Iglesia Adventista del Séptimo Día · Zacatecoluca


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Reflejemos a Jesús


La cortesía debería reinar en el hogar, 25 de junio https://ift.tt/83Omy0l El amor sea sin fingimiento... Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros. Romanos 12:9, 10. El principio inculcado por el mandato: “Amaos los unos a los otros con amor fraternal”, yace en el mismo fundamento de la felicidad doméstica. La cortesía cristiana debiera reinar en todo hogar... La esposa y madre puede ligar los corazones de su esposo e hijos a sí misma con las fuertes cuerdas del amor, si su relación con ellos manifiesta un amor invariable en palabras amables y conducta cortés. Marcada diversidad de disposición y carácter existen frecuentemente en una misma familia; porque es el plan de Dios que personas de diferentes temperamentos se asocien. Cuando éste es el caso, cada miembro del hogar debería considerar sagradamente los sentimientos, y respetar los derechos de otros. De esta manera cultivarán la consideración mutua y la tolerancia, se suavizarán los prejuicios, y se pulirán las asperezas del carácter. La armonía podrá ser asegurada, y la combinación de los diferentes temperamentos será un beneficio para cada uno... La verdadera esposa y madre... cumplirá sus deberes con dignidad y alegría, no considerando degradante hacer con sus propias manos lo que sea necesario para tener una casa bien ordenada. A fin de ser una buena esposa, no es necesario que la naturaleza de la mujer sea totalmente sumergida en la de su esposo. Cada individuo tiene una vida distinta de la de otros, una experiencia que difiere esencialmente de la de ellos. No es el plan de nuestro Creador que nuestra individualidad se pierda en la de otros; El desea que poseamos nuestros propios caracteres, suavizados y santificados por su dulce gracia. Desea oir nuestras palabras recién salidas de nuestros propios corazones. Desea que nuestros más grandes deseos y nuestros más fervientes clamores asciendan a El marcados por nuestra propia individualidad. Todos no tienen la misma forma de pensar, y Dios no pide una experiencia de segunda mano. Nuestro compasivo Redentor nos extiende una mano ayudadora donde nos encontramos. Si la mujer busca a Dios por fortaleza y apoyo, y en el temor del Señor trata de realizar sus deberes diarios, ganará el respeto y la confianza de su esposo, y verá que sus hijos llegan a la madurez como hombres y mujeres honorables, con fuerza moral para hacer lo correcto... Cuando la madre ha ganado la confianza de sus hijos, y les ha enseñado a amarla y obedecerla, les ha dado la primera lección en la vida cristiana. Ellos deben amar y confiar y obedecer a su Salvador, así como aman y confían y obedecen a sus padres. El amor que con cuidado fiel y correcta instrucción manifiestan los padres por el hijo, débilmente refleja el amor de Jesús por su pueblo fiel.—The Signs of the Times, 9 de septiembre de 1886.

Exaltad a Jesús


Era todo lo que decía ser, 25 de junio https://ift.tt/x4SAFRv El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. Juan 14:12. Después de la ascensión del Señor, los discípulos experimentaron el cumplimiento de su promesa. Las escenas de la crucifixión, resurrección y ascensión de Cristo fueron para ellos una realidad viviente. Vieron que las profecías se habían cumplido literalmente. Escudriñaron y aceptaron sus enseñanzas con una fe y seguridad que no conocían antes. Sabían que el divino Maestro era todo lo que había aseverado ser. Y al contar ellos lo que habían experimentado y al ensalzar el amor de Dios, los corazones humanos se enternecían y subyugaban, y multitudes creían en Jesús. La promesa del Salvador a sus discípulos es una promesa hecha a su iglesia hasta el fin del tiempo. Dios no quería que su admirable plan para redimir a los hombres lograse solamente resultados insignificantes. Todos los que quieran ir a trabajar, no confiando en lo que ellos mismos pueden hacer sino en lo que Dios puede hacer para ellos y por ellos, experimentarán ciertamente el cumplimiento de su promesa. “Mayores [obras] que éstas hará—él declara—; porque yo voy al Padre”. Hasta entonces los discípulos no conocían los recursos y el poder ilimitado del Salvador. El les dijo: “Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre”. Juan 16:24. Explicó que el secreto de su éxito consistiría en pedir fuerza y gracia en su nombre. Estaría delante del Padre para pedir por ellos. La oración del humilde suplicante es presentada por él como su propio deseo en favor de aquella alma. Cada oración sincera es oída en el cielo. Tal vez no sea expresada con fluidez; pero si procede del corazón ascenderá al santuario donde Jesús ministra, y él la presentará al Padre sin balbuceos, hermosa y fragante con el incienso de su propia perfección. La senda de la sinceridad e integridad no es una senda libre de obstrucción, pero en toda dificultad hemos de ver una invitación a orar. Ningún ser viviente tiene poder que no haya recibido de Dios, y la fuente de donde proviene está abierta para el ser humano más débil. “Todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre—dijo Jesús—, esto haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré”.—El Deseado de Todas las Gentes, 620-621. El Salvador anhelaba profundamente que sus discípulos comprendiesen con qué propósito su divinidad se había unido a la humanidad. Vino al mundo para revelar la gloria de Dios, a fin de que el hombre pudiese ser elevado por su poder restaurador. Dios se manifestó en él a fin de que pudiese manifestarse en ellos. Jesús no reveló cualidades ni ejerció facultades que los hombres no pudieran tener por la fe en él. Su perfecta humanidad es lo que todos sus seguidores pueden poseer si quieren vivir sometidos a Dios como él vivió.—Ibid. 619-620.

En los Lugares Celestiales


Creciendo en Cristo, 25 de junio https://ift.tt/bR2kHUr Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios. Hebreos 6:1. En la puerta de entrada del sendero que conduce a la vida eterna, Dios pone la fe y reviste todo el camino con la luz, la paz, y el gozo de la obediencia voluntaria. El viajero de esta manera mantiene siempre delante de él la marca de su elevada vocación en Cristo. El premio está siempre a la vista. Para él los mandamientos de Dios son justicia, y paz y gozo en el Espíritu Santo. Las cosas que primero parecían ser cruces son halladas por la experiencia ser coronas. “Aprended de mí”, es la orden del Salvador. Sí, aprended de él cómo vivir la vida de Cristo, una vida pura y santa, libre de toda mancha de pecado... El progreso, no el estancamiento, es la ley del cielo. El progreso es la ley de toda facultad de la mente y del cuerpo. Las cosas de la naturaleza obedecen esta ley. En el campo, primero se ve la hoja, luego la espiga, después el grano lleno en la espiga. En la vida espiritual, como en la vida física, debe haber crecimiento. Debemos avanzar paso a paso, siempre recibiendo e impartiendo, siempre ganando un conocimiento más completo de Cristo, aproximándonos diariamente cada vez más cerca a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. El cristiano es primero un recién nacido en Cristo. Luego se transforma en niño. Debe realizar continuos avances en proporción a las oportunidades y privilegios que se le conceden. Siempre debe recordar que no es suyo, que ha sido comprado con precio y que debe hacer el mejor uso posible de los talentos que se le han confiado. Aun en la infancia de su entendimiento espiritual el cristiano debe esforzarse para hacer el más decidido avance hacia la vida más elevada, más santa.—The Review and Herald, 9 de mayo de 1907.

El Cristo Triunfante


La fe y las obras deben combinarse, 25 de junio https://ift.tt/Q965y3a “Y dije al rey: Si le place al rey, y tu siervo ha hallado gracia delante de ti, envíame a Judá, a la ciudad de los sepulcros de mis padres y la reedificaré”. Nehemías 2:5. Al fin, el pesar que abrumaba el corazón de Nehemías ya no pudo esconderse. Las noches de insomnio y los días llenos de congoja hicieron huella en el semblante de Nehemías. El ojo penetrante del monarca, velando por su propia seguridad, estaba acostumbrado a observar los rostros y a penetrar los disfraces, de modo que se dio cuenta de que alguna aflicción secreta acosaba a su copero. Le preguntó: “¿Por qué está triste tu rostro, pues no estás enfermo? No es esto sino quebranto de corazón”. La pregunta llenó a Nehemías de aprensión. ¿No se enojar al rey al saber que mientras el cortesano parecía dedicado a su servicio estaba pensando en su pueblo lejano y afligido? ¿No perdería la vida el ofensor? ¿Quedaría en la nada el plan con el cual soñara para devolver a Jerusalén su fuerza? “Entonces—escribe—temí en gran manera”. Con labios temblorosos y ojos arrasados por las lágrimas, reveló la causa de su pesar... La ciudad, casa de los sepulcros de sus padres, estaba desierta, y sus puertas consumidas por el fuego. La mención de la condición en que estaba Jerusalén despertó la simpatía del monarca sin despertar sus prejuicios idólatras. Otra pregunta dio a Nehemías la oportunidad que aguardaba desde hacía mucho: “¿Qué cosa pides?” Pero el varón de Dios no se atrevía a responder antes de haber solicitado la dirección de Uno mayor que Artajerjes. Dice él: “Entonces oré al Dios de los cielos. La silenciosa oración que elevó a Dios fue la misma que había ofrecido durante varias semanas: que el Señor prosperara su petición. Y ahora, cobrando valor al saber que tiene un Amigo, omnisciente y todopoderoso, que trabaja a su favor, el varón de Dios serenamente le dio a conocer al rey su petición de ser liberado por un tiempo de su oficio en la corte y se le autorizase reconstruir los lugares desolados en Jerusalén y hacer de ella una vez más una ciudad fuerte y protegida. Consecuencias importantes para toda la nación judía y para la ciudad pendían de esta petición. “Y—dice Nehemías—, me lo concedió el rey, según la benéfica mano de Jehová sobre mí”. Mientras Nehemías imploraba la ayuda de Dios, no se cruzó de brazos, pensando que no tenía más responsabilidad en el cumplimiento de su propósito de restaurar a Jerusalén. Con admirable prudencia y previsión, procedió a tomar todas las providencias necesarias para asegurar el éxito de la empresa.—Manuscrito 58, 1903.

Alza tus Ojos


La preparación para el cielo, 25 de junio https://ift.tt/LeYUIq5 Porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera. 1 Timoteo 4:8. Me siento bastante bien desde que el tiempo es más cálido. Estoy sorprendida de que a mi edad [75 años] esté favorecida con una salud tan buena. Puedo subir y bajar las escaleras tan fácilmente como cualquier miembro de mi familia. Generalmente me siento animada. No quiero arrojar ni una sombra sobre mi familia. Anhelo que cada palabra que salga de mis labios lleve la fragancia del amor de Cristo... Hemos sido comisionados a salir como misioneros de Cristo. En la Biblia se nos enseña cuál es la obra que se nos ha dado para realizar, y en ella también aprendemos cómo realizarla. Nadie puede conocer tan seguramente la voluntad de Dios como el que permanece en Cristo. Hay algunos que están constantemente especulando, indagando y adivinando, pero que, al mismo tiempo, en vez de avanzar, están retrocediendo. No están unidos con Cristo. No debemos tropezar en la incertidumbre. Cristo dice: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”. Marcos 8:34. “El que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”. Juan 8:12. Al avanzar, nos acostumbramos a seguir. El sendero de la vida resplandece con un brillo cada vez mayor hasta que el día es perfecto. Cuán profundamente se entristece el Salvador ante la pérdida de un alma por la cual hizo un sacrificio tan grande. El quisiera llevar a todos al reino de los cielos. Desea que todos puedan ver al Rey en su hermosura... No contemplemos constantemente los defectos de los demás. Contemplemos siempre a Jesús... Hay pecadores que salvar, y tanto en palabras como en hechos debemos cumplir el propósito de Cristo hacia ellos, como instrumentos de salvación... Estoy realizando esfuerzos fervientes para obtener la corona de la vida, la cual en el último gran día, dará el Juez de todos a los que aman su venida. No permitamos que nuestros labios se empañen con la incredulidad. Hablemos la verdad. Rehusemos ser engañados por los espíritus seductores que pronto vendrán. Hermana Hall, ¿no será algo realmente bendecido llegar a ser triunfadores, sentarse con la familia real en el reino de los cielos, tener un lugar en las mansiones que Cristo ha ido a preparar para aquellos que aman su venida? Tenga buen ánimo, mi hermana. Que nada la desanime. Manténgase alegre. Permanezca bajo los brillantes rayos del Sol de Justicia.—Carta 121, del 25 de junio de 1903, dirigida a Lucinda Hall, una amiga íntima.

A Fin de Conocerle


Buscad lo bueno, 25 de junio https://ift.tt/GISwnbT Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Filipenses 4:8. Somos una parte de la gran trama de la humanidad. Nos transformamos a la imagen de aquello de que nos ocupamos. Cuán importante es, pues, abrir nuestro corazón a las cosas que son amables, buenas y de buen nombre. Entre en el corazón la luz del Sol de Justicia. No fomentemos una raíz de amargura que al brotar pueda contaminar a muchos.—The Review and Herald, 15 de agosto de 1893. Cristo era infinito en sabiduría, y sin embargo resolvió aceptar a Judas, aunque sabía dónde estaban sus imperfecciones de carácter. Juan no era perfecto; Pedro negó a su Señor; y sin embargo con hombres como ésos se organizó la iglesia cristiana primitiva. Jesús los aceptó para que pudieran aprender de él lo que constituye un carácter cristiano perfecto. La ocupación de cada cristiano es estudiar el carácter de Cristo. Sólo Judas no respondió a la instrucción divina. ... Afirmó su alma para resistir a la influencia de la verdad; y al paso que criticaba y condenaba a otros, descuidaba su propia alma, y fomentaba y fortalecía sus malos rasgos naturales de carácter, hasta que se endurecieron de modo que vendió a su Señor por treinta piezas de plata. Es frecuente ver imperfecciones en los que llevan adelante la obra de Dios. ... ¿No sería más agradable a Dios que fuéramos imparciales y viéramos cuántas almas están sirviendo a Dios, glorificándolo y honrándolo con sus talentos, medios e intelecto? ¿No sería mejor considerar el admirable y milagroso poder de Dios en la transformación de los pobres y degradados pecadores, que han estado plenos de corrupción moral, y que han sido cambiados de modo que son semejantes a Cristo en carácter? ... Dios tiene el propósito de que todo lo que hace que miremos las debilidades de la humanidad nos induzca a acudir a él, y en ningún caso a poner nuestra confianza en el hombre, o hacer de la carne nuestro brazo.—Ibid.

¡Maranata: El Senor Viene!


Trabajad las ciudades desde afuera, 25 de junio https://ift.tt/p1isvbQ Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré. 2 Corintios 6:17. Como pueblo que guarda los mandamientos de Dios, debemos salir de las ciudades. Tal como lo hizo Enoc, debemos trabajar en las ciudades pero no vivir en ellas.66EE, 61. En la medida de lo posible, nuestras instituciones debieran estar ubicadas fuera de las ciudades. Debemos tener obreros para estas instituciones, y si están ubicadas en la ciudad, eso significará que las familias de nuestra gente deberán instalarse cerca de ellas... El Señor desea que su pueblo se traslade al campo, para que puedan establecerse en la tierra, puedan cultivar sus propias frutas y hortalizas, y donde sus hijos puedan ser criados en contacto directo con las obras de Dios manifestadas por medio de la naturaleza. Llevad a vuestras familias lejos de las ciudades; ese es mi mensaje.67Country Living, 29, 30. La verdad debe ser dicha, ya sea que los hombres quieran escucharla o pasarla por alto. Las ciudades están llenas de tentaciones. Debiéramos planificar nuestra obra de tal manera que mantengamos a nuestros jóvenes tan lejos como sea posible de esta contaminación. Las ciudades deben ser trabajadas desde puntos ubicados fuera de ellas. Dijo el mensajero de Dios: “¿No hay que amonestar las ciudades? Sí, pero no con el pueblo de Dios viviendo en ellas, sino por medio de sus visitas, para advertir a sus habitantes de lo que está por sobrevenir a la tierra”.68EE, 61. Cuando la iniquidad abunda en una nación, siempre se ha de escuchar una voz de amonestación e instrucción, tal como la de Lot, que fue oída en Sodoma. Pero Lot podría haber evitado muchos males a su familia, si no hubiera instalado su hogar en esa ciudad malvada y corrompida. Todo lo que Lot y su familia hicieron en Sodoma podría haber sido hecho aun cuando hubieran vivido a cierta distancia de la ciudad. Enoc caminó con Dios, y sin embargo no vivió en medio de una ciudad contaminada con toda clase de violencia y maldad, como Lot en Sodoma.69EE, 61, 62. [Enoc] no instaló su morada entre los impíos... Se ubicó con su familia donde la atmósfera fuera lo más pura posible. De vez en cuando visitaba a los habitantes del mundo para darles el mensaje que Dios le había dado... Después de proclamar su mensaje, siempre llevaba consigo a su lugar de retiro a algunos que habían aceptado la amonestación.70The S.D.A. Bible Commentary 1:1087, 1088.

Entrada destacada

¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374