Alza tus Ojos


Miren solamente a Dios, 23 de diciembre Sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor. 2 Timoteo 2:22. https://ift.tt/3OECtZR Sean todos enseñados a escudriñar las Escrituras, para contemplar siempre a Jesús y no a los instrumentos humanos. La Palabra debe ser nuestra consejera. Es infinita. Si la obedecemos, nos guiará por senderos seguros. Pero la Palabra diluída con ideas humanas no es una guía segura... Estudien la Palabra de Dios individualmente. Podemos enfrentar a Satanás con el arma del “escrito está: al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás”. Mateo 4:10. La Biblia es la gran mina de la verdad, y debiéramos trabajar como quienes buscan el tesoro escondido. En ningún caso se debe apartar la atención de esa Palabra... Es ahora cuando cada alma necesita ungir sus ojos con colirio, para ver. Dios no da a nadie la misión de desmerecer y empequeñecer su obra. Nos llama a levantar su verdad, a ennoblecerla, honrarla y hacerla avanzar, revelando su sabiduría como suprema. Presenten la verdad bíblica, y extraigan del tesoro cosas nuevas y antiguas. Hablen de los principios de nuestra fe firme y constantemente, dando el “así dice la Escritura”. Vivan la verdad, practiquen las lecciones de Cristo que refinan, ennoblecen y santifican el alma. Mi carga es elevar a los hombres y las mujeres, magnificando a Jesús delante de ellos. Cuando Dios es el tema de todo pensamiento, el objeto del amor, de la reverencia y de la adoración; cuando el Señor Jesús ocupa el primer lugar en la mente, el corazón es purificado de toda contaminación moral. Entonces el alma se transforma en juez certero; cada actitud es sazonada con gracia. La responsabilidad ante un Dios personal y que todo lo ve, coloca a cada ser humano sobre un terreno elevado. Habrá entonces pensamientos profundos y genuina abnegación, porque Dios obra en los corazones de los hijos de su amor, que son su herencia. El amor de Dios siempre lleva al temor de Dios, el temor de ofenderle. Los que están verdaderamente convertidos cuidarán de no estar sobre los límites de lo malo, no sea que entristezcan al Espíritu de Dios y sean abandonados a su propio camino y llenados con sus propios quehaceres. La Palabra de Dios es el Libro Guía; no se aparten de él para depender de instrumentos humanos. Contiene las advertencias, las amonestaciones, la reprensión, la definición clara del pecado como la transgresión de la ley, la gran norma de virtud y santidad. La Palabra está llena de advertencias, de invitaciones misericordiosas y de condenación del mal. Nadie que la estudie y aplique sus enseñanzas errará el camino.—Carta 4, del 23 de diciembre de 1893, dirigida a los “Queridos hermanos y hermanas”.

A Fin de Conocerle


A Fin de Conocerle
Moradas para vosotros, 23 de diciembre No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. Juan 14:1-3. https://ift.tt/0xeXqNR Cuando Cristo estaba en la tumba, los discípulos recordaron estas palabras. Meditaron en ellas, y lloraron porque no pudieron medir su significado. Ninguna fe ni esperanza alivió el corazón de los afligidos discípulos. Únicamente acertaron a repetir estas palabras: “Vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis”. Hay mansiones preparadas para todos los que se sometan a la obediencia de la ley divina. Y para que la familia humana no tuviera excusa a causa de las tentaciones de Satanás, Cristo se humanó. El único Ser que era uno con Dios vivió la ley en su humanidad, descendió a la humilde familia de un obrero común, y trabajó en el banco de carpintero con su padre terrenal. Vivió la vida que pide de todos los que pretenden ser sus hijos. Así suprimió el poderoso argumento de Satanás de que Dios requiere de la humanidad una abnegación y sujeción que él mismo no está dispuesto a prestar... Jesús no requiere de los hombres que van tras sus pasos más de lo que él mismo realizó. Él era la Majestad del cielo, el Rey de gloria, pero por nosotros se hizo pobre, para que nosotros por su pobreza nos enriqueciéramos. Casi sus últimas palabras fueron: “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí”. En vez de estar afligidos y apenados, debéis regocijaros, dice Cristo. Vine al mundo por vosotros. Ya cumplí mi tiempo en la tierra. En adelante estaré en el cielo. Por vosotros he trabajado con interés en el mundo. En el futuro me ocuparé tan dedicadamente como ahora en una tarea más importante por vosotros. Vine a redimiros: voy a preparar moradas para vosotros en el reino de mi Padre.—Carta 121, 1897.
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¡Maranata: El Senor Viene!


Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Efesios 2:7. https://ift.tt/RVvWh2x La ciencia de la redención es la más grande de todas las ciencias; es la que estudian los ángeles y todos los seres de los mundos no caídos; es la ciencia que interesa al Señor y Salvador, y penetra en los propósitos madurados en la mente Infinita, mantenidos en silencio durante siglos eternos; es la ciencia que estudiarán los redimidos en el curso de la eternidad. Este es el estudio más elevado a que puede dedicarse un ser humano. Como ningún otro, avivará la mente y elevará el alma... Los ángeles desean escudriñar el tema de la redención; que será la ciencia y el canto de los redimidos a través de los siglos sin fin de la eternidad. ¿No valdrá la pena que pensemos en él y lo estudiemos en esta vida?... El estudio de la encarnación de Cristo, su sacrificio expiatorio y su obra mediadora, ocuparán la mente del alumno diligente mientras dure el tiempo; y al pensar en el cielo y los siglos innumerables, exclamará: “Grande es el misterio de la piedad”. En la eternidad aprenderemos lo que habría abierto nuestro entendimiento si hubiéramos recibido la luz que estaba a nuestro alcance en esta vida. Los temas de la redención henchirán el corazón y la mente y la lengua de los redimidos por todos los siglos eternos. Entenderán las verdades que Cristo deseaba explicar a sus discípulos, pero que éstos no podían captar por falta de fe. Se nos presentarán nuevos aspectos de la perfección y la gloria de Cristo por toda la eternidad. Y en el curso de la vida perdurable el fiel Amo sacará cosas nuevas y viejas de entre sus tesoros.66MMa, 371. Si nos fuera posible alcanzar aquí un conocimiento pleno de Dios y su verdad, no habría para nosotros nuevos descubrimientos con respecto a ella, ni mayores conocimientos, ni un desarrollo más amplio... Gracias a Dios, no es así. Puesto que Dios es infinito, y en él se encuentran todos los tesoros de la sabiduría, podremos continuar investigando durante toda la eternidad, aprendiendo siempre, sin agotar jamás las riquezas de su sabiduría, su bondad o su poder.67The Signs of the Times, 25-4-1906.

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Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Efesios 2:7. https://ift.tt/RVvWh2x La ciencia de la redención es la más grande de todas las ciencias; es la que estudian los ángeles y todos los seres de los mundos no caídos; es la ciencia que interesa al Señor y Salvador, y penetra en los propósitos madurados en la mente Infinita, mantenidos en silencio durante siglos eternos; es la ciencia que estudiarán los redimidos en el curso de la eternidad. Este es el estudio más elevado a que puede dedicarse un ser humano. Como ningún otro, avivará la mente y elevará el alma... Los ángeles desean escudriñar el tema de la redención; que será la ciencia y el canto de los redimidos a través de los siglos sin fin de la eternidad. ¿No valdrá la pena que pensemos en él y lo estudiemos en esta vida?... El estudio de la encarnación de Cristo, su sacrificio expiatorio y su obra mediadora, ocuparán la mente del alumno diligente mientras dure el tiempo; y al pensar en el cielo y los siglos innumerables, exclamará: “Grande es el misterio de la piedad”. En la eternidad aprenderemos lo que habría abierto nuestro entendimiento si hubiéramos recibido la luz que estaba a nuestro alcance en esta vida. Los temas de la redención henchirán el corazón y la mente y la lengua de los redimidos por todos los siglos eternos. Entenderán las verdades que Cristo deseaba explicar a sus discípulos, pero que éstos no podían captar por falta de fe. Se nos presentarán nuevos aspectos de la perfección y la gloria de Cristo por toda la eternidad. Y en el curso de la vida perdurable el fiel Amo sacará cosas nuevas y viejas de entre sus tesoros.66MMa, 371. Si nos fuera posible alcanzar aquí un conocimiento pleno de Dios y su verdad, no habría para nosotros nuevos descubrimientos con respecto a ella, ni mayores conocimientos, ni un desarrollo más amplio... Gracias a Dios, no es así. Puesto que Dios es infinito, y en él se encuentran todos los tesoros de la sabiduría, podremos continuar investigando durante toda la eternidad, aprendiendo siempre, sin agotar jamás las riquezas de su sabiduría, su bondad o su poder.67The Signs of the Times, 25-4-1906.
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Sabbath School


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Monday, December 23 Mantener los ojos en Jesús Comentarios Elena G.W https://ift.tt/ECKlpJ4 Jesús anduvo a solas con Pedro un rato, porque había algo que deseaba comunicarle a él solo… A fin de que quedase fortalecido para la prueba final de su fe, el Salvador le reveló lo que le esperaba. Le dijo que después de vivir una vida útil, cuando la vejez le restase fuerzas, habría de seguir de veras a su Señor… Jesús dio entonces a conocer a Pedro la manera en que habría de morir. Hasta predijo que serían extendidas sus manos sobre la cruz. Volvió a ordenar a su discípulo: “Sígueme”. Pedro no quedó desalentado por la revelación. Estaba dispuesto a sufrir cualquier muerte por su Señor. Hasta entonces Pedro había conocido a Cristo según la carne, como muchos le conocen ahora; pero ya no había de quedar así limitado. Ya no le conocía como le había conocido en su trato con él en forma humana. Le había amado como hombre, como maestro enviado del cielo; ahora le amaba como Dios. Había estado aprendiendo la lección de que para él Cristo era todo en todo. Ahora estaba preparado para participar de la misión de sacrificio de su Señor. Cuando por fin fue llevado a la cruz, fue, a petición suya, crucificado con la cabeza hacia abajo. Pensó que era un honor demasiado grande sufrir de la misma manera en que su Maestro había sufrido (El Deseado de todas las gentes, pp. 753, 754). Mientras Pedro andaba al lado de Jesús, vio que Juan los estaba siguiendo. Le dominó el deseo de conocer su futuro, y “dice a Jesús: Señor, ¿y este, qué? Dícele Jesús: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú”. Pedro debiera haber considerado que su Señor quería revelarle todo lo que le convenía saber. Es deber de cada uno seguir a Cristo sin preocuparse por la tarea asignada a otros. Al decir acerca de Juan: “Si quiero que él quede hasta que yo venga”, Jesús no aseguró que este discípulo habría de vivir hasta la segunda venida del Señor. Aseveró meramente su poder supremo, y que si él quisiera que fuese así, ello no habría de afectar en manera alguna la obra de Pedro. El futuro de Juan, tanto como el de Pedro, estaba en las manos de su Señor (El Deseado de todas las gentes, pp. 754, 755). Descubriremos que tendremos que desprendernos de todas las manos excepto de la de Jesucristo. Los amigos demostrarán su perfidia y nos traicionarán… Pero podremos poner confiadamente nuestra mano en la de Cristo en medio de las tinieblas y el peligro. Los hombres podrán resistir firmes en el conflicto únicamente al estar enraizados y fundados en Cristo. Deben recibir la verdad como es en Jesús. Y solo pueden satisfacerse las necesidades del alma cuando la verdad es presentada de esa manera. El predicar de Cristo crucificado, Cristo nuestra justicia, es lo que satisface el hambre del alma (Eventos de los últimos días, pp. 154, 155).
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¡Maranata: El Senor Viene!

Nuestro estudio en los siglos futuros, 23 de diciembre Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bonda...

Satanás les ofrece a los hombres los reinos del mundo si ellos le ceden la supremacía. Muchos hacen esto y sacrifican el cielo. Es mejor morir que pecar; es mejor padecer necesidad que defraudar; es mejor pasar hambre que mentir.—Testimonies for the Church 4:495 (1880). {EUD 121.4}
Pero el perdón tiene un significado más abarcante del que muchos suponen. Cuando Dios promete que “será amplio en perdonar”, añade, como si el alcance de esa promesa fuera más de lo que pudiéramos entender: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.19 El perdón de Dios no es solamente un acto judicial por el cual libra de la condenación. No es sólo el perdón por el pecado. Es también una redención del pecado. Es la efusión del amor redentor que transforma el corazón. David tenía el verdadero concepto del perdón cuando oró “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. También dijo: “Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”.20 {DMJ 97.2}
https://egwwritings.org/?ref=es_DMJ.97.2&para=175.533


“No cerrará el tiempo de gracia hasta que el mensaje haya sido proclamado con más claridad. La ley de Dios ha de ser magnificada [...] El mensaje de la justicia de Cristo ha de resonar de un extremo de la tierra hasta el otro para preparar el camino del Señor. Esta es la gloria de Dios que terminará la obra del tercer ángel”. Joyas de los Testimonios (JT), vol. 2, (Bs. As.: ACES, 1956), pp. 373,374