La Maravillosa Gracia de Dios


Una obra permanente, 10 de octubre https://ift.tt/1E5gf8C La voluntad de Dios es vuestra santificación. 1 Tesalonicenses 4:3. La santificación no es obra de un momento, una hora o un día. Es un crecimiento continuo en la gracia. No sabemos un día cuán intenso será nuestro conflicto al día siguiente. Satanás vive, es activo y cada día necesitamos clamar fervorosamente a Dios por ayuda y fortaleza para resistirle. Mientras reine Satanás tendremos que subyugar el yo, tendremos asedios que vencer, y no habrá punto en que detenerse, donde podamos decir que hemos alcanzado la plena victoria... La vida cristiana es una marcha constante hacia adelante. Jesús está sentado para refinar y purificar a sus hijos; y cuando su imagen se refleja perfectamente en ellos, son perfectos y santos, preparados para la traslación. Se requiere del cristiano una obra grande. Se nos exhorta a purificarnos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, y a perfeccionar la santidad en el temor de Dios. En esto vemos en qué estriba la gran labor. Hay trabajo constante para el cristiano.—Joyas de los Testimonios 1:115. Ninguno de ellos es un cristiano viviente a menos que tenga una experiencia diaria en las cosas de Dios y una práctica diaria de la abnegación y de llevar alegremente la cruz y seguir a Cristo. Todo cristiano viviente avanzará diariamente en la vida divina. Al avanzar hacia la perfección, experimenta una conversión a Dios cada día; y esta conversión no es completa hasta que logra la perfección del carácter cristiano, una preparación plena para el toque final de la inmortalidad... La religión no es meramente una emoción, un sentimiento. Es un principio que se entreteje con todos los deberes y las transacciones de la vida diaria... Es la perseverancia en el bien hacer lo que formará caracteres para el cielo.—Testimonies for the Church 2:505-507. Debemos vivir por Cristo minuto tras minuto, hora tras hora y día tras día. Entonces Cristo morará en nosotros, y cuando nos reunamos, su amor estará en nuestro corazón, y al brotar como un manantial en el desierto, refrescará a todos y dará a los que están por perecer avidez por beber las aguas de vida.—Joyas de los Testimonios 2:252.

La Fe por la Cual Vivo


La Fe por la Cual Vivo
La prueba de la iglesia, 10 de octubre https://ift.tt/N2mSAQG Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros, teniendo grande ira, sabiendo que tiene poco tiempo. Apocalipsis 12:12. “Los momentos penosos que vivió el pueblo de Dios en tiempos de Ester no caracterizan sólo a esa época. El revelador, al mirar a través de los siglos hasta el fin del tiempo, declaró: ‘Entonces el dragón fue airado contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra los otros de la simiente de ella, los cuales guardan los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Jesucristo.’ Apocalipsis 12:17. Algunos de los que viven hoy en la tierra verán cumplirse estas palabras.”—La Historia de Profetas y Reyes, 444. “La rabia de Satanás crece a medida que se va acercando el fin, y su obra de engaño y destrucción llegará a su colmo durante el tiempo de angustia. “Pronto aparecerán en el cielo signos pavorosos de carácter sobrenatural, en prueba del poder milagroso de los demonios. Los espíritus de los demonios irán en busca de los reyes de la tierra y por todo el mundo para aprisionar a los hombres con engaños e inducirlos a que se unan a Satanás en su última lucha contra el gobierno de Dios. Mediante estos agentes, tanto los príncipes como los súbditos serán engañados.”—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 681, 682. “Aquellos que buscan la verdad para obedecerla en amor son los que excitan la ira de Satanás y su malicia. El jamás podrá debilitarlos mientras se mantengan cerca de Jesús.”—Testimonies for the Church 2:105.
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En los Lugares Celestiales


Vivir de acuerdo con la regla de oro, 10 de octubre https://ift.tt/hP96Y5l No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados: perdonad, y seréis perdonados. Lucas 6:37. El deber de todo cristiano está claramente trazado en las palabras: “No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados. Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando”. “Como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos”. Lucas 6:37, 38, 31. Estos son los principios que haremos bien en fomentar... Que no rehúsen perdonar a un pecador arrepentido los que en sí mismos hayan pecado contra Dios. En la misma forma en que traten a sus semejantes que en espíritu o de hecho los hayan perjudicado y se hayan arrepentido después, Dios los tratará a ellos por sus defectos de carácter. El que no demuestre misericordia con sus semejantes no puede esperar ser amparado por la misericordia de Dios ... Si rehúsa cultivar esta gracia divina en sí mismo sufrirá los resultados de su negligencia... Debemos recordar que todos cometen equivocaciones. Aun hombres y mujeres que han tenido años de experiencia a veces yerran. Pero Dios no los abandona a causa de sus errores: a cada descarriado hijo o hija de Adán, les da el privilegio de otra oportunidad. El verdadero seguidor de Jesús manifiesta un espíritu como el de Cristo hacia su descarriado hermano. En lugar de hablar condenando, recuerda las palabras: “El que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados”. Santiago 5:20. En la iglesia militante siempre habrá hombres que necesitan la restauración de los resultados del pecado. El que en algunos aspectos sea superior a otro, en otros será inferior al mismo. Todo ser humano está sujeto a tentación y tiene necesidad de un interés y de una simpatía fraternales ... Pero sólo los que caminan con Cristo pueden ser verdaderamente misericordiosos.—The Signs of the Times, 21 de mayo de 1902.

El Cristo Triunfante


El Cristo Triunfante
Toda la creación ha sido afectada por el gran conflicto, 10 de octubre https://ift.tt/1vMcsHw “Consumado es”. Juan 19:30. Desde el pesebre hasta la cruz Satanás persiguió al Hijo de Dios. Las tentaciones se acumularon sobre él como una tempestad. Pero cuanto más fiero era el conflicto más se familiarizaba con las tentaciones que asedian a los hombres, y más preparado estaba para socorrer a los tentados. La dureza de la prueba por la cual tuvo que pasar Cristo guardaba proporción con el objeto que había que ganar o perder mediante su éxito o su fracaso. No estaba en juego sólo el interés de un mundo. Este planeta era el campo de batalla, pero todos los mundos que Dios ha creado se verían afectados por el resultado del conflicto. Movido por el propósito de llegar a ser el gobernante supremo, Satanás intentó derrocar a Cristo. Por lo tanto planificó y llevó a cabo el asesinato de Cristo, con la esperanza de que no pudiera soportar una muerte tan horrenda como la que sólo podía idear la sabiduría infernal. Y en todo momento se esforzó por demostrar la exactitud de su afirmación acerca de que Cristo no era abnegado. Bajo la influencia satánica, la muchedumbre clamó en favor de la crucifixión de Cristo. Todo el cielo contemplaría los sucesivos pasos de la humillación de Cristo: su juicio, su rechazo y su muerte. Y cuando estuvo en la cruz, exclamó: “Consumado es”, indicando que la lucha había terminado. La sangre del Inocente se había vertido por la culpa. La vida que ofreció, rescataría a la raza humana de la muerte eterna y sellaría la suerte de aquel que tenía el poder de la muerte, el diablo. Satanás trató de causar la impresión de que estaba trabajando por la libertad del universo. Incluso cuando Cristo colgaba de la cruz, el enemigo decidió imprimir a sus argumentos tal alteración, tanto engaño, un carácter tan insidioso, que todos se convencieran de que la ley de Dios era tiránica. El mismo trazó todo plan, ideó todo mal, encendió toda mente para causar aflicción a Cristo. El mismo instigó las falsas acusaciones que se lanzaron contra Aquel que sólo había obrado el bien. El mismo inspiró los crueles actos que añadieron sufrimientos al puro, santo e inocente Hijo de Dios. Mediante su conducta Satanás forjó una cadena con la cual él mismo será encadenado. El universo celestial será testigo de cuán justo es Dios al castigarlo. El cielo mismo vio lo que habría llegado a ser, si Satanás hubiera estado en él. Los corazones del universo celestial se unieron en proclamar que la ley de Dios es inmutable. Estos seres apoyaron el gobierno del Señor quien, para redimir al transgresor, no escatimó a su propio Hijo de sufrir la pena establecida para el pecado. En su ministerio, por su palabra y sus obras Cristo vindicó su honor por la ley de Dios. Por esta razón, había venido al mundo.—Manuscrito 1, 1902.
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El Cristo Triunfante


Toda la creación ha sido afectada por el gran conflicto, 10 de octubre https://ift.tt/1vMcsHw “Consumado es”. Juan 19:30. Desde el pesebre hasta la cruz Satanás persiguió al Hijo de Dios. Las tentaciones se acumularon sobre él como una tempestad. Pero cuanto más fiero era el conflicto más se familiarizaba con las tentaciones que asedian a los hombres, y más preparado estaba para socorrer a los tentados. La dureza de la prueba por la cual tuvo que pasar Cristo guardaba proporción con el objeto que había que ganar o perder mediante su éxito o su fracaso. No estaba en juego sólo el interés de un mundo. Este planeta era el campo de batalla, pero todos los mundos que Dios ha creado se verían afectados por el resultado del conflicto. Movido por el propósito de llegar a ser el gobernante supremo, Satanás intentó derrocar a Cristo. Por lo tanto planificó y llevó a cabo el asesinato de Cristo, con la esperanza de que no pudiera soportar una muerte tan horrenda como la que sólo podía idear la sabiduría infernal. Y en todo momento se esforzó por demostrar la exactitud de su afirmación acerca de que Cristo no era abnegado. Bajo la influencia satánica, la muchedumbre clamó en favor de la crucifixión de Cristo. Todo el cielo contemplaría los sucesivos pasos de la humillación de Cristo: su juicio, su rechazo y su muerte. Y cuando estuvo en la cruz, exclamó: “Consumado es”, indicando que la lucha había terminado. La sangre del Inocente se había vertido por la culpa. La vida que ofreció, rescataría a la raza humana de la muerte eterna y sellaría la suerte de aquel que tenía el poder de la muerte, el diablo. Satanás trató de causar la impresión de que estaba trabajando por la libertad del universo. Incluso cuando Cristo colgaba de la cruz, el enemigo decidió imprimir a sus argumentos tal alteración, tanto engaño, un carácter tan insidioso, que todos se convencieran de que la ley de Dios era tiránica. El mismo trazó todo plan, ideó todo mal, encendió toda mente para causar aflicción a Cristo. El mismo instigó las falsas acusaciones que se lanzaron contra Aquel que sólo había obrado el bien. El mismo inspiró los crueles actos que añadieron sufrimientos al puro, santo e inocente Hijo de Dios. Mediante su conducta Satanás forjó una cadena con la cual él mismo será encadenado. El universo celestial será testigo de cuán justo es Dios al castigarlo. El cielo mismo vio lo que habría llegado a ser, si Satanás hubiera estado en él. Los corazones del universo celestial se unieron en proclamar que la ley de Dios es inmutable. Estos seres apoyaron el gobierno del Señor quien, para redimir al transgresor, no escatimó a su propio Hijo de sufrir la pena establecida para el pecado. En su ministerio, por su palabra y sus obras Cristo vindicó su honor por la ley de Dios. Por esta razón, había venido al mundo.—Manuscrito 1, 1902.

Dios nos Cuida


Dios nos Cuida
Cosas que no conoces, 10 de octubre https://ift.tt/2kwfuUX Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. Jeremías 33:3. No siempre nos damos cuenta de que la santificación, que tan fervorosamente deseamos y por la cual oramos tan fervientemente, se produce mediante la verdad, y por la providencia de Dios, en la manera que menos esperamos. Cuando buscamos gozo, he aquí tristeza. Cuando esperamos paz, frecuentemente tenemos desconfianza y duda debido a que nos encontramos sumergidos en tribulaciones que no podemos evitar. En estas pruebas estamos recibiendo las respuestas a nuestras oraciones. A fin de ser purificados, el fuego de la aflicción debe encenderse sobre nosotros, y nuestra voluntad debe ser puesta en conformidad con la voluntad de Dios... Las oraciones en las que pedimos semejanza a la imagen de Cristo pueden no ser contestadas exactamente como quisiéramos. Puede ocurrir que seamos examinados y probados, porque Dios puede ver que lo mejor es colocarnos bajo una disciplina que es esencial para nosotros antes que seamos súbditos idóneos de las bendiciones que anhelamos. No debiéramos desanimarnos ni dar lugar a la duda ni pensar que nuestras oraciones no han sido advertidas. Debemos descansar más seguramente sobre Cristo y dejar nuestro caso con Dios para que él responda nuestras oraciones en la forma que crea más conveniente. Dios no ha prometido otorgar sus bendiciones a través de los medios que nosotros establecemos. Dios es demasiado sabio para equivocarse y demasiado solícito por nuestro bien como para permitirnos elegir por nosotros mismos. Los planes de Dios son siempre los mejores aunque no siempre podamos discernirlos. La perfección del carácter puede obtenerse solamente mediante trabajo, conflicto y abnegación... Cuán inestimablemente preciosos son los dones de Dios—las gracias de su Espíritu—y cómo debiéramos desechar la idea de huir del proceso de examen y prueba, no importa cuán penoso o humillante nos resulte. ¡Qué fácil sería el camino al cielo si no fuera por la abnegación o la cruz! ¡Cómo correrían los mundanos por ese camino y cómo lo transitarían en innumerable cantidad los hipócritas! Gracias a Dios por la cruz, por la abnegación. La ignominia y la vergüenza que nuestro Salvador soportó por nosotros no es de ningún modo demasiado humillante para los que son salvados por su sangre.
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Conflicto y Valor


Ninguno era perfecto, 10 de octubre https://ift.tt/a8to61u Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros. 2 Corintios 4:7. Todos los discípulos tenían graves defectos cuando Jesús los llamó a su servicio. Aun Juan, quien vino a estar más íntimamente asociado con el manso y humilde Jesús, no era por naturaleza manso y sumiso. El y su hermano eran llamados “hijos del trueno”. Aun mientras andaba con Jesús, cualquier desprecio hecho a éste despertaba su indignación y espíritu combativo. En el discípulo amado, había mal genio, espíritu vengativo y de crítica. Era orgulloso y ambicionaba ocupar el primer puesto en el reino de Dios. Pero día tras día, en contraste con su propio espíritu violento, contempló la ternura y la tolerancia de Jesús, y fue oyendo sus lecciones de humildad y paciencia. Abrió su corazón a la influencia divina y llegó a ser no solamente oidor sino hacedor de las obras del Salvador. Ocultó su personalidad en Cristo y aprendió a llevar el yugo y la carga de Cristo. Jesús reprendía a sus discípulos. Los amonestaba y precavía; pero Juan y sus hermanos no le abandonaron; prefirieron quedar con Jesús a pesar de las reprensiones. El Salvador no se apartó de ellos por causa de sus debilidades y errores. Ellos continuaron compartiendo hasta el fin sus pruebas y aprendiendo las lecciones de su vida. Contemplando a Cristo, llegó a transformarse su carácter... Como representantes suyos entre los hombres, Cristo no elige ángeles que nunca cayeron, sino a seres humanos, hombres de pasiones iguales a las de aquellos a quienes tratan de salvar... Habiendo estado en peligro ellos mismos, conocen los riesgos y dificultades del camino, y por esta razón son llamados a buscar a los demás que están en igual peligro. Hay almas afligidas por la duda, cargadas de flaquezas, débiles en la fe e incapacitadas para comprender al Invisible; pero un amigo a quien pueden creer, que viene a ellos en lugar de Cristo, puede ser el vínculo que corrobore su temblorosa fe en Cristo. Hemos de colaborar con los ángeles celestiales para presentar a Jesús al mundo. El Deseado de Todas las Gentes, 262-264.

Conflicto y Valor


Conflicto y Valor
Ninguno era perfecto, 10 de octubre https://ift.tt/a8to61u Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros. 2 Corintios 4:7. Todos los discípulos tenían graves defectos cuando Jesús los llamó a su servicio. Aun Juan, quien vino a estar más íntimamente asociado con el manso y humilde Jesús, no era por naturaleza manso y sumiso. El y su hermano eran llamados “hijos del trueno”. Aun mientras andaba con Jesús, cualquier desprecio hecho a éste despertaba su indignación y espíritu combativo. En el discípulo amado, había mal genio, espíritu vengativo y de crítica. Era orgulloso y ambicionaba ocupar el primer puesto en el reino de Dios. Pero día tras día, en contraste con su propio espíritu violento, contempló la ternura y la tolerancia de Jesús, y fue oyendo sus lecciones de humildad y paciencia. Abrió su corazón a la influencia divina y llegó a ser no solamente oidor sino hacedor de las obras del Salvador. Ocultó su personalidad en Cristo y aprendió a llevar el yugo y la carga de Cristo. Jesús reprendía a sus discípulos. Los amonestaba y precavía; pero Juan y sus hermanos no le abandonaron; prefirieron quedar con Jesús a pesar de las reprensiones. El Salvador no se apartó de ellos por causa de sus debilidades y errores. Ellos continuaron compartiendo hasta el fin sus pruebas y aprendiendo las lecciones de su vida. Contemplando a Cristo, llegó a transformarse su carácter... Como representantes suyos entre los hombres, Cristo no elige ángeles que nunca cayeron, sino a seres humanos, hombres de pasiones iguales a las de aquellos a quienes tratan de salvar... Habiendo estado en peligro ellos mismos, conocen los riesgos y dificultades del camino, y por esta razón son llamados a buscar a los demás que están en igual peligro. Hay almas afligidas por la duda, cargadas de flaquezas, débiles en la fe e incapacitadas para comprender al Invisible; pero un amigo a quien pueden creer, que viene a ellos en lugar de Cristo, puede ser el vínculo que corrobore su temblorosa fe en Cristo. Hemos de colaborar con los ángeles celestiales para presentar a Jesús al mundo. El Deseado de Todas las Gentes, 262-264.
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Cada Día con Dios


El banquete de la palabra de Dios, 10 de octubre https://ift.tt/yGmqjYF Yo soy el pan vivo que descendió del cielo... y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo. Juan 6:51. La única seguridad para cualquiera de nosotros consiste en poner firmemente nuestro pie sobre la Palabra de Dios y estudiar las Escrituras, para hacer de ellas nuestra constante meditación. Díganle a la gente que no acepten las opiniones de nadie con respecto a los Testimonios, sino que los lean y los estudien por sí mismos, y entonces verificarán que concuerdan con la verdad. La Palabra de Dios es la verdad. Acerca del hombre bueno el salmista afirma: “En la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche”. Salmos 1:2. Quien aplique la mente y el corazón a esta tarea obtendrá una experiencia sólida y valiosa. El Espíritu Santo está en la Palabra de Dios. Aquí encontramos el elemento viviente e inmortal presentado en forma tan definida en el sexto capítulo de Juan... Creamos en la Palabra de Dios. Quien se alimente de ese modo del Pan del cielo, y se nutra así todos los días, sabrá qué significan las palabras: “No necesita que nadie le enseñe”. Disponemos de lecciones puras procedentes de los labios de nuestro Dueño, que nos ha comprado por el precio de su propia sangre. La preciosa Palabra de Dios es un fundamento sólido sobre el cual podemos construir. Cuando aparezcan los hombres con sus suposiciones, díganles que el gran Maestro les ha dejado su Palabra, que es de incalculable valor, y que ha enviado un Consolador en su propio nombre, es a saber, el Espíritu Santo. “El os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho”. Juan 14:26. Aquí se nos presenta un rico banquete, del cual pueden participar todos los que creen que Cristo es su Salvador personal. Es el árbol de la vida para todos los que sigan alimentándose de él... Todos los que estudian estas preciosas declaraciones recibirán gran consuelo. Si desean participar del banquete de la Palabra de Dios, obtendrán una experiencia del más alto valor. Verán que en comparación con la Palabra de Dios, la del hombre es como paja con respecto al trigo. La Palabra de Dios me dice que sus promesas son para mí y para cada hijo del Señor. El banquete está servido, delante de nosotros. Se nos invita a alimentarnos de la Palabra de Dios, que fortalecerá músculos y tendones.—Carta 132, del 10 de octubre de 1900, dirigida al pastor S. N. Haskell y Sra.

Alza tus Ojos


Dispuesta como el alba, 10 de octubre https://ift.tt/5W8ePAL Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra. Oseas 6:3. Arrepiéntase ahora cada uno de sus errores, y busque al Señor con todo su corazón. El poder transformador de Dios descenderá a todos los que procuren la paz de Jesucristo. Sus palabras de instrucción son para todos los que lo escuchen y lo sigan. En su misericordia trata de conducir a los injustos al arrepentimiento. Los obedientes se complacerán en la ley del Señor. El pone sus estatutos en sus mentes y los graba en sus corazones. Su conversación será impulsada por el Salvador que mora en el alma. Tienen esa fe que obra por amor y purifica el alma de toda corrupción sugerida por Satanás. Sus corazones anhelan a Dios. En su conversación les encanta meditar en su misericordia y bondad, puesto que para ellos El es completamente amoroso. Aprenden el idioma del cielo, el país de su adopción. Se nos ha prometido: “Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne, para que anden en mis ordenanzas, y guarden mis decretos y los cumplan, y me sean por pueblo, y yo sea a ellos por Dios”. Ezequiel 11:19, 20. Se me mandó decir que no es por falta de oportunidad para conocer la voluntad y la senda de Dios, que los pecadores deben morir, sino por su determinación de llevar a cabo su propia voluntad. Se rehúsan a ser iluminados espiritualmente por la Palabra de Dios. Voluntariamente ignoraron los privilegios del cristiano y su deber de dirigirse día a día a Dios. El Señor desea dar a todos una experiencia profunda, inteligente, en la vida espiritual. Pero muchos se contentan con una experiencia casual... El Altísimo requiere fidelidad en el servicio. Quiere siervos que sean diligentes en ayudar a quienes están en el error. El día de Jehová está muy cercano... Que ningún obstáculo se coloque delante de quienes están procurando conocer la voluntad del Señor. No hagan públicos los supuestos yerros que Uds. vean en los que profesan creer la verdad. Lo que tengan que decir, díganselo a ellos a solas, con corazones llenos de piedad y ternura... La voluntad de Dios se presenta tan claramente que el intelecto más débil puede comprenderla, si el corazón está dispuesto a cumplirla. Los que continúen conociendo al Señor sabrán que su salida está preparada como el alba. Véase Oseas 6:3. Paso a paso el Señor guiará infaliblemente a quienes depositan su confianza en El.—Carta 281, del 10 de octubre de 1905, al Dr. D. H. Kress y Sra.

A Fin de Conocerle


La inmutable y eterna ley de Dios, 10 de octubre https://ift.tt/sH1bPQX No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. Mateo 5:17, 18. Si la obra de Satanás hubiera tenido éxito en el cielo, la ley de Dios habría sido cambiada, pero eso no podía ocurrir, porque su ley era una copia de su carácter. Si hubiera sido posible realizar algún cambio en la ley de Dios, habría sido hecho allá y en esa ocasión, y así se habría evitado la rebelión en el cielo. Pero como no fue cambiada para satisfacer el pedido de Satanás, él ... perdió su encumbrada y santa posición en las cortes celestiales. Después de su caída, obró en las mentes de Adán y Eva y los indujo a ser desleales. ... Ahora bien, si la ley de Dios hubiera podido ser cambiada y alterada para servir al hombre en su condición caída, entonces Adán habría sido perdonado y mantenido en su hogar edénico; pero el castigo de la transgresión era la muerte, y así Cristo se convirtió en el sustituto y la garantía del hombre. Si la ley de Dios se hubiera podido cambiar, lo habría sido para retener a Cristo en el cielo y evitar el inmenso sacrificio realizado para salvar a la humanidad perdida. Pero no, la ley de Dios es inmutable en su carácter y, por lo tanto, Cristo se entregó como sacrificio en favor de la humanidad caída, y Adán perdió el Edén y fue puesto a prueba con toda su posteridad. Si la ley de Dios hubiera sido cambiada en uno solo de sus preceptos después de la expulsión de Satanás, él hubiera conseguido en la tierra después de su caída aquello que no pudo obtener en el cielo antes de ella. Habría recibido todo lo que había pedido. Sabemos que no ocurrió. ... La ley ... permanece inmutable como el trono de Dios, y la salvación de cada alma queda decidida por la obediencia o la desobediencia. ... Jesús llevó la cruz de la abnegación y el sacrificio por amor a nosotros, para que tengamos vida.—Carta 110, 1896.

A Fin de Conocerle


A Fin de Conocerle
La inmutable y eterna ley de Dios, 10 de octubre https://ift.tt/sH1bPQX No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. Mateo 5:17, 18. Si la obra de Satanás hubiera tenido éxito en el cielo, la ley de Dios habría sido cambiada, pero eso no podía ocurrir, porque su ley era una copia de su carácter. Si hubiera sido posible realizar algún cambio en la ley de Dios, habría sido hecho allá y en esa ocasión, y así se habría evitado la rebelión en el cielo. Pero como no fue cambiada para satisfacer el pedido de Satanás, él ... perdió su encumbrada y santa posición en las cortes celestiales. Después de su caída, obró en las mentes de Adán y Eva y los indujo a ser desleales. ... Ahora bien, si la ley de Dios hubiera podido ser cambiada y alterada para servir al hombre en su condición caída, entonces Adán habría sido perdonado y mantenido en su hogar edénico; pero el castigo de la transgresión era la muerte, y así Cristo se convirtió en el sustituto y la garantía del hombre. Si la ley de Dios se hubiera podido cambiar, lo habría sido para retener a Cristo en el cielo y evitar el inmenso sacrificio realizado para salvar a la humanidad perdida. Pero no, la ley de Dios es inmutable en su carácter y, por lo tanto, Cristo se entregó como sacrificio en favor de la humanidad caída, y Adán perdió el Edén y fue puesto a prueba con toda su posteridad. Si la ley de Dios hubiera sido cambiada en uno solo de sus preceptos después de la expulsión de Satanás, él hubiera conseguido en la tierra después de su caída aquello que no pudo obtener en el cielo antes de ella. Habría recibido todo lo que había pedido. Sabemos que no ocurrió. ... La ley ... permanece inmutable como el trono de Dios, y la salvación de cada alma queda decidida por la obediencia o la desobediencia. ... Jesús llevó la cruz de la abnegación y el sacrificio por amor a nosotros, para que tengamos vida.—Carta 110, 1896.
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¡Maranata: El Senor Viene!


¡Maranata: El Senor Viene!
Cristo en su segunda venida, 10 de octubre https://ift.tt/3xqCTeo Esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder por el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas. Filipenses 3:20, 21. Cristo había ascendido al cielo en forma humana. Los discípulos habían contemplado la nube que le recibió. El mismo Jesús que había andado, hablado y orado con ellos; que había quebrado el pan con ellos; que había estado con ellos en sus barcos sobre el lago, y que en ese mismo día había subido con ellos hasta la cumbre del monte de los Olivos, el mismo Jesús había ido a participar del trono de su Padre. Y los ángeles les habían asegurado que este mismo Jesús a quien habían visto subir al cielo, vendría otra vez como había ascendido.30El Deseado de Todas las Gentes, 771. La gloria de la humanidad de Cristo no se dejó ver cuando estuvo en la tierra... La misma humanidad aparece ahora mientras desciende del cielo revestido de gloria, triunfante, sublime.31Carta 90, 1898. Cristo vendrá en su propia gloria, en la gloria del Padre, y en la gloria de los santos ángeles. Millones de millones y millares de millares de ángeles... lo escoltarán en su camino. En lugar de la corona de espinas, él llevará una corona de gloria: una corona dentro de una corona. En lugar de ese antiguo manto de púrpura, estará vestido con un ropaje del blanco más puro, tanto que “ningún lavador en la tierra los puede hacer tan blancos”. Marcos 9:3. Y en su vestido y en su muslo habrá escrito un nombre: “Rey de reyes y Señor de señores”. Apocalipsis 19:16.32The Review and Herald, 13-11-1913. Todo el cielo se vaciará de ángeles, mientras los santos lo estén esperando, mirando hacia el cielo, como lo hicieron los galileos cuando ascendió desde el monte de los Olivos. Entonces únicamente los que sean santos, los que hayan seguido plenamente al manso Dechado, se sentirán arrobados de gozo y exclamarán al contemplarle: “He aquí, éste es nuestro Dios; le hemos esperado, y nos salvará”. Y serán transformados “en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta”, aquella trompeta que despierta a los santos que duermen, y los invita a salir de sus camas de polvo, revestidos de gloriosa inmortalidad, y clamando: “¡Victoria! ¡Victoria sobre la muerte y el sepulcro!”33Primeros Escritos, 109, 110.
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Entrada destacada

¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374