10 de marzo MANSEDUMBRE
Con toda humildad y mansedumbre, soportándonos con paciencia los unos a los otros en amor. (Efesios 4: 2).
Lo invito a mirar al Hombre del Calvario. Contemple al que pusieron en su cabeza una corona de espinas, que cargó sobre sí la vergonzosa cruz y que paso a paso descendió por la senda de la humillación. Mire al varón de dolores, experimentado en quebranto, despreciado y desechado entre los hombres. "Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores". "Más él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados" (Isa. 53: 4, 5). Contemple el calvario hasta que su corazón se ablande con el maravilloso amor del Hijo de Dios. El no dejó nada sin hacer para que el hombre caído pudiera ser elevado y purificado.
¿Por qué no confesar su nombre? ¿La religión de Cristo degradará al que la abraza? No. De modo alguno será una deshonra seguir los pasos del Hombre del Calvario. Cada día sentémonos a los pies de Cristo para aprender de él, para que en nuestra conducta, conversación, vestimenta y en todo los asuntos que conciernen a la vida podamos manifestar que Jesús reina y gobierna nuestro ser. Dios nos llama para que los redimidos del Señor sigamos sus pisadas y no las del mundo. Hemos de consagrar todo a Dios y confesar su nombre ante los demás.
"Y cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré delante de mi Padre que está en los cielos" (Mat. 10: 33). ¿Qué derecho tenemos de profesar que somos cristianos, mientras que con la vida y los hechos negamos al Señor? "El que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. El que halla su vida la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará" (Mat. 10: 38, 39). Cada día debemos hacer morir al yo para levantar la cruz y seguir las pisadas del Maestro.
¡Oh, que podamos ser bautizado con el Espíritu Santo y ser investidos de él! De este modo, cada día nos asemejaremos más a la imagen de Cristo, y antes de cada decisión nos preguntaremos: "¿Glorificará a mi Maestro?" Por la continua paciencia en el bienhacer es como buscamos la gloria, el honor y, al final, recibiremos el don de la inmortalidad.- Review and Herald, 10 de mayo de 1892.
http://www.rodrigomelendez.com/p/matutina.html
"Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar." Habacuc 2:14 "Entonces el dragón...se fue a hacer guerra contra...los que guardan los mandamientos de Dios y tienen...el espíritu de la profecía." Apoc. 12:17; 19:10
Ofrenda continua de sacrificio
Ofrenda continua de sacrificio, 10 de marzo
¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. Romanos 8:34. {AFC 75.5}
Cristo Jesús está representado como estando continuamente ante el altar, ofreciendo momento tras momento el sacrificio por los pecados del mundo. Es un ministro del verdadero tabernáculo que el Señor erigió y no hombre... No se necesitan más expiaciones diarias y anuales, pero el sacrificio expiatorio mediante un Mediador es esencial debido a que siempre se cometen pecados. Jesús está oficiando en la presencia de Dios, ofreciendo su sangre derramada... {AFC 75.6}
Cristo, nuestro Mediador, y el Espíritu Santo interceden constantemente en favor del hombre, pero el Espíritu no suplica por nosotros como lo hace Cristo que presenta su sangre, derramada desde la fundación del mundo; el Espíritu obra sobre nuestro corazón, provocando oraciones y arrepentimiento, alabanza y agradecimiento... {AFC 76.1}
Los servicios religiosos, las oraciones, la alabanza, la confesión arrepentida del pecado ascienden desde los verdaderos creyentes como un incienso hasta el santuario celestial; pero al pasar por los corruptos canales de la humanidad, quedan tan contaminados que a menos que sean purificados con sangre, nunca pueden ser de valor ante Dios. No ascienden con pureza impecable, y no son aceptables a Dios a menos que el Intercesor que está a la diestra de Dios los presente y purifique con su justicia. Todo el incienso de los tabernáculos terrenales debe estar humedecido con las purificadoras gotas de la sangre de Cristo. Él sostiene delante del Padre el incensario de sus propios méritos en el cual no hay mancha de corrupción terrenal. Reúne en este incensario las oraciones, las alabanzas y las confesiones de su pueblo y añade su propia justicia inmaculada. Entonces, perfumado con los méritos de la propiciación de Cristo, asciende el incienso delante de Dios plena y enteramente aceptable.—Manuscrito 50, 1900. {AFC 76.2}
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Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2¶=175.533“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374
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Conozco la Iglesia Adventista desde mi niñez (7 años) y sé que es la Iglesia Verdadera. Lo he sabido desde que mis papás encontraron en la ...