Cristo, el único salvador


Cristo, el único salvador, 6 de marzo

El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados. Colosenses 1:13, 14. MSV76 71.1
No importa quiénes seáis, o qué haya sido vuestra vida, sólo podéis ser salvos de acuerdo con el método señalado por Dios. Debéis arrepentiros; debéis caer desvalidos sobre la Roca, Cristo Jesús. Debéis sentir necesidad de un médico y del único remedio para el pecado: La sangre de Cristo. Este remedio sólo se puede obtener mediante arrepentimiento ante Dios y fe en nuestro Señor Jesucristo... La sangre de Cristo sólo tendrá valor para los que sientan necesidad de su poder purificador. MSV76 71.2
¡Qué amor supremo y qué condescendencia, que cuando no merecíamos en absoluto la misericordia divina, Cristo estuvo dispuesto a realizar nuestra redención! Pero nuestro gran Médico requiere de cada alma sumisión absoluta. Nunca debemos extender una receta para nuestro propio mal. Cristo debe disponer plenamente de la voluntad y de la acción... MSV76 71.3
Podemos vanagloriarnos... de que nuestro carácter moral ha sido correcto y que no necesitamos humillarnos delante de Dios como los pecadores comunes, pero debemos estar contentos de poder entrar en la vida en la misma forma que el principal de los pecadores. Debemos renunciar a nuestra propia justicia y rogar que se nos impute la de Cristo. Debemos depender totalmente de Jesús para recibir fortaleza. El yo debe morir. Debemos reconocer que todo lo que tenemos procede de las sobreabundantes riquezas de la gracia divina. El lenguaje de nuestros corazones debe ser: “No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, sino a tu nombre da gloria, por tu misericordia, por tu verdad”. Salmos 115:1. MSV76 71.4
El amor sigue a la fe genuina, y la obediencia al amor. Todas las facultades y pasiones del hombre convertido quedan bajo el dominio de Cristo. Su Espíritu es un poder renovador, que transforma de acuerdo con la imagen divina a todos los que lo reciben... MSV76 71.5
“Todo aquel que es nacido de Dios, no práctica el pecado”. 1 Juan 3:9. Comprende que ha sido comprado por la sangre de Cristo y que está comprometido por los votos más solemnes a glorificar a Dios en su cuerpo y en su espíritu, que son del Señor. El amor al pecado y al yo están subyugados en él.9Testimonies for the Church 5:218-220. MSV76 71.6

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Mejorar las oportunidades para servir


Mejorar las oportunidades para servir, 6 de marzo

Cuando no sabéis lo que será mañana. Porque, ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. Santiago 4:14. SSJ 72.1
No hay religión en la entronización del yo. Dios nos pide que seamos fieles a él, que negociemos con los talentos que nos ha dado para que podamos ganar otros talentos. Su voluntad debe ser hecha nuestra voluntad en todas las cosas. Cualquier desvío de esta norma degrada nuestra naturaleza moral. Puede dar por resultado nuestro ensalzamiento, nuestro enriquecimiento y el que nos sentemos al lado de príncipes; pero a los ojos de Dios somos impuros y viles. Hemos vendido nuestra primogenitura por el interés y la ganancia egoístas, y en los libros del cielo está escrito de nosotros: Pesados en las balanzas del Santuario, y hallados faltos. SSJ 72.2
Pero si consideramos nuestros talentos como los dones del Señor y los usamos en su servicio, mostrando compasión y amor hacia nuestros semejantes, somos canales a través de los cuales las bendiciones de Dios fluyen al mundo; y en el gran día final se nos dará la bienvenida con las palabras: “Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu Señor”. Mateo 25:21. SSJ 72.3
El tiempo que está cargado con oportunidades preciosas y doradas para servir al Señor, está pasando rápidamente a la eternidad... ¿Está aprovechando esas oportunidades mientras pasan? No puede permitirse el lujo de despreciarlas, porque usted debe estar ante el tribunal de Dios para dar respuesta de las obras hechas en el cuerpo. ¿Alegran y animan sus palabras a los que van a usted en busca de ayuda y consuelo? ¿Fortalece su influencia a aquellos con los cuales se relaciona? ¿Entrega sus posesiones fielmente al Señor? SSJ 72.4
Conságrese hoy al servicio del Señor... Eche su ansiedad sobre el Señor y de ninguna manera permita que las cosas del mundo lo separen de él. Conságrele todo lo que tiene y es. Esto es sólo “su culto racional”. No se demore, porque hay peligro en un momento de demora. Unos pocos años más como máximo serán suyos para trabajar para el Maestro, y después escuchará la voz que no puede rehusar contestar, que le dice: “Da cuenta de tu mayordomía”.—The Signs of the Times, 21 de enero de 1897. SSJ 72.5

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La fe sin obras es muerta

La fe sin obras es muerta, 6 de marzo
¿No fue justificado por las obras Abrahán nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? Santiago 2:21, 22.

Necesitamos tener más de Jesús y mucho menos del yo. Necesitamos la sencillez de un niño que nos conduzca a contarle al Señor todos nuestros deseos, y creer que de acuerdo con sus riquezas y bondad y amor satisfará nuestras necesidades. “Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré”. Si me aman, dice, mostrarán su amor guardando mis mandamientos. “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad”Juan 14:13, 16, 17.

“El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él”Juan 14:21. Esta es la única prueba del carácter. Al hacer la voluntad de Dios damos la mejor evidencia de que amamos a Dios y a Jesucristo a quien ha enviado. Las palabras de amor a Dios repetidas a menudo no tienen valor a menos que el amor se manifieste en la vida práctica. El amor a Dios no es un mero sentimiento; es un poder viviente y que obra. El hombre que hace la voluntad de su Padre que está en los cielos muestra al mundo que ama a Dios. El fruto de su amor se ve por medio de buenas obras...

El apóstol Santiago vio los peligros que surgirían al presentar el tema de la justificación por la fe, y se esforzó por mostrar que la fe genuina no puede existir sin las obras correspondientes. Presenta la experiencia de Abrahán. “¿No ves—dice—que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras?” Esta fe genuina realiza una obra genuina en los creyentes. La fe y la obediencia producen una experiencia sólida y valiosa.

Hay una creencia que no es fe salvadora. La Palabra declara que los demonios creen y tiemblan. La así llamada fe que no obra por amor ni purifica el alma no justificará al hombre. “Vosotros veis—dice el apóstol—, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe”. Santiago 2:24. Abrahán creyó a Dios. ¿Cómo sabemos que creyó? Sus obras testificaron del carácter de su fe, y su fe le fue contada por justicia.

Necesitamos hoy la fe de Abrahán para iluminar las tinieblas que nos rodean, que impiden que nos lleguen los dulces rayos del amor de Dios y que detienen nuestro crecimiento espiritual. Nuestra fe debiera ser fecunda en buenas obras, pues la fe sin obras es muerta. Cada tarea que realizamos, cada sacrificio que hacemos en nombre de Jesús, produce una recompensa enorme. En el mismo acto del deber Dios habla y nos da su bendición.—The Signs of the Times, 19 de mayo de 1898.

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Paciencia


Paciencia, 6 de marzo

Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos, amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia. Colosenses 3:12. RP 76.1
El Capitán de nuestro salvación no reclamó para sí ninguna posición honrosa. En cambio, tomó la forma de siervo para que la humanidad pudiera relacionarse con la divinidad. El hombre debe representar a Cristo. Para ello, necesita ser paciente con sus congéneres, perdonador y lleno de un amor semejante al de Cristo. El que está verdaderamente convertido manifestará respeto por sus hermanos y estará dispuesto a proceder como el Señor lo ordenó. Jesús dijo: “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros”. Juan 13:34, 35. El creyente en quien abunda el amor de Dios manifestará tal expresión de ese amor que será comprendido por el mundo... RP 76.2
No todo el que habla de Cristo es uno con él. Los que no tienen el Espíritu y la gracia de Jesús no son suyos, no importa lo que profesen. Por sus frutos los conoceréis. Las prácticas y costumbres que siguen los dictados del mundo no promueven los principios de la ley de Dios. Y por no tener el aliento de su Espíritu, tampoco expresan su carácter. La semejanza a Cristo será revelada únicamente por los que se asemejan a la imagen divina. Sólo los que son modelados mediante el Espíritu Santo, pueden llegar a ser hacedores de la Palabra. Esta los pone en condiciones de dar a conocer la mente y la voluntad de Dios. RP 76.3
En el mundo existe una falsificación del cristianismo genuino. El verdadero espíritu del hombre se da a conocer por el modo como éste se relaciona con su prójimo. Podemos preguntar: ¿Representa el carácter de Cristo en espíritu y en acción, o simplemente es una manifestación natural del carácter egoísta, propio de los que pertenecen al mundo? La simple profesión de fe no significa nada para Dios. Antes que sea demasiado tarde para rectificar la conducta equivocada, que cada uno se pregunte: ¿Quién soy yo? Depende de nosotros mismos desarrollar el carácter que nos permita integrar la familia celestial, la realeza de Dios.—The Review and Herald, 9 de abril de 1895. RP 76.4

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A la paciencia, piedad


A la paciencia, piedad, 6 de marzo

Porque el ejercicio corporal para poco es provechoso; mas la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera. 1 Timoteo 4:8. NEV 73.1
Después de haber añadido paciencia a la temperancia, debemos seguir ascendiendo en la escalera del progreso, y añadir piedad a la paciencia. Este es el resultado de la paciencia. El apóstol Pablo dijo: “Nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba esperanza”. Romanos 5:3, 4. NEV 73.2
Aquí, entonces, tenemos una nueva gracia, la piedad, que debe tener el espíritu y la semejanza de Jesucristo. El fin que Dios persigue en todo su trato con nosotros, es elevarnos hacia su ideal divino, y es el que persigue todo el plan de salvación. ... La corrupción del mundo está procurando posesionarse de nuestros sentidos; todas las influencias impías, que se advierten en todas partes, están trabajando para mantenernos en un nivel bajo y terreno—cegando nuestras sensibilidades, degradando nuestros deseos, debilitando nuestra conciencia, e invalidando nuestras facultades religiosas—, al impulsarnos a prestar atención a la naturaleza inferior. ... NEV 73.3
La preciosa escalera está para alejarnos de todo esto. La atención es atraída hacia Dios, encima de la escalera. La gloria de allá arriba lanza una invitación: “Venid más alto”. El corazón es atraído. Se dan pasos ascendentes, uno después de otro. Y así vamos ascendiendo cada vez más arriba. A cada paso que se da, la atracción se hace mayor. Mayores y más santas ambiciones toman posesión del alma. Queda atrás la culpa de la vida pasada. No nos atrevemos a mirar hacia abajo, hacia aquellas cosas que durante largo tiempo envenenaron la fuente de la verdad y de la felicidad, y despertaron el remordimiento, debilitaron y depravaron la voluntad, y reprimieron todo impulso hacia el bien. ... NEV 73.4
El propósito de la Palabra de Dios es inspirar esperanza, guiarnos ... a ascender paso a paso hacia el cielo, con vigor cada vez más creciente. ... Logramos la semejanza del carácter divino por el impartimiento de su propia gracia. ... Así como la cera recibe la impresión del sello, también el alma recibe y retiene la imagen moral de Dios. Somos llenados y transfigurados por su esplendor, así como la nube—que es negra—adquiere una blancura inmaculada cuando es llenada por la luz.—Manuscrito 13, 1884, pp. 8, 9. NEV 73.5

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Fundado en justicia


Fundado en justicia, 6 de marzo

Justicia y juicio son el cimiento de su trono. Salmos 97:2. MGD 73.1
En todo su trato con los seres que creó, Dios ha mantenido los principios de la justicia mediante la revelación del pecado en su verdadero carácter, y ha demostrado que sus verdaderas consecuencias son la desgracia y la muerte. Nunca existió el perdón incondicional del pecado, ni existirá jamás. Un perdón de esta naturaleza sería el abandono de los principios de justicia que constituyen los fundamentos mismos del gobierno de Dios. Llenaría de consternación al universo inmaculado. Dios ha indicado fielmente los resultados del pecado, y si estas advertencias no fuesen la verdad, ¿cómo podríamos estar seguros de que sus promesas se cumplirán? La así llamada benevolencia que quisiera hacer a un lado la justicia, no es benevolencia, sino debilidad. MGD 73.2
Dios es quien da la vida. Desde el principio, todas sus leyes fueron ordenadas para favorecer la vida. Pero el pecado destruyó sorpresivamente el orden que Dios había establecido, y como consecuencia, vino la discordia. Mientras exista el pecado, los sufrimientos y la muerte serán inevitables. Únicamente porque el Redentor llevó en nuestro lugar la maldición del pecado puede el hombre esperar escapar en su propia persona a sus funestos resultados.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 560, 561. MGD 73.3
Hemos de aceptar a Cristo como a nuestro Salvador personal, y él nos imputa la justicia de Dios en Cristo... “En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados”. 1 Juan 4:10. MGD 73.4
En el amor de Dios se ha manifestado la más maravillosa veta de verdad preciosa, y se exponen delante de la iglesia y del mundo los tesoros de la gracia de Cristo... Qué amor es éste, qué maravilloso, insondable amor que indujo a Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos pecadores. Cuánto pierde el alma que entiende las vigorosas demandas de la ley y que, sin embargo, no llega a comprender la sobreabundante gracia de Cristo.—Mensajes Selectos 1:182, 183. MGD 73.5

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El pecado sobremanera pecaminoso


El pecado sobremanera pecaminoso, 5 de marzo

Para que, por medio del mandamiento, el pecado viniese a ser sobremanera pecaminoso. Romanos 7:13 (VM). FV 72.1
“Con gran misericordia, según su divino carácter, Dios soportó por mucho tiempo a Lucifer. El espíritu de descontento y desafecto no se había conocido antes en el cielo. Era un elemento nuevo, extraño, misterioso e inexplicable. Lucifer mismo, al principio, no entendía la verdadera naturaleza de sus sentimientos; durante algún tiempo había temido dar expresión a los pensamientos y a las imaginaciones de su mente; sin embargo no los desechó. No veía el alcance de su extravío. Para convencerlo de su error, se hizo cuanto esfuerzo podían sugerir la sabiduría y el amor infinitos. Se le probó que su desafecto no tenía razón de ser, y se le hizo saber cuál sería el resultado si persistía en su rebeldía. FV 72.2
“Lucifer quedó convencido de que se hallaba en el error. vio que ‘justo es Jehová en todos sus caminos, y misericordioso en todas sus obras’ (Salmos 145:17), que los estatutos divinos son justos, y que debía reconocerlos como tales ante todo el cielo.... FV 72.3
“Casi decidió volver sobre sus pasos, pero el orgullo no se lo permitió.... Defendió persistentemente su conducta y se dedicó de lleno al gran conflicto contra su Creador.... FV 72.4
“La rebelión de Satanás había de ser una lección para el universo a través de todos los siglos venideros, un testimonio perpetuo acerca de la naturaleza del pecado y sus terribles consecuencias..... De esta manera la historia de este terrible experimento de la rebelión iba a ser una perpetua salvaguardia para todos los seres santos, para evitar que sean engañados acerca de la naturaleza de la transgresión, para salvarlos de cometer pecado y sufrir sus consecuencias.”—Historia de los Patriarcas y Profetas, 18, 19, 23. FV 72.5

Aprendamos el idioma de Canaán


Aprendamos el idioma de Canaán, 6 de marzo

Goteará como la lluvia mi enseñanza; destilará como el rocío mi razonamiento; como la llovizna sobre la grama, y como las gotas sobre la hierba. Deuteronomio 32:2. HHD 74.1
Debemos ser testigos de Cristo; y lo lograremos al crecer diariamente hasta la plena estatura de hombres y mujeres en Cristo. Es nuestro privilegio crecer más y más cada día a su semejanza. Entonces adquiriremos la facultad de expresar nuestro amor por él en un lenguaje más elevado y puro, y nuestras ideas se ampliarán y profundizarán, y nuestro juicio llegará a ser más sano y digno de confianza, mientras nuestro testimonio tendrá más vida y seguridad. No debemos cultivar el lenguaje de los terrenos y llegar a familiarizarnos de tal manera con la conversación de los hombres, que el idioma de Canaán nos resulte nuevo y poco familiar. Debemos aprender en la escuela de Cristo; no obstante, es manifiesto que muchos se satisfacen con muy limitadas experiencias en su vida espiritual, porque revelan poco conocimiento de las cosas espirituales en sus oraciones y en sus testimonios. Hay menos buen juicio manifestado en asuntos relativos a nuestro interés eterno, que en asuntos concernientes a nuestros negocios terrenales y temporales. HHD 74.2
Los cristianos deben ser fieles en la escuela de Cristo, siempre aprendiendo más del cielo, más de la Palabra y la voluntad de Dios; más de la verdad y de cómo usar fielmente el conocimiento que han obtenido.—The Youth’s Instructor, 28 de junio de 1894. HHD 74.3

Jesús, nuestro ejemplo


Jesús, nuestro ejemplo, 6 de marzo

Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él. 2 Corintios 5:21. EJ 73.1
En el acto de someterse a la ordenanza del bautismo Cristo le muestra al pecador uno de los pasos importantes de la conversión verdadera. Cristo no tenía ningún pecado que lavar, pero al aceptar la responsabilidad de transformarse en el sustituto del hombre, los pecados de los seres humanos culpables le fueron imputados... Al aceptar a Cristo como el sustituto de los pecadores, Dios le concede una oportunidad al pecador—con la ayuda del poder divino de Cristo—para soportar la prueba que Adán no pudo aguantar. EJ 73.2
Cristo acudió a Juan, arrepintiéndose en lugar del pecador, creyendo en favor del pecador, para que mediante el plan que había ideado, de tomar la humanidad sobre sí, y de sufrir y morir por el ser humano, el pecador fuera aceptado por Dios mediante el arrepentimiento, la fe y el bautismo. Fue sepultado en la tumba líquida por Juan y se levantó del agua para representar ante el hombre, mediante su vida santa, el verdadero modelo que éste debía copiar. EJ 73.3
Los pasos de la conversión se indican claramente: arrepentimiento, fe en Cristo como el Redentor del mundo, fe en su muerte, sepultura y resurrección, ilustradas mediante su bautismo y ascensión a lo alto para interceder por el pecador. Al comienzo mismo de su ministerio público, se presenta como la persona que continuará siendo para el hombre durante toda su tarea de Mediador. Se identifica con los pecadores como el sustituto de ellos, cargando sobre sí los pecados de ellos, contándose con los transgresores, y realizando la obra que se le exige hacer al pecador en lo que respecta al arrepentimiento, la fe y la obediencia voluntaria. ¡Qué ejemplo extraordinario se encuentra aquí en la vida de Cristo para que los pecadores lo imiten! Si no deciden seguir el ejemplo que se les ha dado, quedarán sin excusa. EJ 73.4
Queridos niños y jóvenes, nuestro Padre celestial y el amado Salvador son sus mejores amigos. Ustedes poseen todas las evidencias necesarias para saber que ellos los aman. “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” Romanos 8:32. EJ 73.5
Dios no nos privará de ninguna cosa que realmente sea para nuestro bien. Jesús quiere que seamos felices en este mundo y que gocemos con él de las glorias del mundo venidero. Dios ha dado a los niños y jóvenes la invitación de entregarse a él. “Dame, hijo mío; tu corazón”. Se da la siguiente promesa: “Me hallan los que temprano me buscan”. Proverbios 8:17.—The Youth’s Instructor, febrero de 1874. EJ 73.6
Todos los que viven tienen pecados que lavar... El verdadero arrepentimiento por el pecado, la fe en los méritos de Jesucristo, y el bautismo en su muerte, para ser levantados del agua y vivir una vida nueva, son los primeros pasos en el nuevo nacimiento que Cristo le dijo a Nicodemo que debía experimentar para ser salvo. Las palabras que Cristo le dirigió a Nicodemo no fueron únicamente para él, sino para todo hombre, mujer y niño que habría de vivir en el mundo... Al seguir el ejemplo de Cristo estamos seguros.—Ibíd. 

Entrada destacada

¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
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“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374