La obediencia será recompensada, 12 de febrero

La obediencia será recompensada, 12 de febrero
Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor. Colosenses 3:20{SSJ 49.1}

Los hijos que deshonran y desobedecen a sus padres, y desprecian sus consejos e instrucciones, no pueden tener parte en la tierra renovada y purificada. Esta no será para el hijo o la hija que hayan sido rebeldes, desobedientes e ingratos. A menos que los tales aprendan a obedecer y someterse aquí, nunca lo aprenderán; la paz de los redimidos no será turbada por hijos desobedientes, revoltosos y no sumisos. Nadie que viole los mandamientos puede heredar el reino de los cielos. {SSJ 49.2}
Se requiere que los jóvenes en cualquier cosa que hagan, lo hagan todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por él. Vi que sólo unos pocos jóvenes entienden lo que significa ser cristianos, ser semejantes a Cristo. Tendrán que aprender las verdades de la Palabra de Dios antes de que puedan ajustarse al modelo. No hay un joven en veinte que haya experimentado en su vida esa separación del mundo que el Señor requiere de todos los que llegarán a ser miembros de su familia, hijos del Rey celestial. “Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré. Y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso”. 2 Corintios 6:17, 18{SSJ 49.3}

¡Qué promesa se hace aquí con la condición de que seamos obedientes! ¿Tienen que separarse de amigos y parientes al decidir obedecer las sublimes verdades de la Palabra de Dios? ¡Cobren ánimo! Dios ha hecho provisión para ustedes. Sus brazos están abiertos para recibirlos. Salgan de entre ellos y sepárense, y no toquen lo impuro, y él los recibirá. Promete ser un Padre para ustedes. ¡Oh, qué relación es esta!, más sublime y santa que cualquier lazo terrenal. Si hacen el sacrificio, si tienen que dejar a padre, o a madre, o a hermanas, o a hermanos, o a esposa, o a hijos por causa de Cristo, no se quedarán sin amigos. Dios los adopta en su familia y llegan a ser miembros de la familia real, hijos e hijas del Rey que gobierna en el Cielo de los cielos. ¿Pueden desear una posición más exaltada que la que se promete aquí? ¿No es esto suficiente?—Testimonies for the Church 1:497, 498, 510{SSJ 49.4}

Crucifixión del yo, 12 de febrero

Crucifixión del yo, 12 de febrero
Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. Gálatas 2:20{RP 53.1}

¿Hemos considerado con sinceridad y seriedad si delante de Dios tenemos una actitud humilde para que, por nuestro intermedio, el Espíritu Santo pueda obrar con poder transformador? Como hijos de Dios tenemos el privilegio de que el Espíritu actúe en nosotros. Cuando el yo es crucificado, el Espíritu toma al quebrantado de corazón y lo transforma en una vasija honrosa. Queda en sus manos como la arcilla en poder del alfarero. Jesucristo quiere dotar a estos hombres y mujeres con un poder moral, mental y físico superior. Las gracias del Espíritu son las que dan solidez al carácter, y, si ejercen una influencia para el bien, es gracias a Cristo que habita en el creyente. {RP 53.2}
A menos que el reavivamiento del Espíritu se produzca y el poder de conversión se manifieste en las iglesias, todo lo que puedan profesar los feligreses jamás los hará cristianos. Hay pecadores en Sión que necesitan arrepentirse de los males que han acariciado como tesoros preciosos. A menos que los vean, y los extirpen, y que cada defecto y expresión de un carácter sin amor sea transformado en virtud de la influencia del Espíritu, Dios no podrá manifestar su poder. Hay más esperanza para un pecador declarado, que para los profesos justos que son impuros, corruptos y sin santidad. {RP 53.3}

¿Quién desea examinarse? ¿Quién está dispuesto a señalar sus acariciados ídolos pecaminosos y permitir que Cristo purifique el templo interior arrojando a los compradores y vendedores? ¿Quién quiere dejar entrar a Jesús para que lo limpie de toda lo que empaña y corrompe? La medida es: “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”. Mateo 5:48. Dios ordena a hombres y mujeres que se liberen del yo; sólo así el Espíritu tendrá libre acceso al corazón. Sin embargo, no intente realizar esta obra por sí mismo. Pídale a Dios que obre en usted, y también por su intermedio, hasta hacer suyas las palabras del apóstol: “Ya no vivo yo, mas vive Cristo vive en mí”. Gálatas 2:20.—Manuscript Releases 1:366, 367{RP 53.4}

No debemos hacer concesiones al pecado, 12 de febrero

No debemos hacer concesiones al pecado, 12 de febrero
Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. Isaías 55:7{RJ 49.1}

Cuando se encontró el libro de la ley en la casa de Dios, en tiempos del antiguo Israel, fue leído ante el rey Josías. Y él rasgó sus vestiduras, y requirió de los hombres en el sagrado oficio que preguntaran por él y por su pueblo; porque se habían apartado de los estatutos del Señor. Reunió a todos los hombres de Israel, e hizo leer las palabras del libro a oídos de la congregación. Se señaló el pecado de los gobernantes y del pueblo, y el rey se levantó ante ellos y confesó su transgresión. Manifestó su arrepentimiento e hizo un pacto para guardar los estatutos del Señor con todo su corazón. Josías no descansó hasta que el pueblo hizo todo lo que podía para retornar de su apostasía y servir al Dios viviente. {RJ 49.2}
¿No es ésta nuestra obra hoy? Nuestros padres han transgredido los mandatos, y nosotros hemos seguido en sus pisadas; pero Dios ha abierto el libro de la ley, y el apóstata Israel oye los mandamientos del Señor. Sus transgresiones son reveladas, y la ira de Dios caerá sobre cada alma que no se arrepienta y reforme cuando la luz brille sobre su camino. {RJ 49.3}
Cuando Josías oyó las palabras de advertencia y condenación a causa de que Israel había pisoteado los preceptos del Cielo, se humilló a sí mismo. Lloró ante el Señor. Hizo una completa obra de arrepentimiento y reforma, y Dios aceptó sus esfuerzos. Toda la congregación de Israel entró en solemne pacto para guardar los mandamientos de Jehová. Esta es nuestra obra hoy. Debemos arrepentirnos del pasado mal de nuestros actos, y buscar a Dios con todo nuestro corazón. Debemos creer que Dios quiere decir exactamente lo que dice, y no hacer ninguna concesión con el mal en ninguna forma. Debemos humillarnos grandemente ante el Señor, y considerar preferible cualquier pérdida a la pérdida de su favor. {RJ 49.4}
Cristo dejó todo para salvar a los hombres de la consecuencia y la penalidad de la transgresión de la ley. El camino del pesebre al Calvario fue marcado con sangre. El Hijo de Dios no se desvió del camino de una obediencia inconmovible, aun hasta la muerte de cruz. Sufrió todas las penurias del pecado del hombre... Les ruego en el nombre de Cristo que confiesen sus pecados y reformen sus caminos, para que sus nombres no sean quitados del libro de la vida, sino que sean confesados ante el Padre y sus ángeles. Jesús está intercediendo con su sangre ante el Padre; y ahora, mientras la misericordia se extiende y se prolonga la prueba, busquen la aprobación del Cielo.—The Review and Herald, 29 de junio de 1911{RJ 49.5}

Un abogado ante el padre, 12 de febrero

Un abogado ante el padre, 12 de febrero
Hijitos míos, estas cosas os escribo, para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. 1 Juan 2:1{NEV 51.1}

¡Cuán cuidadoso es el Señor Jesús al no dar ocasión al alma para que desespere! ¡Cómo protege al alma de los fieros ataques de Satanás! Si caemos en pecado por una sorpresa o engaño, a causa de las múltiples tentaciones, él no se aleja de nosotros y nos abandona para que perezcamos. No, no, nuestro Salvador no hace eso. ... El fué tentado en todas las cosas así como nosotros; y como fué tentado, él sabe cómo socorrer a aquellos que lo son. Nuestro Señor crucificado ruega por nosotros ante la presencia del Padre en el trono de gracia. Debemos invocar su sacrificio expiatorio para nuestro perdón, nuestra justificación y nuestra santificación. El cordero sacrificado es nuestra única esperanza. Nuestra fe lo contempla, y se ase a él como el único que puede salvar hasta lo sumo, y la fragancia de la ofrenda perfecta es aceptada por el Padre.—Carta 33, 1895{NEV 51.2}
Si cometéis errores y sois inducidos a pecar, no creáis que no podéis orar, sino buscad al Señor más fervientemente.—Carta 6, 1893, pp. 6{NEV 51.3}
La sangre de Jesús ruega con poder y eficacia por aquellos que se han descarriado, por aquellos que están en rebelión, por aquellos que pecan contra la abundante luz y el amor. Satanás está a nuestra mano derecha dispuesto a acusarnos, y nuestro Abogado está a la mano derecha de Dios listo para interceder por nosotros. Nunca ha perdido un caso que le haya sido encomendado. Debemos confiar en nuestro abogado, porque él presenta sus propios méritos en nuestro favor. ... El está intercediendo por los más humildes, por los más sufrientes, por los que pasan mayores pruebas y tentaciones. Con sus manos extendidas él exclama: “He aquí que en las palmas te tengo esculpida”. Isaías 49:16.—The Review and Herald, 15 de agosto de 1893{NEV 51.4}

Yo quisiera poder hacer llegar las buenas nuevas hasta los rincones más remotos de la tierra. “Si alguno hubiere pecado, Abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo”. ¡Oh, preciosa redención! ¡Cuán grande es esta verdad: de que Dios, por el amor de Cristo, nos perdona en el mismo momento en que se lo pedimos con fe viva, creyendo que él puede hacerlo plenamente!—The Review and Herald, 21 de septiembre de 1886.{NEV 51.5}

¿Te atreverás a ser diferente? 12 de febrero

¿Te atreverás a ser diferente? 12 de febrero
Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable. 1 Pedro 2:9{MSV 52.2}

La advertencia de que el Hijo de Dios viene pronto en las nubes del cielo, se ha convertido para muchos en un cuento. Han dejado de esperar y velar. El espíritu egoísta y mundano que se manifiesta en la vida delata el sentir del corazón: “Mi Señor tarda en venir”. Mateo 24:48... {MSV 52.3}
El mismo espíritu de egoísmo y conformidad con las costumbres del mundo que existió en los días de Noé, existe también en nuestros días. Muchos que profesan ser hijos de Dios persiguen sus intereses mundanales con una intensidad que desmiente su profesión. Estarán plantando y edificando, comprando, comiendo y bebiendo, casándose y dándose en casamiento hasta el último momento de prueba. Esta es la condición de gran número de miembros de nuestro pueblo. Debido a que abunda la iniquidad, el amor de muchos se enfría... {MSV 52.4}
Siento un peso en el alma al ver cuánto escasea la espiritualidad entre nosotros. Las modas y las costumbres del mundo, el orgullo, el amor por la diversión, el amor por la ostentación, la extravagancia en el vestido, en casas y terrenos... estas cosas roban la tesorería del Señor, desviando hacia la gratificación del yo los recursos que deben ser usados para enviar al mundo la luz de la verdad. A los propósitos egoístas se les otorga la mayor consideración... {MSV 52.5}
Los hijos de la luz y del día no han de reunir en torno suyo las sombras de la noche ni la oscuridad que circundan a los obradores de iniquidad. Al contrario, han de mantenerse fielmente en su puesto de responsabilidad como portadores de luz, obteniendo luz de Dios para alumbrar a los que están en tinieblas. El Señor quiere que su pueblo mantenga su integridad no tocando, es decir no imitando, las prácticas de los impíos. {MSV 53.1}

Los cristianos han de estar en el mundo como “nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable”. 1 Pedro 2:9Testimonies for the Church 5:9-14{MSV 53.2}

Los límites de la paciencia de Dios, 12 de febrero

Los límites de la paciencia de Dios, 12 de febrero
Tiempo es de actuar, oh Jehová, porque han invalidado tu ley. Salmos 119:126{MGD 51.1}

En una visión de noche, yo estaba sobre una altura desde donde veía las casas sacudirse como el viento sacude los juncos. Los edificios, grandes y pequeños, se derrumbaban. Los sitios de recreo, los teatros, hoteles y palacios suntuosos eran conmovidos y derribados. Muchas vidas eran destruidas y los lamentos de los heridos y aterrorizados llenaban el espacio. {MGD 51.2}
Los ángeles destructores, enviados por Dios, estaban obrando. Un simple toque, y los edificios construidos tan sólidamente que los hombres tenían por resguardados de todo peligro, quedaban reducidos a un montón de escombros. Ninguna seguridad había en parte alguna... No puedo describir las escenas terribles que se desarrollaron ante mi vista. Era como si la paciencia de Dios se hubiese agotado y hubiese llegado el día del juicio. {MGD 51.3}
Entonces el ángel que estaba a mi lado me dijo que muy pocas personas se dan cuenta de la maldad que reina en el mundo hoy, especialmente en las ciudades grandes. Declaró que el Señor ha fijado un tiempo cuando su ira castigará a los transgresores por su persistente menoscabo de su ley... La soberanía de Dios, el carácter sagrado de su ley, deben ser manifestados a los que rehúsan obstinadamente obedecer al Rey de reyes. Los que prefieran quedar infieles habrán de ser heridos por los juicios misericordiosos, a fin de que, si posible fuere, lleguen a percatarse de la culpabilidad de su conducta... Aunque el divino Soberano soporte con paciencia la maldad, no puede ser engañado, y no callará para siempre. Su autoridad y supremacía como Príncipe del universo, deben ser reconocidas, y las justas demandas de su ley vindicadas.—Joyas de los Testimonios 3:329, 330{MGD 51.4}
Hasta la tolerancia de Dios tiene límites, y muchos están superándolos. Han sobrepasado los límites de la gracia, y por lo tanto Dios debe intervenir y vindicar su propio honor... {MGD 51.5}
Cuando el Señor salga como vengador, vendrá también como protector de todos aquellos que hayan conservado la fe en su pureza y se hayan mantenido sin mancha del mundo.—Ibid. 2:62, 64. (Traducción revisada.) {MGD 51.6}



Su cumplimiento es amor, 12 de febrero

Su cumplimiento es amor, 12 de febrero
El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor. Romanos 13:10{HHD 51.1}

¡A cuántos les falta amor! ¡Oh, que ese amor desarraigue del corazón el odio, la envidia y las contiendas, y la raíz de amargura que contamina a tantos! Nunca se puede recibir el amor de Jesús, ni puede ser derramado en el corazón, hasta que desaparezcan los sentimientos envidiosos, el odio, los celos y las malas sospechas... {HHD 51.2}
Muchos se engañan a sí mismos; porque el principio del amor no mora en el corazón. Pueden cerrar los ojos a sus propios errores y defectos; pero no pueden engañar a Dios. Debe haber una reforma. El arado de la verdad debe hacer surcos profundos en nuestro corazón orgulloso, y despedazar el duro terrón de nuestra naturaleza no santificada, para que el espíritu y el amor de Jesús puedan ser plantados en nuestro corazón. El tiempo pasa rápidamente, y pronto será traída a juicio toda obra, y nuestros pecados o nuestros nombres serán borrados del libro de la vida... {HHD 51.3}

El amor puro es sencillo en su obra, y separado de todo otro principio de acción. Cuando se combina con motivos terrenales e intereses egoístas, deja de ser puro. Dios considera más con cuánto amor trabajamos, que cuánta cantidad de trabajo hacemos. El amor es un atributo celestial. El corazón natural no puede originarlo. Esta planta celestial solamente florece donde Cristo reina en forma suprema. Donde existe amor, allí hay poder y verdad en la vida. Dios hace el bien y sólo el bien. Los que tienen amor llevan fruto de santidad, y finalmente reciben la vida eterna.—The Youth’s Instructor, 13 de enero de 1898{HHD 51.4}

Su vida inmaculada, 12 de febrero

Su vida inmaculada, 12 de febrero
Ya no hablaré mucho con vosotros: porque viene el príncipe de este mundo; mas no tiene nada en mí. Juan 14:30{FV 51.1}

“Él es un hermano en nuestras flaquezas, pero no en nuestras pasiones. Como ser inmaculado, su naturaleza rechazó el mal. Soportó las luchas y la angustia del alma en un mundo de pecado. Su humanidad hizo de la oración una necesidad y un privilegio.”—Testimonies for the Church 2:202{FV 51.2}
“Al tomar sobre sí la naturaleza humana en su condición degradada, Cristo no participó en sus pecados en lo más mínimo. Estaba sujeto a las flaquezas y debilidades que abruman al hombre.... Se conmovía con el sentimiento de nuestras flaquezas, y fue tentado en todo lo que nosotros somos tentados. Y sin embargo, ‘no conoció pecado.’ fue el cordero ‘sin mancha y sin defecto.’ Si Satanás hubiera podido inducir a Cristo a pecar, aunque fuera en el detalle más mínimo, hubiera aplastado la cabeza del Salvador. Pero sólo pudo tocar su calcañar. Si la cabeza de Cristo hubiera sido dañada, la esperanza de la raza humana hubiera perecido. La ira divina hubiera caído sobre Cristo como cayó sobre Adán. Cristo y la iglesia hubieran quedado sin esperanza.”—The S.D.A. Bible Commentary 5:1131{FV 51.3}
“Ni siquiera en el pensamiento podía Cristo ceder al poder de la tentación.... Cristo declaró de sí mismo: ‘Viene el príncipe de este mundo, mas no tiene nada en mí.’ ... {FV 51.4}

“La humanidad de Cristo estaba unida con la divinidad, y con esta fortaleza pudo resistir todas las tentaciones que Satanás le opuso; y sin embargo, guardó su alma sin mancha de pecado. Y este mismo poder para vencer, ofrece a cada hijo e hija de Adán que acepta por fe los atributos de justicia de su carácter.”—The S.D.A. Bible Commentary 7:927{FV 51.5}

Tesoro inestimable, 12 de febrero

Tesoro inestimable, 12 de febrero
El reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró. Mateo 13:45, 46{ELC 51.1}

Cuando Cristo comparó el reino de los cielos a una perla de gran precio deseaba llevar a cada alma a apreciar esa perla sobre toda otra cosa. La posesión de la perla, que significa la posesión de Cristo como Salvador personal, es un símbolo de las mayores riquezas. Es un tesoro muy superior a cualquier riqueza terrenal... {ELC 51.2}
Hay algunos que están buscando, siempre buscando, la perla de gran precio. Pero no hacen una entrega completa de sus malos hábitos. No mueren al yo para que Cristo pueda vivir en ellos. Por eso no encuentran la perla preciosa... Jamás experimentan paz y armonía en el alma porque sin una entrega completa no hay descanso ni paz. Casi cristianos, pero no plenamente cristianos, parecen estar cerca del reino de los cielos, pero no pueden entrar allí. Casi pero no completamente salvados significa no casi sino enteramente perdidos... {ELC 51.3}
En la parábola se representa al mercader vendiendo todo lo que tenía con tal de obtener una perla de gran precio. Esta es una hermosa ilustración de aquellos que aprecian tan altamente la verdad que renuncian a todo lo que tienen para llegar a poseerla. Por fe echan mano de la salvación provista para el hombre por el sacrificio del unigénito Hijo de Dios. La justicia de Cristo, como una pura perla blanca, no tiene defecto, culpa ni mancha. Ninguna obra humana puede mejorar las grandes y preciosas verdades de la Palabra de Dios. No son una mezcla de verdad y error. No presentan ninguna imperfección... {ELC 51.4}
La salvación, con su inestimable tesoro comprado con sangre, es la perla de gran precio. Se puede buscarla y hallarla. Pero todos los que realmente la hallan venderán todo lo que tienen para comprarla.—Manuscrito 154, 1898{ELC 51.5}



Poder sobre la tempestad, exaltad a Jesús como el creador, 12 de febrero

Poder sobre la tempestad, exaltad a Jesús como el creador, 12 de febrero
Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? Marcos 4:39-40{EJ 51.1}

Había sido un día lleno de acontecimientos en la vida de Jesús. Al lado del mar de Galilea, había pronunciado sus primeras parábolas, explicando de nuevo, mediante ilustraciones familiares, la naturaleza de su reino... {EJ 51.2}
Durante todo el día había estado enseñando y sanando; y al llegar la noche, las muchedumbres se agolpaban todavía en derredor de él... Ahora el fin del día le hallaba tan sumamente cansado que resolvió retirarse a algún lugar solitario al otro lado del lago... {EJ 51.3}
El Salvador estaba por fin aliviado de la presión de la multitud y, vencido por el cansancio y el hambre, se acostó en la popa del barco y no tardó en quedarse dormido. El anochecer había sido sereno y plácido, y la calma reinaba sobre el lago. Pero de repente las tinieblas cubrieron el cielo, bajó un viento furioso por los desfiladeros de las montañas que se abrían a lo largo de la orilla oriental, y una violenta tempestad estalló sobre el lago... {EJ 51.4}
Las olas, agitadas por los furiosos vientos, se arrojaban bravías contra el barco de los discípulos y amenazaban hundirlo. Aquellos valientes pescadores habían pasado su vida sobre el lago, y habían guiado su embarcación a puerto seguro a través de muchas tempestades; pero ahora su fuerza y habilidad no valían nada. Se hallaban impotentes en las garras de la tempestad, y desesperaron al ver cómo su barco se anegaba. {EJ 51.5}
Absortos en sus esfuerzos para salvarse, se habían olvidado de que Jesús estaba a bordo. Ahora, reconociendo que eran vanas sus labores y viendo tan sólo la muerte delante de sí, se acordaron de Aquel a cuya orden habían emprendido la travesía del mar. En Jesús se hallaba su única esperanza. En su desamparo y desesperación clamaron: “¡Maestro, Maestro!” Pero las densas tinieblas le ocultaban de su vista. Sus voces eran ahogadas por el rugido de la tempestad... {EJ 51.6}
De repente, el fulgor de un rayo rasgó las tinieblas y vieron a Jesús acostado y dormido sin que le perturbase el tumulto. Con asombro y desesperación, exclamaron: “¿Maestro, no tienes cuidado que perecemos?”... Al iluminarle el resplandor del rayo, vieron la paz del cielo reflejada en su rostro; leyeron en su mirada un amor abnegado y tierno, y sus corazones se volvieron a él para exclamar: “¡Señor, sálvanos, que perecemos”. {EJ 51.7}

Nunca dio un alma expresión a este clamor sin que fuese oído. Mientras los discípulos asían sus remos para hacer un postrer esfuerzo, Jesús se levantó. De pie en medio de los discípulos, mientras la tempestad rugía, las olas se rompían sobre ellos y el relámpago iluminaba su rostro, levantó la mano, tan a menudo empleada en hechos de misericordia, y dijo al mar airado: “Calla, enmudece”... Así como Jesús reposaba por la fe en el cuidado del Padre, así también hemos de confiar nosotros en el cuidado de nuestro Salvador.—El Deseado de Todas las Gentes, 300-303{EJ 51.8}

La alegría es buena medicina, 12 de febrero

La alegría es buena medicina, 12 de febrero
El corazón alegre es una buena medicina. Proverbios 17:22 (VM){DNC 51.1}

La relación que existe entre la mente y el cuerpo es muy íntima. Cuando la primera está afectada, el otro simpatiza con ella. La condición de la mente influye en la salud mucho más de lo que generalmente se cree. Muchas de las enfermedades que padecen los hombres son resultado de la depresión mental. Penas, ansiedad, descontento, remordimiento, sentimiento de culpabilidad, desconfianza, todo esto menoscaba las fuerzas vitales, y lleva al decaimiento y a la muerte. {DNC 51.2}
La enfermedad es muchas veces originada y reagravada por la imaginación. Muchos hay que llevan vida de inválidos cuando podrían estar bien si pensaran que lo están... {DNC 51.3}
El valor, la esperanza, la fe, la simpatía, el amor: todas estas cosas fomentan la salud y alargan la vida. Un espíritu satisfecho y alegre es como salud para el cuerpo y fuerza para el alma. {DNC 51.4}
El agradecimiento, la alegría, la benevolencia, la confianza en el amor y en el cuidado de Dios, son otras tantas incomparables salvaguardias de la salud. {DNC 51.5}
Se debería mostrar el poder de la voluntad, y la importancia del dominio propio, tanto en la conservación como en la recuperación de la salud, el efecto depresivo y hasta ruinoso de la ira, el descontento, el egoísmo, o la impureza, y, por otra parte, el maravilloso poder vivificador que se encuentra en la alegría, la abnegación, y la gratitud. {DNC 51.6}
Hay en la Escritura una verdad fisiológica que necesitamos considerar: “El corazón alegre es una buena medicina”. {DNC 51.7}
Los verdaderos principios del cristianismo abren ante todos nosotros una fuente de inestimable felicidad. {DNC 51.8}

Deberíamos cultivar un estado de ánimo alegre, optimista y apacible; porque nuestra salud depende de ello.* {DNC 51.9}

Un hogar que Dios pueda bendecir, 12 de febrero

Un hogar que Dios pueda bendecir, 12 de febrero
Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio. Génesis 18:19{CV 49.1}

Un hombre es a la vista de Dios lo que es en su familia. La vida de Abrahán, el amigo de Dios, estuvo señalada por el estricto cumplimiento de la palabra de Jehová. Cultivaba la religión del hogar. El temor de Dios llenaba su casa. Él era el sacerdote de su hogar. Consideraba su familia como un depósito sagrado. Su casa constaba de más de mil miembros, y los dirigía a todos, padres e hijos, hacia el Soberano divino. No sufría opresión paterna por un lado ni desobediencia filial por el otro. Mediante la influencia combinada del amor y la justicia, gobernó su casa en el temor de Dios y el Señor dio testimonio de su lealtad (Carta 144, 1902). {CV 49.2}
El “mandará... a su casa”. No habría descuido pecaminoso en poner freno a las malas propensiones de sus hijos, ni favoritismo indulgente, necio y débil o renuncia a la convicción del deber a causa de un afecto mal entendido. Abrahán no sólo daría la instrucción apropiada, sino que mantendría la autoridad de las leyes justas y correctas. {CV 49.3}
Cuán pocos hay en nuestros días que siguen este ejemplo. De parte de demasiados padres hay un sentimentalismo ciego y egoísta, que se manifiesta dejando a los hijos con sus juicios deformados y pasiones indisciplinadas, bajo el dominio de su propia voluntad. Esta es la peor crueldad que se le puede hacer a la juventud y un gran mal para el mundo. La indulgencia de los padres causa desorden en las familias y en la sociedad. Reafirma en la juventud el deseo de seguir las inclinaciones, en vez de someterse a los requerimientos divinos (Manuscrito 22, 1904). {CV 49.4}

Padres e hijos por igual pertenecen a Dios y deben someterse a su gobierno. Abrahán gobernó su casa mediante el afecto y la autoridad combinados. La palabra de Dios nos ha dado reglas para que nos sirvan de guía. Estas reglas forman la norma de la que no debemos desviarnos para seguir su camino. La voluntad del Señor debe ser suprema. La pregunta que debemos hacer no es: ¿Qué han hecho otros? ¿Qué pensarán mis familiares? o, ¿Qué dirán si sigo este camino? sino, ¿Qué ha dicho Dios? Ni padres ni hijos pueden verdaderamente prosperar en camino alguno que no sea el camino del Señor. Testimonies for the Church 5:548.* {CV 49.5}

Afanado por estar en terreno ventajoso, 12 de febrero

Afanado por estar en terreno ventajoso, 12 de febrero
“Acordándonos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de vuestra constancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo”. 1 Tesalonicenses 1:3{CT 51.1}

A partir de la instrucción que se nos ha dado en el Antiguo y Nuevo Testamentos, el Señor espera que hayamos aprendido que ni nosotros ni las personas con las que estamos relacionados, hemos de establecer una relación estrecha con quienes sean depravados e inmorales, corrompidos en pensamientos, palabras y acciones. Si obreros carentes de experiencia llegan a establecer una estrecha relación con esta clase de personas, corren el riesgo, por la contemplación, de ser transformados a la imagen de aquéllos, y así rebajan la norma de santidad y de verdad. El gran peligro es que la corrupción ya no sea vista en toda su vileza por aquellos que tienen un mensaje de reforma y que la verdad se confunda con lo común y lo banal...{CT 51.2}
La diferencia entre una persona buena y una mala no siempre la causa una disposición natural bondadosa. La bondad es el resultado del poder divino transformando a la naturaleza humana. Al creer en Cristo la especie caída y redimida puede llegar a obtener la fe que obra por el amor y purifica al alma de toda contaminación. Entonces se manifiestan los atributos de la semejanza de Cristo, pues por la contemplación de Cristo las personas llegan a ser transformadas a su misma imagen, de gloria en gloria, de carácter en carácter... {CT 51.3}
No es necesario que los hombres y las mujeres se degraden con las impías asociaciones de la comunidad que los rodea. Aquellas personas que se sientan presionadas por circunstancias que están más allá de su control, para que estén donde se manifiesta, profunda y marcadamente, la maldad deben recordar que Dios y sus ángeles están con ellos. La única seguridad que ellos tendrán estará en fijar sus ojos en Jesús, el Autor y Consumador de la fe. Es posible que sus padres, sus madres, sus hermanos y hermanas estén del lado del enemigo, pero ellos tendrán la certeza de que serán guardados por el Señor. Es posible que el hecho de permanecer en la verdad les cueste la vida, pero ellos alcanzarán la salvación mientras que los impíos serán destruidos... {CT 51.4}

[Enoc] no puso su morada entre los impíos. No se estableció en [alguna] Sodoma pensando salvarla. Se ubicó junto con su familia donde la atmósfera fuera lo más pura posible. De ese lugar, a veces iba a los habitantes del mundo con su mensaje recibido de Dios. Le era penosa cada visita que hacía al mundo. Veía y entendía algo de la lepra del pecado. Después de proclamar su mensaje, siempre llevaba de vuelta consigo hasta su lugar de retiro a los que habían recibido la amonestación. Algunos de ellos llegaron a ser vencedores y murieron antes que viniera el diluvio. Pero otros habían vivido por tanto tiempo rodeados por la corruptora influencia del pecado, que no podían soportar la rectitud. Estos no retuvieron la pureza de la fe, sino que regresaron a sus antiguas prácticas y costumbres.—Manuscrito 42, 1900{CT 51.5}

Embajadores, 12 de febrero

Embajadores, 12 de febrero
Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. 2 Corintios 5:20{CDCD 49.1}

En el plan de restaurar en el hombre la imagen divina, se hizo provisión para que el Espíritu Santo actuara sobre las mentes humanas y que, como presencia de Cristo, fuera el instrumento modelador del carácter del hombre. Al recibir la verdad los hombres reciben también la gracia de Cristo, y dedican sus capacidades humanas santificadas a la obra a la que él se entregó; así los hombres se convierten en colaboradores de Dios. La divina verdad se pone al alcance de la comprensión de los hombres a fin de que lleguen a ser instrumentos de Dios. Pero quisiera preguntar a los miembros de la iglesia: ¿Han cumplido ustedes este propósito? ¿Han ejecutado el designio de Dios referente a la difusión de la luz de la verdad divina en la diseminación de las preciosas joyas de la verdad? {CDCD 49.2}
¿Qué pensarán los ángeles de Dios cuando contemplan la iglesia de Cristo y verifican cuán lentamente se mueven los que profesan ser seguidores de Cristo para impartir la luz de la verdad al mundo que yace en tinieblas morales? Las inteligencias celestiales saben que la cruz es el gran centro de atracción. Saben que por medio de ella el hombre caído recibe el perdón y logra unirse con Dios. {CDCD 49.3}
Los concilios celestiales están contemplando a los que pretenden haber aceptado a Cristo como su Salvador personal, para ver si dan a conocer la salvación de Dios a los que se encuentran en las tinieblas. Los están contemplando para ver si dan a conocer el significado de la dispensación del Espíritu Santo, de qué modo, por medio de la obra de este instrumento divino, las mentes de los hombres, corrompidas y contaminadas por el pecado, pueden romper el encanto de las mentiras y los argumentos de Satanás, y volverse a Cristo como su única esperanza, su Salvador personal.{CDCD 49.4}

Cristo dice: “Yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca”. Juan 15:16. Como embajadora de Cristo, ruego a todos los que leen estas líneas que presten atención mientras se dice hoy: “Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones”. Hebreos 3:154:7. Sin un momento de dilación, pregúntense: ¿Qué soy yo para Cristo? ¿Qué es Cristo para mí? ¿Cuál es mi obra? ¿Cuáles son las características del fruto que debo dar?—The Review and Herald, 12 de febrero de 1895{CDCD 49.5}

Cristo se relacionaba con la gente, 12 de febrero

Cristo se relacionaba con la gente, 12 de febrero
Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos. Mateo 19:14{ATO 55.1}

Nuestro Salvador no vivió en reclusión misteriosa durante los años que precedieron a su ministerio público. Vivió con sus padres en Nazaret, y trabajó con José en el oficio de carpintero. Su vida fue sencilla, libre de cualquier extravagancia o despilfarro. Cuando llegó el tiempo de comenzar su ministerio público, salió para proclamar el Evangelio del reino. Hasta el fin de su obra conservó la sencillez de sus hábitos. Eligió a sus ayudantes de las clases más bajas de la sociedad. Los primeros discípulos fueron humildes pescadores de Galilea. Su enseñanza fue tan sencilla que los niños podían comprenderla, y después se los podía escuchar repitiendo sus palabras. Todo lo que hizo y dijo poseía el encanto de la sencillez. {ATO 55.2}
Cristo fue un cuidadoso observador, percibió muchas cosas que los demás pasaron por alto. Siempre estuvo dispuesto a ayudar, siempre listo para hablar palabras de esperanza y de simpatía a los desanimados y atribulados. Permitió que la muchedumbre lo apretujara sin quejarse, aunque a veces casi fue levantado en vilo. Cuando se encontró con un funeral no pasó de largo indiferentemente. La tristeza se reflejó en su semblante al contemplar la muerte, y lloró con los enlutados. {ATO 55.3}
Cuando los niños recogían las flores silvestres que crecían tan abundantemente a su alrededor y se apiñaban para presentárselas como pequeñas ofrendas, las recibía alegremente, les sonreía y expresaba su gozo al ver tanta variedad de flores. {ATO 55.4}
Estos niños eran su herencia. Sabemos que vino para rescatarlos del enemigo mediante su muerte sobre la cruz del Calvario. Les habló palabras que guardaron en sus corazones. Se sintieron gozosos al pensar que apreciaba sus dones y les hablaba en forma tan amorosa. {ATO 55.5}
Cristo observaba a los niños en sus juegos, y a menudo expresaba su aprobación cuando obtenían una victoria inocente en alguna cosa que estaban decididos a hacer. Entonó cantos para esos niños utilizando palabras dulces y benditas. Ellos sabían que los amaba. Nunca les frunció el seño. Compartió sus gozos y tristezas infantiles. A menudo recogía flores y después de señalarles su belleza, se las dejaba como regalo. El había hecho las flores y se deleitaba en señalar su hermosura. {ATO 55.6}

Se ha dicho que Jesús nunca sonrió. Esto no es exacto. Un niño en su inocencia y pureza hacía brotar de sus labios un cántico de gozo.—Manuscrito 20, del 12 de febrero de 1902, “Nuestro Hermano mayor”.* {ATO 55.7}

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Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374