Exaltad a Jesús


Exaltad a Jesús
El eterno peso de gloria, 24 de agosto No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. 2 Corintios 4:18. https://ift.tt/lbJStAD Pablo llamó un momento a los años que tuvo que soportar de renunciamientos, privaciones, pruebas, aflicciones y persecución. No consideraba dignas de mención las cosas del tiempo presente cuando las comparaba con el eterno peso de gloria que le esperaba cuando la lucha estuviera terminada. Estas mismas aflicciones no eran sino auxiliares de Dios, enviadas para perfeccionamiento del carácter cristiano. No importa cuáles sean las circunstancias por las cuales pasa el cristiano, por oscuro y misterioso que parezca el camino de la providencia, por grandes que sean sus privaciones y sufrimientos, siempre puede quitar la vista de ellos y mirar las cosas invisibles y eternas. Así tiene la bendita seguridad que todas las cosas contribuyen a su bien... El Espíritu Santo inundaba el alma de Pablo con la luz del cielo, y recibió la seguridad de su participación en la posesión adquirida y reservada para los fieles. El lenguaje de Pablo era sólido. Fue incapaz de encontrar palabras suficientemente impresionantes como para expresar la excelencia de aquella gloria, honor e inmortalidad que los creyentes recibirán cuando Cristo venga. Comparadas con la escena que ocupaba los ojos de su mente, todas las aflicciones temporales no eran sino momentáneas, tribulaciones leves, indignas de preocupación. Vistas a la luz de la cruz, las cosas de esta vida no eran sino vanidad y vacuidad. La gloria que ocupaba su atención era real, importante, perdurable, y su descripción estaba más allá de la capacidad del lenguaje. Sin embargo, Pablo lo expresa con tanta exactitud como es capaz, para que la imaginación pueda captar la realidad tan claramente como las mentes finitas pueden hacerlo. Se trataba de un peso de gloria, una plenitud de Dios, un conocimiento inmensurable. Era un eterno peso de gloria. Y sin embargo Pablo siente que su lenguaje es inadecuado. No alcanza a expresar la realidad. Se esfuerza por encontrar palabras más expresivas. Las más atrevidas figuras del lenguaje quedarían muy por debajo de la verdad. El apóstol busca los términos más amplios que pueda proveer el lenguaje humano, para que la imaginación pueda captar hasta cierto punto la excelencia superlativa de la gloria que le será concedida al vencedor. Santidad, dignidad, honor, felicidad en la presencia de Dios, son cosas invisibles actualmente, excepto para el ojo de la fe. Pero las cosas que se ven: el honor mundanal, los placeres temporales, las riquezas y la gloria, quedan eclipsadas por la excelencia, la belleza y la gloria esplendorosa de las cosas invisibles. Las cosas de este mundo son temporales, y duran sólo por un tiempo, en tanto que las que no se ven son eternas, y permanecen por las edades sin fin. La obtención de este tesoro infinito constituye la ganancia de todo y la pérdida de nada.—The S.D.A. Bible Commentary 6:1099-1100. En el futuro llegaremos a saber cuán íntimamente relacionadas estuvieron nuestras pruebas con nuestra salvación, y cómo estas tribulaciones leves produjeron en nosotros “un cada vez más excelente y eterno peso de gloria”.—Carta 5, 1880.
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Cada Día con Dios


Echen mano de la fortaleza divina, 24 de agosto Entonces hablaste en visión a tu santo, y dijiste: He puesto el socorro sobre uno que es poderoso. Salmos 89:19. https://ift.tt/roVjXM1 El Señor los ama. El Señor es tierno y compasivo. Su promesa es la siguiente: “Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros”. Santiago 4:8. Cuando el enemigo se aproxime como una inundación, el Espíritu del Señor levantará bandera contra él y en favor de ustedes. Recuerden que Jesucristo es nuestra esperanza. En medio de las circunstancias tristes y desanimadoras que les pueden sobrevenir en cualquier momento, Cristo les dice: “Haga [n] conmigo paz; sí, haga [n] paz conmigo”. Isaías 27:5. La tarea de ustedes consiste en echar mano de la fortaleza que es tan firme como el trono eterno. Crean en Dios. Confíen en él. Manténganse alegres en toda circunstancia. Aunque sufran pruebas, sepan que Cristo padeció estas aflicciones en favor de su herencia. Nada es tan querido para Dios como su iglesia. El Señor mira el corazón. Sabe quiénes son los suyos. Probará a toda alma viviente. “Muchos serán limpios, y emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero los entendidos comprenderán”. Daniel 12:10. Entonen himnos de alabanza y gratitud los que aman a Dios y obedecen su Palabra, en lugar de pronunciar acusaciones, de criticar y murmurar. El Señor bendecirá a los pacificadores. Confíen en el Señor. No permitan que los depriman ni los sentimientos, ni los discursos ni las actitudes de ningún ser humano. Tengan cuidado que ni sus palabras ni sus actos les den a los demás la ventaja de herirlos. Mantengan la vista fija en Jesús. El es la fortaleza de ustedes. Al contemplarlo, se transformarán a su semejanza, será la salud del rostro de ustedes, y su Dios. La iglesia los necesita, y ustedes necesitan suavizar y someter sus propios sentimientos por causa de Cristo. Quiere que su Santo Espíritu obre en ustedes. Entonces estarán en condiciones de impartir vida y consuelo a la iglesia. Elijan bien sus palabras de manera que sean una bendición para ella. No se aflijan por las inconsecuencias de los demás. Preocúpense de ustedes mismos, y sean consecuentes en todo.—Carta 125, del 24 de agosto de 1900, a los Hnos. James, nuevos creyentes en Australia.

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Echen mano de la fortaleza divina, 24 de agosto Entonces hablaste en visión a tu santo, y dijiste: He puesto el socorro sobre uno que es poderoso. Salmos 89:19. https://ift.tt/roVjXM1 El Señor los ama. El Señor es tierno y compasivo. Su promesa es la siguiente: “Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros”. Santiago 4:8. Cuando el enemigo se aproxime como una inundación, el Espíritu del Señor levantará bandera contra él y en favor de ustedes. Recuerden que Jesucristo es nuestra esperanza. En medio de las circunstancias tristes y desanimadoras que les pueden sobrevenir en cualquier momento, Cristo les dice: “Haga [n] conmigo paz; sí, haga [n] paz conmigo”. Isaías 27:5. La tarea de ustedes consiste en echar mano de la fortaleza que es tan firme como el trono eterno. Crean en Dios. Confíen en él. Manténganse alegres en toda circunstancia. Aunque sufran pruebas, sepan que Cristo padeció estas aflicciones en favor de su herencia. Nada es tan querido para Dios como su iglesia. El Señor mira el corazón. Sabe quiénes son los suyos. Probará a toda alma viviente. “Muchos serán limpios, y emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero los entendidos comprenderán”. Daniel 12:10. Entonen himnos de alabanza y gratitud los que aman a Dios y obedecen su Palabra, en lugar de pronunciar acusaciones, de criticar y murmurar. El Señor bendecirá a los pacificadores. Confíen en el Señor. No permitan que los depriman ni los sentimientos, ni los discursos ni las actitudes de ningún ser humano. Tengan cuidado que ni sus palabras ni sus actos les den a los demás la ventaja de herirlos. Mantengan la vista fija en Jesús. El es la fortaleza de ustedes. Al contemplarlo, se transformarán a su semejanza, será la salud del rostro de ustedes, y su Dios. La iglesia los necesita, y ustedes necesitan suavizar y someter sus propios sentimientos por causa de Cristo. Quiere que su Santo Espíritu obre en ustedes. Entonces estarán en condiciones de impartir vida y consuelo a la iglesia. Elijan bien sus palabras de manera que sean una bendición para ella. No se aflijan por las inconsecuencias de los demás. Preocúpense de ustedes mismos, y sean consecuentes en todo.—Carta 125, del 24 de agosto de 1900, a los Hnos. James, nuevos creyentes en Australia.
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A Fin de Conocerle


Bajo la disciplina de Dios, 24 de agosto ¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos. Salmos 19:12. https://ift.tt/2AlbZdX Necesitamos estudiar el carácter de los motivos que impulsan a la acción, a la luz de la ley de Dios, para comprender nuestras deficiencias. Pero si bien el instrumento humano ve sus pecados, no debe desanimarse, aunque se vea condenado por los preceptos de la justicia. Debe ver y comprender la pecaminosidad del pecado, debe arrepentirse y tener fe en Cristo como su Salvador personal. No es seguro pensar que poseemos virtudes y que debemos felicitarnos por las excelencias de nuestro carácter y nuestro actual estado de piedad. David a menudo triunfó en Dios y, sin embargo, a menudo se ocupó de su indignidad y pecaminosidad. Su conciencia no dormía ni estaba muerta. Exclamó: “Mi pecado está siempre delante de mí”. Salmos 51:3. No se halagó pensando que el pecado era algo que no le concernía. Cuando vio las profundidades engañosas de su corazón, ... oró para que Dios lo librara de los pecados de presunción, y lo limpiara de las faltas secretas. No es seguro que nosotros cerremos los ojos y endurezcamos la conciencia de tal manera que no veamos o comprendamos nuestros pecados. Necesitamos apreciar la instrucción recibida acerca del carácter odioso del pecado, a fin de confesar sinceramente y olvidar nuestros pecados. “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”. 1 Juan 1:9. ¿Queréis ser limpiados de toda injusticia? ... Si estáis progresando hacia adelante y hacia arriba, procurando alcanzar nuevas alturas en educación y cosas espirituales, tendréis discernimiento para comprender qué se requiere de vosotros. Tendréis al Espíritu Santo para ayudaros en vuestras flaquezas. ... No andéis con vacilación, sino firmemente en el poder y la gracia de Jesucristo.—The Youth’s Instructor, 5 de julio de 1894.

A Fin de Conocerle


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Bajo la disciplina de Dios, 24 de agosto ¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos. Salmos 19:12. https://ift.tt/2AlbZdX Necesitamos estudiar el carácter de los motivos que impulsan a la acción, a la luz de la ley de Dios, para comprender nuestras deficiencias. Pero si bien el instrumento humano ve sus pecados, no debe desanimarse, aunque se vea condenado por los preceptos de la justicia. Debe ver y comprender la pecaminosidad del pecado, debe arrepentirse y tener fe en Cristo como su Salvador personal. No es seguro pensar que poseemos virtudes y que debemos felicitarnos por las excelencias de nuestro carácter y nuestro actual estado de piedad. David a menudo triunfó en Dios y, sin embargo, a menudo se ocupó de su indignidad y pecaminosidad. Su conciencia no dormía ni estaba muerta. Exclamó: “Mi pecado está siempre delante de mí”. Salmos 51:3. No se halagó pensando que el pecado era algo que no le concernía. Cuando vio las profundidades engañosas de su corazón, ... oró para que Dios lo librara de los pecados de presunción, y lo limpiara de las faltas secretas. No es seguro que nosotros cerremos los ojos y endurezcamos la conciencia de tal manera que no veamos o comprendamos nuestros pecados. Necesitamos apreciar la instrucción recibida acerca del carácter odioso del pecado, a fin de confesar sinceramente y olvidar nuestros pecados. “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”. 1 Juan 1:9. ¿Queréis ser limpiados de toda injusticia? ... Si estáis progresando hacia adelante y hacia arriba, procurando alcanzar nuevas alturas en educación y cosas espirituales, tendréis discernimiento para comprender qué se requiere de vosotros. Tendréis al Espíritu Santo para ayudaros en vuestras flaquezas. ... No andéis con vacilación, sino firmemente en el poder y la gracia de Jesucristo.—The Youth’s Instructor, 5 de julio de 1894.
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¡Maranata: El Senor Viene!


¡Maranata: El Senor Viene!
La señal que distingue al pueblo de Dios, 24 de agosto Y les di también mis días de reposo, para que fuesen por señal entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico. Ezequiel 20:12. https://ift.tt/2RNQqVh Así como el sábado fue la señal que distinguía a Israel cuando salió de Egipto para entrar en la Canaán terrenal, así también es la señal que ahora distingue al pueblo de Dios cuando sale del mundo para entrar en el reposo celestial. La observancia del sábado es el medio dispuesto por Dios para preservar el conocimiento de sí mismo y para establecer una distinción entre sus súbditos fieles y los transgresores de su ley.46Testimonies for the Church 8:198. El sábado... pertenece a Cristo... Y como lo hizo todo, creó también el sábado. Por él fue apartado como un monumento recordativo de la obra de la creación. Nos presenta a Cristo como Santificador tanto como Creador. Declara que el que creó todas las cosas en el cielo y en la tierra, y mediante quien todas las cosas existen, es cabeza de la iglesia, y que por su poder somos reconciliados con Dios. Porque, hablando de Israel, dijo: “Díles también mis sábados, que fuesen por señal entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico”, es decir, que los hace santos. Entonces el sábado es una señal del poder de Cristo para santificarnos. Es dado a todos aquellos a quienes Cristo hace santos. Como señal de su poder santificador, el sábado es dado a todos los que por medio de Cristo llegan a formar parte del Israel de Dios... A todos los que reciban el sábado como señal del poder creador y redentor de Cristo, les resultará una delicia... El sábado les indica las obras de la creación como evidencia de su gran poder redentor. Al par que recuerda la perdida paz del Edén, habla de la paz restaurada por el Salvador. Y todo lo que encierra la naturaleza, repite su invitación: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar”.47El Deseado de Todas las Gentes, 255, 256. El sábado es el broche áureo que une a Dios con su pueblo.48MMa, 296.
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La señal que distingue al pueblo de Dios, 24 de agosto Y les di también mis días de reposo, para que fuesen por señal entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico. Ezequiel 20:12. https://ift.tt/2RNQqVh Así como el sábado fue la señal que distinguía a Israel cuando salió de Egipto para entrar en la Canaán terrenal, así también es la señal que ahora distingue al pueblo de Dios cuando sale del mundo para entrar en el reposo celestial. La observancia del sábado es el medio dispuesto por Dios para preservar el conocimiento de sí mismo y para establecer una distinción entre sus súbditos fieles y los transgresores de su ley.46Testimonies for the Church 8:198. El sábado... pertenece a Cristo... Y como lo hizo todo, creó también el sábado. Por él fue apartado como un monumento recordativo de la obra de la creación. Nos presenta a Cristo como Santificador tanto como Creador. Declara que el que creó todas las cosas en el cielo y en la tierra, y mediante quien todas las cosas existen, es cabeza de la iglesia, y que por su poder somos reconciliados con Dios. Porque, hablando de Israel, dijo: “Díles también mis sábados, que fuesen por señal entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico”, es decir, que los hace santos. Entonces el sábado es una señal del poder de Cristo para santificarnos. Es dado a todos aquellos a quienes Cristo hace santos. Como señal de su poder santificador, el sábado es dado a todos los que por medio de Cristo llegan a formar parte del Israel de Dios... A todos los que reciban el sábado como señal del poder creador y redentor de Cristo, les resultará una delicia... El sábado les indica las obras de la creación como evidencia de su gran poder redentor. Al par que recuerda la perdida paz del Edén, habla de la paz restaurada por el Salvador. Y todo lo que encierra la naturaleza, repite su invitación: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar”.47El Deseado de Todas las Gentes, 255, 256. El sábado es el broche áureo que une a Dios con su pueblo.48MMa, 296.

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Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374