propio, las palabras de amor y ternura, honran al Salvador. Los que pronuncian palabras bondadosas y amables, palabras pacificadoras, serán ricamente recompensados. Somos los ministros designados por Cristo, y debemos permitir que su Espíritu resplandezca mediante la mansedumbre y la humildad que hemos aprendido de él.—Carta 257, del 26 de noviembre de 1903, dirigida al Dr. J. H. Kellog.

Alza tus Ojos


Mientras se purifica el santuario, 26 de noviembre https://ift.tt/PRAHMVD Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fue formado dios, ni lo será después de mí. Isaías 43:10. Satanás está tentando constantemente a los hombres para desviarlos de la fidelidad y de la consumación de las obras esenciales de preparación para el gran evento que probará el alma de cada hombre. La obra en el Santuario celestial está avanzado. Jesús está purificando el Santuario. La obra en la tierra corresponde con la obra en el cielo. Los ángeles celestiales están trabajando constantemente para llamar la atención del hombre, el instrumento viviente, hacia la contemplación y la meditación en Jesús, para que mirando la perfección de Cristo sean impresionados por las imperfecciones de sus propios caracteres. Cristo... declaró que el Consolador prometido “testificará de mí”. Esta es la carga del mensaje para este tiempo... Hablen como Cristo habló. Trabajen como Cristo trabajó. Debemos mirar a Cristo y vivir. Al contemplar su hermosura, desearemos practicar sus virtudes y su justicia. Contemplando a Cristo somos transformados a su imagen, y renunciando a nosotros mismos al dar nuestros corazones completamente a Jesús para que su espíritu nos refine, ennoblezca y eleve, estaremos en comunión íntima con el mundo futuro, bañados por los rayos brillantes del Sol de Justicia. Nos alegramos con gozo inefable y glorioso. Entonces se nos encomienda que vayamos a otras ciudades y pueblos a llevar las buenas nuevas con los corazones encendidos del amor divino, aun a los que están lejos, a todos aquellos a quienes el Señor nuestro Dios llame. Comuniquemos a otros las benditas verdades de su Palabra, y obedeciendo las palabras de Cristo, permanezcamos en su amor. El nos insta a que por el amor que le tenemos guardemos sus mandamientos. Lo hace, no para impulsarnos a hacer cosas imposibles, sino porque sabe lo que significa guardar los mandamientos de su Padre. Quiere que cada alma que escuche su invitación, invite a otros a escucharla, y a recibir sus preciosos dones, porque sabe que al guardar los mandamientos de Dios, no caeremos en servil esclavitud, sino que seremos hechos libres por medio de la sangre de Jesucristo. “En guardarlos [sus mandamientos] hay grande galardón”. Salmos 19:11. Dígalo a otros con la pluma y la voz, con piedad, humildad, y amor, representando el carácter de Cristo. “Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente”. Apocalipsis 22:17.—Manuscrito 48, del 26 de noviembre de 1890, “Reflexiones acerca de la obra de Brooklyn”.

Alza tus Ojos


Alza tus Ojos
Mientras se purifica el santuario, 26 de noviembre https://ift.tt/PRAHMVD Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fue formado dios, ni lo será después de mí. Isaías 43:10. Satanás está tentando constantemente a los hombres para desviarlos de la fidelidad y de la consumación de las obras esenciales de preparación para el gran evento que probará el alma de cada hombre. La obra en el Santuario celestial está avanzado. Jesús está purificando el Santuario. La obra en la tierra corresponde con la obra en el cielo. Los ángeles celestiales están trabajando constantemente para llamar la atención del hombre, el instrumento viviente, hacia la contemplación y la meditación en Jesús, para que mirando la perfección de Cristo sean impresionados por las imperfecciones de sus propios caracteres. Cristo... declaró que el Consolador prometido “testificará de mí”. Esta es la carga del mensaje para este tiempo... Hablen como Cristo habló. Trabajen como Cristo trabajó. Debemos mirar a Cristo y vivir. Al contemplar su hermosura, desearemos practicar sus virtudes y su justicia. Contemplando a Cristo somos transformados a su imagen, y renunciando a nosotros mismos al dar nuestros corazones completamente a Jesús para que su espíritu nos refine, ennoblezca y eleve, estaremos en comunión íntima con el mundo futuro, bañados por los rayos brillantes del Sol de Justicia. Nos alegramos con gozo inefable y glorioso. Entonces se nos encomienda que vayamos a otras ciudades y pueblos a llevar las buenas nuevas con los corazones encendidos del amor divino, aun a los que están lejos, a todos aquellos a quienes el Señor nuestro Dios llame. Comuniquemos a otros las benditas verdades de su Palabra, y obedeciendo las palabras de Cristo, permanezcamos en su amor. El nos insta a que por el amor que le tenemos guardemos sus mandamientos. Lo hace, no para impulsarnos a hacer cosas imposibles, sino porque sabe lo que significa guardar los mandamientos de su Padre. Quiere que cada alma que escuche su invitación, invite a otros a escucharla, y a recibir sus preciosos dones, porque sabe que al guardar los mandamientos de Dios, no caeremos en servil esclavitud, sino que seremos hechos libres por medio de la sangre de Jesucristo. “En guardarlos [sus mandamientos] hay grande galardón”. Salmos 19:11. Dígalo a otros con la pluma y la voz, con piedad, humildad, y amor, representando el carácter de Cristo. “Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente”. Apocalipsis 22:17.—Manuscrito 48, del 26 de noviembre de 1890, “Reflexiones acerca de la obra de Brooklyn”.
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A Fin de Conocerle


A Fin de Conocerle
Canales de luz y bendición, 26 de noviembre https://ift.tt/fasMUCe Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús. Hechos 4:13. El mundo no puede ver la belleza, el encanto, la bondad y la santidad de la verdad divina. Y para que el mundo pueda comprenderla, debe haber un canal a través del cual fluya hacia el mundo. El Salvador ha constituido a la iglesia en ese canal... Cristo se nos ha revelado para que nosotros lo manifestemos a otros... Si los que pretenden ser cristianos obedecen las palabras de Cristo, todos los que se relacionen con ellos reconocerán que han estado con Jesús y que han aprendido de él. Representarán a Cristo, y las cosas eternas constituirán el tema de sus pensamientos y conversaciones... La fe sencilla en la sangre de la expiación puede salvar mi alma; y juntamente con Juan, quiero llamar la atención de todos al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Jesús me ha salvado, aunque yo no tenía nada que ofrecerle... Nunca un pecador ha buscado a Cristo de todo corazón sin encontrarlo... Podemos reclamar para nosotros la bendita seguridad: “Yo deshice como una nube tus rebeliones, y como niebla tus pecados”. Isaías 44:22. “Sus muchos pecados le son perdonados”. Lucas 7:47. Cuán preciosa y refrigerante es la luz del amor de Dios. El pecador puede contemplar su vida manchada por el pecado, y decir: “¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió”. Romanos 8:34. “Cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia”. Romanos 5:20. Cristo, el Restaurador, planta un nuevo principio de vida en el alma, y esa planta crece y produce fruto. La gracia de Cristo purifica mientras perdona, y prepara a los hombres para un cielo santo. Debemos crecer en gracia y en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo, hasta que alcancemos plenamente la estatura de hombres y mujeres en Cristo. Ojalá que alcancemos la elevada norma que Dios ha establecido ante nosotros.—The Review and Herald, 14 de julio de 1891.
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¡Maranata: El Senor Viene!


¡Maranata: El Senor Viene!
Se disponen a atacar la nueva Jerusalén, 26 de noviembre https://ift.tt/kFZKA90 Satanás... saldrá a engañar a las naciones... a fin de reunir [las] para la batalla. Apocalipsis 20:7, 8. Entre aquella inmensa muchedumbre se cuentan numerosos representantes de la raza longeva que existía antes del diluvio; hombres de estatura elevada y de capacidad intelectual gigantesca, que habiendo cedido al dominio de los ángeles caídos, consagraron toda su habilidad y todos sus conocimientos a la exaltación de sí mismos; hombres cuyas obras artísticas maravillosas hicieron que el mundo idolatrase su genio, pero cuya crueldad y malos ardides mancillaron la tierra y borraron la imagen de Dios, de suerte que el Creador los hubo de raer de la superficie de la tierra. Allí hay reyes y generales que conquistaron naciones, hombres valientes que nunca perdieron una batalla, guerreros soberbios y ambiciosos cuya venida hacía temblar reinos... Al salir de la tumba, reasumen el curso de sus pensamientos en el punto mismo en que lo dejaran. Se levantan animados por el mismo deseo de conquista que los dominaba cuando cayeron. Satanás consulta con sus ángeles, y luego con esos reyes, conquistadores y hombres poderosos. Consideran la fuerza y el número de los suyos, y declaran que el ejército que está dentro de la ciudad es pequeño, comparado con el de ellos, y que se los puede vencer. Preparan sus planes para apoderarse de las riquezas y la gloria de la Nueva Jerusalén... Hábiles artífices fabrican armas de guerra. Renombrados caudillos organizan en compañías y divisiones las muchedumbres de guerreros. Al fin se da la orden de marcha, y las huestes innumerables se ponen en movimiento; un ejército cual no fue jamás reunido por conquistadores terrenales ni podría ser igualado por las fuerzas combinadas de todas las edades desde que empezaron las guerras en la tierra. Satanás, el más poderoso guerrero, marcha al frente, y sus ángeles unen sus fuerzas para esta batalla final. Hay reyes y guerreros en su comitiva, y las multitudes siguen en grandes compañías, cada cual bajo su correspondiente jefe. Con precisión militar las columnas cerradas avanzan sobre la superficie desgarrada y escabrosa de la tierra hacia la ciudad de Dios. Por orden de Jesús, se cierran las puertas de la nueva Jerusalén, y los ejércitos de Satanás circundan la ciudad y se preparan para el asalto.54Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 721, 722.
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Comentarios Elena G.W https://ift.tt/OdFPNJ3 Dios quiere que todos los hombres se salven, porque se ha hecho una amplia provisión para pagar el rescate del hombre, mediante su Hijo unigénito. Aquellos que perezcan, perecerán porque rehusarán ser adoptados como hijos de Dios a través de Jesucristo. El orgullo del hombre le impide que acepte la provisión para la salvación. Pero el mérito humano no bastará para admitir un hombre a la presencia de Dios. Lo que hace aceptable a un hombre delante de Dios, es la gracia impartida de Cristo, a través de la fe en su nombre. No se puede colocar ninguna confianza en las obras, ni en los felices vuelos de los sentimientos, como evidencia de que los hombres han sido elegidos por Dios, porque los elegidos lo son a través de Cristo. Jesús dice: “Y al que a mí viene, no le echo fuera”. Juan 6:37. Cuando el pecador arrepentido acude a Cristo, consciente de su culpa y de su indignidad, comprendiendo que merece el castigo, pero confiando en la misericordia y el amor de Cristo, él no lo echará afuera (Nuestra elevada vocación, p. 80). El deseo de glorificar a Dios fue el más poderoso de todos los motivos en la vida de Daniel. Comprendía que cuando estaba en la presencia de hombres influyentes, una 180 falla en reconocer a Dios como el origen de su sabiduría lo hubiera convertido en un mayordomo infiel. Y su constante reconocimiento del Dios del cielo delante de reyes, príncipes y estadistas, no disminuyó su influencia en lo más mínimo. El rey Nabucodonosor, delante de quien Daniel honró con tanta frecuencia el nombre de Dios, finalmente se convirtió plenamente, y aprendió a engrandecer y glorificar “al Rey del cielo”. El rey que ocupaba el trono de Babilonia se convirtió en un testigo de Dios que dio un testimonio cálido y elocuente, que brotaba de un corazón agradecido que estaba participando de la misericordia y la gracia, de la justicia y la paz, de la naturaleza divina (Comentarios de Elena G. de White en Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 4, pp. 1191, 1192). Mientras se trabaje por los ricos se presentarán muchos motivos de desaliento, se tropezarán con muchas revelaciones angustiosas. Pero todo es posible con Dios. Él puede y quiere obrar mediante agentes humanos e influirá en el espíritu de quienes dedican su vida a ganar dinero. Veránse realizar milagros de conversiones verdaderas, milagros que hoy no se advierten. Los hombres más eminentes de la tierra no son inaccesibles para el poder del Dios que obra maravillas. Si los que colaboran con él cumplen su deber valiente y fielmente, Dios convertirá a personas que desempeñan puestos de responsabilidad, a hombres de inteligencia e influencia. Mediante el poder del Espíritu Santo, muchos serán inducidos a aceptar los principios divinos (El ministerio de curación, pp. 165, 166).

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Comentarios Elena G.W https://ift.tt/tRO8loT Dios quiere que todos los hombres se salven, porque se ha hecho una amplia provisión para pagar el rescate del hombre, mediante su Hijo unigénito. Aquellos que perezcan, perecerán porque rehusarán ser adoptados como hijos de Dios a través de Jesucristo. El orgullo del hombre le impide que acepte la provisión para la salvación. Pero el mérito humano no bastará para admitir un hombre a la presencia de Dios. Lo que hace aceptable a un hombre delante de Dios, es la gracia impartida de Cristo, a través de la fe en su nombre. No se puede colocar ninguna confianza en las obras, ni en los felices vuelos de los sentimientos, como evidencia de que los hombres han sido elegidos por Dios, porque los elegidos lo son a través de Cristo. Jesús dice: “Y al que a mí viene, no le echo fuera”. Juan 6:37. Cuando el pecador arrepentido acude a Cristo, consciente de su culpa y de su indignidad, comprendiendo que merece el castigo, pero confiando en la misericordia y el amor de Cristo, él no lo echará afuera (Nuestra elevada vocación, p. 80). El deseo de glorificar a Dios fue el más poderoso de todos los motivos en la vida de Daniel. Comprendía que cuando estaba en la presencia de hombres influyentes, una 180 falla en reconocer a Dios como el origen de su sabiduría lo hubiera convertido en un mayordomo infiel. Y su constante reconocimiento del Dios del cielo delante de reyes, príncipes y estadistas, no disminuyó su influencia en lo más mínimo. El rey Nabucodonosor, delante de quien Daniel honró con tanta frecuencia el nombre de Dios, finalmente se convirtió plenamente, y aprendió a engrandecer y glorificar “al Rey del cielo”. El rey que ocupaba el trono de Babilonia se convirtió en un testigo de Dios que dio un testimonio cálido y elocuente, que brotaba de un corazón agradecido que estaba participando de la misericordia y la gracia, de la justicia y la paz, de la naturaleza divina (Comentarios de Elena G. de White en Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 4, pp. 1191, 1192). Mientras se trabaje por los ricos se presentarán muchos motivos de desaliento, se tropezarán con muchas revelaciones angustiosas. Pero todo es posible con Dios. Él puede y quiere obrar mediante agentes humanos e influirá en el espíritu de quienes dedican su vida a ganar dinero. Veránse realizar milagros de conversiones verdaderas, milagros que hoy no se advierten. Los hombres más eminentes de la tierra no son inaccesibles para el poder del Dios que obra maravillas. Si los que colaboran con él cumplen su deber valiente y fielmente, Dios convertirá a personas que desempeñan puestos de responsabilidad, a hombres de inteligencia e influencia. Mediante el poder del Espíritu Santo, muchos serán inducidos a aceptar los principios divinos (El ministerio de curación, pp. 165, 166).
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Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374