Recibiréis Poder


Fe que obra, 6 de julio https://ift.tt/12frhSL ¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas; que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros. Hebreos 11:32-34. La fe significa confiar en Dios, creer que nos ama y sabe mejor qué es lo que nos conviene. Por eso nos induce a escoger su camino en lugar del nuestro. En vez de nuestra ignorancia, acepta su sabiduría; en vez de nuestra debilidad, su fuerza; en vez de nuestra pecaminosidad, su justicia. Nuestra vida, nosotros mismos, ya somos suyos; la fe reconoce su derecho de propiedad, y acepta su bendición. La verdad, la justicia y la pureza han sido señaladas como los secretos del éxito en la vida. Es la fe la que nos pone en posesión de estos principios. Todo buen impulso o aspiración es un don de Dios; la fe recibe de Dios la única vida que puede producir desarrollo y eficiencia verdaderos. Se debería explicar claramente cómo se puede ejercer fe. Toda promesa de Dios tiene ciertas condiciones. Si estamos dispuestos a hacer su voluntad, toda su fuerza nos pertenece. Cualquier don que nos prometa se encuentra en la promesa misma. “La semilla es la palabra de Dios”. Lucas 8:11. Tan ciertamente como se encuentra la semilla del roble en la bellota, se encuentra el don de Dios en su promesa. Si recibimos la promesa, recibimos el don. La fe que nos capacita para recibir los dones de Dios, es en sí misma un don del cual se imparte una porción a cada ser humano. Aumenta a medida que se la usa para asimilar la Palabra de Dios. A fin de fortalecer la fe debemos ponerla a menudo en contacto con la Palabra. Al estudiar la Biblia, el estudiante debería ser inducido a ver el poder de la Palabra de Dios. En ocasión de la creación, “él dijo, y fue hecho; él mandó, y existió”. El “llama las cosas que no son, como si fuesen” (Salmos 33:9; Romanos 4:17), porque cuando las llama, entonces existen.—La Educación, 253, 254.

Nuestra Elevada Vocacion


Cuando la pérdida es ganancia, 6 de julio https://ift.tt/AwThPNL Y díjoles: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee. Lucas 12:15. Una notable característica de las enseñanzas de Cristo es la frecuencia y la vehemencia con que reprochó el pecado de la codicia, y señaló el peligro de las adquisiciones mundanas y del descontrolado amor por las ganancias. ... Cuando la cabeza y las manos están constantemente ocupadas con planes y trabajos para acumular riquezas, se olvidan los derechos de Dios y de la humanidad.—The Review and Herald, 17 de octubre de 1882. Los recursos son valiosos y deben desearse. Son una bendición, un tesoro precioso, si se los utiliza prudente y sabiamente, y no se abusa de ellos. ... Puesto que los mortales tienen cuerpos, cabezas y corazones que deben atenderse, debe tomarse alguna provisión para que el cuerpo ocupe una posición debida en el mundo. No para conformarse a las normas del mundo—no, de ninguna manera; sino para ser una influencia para el bien en el mundo. ... La necesidad y la pobreza, son males que deben temerse; pero más deseables que sacrificar un principio de la verdad, son el hambre y la desnudez, la falta de hogar, de simpatía o de un nombre, y aun la inanición. Apreciemos la verdad eterna porque es inmortal. Si la convertimos en una parte de nosotros, seguramente obtendremos gloria inmortal y riquezas eternas. ... Si Dios no os ha dado la capacidad de obtener recursos con rectitud e integridad, quiere decir que él nunca se ha propuesto que los tengáis, y es mejor que os sometáis a la voluntad de Dios. ... El Creador infinito es el poseedor de todas las cosas. Cualquier pérdida que experimentéis en vuestro trato con él, es una ganancia infinita en la futura vida inmortal, si no se la comprende plenamente en esta vida. ... Contemplad las glorias del firmamento. Contemplad las gemas de luz que, como oro precioso, tachonan el cielo.... ¿No podrá el que extendió sobre nosotros este glorioso palio—el que, si el sol, la luna y las estrellas fueran barridas de una vez, podría llamarlas de nuevo a la existencia en un solo momento—, recompensar a sus siervos fieles y leales que están dispuestos a obedecerle aunque pierdan su riqueza, honor y aun un reino por él?—Carta 41, 1877, pp. 3-5.

Cada Día con Dios


Prediquemos la palabra, 6 de julio https://ift.tt/I3kdVSK No llaméis conspiración a todas las cosas que este pueblo llama conspiración; ni temáis lo que ellos temen, ni tengáis miedo. Isaías 8:12. Nuestra obra consiste en predicar al mundo los mensajes del primero, segundo y tercer ángeles. Al cumplir nuestros deberes, no debemos despreciar ni temer a nuestros enemigos. Pero unirnos mediante compromisos con los que no participan de nuestra fe, es algo que Dios no aprueba. Debemos tratar con amabilidad y cortesía a los que no quieren ser leales a Dios, pero jamás debemos unirnos en consejo con ellos con respecto a los intereses vitales de su obra, porque éste no es el proceder del Señor. Al poner nuestra confianza en Dios, debemos avanzar firmemente, para hacer su obra sin egoísmo, dependiendo humildemente de él, consagrándonos con todo lo que concierne a nuestro presente y nuestro futuro a su sabia providencia, conservando hasta el fin el principio de nuestra confianza, recordando que no recibimos las bendiciones del cielo porque somos dignos de ellas, sino porque Cristo es digno, y debido a nuestra aceptación, por fe en él, de la abundante gracia de Dios. Oro para que mis hermanos comprendan que el mensaje del tercer ángel significa mucho para nosotros, y que la observancia del verdadero día de reposo será la señal que diferenciará a los que sirven a Dios de los que no lo sirven. Despiértense los que se han sumido en la somnolencia y la indiferencia. Se nos llama a ser santos, y deberíamos tener cuidado de no dar la impresión de que importa poco si conservamos o no las características peculiares de nuestra fe. Sobre nosotros descansa la solemne obligación de asumir una actitud más decidida con respecto a la verdad y la justicia de la que hemos asumido en lo pasado. La línea de demarcación entre los que guardan los mandamientos de Dios y los que no lo hacen se manifestará con claridad inconfundible. Debemos honrar conscientemente a Dios, y usar con diligencia todos los medios posibles para mantener con él una relación que esté de acuerdo con su pacto, para que podamos recibir sus bendiciones tan esenciales para el pueblo que va a pasar por una prueba tan severa. Dar la impresión de que nuestra fe, nuestra religión, no es un poder dominante en nuestras vidas, equivale a deshonrar a Dios en gran manera.—Carta 128, del 6 de julio de 1902, a la junta de la Asociación General y a la Comisión Médico Misionera.

Alza tus Ojos


La medida de la atención divina, 6 de julio https://ift.tt/LzTMZIu Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? Mateo 6:30. Cristo enseñó a sus discípulos que la medida de la atención divina concedida a cualquiera de las obras de Dios es proporcional a la posición que ese objeto ocupa en la escala de la creación. El pequeño gorrión, aparentemente el más insignificante de los pájaros, es observado por la Providencia. Ni uno cae al suelo sin que nuestro Padre celestial lo note. Las flores del campo, la hierba que viste la tierra con su verdor, todo comparte la atención y el cuidado de nuestro Padre celestial. “Mirad las aves del cielo”, dijo Cristo, “que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos”. Mateo 6:26-29. Si los lirios del campo son objetos a los cuales el gran Artista Maestro ha dispensado cuidado, haciéndolos tan hermosos que sobrepujan la gloria de Salomón, el mayor rey que alguna vez haya empuñado el cetro; si hizo de la hierba del campo una exquisita alfombra para la tierra, ¿podemos imaginar la atención que Dios otorga al hombre, que fue hecho a su imagen? El Señor dio al hombre el intelecto de modo que pudiera comprender aun cosas mayores que los bellos objetos de la naturaleza. Conduce al agente humano a una esfera más elevada de la verdad, ennobleciendo la mente más y aún más, y revelándole la inteligencia divina. Y en el libro de la Providencia de Dios, en el tomo de la vida, se le otorga a cada uno una página. Esa página contiene cada detalle de su historia. Aun los cabellos de su cabeza están todos contados. Los hijos de Dios nunca están ausentes de su pensamiento. Y aunque el pecado existió durante siglos, procurando contrarrestar la misericordiosa corriente de amor que fluye de Dios hacia la raza humana, el amor y el cuidado que Dios ofrece a los seres que creó a su propia imagen no han cesado de crecer en riqueza y abundancia. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Coronó su benevolencia con el inestimable don de Jesús. Por medio de este sacrificio, un torrente sanador de vida y gracia celestial fue vertido sobre nuestro mundo. Esta fue la dádiva de Dios para el hombre; una dádiva que desafía todo cálculo... Al derramar así, todo el tesoro de cielo en este mundo, al darnos en Cristo la plenitud del cielo mismo, Dios compró las capacidades y el afecto de los seres humanos.—Carta 4, del 1 de julio de 1896, dirigida “A los hombres que ocupan puestos de responsabilidad”.

A Fin de Conocerle


Sabiduría del padre de la luz, 6 de julio https://ift.tt/39DJnxr Porque Jehová da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. Proverbios 2:6. El conocimiento principal y esencial es el conocimiento de Dios y de su Palabra. ... El cristiano crecerá en gracia en proporción a su dependencia y aprecio de la enseñanza de la Palabra de Dios y a su hábito de meditar en las cosas divinas. Pero que nadie piense que pretendemos restar importancia a la educación o desestimar el valor de la cultura y la disciplina mentales. Dios desea que sigamos siendo estudiantes mientras estemos en el mundo, que siempre aprendamos y llevemos responsabilidades. ... Pero nadie debe criticar a su hermano porque no posea una educación formal amplia. Puede ser rico en una sabiduría de más estima. Puede poseer una educación práctica en el conocimiento de la verdad. El salmista dice: “La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples”. Salmos 119:130. ... La sabiduría de que habla el salmista es aquella que se logra cuando la verdad se abre ante la mente y se aplica al corazón por medio del Espíritu de Dios, cuando sus principios se estampan en el carácter por acción de una vida de piedad práctica. Es el Espíritu de Dios el que aviva las facultades del alma amortecidas, para que aprecien las cosas celestiales, y el que atrae los afectos hacia Dios y la verdad. Sin la presencia de Jesús en el corazón, los servicios religiosos no son más que un formalismo muerto y frío. El ferviente deseo de estar en comunión con Dios cesa cuando el Espíritu Santo es contristado; pero cuando Cristo está en nosotros como la esperanza de gloria, somos inducidos constantemente a pensar y obrar con referencia a la gloria de Dios. Surgirán estas preguntas: “¿Honrará esto a Jesús? ¿Aprobará él esto? ¿Podré mantener mi integridad si inicio esta actividad?” Dios se convertirá en el consejero de nuestras almas e iremos por caminos seguros.—The Review and Herald, 17 de abril de 1888.

Entrada destacada

¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374